El Duelo en Relacion de Pareja
El Duelo en Relacion de Pareja
El Duelo en Relacion de Pareja
Pero cuando tenemos como meta estar bien, no a corto sino a medio y largo
plazo, tenemos que aprovecharnos de esas emociones negativas y de la
función que tienen. Tendremos que ordenar los sentimientos que tenemos,
ponerles nombres, entender por qué están ahí y no desaparecen, y sobre todo
aceptar que si están ahí es por algo y que si los asimilo, los siento y los acepto,
estoy dando los pasos más importantes para pasar página de este dolor y
seguir con mi vida sin ese equipaje tan pesado. El camino no es fácil, pero es
sencillo. Seguramente es un camino de lágrimas, como dice Bucay en uno de
sus libros, porque se van a remover cosas dolorosas. Pero en todo momento
hay que tener presente que es un buen camino, que es sano, que es funcional,
y que por primera vez va a conducir a un nuevo sitio, libre de angustia y
malestar.
Los comentarios que más oigo a los pacientes al llegar a la fase final de
aceptación de lo que pasó y de pasar página, suelen ser “me he quitado un
peso de encima”, “tendría que haberlo hecho antes”, “hacía mucho tiempo que
no me sentía tan tranquilo/a”, etc.
Se llegue a la conclusión que se llegue, y se aprenda lo que se aprenda en
este camino, va a merecer la pena.
Nuestro trabajo como terapeutas no es aliviar el dolor, o hacer que se acabe
antes por estar acudiendo a consulta. Cada persona tiene su ritmo y necesita
su tiempo para superar una ruptura de pareja y la pérdida de lo que eso
conlleva, que a veces no es la pérdida de una persona sino de un proyecto de
vida con una persona. Es más, aún cuando ya no vengan a consulta, el
proceso de duelo seguirá abierto todavía un tiempo, con posibles caídas que
vendrán por diferentes motivos.
Igual que en los procesos de duelo por muerte de un ser querido, se estima
que es habitual que se alargue hasta dos años sin que se considere duelo
patológico por ello, ya que es necesario pasar por todas las fechas especiales
(cumpleaños, aniversarios, santos) y por los momentos que recordarán a esa
persona (vacaciones, festividades).
Quizás en pareja, y más cuando además han seguido una terapia por este
problema, no sea tanto como dos años. En general, y aunque el trabajo
terapéutico puede ser de pocos meses, si suele necesitarse un poco más de
tiempo que a veces llega a ser un año, para pasar por todas las fechas y
momentos asociados de alguna forma a esa persona. Esto no significa que no
estuviera aceptada esa pérdida, o que la persona no haya hecho un buen
proceso de duelo, solo será que tendrá que estar pendiente y pasar por esos
momentos más difíciles, porque también eso es parte del proceso y le ayudará
a sentirse mejor más adelante.
De todas formas, esta información se habla con la persona durante el
tratamiento, especialmente al final, ya que a veces se ven muy bien
anímicamente y después de estar bien un tiempo, suelen sorprenderse si
vuelven a estar mal o a tener un “bajón” como ellos dicen. Habrá que
prevenirles de los posibles días malos que pueden venir, incluso de ciertas
situaciones nuevas (como cuando la ex pareja rehace su vida) que pueden
desbaratar aparentemente un proceso que consideraban bien hecho, y
confundirles. Como explicaré en el apartado prevención de recaídas, aunque
haya unos seguimientos estipulados como para cualquier otro problema,
también aquí habrá unas pautas específicas de qué hacer y en que situaciones
coger cita.