Amparo

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En la ciudad de México, siendo las diez horas con treinta minutos del tres de mayo de dos

mil dieciséis, día y hora señalados para la celebración de la audiencia constitucional del
juicio de amparo *****, promovido por JAVIER SANTIAGO RUIZ, por propio derecho; por su
propio derecho y constituido en audiencia pública el licenciado LUIS ALBERTO IBARRA
NAVARRETE, Juez Octavo de Distrito en Materia Civil en el Distrito Federal, asistido del
Secretario Licenciado Fortres Mangas Martínez, sin la asistencia de las partes. El Secretario
hace relación de las constancias de autos, entre las que obran la demanda de amparo, y los
informes justificados rendidos por la Magistrada Presidenta de la Novena Sala Civil y por el
Juez Sexagésimo de lo Civil, ambos del Tribunal Superior de Justicia de la Ciudad de
México, EL JUEZ ACUERDA: Téngase hecha la anterior relación de constancias y con base
en lo dispuesto por el numeral 117 de la ley reglamentaria de los preceptos 103 y 107
Constitucionales, rendidos los informes justificados de las autoridades responsables antes
indicadas. Enseguida, se abre el PERÍODO DE PRUEBAS.- El Secretario da nueva cuenta con
el escrito de demanda de amparo registrado con el número 4351, suscrito por ****,
mandatario judicial de la parte tercera interesada **** por medio del cual ofrece la
Presuncional Legal y Humana y la Instrumental de Actuaciones. EL JUEZ ACUERDA: Con
fundamento en el artículo 119 de la Ley de Amparo se tiene por desahogada dada su
propia y especial naturaleza las pruebas antes indicadas y sin pruebas pendientes que
desahogar se declara abierto el PERÍODO DE ALEGATOS. El Secretario da nueva cuenta con
el escrito registrado con el número 4351, suscrito por **** mandatario judicial de la parte
tercera interesada ***** por medio del cual formula manifestaciones en vía de alegatos. EL
JUEZ ACUERDA: Con fundamento en el artículo 124 de la Ley de Amparo se tienen por
hechas las manifestaciones que en vía de alegatos hace valer la parte tercera interesada
antes indicada, por lo que, se da por concluida dicha fase procesal, así como la audiencia, y
se ordena traer a la vista lo actuado para pronunciar la sentencia que en derecho
corresponde.
V I S T O S para resolver, los autos del juicio de amparo 34/2016-IV, promovido por el
quejoso ****** por su propio derecho, y;
R E S U L T A N D O:
PRIMERO. Mediante escrito presentado el diecinueve de enero de dos mil dieciséis, en la
Oficina de Correspondencia Común de los Juzgados de Distrito en Materia Civil en la
Ciudad de México, y remitido a este juzgado ese mismo día, ****** por su propio derecho,
promovió demanda de amparo contra el acto que reclamó de la NOVENA SALA CIVIL y del
JUEZ SEXAGÉSIMO DE LO CIVIL, AMBOS DEL TRIBUNAL SUPERIOR DE JUSTICIA DE LA
CIUDAD DE MEXICO, que hizo consistir, en:
“a).- LA SENTENCIA DICTADA EN FECHA SIETE (07) DE DICIEMBE DEL AÑO DOS
ÑMIL QUINCE (2015), MEDIANTE LA CUAL SE RESOLVIÓ EL TOCA DE APELAICÓN
NÚMERO 1656/200-5 FORMADO CON MOTIVO DEL RECURSO DE APELCIÓN
INTERPUESTO POR EL HOY QUEJOSO EN CONTRA DE LA SENTENCIA
INTERLOCUTORIA DICTADA POR LA RESPONSABLE EJECUTORIA EN FECHA 03 DE
JULIO DEL AÑO 2015 LA EJECUCÓN QUE PRETENDE HACER DEL ACTO
RECLAMADO ATRIBUIDO A LA RESPONSABLE ORDENADORA.” Actos que consideró
transgresor de los derechos consagrados en los artículos 14 y 16 de la Constitución
Política de los Estados Unidos Mexicanos.
SEGUNDO. Previo desahogo de prevención, por auto de cuatro de febrero de dos mil
dieciséis se admitió a trámite la demanda de amparo; se dio la intervención que compete
al Agente del Ministerio Público Federal de la adscripción; se pidió su informe justificado a
la Novena Sala Civil y Juez Sexagésimo de lo Civil, ambos del Tribunal Superior de Justicia
de la Ciudad de México, se tuvo como parte tercera interesada a ***** la cual compareció
al juicio por conducto de su apoderado legal, señaló hora y día para la celebración de la
audiencia constitucional; se siguió el juicio por sus trámites legales y la audiencia referida
se verificó al tenor del acta que antecede, y:
C O N S I D E R A N D O:
PRIMERO. Este Juzgado Octavo de Distrito en Materia Civil en el Distrito Federal es
competente para conocer y resolver el presente juicio de amparo, de conformidad con lo
dispuesto por los artículos 103, fracción I, y 107, fracción VII, de la Constitución Federal; 37
y 107 de la Ley de Amparo; 54, fracción I, de la Ley Orgánica del Poder Judicial de la
Federación; y Cuarto, fracción I, del Acuerdo General 3/2013, relativo a la determinación
del número y límites territoriales de los circuitos judiciales en que se divide el territorio de
la República Mexicana; y al número, a la jurisdicción territorial y especialización por materia
de los Tribunales de Circuito y de los Juzgados de Distrito.
SEGUNDO.- Con fundamento en el artículo 74, fracción I, de la Ley de Amparo y
atendiendo al estudio integral de la demanda de amparo, se precisa que el acto reclamado
es:
I. De la Novena Sala Civil del Tribunal Superior de Justicia de la Ciudad de México, la
sentencia de siete de diciembre de dos mil quince, dictada en el toca de apelación
número 1656/2000-5.
II. Del Juez Sexagésimo de lo Civil del Tribunal Superior de Justicia de la Ciudad de
México, la ejecución de la sentencia de siete de diciembre de dos mil quince,
dictada en el toca de apelación número 1656/2000-5.
TERCERO.- Son ciertos los actos reclamados a la NOVENA SALA CIVIL y al JUEZ
SEXAGÉSIMO DE LO CIVIL, AMBOS DEL TRIBUNAL SUPERIOR DE JUSTICIA DE LA CIUDAD
DE MÉXICO, por así aceptarlo en sus informes justificados y por así corroborase de las
constancias que en apoyo a al mismo remitieron. Norma el criterio expuesto, la
jurisprudencia 278, emitida por el Pleno de la Suprema Corte de Justicia de la Nación,
visible en la página 231 del Tomo VI, Materia Común, del Apéndice al Semanario Judicial
de la Federación 1917-2000, que a la letra dice:
“INFORME JUSTIFICADO AFIRMATIVO. Si en él confiesa la autoridad responsable que es
cierto el acto que se reclama, debe tenerse éste como plenamente probado, y entrarse a
examinar la constitucionalidad o inconstitucionalidad de ese acto.”
CUARTO. Por cuestión de método, previo al examen de los conceptos de violación, en
estricto acatamiento a lo ordenado por el artículo 62 de la Ley de Amparo, deben
analizarse las causales de improcedencia vertidas por las partes o que ésta autoridad
advierta de oficio, por tratarse de una cuestión de orden público y de estudio preferente;
como lo establece la tesis de jurisprudencia número 814, publicada en el Apéndice al
Semanario Judicial de la Federación 1917–1995, Tomo VI, Materia Común, Octava Época,
páginas 553 y 554, que establece lo siguiente:
“IMPROCEDENCIA, CAUSALES DE. EN EL JUICIO DE AMPARO.- Las causales de
improcedencia del juicio de amparo, por ser de orden público deben estudiarse
previamente, lo aleguen o no las partes, cualquiera que sea la instancia.”.
En la especie, este juzgado federal constata que en el caso en concreto se surte la causal
de improcedencia prevista en la fracción XXIII, del artículo 61, en relación con el diverso
107, fracción IV, contrario sensu, ambos de la ley de la materia, que a la letra establecen:
“Artículo 61. El juicio de amparo es improcedente: […]
XXIII. En los demás casos en que la improcedencia resulte de alguna disposición de la
Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos, o de esta ley. […]
Artículo 107. El amparo indirecto procede: […]
IV. Contra actos de tribunales judiciales, administrativos, agrarios o del trabajo realizados
fuera de juicio o después de concluido.
Si se trata de actos de ejecución de sentencia sólo podrá promoverse el amparo contra la
última resolución dictada en el procedimiento respectivo, entendida como aquélla que
aprueba o reconoce el cumplimiento total de lo sentenciado o declara la imposibilidad
material o jurídica para darle cumplimiento, o las que ordenan el archivo definitivo del
expediente, pudiendo reclamarse en la misma demanda las violaciones cometidas durante
ese procedimiento que hubieren dejado sin defensa al quejoso y trascendido al resultado
de la resolución.
En los procedimientos de remate la última resolución es aquélla que en forma definitiva
ordena el otorgamiento de la escritura de adjudicación y la entrega de los bienes
rematados, en cuyo caso se harán valer las violaciones cometidas durante ese
procedimiento en los términos del párrafo anterior;”.
De acuerdo con lo dispuesto por los artículos las fracción trascritas, si se trata de actos de
ejecución de sentencia, solamente puede promoverse el amparo contra la última
resolución dictada en el procedimiento respectivo; lo cual significa, en sentido contrario,
que no está permitido promover juicio de amparo en contra de resoluciones que, dictadas
en la fase de ejecución de sentencia, no constituyan la última que se dicte en ese
procedimiento.
Esto es así porque las violaciones que pudieran cometerse durante el propio
procedimiento que dejaren sin defensa al quejoso, pueden reclamarse en la misma
demanda de amparo que se interponga contra la última resolución aludida, que en el caso
sería la que se tenga por cumplida o no la ejecución de la sentencia dictada en el juicio de
origen.
Ahora bien, en el caso en concreto tenemos que el quejoso reclama la sentencia dictada en
segunda instancia, que confirmó la resolución interlocutoria que tuvo como materia la falta
de personalidad en el proceso y en la causa, respecto de quien se ostentó como nuevo
actor, al exhibir una cesión de derechos respecto del crédito materia del juicio especial
hipotecario 665/1999.
Por otra lado, de las constancias del juicio natural se advierte que las actuaciones a las que
se hicieron alusión en párrafo precedente surgieron en la etapa procesal de ejecución de
sentencia, en tanto que por sentencia definitiva, modificada en segunda instancia dentro
del toca de apelación 1656/2000/2 y 1656/2000/3, con fecha veintiocho de mayo de dos
mil uno, se resolvió en definitiva el juicio especial hipotecario, condenado al aquí quejoso a
pagar las cantidades de $130,000.00 (ciento treinta mil pesos 00/100 m.n.) por concepto
de suerte principal y al pago de $151,595.15 (ciento cincuenta y cinco mil quinientos
noventa y cinco pesos 15/100 m.n.), por concepto de intereses moratorios causados hasta
el diez de junio de mil novecientos noventa y nueve y, los que se sigan generado.
Asimismo, que aunque fue promovido por la parte actora incidente de liquidación de
intereses moratorios, este fue declarado improcedente mediante sentencia dictada en
fecha dos de abril de dos mil tres, dentro del toca de apelación 1656/2000/4, no
observándose hasta la fecha la promoción de otro incidente de liquidación de sentencia o
el inicio del periodo de remate para hacer el efectivo el pago de la suerte principal,
atendiendo a la naturaleza de la contienda natural (garantía hipotecaria).
Derivado de lo relatado, queda de manifiesto que el acto que aquí impugna el quejoso
surgió después de concluido el juicio, en el periodo de ejecución de sentencia.
De tal manera que si nuestro Máximo Tribunal ha sostenido que, por regla general, un acto
dictado en ejecución de sentencia sólo puede reclamarse a través del amparo indirecto
promovido contra el último acto emitido en esa etapa, el cual es el que declara cumplida la
sentencia o manifiesta la imposibilidad para ello.
Asimismo, que ha establecido que existen casos de excepción a la regla mencionada, en
los cuales se ha admitido la procedencia del amparo indirecto contra actos dictados en
ejecución de sentencia, cuando éstos gozan de autonomía propia por no tener como
finalidad directa e inmediata ejecutar la sentencia dictada en el juicio natural.
Traído lo anterior al caso en concreto, resulta que la sentencia que resuelve un incidente
de falta de personalidad promovido en la etapa de ejecución de sentencia no se encuentra
dentro de los casos de excepción precisados, pues si se ha determinado que no procede el
amparo contra los actos que tienen como finalidad directa e inmediata ejecutar la
sentencia dictada en el juicio natural, sino hasta que se dicta la última resolución del
procedimiento de ejecución, entonces, interpretando a contrario sensu ese criterio, la
referida resolución es de la misma naturaleza jurídica de aquéllos, ya que la finalidad del
incidente aludido es impedir la ejecución de la sentencia cuestionando la personería del
ejecutante.
Así, la resolución dictada en un incidente de falta de personalidad promovido en la etapa
de ejecución de sentencia, debe reclamarse a través del amparo que se promueva contra la
última resolución emitida en esa etapa.
Que en el caso puede ser indistintamente la que concluya el incidente de liquidación de
intereses moratorios que en su caso se promueva o la que culmine con la etapa de remate,
la que suceda primero, en razón de que estas dos condenas son las que se encuentran en
el juicio natural pendientes de ejecutarse.
Pues en caso de trascender de manera negativa a sus derechos la cuestión de la
personalidad, esta podrá reclamarse como violación procesal, conjuntamente con aquella
resolución que ponga fin a la etapa procesal de ejecución que corresponda.
Sirve de apoyo por analogía a lo anteriormente sostenido, la tesis de jurisprudencia 1a./J.
23/2005, con número de registro ius 178441, de rubro y texto siguientes:

“INCIDENTE DE FALTA DE PERSONALIDAD TRAMITADO EN LA ETAPA DE EJECUCIÓN DE


SENTENCIA. LA RESOLUCIÓN DICTADA EN ÉL DEBE IMPUGNARSE A TRAVÉS DEL AMPARO
PROMOVIDO CONTRA LA ÚLTIMA RESOLUCIÓN EMITIDA EN ESA ETAPA. La Suprema
Corte de Justicia de la Nación ha sostenido que, por regla general, un acto dictado en
ejecución de sentencia sólo puede reclamarse a través del amparo indirecto promovido
contra el último acto emitido en esa etapa, el cual es el que declara cumplida la sentencia
o la imposibilidad para cumplirla. Asimismo, ha establecido que existen casos de excepción
a la regla mencionada, en los cuales se ha admitido la procedencia del amparo indirecto
contra actos dictados en ejecución de sentencia, cuando éstos gozan de autonomía propia
por no tener como finalidad directa e inmediata ejecutar la sentencia dictada en el juicio
natural. Ahora bien, la sentencia que resuelve un incidente de falta de personalidad
promovido en la etapa de ejecución de sentencia no se encuentra dentro de los casos de
excepción precisados, pues si se ha determinado que no procede el amparo contra los
actos que tienen como finalidad directa e inmediata ejecutar la sentencia dictada en el
juicio natural, sino hasta que se dicta la última resolución del procedimiento de ejecución,
entonces, interpretando a contrario sensu ese criterio, la referida resolución es de la misma
naturaleza jurídica de aquéllos, ya que la finalidad del incidente aludido es impedir la
ejecución de la sentencia cuestionando la personería del ejecutante. Por ello, la resolución
dictada en un incidente de falta de personalidad promovido en la etapa de ejecución de
sentencia, debe reclamarse a través del amparo que se promueva contra la última
resolución emitida en esa etapa.”

Además de lo anterior, también se toma en cuenta que conforme al también criterio de


nuestro máximo Tribunal, en el periodo de ejecución de sentencia pueden impugnarse en
amparo indirecto, aquellos actos que además de ser autónomos a la cosa juzgada, sean de
imposible reparación, en el caso en concreto, aun cuando pudiera considerarse el acto
reclamado como una decisión autónoma a la cosa juzgada, que no lo es, de cualquier
manera no es de imposible reparación, ya que no afecta los derechos sustantivos del
quejoso de forma material e inmediata, sino que en todo caso solo altera su
posicionamiento procesal en periodo de ejecución y ello corrobora que debe reclamarse
conjuntamente con la última resolución dictada en ejecución de sentencia.
El criterio referido en el párrafo precedente, consta en la tesis de jurisprudencia P./J.
108/2010, con número de registro ius 163152, que resulta aplicable por disposición del
artículo 217, en relación al sexto transitorio de la ley de Amparo, cuyo rubro y texto son los
siguientes:
“EJECUCIÓN DE SENTENCIA. EL AMPARO INDIRECTO PROCEDE EXCEPCIONALMENTE
CONTRA ACTOS DICTADOS EN EL PROCEDIMIENTO RELATIVO, CUANDO AFECTEN DE
MANERA DIRECTA DERECHOS SUSTANTIVOS DEL PROMOVENTE. La fracción III del
artículo 114 de la Ley de Amparo establece en principio una regla autónoma que permite
la procedencia del juicio de amparo indirecto en contra de la última resolución dictada en
el procedimiento de ejecución de sentencia; lo cual opera incluso en materia de extinción
de dominio, o bien, respecto de los remates, supuesto en el cual sólo puede reclamarse la
resolución definitiva en que se aprueben o desaprueben. Por su parte, la fracción IV del
mismo precepto prevé dicha procedencia en contra de actos dictados en el juicio que
tengan sobre las personas o las cosas una ejecución de imposible reparación. Ahora bien,
la amplitud de la norma contenida en la fracción IV arriba citada, da pauta para interpretar
la fracción III también descrita, y no a la inversa, de modo tal que debe estimarse que
cuando existan actos emitidos en el procedimiento de ejecución de sentencia que afecten
de manera directa derechos sustantivos, ajenos a la cosa juzgada en el juicio natural,
puede aplicarse excepcionalmente por analogía la fracción IV para admitir la procedencia
del juicio de amparo indirecto.”

Consecuencia de todo lo anteriormente argumentado, con fundamento en el artículo 63,


fracción V, en relación a la diversa fracción XXIII del artículo 61 y 107, fracción IV, contrario
sensu, todos de la ley de la materia, lo procedente es SOBRESEER el juicio de amparo
promovido por ******, en contra de la sentencia de siete de diciembre de dos mil quince,
dictada en el toca de apelación número 1656/2000-5 y su ejecución; atribuidas
respectivamente a la Novena Sala Civil del Tribunal Superior de Justicia de la Ciudad de
México y al Juez Sexagésimo de lo Civil del Tribunal Superior de Justicia de la Ciudad de
México.
Por lo anteriormente, expuesto y fundado, y con apoyo además en los artículos 61, 63, 73,
74, 75 y 217 de la Ley de Amparo, se;
R E S U E L V E:
ÚNICO.- Se SOBRESEE en el presente juicio de amparo ******, promovido por *****, en
contra de la sentencia de siete de diciembre de dos mil quince, dictada en el toca de
apelación número 1656/2000-5 y su ejecución; atribuidas respectivamente a la Novena
Sala Civil del Tribunal Superior de Justicia de la Ciudad de México y al Juez Sexagésimo de
lo Civil del Tribunal Superior de Justicia de la Ciudad de México.
NOTIFÍQUESE.
Así, lo resolvió y firma el licenciado Luis Alberto Ibarra Navarrete Juez Octavo de Distrito en
Materia Civil en la Ciudad de México, ante el Secretario licenciado Fortres Mangas
Martínez, con quien actúa y da fe. Doy fe.

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