Liderazgo Pedagógico

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Liderazgo Pedagógico

“Si tus acciones inspiran a otros a soñar , aprender más, a hacer más y a ser
mejores, eres un líder"

John Francis Welch

Hablar de liderazgo pedagógico, implica hablar de líder, de pedagogía y de la relación de


ambos conceptos. 

La palabra liderazgo,  define a una “influencia  que se ejerce sobre las personas y que


permite incentivarlas para que trabajen en forma entusiasta por un objetivo común”. Quien
ejerce el liderazgo, intenta “establecer una meta y conseguir que la mayor parte de las
personas deseen y trabajen por alcanzarla”. Según el tipo de liderazgo que muestre o el
mismo grupo demande, la consecución de objetivos se trabajará de una u otra manera.

Este concepto,normalmente se suele vincular al campo empresarial o de la psicología, pero


también es aplicable al campo de la educación. Por ello, si hablamos de liderazgo
pedagógico  pensamos en: coordinación, apoyo, ayuda, motivación que ofrece, a la vez
que desarrolla con su grupo de estudiantes, el personal docente.

En ocasiones, cuando se piensa también en liderazgo, se piensa en mandato, superioridad,


autoridad, sin pensar que el liderazgo implica confianza, elección, apoyo… Y es aquí, en
este punto, donde me gustaría unir precisamente,  liderazgo y pedagogía.

Cuando el docente se transforma en guía de su alumnado, puede superar los conocimientos


teóricos, ya que va más allá de estos. Que los estudiantes asistan con agrado a clase, que
tengan como referencia para dudas y decisiones profesionales a su docente, muy
probablemente, implica que éste ha ido adquiriendo ese liderazgo pedagógico que va más allá
de su contrato con la entidad que ofrece la formación. Normalmente, esa "calidad y
calidez humana" que se entabla en el aula y se configura como  “buen clima de clase” no se
paga económicamente desde la organización, pero sí se traduce en el reconocimiento
sincero del alumnado, quienes en momentos de incertidumbre y cambios personales o
profesionales pudieron necesitar una palabra, una mirada, alguien en quien confiar sus
preocupaciones laborales /formativas, alguien que con palabras y gestos les hiciera sentir que
no eran “invisibles al sistema” Ese es el liderazgo pedagógico del que hablo, del que recupera
nuestro rol orientador, facilitador, y nuestra faceta humana más allá de los tecnicismos y las
habilidades que se nos requieren en esta profesión. Las aptitudes son importantes, las
actitudes también, pero creo que el gran reto es hacer que “cada día sea inolvidable”. Si la
mayoría de nosotros/as hemos tenido un profesor/a cuya influencia positiva fue y es
indiscutible, y aún hoy, a pesar del tiempo, seguimos recordando con una sonrisa en los labios
¿Por qué no empezar a intentarlo con nuestros discentes?
Está clara la relevancia del saber y el saber hacer del docente de formación para el empleo; lo
reflejan en todo momento los certificados de profesionalidad, y la normativa vinculada a los
mismos; lo que no se refleja explícitamente, pero personalmente creo que es lo que hace la
diferencia entre una acción formativa y otra, es la calidad en las relaciones humanas que se
dan dentro del aula, y en esto, hay mucho que podemos aportar y recibir desde la
docencia… Abogo por un liderazgo pedagógico de acompañamiento, donde el saber, y el
hacer no dejen de ser importantes, pero que no nos impidan valorar el carácter plenamente
humano y motivador que debe conllevar cualquier acto educativo. 
Tal como leí en ocasión:" Un buen educador infunde confianza y convierte el aprendizaje en
una tarea fascinante" Así lo refleja el siguiente cuento...

Así como en esta historia, el carpintero encuentra valor en cada herramienta para
conseguir un resultado final mas valioso,  el liderazgo pedagógico del docente
pasará, en definitiva, por motivar al alumnado, valorando y potenciando las
cualidades de cada uno/a de ellos/as en pro de un clima de aprendizaje que nos
enriquezca a todos/as como grupo.

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