RASPA
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RASPA
PRACTICA CALIFICADA N° 3
CURSO:
RELACION AGUA, SUELOS Y PLANTA
PROFESOR:
ALUMNO:
SALDAÑA BARTRA, MARIA ANABEL
RAMOS POLINA, JAMES DAVID
ENCARNACION VIVIAN, EDGAR
CASIMIRO, ARMANDO
TEMA:
CICLO: 2021-I
TINGO MARIA-PERU
AGOSTO, 2021
INTRODUCCION
La temática que se desarrolla en este documento de guía y apoyo didácticos, es de una
implicancia decisiva para el manejo de los sistemas agroproductivos e integra
conocimientos adquiridos en disciplinas del ciclo básico y otras como Edafología,
Climatología y Fisiología, para estar en condiciones de comprender los fenómenos de
interés agronómico y forestal que ocurren en el sistema integrado por los subsistemas
Agua, Suelo, para luego aprender a manejar las variables que intervienen en los
procesos de aplicación y eliminación de agua en situaciones de déficit y excesos
hídricos, constituyendo las bases del Riego y el Drenaje.
El curso de RASPA, con 60% de teoría y 40% de práctica, esta formado por 5 unidades
de tipo teórico y como apoyo incluyen 7 prácticas, las cuales se realizarán en equipos
de dos a cuatro personas, dependiendo de los materiales existentes. La parte teórica
inicia con aspectos generales de la Irrigación en el mundo, importancia del agua en
diferentes aspectos de la vida; posteriormente se revisan las características físicas y
químicas del agua y del suelo, con el conocimiento anterior se pasa a mostrar la
interrelación, primero entre el agua y el suelo; enseguida entre el agua-suelo para
finalmente considerar de manera integral el sistema agua-suelo-planta-atmósfera. Al
final del curso el alumno debe saber calcular un programa de riego de un cultivo para
una zona determinada.
Objetivo:
Explicar las interrelaciones entre el agua, suelo y el clima, enfocados a contestar
técnicamente las preguntas ¿cuándo y cuánto regar?, llegando al final del curso a
calcular un programa de riego de un cultivo.
- Emplear las diferentes metodologías y procedimientos para determinar y/o estimar
las diferentes propiedades y características del agua, suelo, clima y la interrelación en
ello.
. EL SISTEMA AGRO PRODUCTIVO.
Como se ha visto, las disciplinas Riego y Drenaje tienen un mismo objetivo: regularizar
el régimen de humedad del suelo, la primera aplicando agua al suelo cuando ocurre
déficit hídrico y la segunda eliminando agua en exceso, ya que los desequilibrios
hídricos constituyen una circunstancia espacio-temporal mientras se cumpliendo el
ciclo del agua en el Planeta.
Es fundamental identificar las relaciones que se establecen en la fitósfera, entre el
suelo, el agua, las plantas y la atmósfera. Este conocimiento implica medir y estimar las
principales variables que participan en los procesos físicos, químicos y biológicos, que
interactúan permanentemente en un escenario dinámico y complejo.
Los infinitos escenarios posibles, desde un enfoque sistémico, pueden explicarse con
unos pocos casos indicadores. Desde el punto de vista del tamaño y complejidad de los
escenarios donde se manifiestan las RASPA, pueden identificarse tres, asociados a
niveles de competencia del trabajo de la ingeniería hidrológica, de riego y drenaje.
Macroescenario. Cuenca hidrográfca.
Mesoescenario. Distrito de riego. Subcuenca hidrográfica.
Microescenario. Conjunto de unidades de riego y drenaje de un establecimiento de
producción agrícola, agropecuaria o forestal, con sus denominaciones específicas de
acuerdo al tipo y localización del emprendimiento. Finca, chacra, vivero, plantación,
monte, estancia, campo, quinta, semillero, vidrieras, invernáculos, u otra superficie
bajo cubierta, etc.
En los tres escenarios ocurrirán las mismas RASPA, pero las metodologías de estudio y
la tecnología de manejo deben adaptarse a los objetivos propuestos, relacionado con
el tamaño, el impacto ambiental, la representatividad, la variabilidad, la
heterogeneidad, el presupuesto y otros factores políticos, sociales y económicos.
El enfoque dado en este documento es el tratamiento de las RASPA en el escenario
menor, a nivel de las unidades de riego y drenaje en los establecimientos agro
productivos.
Se trata de un sistema complejo, dinámico, donde se cumplen la mayoría de los
fenómenos físicos, químicos y biológicos que involucran a los elementos que lo
componen (agua, suelo, planta y atmósfera), que a su vez, por la complejidad de las
relaciones que se establecen entre las variables que caracterizan dichos fenómenos,
pueden ser considerados subsistemas.
El subsistema agua-suelo.
El suelo está integrado por una mezcla porosa de partículas minerales, orgánicas, aire y
agua con sustancias en disolución. Las partículas minerales y orgánicas forman la
matriz sólida del conjunto, mientras que el aire y la solución salina ocupan,
presentando una dinámica espacial y temporal, la porosidad que conforma el arreglo
de la fracción sólida.
Entre las propiedades del suelo que determinan su capacidad de retención y movilidad
hídrica, las de mayor incidencia son la textura, la estructura y la porosidad, que
establecen un conjunto de fuerzas originadas por procesos fisicoquímicos resultantes
de las interacciones entre las fracciones sólida y líquida.
La mayor o menor actividad fisicoquímica de las partículas inorgánicas de suelo,
caracterizadas por la textura, que puede considerarse una propiedad constante del
suelo, dependerá de su constitución mineralógica y de su superficie específica.
La estructura refiere al armazón tridimensional definido por el arreglo entre las
partículas primarias arena, limo y arcilla, que a su vez forman partículas compuestas
denominadas agregados, separados entre sí por superficies débiles. Entre ambas
partículas quedan formados espacios vacíos denominados poros, siendo de mayor
diámetro los que se establecen entre los agregados que los originados entre partículas
primarias.
El tamaño, la cantidad y la distribución de los poros, están condicionados por la
estructura. Como las fuerzas de unión de las partículas primarias son débiles, los
agregados pueden destruirse con relativa facilidad por múltiples factores degradativos
como las labranzas inadecuadas o excesivas, el impacto de las gotas de lluvia, la
pérdida de materia orgánica, la compactación y la sodicidad. Por lo dicho, se interpreta
que la estructura es una propiedad del suelo muy variable.
La porosidad total está integrada por el volumen de macroporos, que contribuyen en
mayor medida a la aireación y al movimiento del agua del suelo y por el volumen de
microporos, donde ocurre mayoritariamente al almacenamiento de la humedad
edáfica. El número, tamaño y distribución de los poros depende de la textura y del
grado de agregación relacionado con el contenido de materia orgánica, de coloides
inorgánicos y con la compactación.