VP 00041
VP 00041
VP 00041
INTRODUCCIÓN 7
EPÍLOGO 311
BIBLIOGRAFÍA 313
INTRODUCCIÓN
¿Es posible aprender a regular el propio aprendizaje? ¿Se puede atender a la
diversidad de ritmos, de niveles, de dificultades que se ponen de manifiesto en el
aula?
El tema surgió dentro del Plan de Formación Permanente del profesorado de pi niintO dfi
las Escuelas Municipales de! Ayuntamiento de Barcelona, en un Seminario en el "
que participó el profesorado de los Departamentos de Ciencias y Matemáticas paillua
de las seis Escuelas Municipales de enseñanza secundaria. Estos seis centros ini-
ciaban en el curso 89-90 la implantación de la Reforma en la etapa de la Ense-
ñanza Secundaria Obligatoria (antes eran centros de Formación Profesional) y el
principal objetivo del Seminario era promover la formación del profesorado pa-
ra facilitar su adaptación a las nuevas necesidades del Sistema Educativo.
l_3 6XP6tÍ6nC¡9 Después de unas primeras innovaciones muy incipientes llevadas a cabo en el
segundo año del seminario (Escofet, Jorba & Sanmartí, 1990), se planteó la rea-
lización de un trabajo más sistemático orientado a intentar traducir en el aula di-
chas aportaciones. Para ello, dentro de un convenio con el Ministerio de Educa-
ción y Ciencia, se planificó un trabajo, en un marco de investigación en la ac-
ción, con el profesorado de los departamentos de Ciencias-Matemáticas de dos
centros (Juan de la Cierva y Juan Manuel Zafra), con los cuales se ha trabajado
durante tres años.
Cada nuevo problema que se presentaba en el aula y que era detectado como
tal. obligaba a elaborar nuevas propuestas coherentes con el marco teórico del
trabajo que se estaba realizando. Pero, en educación, no se dispone de teorías
globales que orienten el trabajo en la clase (a nos ser que se simplifiquen extra-
ordinariamente los problemas que se van planteando) y, en consecuencia, no
hay un diseño didáctico válido para todos los grupos-clases ni para todos los es-
tudiantes, no hay una forma de organizar la clase que se pueda considerar 'ide-
al', no hay una única explicación sobre cómo el sujeto aprende, etc. Cada teoría
o línea de estudio examina el trabajo escolar desde un determinado punto de vis-
ta, cosa que obliga al profesorado a reinterpretar las diferentes visiones dentro
de un sistema complejo como es la vida en una aula. El trabajo no se puede re-
ducir a la aplicación de una simple suma de teorías distintas, sino que debe inte-
rrelacionarlas y al hacerlo, de hecho, se está creando algo nuevo, distinto a la
suma de las partes.
En las sesiones de trabajo, los profesores planteaban sus necesidades y sus di-
ficultades. En función de ellas, los asesores de la formación, uno del área de ma-
temáticas y otra del área de ciencias de la naturaleza, aportaban nuevos referen-
tes teóricos y prácticos. Las lecturas eran discutidas en el grupo y las propuestas
prácticas eran primero realizadas por ellos mismos, cosa que permitía discutir
cada una de las dificultades que iban apareciendo. De cada reunión surgían cues-
tiones, problemas y propuestas de los que se debía dar cuenta en la siguiente se-
sión de trabajo.
10
Como ya se sabe, el trabajo en grupo en el aula no es fácil. Para el profesor
resulta más cómoda la clase centrada en su figura, ya que el ruido es menor y,
aparentemente, parece que los estudiantes están más centrados en el contenido
del discurso. Además, no todos los grupos se organizan fácilmente. En cada cla-
se hay algunos miembros que no son aceptados, que su integración es conflicti-
va y hay clases que no aceptan como suyos los valores relacionados con la coo-
peración o con el aprendizaje. En la experiencia, se ha podido constatar que ca-
da año y en cada centro siempre hay 1 ó 2 grupos-clase que no llegan a organi-
zarse con un mínimo de eficacia, y que 2 ó 3 grupos más, han requerido una
fuerte intervención del tutor o tutora o del profesorado de ciencias. Pero en el
resto de grupos, la valoración es muy positiva. Cuando se consigue que el grupo
se organice y llegue a funcionar autónomamente, cada uno realiza su tarea de
una forma mucho más eficaz y el nivel de los aprendizajes es muy alto.
este ÜbrO? E-l segundo capitulo resume el marco global de la propuesta de trabajo en el
aula. Se analiza tanto la organización y distribución de los diferentes tipos de ac-
tividades a lo largo de una unidad didáctica como la organización del aula, siem-
pre con el objetivo de conseguir que todos los estudiantes progresen y aprendan
a ser autónomos.
El el tercer capitulo se profundiza en las actividades de diagnosis, analizando
tanto su contenido como su función. Se presentan numerosos ejemplos de los
instrumentos utilizados.
Los restantes capítulos profundizan en los tres componentes principales del
aprendizaje de la autorregulación: la comunicación y representación de los obje-
tivos, la anticipación y planificación de la acción y la apropiación de los criterios
de evaluación y la gestión de los errores. Se analizan sus características y se
muestran ejemplos de cómo se han introducido y trabajado en el aula.
En el anexo 4. se hace una presentación de algunos aspectos de la Teoría de
la Actividad, que es uno de los referentes teóricos más importante de la pro-
puesta de trabajo. No se pretende hacer un análisis en profundidad de esta teo-
ría sino más bien no olvidar aquellos aspectos que permiten dar coherencia a al-
gunas de las propuestas didácticas que se perfilan a lo largo de algunos capítu-
los. En particualr. la atención se centra en el proceso de formación de los con-
ceptos y procedimientos y de las acciones que lo sustentan.
12
Para concluir queremos hacer constar que este texto no hubiera sido posible Agr3dGCÍfTlÍGntOS
sin la inestimable colaboración de un considerable número de profesoras y pro-
fesores que con sus aportaciones, sugerencias y experimentación en el aula nos
han ayudado a ir perfilando y enriqueciendo las propuestas didácticas entorno a
las que se ha centrado nuestro trabajo en los últimos años. En especial desea-
mos manifestar nuestro agradecimiento a las siguientes personas e instituciones:
Julio 1994
13
1. LA REGULACIÓN CONTINUA DE LOS
APRENDIZAJES
El objetivo de cualquier proceso de enseñanza es conseguir que todos los
alumnos y alumnas aprendan de forma significativa. Pero los profesores y las
profesoras hemos comprobado repetidamente que esto no siempre sucede,
puesto que con un mismo proceso de enseñanza los estudiantes no progresan
de la misma manera ni al mismo ritmo.
¿Por qué se produce este hecho? ¿Qué clase o clases de dispositivos didácti-
cos facilitan que cada alumno o alumna pueda aprender significativamente?
¿Cuáles deberían ser sus principales componentes? ¿Cómo se pueden incorpo-
rar a la práctica docente?
Ningún ajuste global responde a las necesidades de cada uno de los miem-
bros del grupo-clase. La única respuesta apropiada es, como señala Perrenoud
(1991), diferenciar la enseñanza. Pero, ¿qué características debe tener un mode-
lo escolar que pretenda atender las peculiaridades del proceso de aprendizaje de
cada estudiante?
15
- la organización institucional y escolar;
16
Esta identificación, que es muy frecuente en el ámbito escolar, es consecuencia
de una visión restringida de la función que tiene la evaluación en el proceso de
enseñanza/aprendizaje.
¿Es que no se puede conseguir, como dice López (1991). una evaluación que
sea útil al profesorado en su actuación docente, gratifique al alumnado en su
aprendizaje y oriente a ambos en el proceso?
La evaluación de los aprendizajes presenta básicamente dos funciones: "\AA ¿Por Qué
, ,t .,, . ., , .,. .. , .., , . . evaluar?¿Para
- una de carácter social de selección y clasificación, pero también de orienta- •' n . n
C
ción y promoción del alumnado; 1uien • ¿Para fiacer
qué?
- otra de carácter pedagógico, de regulación del proceso de
enseñanza/aprendizaje, es decir, de reconocimiento de los cambios que se
deben ir introduciendo en este proceso para que cada estudiante aprenda
de forma significativa.
La primera de estas funciones pretende, básicamente:
Por lo tanto esta función es de carácter social, ya que constata y/o certifica la
adquisición de unos conocimientos al final de una unidad de trabajo. Necesaria-
mente se inserta al término de un período de formación o de un curso de! que
se quiere hacer el balance. Las decisiones que se toman se limitan a la comuni-
cación de los progresos realizados al mismo alumno y/o a sus padres, o a la cer-
tificación de las competencias del estudiante para sus futuras actividades escola-
res o profesionales.
" ~ ' 17
Así, pues, en este marco a las cuestiones formuladas en este apartado con-
testaríamos:
- ¿Para hacer qué? Para adecuar los procedimientos del profesorado a las ne-
cesidades de aprendizaje del alumnado.
1.1.2 ¿Qué evaluar? La reflexión sobre estas preguntas nos permite reconocer que la evaluación
¿Cuándo evaluar? no se puede situar solamente al final del proceso de enseñanza/aprendizaje.
Existen varias modalidades de evaluación caracterizadas por el momento en que
¿Cómo evaluar? se realizan y por el objetivo que persiguen. Esta tipología distinta se ve reflejada
en el cuadro de la figura 1.1.
INICIAL FORMATIVA
colectiva: pronóstico interactiva
diferenciada: diagnóstico retroactiva
pro activa
figura 1,1
18
mente a identificar cuáles son las dificultades del aprendizaje, más que a conside-
rar cuales son los resultados alcanzados.
La información que se busca se refiere a las representaciones mentales del
alumno y a las estrategias que utiliza para llegar a un determinado resultado.
Según Allal (1988) se pueden distinguir tres formas de regulación formativa:
interactiva, retroactiva y proactiva.
La regulación interactiva se distingue de las otras dos por el hecho de que
la regulación está integrada a la situación de aprendizaje. La adaptación de las
actividades de aprendizaje a las necesidades del alumno es una consecuencia in-
mediata de sus interacciones con el enseñante, con los demás alumnos y con los
contenidos (a través del material didáctico).
19
constante intervención en el proceso de recogida y análisis de información y de
regulación cosa que, muy a menudo, dificulta la implementación en el dispositi-
vo pedagógico de las modalidades mas instrumentadas cuando se tienen clases
muy numerosas y muchos grupos-clase. '
1.2 LA Cada persona tiene un sistema personal de aprender que ha ido construyen-
do progresivamente, en general, de manera autónoma Una estrategia didáctica
AUTORREGULA- básica en !a regulación continua de los aprendizajes es ayudar a los alumnos a
CIÓN DE LOS ser lo más autónomos posible y a que vayan elaborando un modelo personal de
acción.
APRENDIZAJES
Pero, ¿se puede ayudar a los estudiantes a construir un modelo personal de
aprender? En otras palabras, ¿se puede ayudar a aprender a aprender?.
-etc.
Ahora bien, debido al carácter amplio del término metacognición. dicho térmi-
no no tiene el mismo significado para los distintos autores que trabajan en este
campo, y a veces para un mismo autor el término comprende cosas que son cla-
ramente distintas y pertenecen a fenómenos de orden diferente (ver anexo III).
- planificar su actividad;
21
- autoevaluar cuando su aprendizaje es suficiente y cuando necesita un traba-
jo suplementario:
- etc.
Sin embargo, no hay obligatoriamente ninguna simetría entre estas tres di-
mensiones, ya que un individuo puede tener objetivos muy claros y bien defini-
dos que se basan en un nivel alto de toma de conciencia, pero no emprender o
emprender pocas acciones para alcanzar estos objetivos.