Boletin 4-AIG
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Directiva
Mons. Rafael María Febres-Cordero
Presidente
P. Dr. Carlos Luis Suárez Codorníu
Vicepresidente
Dra. María García de Fleury
Secretaria
Año III
Enero-Abril 2013
Número 4
MIEMBROS DE NÚMERO DE LA ACADEMIA
En orden según fueron electos
Venezuela
Doctora Egleé María Isava Enmmanuelli
Rvdo. Padre Jesús-María de Sasía, Benedictino
Rvdo. Presbítero Ramón Vinke Dovale
Rvdo. Padre Plácido Álvarez, Prior Trapense
Rvda. Hna. Marelis Parada, S. G. Agustinas Venezolanas
Costa Rica
Don José Gregorio Rodríguez Vásquez
España
Rvdo. Padre Hernán J. Pereda Bullrich
Estados Unidos
Excmo. Mons. Felipe J. Estévez
India
Excmo. Arzobispo Kuriakose Bharanikulangara
R. Hna. Nirmala Joshi, S. G. Hnas. Madre Teresa de Calcuta.
Italia
Rvdo. Hermano Rodolfo Meoli, de La Salle
SUCESIÓN DE ACADÉMICOS
¿Quién era
PIER GIORGIO
FRASSATI?
Trabajo de incorporación a la Academia del
Hermano José Carlos García Martínez quien ocupa el
Sillón Pier Giorgio Frassati
E
s para mi un honor y una gran responsabilidad el ocupar
en esta honorable academia el «Sillón Beato Pier Giorgio
Frassati», por lo que significa para la Iglesia y para la
juventud la heroica y ejemplar vida cristiana plasmada en
lo que fue su lema: «Vivir sin fe, sin un patrimonio que defender,
sin mantener una lucha por la Verdad, no es vivir».
Pero los pobres y sus sufrimientos eran sus dueños, y fue para
ellos un verdadero servidor. Esa fue su opción preferencial,
privilegiada, entregándose a ellos por entero.
Se dedicó también a los deportes: uno de sus favoritos era
escalar montañas, ocasión que aprovechaba para ejercer el
apostolado. Solía ir al teatro, a la ópera, a los museos. Amaba el
arte y la música.
Fue un acérrimo antifascista y nunca escondió sus ideas
políticas, sufriendo, a veces, la violencia de ia policía.-
Es una vida apasionante: compromiso social, compromiso
político, compromiso militante en numerosas organizaciones
católicas, y sobre todo, compromiso con los más necesitados. Su
familia le tildó de «loco». Sí, loco estaba de amor a los pobres por
Cristo. Entre ellos la Providencia tenía prevista la llegada de su
hora definitiva. A finales de julio de 1925, después de una de sus
visitas a los enfermos, contrajo una poliomielitis fulminante. Con
la humildad y el desapego con el cual había vivido se enfrenta ahora,
6 ACADEMIA INTERNACIONAL DE HAGIOGRAFÍA / BOLETÍN 4
H
onor, memoria y gloria eterna a quien fue mi antecesor
en el Sillón «Beato Pier Giorgio Frassatti», el Rvdo.
Padre JOSÉ MARÍA FÉLIX SAURÍ, a quien ustedes
recuerdan con cariño. Llegó a Venezuela procedente de
Valencia (España) en 1964, permaneciendo entre nosotros 48 años
entregado al servicio de Dios y de la Iglesia en la Prelatura del
Opus Dei.
Doctor en Derecho Civil y en Derecho Canónico. Profesor de
filosofía y teología. Asesor de formación religiosa en varios colegios.
Todo su saber lo puso a disposición de sus alumnos, de muchos
sacerdotes y de numerosas personas que acudían a él en busca de
sabios consejos que les animaban a progresar en su vida cristiana.
Ejerció su apostolado también a través de la prensa y la radio. «Pero
por encima de todo esto, el Padre José María Saurí, dice su
Superior, fue un sacerdote, un hombre que amó a Jesucristo y a
la Iglesia con todas sus fuerzas, un hombre con humildad
suficiente para reconocer sus errores y rectificar, un hombre con
los brazos abiertos a todo aquel que necesitara de su ayuda, su
consejo y su orientación espiritual».
Su vida se deslizó entre los jóvenes y entre los sacerdotes,
especialmente en la diócesis de la Guaira. Fue su lema servir a los
demás con humildad y sencillez, conquistando así la aceptación y
la confianza de los que a él acudían.
El Profesor Jesús Hernández Mayoral dice del Padre Saurí:
«me pareció un hombre sencillo, comedido y muy respetuoso. No
daba la impresión de saber lo que sabía hasta que abría la boca.
No lo vi disertando de sus conocimientos, pero sí sé de su noble
dedicación a los jóvenes, a los sacerdotes y a las almas de muchos
cristianos». «Encontró en el Hijo de Dios un fundamento de su
fe, una razón de esperanza, y un motivo de amor».
Al igual que el Santo Hermano Benildo: «Hizo las cosas
ordinarias de forma extraordinaria», y esto le llevó a la santidad.
Con el ejemplo de estos dos modelos ingreso hoy a formar
parte de esta ACADEMIA INTERNACIONAL DE
HAGIOGRAFIA, con el compromiso de entregarme de lleno a
esa hermosa misión apostólica.
8 ACADEMIA INTERNACIONAL DE HAGIOGRAFÍA / BOLETÍN 4
De una
Educación liberadora
a una Educación
evangelizadora
E
n el año de 1968 se reúne en Medellín, Colombia, la
Segunda Conferencia General del Episcopado
Latinoamericano. Entre los temas a tratar sobre la
«Promoción Humana», no podía faltar el tema de la
«Educación, que declara: «factor básico y decisivo en el desarrollo
del continente».
«El panorama general de la Educación en A.L., afirma, se
vislumbra con características de drama y de reto. De drama por el
vasto sector de hombres marginados de la cultura y de la sociedad.
Su ignorancia es una servidumbre inhumana. Y de reto porque su
liberación es una responsabilidad de todos para que puedan salir de
sus prejuicios, complejos, inhibiciones, fanatismos, desconfianzas,
pasividad y pobrezas. Se les debe capacitar para que ellos mismos,
como autores de su propio progreso, desarrollen un mundo cultural
fruto de sus propios esfuerzos». (MD. IV, 2, 3)
Medellín nos detalla el panorama educativo: «La educación
formal, o sistemática, cualitativamente está lejos de ser lo que exige
nuestro desarrollo, mirando al futuro. El contenido programático
es, en general, demasiado abstracto y formalista. Los métodos
didácticos, siguen estando más preocupados por la transmisión de
conocimientos que por la creación de un espíritu crítico. Desde el
punto de vista social, los sistemas educativos están orientados al
mantenimiento de las estructuras sociales y económicas imperantes,
más que a su transformación. No tienen en cuenta la riqueza de su
pluralismo humano. Es pasiva. Está orientada al sostenimiento de
una economía basada en el ansia de «tener más», cuando la juventud
está exigiendo «ser más», lograr su autorrealización por el servicio
y el amor». (MD.IV 4)
Por su parte, «la formación profesional, sacrifica la
profundidad humana en aras del pragmatismo y del inmediatismo,
para ajustarse a las exigencias de los mercados del trabajo, poniendo
al hombre al servicio de la economía, y no ésta al servicio del
hombre». (MD. IV, 4)
9
SIGLAS
MD CELAM, MEDELLIN
PP POPULORUM PROGRESIO (PABLO VI9)
GS GAUDIUM ETSPES (VATICANO II9)
GE GRAVISSUMUN EDUCATIONIS (VATICANO lle)
EN EVANGELLI NUNTIANDI (PABLO VI9)
EC LA ESCUELA CATOLICA
SD CELAM, STO. DOMINGO
AP CELAM, APARECIDA
PU CELAM, PUEBLA
IE LA IGLESIA Y EDUCACION
LEC EL LAICADO EN LA ESCUELA CATOLICA
RFSC REGLAS HNOS. EE. CC. LA SALLE
VDV VISION DTO. VENEZUELA LA SALLE
CPV CONCILIO PLENARIO DE VENEZUELA
20 ACADEMIA INTERNACIONAL DE HAGIOGRAFÍA / BOLETÍN 4
MÚSICA CLÁSICA
PARA LA
CATEDRAL DE CARACAS
JOSÉ ÁNGEL LAMAS
Discurso de incorporación del Pbro. Ramón Vinke
como Miembro Correspondiente
de la Academia Internacional de Hagiografía
(14 de noviembre de 2012)
E
l crítico Israel Peña —insigne conocedor de la historia de
la música en Venezuela— escribió en una oportunidad
sobre José Ángel Lamas: «Fuera de unas pocas noticias
acerca de su actividad musical y de los actos esenciales
de su vida, no se sabe nada de él. Es para la historia algo así como
un artista sin rostro»1. De José Ángel Lamas no existe un solo
retrato... Tampoco nadie plasmó nunca por escrito alguna
descripción de su aspecto, sus rasgos, su estatura, el color de sus
ojos... Sólo se conocen algunos datos básicos de su vida,
entresacados de entre los libros de las Parroquias caraqueñas: «José
Ángel Lamas nació en Caracas el 2 de agosto de 1775. Era hijo
legítimo de José María Lamas y de María Juliana Peralta, como
consta en la partida de bautismo, que se conserva en el archivo de
la (...) Parroquia de Altagracia, de la cual eran vecinos sus padres.
Lamas fue bautizado a los tres días de nacido y aparece en esa
partida con los nombres de Joseph de los Ángeles del Carmen,
mencionándose además de los nombres de sus padres —‘personas
blancas de esta feligresía’—, como madrina, el de Paula Petrona
Peralta, seguramente su tía por el lado materno»2. De sus hermanos,
cuatro han sido identificados con los nombres de José María, María
Petronila, José de la Encarnación y María del Carmen3. De su
matrimonio con Josefa María Sumosa, han sido hallados en los
libros los nombres de tres hijos: José Lorenzo —fallecido
prematuramente—, María Josefa del Carmen, nacida el 13 de mayo
de 1809, y Josefa Gabriela, nacida el 18 de marzo de 18124. Falleció
José Ángel Lamas en Caracas, el 10 de diciembre de 18145, a la
temprana edad de treinta y nueve años... Para esa fecha, estaba
21
Catedral de Caracas
a principio del siglo XX
Dios. Para Ella, para las fiestas del culto en que se la celebra, él
compone con fluida espontaneidad, con íntima alegría, sin el menor
cansancio, numerosas Salves y Tonos. Sin grandes recursos
instrumentales, en partituras relativamente sencillas, Lamas expresa
mejor que muchos compositores de gran aparato su devoción a
Dios y a María»32.
Para muchas personas, la reclusión de Lamas en el ámbito de
la Iglesia —en el ámbito de lo eclesiástico, de lo sagrado— es motivo
de desilusión... Como comenta José Antonio Calcaño: «Tal vez
muchas personas hubieran preferido, que José Ángel Lamas hubiera
sido un héroe batallador, (...) Pero, no fue así. Lamas fue músico;
soñó siempre con la música, y tal vez por eso, por no haber disipado
su fuego interno en otras vías de escape, fue el más grande de sus
compañeros y la más grande gloria de Venezuela en el mundo
musical de entonces. De no haber sido así, acaso hubiera sido un
revolucionario mediocre o un músico menor. Él, como los grandes
místicos de que nos habla la historia, logró resistir el arrastre de
muchos señuelos mundanos. La Patria también necesita hombres
de esa clase»33.
Aunque musicalmente su Miserere y su Misa en Re son más
elaborados, su obra más conocida, la que ha perdurado hasta la
actualidad, es el «Popule Meus», compuesto en el año 180134, para
orquesta de cuerdas, dos oboes y dos cornos franceses, coro a cuatro
voces y soprano solista. La Nota preliminar a la edición a esta obra,
patrocinada conjuntamente por la Dirección de Cultura del
Ministerio de Educación Nacional de Venezuela y del Instituto
Interamericano de Musicología con sede en Montevideo en el año
1943, constata, que esta composición «ha sido tradicionalmente
considerada por los venezolanos como la más respetable y admirada
entre las numerosas piezas musicales que se conservan de la época
colonial. Es la única obra religiosa de aquellos tiempos, que no ha
dejado de ejecutarse, año tras año, durante la Semana Mayor»35.
En el año 2012, a casi setenta años de distancia de esta edición, que
realmente fue la primera —hasta entonces el «Popule Meus» había
circulado solo en copias manuscritas—, puede afirmarse lo mismo.
Se trata, indudablemente, de uno de los íconos de nuestro
«catolicismo criollo», para usar la expresión acuñada por el Cardenal
Jorge Urosa36.
El texto del «Popule Meus» corresponde a los improperios,
que se cantaban en latín durante la adoración de la Santa Cruz, en
la Liturgia del Viernes Santo: «Popule meus, quid feci tibi? Responde
mihi. Aut in quo contristavi te? Responde mihi. Quia eduxite de
27
NOTAS
1
Israel Peña, José Ángel Lamas. 1775-1814, Colección «Aniversarios
Culturales», Caracas 1963, pp. 33-34.
2
Ibid., p. 23.
3
Ibid.
4
Cf. ibid., pp. 46-54.
5
Cf. ibid., p. 46.
6
Cit. en: Israel Peña, Op. cit., pp. 80-81.
7
Cf. Ramón de la Plaza, El arte en Venezuela, en: Primer Libro Venezolano
de Literatura, Ciencias y Bellas Artes. Ofrenda al Gran Mariscal de Ayacucho,
Caracas (2) 1974, pp. 253-293, pp. cit. 273-274.
8
Cf. Rafael María Baralt / Ramón Díaz, Resumen de la Historia de Venezuela
desde el año de 1797 hasta el de 1830, en: Rafael María Baralt, Obras
Completas, Vol. I: Historia, pp. 555-867, Edición de la Universidad del Zulia,
Maracaibo 1960 – Vol. II: Historia, pp. 9-687, Edición de la Universidad del
Zulia, Maracaibo 1960.
9
José Antonio Díaz, El Agricultor Venezolano o Lecciones de Agricultura
Práctica Nacional, Caracas 1861, Vol. I, p. 186.
10
Cf. José Antonio Calcaño, Op. cit., p. 81.
11
Cf. ibid., p. 84.
12
José Antonio Díaz, Op. cit., p. cit.
13
Cf. José Antonio Calcaño, p. 87.
28 ACADEMIA INTERNACIONAL DE HAGIOGRAFÍA / BOLETÍN 4
14
Cf. Walter Guido, Prólogo, en: Walter Guido (editor), José Ángel Lamas y
su época, Documentos de la Biblioteca Ayacucho, Caracas 1981, pp. 5-9,
p. cit. 7.
15
Ibid.
16
Arístides Rojas, La primera taza de café en el valle de Caracas, en: Arístides
Rojas, Crónicas de Caracas. Antología [Ediciones Nuevo Mundo], Lima /
Bogotá / Caracas / México / La Habana (2) 1965, pp. 45-61, p. cit. 51.
17
Ibid., p. 52.
18
Helga Lindorf, Notices on the austrian expedition in a venezuelan document
dated 1787 and comments on botanical names linked to the collectors, en:
Acta Botanica Venezuelica 27 (Caracas 2004), Nº1 (enero de 2004), pp. 57-
64.
19
[Archivo General de la Nación, Sección «Gobernación y Capitanía General»,
Tm.XXXV] Ibid.
20
Cf. Henri Pittier, Manual de las plantas usuales de Venezuela [Litografía
del Comercio], Caracas 1926, p. 3.
21
Cf. Walter Guido, loc. cit.
22
Arístides Rojas, loc. cit., p. 51.
23
Israel Peña aduce el documento de nombramiento expedido para Lamas por
el Obispo de Caracas de «Bajonista de la Capilla de Música de esta nuestra
Cathedral» (Cit. en: Israel Peña, Op. cit., p. 30), aunque lamentablemente
no indica la ubicación de tan importante documento.
24
Cf. Actas del Cabildo Eclesiástico de Caracas. Compendio Cronológico,
Estudio Preliminar de Manuel Pérez Vila, Tomo II (1771-1808), Biblioteca
de la Academia Nacional de la Historia, Colección «Fuentes para la Historia
Colonial de Venezuela», Nº 65, Caracas 1963, p. 163.
25
Cf. ibid., p. 177.
26
Cf. ibid., p. 180.
27
Cf. ibid., p. 349.
28
Cf. ibid., p. 354.
29
José Antonio Calcaño, Op. cit., pp. 141-142.
30
Walter Guido, Descripción y características de los manuscritos y de las
ediciones, en: Walter Guido (editor), Op. cit., pp. 12-15, p. cit. 12.
31
Cf. ibid.
32
Israel Peña, Op. cit., p. 56.
33
José Antonio Calcaño, Op. cit., pp. 150-151.
34
Cf. ibid., p. 141.
35
Dirección de Cultura - Ministerio de Educación Nacional / Instituto
Interamericano de Musicología (editores), José Ángel Lamas –Popule meus–
Partitura para voces y orquesta, Archivo de Música Colonial Venezolana,
Cuaderno Nº 7, Caracas / Montevideo 1943.
36
Cf. Cardenal Jorge Urosa, Presentación, en: Pbro. Ramón Vinke, Madre de
Coromoto, Virgen Venezolana, La Iglesia en la Venezuela Republicana, Vol.
VIII/1, Caracas (3) 2009, pp. 7-8.
37
Dirección de Cultura - Ministerio de Educación Nacional / Instituto
Interamericano de Musicología (editores), Op. cit.
38
Coeditores Litúrgicos (editores), Misal Romano, Reformado por mandato
del Concilio Vaticano II y promulgado por Su Santidad Pablo VI. Edición
típica aprobada por la Conferencia Episcopal Española. Adoptada
posteriormente por las Conferencias Episcopales de Cuba, Perú y Puerto
Rico, y confirmada por la Congregación para el Culto Divino, Barcelona
[España] (9) 1988, p. 287.
29
Santa
Laura Montoya
Una nueva Santa Latinoamericana
nacida en Colombia y con una obra
misionera en el mundo.
Monseñor Febres-Cordero
Académico de Número