Boletin 4-AIG

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BOLETÍN

ACADEMIA INTERNACIONAL DE HAGIOGRAFÍA

Directiva
Mons. Rafael María Febres-Cordero
Presidente
P. Dr. Carlos Luis Suárez Codorníu
Vicepresidente
Dra. María García de Fleury
Secretaria

Año III
Enero-Abril 2013
Número 4
MIEMBROS DE NÚMERO DE LA ACADEMIA
En orden según fueron electos

P. Jean-Pierre Wyssenbach, S.J


Sillón Beato Charles de Foucauld
Mons. Rafael María Febres-Cordero B.
Sillón San Miguel Febres Cordero
Pbro. Manuel Díaz Álvarez
Sillón Beato Marcel Callo
Excmo. Mons. Baltazar Porras Cardozo
Sillón Santa María Faustina Kowalska
Ing. Orlando Valdemar Pérez Pérez
Sillón Santa María Goretti
Dra. María Elena Febres-Cordero Briceño
Sillón Beata Teresa de Calcuta
Magister Jesús Hernáez Mayoral
Sillón Santa Edith Stein
CA Frater Santiago Usón Ramírez
Sillón Beato Hermano Salomón
Padre Raúl Biord Castillo
Sillón Santo Domingo Savio
Mons. Luis Maldonado Nadal
Sillón Santa Maravillas de Jesús
P. Carlos Luis Súarez Codorníu
Sillón Beata María de San José
Madre Arcángela Mora Moncada
Sillón Beata Candelaria de San José
Doña Daniela Bertolini de Corona
Sillón Beato Carlos D’Austria
Don Rodolfo Rodríguez Miranda
Sillón Beato Juan Pablo II
Doctora María García de Fleury
Sillón Venerable José Gregorio Hernández
Rvdo. Hno. José Carlos García Martínez
Sillón Beato Pier Giorgio Frassati
MIEMBROS CORRESPONDIENTES DE LA ACADEMIA

Venezuela
Doctora Egleé María Isava Enmmanuelli
Rvdo. Padre Jesús-María de Sasía, Benedictino
Rvdo. Presbítero Ramón Vinke Dovale
Rvdo. Padre Plácido Álvarez, Prior Trapense
Rvda. Hna. Marelis Parada, S. G. Agustinas Venezolanas

Costa Rica
Don José Gregorio Rodríguez Vásquez

Dubai, Emiratos Arabes


Don Jairo Posada

España
Rvdo. Padre Hernán J. Pereda Bullrich

Estados Unidos
Excmo. Mons. Felipe J. Estévez

India
Excmo. Arzobispo Kuriakose Bharanikulangara
R. Hna. Nirmala Joshi, S. G. Hnas. Madre Teresa de Calcuta.

Italia
Rvdo. Hermano Rodolfo Meoli, de La Salle

SUCESIÓN DE ACADÉMICOS

Sillón Beato Pier Giorgio Frassatti


Pbro. José María Félix Saurí
4 ACADEMIA INTERNACIONAL DE HAGIOGRAFÍA / BOLETÍN 4

¿Quién era
PIER GIORGIO
FRASSATI?
Trabajo de incorporación a la Academia del
Hermano José Carlos García Martínez quien ocupa el
Sillón Pier Giorgio Frassati

E
s para mi un honor y una gran responsabilidad el ocupar
en esta honorable academia el «Sillón Beato Pier Giorgio
Frassati», por lo que significa para la Iglesia y para la
juventud la heroica y ejemplar vida cristiana plasmada en
lo que fue su lema: «Vivir sin fe, sin un patrimonio que defender,
sin mantener una lucha por la Verdad, no es vivir».

He quedado sorprendido por la vida tan humana y tan


cristianamente vivida de Pier Giorgio. Nació en Turín el 06 de abril
de 1901. Su madre una pintora. Su padre, Alfredo, un agnóstico,
fundador y director del diario liberal «La Stampa», embajador de
Italia en Alemania, senador, hombre influyente entre los políticos
italianos.
En su adolescencia desarrolló una profunda vida de Fe que
compartía con sus amigos, y que alimentó perteneciendo a distintas
asociaciones. Joven de intensa vida de oración y eucarística, de
compromiso por los pobres dedicando su tiempo libre al servicio
5

de los enfermos, de los necesitados, de los huérfanos, de los soldados


de la primera guerra mundial. Decidió estudiar Ingeniería de Minas
para poder servir mejor a Cristo entre los mineros. De intensa vida
social y política dentro de la Federación de Estudiantes Católicos,
de la Acción Católica, y de la Organización Católica de Trabajadores.

Pier Giorgio Frassati, el "hombre


de las ocho bienaventuranzas"

Pero los pobres y sus sufrimientos eran sus dueños, y fue para
ellos un verdadero servidor. Esa fue su opción preferencial,
privilegiada, entregándose a ellos por entero.
Se dedicó también a los deportes: uno de sus favoritos era
escalar montañas, ocasión que aprovechaba para ejercer el
apostolado. Solía ir al teatro, a la ópera, a los museos. Amaba el
arte y la música.
Fue un acérrimo antifascista y nunca escondió sus ideas
políticas, sufriendo, a veces, la violencia de ia policía.-
Es una vida apasionante: compromiso social, compromiso
político, compromiso militante en numerosas organizaciones
católicas, y sobre todo, compromiso con los más necesitados. Su
familia le tildó de «loco». Sí, loco estaba de amor a los pobres por
Cristo. Entre ellos la Providencia tenía prevista la llegada de su
hora definitiva. A finales de julio de 1925, después de una de sus
visitas a los enfermos, contrajo una poliomielitis fulminante. Con
la humildad y el desapego con el cual había vivido se enfrenta ahora,
6 ACADEMIA INTERNACIONAL DE HAGIOGRAFÍA / BOLETÍN 4

en plena juventud, a la muerte, al encuentro con aquel que tanto


había amado, por el cual había luchado en la universidad, y en la
calle, entre los pobres y los enfermos, entre los jóvenes indiferentes
e increyentes.

Tras unos días de terribles sufrimientos entregó su alma a Dios,


el 4 de julio de 1925, a los 24 años de edad. Su última preocupación
fueron los pobres. La vida de Pier Giorgio fue, realmente vida,
porque amó su fe, y porque su fe le llevó a amar y a servir a Tesús
en sus hermanos.
Juan Pablo II lo declaró Beato el 20 de mayo de 1990. El
Papa Benedicto XVI afirmó de él: Fue un muchacho fascinado
por la belleza del Evangelio de las Bienaventuranzas, que
experimentó toda la alegría de ser amigo de disto, de seguirle, y
de sentirse de manera viva parte de la Iglesia».
7

H
onor, memoria y gloria eterna a quien fue mi antecesor
en el Sillón «Beato Pier Giorgio Frassatti», el Rvdo.
Padre JOSÉ MARÍA FÉLIX SAURÍ, a quien ustedes
recuerdan con cariño. Llegó a Venezuela procedente de
Valencia (España) en 1964, permaneciendo entre nosotros 48 años
entregado al servicio de Dios y de la Iglesia en la Prelatura del
Opus Dei.
Doctor en Derecho Civil y en Derecho Canónico. Profesor de
filosofía y teología. Asesor de formación religiosa en varios colegios.
Todo su saber lo puso a disposición de sus alumnos, de muchos
sacerdotes y de numerosas personas que acudían a él en busca de
sabios consejos que les animaban a progresar en su vida cristiana.
Ejerció su apostolado también a través de la prensa y la radio. «Pero
por encima de todo esto, el Padre José María Saurí, dice su
Superior, fue un sacerdote, un hombre que amó a Jesucristo y a
la Iglesia con todas sus fuerzas, un hombre con humildad
suficiente para reconocer sus errores y rectificar, un hombre con
los brazos abiertos a todo aquel que necesitara de su ayuda, su
consejo y su orientación espiritual».
Su vida se deslizó entre los jóvenes y entre los sacerdotes,
especialmente en la diócesis de la Guaira. Fue su lema servir a los
demás con humildad y sencillez, conquistando así la aceptación y
la confianza de los que a él acudían.
El Profesor Jesús Hernández Mayoral dice del Padre Saurí:
«me pareció un hombre sencillo, comedido y muy respetuoso. No
daba la impresión de saber lo que sabía hasta que abría la boca.
No lo vi disertando de sus conocimientos, pero sí sé de su noble
dedicación a los jóvenes, a los sacerdotes y a las almas de muchos
cristianos». «Encontró en el Hijo de Dios un fundamento de su
fe, una razón de esperanza, y un motivo de amor».
Al igual que el Santo Hermano Benildo: «Hizo las cosas
ordinarias de forma extraordinaria», y esto le llevó a la santidad.
Con el ejemplo de estos dos modelos ingreso hoy a formar
parte de esta ACADEMIA INTERNACIONAL DE
HAGIOGRAFIA, con el compromiso de entregarme de lleno a
esa hermosa misión apostólica.
8 ACADEMIA INTERNACIONAL DE HAGIOGRAFÍA / BOLETÍN 4

De una
Educación liberadora
a una Educación
evangelizadora

E
n el año de 1968 se reúne en Medellín, Colombia, la
Segunda Conferencia General del Episcopado
Latinoamericano. Entre los temas a tratar sobre la
«Promoción Humana», no podía faltar el tema de la
«Educación, que declara: «factor básico y decisivo en el desarrollo
del continente».
«El panorama general de la Educación en A.L., afirma, se
vislumbra con características de drama y de reto. De drama por el
vasto sector de hombres marginados de la cultura y de la sociedad.
Su ignorancia es una servidumbre inhumana. Y de reto porque su
liberación es una responsabilidad de todos para que puedan salir de
sus prejuicios, complejos, inhibiciones, fanatismos, desconfianzas,
pasividad y pobrezas. Se les debe capacitar para que ellos mismos,
como autores de su propio progreso, desarrollen un mundo cultural
fruto de sus propios esfuerzos». (MD. IV, 2, 3)
Medellín nos detalla el panorama educativo: «La educación
formal, o sistemática, cualitativamente está lejos de ser lo que exige
nuestro desarrollo, mirando al futuro. El contenido programático
es, en general, demasiado abstracto y formalista. Los métodos
didácticos, siguen estando más preocupados por la transmisión de
conocimientos que por la creación de un espíritu crítico. Desde el
punto de vista social, los sistemas educativos están orientados al
mantenimiento de las estructuras sociales y económicas imperantes,
más que a su transformación. No tienen en cuenta la riqueza de su
pluralismo humano. Es pasiva. Está orientada al sostenimiento de
una economía basada en el ansia de «tener más», cuando la juventud
está exigiendo «ser más», lograr su autorrealización por el servicio
y el amor». (MD.IV 4)
Por su parte, «la formación profesional, sacrifica la
profundidad humana en aras del pragmatismo y del inmediatismo,
para ajustarse a las exigencias de los mercados del trabajo, poniendo
al hombre al servicio de la economía, y no ésta al servicio del
hombre». (MD. IV, 4)
9

Surge una preocupación por la educación asistemática: medios


de comunicación social, movimientos juveniles, y cuanto contribuye
a la creación de una cierta cultura popular y al aumento de deseo de
cambio. (MD. IV, 5)
La democratización de la educación, sobre todo a nivel
universitario, está aún lejos de conseguirse: estudios tradicionales,
ausencia de carreras de duración intermedia, no hay suficiente
investigación, ni diálogo interdisciplinario indispensable para el
progreso de la cultura y el desarrollo integral de la sociedad. (MD.IV,
6)
Y en cuanto a la universidad católica: insuficiencia de diálogo
entre la teología y las diversas ramas del saber, que respete la debida
autonomía de las ciencias y aporte la luz del Evangelio para la
convergencia de los valores humanos en Cristo». (MD. IV, 7)
Ante este panorama, Medellín afirma, que la educación
latinoamericana está llamada a dar una respuesta al reto del presente
y del futuro para nuestro continente. Y que sólo así será capaz de
liberar a nuestros hombres de las servidumbres culturales, sociales,
económicas, y políticas, sin olvidar la dimensión sobrenatural la
cual condiciona la plenitud de la vida cristiana. (MD. IV, 7)
Como solución, Medellín propone, una educación más
conforme con el desarrollo integral de la persona. Una «Educación
Liberadora» que convierta al educando en sujeto de su propio
desarrollo; que libere a los pueblos de toda servidumbre y que los
ayude a ascender < de condiciones de vida menos humanas a
condiciones más humanas > teniendo en cuenta que el hombre es el
responsable y el artífice principal de su éxito o de su fracaso» (PP,
15; MD. IV, 8)
«Para ello, la educación en todos sus niveles debe llegar a ser
creadora, anticipando el nuevo tipo de sociedad, profundizando la
conciencia de la dignidad humana, favoreciendo su libre
autodeterminación y promoviendo su sentido comunitario. Estar
abierta al diálogo para enriquecerse con los valores que la juventud
intuye y descubre como verdaderos para el futuro. Afirmar las
peculiaridades locales y nacionales integradas en el continente y
en el mundo. Capacitar a las nuevas generaciones para el cambio
permanente y orgánico que implica el desarrollo.»
«Esta es la educación liberadora que A.L necesita para
redimirse de las servidumbres injustas y de nuestros propios
egoísmos, y que reclama nuestro desarrollo integral» (MD. 8)
10 ACADEMIA INTERNACIONAL DE HAGIOGRAFÍA / BOLETÍN 4

Veamos cómo se inserta esta educción en la misión de la


Iglesia. Partiendo de que toda liberación es ya un anticipo de la
plena redención de Cristo, la Iglesia de A.L. se solidariza con todo
esfuerzo educativo tendiente a liberar a nuestros pueblos. Cristo
Pascual es la meta que el designio de Dios establece al desarrollo
del hombre, para que alcancemos la estatura del hombre perfecto.
(MD. 9). Por esto «todo crecimiento en humanidad nos acerca a
reproducir la imagen del Hijo para que El sea el primogénito entre
muchos hermanos». «La Iglesia debe promover e impartir la
educación cristiana a la que todos los bautizados tienen derecho,
para alcanzar la madurez de su fe. Como servidora debe colaborar
en las tareas de promoción cultural humana. Y en el ejercicio de
este derecho y servicio la obra educadora de la Iglesia no debe ser
obstaculizada con discriminaciones de ningún género» (MD.IV 9)
En las orientaciones pastorales, Medellín nos dice: la
educación es la mejor garantía de desarrollo personal y del progreso
social. Los padres de familia son los primeros y principales
educadores y debemos ayudarles a tomar conciencia de sus deberes
y derechos. Los jóvenes educandos deben ser oídos y tomados en
cuenta en relación a su problemática y a su formación. Y la Iglesia
debe valorar la misión decisiva de los educadores en la
transformación de la sociedad, su preparación y promoción,
insistiendo en las dotes humanas de personalidad y actitud de
servicio». (MD. IV, 10-14)
En enero de 1979, se reúne en Puebla, México, la Illa.
Conferencia General del Episcopado Latinoamericano, siendo su
tema principal: «La evangelización en el presente y en el futuro
de América Latina». En el discurso de apertura, el Bto. Juan Pablo
II2 advierte que «esta Illa. Conferencia, deberá tomar como punto
de partida las conclusiones de Medellín, con todo lo que tienen
de positivo, pero sin ignorar las incorrectas interpretaciones a
veces hechas y que exigen sereno discernimiento, oportuna crítica
y claras tomas de posición». «Advierte sobre una visión del hombre
estrictamente económica, biológica o síquica. Y que la Iglesia debe
anunciar sin ambigüedad y con claridad la Verdad sobre el
hombre, revelada por aquel mismo que «conocía lo que en el
hombre había» (Jn 2,25). Esta verdad completa sobre el ser
humano constituye el fundamento de la enseñama social de la
Iglesia, así como la base de la verdadera liberación. A la luz de
esta verdad, no es el hombre un ser sometido a los procesos
económicos o políticos, sino que esos procesos están ordenados
al hombre y sometidos a él». 2
11

«Cuando la Iglesia evangeliza y logra la conversión del


hombre, también lo educa, pues la salvación lejos de deshumanizar
al hombre, lo perfecciona y ennoblece; lo hace crecer en
humanidad» (PP 15,16). La evangelización es en este sentido,
educación.
A diez años de Medellín, a la Iglesia se le plantean nuevos
retos, no sólo en la educación convencional, sino también en otros:
educación de adultos, a distancia, no formal, asistemática, medios
de comunicación social y educación permanente. Por otro lado, crece
la presencia de laicos responsables en todos los campos de la
educación. Se detectan influencias ideológicas en la manera de
concebir la educación: una de corte utilitario-individualista que la
considera como simple medio para asegurarse un porvenir (inversión
a plazo); otra busca instrumentalizar la educación al servicio de un
determinado proyecto socio-político.
Puebla afirma, apoyada en la (GS 53,55.59,61), que « la
educación es una actividad humana del orden de la cultura; la cultura
tiene una finalidad esencialmente humanizadora. Se comprende,
entonces, que el objetivo de toda educación es la de humanizar y
personalizar al hombre, orientándolo eficazmente hacia su fin último
que trasciende la finitud esencial del hombre. (GE 1)
Hace suya, pues, la EDUCACIÓN EVANGELIZADORA
que asume y completa la noción de «educación liberadora», porque
debe contribuir a la conversión total del hombre, no sólo en su yo
profundo e individual, sino también en su yo periférico y social,
orientándolo radicalmente a la genuina liberación cristiana que le
abre a la plena participación en el misterio de Cristo Resucitado, es
decir, a la comunión filial con el Padre y a la comunión fraterna con
todos los hombres, sus hermanos. (EN 27, 39-33)
Según Puebla, las características de la Educación
Evangelizadora son: Humanizar y personalizar al hombre para crear
en él el lugar donde pueda revelarse y ser escuchada al Buena Nueva.
(PU.1027)
Integrarse al proceso social latinoamericano impregnado por
una cultura radicalmente cristiana en la cual coexisten valores y
antivalores, luces y sombras, y que necesita ser constantemente re-
evangelizada. (PU.1028)
Ejercer la función crítica propia de la verdadera educación,
regenerando permanentemente las pautas culturales y ias normas
de interacción social que posibiliten la creación de una nueva
12 ACADEMIA INTERNACIONAL DE HAGIOGRAFÍA / BOLETÍN 4

sociedad participativa y fraterna: educación para la justicia.


(PU.1029)
Convertir al educando en sujeto, no sólo de su propio
desarrollo, sino también al servicio del desarrollo de la comunidad:
educación para el servicio. (PU.1030)
De acuerdo a esas características, enumera algunos criterios:
la educación católica pertenece a la misión evangelizadora de la
iglesia y debe anunciar explícitamente a Cristo. (PU.1031)
Debe formar personalidades fuertes que resistan el relativismo
y que vivan coherentemente las exigencias del bautismo. (EC,12)
Debe producir los agentes para el cambio que requiere la
sociedad mediante una formación cívica y política de acuerdo a la
enseñanza social de la Iglesia (MD,4; 11,8)
El educador cristiano desempeña una misión humana y
evangelizadora. (EC 71)
La familia es la primera responsable de la educación y se la
debe capacitar para ejercer su misión (PU.1036)
La Iglesia proclama la libertad de enseñanza como un derecho
a la verdad de las personas y comunidades (GE 6) Y está dispuesta
a colaborar en el quehacer educativo de nuestra sociedad. (EC 14)
El Estado debería distribuir equitativamente su presupuesto
con los servicios no estatales, para que los padres, que también son
contribuyentes, puedan elegir libremente la educación para sus hijos.
(PU.1038)
La universidad debe formar verdaderos líderes, constructores
de una nueva sociedad. Esto implica por parte de la Iglesia dar a
conocer el mensaje evangélico en este medio, respetando la libertad
académica, inspirando su función creativa, haciéndose presente en
la educación política y social de sus miembros, iluminando la
investigación científica. (PU.1053)

La IVa. CONFERENCIA GENERAL DEL EPISCOPADO


LATINOAMERICANO, se celebró en Santo Domingo, República
Dominicana del 12 al 28 de octubre de 1992. Los grandes temas
tratados fueron: Nueva Evangelización - Promoción Humana-
Cultura Cristiana.
Al hablar de la Acción Educativa de la Iglesia, reafirma lo
dicho por Medellín y Puebla y hace una Iluminación Teológica de
la Educación. Dice: «La educación cristiana es la asimilación de la
13

cultura cristiana. Es la inculturación del evangelio en la propia


cultura. Es un proceso dinámico que dura toda la vida de la persona
y de los pueblos. Recoge la memoria del pasado, enseña a vivir
hoy, y se proyecta hacia el futuro. Por esto, la educación cristiana
es indispensable en la Nueva Evangelización. (SD.263)
«La educación cristiana desarrolla y afianza en cada cristiano
su vida de fe, y hace que verdaderamente en él su vida sea Cristo
(Flp.l, 21) Por ella, se escuchan en el hombre las «palabras de vida
eterna» (Jn,6,68), se realiza en cada quien la «nueva creatura» (II
Cor. 5,17), y se lleva a cabo el proyecto del Padre de recapitular en
Cristo todas las cosas (Ef. 1,10). Así la educación cristiana se funda
en una verdadera antropología cristiana, que significa la apertura
del hombre hacia Dios como creador y padre, hacia los demás como
a sus hermanos, y al mundo como lo que le ha sido entregado para
potenciar sus virtudes, y no para ejercer sobre él un dominio
despótico que destruye la naturaleza». (SD.264)
«Cuando hablamos de educación cristiana hablamos de-que
el maestro educa hacia un proyecto de hombre en el que viva
Jesucristo. Hay muchos aspectos en los que se educa y muchos
valores que forman una constelación ordenada explícita o
implícitamente. Si la ordenación tiene como fundamento y término
a Cristo, entonces esta educación está recapitulando todo en Cristo
y es una verdadera educación cristiana; si no, puede hablar de Cristo,
pero no es cristiana» (SD.265)
Santo Domingo se pronuncia por consiguiente, por una
educación cristiana integral desde y para la vida en el ámbito
individual, familiar, comunitario y en el ámbito del ecosistema. Una
educación que fomente la dignidad de la persona y la verdadera
solidaridad, que integre un proceso de formación cívico-social
inspirado en el evangelio y en la doctrina social de la Iglesia. Y se
compromete con una educación EVANGELIZADORA. (SD.271)
«Entre evangelización y promoción humana, desarrollo, y
liberación, existen lazos muy fuertes. Vínculos de orden
antropológico, porque el hombre que hay que evangelizar no es un
ser abstracto, sino un ser sujeto a los problemas sociales y
económicos. Lazos de orden teológico, pues no podemos disociar
el plan de la creación del plan de la redención que llega hasta
situaciones de injusticia a las que hay que combatir y de justicia
que hay que restaurar. (SD.157)
14 ACADEMIA INTERNACIONAL DE HAGIOGRAFÍA / BOLETÍN 4

LA Va. CONFERENCIA GENERAL DEL EPISCOPADO


LATINO AMERICANO Y DEL CARIBE se celebró en Aparecida,
Brasil, del 13 al 31 de mayo de 2007. «Una Iglesia llamada a
hacer de todos sus miembros discípulos y misioneros de Cristo,
Camino, Verdad y Vida, para que nuestros pueblos tengan vida
en El» (AP.l)
El Cap. 62 del Documento, ‘a última parte que habla del «El
itinerario formativo de los discípulos misioneros», la dedica a la
Educación Católica. Inicia declarando que: Nuestro Continente vive
una delicada emergencia educativa porque las nuevas reformas
educacionales impulsadas para adaptarse a las nuevas exigencias
de la globalización, se centran principalmente en la adquisición de
conocimientos y habilidades, concibiendo la educación en función
de la producción, la competitividad y el mercado. Propician la
inclusión de factores contrarios a la vida y a la familia. No despliegan
los mejores valores de los jóvenes ni su espíritu religioso, ni enseñan
los caminos para superar la violencia y acercarse a la felicidad, ni
les ayuda a llevar una vida sobria y adquirir las actitudes, virtudes y
costumbres que harán estable el hogar que funden y que los
convertirán en constructores solidarios de la paz y del futuro de la
sociedad. (AP.328)
Hace referencia a la escuela, la cual debe impartir una
«educación de calidad». Y para ello debe transformarse en un lugar
privilegiado de formación y promoción integral, mediante la
asimilación sistemática y crítica de la cultura, de una cultura que
para ser educativa, debe insertarse en los problemas del tiempo en
que se desarrolla la vida del joven. Según eso, las distintas disciplinas
han de presentar no sólo un saber por adquirir, sino también valores
por asimilar y verdades por descubrir. (329) Debe poner de relieve
la dimensión ética y religiosa de la cultura con el fin de activar el
dinamismo espiritual del sujeto y ayudarle a alcanzar la libertad
ética que presupone la sicología. (EC 30) La educación humaniza y
personaliza al ser humano cuando logra que éste desarrolle
plenamente su pensamiento y su libertad, haciéndolo fructificar en
hábitos de comprensión y en iniciativas de comunión. De esta
manera, el ser humano humaniza su mundo, produce cultura,
transforma la sociedad y construye historia. (PU. 1025)

La educación que proclama Aparecida es aquella que se centra


en la persona humana que es capaz de vivir en la comunidad
aportando lo suyo para su bien. Una educación de calidad,
15

incluyente, para todos, especialmente para los más pobres. Que


ofrezca a todos el encuentro con los valores culturales del propio
país, descubriendo e integrando en ellos la dimensión religiosa y
trascendente. Una educación donde Cristo, el Hombre perfecto, sea
el fundamento, en quien todos
los valores encuentren su plena realización, revela el sentido
nuevo de la existencia y la transforma capacitando al hombre y a la
mujer para vivir de manera divina, es decir, para pensar, querer, y
actuar según el Evangelio haciendo de las bienaventuranzas la norma
de su vida. La educación es católica si los principios evangélicos se
convierten para ella en normas educativas, motivaciones interiores
y en metas finales. Este es el carácter específicamente católico de
la educación. Jesucristo eleva y ennoblece a la persona humana, da
valor a su existencia y constituye el perfecto ejemplo de vida y la
mejor noticia propuesta a los jóvenes por los centros de formación
católica. (EC 34; 335)

La escuela católica, dice Aparecida, debe proponerse como


meta, como utopía, conducir a los niños y a los jóvenes al encuentro
con Cristo, Hijo del Padre, Hermano y Amigo, Maestro y Pastor
misericordioso, esperanza, camino, verdad y vida, y así, a la alianza
con Dios y con los hombres. De este modo aprenderán a ver la
historia como Cristo la ve, a juzgar la vida como El lo hace, a elegir
y amar como El, a cultivar la esperanza como El nos enseña, y a
vivir en El la comunión con el Padre y el Espíritu Santo. Así la
persona se construirá en unidad existencial asumiendo sus
responsabilidades y buscando el sentido último de su vida. Situada
en la Iglesia, comunidad de creyentes, logrará vivir con libertad su
fe, anunciarla y celebrarla con alegría. Y como consecuencia, crecerá
en madurez y aprenderá a abrirse a la verdad, a respetar y amar a las
personas, a hacer donación de sí y abrirse a los demás para la
transformación de la sociedad. (AP.336) Esto es lo que hizo y vivió
nuestro Beato Pier Giorgio Frassati para llegar a la santidad.
Este ideal nos impulsa a una profunda renovación de la Escuela
Católica, a rescatar su identidad por medio de un impulso misionero
valiente y audaz, de modo que llegue a ser una opción profética
plasmada en una pastoral educativa participativa. A promover la
formación integral de la persona teniendo su fundamento en Cristo,
con identidad eclesial y cultural, y con excelencia académica,
generando solidaridad con los más necesitados. (AP.337) La
Comunidad Educativa, en cuanto comunidad eclesial y centro de
16 ACADEMIA INTERNACIONAL DE HAGIOGRAFÍA / BOLETÍN 4

evangelización, debe asumir su rol de formadora de discípulos y


misioneros suyos. (AP.338)
Insiste, Aparecida, en que «un principio irrenunciable para la
Iglesia es la libertad de enseñanza. El amplío ejercicio del derecho
a la educación, reclama la plena libertad de que goza toda persona
para elegir la educación de sus hijos que consideren más conforme
a los valores que ellos más estimen». (AP.339)
No quisiera terminar sin hacer brevemente referencia a lo que
nuestro Concilio Plenario nos dice sobre educación. Comienza con
una cita de la GS,31:» El porvenir de la humanidad está en manos
de quienes sepan dar a las generaciones futuras razones para
vivir y razones para esperar».
En general, el Concilio hace suya toda la doctrina educativa
anteriormente expresada en las distintas reuniones del CELAM. Se
fija entre sus objetivos los siguientes: Lograr una educación integral
que responda a las aspiraciones de los seres humanos a realizarse
biológica, intelectual, volitiva, afectiva, cultural y socialmente,
según su dignidad de seres espirituales y libres, creados a imagen y
semejanza de Dios. (GE 1; P. 1034)
Una educación que propicie y facilite el diálogo intercultural
que cree un clima favorable que ayude a vivir la pluriculturalidad,
en la construcción de un proyecto común de sociedad y de país. (IE
88)
Una educación que ayude a la persona a tomar conciencia de
la realidad en que se desarrolla su vida para transformarla. Destinada
a humanizar, a transformar la realidad en que vive, «a crecer en
humanidad» (PP 15), abierta a las relaciones fraternas que fomenten
la unidad y la paz. (GE, Cap.VII)
Una educación que forme para una ciudadanía responsable,
democrática, solidaria, crítica y creativa, para una sociedad en
cambio, y para crear nuevas relaciones. (PU.1025), para mayor y
mejor calidad de vida, para suscitar espíritu de justicia y solidaridad,
respeto a las personas, la igualdad de los derechos y la construcción
de una cultura democrática. (PU. 1029)
En referencia al Estado, el Concilio hace suyo lo dicho por el
Vaticano II : «El estado tiene como prioridad establecer las políticas
para garantizar la educación a todos. La garantía de este derecho
humano está por encima de toda parcialidad ideológica. Ni el Estado,
ni alguna otra instancia de la sociedad, bajo pretexto de cumplir
sus responsabilidades educativas, deberán sobreponer sus propios
17

interés a los que están esencialmente vinculados a la naturaleza de


la persona humana como la dignidad, la libertad de conciencia, la
autonomía personal, la solidaridad fraterna, y el sentido de la
trascendencia que ayude a descubrir la vida de fe y sus dones» (GS
16-17)
En la misión de la Iglesia en la educación, afirma el concilio:
«La escuela católica constituye un espacio privilegiado de la acción
EVANGELIZADORA Y LIBERADORA de la Iglesia. En su
misión evangelizadora, asume el misterio de Cristo como camino,
verdad y vida, centro de su proyecto educativo que integra los
contenidos de la ciencia y la iluminación evangélica, las virtudes
humanas y las cristianas. Y en su dimensión liberadora debe dar
respuesta al clamor de la justicia y solidaridad que lanzan millones
de jóvenes, y a la opción preferencial por los más necesitados que
la Iglesia señala como área prioritaria de atención. (LEC 34-36)
Quiero hacer mención, desde esta honorable academia, al
Centenario de la llegada de los Hermanos de las Escuelas Cristianas
a esta bendita tierra venezolana. El 09 de enero de 1913 llegaron a
Barquisimeto cuatro Hermanos procedentes de Panamá, que cual
«embajadores y Ministros de Jesucristo» se incorporaron a la misión
evangelizadora de la Iglesia y consagraron su vida al Señor para
llevar el evangelio al mundo de la educación en nuestro País. Pocos
días después llegó el Hno. Nectario María.En su actividad educativa,
procuraron conjugar el esfuerzo por el progreso cultural con el
anuncio de la Palabra de Dios. Convencidos de que toda educación
que respeta a la persona humana es ya apertura a la gracia y a la
fe.En virtud de su misión, pronto crearon más escuelas que se
extendieron por todo el suelo patrio y cooperaron en la animación
de comunidades educativas inspiradas en el proyecto de San Juan
Bautista de la Salle, Patrono Universal de todos los Educadores, y
en una pedagogía centrada en la persona del niño y del joven. Se
esforzaron por insertarse en nuestro medio y adaptarse a nuestra
cultura, por comprender las aspiraciones profundas del mismo, y
se preocuparon por preparar a la juventud para ocupar su puesto en
la sociedad y por poner los medios de salvación a su alcance
mediante una formación humana de calidad y la prociamación
explícita de Jesucristo. Consideraron su misión como un ministerio
y se pusieron a disposición de todos en actitud de acompañamiento
fraterno, atendiendo principalmente a los más necesitados. Les
ayudaron a descubrir, apreciar y asimilar los valores humanos y
evangélicos, y favorecieron su crecimiento en cuanto personas
llamadas a sentirse cada día más hijos de Dios.
18 ACADEMIA INTERNACIONAL DE HAGIOGRAFÍA / BOLETÍN 4

A cien años de distancia los Hermanos entendemos que la


labor de evangelización y de catequesis, que nos valió del Papa San
Pío X el título de «Apóstoles del Catecismo», por la cual
colaboramos al crecimiento de la fe de los bautizados y a la
edificación de la comunidad eclesial, constituye nuestra principal
función.
Conscientes de que estamos viviendo en un mundo
globalizado, y que debemos interpretar los signos de nuestro tiempo,
y discernir lo que Dios quiere hoy y en el futuro de LA SALLE en
Venezuela, los Hermanos, juntamente con nuestros colaboradores
seglares, hemos estado todo el año 2011 y parte del 2012,
construyendo la VISIÓN DEL DISTRITO DE VENEZUELA,
que es «Una asociación de Hermanos y Seglares para el servicio
educativo de los pobres en Venezuela hoy y mañana».
Nos hemos trazado un «Horizonte de la Salle en Venezuela,
desde una dinámica de encarnación», en tres grandes líneas: una
utopía social, un ideal de distrito, y un modelo pedagógico pastoral.
En la primera línea estudiamos: las nuevas pobrezas que nos
desafían, las nuevas comunidades de fe en la Iglesia Venezolana, y
las redes institucionales en las que podemos insertarnos. En el
segundo tema: Qué construcción ciudadana buscamos para los
Hermanos, los Seglares y los alumnos junto a sus familias, cómo es
la estructura del distrito que pensamos. Y en el tercer módulo: la
pastoral educativa como el planteamiento desde donde
comprendemos todas las cosas.
Un segundo aspecto que tratamos fue el de unas nuevas
comunidades con unos hombres nuevos: Comunidades de
Educadores Seglares signos de fe y esperanza.
Y por último: Una Asociación de Hermanos y Seglares para
el servicio educativo de los pobres en la Venezuela de hoy y mañana.-
Los Hermanos queremos v necesitamos alimentar
constantemente nuestra voluntad de futuro, nuestra esperanza,
nuestra conciencia, nuestra historia y nuestra función en la gran
historia de nuestro país y de su gente. Por eso, esta visión hunde
sus raíces en los múltiples diálogos de nuestra comunidad distrital
que ha decidido preguntarse el por qué de lo que hacemos,
estableciendo nuestros plazos distritales a períodos más orientables
y duraderos pero confundiéndose en un mundo, y concretamente
en un país, constantemente cambiante y en tiempos difíciles. En
esta Visión queremos insertar hoy nuestra vida de Hermanos de las
Escuelas Cristianas en Venezuela.-
19

Un saludo a todos los honorables miembros de esta Academia


Internacional de Hagiografía, y un agradecimiento por parte del
Instituto de los Hermanos de las Escuelas Cristianas -La Salle- por
haberse fijado en mi persona y elegido como Miembro de Número
para ocupar el Sillón «Beato Pier Giorgio Frassatti.

Caracas, 10 de julio de 2012

SIGLAS

MD CELAM, MEDELLIN
PP POPULORUM PROGRESIO (PABLO VI9)
GS GAUDIUM ETSPES (VATICANO II9)
GE GRAVISSUMUN EDUCATIONIS (VATICANO lle)
EN EVANGELLI NUNTIANDI (PABLO VI9)
EC LA ESCUELA CATOLICA
SD CELAM, STO. DOMINGO
AP CELAM, APARECIDA
PU CELAM, PUEBLA
IE LA IGLESIA Y EDUCACION
LEC EL LAICADO EN LA ESCUELA CATOLICA
RFSC REGLAS HNOS. EE. CC. LA SALLE
VDV VISION DTO. VENEZUELA LA SALLE
CPV CONCILIO PLENARIO DE VENEZUELA
20 ACADEMIA INTERNACIONAL DE HAGIOGRAFÍA / BOLETÍN 4

MÚSICA CLÁSICA
PARA LA
CATEDRAL DE CARACAS
JOSÉ ÁNGEL LAMAS
Discurso de incorporación del Pbro. Ramón Vinke
como Miembro Correspondiente
de la Academia Internacional de Hagiografía
(14 de noviembre de 2012)

E
l crítico Israel Peña —insigne conocedor de la historia de
la música en Venezuela— escribió en una oportunidad
sobre José Ángel Lamas: «Fuera de unas pocas noticias
acerca de su actividad musical y de los actos esenciales
de su vida, no se sabe nada de él. Es para la historia algo así como
un artista sin rostro»1. De José Ángel Lamas no existe un solo
retrato... Tampoco nadie plasmó nunca por escrito alguna
descripción de su aspecto, sus rasgos, su estatura, el color de sus
ojos... Sólo se conocen algunos datos básicos de su vida,
entresacados de entre los libros de las Parroquias caraqueñas: «José
Ángel Lamas nació en Caracas el 2 de agosto de 1775. Era hijo
legítimo de José María Lamas y de María Juliana Peralta, como
consta en la partida de bautismo, que se conserva en el archivo de
la (...) Parroquia de Altagracia, de la cual eran vecinos sus padres.
Lamas fue bautizado a los tres días de nacido y aparece en esa
partida con los nombres de Joseph de los Ángeles del Carmen,
mencionándose además de los nombres de sus padres —‘personas
blancas de esta feligresía’—, como madrina, el de Paula Petrona
Peralta, seguramente su tía por el lado materno»2. De sus hermanos,
cuatro han sido identificados con los nombres de José María, María
Petronila, José de la Encarnación y María del Carmen3. De su
matrimonio con Josefa María Sumosa, han sido hallados en los
libros los nombres de tres hijos: José Lorenzo —fallecido
prematuramente—, María Josefa del Carmen, nacida el 13 de mayo
de 1809, y Josefa Gabriela, nacida el 18 de marzo de 18124. Falleció
José Ángel Lamas en Caracas, el 10 de diciembre de 18145, a la
temprana edad de treinta y nueve años... Para esa fecha, estaba
21

residenciado en el territorio de la Parroquia de San Pablo El


Ermitaño; la partida de defunción dice textualmente: «En diez días
del mes de diciembre del año de mil ochocientos catorce, se le dio
sepultura eclesiástica, en el cuarto tramo, con entierro cantado
por mayor, con seis acompañados, al cadáver de Don José Ángel
Lamas, adulto, legítimo marido que era de Doña Josefa Sumosa,
vecino de esta ciudad y de esta feligresía. Se le administraron los
santos sacramentos de la Penitencia y de la Extremaunción. No
recibió el Sagrado Viático, por estar trabadas las quijadas cuando
llegó S.M. a la casa. No hizo testamento por no tener bienes. Dejó
dos hijas. Fue su entierro todo de limosna y no ingresó nada a la
fábrica, y para que conste, lo firmo yo, el infraescrito Cura Rector
de esta S.I. de San Pablo de la ciudad de Caracas.- Br. Domingo de
Herrera»6.

Catedral de Caracas
a principio del siglo XX

José Ángel Lamas fue alumno de Juan Manuel Olivares7. Hay


un testimonio de primera mano, que lo confirma, que es el de José
Antonio Díaz, por cierto, hermano de Ramón Díaz, coautor con
Rafael María Baralt de uno de los primeros tratados de historia de
Venezuela8. En su libro «El Agricultor Venezolano o Lecciones de
Agricultura Práctica Nacional», José Antonio Díaz legó a la
posteridad algunas noticias de suma importancia sobre los inicios
de la enseñanza de la música en Venezuela: «El único músico que
había entonces en Caracas de algunos conocimientos, era J. M.
Olivares: El Padre Sojo le encargó la enseñanza de varios jóvenes
que reunió con este fin, y les llevaba a su Hacienda en Chacao a
pasar temporadas en que, ayudado de Olivares, dirigía la
22 ACADEMIA INTERNACIONAL DE HAGIOGRAFÍA / BOLETÍN 4

enseñanza; y fue así que la música floreció entre nosotros. [José


María] Isaza, J. F. Velázquez, Lino Gallardo, Juan [José] y J.L.
Landaeta, Pedro Pereira, Juan J. Caro [de Boesi], Marcos Pompa,
Mateo Villalobos, Bernabé Montero, [José] Ángel Lamas y otros
que no recuerdo, fueron los célebres artistas formados en la
Academia del Padre Sojo, sin contar los muchos aficionados que
concurrían a participar de estos días de campo, y que también se
aprovechaban del ejercicio académico»9. El Padre Sojo —el Pbro.
Pedro Ramón Palacios y Sojo Gil, de la familia materna del
Libertador— quiso fundar en Caracas la Congregación del Oratorio
de San Felipe Neri, Congregación, que en Italia siempre se había
distinguido por el cultivo de la música sagrada10. Perteneciente a
una de las familias caraqueñas más pudientes, el Padre Sojo era
dueño de la Hacienda «La Floresta», cerca del pueblo de Chacao11.

Hacienda Blandín, 1929. Hoy La Castellana.


Archivo fotográfico Ricardo Guinand

En esa Hacienda fue formada toda una generación de músicos


venezolanos, entre ellos algunos compositores... Aunque, como
observa con perspicacia José Antonio Calcaño en su crónica musical
de Caracas, ciertamente no era Juan Manuel Olivares el «único
músico que había entonces en Caracas de algunos conocimientos»12
—habían otros, sin duda13—, por lo visto, fue la persona, que el
Padre Sojo eligió para sus propósitos... Pues bien, a esa generación
de compositores se le ha puesto el nombre de «Escuela de Chacao»
por el conjunto de características comunes, que reflejan las obras
de los compositores mencionados14. Esta «Escuela» resultó —en
opinión del musicólogo Walter Guido— en «un movimiento de
características excepcionales en América, comparable únicamente
con el que surgió por la misma época en Villa Rica»15, actualmente
en el Estado de Minas Gerais, en el Brasil...
23

Arístides Rojas, en su artículo «La primera taza de café en el


valle de Caracas», relata la introducción del café en la capital de la
entonces Capitanía General de Venezuela... En el valle de Caracas,
los primeros arbustos de café fueron plantados en las Haciendas
«Blandín», «San Felipe» y «La Floresta» —ubicadas éstas cerca
del pueblo de Chacao— por sus respectivos dueños Don Bartolomé
Blandín, Pbro. Pedro Ramón Palacios y Sojo Gil y Pbro. José
Antonio García Mohedano, Párroco de Chacao. Aunque Arístides
Rojas no hace referencia alguna a la enseñanza de la música en
esas Haciendas, alude a reuniones musicales realizadas en las
mismas: «El Padre Sojo y Don Bartolomé Blandín, acompañado
éste de sus hermanas María de Jesús y Manuela, llenas de talento
musical, reunían en sus haciendas de Chacao a los aficionados de
Caracas; y este lazo de unión, que fortalecía el amor al arte, llegó
a ser en la capital el verdadero núcleo de la música moderna»16.
Añade el cronista, que: «En 1786 llegaron a Caracas dos
naturalistas alemanes, los señores Bredmeyer y Schult, quienes
comenzaron sus excursiones por el valle de Chacao y vertientes
del Ávila. Al instante trabaron amistad con el Padre Sojo y la
intimidad, que entre todos llegó a formarse, fue de brillantes
resultados para el adelanto del arte musical, pues, agradecidos los
viajeros, a su regreso a Europa en 1789, después de haber visitado
otras regiones de Venezuela, remitieron al Padre Sojo algunos
instrumentos de música, que se necesitaban en Caracas, y partituras
de Pleyel, de Mozart y de Haydn. Ésta fue la primera música clásica
que vino a Caracas, y sirvió de modelo a los aficionados, que muy
pronto admiraron el bello ingenio de aquellos autores»17. Se ha
logrado establecer, que los nombres completos y correctos de estos
naturalistas eran Franz Bredemeyer y Josef Schücht, que eran
jardineros imperiales en la corte del Emperador José II de Austria,
y que formaban parte de la expedición enviada a América en 1783
por el Emperador, «liderada por el botánico austríaco y profesor
de Historia Natural Franz Joseph Märter, con el objeto de aumentar
las colecciones de los museos, zoológicos y jardines botánicos de
la corte»18. Le corresponde el mérito a la profesora Helga Lindorf
—profesora del Instituto de Biología Experimental del Centro de
Botánica Tropical de la Facultad de Ciencias de la Universidad
Central de Venezuela— haber localizado en el Archivo General de
la Nación un documento, fechado el 13 de marzo de 1787, en que
se le transmiten a determinado funcionario en Venezuela
instrucciones precisas del Rey de España sobre las atenciones a ser
brindadas a los naturalistas, «señor Boos y señor Schicht»19, que no
son sino Franz Boos —igualmente miembro de la expedición— y
24 ACADEMIA INTERNACIONAL DE HAGIOGRAFÍA / BOLETÍN 4

el ya mencionado Joseph Schücht, tomando en cuenta que,


fonéticamente, en alemán, la u con diéresis tiene un sonido muy
parecido al de la i. ¿Por qué no es mencionado Bredemeyer en este
documento? Imposible saberlo. Pero, no puede dudarse de su
presencia en Venezuela: El acreditado botánico Henri Pittier, en su
«Manual de las Plantas Usuales de Venezuela», publicado en el
año 1926, hace referencia a «las colecciones de Bredemeyer y
Schücht, quienes, como jardineros coleccionistas de la expedición
de Märter, permanecieron en Caracas entre 1787 y 1788»20.
Ahora bien, en cuanto al regalo de los instrumentos musicales
y de las partituras de Pleyel, de Mozart y de Haydn... Se trata,
efectivamente de tres compositores austríacos: Ignace Joseph Pleyel,
Wolfgang Amadeus Mozart y Joseph Haydn; y no es aventurado
pensar, como lo hace el musicólogo Walter Guido, que se trató de
regalos del propio Emperador de Austria21. Posiblemente, haga
Arístides Rojas una referencia algo sutil a estas partituras, cuando
anota en su artículo titulado «La primera taza de café en el valle de
Caracas» —ya citado—, que las primeras reuniones musicales se
efectuaron en el Oratorio de San Felipe Neri, «y en Chacao, bajo
las arboledas de ‘Blandín’ y ‘La Floresta’. El primer cuarteto fue
ejecutado a la sombra de los naranjeros, en los días en que sonreían
sobre los terrenos de Chacao los primeros arbustos del café. A
estas tertulias musicales asistían igualmente muchos caballeros de
la capital»22. ¿A qué compositor correspondía ese primer cuarteto?
¿A Haydn o a Mozart? Sabido es, que el cuarteto de cuerdas es un
género musical cultivado con predilección por ambos
compositores... De modo que, la «Escuela de Chacao» entronca
directamente con la música clásica europea: por lo cual, la música
de los compositores de la «Escuela de Chacao» no debe considerarse
como música barroca —como erróneamente hacen algunos—, sino
como música clásica en el sentido propio de la palabra... música
clásica criolla, venezolana —con auténtico sabor venezolano, sin
duda—, pero siempre música clásica.
Pero, volviendo a José Ángel Lamas... Como intérprete del
bajón —uno de los instrumentos de vientos usados entonces en los
dominios de España—, fue integrante de la tribuna de la Catedral
de Caracas23. No cabe duda, que el Cabildo Eclesiástico de Caracas
—el Cabildo de la Catedral— en aquella época hizo grandes
esfuerzos por darle lucimiento a la música litúrgica en la Catedral.
Por sólo señalar algunos actuaciones del Cabildo: En septiembre
de 1787, el Cabildo acordó la compra de un clavecín o clavicordio
para la tribuna de la Iglesia Catedral por un costo calculado de 300
25

pesos24. El 17 de noviembre de 1789, se nombró Maestro de Capilla


en propiedad al Pbro. Alejandro Carreño25. El 16 de marzo de 1790,
se aprobó traer de España unos papeles de música solicitados por el
Maestro de Capilla Pbro. Alejandro Carreño por un costo calculado
de 1.500 pesos26. Nombrado el nuevo Maestro de Capilla en la
persona de Cayetano Carreño, se decidió —a solicitud de éste—, el
21 de febrero de 1804, duplicarle el sueldo de 200 pesos a 400
pesos27. El 22 de junio de 1804, se aprobó el arreglo del órgano por
un costo calculado de 950 pesos28. Y así sucesivamente... No cabe
duda, que el abundante repertorio de música sacra producido en
aquella época en Venezuela —de Lamas y de otros compositores,
como el mencionado Cayetano Carreño— fue producido
fundamentalmente para la celebración de la Liturgia en la Catedral
de Caracas...
Hoy por hoy —a dos siglos de distancia—, José Ángel Lamas
es considerado el más importante de los músicos venezolanos de la
colonia: «Fue muy fecundo compositor, y entre los músicos de la
colonia es de él de quien mayor número de obras se conserva»29 —
señala José Antonio Calcaño en su crónica musical de Caracas.
Estas obras se encuentran custodiadas «en dos repositorios: la
Escuela de Música ‘José Ángel Lamas’ y el Fondo No Bibliográfico
del Instituto Autónomo Biblioteca Nacional. Los manuscritos
existentes no son los originales de Lamas, sino copias manuscritas.
El Archivo de Música Antigua Venezolana depositado en la Escuela
de Música ‘José Ángel Lamas’ pertenece al Ministerio de
Educación. El catálogo del mismo fue realizado por su archivero,
el Profesor Claudio García Lazo»30, el cual registra 36 copias
manuscritas de obras de José Ángel Lamas. El Fondo No
Bibliográfico del Instituto Autónomo Biblioteca Nacional registra
otras 9 copias manuscritas de obras de José Ángel Lamas31.
Todas estas obras de José Ángel Lamas son sacras, ninguna
profana. Lamas vivía en el mundo, pero no era del mundo (cf. Jn
17, 11-19). Vivía —¡claro estaba!— para su familia, pero también
y fundamentalmente para Dios y para el culto divino... Para nada se
le vio involucrado en los importantes acontecimientos políticos y
militares de la época: el 19 de abril de 1810, el 5 de julio de 1811,
y subsiguientes acontecimientos... En realidad —como escribe el
crítico Israel Peña—, nunca tuvo «otro pensamiento, junto con el
de la suerte de su hogar, que el de seguir haciendo música y creando
hermosas obras religiosas. De éstas, una notoria mayoría —es decir,
más de la mitad de su creación total— está dedicado a la Virgen.
Lamas es, pues, especialmente, un devoto de la dulce Madre de
26 ACADEMIA INTERNACIONAL DE HAGIOGRAFÍA / BOLETÍN 4

Dios. Para Ella, para las fiestas del culto en que se la celebra, él
compone con fluida espontaneidad, con íntima alegría, sin el menor
cansancio, numerosas Salves y Tonos. Sin grandes recursos
instrumentales, en partituras relativamente sencillas, Lamas expresa
mejor que muchos compositores de gran aparato su devoción a
Dios y a María»32.
Para muchas personas, la reclusión de Lamas en el ámbito de
la Iglesia —en el ámbito de lo eclesiástico, de lo sagrado— es motivo
de desilusión... Como comenta José Antonio Calcaño: «Tal vez
muchas personas hubieran preferido, que José Ángel Lamas hubiera
sido un héroe batallador, (...) Pero, no fue así. Lamas fue músico;
soñó siempre con la música, y tal vez por eso, por no haber disipado
su fuego interno en otras vías de escape, fue el más grande de sus
compañeros y la más grande gloria de Venezuela en el mundo
musical de entonces. De no haber sido así, acaso hubiera sido un
revolucionario mediocre o un músico menor. Él, como los grandes
místicos de que nos habla la historia, logró resistir el arrastre de
muchos señuelos mundanos. La Patria también necesita hombres
de esa clase»33.
Aunque musicalmente su Miserere y su Misa en Re son más
elaborados, su obra más conocida, la que ha perdurado hasta la
actualidad, es el «Popule Meus», compuesto en el año 180134, para
orquesta de cuerdas, dos oboes y dos cornos franceses, coro a cuatro
voces y soprano solista. La Nota preliminar a la edición a esta obra,
patrocinada conjuntamente por la Dirección de Cultura del
Ministerio de Educación Nacional de Venezuela y del Instituto
Interamericano de Musicología con sede en Montevideo en el año
1943, constata, que esta composición «ha sido tradicionalmente
considerada por los venezolanos como la más respetable y admirada
entre las numerosas piezas musicales que se conservan de la época
colonial. Es la única obra religiosa de aquellos tiempos, que no ha
dejado de ejecutarse, año tras año, durante la Semana Mayor»35.
En el año 2012, a casi setenta años de distancia de esta edición, que
realmente fue la primera —hasta entonces el «Popule Meus» había
circulado solo en copias manuscritas—, puede afirmarse lo mismo.
Se trata, indudablemente, de uno de los íconos de nuestro
«catolicismo criollo», para usar la expresión acuñada por el Cardenal
Jorge Urosa36.
El texto del «Popule Meus» corresponde a los improperios,
que se cantaban en latín durante la adoración de la Santa Cruz, en
la Liturgia del Viernes Santo: «Popule meus, quid feci tibi? Responde
mihi. Aut in quo contristavi te? Responde mihi. Quia eduxite de
27

terra Ægipti; parasti crucem, Salvatori tuo»37. Estos improperios


fueron desarrollados a partir de un texto del profeta Miqueas (cf.
Mi 6, 3-4), y han permanecido en la Liturgia del Viernes Santo, aún
después de la reforma litúrgica promovida por el Concilio Vaticano
II; la Liturgia ahora ofrece el texto en lengua vernácula: «Pueblo
mío, ¿qué te he hecho? Respóndeme. ¿En qué te he ofendido?
Respóndeme. Yo te saqué de Egipto, tú preparaste una cruz para tu
Salvador»38.
A partir de la «Escuela de Chacao», la música académica tuvo
en Venezuela un desarrollo sostenido, que sería muy prolijo detallar,
un desarrollo, que ha desembocado en la actualidad en una
proliferación de orquestas juveniles e infantiles a lo largo y ancho
de todo el país. A los miembros de esta Academia, que propuso
formalmente al Premio Nobel de la Paz del presente año 2012 al
Maestro José Antonio Abreu, fundador del Sistema Nacional de
Orquestas Juveniles e Infantiles de Venezuela, les podrá haber
gustado esta sencilla relación sobre el compositor José Ángel Lamas,
particularmente la referencia en ella a la Iglesia... concretamente al
Padre Sojo y al Cabildo Eclesiástico de Caracas, que de modo
diverso —pero siempre eficaz— dieron a finales de la colonia un
decidido impulso a la música académica en Venezuela. He dicho.

NOTAS

1
Israel Peña, José Ángel Lamas. 1775-1814, Colección «Aniversarios
Culturales», Caracas 1963, pp. 33-34.
2
Ibid., p. 23.
3
Ibid.
4
Cf. ibid., pp. 46-54.
5
Cf. ibid., p. 46.
6
Cit. en: Israel Peña, Op. cit., pp. 80-81.
7
Cf. Ramón de la Plaza, El arte en Venezuela, en: Primer Libro Venezolano
de Literatura, Ciencias y Bellas Artes. Ofrenda al Gran Mariscal de Ayacucho,
Caracas (2) 1974, pp. 253-293, pp. cit. 273-274.
8
Cf. Rafael María Baralt / Ramón Díaz, Resumen de la Historia de Venezuela
desde el año de 1797 hasta el de 1830, en: Rafael María Baralt, Obras
Completas, Vol. I: Historia, pp. 555-867, Edición de la Universidad del Zulia,
Maracaibo 1960 – Vol. II: Historia, pp. 9-687, Edición de la Universidad del
Zulia, Maracaibo 1960.
9
José Antonio Díaz, El Agricultor Venezolano o Lecciones de Agricultura
Práctica Nacional, Caracas 1861, Vol. I, p. 186.
10
Cf. José Antonio Calcaño, Op. cit., p. 81.
11
Cf. ibid., p. 84.
12
José Antonio Díaz, Op. cit., p. cit.
13
Cf. José Antonio Calcaño, p. 87.
28 ACADEMIA INTERNACIONAL DE HAGIOGRAFÍA / BOLETÍN 4

14
Cf. Walter Guido, Prólogo, en: Walter Guido (editor), José Ángel Lamas y
su época, Documentos de la Biblioteca Ayacucho, Caracas 1981, pp. 5-9,
p. cit. 7.
15
Ibid.
16
Arístides Rojas, La primera taza de café en el valle de Caracas, en: Arístides
Rojas, Crónicas de Caracas. Antología [Ediciones Nuevo Mundo], Lima /
Bogotá / Caracas / México / La Habana (2) 1965, pp. 45-61, p. cit. 51.
17
Ibid., p. 52.
18
Helga Lindorf, Notices on the austrian expedition in a venezuelan document
dated 1787 and comments on botanical names linked to the collectors, en:
Acta Botanica Venezuelica 27 (Caracas 2004), Nº1 (enero de 2004), pp. 57-
64.
19
[Archivo General de la Nación, Sección «Gobernación y Capitanía General»,
Tm.XXXV] Ibid.
20
Cf. Henri Pittier, Manual de las plantas usuales de Venezuela [Litografía
del Comercio], Caracas 1926, p. 3.
21
Cf. Walter Guido, loc. cit.
22
Arístides Rojas, loc. cit., p. 51.
23
Israel Peña aduce el documento de nombramiento expedido para Lamas por
el Obispo de Caracas de «Bajonista de la Capilla de Música de esta nuestra
Cathedral» (Cit. en: Israel Peña, Op. cit., p. 30), aunque lamentablemente
no indica la ubicación de tan importante documento.
24
Cf. Actas del Cabildo Eclesiástico de Caracas. Compendio Cronológico,
Estudio Preliminar de Manuel Pérez Vila, Tomo II (1771-1808), Biblioteca
de la Academia Nacional de la Historia, Colección «Fuentes para la Historia
Colonial de Venezuela», Nº 65, Caracas 1963, p. 163.
25
Cf. ibid., p. 177.
26
Cf. ibid., p. 180.
27
Cf. ibid., p. 349.
28
Cf. ibid., p. 354.
29
José Antonio Calcaño, Op. cit., pp. 141-142.
30
Walter Guido, Descripción y características de los manuscritos y de las
ediciones, en: Walter Guido (editor), Op. cit., pp. 12-15, p. cit. 12.
31
Cf. ibid.
32
Israel Peña, Op. cit., p. 56.
33
José Antonio Calcaño, Op. cit., pp. 150-151.
34
Cf. ibid., p. 141.
35
Dirección de Cultura - Ministerio de Educación Nacional / Instituto
Interamericano de Musicología (editores), José Ángel Lamas –Popule meus–
Partitura para voces y orquesta, Archivo de Música Colonial Venezolana,
Cuaderno Nº 7, Caracas / Montevideo 1943.
36
Cf. Cardenal Jorge Urosa, Presentación, en: Pbro. Ramón Vinke, Madre de
Coromoto, Virgen Venezolana, La Iglesia en la Venezuela Republicana, Vol.
VIII/1, Caracas (3) 2009, pp. 7-8.
37
Dirección de Cultura - Ministerio de Educación Nacional / Instituto
Interamericano de Musicología (editores), Op. cit.
38
Coeditores Litúrgicos (editores), Misal Romano, Reformado por mandato
del Concilio Vaticano II y promulgado por Su Santidad Pablo VI. Edición
típica aprobada por la Conferencia Episcopal Española. Adoptada
posteriormente por las Conferencias Episcopales de Cuba, Perú y Puerto
Rico, y confirmada por la Congregación para el Culto Divino, Barcelona
[España] (9) 1988, p. 287.
29

Santa
Laura Montoya
Una nueva Santa Latinoamericana
nacida en Colombia y con una obra
misionera en el mundo.
Monseñor Febres-Cordero
Académico de Número

Esta gran mujer, maestra de misión en América Latina,


servidora de la verdad y de la luz del Evangelio, nació en Jericó,
Antioquia, pequeña población colombiana, el 26 de mayo de 1874,
en el hogar de Juan de la Cruz Montoya y Dolores Upegui, una
familia profundamente cristiana.
30 ACADEMIA INTERNACIONAL DE HAGIOGRAFÍA / BOLETÍN 4

Recibió las aguas regeneradoras del Bautismo cuatro horas


después de su nacimiento. El sacerdote le dio el nombre de María
Laura de Jesús.

Fundadora de la Congregación de las Hermanas Misioneras de María Inmaculada


y Santa Catalina de Siena (Misioneras de María)

Dos años tenía Laura cuando su padre fue asesinado, en cruenta


guerra fratricida por defender la religión y la patria. Dejó a su esposa
y sus tres hijos en orfandad y dura pobreza, a causa de la confiscación
de los bienes por parte de sus enemigos. De labios de su madre,
Laura aprendió a perdonar y a fortalecer su carácter con cristianos
sentimientos.
Desde sus primeros años, su vida fue de incomprensiones y
dolores. Supo lo que es sufrir como pobre huérfana, mendigando
cariño entre sus mismos familiares. Aceptando con amor el
sacrificio, fue dominando las dificultades del camino.
La acción del Espíritu de Dios y la lectura espiritual
especialmente de la Sagrada Escritura, la llevaron por los caminos
de la oración contemplativa, penitencia y el deseo de hacerse
religiosa.
Esta mujer admirable crece sin estudios, por las dificultades
de pobreza e itinerancia a causa de su orfandad, hasta la edad de 16
años cuando ingresa en la Normal de Institutoras de Medellín, para
ser maestra elemental y de esta manera ganarse el sustento diario.
Sin embargo, llega a ser una erudita en su tiempo, una pedagoga
connotada, formadora de cristianas generaciones, escritora castiza
de alto vuelo y sabroso estilo, mística profunda por su experiencia
de oración contemplativa.
31

La Madre Laura centra su Eclesiología en el amor y la


obediencia a la Iglesia. Vive para la Iglesia a quien ama
entrañablemente, y para extender sus fronteras no mide dificultades,
sacrificios, humillaciones y calumnias.La primera santa colombiana
fue un modelo de superación, abnegación y sacrificio. Su vida un
inmenso testimonio de entrega y compromiso con los humildes y
los débiles.

Madre Laura con indios Katios en el Cuchillón Medellín, 1939

A la edad de 39 años, Laura decidió trasladarse a Dabeiba en


compañía de seis catequistas con la aprobación del obispo de Santa
Fe de Antioquia, monseñor Maximiliano Crespo Rivera, para
trabajar con los indígenas Emberá Chamí. Desde entonces dedicó
el resto de su vida al apostolado y las misiones. El 14 de mayo de
1914 fundó la Congregación de Misioneras de María Auxiliadora y
Santa Catalina de Siena con un grupo de catequistas que la
acompañaban a las misiones. A partir de entonces se dedicó a
establecer con las hermanas misioneras centros cercanos a las
comunidades indígenas, cuya casa principal estaba en Dabeiba.
Estableció las constituciones de la Congregación y en 1917 las
presentó ante el obispo Maximiliano Crespo Rivera. En 1919 fundó
en San José de Uré una misión para trabajar con los negros de la
región.
32 ACADEMIA INTERNACIONAL DE HAGIOGRAFÍA / BOLETÍN 4

Con visión, mística, entereza y una voluntad irreductible,


propia de la estirpe antioqueña, se entregó a educar jóvenes en la fe
cristiana en varios municipios de Antioquia: Amalfi, Fredonia, Santo
Domingo, La Ceja... Creó numerosas misiones, escribió 30 libros,.
fundó dos órdenes religiosas y mantuvo un ritmo febril de trabajo,
aún en los últimos nueve años de su vida, que pasó en silla de ruedas

Después de una larga y penosa agonía, murió en Medellín el


21 de octubre de 1949.
A su muerte dejó extendida su Congregación de Misioneras
en 90 casas distribuidas en tres países, con un número de 467
religiosas. En la actualidad las Misioneras trabajan en 19 países
distribuidas en América, África y Europa.
El día 20 de diciembre del año 2012 en Ciudad del Vaticano,
el cardenal Angelo Amato dio a conocer que el Papa Benedicto
XVI dio la autorización para la canonización de la beata, siendo la
primera persona de nacionalidad colombiana quien sería reconocida
como santa en la Iglesia Católica. Habiéndose reconocido ya un
milagro obrado por intercesión suya, por el cual fue declarada beata,
se reconoció un segundo milagro, siendo éste realizado en favor de
un médico antioqueño, quien, de en una manera inexplicable para
la ciencia, fue sanado de una enfermedad terminal.
La fecha final para la celebración del rito de canonización se
anunció el 11 de febrero de 2013. La religiosa será canonizada por
el papa Francisco el 12 de mayo de 2013 y se convertirá en la primera
santa colombiana. Será un faro, una luz para lograr la paz y para
brindarle esperanza a los más necesitados.

Corrector de contenido y estilo: Dr. Jesús Hernáez Mayoral


Diseño: Norka Salas
Impreso en: Lithoxa Litografía, C.A.

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