Escenografia Sagrada Los Murales Arboreo
Escenografia Sagrada Los Murales Arboreo
Escenografia Sagrada Los Murales Arboreo
Reitora Rector
Sandra Regina Goulart Almeida Vicente Guzmán Fluja
Con la colaboración de
ISBN: 978-65-86989-00-7
2020, Sevilla, España
Índice
Prólogo 8
Los editores
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La pintura ilusionista entre Europa y América
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| Índice
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Escenografía sagrada: los murales arbóreos
del Santuario de Copacabana de Andamarca,
Virreinato del Perú (c. 1790-1805)
Sacred scenography: arboreal murals in the Sanctuary of Copacabana de Andamarca,
Viceroyalty of Peru (c. 1790-1805)
Resumen Abstract
Los murales del santuario de Copacabana de The murals of the Sanctuary of Copacabana
Andamarca (Bolivia), pintados a finales del pe- de Andamarca (Bolivia), painted by the end
riodo virreinal, figuran un conjunto de árboles of the viceregal period, show an ensemble of
a escala natural que han sido interpretados life-sized trees that Scholars have interpreted
como representación del paraíso. El capítulo as a representation of paradise. This chapter
analiza este programa excepcional conside- analyzes this exceptional program as an eden-
rándolo como una puesta en escena edénica ic staging for the Virgin’s annual feast. Three
para la fiesta anual de la Virgen. Tres aristas perspectives enhance the analysis: 1) the ico-
novedosas enriquecen el análisis: 1) la puesta nological relationship with texts of the period,
en relación iconológica con textos de la época, such as Alonso Ramos Gavilán’s Instrucción for
como la Instrucción para las novenas de la Virgen the novena of the Virgin of Copacabana (1621)
de Copacabana, de Alonso Ramos Gavilán (1621) and Diego Suárez de Figueroa’s Emblemas
y las Emblemas Christianas, de Diego Suárez de Christianas (1738); 2) the thorough examination
Figueroa (1738); 2) la revisión cuidadosa del libro of the previously unstudied Parish Book of
de fábrica de la Doctrina de Andamarca (1779- Andamarca (1779-1844); and 3) the emphasis on
1844), documento inédito recientemente archi- the performativity of the images, which stage
vado; y 3) el énfasis puesto en la performatividad the ritual practices of the sanctuary thanks to
de las imágenes, que al estar estrechamente their close bond with the architecture and the
vinculadas con la arquitectura y la festividad, ecclesiastical festivities.
escenifican las prácticas rituales del santuario.
Key Words
Palabras clave Murals, sacred scenography, performativity, ico-
Pintura mural, escenografía sagrada, performa- nology, paradise, Viceroyalty of Peru.
tividad, iconología, paraíso, Virreinato del Perú.
Esta investigación comenzó con una estadía de investigación en Bolivia el año 2013, financiada por la Vicerrectoría de Asuntos
Académicos de la Univ. de Chile, y continúa en desarrollo gracias al respaldo de Conicyt y DAAD. Agradezco encarecidamente las con-
versaciones y comentarios de Carlos Rúa, Fernando Guzmán, Astrid Windus y Jorge Pizarro, así como también a Fernando Quiles por
la invitación a participar en este libro. Un agradecimiento especial va dedicado al ayllu Parcomarca de Copacabana de Andamarca.
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La pintura ilusionista entre Europa y América
Murales y umbrales
Las iglesias de los Andes materializan tanto los esfuerzos evangelizado-
res del imperio español como las religiosidades híbridas que nacieron al
alero de tensiones y negociaciones entre la religión oficial y la república
de indios que formó la base social de los virreinatos americanos. Muchas
pinturas atestiguan la capacidad de adaptación, selección, apropiación
y resistencia de las poblaciones locales, y aquellas confeccionadas
sobre soporte mural, conservadas en la ubicación específica para la
que fueron creadas, ofrecen una perspectiva especialmente rica sobre
estos procesos históricos. El santuario de Copacabana de Andamarca,
situado en las alturas del altiplano boliviano, es un ejemplar sobresa-
liente en el arte mural del Virreinato del Perú.
1. Flores Ochoa, Jorge et al. Pintura mural en el sur andino. Lima, Banco de Crédito del
Perú, 1993, pág. 37; Cohen Suarez, Ananda. Heaven, Hell and Everything in Between.
Murals of the Colonial Andes. Austin, University of Texas Press, 2016, pág. 11.
2. Flores Ochoa, Jorge et al. Pintura mural…, pág. 38.
3. Ibidem.
4. Gutiérrez, Ramón et al. Arquitectura del altiplano peruano. Buenos Aires, Libros de
Hispanoamérica, 1986 [1978], pág. 113.
5. Bryson, Norman. Volver a mirar: cuatro ensayos sobre la pintura de naturalezas muer-
tas. Madrid, Alianza, 2005, pág. 33.
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Escenografía sagrada: los murales arbóreos del Santuario de Copacabana de Andamarca... | Camila Mardones Bravo
Figura 1. Santuario de rurales andinas, tiene un programa mural muy particular: un paisaje de
Copacabana de Andamarca,
Bolivia.
árboles a escala natural rodeados de aves envuelve al visitante desde
la nave hasta el presbiterio [Fig. 1 y 2]. Transportando al feligrés a un
mundo vegetal muy distinto al del entorno altiplánico, las imágenes
ponen en una escena edénica los rituales cobijados por el recinto. La
atmósfera de ilusión se ve potenciada por una iluminación tenue dada
por tan solo siete ventanitas de alabastro en algunas de las cúpulas.
Asimismo, la fórmula habitual en el muralismo virreinal de usar marcos
pictóricos para encuadrar las imágenes, se reduce al mínimo. La clara
distinción figura-fondo, con las imágenes delineadas directamente
sobre los muros blancos resulta muy distinta al horror vacui de otros
conjuntos de la zona12.
Muchos murales virreinales incluyen ornamentación de motivos Figura 2. Interior del santuario.
florales, tal como se estilaba en las pinturas de la llamada escuela cuz-
queña, pero prácticamente ningún otro templo pone a la vegetación en
un rol tan protagónico como lo hace este santuario13. Teresa Gisbert ha
interpretado el programa como representación del paraíso, basándose
principalmente en la concepción medieval del templo como materiali-
zación de la gloria14 y en la comprensión del cielo cristiano como huerto
florido y los ángeles como aves, según observa en los Andes coloniales15.
La investigadora rastrea esta idea en los diccionarios bilingües y ser-
monarios usados por los doctrineros, aunque parece estar más patente
en una producción visual y literaria urbana que en la catequesis rural.
13. Vale mencionar la pequeña iglesia de Rosapata de Andamarca, que tan solo a 7 kiló-
metros del santuario y construida pocos años después, busca replicar el programa de
Copacabana de Andamarca aunque con un estilo diferente. Otro caso connotado es
el del convento agustino de Malinalco, en lo que fue el Virreinato de Nueva España,
cuyos frescos de flora y fauna local son del siglo XVI.
14. Ver también Lidov, Alexei. “Heavenly Jerusalem: The Byzantine Approach”, Jewish
Art, Jerusalén, 1998, págs. 340-353.
15. Gisbert, Teresa. El paraíso de los pájaros parlantes. La imagen del otro en la cultura
andina. La Paz, Plural Editores, 2012 [1999], págs. 195-196.
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La pintura ilusionista entre Europa y América
Iconología arbórea
El protagonismo pictórico de los árboles de Copacabana de Andamarca
está dado por la ocupación aproximada de un 70% del espacio mural18.
Son diecisiete a escala natural (alrededor de tres metros de altura) y
cuarenta y dos más pequeños a lo largo de los frisos, todos interca-
lados de floreros, rodeados de aves, bien delineados sus contornos
y dispuestos ordenadamente sobre el fondo blanco. Los árboles van
pareados simétricamente entre ambos muros, con la excepción del
primero que se encuentra frente a la puerta de acceso al coro, por el
lado de la Epístola19. Todo el espacio pictórico central se sitúa sobre
un zócalo de talaveras en trampantojo. Una sencilla cerca de madera,
también pictórica, contiene el huerto frutal a lo largo de la nave, desa-
pareciendo en el presbiterio.
Los nueve árboles de la nave son semejantes entre sí por la Figura 3. Muro del Evangelio,
zona de la segunda cúpula.
variedad de frutos, flores campaniformes y follajes imbricados en la
arquitectura, continuando la línea visual de los arcos o envolviendo las
hornacinas según su ubicación. La diversidad de frutos no resulta arti-
ficiosa para la tradición iconográfica cristiana, puesto que ya imágenes
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La pintura ilusionista entre Europa y América
24. En otros casos, con árboles frutales claramente distinguibles: membrillos, grana-
das, higos, como también cipreses y palmeras. Todos ellos representan aspectos
simbólicos importantes del catolicismo.
25. Gutiérrez, Ramón et al. Arquitectura del altiplano peruano…, pág. 75.
26. Pereira Campos, Magdalena et al. “The Tree of Life in the Ruta de la Plata Potosi”,
Journal of Historical Archaeology & Anthropological Sciences, vol. 3, issue 3, pág. 513.
Louis Reau señala que en el arte cristiano primitivo se representaba el paraíso con
un grupo de palmeras. Usa esto para argumentar que el arte no diferenciaba entre
el paraíso celestial y el terrenal hasta que tomó fuerza la imagen apocalíptica de la
Jerusalén celestial en las iglesias románicas. Reau, Louis. Iconografía del arte cris-
tiano. Iconografía de la Biblia. Nuevo testamento. T. I, vol. 2. Barcelona, Ediciones del
Serbal, 2001, pág. 773.
27. Ramos Gavilán, Alonso. Historia del célebre Santuario de Nuestra Señora de Copa-
cabana y sus milagros e invención de la Cruz de Carabuco, 1621 [Ed. Van den Berg, H.
y A. Eichmann. Sucre, Archivo y Biblioteca Nacionales de Bolivia, 2016]. El título
completo de la tercera parte es Libro tercero donde se pone una instrucción de hacer
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La pintura ilusionista entre Europa y América
novenas para los peregrinos que van a visitar el Santuario de Nuestra Señora de Copa-
cabana, o cualquier otro de los muchos que tiene la Virgen María.
28. Ibídem, pág. 510.
29. Ibidem, pág. 477.
30. Nadal, Jerónimo. Evangelicae Historiae Imagines. Amberes, 1593.
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Escenografía sagrada: los murales arbóreos del Santuario de Copacabana de Andamarca... | Camila Mardones Bravo
Figura 7. Ingreso al santuario, desde la distancia32. Tales escalones simulan un juego de texturas: la
lado del Evangelio.
franja inferior un cortinaje con flequillo ocre, a semejanza de los fingidos
azulejos del zócalo; la del medio con una decoración geométrica al modo
de la cerámica incaica; y la tercera una variación de la primera franja,
intercalada con floreros que anticipan el jardín visual que sostiene. Esta
suerte de telón que rodea el templo separa los árboles mayores de los
de los frisos, como en un teatro en que las cortinas delimitan la mirada
a la escena. Si a la altura del feligrés los árboles podados se repletan
de frutos para enseñar lo fecunda que resulta la buena conciencia,
“detrás” del telón, o arriba tomado literalmente, se encuentra el premio:
el paraíso celestial perceptible pero distante.
32. Ver frisos en figuras 3 y 5. Esta es una observación de Pedro Querejazu, artista e
historiador boliviano, a quien agradezco sus conversaciones y el acceso a consultar
su biblioteca particular durante una estadía de investigación en La Paz.
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Escenografía sagrada: los murales arbóreos del Santuario de Copacabana de Andamarca... | Camila Mardones Bravo
dirigidas por un soldado español y por el arcángel Miguel en calidad de Figura 8. Ingreso al santuario,
psicopompo hacia una iglesia que sintetiza la Jerusalén celestial33 [Fig. lado de la Epístola.
7]. En el lado de la Epístola, la Virgen del Carmen intercede por ocho al-
mas en el purgatorio enmarcados en un cuadro en trampantojo; a su lado
San Miguel con el atributo de la balanza34 también aparece encuadrado;
unas escenas costumbristas rematan el conjunto con una procesión
[Fig. 8]35. Estas imágenes también mantienen una composición dialó-
33. Mardones Bravo, Camila. “Jerusalén celestial en los Andes: apropiación iconográfica
y autorrepresentación en la pintura mural tardo-colonial”, Colonial Latin American
Review, vol. 28, issue 1, 2019, pág. 113. Lidov señala que la idea de la Jerusalén ce-
lestial ha tomado distintas formas en el arte cristiano puesto que, en un sentido
amplio, “every church with all its decoration is a visual embodiment of the Heavenly
Kingdom on Earth.” Ver: Lidov, Alexei. “Heavenly Jerusalem…”, pág. 341].
34. La psicostasia o pesaje de las almas por parte del arcángel Miguel es parte de la
iconografía del Juicio final. Reau, Louis. Iconografía del arte cristiano…, pág. 765.
35. Ximena Medinacelli describe a la izquierda un indio yura de Potosí, de acuerdo
con su vestimenta, tirando de una mula, y a la derecha, una procesión, vinculando
ambas con la leyenda de origen del santuario (Medinacelli, Ximena. “Negociando
dualidades. Pintura mural y santos patronos en las capillas de Oruro” en Medinace-
lli, Ximena; Cárdenas, Cleverth C. (eds.). Iglesias y fiestas en el altiplano de La Paz y
Oruro. Aproximaciones multidisciplinarias. La Paz, MUSEF, 2013, pág. 92).
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La pintura ilusionista entre Europa y América
36. El purgatorio era entendido como un “infierno provisional cuya población soporta
los mismos tormentos que los réprobos, con la diferencia de que no están condena-
dos eternamente”. Reau, Louis. Iconografía del arte cristiano…, pág. 776.
37. Ibídem, pág. 119. Ramos Gavilán dice en su novenario: “Es María escala celestial
porque por ella bajó Dios a la tierra, con ánimo que por ella también mereciesen los
hombres subir a los cielos” (Ramos Gavilán, Alonso. Historia del célebre Santuario de
Nuestra Señora de Copacabana…, pág. 432).
38. Esta agencia kinésica y reflexiva de las imágenes sobre los fieles es analizada con
maestría por Astrid Windus para el caso de la iglesia de Carabuco, Bolivia. Ver: Win-
dus, Astrid. “Espacios locales y espacios trascendentales de la conversión: las Pos-
trimerías de Carabuco y la producción performativa de epistemologías transcultura-
les”, Colonial Latin American Review, vol. 28, Issue 1, 2019, págs. 59-80.
39. En tres hornacinas están San Agustín (Fig. 3), San Bartolomé y una figura deteriora-
da de un santo con un toro, posible San Lucas. En el arco toral, San Pedro y San Pablo
y cinco medallones con Dios padre rematando su arco de medio punto y los evan-
gelistas (muy deteriorados). Dos ángeles en las esquinas tocan trompeta y tambor.
Ninguna imagen mural representa a la Virgen que da nombre al santuario, aunque
sí dos esculturas en el altar mayor. Medinacelli enfatiza la importancia de estudiar
las pinturas murales en vinculación con las otras imágenes del templo (Medinacelli,
Ximena. “Negociando dualidades…”, pág. 95).
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Escenografía sagrada: los murales arbóreos del Santuario de Copacabana de Andamarca... | Camila Mardones Bravo
64. Su éxito tuvo que ver tanto con las imágenes, como con su lenguaje accesible a los
maestros constructores, y su influencia en los Andes es patente hasta al menos el
siglo XVIII (Cuesta Hernández, Luis Javier. “Sebastián Serlio y el virreinato de Nueva
España: usos y recepción(es)”, Anuario del Departamento de Historia y Teoría del Arte,
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