Recursod e Casacion.
Recursod e Casacion.
Recursod e Casacion.
VII. ANTECEDENTES:
1.- El inciso primero del artículo 356° del Código Procesal Penal determina los
principios que regula y se activan en el desarrollo del juicio oral, señalando que
“(…) rigen especialmente la oralidad, la publicidad, la inmediación y la
contradicción de la actuación probatoria”, advirtiéndose que su inobservancia
acarrea la infracción de la garantía constitucional del debido proceso. Asimismo,
los incisos primero y segundo del artículo 359° del citado Código regulan y
garantizan la presencia del Juzgador y de las partes en el desarrollo del juicio oral,
precisándose que la actuación probatoria (de cargo o descargo) deberá
desarrollarse en presencia del juzgador de instancia que emitirá la sentencia
respectiva, salvaguardándose así la vigencia del principio de inmediación.
2.- De esta manera, se aprecia que el principio de inmediación se presenta en
todos los periodos de la etapa del juicio oral, esto es, periodo inicial (actos
preliminares del juicio y alegatos de apertura), periodo probatorio
(DECLARACIÓN DEL ACUSADO Y TESTIGOS, examen del perito, exhibición y
debate de la prueba material, y examen de la prueba documental y documentada,
entre otros), periodo de alegatos (posición de las partes) y periodo decisorio
(deliberación y sentencia), pues el juzgador está en constante y estrecha
vinculación con la actuación de la prueba, excluyéndose así toda intermediación
fútil que pueda generar una indebida valoración de la prueba. Así, se aprecia que
el principio de inmediación, en conexión con la regla de la sana crítica, influye en
la deliberación de la causa, pues el juzgador luego de presenciar la actuación
probatoria (la formación de la prueba), la valora y se genera convicción respecto a
los hechos litigiosos, precisándose que dicha convicción atiende, además, a los
principios de la lógica, las máximas de la experiencia y los conocimientos
científicos, conforme lo exige el segundo inciso del artículo 393° del Código
Procesal Penal.
3.- El recurso de apelación es “(…) un recurso impugnatorio por el cual, quien se
considere perjudicado por una resolución judicial o el Ministerio Público, puede
acudir ante el órgano superior inmediato, a fin de que se vuelva a analizar lo
actuado y se dicte otro fallo, lo cual supone una nueva valoración de las pruebas” -
[CUBAS VILLANUEVA, Víctor. El Proceso Penal. Teoría y jurisprudencia
constitucional. Lima: Palestra Editores, 2006, pp. 488-489]-, configurándose así
como el medio impugnatorio por excelencia en el sistema procesal penal peruano,
regulado en la sección IV del Libro Cuarto del Código Adjetivo, advirtiéndose que
su normatividad delimita su grado de actuación en estricto cumplimiento de las
formalidades exigidas.
2.- Esto conlleva a que los destinatarios de la norma secundaria, muchas veces
apliquen de una manera inadecuada las consecuencias jurídicas.
3.- En esta ocasión, sale a la luz la problemática de la presente CASACIÓN
EXCEPCIONAL: La determinación de los parámetros o criterios objetivos del
“conocimiento” de las normas jurídicas o del procedimiento administrativo o del
Derecho en general en el delito contra la administración pública, delitos
cometidos por funcionarios públicos en la modalidad de concusión en grado
de tentativa.
4.- En tal sentido, la Sala Penal de la Corte Suprema, en atención a los criterios de
unificación de la interpretación normativa y como órgano máximo del Poder
Judicial, deberá crear y/o fijar los criterios normativos a fin de determinar de
manera más próxima, una línea jurisprudencial como precedente para la
resolución de conflictos posteriores y determinar ¿CUÁL ES LA EXIGENCIA DE
CONOCIMIENTO QUE EXIGE EN ESTE TIPO DE DELITO?
14.- Respecto de la declaración de Yoni Sulca Huarancca, este testigo refiere que
recibió golpes en la nuca, lapo en la cara y patada en el brazo izquierdo, esta
afirmación se contradice con lo referido en el certificado médico legal N° 006627-
V, el que señala reacción dolorosa a nivel hipocondrio lado izquierdo (zona
abdominal), es más refiere también de su testimonial que corre a fojas 11 y 112,
que en ningún momento le entrego la suma de 1.00 sol.
15.- Respecto de la declaración de Olimpio Allcca Barboza, que corre a fojas 112
al 113 del cuaderno de debates, refiere que recibió dos lapos uno en la cara y otro
en la nuca, y un empujón hacia la pared, pero sin embargo el certificado médico
N° 0025-Vlegal, hace constar tumefacción a nivel de la región occipital izquierdo,
entonces este certificado médico legal, no se condice con lo declarado.
18.- Que, se debe señalar, que el señor Juez en este punto solo efectuó un simple
y exiguo relato de los hechos en dos líneas; sin explicar, razonadamente cómo
logró convencerse de la incriminación, por lo que los dichos de los testigos no
pueden servir de fuente de prueba para sustentar una condena, pues para ello se
requiere de corroboraciones periféricas que consoliden en forma independiente la
incriminación, situación que no se evidencia en el presente caso por cuanto el Sr.
Juez, en su sentencia solo se limita a transcribir y enunciar lo que dijeron los
testigos y agraviados, tomando en cuenta las declaraciones como prueba cierta,
sin tomar en cuenta en legajo personal de los testigos (reos, con historial delictivo,
sentenciados a pena privativa de libertad por delitos graves, así se verifica del
oficio N° 401-2018-INPE-20-442-URP, suscrito por el director del establecimiento
penal de Ayacucho, donde consta que: Alcca Barboza Olimpio, es procesado por
Robo Agravado, Jhony Sulca Huarancca, sentenciado a 07 años de pena privativa
de la libertad por actos contra el pudor, Amílcar Pacheco Narváez, sentenciado a
20 años de pena privativa de libertad por Robo Agravado, Amancio Patala Román,
sentenciado a 15 años de pena privativa de libertad por Homicidio, y Alfredo
Bautista Cusichi, sentenciado a 10 años de pena privativa de libertad por
homicidio, evidenciándose que la totalidad de los testigos ofrecidos por el
Ministerio Público, son personas que siempre han vivido al margen de la ley,
habituales en el mundo delictivo.
19.- Debemos tener en cuenta también, que no resulta lógico ni coherente que mi
patrocinado JORGE LUIS BECERRA BEDREGAL, pueda haber solicitado
prebenda alguna, tanto más si como se ha mencionado los testigos –detenidos, al
sostener que el acusado les habría solicitado un beneficio patrimonial para hacer
uso el teléfono público, lo pudieron haber realizado como consecuencia del orden
y disciplina que se impone en el establecimiento penitenciario, poniéndose de
manifiesto de ésta manera; el odio, la tima, la 'enemistad y el rencor en contra de
mi patrocinado existiendo-presencia de incredibilidad subjetiva-, pues no se puede
esperar de un detenido una acción o una gracia en favor de su supervisor,
cuidador; todo este argumento nos lleva a concluir que la incriminación efectuada
en contra del sentenciado obedeció a! resentimiento, odio y rencor, lo que
determinó que dichos testigos imputasen un ilícito de tamaña gravedad, por ende
las declaraciones testimoniales vertidas no pueden tener aptitud probatoria
suficiente para generar certeza en el Colegiado, respecto a la responsabilidad de
JORGE LUIS BECERRA BEDREGAL, por lo tanto existe una INDEBIDA
VALORACIÓN DE LAS PRUEBAS, por cuanto no existe elemento probatorio
alguno que sustente su condena.
POR TANTO:
A usted, señor Presidente, solicito admitir este recurso y disponer su tramitación
conforme a su naturaleza y en su momento la Corte Suprema de la República,
declare fundado el recurso de casación, en consecuencia fije doctrina
jurisprudencial sobre los argumentos esbozados, ordenándose se declare la
nulidad de la resolución venida en grado y, como consecuencia de ello, se anule la
sentencia condenatoria de acuerdo a una debida fundamentación.