Aceite de Oliva
Aceite de Oliva
Aceite de Oliva
1. Coloca en una taza una cucharada de aceite, una de miel y una yema de huevo.
2. Revuelve hasta que se obtenga una mezcla homogénea.
3. Coloca la mezcla sobre las uñas y deja que actúe durante media hora pasando
luego a enjuagar las uñas bien con agua.
4. La combinación de estos tres elementos tan nutritivos fortalecerá sus manos
después de algunas aplicaciones.
Limón
1. Remoja tus uñas dos veces al día en un vaso donde pongas jugo de limón puro.
2. Si lo deseas, puede hacer que esta rutina de belleza sea más hidratante agregando
unas gotas de aceite de oliva. Tus uñas serán más fuertes y profundas de
inmediato.
Agua y bicarbonato
1. Por último, si tus uñas están amarillas y debilitadas, el remedio natural más efectivo
es hacer compresas de agua y bicarbonato. No hay efectos secundarios, no arruina
tus manos y ¡puedes hacerlo cuando quieras!
Crea una pasta. Blanquear tus dientes no tiene que ser un tratamiento costoso. Puedes
utilizar varios ingredientes que quizá ya tengas en casa. Un método efectivo para hacerlo es
crear una pasta de bicarbonato de sodio y jugo de limón. El bicarbonato de sodio sirve para
equilibrar los niveles de pH de tu boca, mientras que el jugo de limón es una especie de
blanqueador natural.[2]
Limón
Por las noches, corta un limón por la mitad y frótalo por todas tus piezas dentales,
posteriormente lava tu boca como de costumbre.
No olvides que el limón es fotosensible y si se usa de día podría manchar cualquier
otra parte de la piel.
El limón Es necesario cortar un trozo de limón para aplicarlo con movimientos ligeros
sobre los dientes, pero también se puede hacer un zumo de limón para enjuagar la boca
con él.
El bicarbonato de sodio es una buena opción para blanquear los dientes de forma
rápida y natural.
Este quizá sea uno de los métodos más populares. Una forma de aplicar el
bicarbonato de sodio es mezclar media cucharada de polvo en un recipiente con
agua hasta formar una suerte de pasta y pasarla por los dientes. Dejarla actuar 1 o 2
minutos, retirarla y lavarse los dientes con dentífrico. Otra opción es poner la pasta
de dientes habitual sobre el cepillo de dientes (no hace falta que sea mucha
cantidad) y sumar media cucharadita de bicarbonato. Luego, sólo hay que cepillarse
los dientes por todos sus frentes para obtener un resultado parejo. Puede funcionar
para quitar o bajar el tono de las manchas en los dientes y eliminar la placa, pero
hay que tener en cuenta que no debe hacerse más de dos veces al mes para no dañar
el esmalte (película externa de la dentadura) o causar sensibilidad dental.
El jugo de limón sirve para reducir manchas de los dientes, eliminar el sarro y mejorar
el aliento. (Thinkstock)
En una olla pequeña, hervir el jugo de 1 limón con 1 vaso de agua. Retirar del
fuego, dejar enfriar y usarlo como buche al momento de cepillarse los dientes.
Ayuda a atenuar machas, reducir el sarro que se acumula entre los dientes y, como
plus, mejorar el aliento, ya que la vitamina C del limón, tiene propiedades
antibacterianas. Pero no hacerlo más de 1 vez a la semana ya que, en exceso, el
ácido del limón puede dañar o desgastar el esmalte dental.
Manchas amarillas
Por norma general, este tipo de manchas están causadas por ingerir alimentos
ácidos como limón, naranja, lima, vinagre u otros. Este tipo de alimentos
erosiona la capa de esmalte, que se vuelve más fina y deja a la vista la dentina, la
cual tiene un color amarillo.
Manchas amarillas
Este medicamento fue suministrado de manera masiva tanto a niños como a adultos,
especialmente durante las décadas de los años 60 y 70.
Por tanto, es frecuente que en nuestra consulta nos encontremos a diario con
pacientes que presentan decoloraciones en sus dientes debido al uso de tetraciclinas.
Además de los orígenes mencionados, los dientes amarillos también pueden deberse
a un golpe, que provoca que el diente se necrose y pierda la vitalidad.