Trabajo Religión

Descargar como docx, pdf o txt
Descargar como docx, pdf o txt
Está en la página 1de 2

El propósito de nuestra vida

(*las palabras seleccionadas del texto guía se encuentran entre comillas en el presente microtexto)

El autor Víctor Frankl señala en su libro “El hombre en búsqueda de sentido”, la importancia para el
ser humano de que su vida tenga un propósito y un significado. Se trata de una búsqueda continua
de quienes somos, para donde vamos, qué queremos ser. Sin embargo, resulta muy difícil
emprender este camino. La búsqueda del significado de la vida no es tarea fácil, podemos pasarnos
toda una vida tratando de descubrir nuestra esencia y de tener un lugar en el mundo.

Es en el día a día que la “dinámica de la vida humana declara su propio sentido”, esto es, la
búsqueda de quienes somos y de nuestro propósito la construimos a diario. Desde que nacemos se
nos enseña, cómo pensar, cómo actuar, cómo responder ante las circunstancias, qué se espera de
nosotros, en fin, pareciera una vida orientada hacia lo demás, a lo que el otro espera de mí. Pero yo
dónde estoy, dónde están mis propósitos, qué es mi vida. Es posible que nos hayamos hecho esas
preguntas en algún momento de nuestra vida. Tal vez siendo jóvenes o en la vejez. O cuando
nuestra vida se torna llena de dificultades, que nos parece imposible salir de ese estado y que nadie
nos ofrece una solución, ni siquiera la vemos en nosotros mismos. Es cuando nos damos cuenta que
quizá no hemos encontrado un propósito para vivir, una razón que justifique por qué aún respiramos
o caminamos. “Es nuestra naturaleza” como “seres humanos”, “existir para un propósito”, pero
cómo saberlo, cómo descubrirlo.

Víctor Frankl nos señala “…lo esencial de la condición humana es el hecho de autotrascenderse”,
pero qué significa esto, y qué tiene que ver con el propósito de nuestras vidas. La palabra
trascendencia, se relaciona con ser más, con avanzar, permanecer en movimiento, llegar a un estado
de total significación, que podemos identificar desde qué significa ser humano, quién soy como ser
humano, qué hago en este tiempo y en este lugar, cuestionarnos en ultimas sobre nuestra propia
existencia con el objetivo de saber más sobre nosotros mismo, reconocernos y por qué no tener la
opción de cambiar nuestras circunstancias como posibilidad de mejorar o salir de estados en los
cuales nos sentimos que no somos o inadecuados para ser.

La idea de trascendencia está relacionada con la “necesidad de dejar un legado”. Pero cómo dejar
un legado cuándo ni siquiera sabes quién eres. Cuando es difícil “hallar un significado”.
Justamente hacernos este tipo de cuestionamientos, permite encontrar ese significado. Responder a
cada cuestionamiento surgido en nuestra vida a medida que estamos en el mundo, nos da una idea
de qué queremos ser o cuando ya no estemos, cómo seguir permaneciendo con sentido aun para
otros. Pero esta construcción de sentido, el autor Víctor Frankl por su experiencia personal y
profesional, la muestra con una esencia positiva para el ser, que le permita identificar quien es,
valorarse más como ser hasta llegar a amarse así mismo, o por lo menos encontrar una razón para
hacerlo.

Por muy esperanzador que suene toda esta propuesta, resulta la mayoría de las veces, muy difícil
“hallar” ese “significado” en nuestras vidas. Curiosamente, Víctor Frankl plantea que “aprender a
soportar nuestra inhabilidad para comprender en su totalidad” el “sentido” de la vida, puede
conducir a la posibilidad de ver la “realidad como algo completamente definido y acabado”, pero
“es una oportunidad” para encontrar el “significado en la vida”. Esta oportunidad de revisar lo que
somos, permite identificar oportunidades de cambio, en ultimas, la posibilidad de “transformación
de la vida”, aún puede convertirse en “un propósito”. Es en este preciso momento, cuando la
persona empieza a “tomar partido” en su propia vida, es decir, asume su “responsabilidad y
compromiso” ante sí mismo porque ha tomado conciencia de las propias vivencias y necesidades”,
porque sin “consciencia no hay capacidad de conexión con la realidad”.
Esa “realidad externa” que puede, en algunos momentos ser “percibida como amenazante e
invasiva” para la vida del ser, por los significados que ha construido de sus propias experiencias,
algunas dolorosas, que determinan una sensación inadecuada de sí mismo, del mundo y del
futuro. Sentimientos de inseguridad, temor, ira surgen en el interior del ser, y se convierten en
el día a día, que impiden ver otras posibilidades de vida más equilibradas y armoniosas. “El
propósito” en nuestra vida le da un sentido a la existencia, es decir, nos puede conducir a
identificar “prioridades”, y a “proporcionar una sensación de bienestar y plenitud” con nosotros
mismos y con quienes nos rodean. Sin embargo, como jóvenes podemos experimentar algunas
veces esa sensación de “vacío” en nuestro interior, debido a todas esas circunstancias, algunas
de perdida, abandono o soledad que hemos podido sentir en algún momento de nuestra vida.
Esta visión “fatalista” de sí mismo y del mundo, permite la a parición de pensamientos de
inutilidad, y cambiar este estado puede llegar a parecer para sí mismo como “imposible”.

Es en ultimas nosotros mismos, quienes podemos transformarnos, llegar a “configurar las


circunstancias” difíciles en posibilidades de cambio. Poder identificar la necesidad de depender
de “algo más grande que nosotros mismos”, y este sea el motor que nos impulse a querer ser
más. Sea esto último, la búsqueda de la espiritualidad y de la armonía interior, el bienestar
propio, los cuales no dependen ni del tiempo ni de las “exigencias del entorno”. “Una persona”
que asume un propósito en su vida, ha adoptado un compromiso consigo mismo y un “sentido”,
“una posibilidad” de superar “situaciones límite” y circunstancias demasiado complejas.

Al encontrarnos con un propósito en nuestra vida, no seremos capaces de abandonarnos a


nosotros mismos independientemente de qué tipo de situación se esté viviendo, ya que somos
“conscientes” de la “responsabilidad” que tenemos con nosotros, lo capaces que seremos de
amarnos, sabiendo que somos una construcción continua que no puede “tirarse” a la basura o a
la nada. Somos capaces de conocer nuestro “porqué” en la vida y podremos “soportar casi
cualquier cómo” (Nietzsche).

También podría gustarte