Oración Ante El Santísimo
Oración Ante El Santísimo
Oración Ante El Santísimo
Señor mío Jesucristo, me acerco a tu altar lleno de temor por mis pecados,
pero también lleno de confianza porque estoy seguro de tu misericordia.
Señor mío Jesucristo, Rey eterno, Dios y hombre verdadero, mírame con amor,
pues quisiste hacerte hombre para morir por nosotros. Escúchame, pues
espero en Ti. Ten compasión de mis pecados y miserias, Tú que eres fuente
inagotable de amor.
Purifícame de todas mis maldades para que pueda recibir menos indignamente
tu sagrada comunión. Que tu cuerpo y tu sangre me ayuden Señor, a obtener
de Ti el perdón de mis pecados y la satisfacción de mis culpas; me libren de
mis malos pensamientos, renueven en mí los sentimientos santos, me impulsen
a cumplir tu voluntad y me protejan en todo peligro de alma y cuerpo.
ORACIÓN DE SAN ALFONSO MARÍA DE LIGORIO
Señor mío Jesucristo, que por amor a los hombre estás noche y día en este
sacramento, lleno de piedad y de amor, esperando, llamando y recibiendo a
cuantos vienen a visitarte: creo que estás presente en el sacramento del altar.
Te adoro desde el abismo de mi nada y te doy gracias por todas las mercedes
que me has hecho, y especialmente por haberte dado Tú mismo en este
sacramento, por haberme concedido por mi abogada a tu amadísima Madre y
haberme llamado a visitarte en esta iglesia.
Adoro ahora a tu Santísimo corazón y deseo adorarlo por tres fines: el primero,
en acción de gracias por este insigne beneficio. En segundo lugar, para
resarcirte de todas las injurias que recibes de tus enemigos en este
sacramento; y finalmente, deseando adorarte con esta visita en todos los
lugares de la Tierra donde estás sacramentado con menos culto y abandono.
Amén.
ORACION AL SANTÍSIMO
Amén
ADORACIÓN EUCARÍSTICA DE JUAN PABLO II
Señor Jesús:
Nos presentamos ante ti sabiendo que nos llamas y que nos amas tal como
somos.
"Tú tienes palabras de vida eterna y nosotros hemos creído y conocido que tú
eres el Hijo de Dios" (Jn. 6,69).
Queremos sentir como tú y valorar las cosas como las valoras tú. Porque tú
eres el centro, el principio y el fin de todo.
Apoyados en esta ESPERANZA, queremos infundir en el mundo esta escala de
valores evangélicos por la que Dios y sus dones salvíficos ocupan el primer
lugar en el corazón y en las actitudes de la vida concreta.
Queremos AMAR COMO TÚ, que das la vida y te comunicas con todo lo que
eres.
Quisiéramos decir como San Pablo: "Mi vida es Cristo" (Flp. 1,21).
Queremos aprender a "estar con quien sabemos nos ama", porque "con tan
buen amigo presente todo se puede sufrir". En ti aprenderemos a unirnos a la
voluntad del Padre, porque en la oración "el amor es el que habla" (Sta.
Teresa).
El Espíritu Santo que has infundido en nuestros corazones nos ayuda a decir
esos "gemidos inenarrables" (Rom. 8,26) que se traducen en actitud
agradecida y sencilla, y en el gesto filial de quien ya se contenta con sola tu
presencia, tu amor y tu palabra.
Nos has dado a tu Madre como nuestra para que nos enseñe a meditar y
adorar en el corazón. Ella, recibiendo la Palabra y poniéndola en práctica, se
hizo la más perfecta Madre.