Cantar ofrece numerosos beneficios para la salud tanto psicológica como física. Al cantar, el cuerpo genera sustancias como las endorfinas, dopamina y serotonina que elevan el estado de ánimo y producen sensación de bienestar. Además, cantar implica aprendizaje que mantiene la mente activa y puede prevenir el deterioro cognitivo. Las personas que cantan tienen más conexiones en el cerebro debido a que activa tanto el hemisferio izquierdo como el derecho.
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Cantar ofrece numerosos beneficios para la salud tanto psicológica como física. Al cantar, el cuerpo genera sustancias como las endorfinas, dopamina y serotonina que elevan el estado de ánimo y producen sensación de bienestar. Además, cantar implica aprendizaje que mantiene la mente activa y puede prevenir el deterioro cognitivo. Las personas que cantan tienen más conexiones en el cerebro debido a que activa tanto el hemisferio izquierdo como el derecho.
Cantar ofrece numerosos beneficios para la salud tanto psicológica como física. Al cantar, el cuerpo genera sustancias como las endorfinas, dopamina y serotonina que elevan el estado de ánimo y producen sensación de bienestar. Además, cantar implica aprendizaje que mantiene la mente activa y puede prevenir el deterioro cognitivo. Las personas que cantan tienen más conexiones en el cerebro debido a que activa tanto el hemisferio izquierdo como el derecho.
Cantar ofrece numerosos beneficios para la salud tanto psicológica como física. Al cantar, el cuerpo genera sustancias como las endorfinas, dopamina y serotonina que elevan el estado de ánimo y producen sensación de bienestar. Además, cantar implica aprendizaje que mantiene la mente activa y puede prevenir el deterioro cognitivo. Las personas que cantan tienen más conexiones en el cerebro debido a que activa tanto el hemisferio izquierdo como el derecho.
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¿A quién no le gusta cantar?
Hay personas que no tienen
problemas en hacerlo delante de cualquiera, mientras que otras solo se atreven en la intimidad de la ducha , pero casi todas disfrutan de hacerlo. Lo que no todo el mundo sabe es que cantar -sin importar qué estilo de música se interprete, ni cómo de bien suene para los demás- también ofrece beneficios para la salud, tanto en aspectos psicológicos y emocionales como a nivel físico.
Desde hace relativamente poco tiempo la ciencia se ha
dedicado a realizar estudios y experimentos acerca de los efectos de la música, los cuales ayudan a entender por qué tal disciplina artística ha sido parte de la vida cotidiana desde las más antiguas culturas de la humanidad y hasta nuestros días. Uno de los principales hallazgos fue el hecho de que cantar hace que el cuerpo genere endorfinas, neurotransmisores que levantan el ánimo y nos ponen de buen humor.
También se han hallado vinculaciones entre el canto y la
producción de dopamina, oxitocina y serotonina, todas sustancias que contribuyen con la sensación de bienestar. Y además se reducen los niveles de cortisol, la hormona que el cuerpo libera como respuesta al estrés. Es decir, todos efectos positivos.
1. El canto genera felicidad y eleva el estado de ánimo,
lo cual contrarresta los sentimientos de tristeza y depresión.
1. Cantar implica educación y aprendizaje (memorizar
letras, melodías, etc.), y por lo tanto contribuye a mantener la mente activa y a prevenir el deterioro de las funciones cognitivas. Las personas que cantan tienen más conexiones entre las distintas áreas del cerebro que aquellas que no cantan. Así lo afirma el neurocientífico Aniruddh D. Patel en su libro Music, Language, and the Brain ("La música, el lenguaje y el cerebro"), de 2008. ¿La razón? El lenguaje es una actividad que en la mayoría de los casos depende del hemisferio izquierdo del cerebro, mientras que la música -como la mayoría de las demás artes- depende del derecho. Por eso, las canciones con letra favorecerían las interconexiones.
Diferentes estudios han concluido que cantar podría ayudar
en el tratamiento de ciertos problemas en el habla, como la tartamudez y la afasia, además de otros problemas neurológicos como lesiones cerebrales no congénitas, mal de Parkinson o trastornos del espectro autista. El aprendizaje y el entrenamiento del canto, por otra parte, se torna una "gimnasia mental" que promueve las nuevas sinapsis y por ende la neurogénesis y la plasticidad cerebral, algo que es clave sobre todo en los adultos mayores para prevenir o retrasar el deterioro cognitivo.