Ensayo Conflictos Belicos
Ensayo Conflictos Belicos
Ensayo Conflictos Belicos
¿Qué es Bélico?
Bélico es un adjetivo que indica que algo es relativo a la guerra. Procede del
latín bellĭcus y a su vez de la palabra bellum (guerra).
Algunas palabras similares pueden ser: belicoso, guerrero, agresivo o militarista. Como
antónimos se pueden citar los adjetivos pacifista y antimilitarista.
El adjetivo 'bélico' se puede aplicar a diferentes términos como material bélico, ambiente
bélico o contexto bélico, en los cuales se podría sustituir la palabra 'bélico' por 'de guerra'.
La Primera Guerra Mundial, anteriormente llamada la Gran Guerra, fue una confrontación
bélica centrada en Europa que empezó el 28 de julio de 1914 y finalizó el 11 de
noviembre de 1918, cuando Alemania aceptó las condiciones del armisticio.
Recibió el calificativo de mundial porque se vieron involucradas todas las grandes
potencias industriales y militares de la época, divididas en dos alianzas. Por un lado, la
Triple Alianza formada por las Potencias Centrales: el Imperio alemán y Austria-Hungría.
Italia, que había sido miembro de la Triple Alianza junto a Alemania y Austria-Hungría, no
se unió a las Potencias Centrales, pues Austria, en contra de los términos pactados, fue la
nación agresora que desencadenó el conflicto. Por otro lado se encontraba la Triple
Entente, formada por el Reino Unido, Francia y el Imperio ruso. Ambas alianzas sufrieron
cambios y fueron varias las naciones que acabarían ingresando en las filas de uno u otro
bando según avanzaba la guerra: Italia, el Imperio del Japón y Estados Unidos se unieron
a la Triple Entente, mientras el Imperio otomano y el Reino de Bulgaria se unieron a las
Potencias Centrales. Más de 70 millones de militares, de los cuales 60 millones eran
europeos, se movilizaron y combatieron en la entonces guerra más grande de la historia.
Hasta antes del comienzo de la Segunda Guerra Mundial, esta guerra era llamada Gran
Guerra o Guerra Mundial, expresión esta última que en Alemania comenzó a utilizarse
desde su comienzo (Weltkrieg), aunque solo se generalizó en Francia (Guerre Mondiale) y
en el Reino Unido (World War) en la década de 1930, mientras que en Estados Unidos la
denominación se impuso a partir de su intervención en 1917, ya que allí se la conocía
como Guerra Europea.
Aunque el imperialismo que venían desarrollando desde hacía décadas las potencias
involucradas fue la principal causa subyacente, el detonante del conflicto se produjo el 28
de junio de 1914 en Sarajevo con el asesinato del archiduque Francisco Fernando de
Austria, a manos de Gavrilo Princip, un joven nacionalista serbio. Este suceso desató una
crisis diplomática cuando Austria-Hungría dio un ultimátum al Reino de Serbia y se
invocaron las distintas alianzas internacionales forjadas a lo largo de las décadas
anteriores. En pocas semanas, todas las grandes potencias europeas estaban en guerra y
el conflicto se extendió a muchas otras áreas geográficas.
El 28 de julio, los austrohúngaros iniciaron las hostilidades con el intento de invasión de
Serbia. Mientras Rusia se movilizaba, Alemania invadió Bélgica, que se había declarado
neutral, y Luxemburgo en su camino a Francia. La violación de la soberanía belga llevó al
Reino Unido a declarar la guerra a Alemania. Los alemanes fueron detenidos por los
franceses a pocos kilómetros de París, y se inició una guerra de desgaste en la que las
líneas de trincheras apenas sufrirían variación alguna hasta 1917. Este frente es conocido
como Frente Occidental. En el Frente Oriental, el ejército ruso logró algunas victorias
frente a los austro-húngaros, pero fueron detenidos por los alemanes en su intento de
invadir Prusia Oriental. En noviembre de 1914, el Imperio otomano entró en la guerra, lo
que significó la apertura de distintos frentes en el Cáucaso, Mesopotamia y el Sinaí. Italia
y Bulgaria se unieron a la guerra en 1915, Rumania en 1916 y Estados Unidos en 1917.
Tras años de relativo estancamiento, la guerra empezó su desenlace en marzo de 1917
con la caída del gobierno ruso tras la Revolución de Febrero y la firma de un acuerdo de
paz entre la Rusia revolucionaria y las Potencias Centrales después de la Revolución de
Octubre, en marzo de 1918. El 4 de noviembre de 1918, el Imperio austrohúngaro solicitó
un armisticio. Tras una gran ofensiva alemana a principios de 1918 a lo largo de todo el
Frente Occidental, los Aliados hicieron retroceder a los alemanes en una serie de exitosas
ofensivas. Alemania, en plena revolución, solicitó un armisticio el 11 de noviembre de
1918, poniendo fin a la guerra con la victoria aliada.
Tras el fin de la guerra, cuatro grandes imperios dejaron de existir: el alemán, el ruso, el
austrohúngaro y el otomano. Los Estados sucesores de los dos primeros perdieron una
parte importante de sus antiguos territorios, mientras que los dos últimos se
desmantelaron. El mapa de Europa y sus fronteras cambiaron por completo y varias
naciones se independizaron o se crearon. Al calor de la Primera Guerra Mundial se fraguó
la Revolución rusa, que concluyó con la creación del primer Estado en la historia
autodenominado socialista: la Unión Soviética.
Tras seis meses de negociaciones en la Conferencia de Paz de París, el 28 de junio de
1919 los países aliados firmaron el Tratado de Versalles con Alemania, y otros a lo largo
del siguiente año con cada una de las potencias derrotadas. Más de nueve millones de
combatientes y siete millones de civiles perdieron la vida (el 1 % de la población mundial),
una cifra extraordinaria, dada la sofisticación tecnológica e industrial de los beligerantes.
Es el quinto conflicto más mortífero de la historia de la Humanidad. La convulsión que
provocó la guerra allanó el camino a grandes cambios políticos, con revoluciones de un
carácter nunca visto en varias de las naciones involucradas. Se fundó la Sociedad de
Naciones, con el objetivo de evitar que un conflicto de tal magnitud se repitiese; sin
embargo, dos décadas después estalló la Segunda Guerra Mundial. Entre sus razones se
pueden señalar: el alza de los nacionalismos, una cierta debilidad de los Estados
democráticos, la humillación sentida por Alemania tras su derrota, las grandes crisis
económicas y, sobre todo, el auge del fascismo.
Causas de la Primera Guerra Mundial:
- Asesinato del archiduque Francisco Fernando de Austria en Sarajevo
El 28 de junio de 1914, el archiduque Francisco Fernando de Austria visitó Sarajevo, la
capital de Bosnia. Allí, un grupo de seis militantes (Cvjetko Popović, Muhamed
Mehmedbašić, Nedeljko Čabrinović, Trifko Grabež, Vaso Čubrilović y Gavrilo Princip) de la
organización nacionalista Joven Bosnia, grupo juvenil de la organización secreta Mano
Negra, se habían reunido en la calle donde estaba previsto que pasara la caravana del
archiduque con la intención de asesinarlo. Cuando la comitiva pasó por la calle,
Čabrinović lanzó una granada al coche de Francisco Fernando, pero falló. Algunos
viandantes resultaron heridos en las inmediaciones por la explosión, pero el convoy de
Fernando continuó su marcha y los demás asesinos no actuaron cuando el coche pasó
por delante de ellos. Una hora más tarde, cuando Francisco Fernando regresaba del
ayuntamiento de Sarajevo en dirección a un hospital para visitar a los heridos por el
atentado, la caravana se equivocó y giró hacia una calle donde, casualmente, se
encontraba Gavrilo Princip. Al paso del coche del archiduque, Princip sacó su pistola, una
FN Modelo 1910, y disparó a Fernando y a su esposa Sofía; Princip intentó suicidarse,
pero la turba que había presenciado el magnicidio se lo impidió y fue posteriormente
detenido.
Al contrario de lo que cabría esperar en vista del acontecimiento posterior, la reacción de
la población en Austria fue débil, casi indiferente. El historiador Zbyněk Zeman escribiría
más tarde:
El evento no provocó ninguna impresión en absoluto. El domingo y lunes (días 28 y 29 de
junio) las multitudes en Viena escucharon música y bebieron vino, como si nada hubiera
sucedido.
Las autoridades austro-húngaras animaron una serie de disturbios anti serbios en
Sarajevo, en los que croatas y bosnios asesinaron a dos personas de origen serbio y
dañaron numerosos edificios de propiedad serbia. Se organizaron acciones violentas
contra serbios fuera de Sarajevo y en la ciudad se produjeron más de un centenar de
detenciones de sospechosos de haber participado o ayudado en el asesinato del
archiduque; los ataques se extendieron a otras grandes ciudades del Imperio
austrohúngaro en las actuales Bosnia, Croacia y Eslovenia. Las autoridades encarcelaron
o extraditaron en toda Bosnia a unos 5500 prominentes serbios, de los cuales entre 700 y
2200 murieron en prisión. Más de 460 serbios fueron condenados a muerte y una milicia
especial de mayoría bosnia conocida como Schutzkorps comenzó a perseguir a los
serbios de forma sistemática.
- Crisis de julio
El asesinato condujo a un mes de maniobras diplomáticas entre las principales potencias
europeas: Austria-Hungría, Alemania, Rusia, Francia y Reino Unido, conocidas como
crisis de julio. Creyendo (correctamente) que funcionarios del gobierno de Serbia estaban
involucrados en el complot para asesinar al archiduque y con la intención de terminar
definitivamente con la intromisión de Serbia en Bosnia, Austria-Hungría entregó a Serbia
un ultimátum el 23 de julio donde hacía diez demandas imposibles de aceptar (de forma
intencionada), para justificar una guerra contra Serbia. Al día siguiente, después de
celebrarse un consejo de ministros en Rusia presidido por el mismo zar, Rusia ordenó la
movilización general de sus tropas en los distritos y flotas del mar Báltico, el mar Negro,
Odesa, Kiev, Kazán y Moscú. También se pidió a otras regiones acelerar los preparativos
para una inminente movilización general. El día 25, Serbia decretó la movilización general
y esa misma noche declaró que aceptaba todos los términos del ultimátum, excepto el
artículo sexto, que exigía él envió de una delegación austriaca a Serbia para participar en
la investigación del asesinato. Al día siguiente, Austria rompió sus relaciones diplomáticas
con Serbia y un día después ordenó la movilización parcial; el día 28, Austria-Hungría
declaró la guerra a Serbia.
El 29 de julio, Rusia salió en ayuda de su protegido serbio y declaró, de forma unilateral y
fuera de los procedimientos previstos en los acuerdos militares franco-rusos, la
movilización parcial contra el Imperio austrohúngaro. El canciller de Alemania, Theobald
von Bethmann-Hollweg, decidió retrasar su respuesta hasta el día 31, pero no daría
tiempo a meditarla, pues el día 30 Rusia ordenó una movilización general contra
Alemania, y en respuesta, esta se declaró en estado de peligro de guerra. El káiser
Guillermo II de Alemania, pidió a su primo, el zar Nicolás II de Rusia, que detuviera la
movilización general de su país, a lo que este se negó y a lo que Alemania respondió con
un ultimátum donde exigía la desmovilización rusa y el compromiso de no apoyar a
Serbia. Otro fue enviado a Francia, donde se pedía que no apoyase a Rusia si esta salía
en defensa de Serbia. El 1 de agosto, tras la respuesta negativa de Rusia, Alemania se
movilizó y declaró la guerra a Rusia, y por su parte Austria-Hungría ordenaría la
movilización general el 4 de agosto.
El gobierno alemán debía decidir qué plan de despliegue militar ponía en práctica
mientras trataba de mantener a Francia neutral. Alemania planeaba poner en marcha una
versión modificada del Plan Schlieffen, el Aufmarsch II West, que al contrario que el
original (que contemplaba desplegar el 80 % del ejército en el frente occidental)
desplegaría un 60 % de las tropas en el oeste y el 40 % restante en el frente oriental, ya
que era lo máximo que el sistema ferroviario prusiano podía soportar. Los franceses no
respondieron, pero su decisión de retirar a sus soldados a diez kilómetros de sus fronteras
para evitar incidentes confundió a los alemanes. Sin embargo, los franceses decretaron la
movilización de sus reservistas, a lo que Alemania respondió movilizando a los suyos y
poniendo en marcha su plan. Alemania invadió Luxemburgo el 2 de agosto y el día 3
declaró la guerra a Francia. El 4 de agosto, ante la negativa de Bélgica de permitir el paso
de las tropas alemanas en su camino a Francia, Alemania también declaró la guerra a
Bélgica, lo que provocó que Reino Unido declarase (el mismo día 4 a las 19:00 UTC) la
guerra a Alemania, tras el ultimátum británico para mantener la neutralidad de Bélgica.
4.- Segunda Guerra Mundial (1939 – 1945)
La Segunda Guerra Mundial fue un conflicto militar global que se desarrolló entre 1939 y
1945. En este se vieron implicadas la mayor parte de las naciones del mundo, incluidas
todas las grandes potencias, agrupadas en dos alianzas militares enfrentadas: los aliados
de la Segunda Guerra Mundial y las potencias del eje. Fue la mayor contienda bélica de la
historia, con más de cien millones de militares movilizados y un estado de guerra total en
que los grandes contendientes destinaron toda su capacidad económica, militar y
científica al servicio del esfuerzo bélico, borrando la distinción entre recursos civiles y
militares. Marcada por hechos de enorme repercusión que incluyeron la muerte masiva de
civiles, el Holocausto, los bombardeos intensivos sobre ciudades y el uso, por única vez,
de armas nucleares en un conflicto militar, la Segunda Guerra Mundial fue el más
mortífero en la historia con un resultado de entre 50 y 70 millones de víctimas, el 2,5 % de
la población mundial.
Ensayo
Conflictos Bélicos
Diego Chirinos.
C.I 27.303.459