El Sintagma Verbal

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1.

El sintagma verbal

Se llama sintagma verbal al sintagma cuyo núcleo está ocupado por un verbo. El
sintagma verbal puede estar formado por:

▪ Una sola palabra, el verbo: María come.

▪ El verbo junto con otros elementos (complementos o modificadores):


María no come fruta a menudo

❖ Los verbos predicativos

La mayoría de los sintagmas verbales funcionan como predicados; es decir, aportan


información atribuida a otra entidad que se conoce como el sujeto de predicación. En
los siguientes ejemplos, aparece destacado el SV que constituye el predicado de la
secuencia y su núcleo verbal:

Sara corre cada día

Muchos aviones volaban por el cielo

❖ Los verbos copulativos

Sin embargo, el elemento que está caracterizando al sujeto en las siguientes


secuencias no es un SV, sino otro tipo de sintagma:

- Un SAdj. → La cafetera es muy vieja.


- Un SPrep → Este sofá parece de segunda mano.

Como puede verse, existen otros verbos que tienen un significado léxico tan
pobre que el SV que forman por ellos mismos no puede ser el predicado de la
oración: necesitan que aparezca otro elemento para que desempeñe esta función.
Son los verbos copulativos: ser, estar y parecer.

❖ Los verbos semicopulativos

Hay verbos predicativos que, por un proceso de gramaticalización, pierden


la mayor parte de su significado y tan solo aportan matices aspectuales, como la
permanencia, la continuidad o el cambio de estado: son los verbos
semicopulativos. Se llaman así porque dejan de poder formar sintagmas verbales
que sean predicados verbales, de manera que se comportan como si fueran
copulativos.

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Estos verbos suelen admitir un uso como predicativos y otro como
semicopulativos.

Por ejemplo, en las siguientes oraciones vemos cómo el significado pleno


del verbo seguir se ha perdido casi totalmente en la segunda oración:

La espía sigue al sospechoso → verbo predicativo


La espía sigue en apuros →verbo semicopulativo

1.1. Los modificadores del SV

La posición de modificador de los sintagmas verbales puede estar ocupada por


sintagmas adverbiales con adverbios de distinto tipo:

▪ De negación, como no o tampoco:


Ana tampoco vendrá hoy.
▪ De aspecto, como todavía o ya:
¿Ya has invitado a Carmen a la fiesta?
▪ De foco, como solo o sí:
Carlos sí trajo un regalo.

1.2. Los complementos del SV

Los verbos pueden tomar distintos sintagmas y oraciones como complementos.


Sin embargo, no todos los núcleos verbales aceptan todo tipo de complementos,
sino que esto depende de las propiedades de cada uno. No todos se relacionan de la
misma manera con el verbo. En este sentido, el núcleo del SV puede tomar dos
tipos de complementos: los complementos argumentales (o argumentos) y los
adjuntos.

1.2.1. Los argumentos del verbo

Los argumentos están exigidos por el significado del verbo y, por tanto, no se
pueden eliminar sin que el resultado sea agramatical (o se sobrentiendan del
contexto).

Si quisiéramos dibujar el verbo gustar, seguramente necesitaríamos ilustrar


también a los participantes de gustar: la persona a quien le gusta algo y la cosa que
gusta. Esto significa que este verbo selecciona semánticamente dos argumentos:

Me gustan las patatas.

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El número de argumentos de un verbo depende, por tanto, de sus
características semánticas.

❖ Selección categorial

Un núcleo no solo determina el número de argumentos que debe tener, sino


también su categoría gramatical, propiedad que se conoce como selección
categorial. Para ver esto, observemos los siguientes ejemplos:

Mis jugadores poseen inteligencia


SN

*Mis jugadores poseen inteligentes


SAdj

Como podemos ver, el verbo poseer selecciona que su complemento sea un SN,
y no un SAdj.

Por otro lado, las oraciones subordinadas sustantivas ocupan típicamente las
mismas posiciones que los sintagmas nominales. Por este motivo, hay verbos que
pueden admitirlas también como argumentos:

Dije muchas cosas


SN

Dije que Ana estaba también en casa


Oración

Sin embargo, debido a su significado, ciertos verbos seleccionan solo sintagmas


nominales, y no oraciones. Veamos lo que ocurre con el verbo poseer:

Poseía tres libros


SN

*Poseía que comprara tres libros


Oración

Finalmente, existen verbos que, en vez de seleccionar un sintagma nominal


como complemento argumental, seleccionan sintagmas preposicionales. Es el caso
de los verbos entrar o proceder.

Entró en la tienda Procede de Madrid


SPrep SPrep

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❖ Selección semántica

El rol que desempeñan algunos argumentos también está determinado por el


verbo, a causa de su significado.

Recordemos el ejemplo tratado antes:

Me gustan las patatas

En este caso es necesario que aparezcan dos argumentos:

- Uno que sea el experimentante del gusto: me


- Otro argumento que se establezca como tema: las patatas.

Estos papeles se conocen como funciones semánticas.

Otras restricciones formales

Algunos verbos exigen además otras propiedades formales a sus argumentos.


Por ejemplo, el verbo querer solo acepta complementos oracionales cuyo verbo esté en
modo subjuntivo:
Quiero que vengas / *Quiero que vienes

Sin embargo, otros como decir no imponen esta restricción:

Dijo que vengas / Dijo que vienes

Algunas de las funciones semánticas (también conocidas como papeles


temáticos) son las siguientes:

▪ Agente. Ser, generalmente animado, que realiza la acción del verbo:


Pablo tiró la toalla al suelo.
Ayer Juan felicitó a David.

▪ Tema o paciente. Entidad u objeto afectado por la acción del verbo:


Escribí una carta a Manuel.
El cuadro fue pintado por Velázquez.

▪ Experimentante. Ser o entidad, generalmente animada, que


experimenta un proceso psicológico:
Al público le gustó el musical de otoño
Andrés admira a su profesora de piano

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▪ Destinatario o receptor. Entidad a la que se transfiere algo:

Regaló un libro a Lucía.


Dio un bolígrafo a su hermano.

▪ Beneficiario (o benefactivo) o malefactivo. Ser o entidad que se ve


beneficiada o perjudicada por la acción del verbo:
Ana compró un disco para su primo.
Le dieron un balonazo a Jaime.

▪ Origen y meta. Entidades que designan la procedencia y el destino de


movimiento:
Trajeron el coche de Italia.
Sonia fue a Madrid hace unos días.

▪ Locativo o de ubicación. Entidad en la que tiene lugar la acción, estado


o proceso del verbo:
He dejado la pizza en el horno.
Aquí encontrarás la respuesta.

▪ Temporal. Momento o periodo de tiempo en que se produce un estado o


actividad expresados en el verbo:
El examen duró dos horas.
Terminó el trabajo por la mañana.

▪ Instrumento. Designa el objeto con que se lleva a cabo una acción:


Abrió la puerta con la llave.
Apretó las tuercas con el destornillador.

Un verbo puede imponer también restricciones adicionales a sus argumentos


sobre aspectos interpretativos. Para entender esto, pensemos en los verbos
presenciar y comer. Ambos exigen dos argumentos, uno de los cuales es un SN con
función semántica de tema.

El verbo presenciar, por su lado, requiere que su complemento se interprete


como un evento o una situación (accidente, discusión, invasión, entrega, reparación,
etc.):

Presencié el accidente

*Presencié la manzana

Esto explica por qué la primera secuencia es gramatical con un evento como el
accidente, pero no lo es la segunda, con un objeto como la manzana.

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Por el contrario, el tema del verbo comer debe denotar algo susceptible de ser
comido:

Comió la manzana.

*Comió el accidente.

❖ Selección sintáctica

El tipo de verbo restringe, además, cómo se manifiestan los papeles semánticos


de manera sintáctica; es decir, la función sintáctica de sus complementos.

Me gusta el chocolate

Yo odio el chocolate

Los verbos gustar y odiar toman ambos dos argumentos con las mismas
funciones semánticas:

- Un experimentante, la persona que siente el gusto o el odio.


- Un tema, aquello que gusta o que es odiado: el chocolate.

Sin embargo, estos dos pares de argumentos tienen unas propiedades muy
distintas, que hacen que se les asignen unas funciones sintácticas diferentes.

Por ejemplo, el verbo concuerda con el tema en gustar, pero con el


experimentante en el verbo odiar. De esta manera, y a pesar de sus similitudes,
estos verbos asocian la función sintáctica de sujeto a complementos argumentales
con un rol semántico distinto:

Me gustan los chocolates

Nosotros odiamos el chocolate

La función sintáctica de un complemento viene determinada por ciertas marcas


formales que los núcleos asignan, que se conocen como caso.

Así, si un verbo asigna caso acusativo a un SN porque se encuentra en una


posición determinada, lo habrá marcado como su CD. Estas marcas tienen un
impacto directo en la morfología de los complementos en algunas lenguas, como el
latín o el alemán. Sin embargo, en español no pueden verse en los SN, solo en los
pronombres.

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En los siguientes ejemplos, los sintagmas nominales están realizando la función
de sujeto:

Su carta ha llegado
Sujeto

Yo he llegado
Sujeto

Observemos qué ocurre cuando los mismos sintagmas nominales ocupan la


función de CD:

He criticado su carta
CD

Me ha criticado
CD

Como vemos en los ejemplos, el SN su carta tiene la misma morfología,


independientemente de si realiza la función de sujeto o de CD. En cambio, no
ocurre lo mismo con los pronombres yo y me, que sí reflejan en su forma cuál es su
función sintáctica.

2. Las clases de verbos

Existen un gran número de verbos en español, y no todos ellos se comportan


igual desde un punto de vista gramatical.

Por este motivo, es necesario dividirlos en clases para poder hacer


generalizaciones sobre su comportamiento. La cuestión es qué tipos de criterios se
emplean para hacer esta división, ya que la clasificación que obtengamos va a
depender crucialmente de la propiedad en que nos fijemos.

2.1.Clasificación morfológica

Si nos centramos en su morfología, podemos dividir los verbos en diferentes


conjugaciones en función de cuál sea la última vocal de su raíz.

Cada conjugación tiene un modelo de cómo expresan el tiempo, el modo y el


aspecto de la mayoría de los verbos que pertenecen a ella; así podemos calificar un
verbo como regular o irregular si se ajusta o no al modelo de su conjugación.

En español se distinguen tres conjugaciones:

- Los verbos de la primera conjugación tienen una -a- como vocal


temática: cantar, amar, dejar, volar, etc.

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- Los verbos de la segunda conjugación tienen una -e- como vocal
temática: comer, ser, beber, perder, etc.
- Los verbos de la tercera conjugación tienen una -i- como vocal
temática: vivir, decidir, abrir, decir, etc.

Solamente la primera conjugación produce nuevos verbos en la actualidad, como


tuitear o chatear.

2.2. Clasificación semántica

Los verbos pueden clasificarse por el número de argumentos que requieren:

El niño comió galletas


Pedro hizo la tarea
Los niños tienen una bicicleta

Los verbos comer, hacer y tener se construyen con dos argumentos y, además,
tienen en común otras propiedades sintácticas (como por ejemplo que todos
presentan un sujeto y un CD).

En este sentido, podríamos pensar que el número de argumentos que toma un


verbo es un criterio relevante para agrupar los verbos, porque permitiría incluir los
verbos comer, hacer y tener en una misma clase. Por ejemplo:

▪ Ceroargumentales son los verbos que contienen 0 argumentos:


amanecer, llover, nevar…
▪ Monoargumentales son aquellos que tienen 1 argumento: desaparecer,
explotar, reír…
▪ Biargumentales se utiliza para referirse a los verbos de 2 argumentos:
apretar, invitar, criticar…
▪ Triargumentales son los verbos que exigen 3 argumentos: dar, enviar,
regalar…

Los verbos según su significado

Algunos lingüistas también se han fijado en el significado léxico para clasificar los verbos. Estas clases
de verbos tienen en común muchas propiedades, como el tipo de argumentos y adjuntos que admiten.
Podemos distinguir los siguientes:

- Psicológicos (gustar) - De voluntad (desear)


- De influencia (ordenar) - De medida (pesar)
- De lengua (decir) - Existenciales (haber)
- De movimiento (ir)
- De pensamiento (pensar)
- De percepción (ver)

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2.3. Clasificación sintáctica

▪ Verbos transitivos

Se trata de aquellos verbos que seleccionan, al menos, dos argumentos, uno de los
cuáles tiene la función sintáctica de CD.

Ana leyó el ensayo

Esta oración contiene el verbo transitivo leer con dos argumentos:

- Un agente: Ana, que recibe la función sintáctica de sujeto.


- Un tema: el ensayo, cuya función sintáctica es CD.

Estos dos argumentos mantienen unas relaciones lineales idénticas con el verbo:
Ana precede a leyó, que a su vez precede a ensayo. Sin embargo, ¿estructuralmente
también se relacionan de la misma manera con el núcleo? ¿O uno de los dos se vincula
primero con el verbo, y luego el grupo formado por ambos se conecta con el otro
argumento?

Las opciones son las siguientes:

[Ana] [leyó] [el ensayo]

[Ana] [leyó el ensayo]

[Ana leyó] [el ensayo]

Para saber si alguno de los dos argumentos forma un subgrupo intermedio (o


constituyente) con el verbo, movamos el grupo al inicio de la oración:

[Ana] [leyó el ensayo] → [Leer el ensayo] es lo que hizo Ana.

[Ana leyó] [el ensayo] → [Leer Ana] es lo que hizo el ensayo.

Esto nos lleva a pensar que la estructura jerárquica subyacente es la siguiente (lo
que hace Ana es leer un ensayo, no únicamente leer).

[Ana] [leyó el ensayo]

De hecho, la existencia de frases hechas que se componen solamente del verbo y el


tema (y no el agente) refuerza esta hipótesis: tomar el pelo, leer la cartilla, morder el
polvo, tocar las narices, cantar las cuarenta, mover ficha, etc.

Con esto hemos descubierto que los argumentos mantienen una estructura
jerárquica entre sí.

En los verbos transitivos, los argumentos que presentan la función sintáctica de CD


y se interpretan como tema o paciente (como el ensayo) forman una unidad en primer

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lugar con el verbo dentro del SV. Por este motivo se los conoce como argumentos
internos.

En cambio, los argumentos que desempeñan la función de sujeto y se interpretan


como el agente de la oración (como Ana), se denominan argumentos externos. Esto es
así porque no tienen una relación tan estrecha con el verbo y se combinan directamente
con todo el SV.

Así pues, la estructura general de los verbos transitivos es la siguiente:

Argumento externo [V argumento interno] SV


agente tema

▪ Verbos intransitivos

Los verbos intransitivos se definen de manera negativa, por oposición a los


transitivos: son aquellos verbos que no seleccionan un argumento con función sintáctica
de CD.

Según esta definición bajo el término verbo intransitivo encontramos un conjunto de


verbos que se comportan de manera muy diversa, ya que pueden tener un número
distinto de argumentos que desempeñan diferentes funciones sintácticas y semánticas.
Así, son intransitivos:

- Los verbos que no seleccionan ningún argumento, como nevar o llover.


- Los verbos que seleccionan un único argumento, como ladrar o nacer.
- Los verbos que seleccionan dos argumentos, pero ninguno de ellos realiza
la función de CD, como gustar o depender.

Por este motivo, es importante establecer diferentes subclases de verbos


intransitivos para poder estudiarlos a fondo por separado.

Veamos el par de oraciones que figuran a continuación, en las que aparecen dos
verbos intransitivos:

Los soldados fallecieron. Los soldados lucharon.

Pese a sus similitudes, la naturaleza de los verbos luchar y fallecer es tan diferente
que provoca que su comportamiento sintáctico sea también distinto. El verbo luchar
expresa una acción llevada a cabo por un agente, mientras que fallecer expresa un
cambio de estado que padece alguien. Esto provoca que la función semántica del sujeto
sea diferente: es el agente de luchar, pero el paciente de fallecer.

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De hecho, la interpretación del sujeto de nacer es la misma que la que recibe el CD
de un verbo transitivo como educar (algo les ocurre a los niños).

Varios niños nacieron ayer. → El maestro educaba a los niños.

En cambio, el sujeto de reír se interpreta como el sujeto de un verbo transitivo


como ayudar:

Los soldados reían. →Los soldados ayudaban a los heridos.

El hecho de que tengan la misma función semántica nos lleva a pensar que su
posición en el sintagma y su relación con el verbo tiene que ser la misma.

Si juntamos todas las piezas del rompecabezas, llegamos a la conclusión de que el


sujeto del verbo fallecer es un argumento interno, y por este motivo se interpreta como
paciente o tema.

De la misma manera, el sujeto del verbo luchar es un argumento externo, y la


función semántica que recibe es agente de la acción.

Así pues, la estructura de los argumentos aquí sería la siguiente:

[ Los soldados fallecieron]SV

Los soldados [lucharon]SV

Si tomamos como criterio de clasificación la posición que ocupa el argumento de


un verbo intransitivo, podemos clasificarlos en dos subgrupos: los verbos inergativos y
los verbos inacusativos.

Verbos inergativos

Los verbos inergativos como luchar, bostezar, reír, trabajar o soñar, denotan
acciones en las que participa el sujeto como agente.

Su único argumento es un argumento externo y, por tanto, su estructura es:

[SN[V] SV ]

Verbos inacusativos

Los verbos inacusativos, como fallecer, nacer, desaparecer, salir, enrojecer o


existir, denotan procesos (cambios de estado o de lugar) en los que participa el sujeto
como paciente.

Su único argumento es un argumento interno y, por tanto, su estructura es:

[[V SN] SV ]

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Pruebas para diferenciar los inergativos y los inacusativos

Ahora bien, cuando estamos ante un verbo intransitivo, ¿cómo podemos saber a qué
subgrupo pertenece?

El comportamiento sintáctico de los distintos verbos intransitivos es bastante


diferente, por lo que se puede emplear una serie de pruebas gramaticales para
diferenciar los verbos inergativos de los inacusativos:

a) Combinación con adjuntos agentivos: solo los verbos inergativos pueden


aceptar un adjunto que implique un agente, como voluntariamente, a propósito,
intencionadamente, etc.:
- Verbo inacusativo: *El bebé ha nacido a propósito.
- Verbo inergativo: El bebé ha llorado a propósito.

La lógica de esta prueba reside en que el sujeto de los verbos inacusativos no


recibe la función semántica de agente, sino de tema o paciente. En cambio, los
verbos inergativos sí seleccionan un argumento agente y, por tanto, aceptan este
tipo de adjuntos.

b) Las construcciones absolutas: solo los verbos inacusativos, al igual que los
transitivos, pueden dar lugar a construcciones con participios absolutos:
- Verbo transitivo: Arrestado el delincuente, cerraron el caso.
- Verbo inacusativo: Una vez caídas las hojas, podaron el árbol.
- Verbo inergativo: *Reído tu padre, supe que el chiste era malo.

c) Los participios como adjetivos: solo los verbos inacusativos, al igual que los
transitivos, pueden usar su forma participial como un adjetivo, como en las
siguientes secuencias:
- Verbo transitivo: Las alumnas queridas son mis amigas.
- Verbo inacusativo: Las alumnas desaparecidas son mis amigas.
- Verbo inergativo: * Las alumnas bostezadas son mis amigas.

La explicación de este fenómeno es similar al anterior: el nombre al que


modifica el participio se corresponde con su argumento interno, de manera que
los verbos inergativos no pueden presentar este uso.

d) Sujetos sin artículo: el sujeto pospuesto de los verbos inacusativos puede


aparecer sin artículo, a diferencia de los verbos inergativos. Los verbos
transitivos pueden hacer lo mismo con su CD, pero no con el sujeto.
- Verbo transitivo: Los niños estaban bebiendo agua.

*Niños estaban bebiendo agua.

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- Verbo inacusativo: Estaban volando aviones.

- Verbo inergativo: *Estaban ladrando perros.

Los sujetos en general suelen requerir la presencia de un artículo, mientras que


los CD, no. Sin embargo, en los verbos inacusativos, el sujeto puede aparecer sin el
artículo, ya que es un argumento interno, al igual que el CD.

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