Opinion 028 2021 Osce LP
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Opinión
OPINIÓN N° 028-2021/DTN
1. ANTECEDENTES
Antes de iniciar el desarrollo del presente análisis, es necesario precisar que las consultas
que absuelve este Organismo Técnico Especializado son aquellas referidas al sentido y
alcance de la normativa de contrataciones del Estado, planteadas sobre temas genéricos y
vinculados entre sí, sin hacer alusión a asuntos concretos o específicos, de conformidad
con lo dispuesto por el literal n) del artículo 52 de la Ley de Contrataciones del Estado,
aprobada a través de la Ley N° 30225 y modificada por el Decreto Legislativo N° 1444,
así como por el numeral 3 del acápite II del Anexo N° 2 de su Reglamento, aprobado
mediante Decreto Supremo Nº 344-2018-EF y modificado mediante Decreto Supremo Nº
377-2019-EF.
2. CONSULTAS Y ANÁLISIS
Asimismo, el citado artículo dispone en su numeral 161.2 que “La Entidad debe
prever en los documentos del procedimiento de selección la aplicación de la
penalidad por mora; asimismo, puede prever otras penalidades. (…)”.
En esa medida, se advierte que las penalidades que había previsto la anterior
normativa de contrataciones del Estado, eran: i) la “penalidad por mora” en la
ejecución de la prestación; y, ii) “otras penalidades”; las cuales se encontraban
reguladas conforme a lo establecido en los artículos 133 y 134 del anterior
Reglamento, respectivamente.
2.1.2 Ahora bien, en relación con la “penalidad por mora” es preciso mencionar que ésta
tenía por finalidad, incentivar al contratista a cumplir con los plazos establecidos en
el contrato; por tanto, la penalidad por mora sancionaba el retraso en la ejecución
de la prestación o prestaciones a cargo de los contratistas, constituyéndose como el
mecanismo coercitivo idóneo para asegurar el cumplimiento oportuno de las
obligaciones asumidas por ellos.
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Cabe precisar que la anterior normativa de contrataciones del Estado estaba conformada por la anterior
Ley, su Reglamento y las disposiciones de carácter reglamentario emitidas por el OSCE .
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Tanto el monto como el plazo se refieren, según corresponda, al contrato o ítem que
debió ejecutarse o, en caso que estos involucraran obligaciones de ejecución periódica,
a la prestación parcial que fuera materia de retraso.
Para efectos del cálculo de la penalidad diaria se considera el monto del contrato
vigente.
Para los supuestos que por la naturaleza de la contratación, la fórmula indicada en el
presente artículo no cumpla con su finalidad, el Ministerio de Economía y Finanzas
mediante Resolución Ministerial puede establecer fórmulas especiales para el cálculo
de la penalidad por mora. (…)”. (El subrayado es agregado).
2.1.4 Respecto de este último punto, es preciso señalar que desde la perspectiva de la
ejecución de los contratos, éstos se dividen en contratos de “ejecución única” y
contratos “de duración”; así, Messineo señala que un contrato será de “ejecución
única”, cuando se ejecuta en un solo acto que agota su finalidad; en tanto que será
“de duración” cuando su ejecución se distribuye en el tiempo para alcanzar el fin
requerido por las partes3.
En relación con los contratos “de duración”, el referido autor señala que éstos se
2
OSTERLING PARODI, Felipe. Las Obligaciones. Vol. VI. 5ª edición. Lima: Fondo Editorial de la
Pontificia Universidad Católica del Perú, 1995. Pág. 224.
3
MESSINEO, Francesco. Doctrina General del Contrato, Buenos Aires: Ediciones Jurídicas Europa-
América, 1952, pág. 429-430.
4
2.1.5 Por su parte, según De La Puente y Lavalle6, las “prestaciones parciales” estaban
referidas a las diversas prestaciones que los contratistas debían realizar en el
tiempo durante el trámite de un contrato de ejecución periódica, precisando que
en este tipo de contratos el contratista debía efectuar las mismas prestaciones
repetidamente en el tiempo, mientras la obligación se encuentre vigente.
4
Ídem, pág. 431.
5
DE LA PUENTE Y LAVALLE, Manuel. El Contrato en general, Tomo I, Lima: Palestra Editores
S.R.L., segunda edición, 2003, pág. 184.
6
Ídem, pág. 184.
5
así como por los documentos derivados del procedimiento de selección que
establecían obligaciones para las partes.
Asimismo, tal como se indicó previamente, a fin de que sea posible aplicar la
penalidad por mora a las “prestaciones parciales” materia de retraso, tanto el
“monto” como el “plazo” de las prestaciones parciales del contrato de ejecución
periódica debían estar contemplados en el contrato o debían poder definirse a
partir de él7.
2.7 Ahora bien, teniendo clara la distinción entre un contrato de ejecución única y
aquellos de ejecución periódica, es pertinente anotar que, aun en el contexto de los
contratos celebrados bajo el marco de lo establecido en la anterior normativa de
contrataciones del Estado, cabía la posibilidad de que en un contrato de “ejecución
única” se hubieran previsto entregas parciales.
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Conforme a lo señalado en las Opiniones N° 047-2020/OSCE, N° 008-2018/DTN, Nº 263-2017/DTN
y Nº 119-2015/DTN.
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En ese sentido, cada Entidad debía tener claro el tipo de contrato que estaba
administrando, teniendo en cuenta los elementos que caracterizan y definen a cada
uno de ellos. Así, los contratos de “ejecución única” eran aquellos que agotaban su
finalidad con la ejecución de un solo acto, situación que no variaba aun habiéndose
pactado la presentación de entregas parciales o entregables durante su ejecución;
mientras que los contratos de ejecución periódica eran aquellos cuya ejecución se
distribuía en el tiempo, involucraban varias prestaciones a ser ejecutadas a futuro,
tenían el mismo carácter y guardaban una distancia temporal una de la otra8.
Sin perjuicio de ello, debe mencionarse que el artículo 134 del anterior Reglamento
había previsto que la Entidad podía establecer en los documentos del procedimiento
de selección, penalidades distintas a la penalidad por mora, siempre que estas fueran
objetivas, razonables, congruentes y proporcionales con el objeto de la contratación.
Para tales efectos, debía incluirse los supuestos de aplicación de la penalidad —
distintas al supuesto previsto en el artículo 133 del Reglamento—, la forma de
cálculo de la penalidad para cada supuesto y el procedimiento mediante el cual se
verificaría el supuesto a penalizar.
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Para tales efectos, correspondía determinar –según las particularidades del cada caso concreto– si un
contrato en específico era de ejecución única, de ejecución periódica, o si siendo de ejecución única
contemplaba entregas parciales, ello a fin de determinar el modo en que se realizará la aplicación de
penalidades.
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El artículo 134 del anterior Reglamento indicaba que las “otras penalidades” debían haber sido previstas
en las bases del procedimiento de selección; cabe precisar que las bases pasaban a formar parte del
contrato, conforme a lo establecido en el artículo 116 del anterior Reglamento.
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Es importante mencionar que un contrato regido bajo lo dispuesto en el Decreto Supremo N° 350-2015-
EF, y modificado por el Decreto Supremo N°056-2017- EF, tenía un marco normativo distinto al que
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Sin perjuicio de lo anterior, debe reiterarse que de acuerdo con el artículo 132 del
anterior Reglamento, las penalidades se deducían de los pagos a cuenta, de las
valorizaciones, del pago final o en la liquidación final, según correspondiera o, si
era necesario, se cobraba del monto resultante de la ejecución de la garantía de fiel
cumplimiento.
Ahora bien, en caso que la Entidad hubiera determinado que durante la ejecución
del contrato se aplicó y dedujo indebidamente alguna penalidad, al momento de
efectuar la liquidación o pago final -según lo que hubiera correspondido-, la Entidad
tenía la oportunidad de reconocer al contratista el monto deducido indebidamente.
De no reconocer al contratista dicho monto en tal oportunidad, este podía accionar
en las vías correspondientes.
2.3 “Confirmar que, el contratista tiene derecho a que la Entidad le pague los
intereses legales, por la demora en el pago de la parte de la retribución pactada,
que le fue descontada indebidamente por aplicación de penalidad por mora, al
determinarse que no correspondía aplicar tal penalidad.”
Sin perjuicio de ello, de acuerdo con el artículo 39 de la anterior Ley “en caso de
retraso en el pago por parte de la Entidad, salvo que se deba a caso fortuito o
fuerza mayor, esta reconoce al contratista los intereses legales correspondientes”.
En esa misma línea, el artículo 149 del anterior Reglamento disponía que “en caso
rige actualmente lo concerniente a la aplicación de la penalidad por mora, dado que con la normativa
actual, en el caso de contratos de ejecución única que involucran entregas parciales, la penalidad por
mora resulta aplicable ante el retraso en el cumplimiento de la prestación individual que fuera materia
de retraso.
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Conforme a lo señalado mediante Opinión 175-2019/DTN.
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2.3.2 Sin perjuicio de lo señalado líneas arriba, debe indicarse que el numeral 45.1 del
artículo 45 de la anterior Ley establecía que “Las controversias que surjan entre
las partes sobre la ejecución, interpretación, resolución, inexistencia, ineficacia o
invalidez del contrato se resuelven, mediante conciliación o arbitraje institucional,
según el acuerdo de las partes (…)” (El subrayado es agregado).
3. CONCLUSIONES
3.1. Para la aplicación de la fórmula de penalidad diaria prevista en el artículo 133 del
anterior Reglamento, la Entidad debía emplear tanto el "monto" como el "plazo"
del contrato o del ítem que debió ejecutarse, salvo en los contratos que involucraran
obligaciones de "ejecución periódica", en los cuales dicho cálculo debía realizarse
tomando en consideración el plazo y el monto de la prestación parcial materia de
retraso.
3.2. A efectos de aplicar la penalidad por mora a las “prestaciones parciales” materia de
retraso, tanto el “monto” como el “plazo” de las prestaciones parciales del contrato
de ejecución periódica debían estar contemplados en el contrato o debían poder
definirse a partir de él.
3.4. En caso que la Entidad hubiera determinado que durante la ejecución del contrato
se aplicó y dedujo indebidamente alguna penalidad, al momento de efectuar la
liquidación o pago final -según lo que hubiera correspondido-, la Entidad tenía la
oportunidad de reconocer al contratista el monto deducido indebidamente. De no
reconocer al contratista dicho monto en tal oportunidad, este podía accionar en las
vías correspondientes.