El Sindrome Del Gato Una Fabula Sobre Co

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EL SINDROME DEL GATO: UNA FABULA SOBRE COMPROMISO

Rafael Pérez Uribe1

Por tratarse de una fábula2, hay que ser coherente con el nacimiento y mensaje
de este síndrome.

Érase una vez en la ciudad de Bogotá D.C., capital de Colombia, que de pronto de

la noche a la mañana apareció un gato .

Según internet3 era de raza Keuda, originaria de Estados Unidos. Era el más
grande de los que había en la “cuadra”, dominante y macho alfa. Hasta le pusimos
de nombre “Big Boy”.

Mi esposa se encariñó con él y empezó a darle comida, tanto así que se hizo parte
de nuestro mercado quincenal. Entre concentrado y comida especial para gatos,
ella se esmeró en darle “pollito cocinado picado” y mezclado con el concentrado y
la comida especial para felinos menores.

Pero gato es gato….independiente, callejero, dormía en cualquier garaje o encima


de un carro…. Ninguno de nosotros se atrevió a cargarlo… solo a
acariciarlo...porque inspiraba respeto... y un poco de miedo….

1
PhD en ciencias empresariales Universidad Nebrija. DEA en economía aplicada
Universidad Nebrija. Magister en gestión de organizaciones Universidad EAN. MSc
Université du Quebec a Chicoutimi. Especialista en evaluación y construcción de
indicadores de gestión, EAN. Kenkyusei Fukushima University.
2
Las fábulas son composiciones literarias breves en las que los personajes casi siempre
son animales que presentan características humanas como el hablar. Estas historias
concluyen con una enseñanza o moraleja de carácter instructivo, que suele figurar al final
del texto (http://es.wikipedia.org/wiki/F%C3%A1bula)
3
http://www.taringa.net/posts/info/841931/Todas-las-razas-de-gatos-que-existen_.html
Además que se la pasaba maullando en todo momento y nos intimidaba un
poco… Se enfrentaba al resto de gatos caseros quienes lo respetaban...tanto que
se metía en todos los patios a demarcar territorio y más de una “tunda se llevó”...
no sé si los domésticos o él. Oímos muchas veces maullidos eufóricos, en varios
garajes de los vecinos y en el de nosotros…no sabría decir tampoco si eran de
machos o hembras o mixtos….

Este episodio duró cerca de dos años.

Hasta nuestros dos perros caniches de 11 y 13 años4, Hutch (color carmelito) y


Canela (color crema), hijo y madre respectivamente, se hicieron amigos del gato y
viceversa. Sobre todo Hutch, jugaba con él de vez en cuando.

Cuando salíamos a pasear a los perros, el gato paseaba con nosotros (sin correa,
pero entre los dos).

En este último año el gato comenzó a adelgazarse. Decimos que se debió


intoxicar. Algo se comió que le cayó mal... o un parasito…o…. alguna

4
En 2012.
enfermedad. Por cierto estamos seguros que no fue la comida exquisita que le
dábamos.

Todas las personas que pasaban al lado de nosotros expresaban:

“tan flaquito el gato”


“tan bonito el gato”
“michu…michu…”
“gato, gato…venga…”

..Y preguntaban…;

¿Es de ustedes?

La respuesta obvia (por lo menos para nosotros) era: “No. Es un gatico


callejero…solo le damos comida…”

Decía la gente: ¡Pero esta como flaco!...y preguntaban ¿Está enfermo?

Contestábamos: Parece que si… no sabemos que tiene….

Y la gente insistía:

¿Por qué no lo llevan al veterinario?


¿Por qué no le dan la comida xyz…?
¿Por qué no le pican la comida así…asa…etc.…?
¿Por qué no le dan tal medicamento…o este otro…?

Les decíamos:
Porque el gato no es de nosotros y ya preguntamos a un veterinario, que dice que
la recuperación del gato es costosa… y les contábamos…: “¡Que venga el
veterinario a recogerlo en una jaula, llevarlo a la veterinaria, desparasitarlo,
bañarlo, la hospitalización de mínimo tres días, los medicamentos en la
veterinaria, el cuidado y los medicamentos post-veterinaria, los controles del
veterinario, en fin…puede costar bastante dinero…….!”

Pero le insistíamos a los preguntones y metiches que lo que se podía hacer era:
“que usted (la persona que preguntó) lo haga…o lidere una campaña para
recoger el dinero y rehabilitar al gato”, “usted llévelo a la veterinaria”, “usted
apersónese de la situación”.

Toda esta situación me hizo reflexionar y es que en muchas situaciones de la vida,


la gente toma una posición de facilismo y de lavada de manos, la misma de la
situación del gato.

Solo se habla y se propone pero no se actúa. Casos como:

“Llamen a la policía que lo están robando”


“Llamen a los bomberos que se está incendiando algo…”
“Ayúdele a esa persona que se tropezó y cayó”
“Una persona de buena salud sentada en un bus diciendo: ¿Porque no le da el
puesto a la persona de la tercera edad?”

A este comportamiento lo he denominado el “síndrome del gato”. También


conocido como “el efecto espectador o el síndrome Genovese” que en psicología
social es un “fenómeno que se refiere a los casos en que las personas no ofrecen
ningún medio de ayuda en una situación de emergencia a la víctima cuando otras
personas están presentes”. “En general, se cree que esto sucede porque
aumenta el número de personas presentes. En este caso cualquier espectador
observa la situación y es menos probable que interprete el hecho como un
problema y que asuma la responsabilidad de tomar medidas” (Myers, 2010).

Este síndrome esta también relacionado con lo que llaman Ciccarelli & White
(2009), “Difusión de la responsabilidad”, que es un fenómeno socio-psicológico
por el cual una persona tiene menos probabilidades de asumir la responsabilidad
por acción u omisión cuando otros están presentes. El individuo está bajo la
creencia de que otras personas presentes quieren o deben intervenir. Por lo tanto
esta persona no percibe como su responsabilidad de tomar acción.

Las afirmaciones anteriores me llevan a retomar la definición de lo que es la


palabra “síndrome”.

Varias definiciones nos llevan a entender mejor este concepto:

“Un síndrome se caracteriza por agrupar diversos síntomas que caracterizan a una
determinada enfermedad o bien describe al grupo de fenómenos propios de una
situación específica. A nivel médico, se entiende por síndrome a un cuadro clínico que
merece ser examinado por tener un cierto significado. Gracias a sus particularidades,
que funcionan como datos semiológicos, posee una cierta identidad, con causas y
etiologías particulares” 5

“Conjunto de síntomas que se producen de forma simultánea en una enfermedad,


alteración o trastorno”6

El comportamiento descrito de la gente frente a determinada situación se ha


convertido en una especie de enfermedad. Es una situación típica, sobre todo la
del (la) colombiano (a) que habla y no actúa. Somos lo que se dice
“aguantadores”. “Miau” para este comportamiento.

Algunos ejemplos para expresar el “Miau”, que muestran que solo hablamos y
no hacemos nada:

5
Definición de síndrome - Qué es, Significado y Concepto
http://definicion.de/sindrome/#ixzz2EDvKex1Y. Recuperado en diciembre 5 de 2012.
6
http://salud.doctissimo.es/diccionario-medico/sindrome.html
 Congresistas, concejales, altos mandos militares y de organismos del gobierno
derrochando el presupuesto de la nación en vehículos blindados ….Si usted
señor dirigente público y oficial asumió la responsabilidad de ser líder público,
debe asumir también el riesgo que el cargo le exige. Vaya a su trabajo en su
vehículo, taxi o transporte público. “Miau”
 Aguantarnos las incompetencias de Petro7: autocracia en el manejo de la
alcaldía + actuación pusilánime frente al tema de las basuras + ligerezas en el
manejo del poder (privatizar la ETB, entre otros) + desconocimiento (voluntario
o involuntario) del manejo del proceso para licitación pública (caso camiones
para la basura) + etc., etc., etc.…. Ninguno de nosotros hacemos nada (me
incluyo…se me pego la enfermedad). “Miau”
 Dejamos pasar la debilidad del proceso Santos y su comitiva de la perdida de
gran porción del mar de San Andrés. “Miau”
 Nos hacemos los “pendejos” con todos los abusos en las sobre facturaciones
de las empresas de energía, acueducto, telefonía móvil etc. “Miau”
 Vemos atracando a alguien en la calle o en algún sitio y no tomamos partido
entre varias personas juntas. “Miau”
 Nos aguantamos que se nos “colen” en una fila en el banco o que se le “colen”
a alguien enfrente de nuestras narices, etc.… “Miau”
 Vemos como a otra persona la amedrentan o matonean en el trabajo o en
algún sitio y nos hacemos “los de la vista gorda” o “eso no es conmigo”.
“Miau”.
(Envíeme por favor más ejemplos a ripudos@gmail.com )

¿Hay que esperar a alguien para que actúe por uno?

Según Sháá y Newton (2012) “no siempre es fácil dar el salto, abandonar nuestra
zona de confort y pasar a la acción”.

7
Alcalde de Bogota D.C. en 2012.
El hecho de no actuar, es una cuestión de: 1) “me importa nada el vecino”…no lo
conozco, así que no actúo…lo que le pasa a él o ella, no me toca o incide en mí, ni
en los míos, 2) un hecho que tiene que ver con el instinto de supervivencia. Yo
actuaria si mi integridad o los de mi familia, ghetto, parche o circulo, se vea
afectada. Mientras tanto sigo hablando y no actúo (“Miau”) y 3) una combinación
de las dos anteriores.

Estoy de acuerdo con Santos J.C. (2010), cuando afirma que “el comportamiento y
los procesos mentales son producto de la interacción de factores biológicos,
psicológicos y sociales particulares de cada individuo. Cualquier explicación de la
conducta y los procesos mentales que no tome en consideración estos tres
factores es incompleta” y que “cada cosa que observamos y que nos llega por
medio de nuestros sentidos, pasa a través del filtro de nuestros valores,
supuestos, creencias y expectativas, es decir, de todo el bagaje de experiencias
que se han archivado consciente e inconscientemente en el disco duro de nuestra
mente”.

Por encima de los análisis anteriores es clave retomar lo expuesto por Latané y
Darley (1968) que han identificado cinco etapas de decisión en la que un
espectador se encuentra: 1) Darse cuenta de que hay una situación que puede
ser una emergencia, 2) Definición de una emergencia: Es la interpretación de la
situación que evidencia una real emergencia, 3) Asumir personalmente la
responsabilidad de actuar. Las personas que tienen las habilidades necesarias
para ayudar son más propensos a hacerlo. Espectadores individuales son más
propensos a ayudar a los grupos. 4) Decisión de cómo ayudar y qué habilidades
pueden ser necesarias para solucionar la emergencia y 5) Pasar a la acción: es
dar la asistencia que se requiere de acuerdo a los medios disponibles. Al respecto
el costo de la ayuda (por ejemplo, peligro para sí mismo) no debe pesar más que
los beneficios de la ayuda. En esto hay una gran variedad de factores complejos
que influyen en este juicio.
¿Y qué paso con “Big Boy”? Un alma caritativa lo llevo al veterinario, pero
desafortunadamente tenía una infección urinaria grave, a la cual se le debía hacer
un seguimiento de cerca con medicamentos…. Paso al edén de los gatos.

Fuentes bibliográficas

Ciccarelli, SK & White, JN (2009) Psicología (. 2 ª ed) Nueva Jersey. Pearson


Education ISBN 978-0-13-600428-8.

Latané, B. & Darley, JM (1968). Grupo de inhibición de la intervención espectador


en situaciones de emergencia. Revista de Personalidad y Psicología Social,
10, 215-221.

Myers, David G. (2010). Psicología Social (10 ª Ed.). Nueva York, McGraw-Hill
ISBN 978-0-07-337066-8.

Santos C., J. C. Reflexión Para Líderes: ¿Por Qué La Gente Actúa Así?, Publicado
el lunes, 27 de septiembre de 2010.
http://liredazgo.blogspot.com/2010/09/reflexion-para-lideres-por-que-la-
gente.html Recuperado en 3 de Enero de 2013.

Sháá W. y Newton R. (2012). Editorial Empresa Activa. Barcelona. ISBN: 978-84-


96627-48-2. P. 192

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