9 Maneras de Matar Una Competencia

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9 maneras de matar una competencia

La mejor manera de aprender es cambiando el mundo

Por Roberto Barrientos Mollo -Mar 10, 2020

Imagine una escuela donde los estudiantes se involucren en desafíos de aprendizaje 24 horas al
día y siete días de la semana. Una escuela donde a pesar de haber sonado el timbre del recreo
o de salida, los estudiantes estén tan conectados con la actividad que no quieran irse. Además,
estos estudiantes continúan con estas actividades el sábado y domingo e involucran a su familia
en el mismo. Esta no es una realidad utópica sino simplemente una escuela donde se vive el
enfoque por competencias a plenitud o, como se le llama hoy en día, el Aprendizaje Profundo
(deep learning).

El aprendizaje profundo “es el proceso y resultado de dar respuesta a preguntas que nos
importan” (Rincón-Gallardo, 2019). Para Fullan, Hill y Rincón Gallardo (2017) consiste en
“individuos y grupos comprendiendo realmente e involucrándose en algo que les importa y que
es importante para el mundo. Éstos usan el mundo cambiante como el crisol de la
transformación continua” (p.2). Esto viene ocurriendo en muchas escuelas del Perú y en todo el
mundo, pero aún son casos aislados. Necesitamos que ocurra en todas, de esta manera
podremos enfrentar los desafíos que la humanidad enfrenta y enfrentará en los próximos años.

El presente título está inspirado en el artículo que escribió Jal Mehta hace tres años titulado “10
maneras en las que puedes matar el aprendizaje profundo” (2016).

Comencemos, usted…

1. Mata la competencia si no declara el propósito de aprendizaje.


Así como un constructor sin planos no construye nada, un estudiante sin propósito no aprende
nada. Para que ocurra el buen aprendizaje todos los estudiantes, en cualquier momento, deben
ser capaces de verbalizar lo que están haciendo, por qué lo están haciendo y qué es lo que están
aprendiendo. Además, deben ser capaces de explicar por qué es importante, en qué medida y
de qué manera han adquirido dominio de lo que han estudiado y el dominio de las habilidades
necesarias. Asimismo, son capaces de categorizar cuáles son las áreas clave en las que necesitan
mejorar y sus planes para hacerlo. Entonces, si usted no declara el propósito y no desarrolla
estrategias para que los estudiantes se empoderen del mismo, estará matando la competencia.

2. Mata la competencia si se esfuerza por abarcar muchos temas


“Profesora, ¿para qué compramos el libro de texto si no lo ha utilizado todo?”. Los docentes y
padres tenemos el supuesto de que el buen aprendizaje es abarcar mucho, pero bien sabemos
que “quien mucho abarca poco aprieta”. ¿De qué nos sirvió haber memorizado los 14 incas del
imperio del Tahuantinsuyo, no hubiera sido mejor profundizar en dos o tres para comprender el
imperio? El buen aprendizaje “incluye inmersión en abordar un área o problema, a menudo
cruzando límites disciplinarios” (Fullan, Hill, Rincón-Gallardo, 2017, p.2). Si usted es responsable
de monitoreo de una UGEL o Ministerio y se obsesiona en que los docentes cumplan el programa
completo del año estará matando las competencias. Y si usted es docente de aula y se esfuerza
por abarcar muchos temas, es probable que los estudiantes no estén aprendiendo.
Es largo el debate entre extensión y profundidad, pero es cada vez más fuerte la evidencia de
que la profundidad sí genera verdadero aprendizaje. Es preferible haber tocado un tema en todo
el año que muchos sin haber logrado profundidad. La profundidad al final garantiza extensión.
Se entiende profundidad como el análisis de un solo tema desde una diversidad de aristas y
haciéndose muchas preguntas desafiantes sobre cada una. Gardner (2002) decía que al trabajar
un tema a profundidad (tópico generativo) como el caso de las Bodas de Fígaro de Mozart
permite comprender aspectos como el contexto histórico, social y cultural de la época, además
de aprender elementos de música. Es decir, apostar por la profundidad es apostar por un tipo
de extensión, puesto que los estudiantes comprenden a profundidad otros temas.

3. Mata la competencia si anula las emociones en el aula.


Nos emociona más lo que elegimos. Esta característica se conecta con la siguiente, la libertad de
elección. El aprendizaje sin emociones tiene pocas probabilidades de permanecer a lo largo del
tiempo. Las investigaciones sobre el cerebro humano muestran que las sinapsis neuronales se
establecen y fortalecen con las emociones. Sin embargo, la escuela ha sido construida de
espaldas al mundo de las emociones de los estudiantes. Quizá por su impronta racionalista que
generó una falsa dicotomía entre mente y emociones, entre razón y corazón. Cuando en verdad
la razón y el corazón son caras de una misma moneda. La comprensión profunda ocurre cuando
involucra al mundo emocional. Usted puede cambiar el clima de su aula con una simple sonrisa
o con una palabra sincera de estímulo a un estudiante. La mirada y el rostro dicen mucho de lo
que se piensa y se cree, y los estudiantes son hábiles lectores de los rostros de los maestros.
Usted puede cambiar el clima emocional del aula si ofrece libertad de elegir los temas a
aprender.

4. No permitir la elección de temas de aprendizaje


Lo que aprendimos verdaderamente fue lo que elegimos aprender. Nadie aprende lo que no
quiere. En las escuelas donde se aprende por competencias se ofrecen espacios de libertad.
Espacios para que los alumnos puedan elegir lo que desean aprender, y cómo lo desean
aprender. Cada escuela y salón de clases puede ofrecer espacios de libertad de elección. Usted
cambiará la dinámica del salón de clases desde acciones tan simples como ofrecer tres
actividades distintas que cada estudiante puede elegir trabajar ese día o semana. O puede dar
a los estudiantes la posibilidad de que proponer libremente el producto final de su curso con
criterios de evaluación exigentes co-construidos con ellos. Analice qué márgenes de libertad le
ofrece su contexto y hágalo. Se sorprenderá de lo todo lo que pueden hacer los estudiantes si
se les confía y se les da la oportunidad de “gestionar autónomamente su propio aprendizaje”
(competencia 29 del Currículo peruano).

5. Mata la competencia si ofrece tiempos cortos para aprender


El sentido común y la propia experiencia nos dice que todo lo que aprendimos bien, ya sea
habilidades prácticas como cocinar, bailar, tocar un instrumento, requirió mucho tiempo de
ejecución, algunas veces muchas horas al día todos los días. Para profundizar un tema
(característica 2) se requiere tiempos prolongados de concentración y ejecución. María
Montessori decía que la finalización de la actividad la decide el niño (libertad de elección). Es
decir, es la propia persona la que se da cuenta cuando domina la habilidad y puede pasar a la
siguiente. Mientras los tiempos de aprendizaje estén diseñados en base a criterios de eficacia
organizativa de una sede central del gobierno no habrá aprendizaje verdadero.
En las escuelas que han logrado vencer este obstáculo, se ofrecen espacios más largos de
aprendizaje dentro del horario escolar y se aprovechan al máximo las actividades
extracurriculares. Si usted es docente de inicial o primaria tiene mayor autonomía para ofrecer
esta mayor duración de la actividad según el ritmo de cada alumno, si es docente de secundaria,
puede establecer alianzas entre colegas docentes para que los horarios favorezcan el
aprendizaje de los estudiantes.

6. Mata la competencia si no genera transferibilidad del aprendizaje


El profesor Jorge tenía altamente desarrollada la capacidad de reparar aparatos eléctricos.
Empezó dicha habilidad realizando las instalaciones en su propia casa. Luego pasó a reparar
todos los electrodomésticos de la casa. Su interés y habilidad lo ha llevado también a
especializarse en reparación de computadoras y soldadura en general. Tiene en su casa un
pequeño taller con sus herramientas y pone sus habilidades al servicio de su familia, amigos y
familiares. Es un claro ejemplo la transferibilidad. La habilidad en la electrónica la fue
transfiriendo a nuevas situaciones, contextos y nuevos ámbitos de la electricidad. Si hay algo en
que están de acuerdo los diversos investigadores del aprendizaje es que la principal
característica del mismo es que pueda ser transferible a una variedad de contextos y
situaciones (Bellanca, 2014). En educación, en muchos casos, se ha malentendido
transferibilidad como las actividades de tarea para la casa.

Existen muchas maneras de transferir lo aprendido: 1) Si se estuvo profundizando en un


problema de álgebra, la transferibilidad podría ir en la creación de un nuevo problema
matemático aún más desafiante. Es decir, desafiar al estudiante a crear nuevos desafíos o
problemas en el área profundizada. 2) Una segunda manera de transferir es involucrarse en
proyectos de transformación de la comunidad más cercana. La mejor manera de aprender es
cambiando el mundo. Una muestra patente de transferibilidad es intentar cambiar nuestro
entorno más cercano. El buen aprendizaje “está diseñado de alguna manera para conectarse e
impactar al mundo, de manera local o más allá” (Fullan et al., 2017, p. 2). Por ejemplo, el colegio
Fe y Alegría 24 de Villa María del Triunfo (Lima-Perú) realiza desde hace varios años una actividad
que nació del interés de las y los estudiantes, una campaña de desparasitación y esterilización
de perros y gatos de la zona en coordinación con el centro de salud. Esta actividad la diseñan,
lideran y realizan ellos mismos. De esta manera se activan diversas competencias y capacidades
trabajadas durante el año. Con esta actividad demuestran lo que han aprendido mientras
cambian el mundo. Son agentes de cambio en el aquí y ahora en su comunidad. Deje que los
estudiantes elijan un desafío local a transformar y se sorprenderá de lo que son capaces.

7. Mata la competencia si tiene bajas expectativas de sus estudiantes


Las personas se comportan como las tratan. Es por ello que, si se baja la valla a los estudiantes,
por su condiciones y contextos, entonces no habrá aprendizajes de calidad. Es necesario probar
nuevas pedagogías para que el docente experimente esa pedagogía de la sorpresa, en la que el
estudiante logra lo inesperado. Cito un fragmento de los resultados de la investigación de Mehta
y Fine (2019) cuando observaron espacios donde se vivía el aprendizaje profundo:

Estos entornos poderosos de aprendizaje también fueron desafiantes cognitivamente. “Esta es


la clase que hace que me duela el cerebro” fue un estribillo que escuchamos más de una vez. Al
mismo tiempo, también eran lugares apasionados donde el entusiasmo mantenía la motivación
de los estudiantes cuando el aprendizaje era difícil (p. 345).
El estudiante dice que le “dolía el cerebro”, es decir había alta exigencia, pero estaban al mismo
tiempo contentos de hacerlo, porque desafiaba sus capacidades. El buen aprendizaje cuesta, el
subir la valla implica un mayor esfuerzo. A mi parecer, una pedagogía que ayuda al docente a
experimentar y sorprenderse de lo que es capaz un estudiante que, en el viejo sistema sería
etiquetado como problemático, es la relación tutora. Recuerde que la prueba de fuego de una
estrategia potente de aprendizaje es si pasa la prueba la “hipótesis de la equidad” (Fullan, Hill y
Rincón Gallardo, 2017). Es decir, si con ese enfoque o estrategia aprendizaje logran pasar una
valla alta aquellos estudiantes que antes estaban desconectados o abandonados, entonces es
aprendizaje en profundidad. El aprendizaje en profundidad es por naturaleza equitativo.
Anímese a probar nuevas maneras de hacer educación y déjese sorprender.

8. Mata la competencia si no ofrece retroalimentación inmediata a los estudiantes


Nada tan aburrido y desmotivador como la devolución de comentarios de tu trabajo después de
semanas. Para desarrollar cualquier habilidad en profundidad se necesita abundante
retroalimentación. En otro texto comenté que los videojuegos ofrecen esto en abundancia, lo
cual es uno de sus elementos atractivos, ofrecen retroalimentación en el momento. Esto es
prácticamente imposible para un docente convencional con 30 o 40 estudiantes. Por eso es
necesario explorar otras maneras. Una de ellas es que el propio material tenga su
retroalimentación. Por ejemplo, en la metodología Montessori, la mayoría de materiales con los
que trabaja el estudiante tiene su propio “control de error” que consiste en un dispositivo que
permite que el aprendiz autónomo se autoevalúe y autocorrija en el momento exacto en el que
finaliza la actividad, sin necesidad de esperar a que el docente en algún momento le ofrezca
retroalimentación (Ver Qué es el control de error en Motessori). Otra manera es optar por
metodologías en las que todos los estudiantes se van empoderando y se vuelven docentes. En
la metodología de la relación tutora la retroalimentación es inmediata porque se tiene al tutor
cerca en todo momento y no solo ello, sino que, además, éste está atento a los movimientos
interiores del tutorado para ver si está teniendo dificultades. De esta manera sale a su encuentro
ofreciendo luces y andamios para ayudar a que el estudiante logre el dominio de la competencia.
Arriésguese a no tener todo bajo su control y pruebe nuevas maneras de retroalimentación.

9. Mata la competencia si no deja que el estudiante demuestre públicamente lo aprendido


“¡Papá mira lo estoy logrando!” Desde pequeños nos habituamos a mostrar con alegría el
dominio de una nueva habilidad como montar bicicleta. El compartir con un ser querido es
motivo para celebrar juntos el florecimiento de algo que estaba en semilla. Somos seres sociales
y nada hay tan bueno para consolidar el buen aprendizaje como mostrarlo a nuestra pequeña
sociedad que es la escuela, la familia y la comunidad. Es necesario que los estudiantes puedan
mostrar ante el docente, ante sus compañeros y ante sus padres de familia sus logros y avances.
Esto fortalece su autoconfianza, autoestima y lo impulsa a compartirlo con los demás. Además,
hace ver una dimensión no menos importante del aprendizaje, la alegría y celebración. La idea
detrás del “día del logro” en el Perú, como un momento de celebración y demostración pública
de lo aprendido dos días al año, está muy bien. Sin embargo, no debería de reducirse a dos
momentos llamativos durante el año, sino ser algo cotidiano. ¿Por qué no tener días del logro
cada semana, cada día, sin necesidad de toda la parafernalia de los “días del logro” oficiales?
Pueden ser más sencillos, por salón de clase, por grupos de estudiantes. En la metodología de la
relación tutora, la demostración es el último paso del ciclo. Este paso consiste en un momento
en el que el estudiante comparte ante los demás su experiencia de aprendizaje, respondiendo a
estas preguntas: ¿Qué aprendí? ¿Cómo lo aprendí? ¿Qué dificultades tuve? ¿Cómo resolví esas
dificultades? No toma más de 4 minutos, pero tiene un alto impacto en los estudiantes. Anímese
a hacer del día del logro algo cotidiano en su aula y escuela y abra las puertas a los padres y
comunidad.

Finalmente, usted hará florezca y viva el aprendizaje profundo si aplica el PETER/D. El PETER/D
es un acrónimo que ayuda que las escuelas y equipos docentes puedan evaluar y verificar si las
experiencias o espacios de aprendizaje que han diseñado fomentan o no el aprendizaje
profundo. En la primera columna se presentan las tres característica del aprendizaje profundo
descubiertas por Mehta & Fine (2019): Dominio, identidad y creatividad; en la segunda columna
se presentan la síntesis de los aportes de Fullan, Hill, Rincón Gallardo (2017), Bellanca (2014) y
Rincón Gallardo (2019, 2020); en la tercera columna se ofrecen preguntas para la reflexión y
autoevaluación para que faciliten las discusiones entre los equipos docentes o de especialistas
de UGEL.

Mehta &
Características Preguntas de análisis
Fine, 2019

¿El estudiante es capaz de decir qué está


haciendo, por qué lo está haciendo, cómo lo
Dominio Propósito
está haciendo, qué es lo que está
aprendiendo?

¿Se apuesta por profundizar pocos temas antes


Dominio Profundidad
que abarcar varios?

¿Los estudiantes eligieron los contenidos a


Identidad Elección desarrollar? Dado que nadie aprende lo que no
quiere.

¿El estudiante alcanza el propósito de


aprendizaje según su ritmo de aprendizaje?
Dominio Tiempo
¿Se cuenta con periodos prologados de
concentración para realizar la actividad?

¿Existen actividades y espacios para la creación


Creatividad Transferibilidad de nuevos contenidos a partir del tema
trabajado?
¿El estudiante es continuamente desafiado a
abordar niveles más exigentes de aprendizaje?
¿Se tiene una valla alta y se ofrece todo el
Dominio Exigencia apoyo necesario?
¿Los docentes tienen altas expectativas de las
capacidades del estudiante?

¿El estudiante está entusiasmado y conectado


Identidad Emocional
con la actividad que eligió?
¿El estudiante recibe retroalimentación (“qué
Dominio Retroalimentación tan bien lo estoy haciendo”) continua en el
momento que realiza la actividad?
¿Los momentos de demostración pública de lo
Dominio Demostración aprendido son parte cotidiana de la cultura de
la escuela y del salón de clases?
Lima, 9 de marzo de 2020

Referencias

Bellanca, J. A. (2014). Deeper Learning: Beyond 21st Century Skills. Solution Tree Press.

Fullan, M., Hill, P., & Rincón-Gallardo, S. (2017). Deep Learning: Shaking the Foundations.
Ontario, Canada: New Pedagogies for Deep Learning: A Global Partnership.

Gardner, H. (2002). Educare al comprendere. Stereotipi infantili e apprendimento scolastico.


Feltrinelli Editore.

Mehta, J. (2016). Deeper Learning: 10 Ways You Can Die. Education Week.

Mehta, J., & Fine, S. (2019). In Search of Deeper Learning: The Quest to Remake the American
High School. Cambridge, Estados Unidos: Harvard University Press.

Rincón-Gallardo, S. (2019). Liberating Learning, educational change as social movement.


Routledge.

Rincón-Gallardo, S. (2020). The Learning Movement. California: Corwin Press.

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