TRASTORNOS
TRASTORNOS
TRASTORNOS
Es frecuente que los pacientes con retraso mental presenten otros problemas neurológicos o
tratamientos farmacológicos asociados que contribuyen de forma desfavorable sobre estos aspectos
adaptativos. Algunos estudios refieren la asociación a encefalopatías motrices en el 7% de los
pacientes, epilepsia en el 10%, alteraciones neurosensoriales en el 7%, autismo en el 2-3% y
trastornos neuropsiquiátricos en más del 50% de los mismos. Estas asociaciones son más intensas
cuanto menor es el CI.
La prevalencia de epilepsia es 2-3 veces más frecuente en la población con retraso mental.
Igualmente, la presencia de autismo es 100 veces más frecuente en esta población según algunas
series. A este hecho debemos sumar la presencia de hiperactividad y déficit de atención grave en un
amplio grupo de niños con retraso mental, lo que abunda en las dificultades escolares, sociales y
laborales de estos pacientes.
En el siguiente cuadro podemos observar los diferentes tipos que hay según el CI alcanzado:
Las causas o factores de riesgo que pueden desembocar en una discapacidad de este tipo
son:
AUTISMO
Los indicios que pueden ser indicativos del TEA en los niños son:
• En el parvulario y en la escuela, hay falta de interés por los otros niños.
• No comparten intereses (no acostumbran a señalar con el dedo aquello que les llama la atención
para compartirlo con los demás).
• Ausencia de juego simbólico (dar de comer a muñecas, hacer cocinitas, jugar a coches como si
fueran de verdad, etc.).
• Se establece poco contacto visual y no observan la expresión de la cara del interlocutor cuando
juntos están viendo alguna cosa inusual. No acostumbran a realizar la sonrisa social.
• Su lenguaje, si existe, es literal (no entienden las bromas, los chistes, los dobles sentidos ni las
metáforas).
• Evitan el contacto físico o les gusta más bien poco. Acostumbran a tener hipersensibilidad táctil,
olfativa, gustativa y auditiva. Frecuentemente existe poca sensibilidad al dolor.
• Reaccionan poco ante la voz de sus padres, lo que puede hacer sospechar de un déficit auditivo.
• Presentan intereses inusuales. Además, son repetitivos y no compartidos.
• Pueden mostrar comportamientos extraños, repetitivos y auto estimulantes como el balanceo, el
movimiento de aleteo de manos o caminar de puntillas entre otros.
• Los que presentan más nivel intelectual, notan que son diferentes y no entienden qué les pasa. Son
la pieza del puzle que no sabe acoplarse ni encajar en el tablero social.
#Síndrome de Asperger
El Síndrome de Asperger forma parte de los Trastornos del Espectro del Autismo (TEA).
AFASIA Y DISFASIA
Afasia es el término utilizado para denominar las alteraciones del lenguaje producidas por
las enfermedades del cerebro.
El cerebro procesa el entendimiento y producción del lenguaje en dos áreas: el área de
broca (se encarga de generar el lenguaje) y la de wernicke (responsable de la comprensión del
lenguaje que escuchamos).
Además en las inmediaciones se encuentran las zonas del cerebro con las que procesamos el cálculo
matemático, la lectura y la escritura con lo que es muy frecuente que los pacientes con afasia
además tengan problemas para la lectoescritura y el cálculo.
En la gran mayoría de las personas, estas dos zonas se encuentran en el hemisferio cerebral
izquierdo.
Tipos de Afasia:
1. Global: los pacientes tienen imposibilidad completa para comprender y emitir el lenguaje. Es
decir los pacientes no pueden decir ninguna palabra ni tampoco entendernos. Este tipo de afasias
ocurren cuando la lesión cerebral es grande y afecta a las áreas de Broca y Wernicke.
2. Afasia motora: el paciente tiene fundamentalmente una dificultad para poder hablar. Esta
dificultad puede ser total (el paciente está prácticamente mudo) o parcial (habla entrecortada y poco
fluente). Se produce cuando el área afectada es el de Broca. Sin embargo, el paciente nos
comprende todo lo que le decimos.
3. Afasia de comprensión: en este caso, la dificultad viene dada para la comprensión. No nos
entiende lo que le decimos y es incapaz de responder a lo que le preguntamos o a obedecer las
indicaciones que le damos. El paciente puede emitir lenguaje, pero es un lenguaje incomprensible.
En estos casos la lesión afectará al área de Wernicke.
También pueden producir afasia los tumores cerebrales, los traumatismos craneoencefálicos
graves y las encefalitis (infección del cerebro).
Las afasias deben distinguirse de otro tipo de trastorno del lenguaje que se llama disartria.
Esta es mucho más frecuente y se define por una mala articulación del lenguaje conservándose el
contenido gramatical del mismo. Aparece en intoxicaciones etílicas o por fármacos sedantes,
enfermedades neuromusculares como la esclerosis lateral amiotrófica o la miastenia grave, ictus,
enfermedades del cerebelo o en la enfermedad de Parkinson.
En todas estas definiciones son comunes dos características básicas: el lenguaje es la función
más afectada, aunque los niños tengan otras dificultades en su desarrollo y no existe en la actualidad
una explicación definitiva a estos fenómenos.
"La Disfasia puede afectar numerosos niños con otras deficiencias graves (mental, motriz o
sensorial), pues los efectos de las distintas patologías sobre un mismo individuo se multiplican, al
mismo tiempo que se enmascaran."
Hay diferentes tipos de disfasias:
•DISFASIA EXPRESIVA O DE DESARROLLO: si la expresión esta afectada el lenguaje
el primer lenguaje no aparecerá hasta los 5 ó 6 años o, en algunos casos, no aparece nunca.
Cuando lo hace, se limita a la producción de algunas palabras, generalmente
incomprensibles para los no familiares y no se observa elaboración espontánea de
enunciados que combinen varias palabras. Presentan:
•Errores de pronunciación por dificultades en la fijación de engramas auditivos y práxicos.
•Dificultad en la utilización de las reglas gramaticales, con palabras sin ningún nexo ni
flexión verbal.
•Habla desordenada por la dificultad en la secuenciación de acontecimientos encadenados
•Dificultades en las expresiones cuando debe hacer referencias corporales, espaciales y
temporales.
•Heterogeneidad del léxico (aparición de palabras “complejas”, adecuadas para su edad,
coincidiendo con la ausencia de palabras muy sencillas que corresponden a los primeros
aprendizajes lexicales).
•DISFASIA COMPRENSIVA O RECEPTIVA: si la compresión esta afectada, las
dificultades de decodificación son mínimas fonológicamente y aparecen problemas para
comprender el sentido de las frases complejas e ideas abstractas, lo que da a lugar a
respuestas fuera de contexto de las preguntas. Así mismo, existen frecuentes problemas para
hallar vocablos, que afectan seriamente el discurso final. En consecuencia, el discurso puede
aparecer como incoherente resaltando un problema severo de la utilización comunicativa del
lenguaje.
•DISFASIA MIXTA: si la expresión y la comprensión están afectadas, el lenguaje es casi
nulo. El niño/a presenta muy poca atención a los sonidos en general y su expresión se limita
habitualmente a gritos y a una jerga entonativa que acompaña sus gestos y mímica natural.
En la disfasia receptivo-expresiva el trastorno primario se encuentra en la dificultad para la
descodificación del mensaje verbal, que se suele acompañar de un déficit equivalente en la
expresión. En la disfasia expresiva la dificultad estriba en una alteración de los mecanismos
implicados en la codificación, encontrándose preservada, parcialmente, la comprensión.
Aspectos característicos en niños/as que pueden presentar disfasia:
•Retraso en la aparición de las primeras pautas del lenguaje, no apareciendo las primeras
palabras hasta los tres-cuatro años.
•Trastornos en la motricidad bucofaríngea en el 40% de los casos, con ausencia de causa
orgánica.
•Trastornos en la percepción auditiva-verbal que se manifiesta en la repetición de fonemas
aislados y de palabras sin significado; los resultados son siempre inferiores a lo normal y no
sobrepasan en niños/as de edad escolar el nivel de un niño/a normal de dos años(estas
dificultades persisten incluso después de la reeducación).
•Trastornos de la comprensión verbal siempre presentes en grado variable.
•Trastornos en la realización del lenguaje; el vocabulario es limitado, impreciso e inexacto,
con errores que afectan a las categorías tempoespaciales y la sintaxis es pobre e incorrecta,
estando el discurso compuesto de frases cortas sin unión entre sí o totalmente agramatical.
PARKINSON
Denominada así por el médico inglés James Parkinson, quien fue la primera persona en
describir los síntomas de esta enfermedad, y a la que él mismo atribuía con el nombre de “parálisis
agitante”.
Las dificultades de movimiento de las personas que padecen esta enfermedad pueden llegar
a complicar incluso las tareas más sencillas. Por eso, para reducir riesgos y facilitar los quehaceres
diarios, los siguientes consejos pueden resultar de gran utilidad.
EN EL HOGAR
•No dejar nunca objetos en el suelo con los que se pueda tropezar.
•Instalar una baranda al lado de la cama para ayudarle a acostarse y levantarse, evitando
caídas.
•Los cojines y las almohadas pueden ser muy útiles para conseguir un mayor confort en la
cama y en el sofá.
•Para caminar por el hogar es preferible un andador con ruedas giratorias y frenos de mano
en lugar de los bastones o los andadores sin ruedas.
EN LA HIGIENE Y EL ASEO
•La bañera, ducha e inodoro deben tener al menos dos agarraderas para ayudar a entrar, salir,
sentarse y levantarse.
•Tener un taburete o silla de plástico en la ducha para sentarse durante el aseo, así como una
alfombra antideslizante, puede evitar accidentes.
•Siempre que el paciente esté solo, debemos procurar que lleve consigo un teléfono móvil o
inalámbrico, incluido en el baño.
•Se recomienda usar maquinilla de afeitar y cepillo de dientes eléctricos para facilitar la
tarea.
AL VESTIRSE
•Es aconsejable ayudar al paciente a estirar los músculos antes de vestirse para que se mueva
con más facilidad.
•Se puede usar una silla con respaldo y brazos para facilitar la tarea. Debe hacerse con
calma, tomando todo el tiempo que se necesite.
•Es preferible ropa con cremalleras o velcro en lugar de botones o cordones.
•Usar ropa holgada y cómoda.
•Utilizar calzado cómodo, plano, que no se deslice y con cierre elástico o velcro.
ALZHEIMER
Por otra parte, se torna descuidado en su higiene personal. Ya no se arregla como antes, la
pulcritud que todos admiraban; se le nota sucio y descuidado, les da por no quererse bañar o decir
que ya lo hicieron, enojándose cuando se les recrimina.
Aparecen algunos rasgos de tipo psicótico. Imagina que ve gente la cual no existe, escucha
ruidos que nadie oye o piensa y cree firmemente que alguien va a llegar por él. Empieza a preguntar
por personas que ya murieron (su papá, su mamá, su hermano) y todas estas imágenes que pasan
por su mente, realmente le inquietan. Asimismo, el embotamiento o represión de emociones,
aunadas a una apatía cada vez mayor, empiezan a hacerse cada vez más evidentes.
La dependencia con respecto a un cuidador es cada vez mayor. Las aficiones que tenía, las
actividades sociales, de ocio y de recreo pierden totalmente su valor, mostrándose aburrido, flojo,
apático o somnoliento.
La persona empieza a hacer acciones repetitivas rayando en lo obsesivo. Vagabundea,
recorre la casa por todas partes, ordena la ropa o los papeles varias veces al día, su mirada cambia .
En esta etapa, resulta obvio que la capacidad para el pensamiento abstracto y la habilidad para
llevar a cabo operaciones de cálculo desaparecen por completo. No pueden realizar las más
sencillas operaciones, aunque sí, tal vez, recitar de memoria las tablas de multiplicar.
En esta tercera y última etapa, se presenta una amplia y marcada afectación de todas y cada
una de las facultades intelectuales. Los síntomas cerebrales se agravan, acentuándose la rigidez
muscular así como la resistencia al cambio postural. Pueden aparecer temblores y crisis epilépticas.
El paciente de Alzheimer no reconoce a sus familiares e incluso puede no reconocer su propio rostro
en el espejo. La personalidad que siempre acompañó a la persona, cambia en gran medida. Se
muestran profundamente apáticos, perdiendo las capacidades automáticas adquiridas como la de
lavarse, vestirse, andar o comer, y presentan una cierta pérdida de respuesta al dolor.
Más adelante, tienen incontinencia urinaria y fecal. En la mayoría de los casos la persona termina
encamada, con alimentación asistida.
DEMENCIA
Por otro lado, tanto las personas con demencia como aquellas que tienen Alzheimer, poseen
una misma percepción de la realidad y sólo existen diferencias en los síntomas dependiendo de la
fase en la que se encuentre el paciente.
En conclusión, ambas se engloban dentro del término demencia pero, según su nivel de
evolución, conllevan características y síntomas que las convierten en enfermedades diferentes.
ESCLEROSIS MULTIPLE:
Tratamientos
Afectados