La Influencia de Los Comerciales Televisivos

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Los comerciales que son tan comunes de encontrar en la televisión han sido capaces de modificar

la percepción y el comportamiento de los espectadores, no solo en la forma de consumir si no en


la forma en la que los anuncios son percibidos. Es aquí donde surge una pregunta, ¿el perceptor es
capaz de ser selectivo al consumir comerciales y ser capaz de filtrar aquellos que le aporten lo que
este quiere?

El rechazo a las pautas comerciales televisivas es una defensa que los receptores han generado, la
publicidad televisiva logró saturar al usuario hasta perder su credibilidad y su atención siendo que
el espectador en un día promedio de consumo televisivo es expuesto a cientos o incluso miles de
mensajes de marca. Cuando el consumo televisivo era algo tan masificado era común encontrarse
con que muchos de los espectadores cambiaban el canal al comenzar los comerciales, cosa que
antes no era tan común con los televisores análogos ya que implicaba el esfuerzo de levantarse a
cambiar el canal, por otra parte el que no fuera tan fácil cambiar de canal propiciaba el ambiente
idóneo para que el lenguaje comercial continuara regido por pautas básicas, como la formalidad,
juegos de palabras y un lenguaje segmentario.

Con el control remoto surgió la tendencia del usuario a requerir la inmediatez y a que su atención
se perdiera fácilmente, cambiando de canal con simplemente presionar un botón desde su
asiento. Esta tendencia de cambiar el canal constantemente es conocida como zapping, una fuga
de audiencia que logra afectar a los anunciantes provocando que se reduzca la efectividad de los
anuncios.

Entonces, ¿el abuso de los mensajes los ha hecho inservibles? El perceptor parece no interesarse
en mensajes que sabe que son anuncios que solo resaltan por haberle proporcionado dinero a los
medios y a menos que le parezcan interesantes no enfocará su atención en ellos. Una cosa es
verdad, la televisión es culpable de modificar la percepción de sus usuarios al abusar de los
bloques publicitarios, los cuales llegan a durar hasta cinco minutos y que interrumpen
constantemente espectáculos, programas o películas que son de gran interés del televidente.

Es por eso por lo que la publicidad televisiva tuvo que adaptarse, generando nuevas propuestas
que resultaran atractivas e interesantes, encontrando así la forma de darle la vuelta a la situación
y que la gente dijera cosas como: “El partido estuvo bueno, pero ¿viste el comercial?”.

Llamar la atención no sería posible sin el potente uso del lenguaje, el cual dispone de un gran
número de herramientas para poder persuadir al espectador; estructuras sintácticas de apelación,
tipografías, enunciados imperativos, exclamativos, interrogativos, figuras retóricas, tecnicismos,
extranjerismos, musicales, onomatopeyas, repeticiones y un largo etcétera que bien utilizados
pueden formular una comunicación eficiente entre el anunciante y el consumidor.

El lenguaje comercial televisivo se ha adaptado a la sociedad y a su contexto, ya que cosas como


sus comportamientos, actos, gustos, sentido del humor están en constante cambio, lo que implica
que el lenguaje tiene que actualizarse para lograr la eficacia que requiere. El ejemplo más común
de una marca que sigue las tendencias y efectúa una transición del lenguaje es coca cola. Coca cola
ha utilizado muchísimos recursos del lenguaje como la metáfora en su campaña ‘destapa la
felicidad’, también ha recurrido a anuncios musicales, micro campañas de “concientización”,
monólogos, historias cortas, todos ellos comerciales que apelan a las emociones del consumidor,
posicionándose así, como la marca de refresco más conocida en el mundo.
Con la creciente falta de interés del televidente el neuromarketing o marketing emocional se ha
convertido en un recurso indispensable. Este puede ser tan obvio como coca cola o más sutil como
el anuncio de un nuevo iPhone, pero ambos interactúan con el sistema emocional del consumidor,
concretamente posicionado en el sistema límbico de nuestro cerebro, una parte completamente
irracional que vive el ahora y que lo único que le preocupa del futuro es la perdida.

En conclusión, aunque parezca que somos capaces de evitar anuncios televisivos ya sea
cambiando de canal o pagando para que estas pautas desaparezcan la realidad es que los
comerciales son imposibles de evitar y su eficacia terminará dictando muchos aspectos de nuestra
vida ya que es capaz de adaptarse a nuestros hábitos, sobre todo en la televisión donde los
mensajes recurren a la repetición y a un lenguaje mayormente visual, grabándose así en nuestro
inconsciente.

Referencias
CUADRADO, L. A. (s.f.). ANÁLISIS SEMIÓTICO DEL MENSAJE PUBLICITARIO. Obtenido de
Universidad Computense de Madrid: https://core.ac.uk/download/pdf/61903574.pdf

LEÓN, J. E. (09 de 2011). REACCIÓN DE LOS TELEVIDENTES ANTE LA PUBLICIDAD. Obtenido de


USAC: http://biblioteca.usac.edu.gt/tesis/16/16_0837.pdf

Varón, D. J. (09 de 04 de 2018). Neuromarketing: somos lo que nos emociona. Obtenido de TEDx
Talks: https://www.youtube.com/watch?v=tIAQtN8xer0

Pérez Tornero J.M., Perceval J.M., (2008), Guía sobre el lenguaje de la televisión y los valores:
100 preguntas y respuestas, Mentor: media
education, http://www.gabinetecomunicacionyeducacion.com/sites/default/files/field/
adjuntos/guia_mentor_3.pdf

Bautista Martinez C.M., (2017), EL LENGUAJE EN LA TELEVISIÓN, Facultad de Ciencias y Técnicas


de la Comunicación, Universidad Veracruzana, https://medium.com/@catherinebautista/el-
lenguaje-en-la-televisi%C3%B3n-84b27cfabf77

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