Criterios de Analisis y Diseno
Criterios de Analisis y Diseno
Criterios de Analisis y Diseno
El diseño estructural abarca las diversas actividades que desarrolla el proyectista para
determinar la forma, dimensiones y características de una estructura; es decir, de aquella parte de una
construcción que tiene como función absorber las solicitaciones que se presentan durante las distintas
etapas de su existencia.
El diseño sismorresistente de estructuras difiere del que se realiza para el efecto de otras
acciones, tales como cargas gravitacionales, viento u oleaje, en donde se pretende que el
comportamiento de la estructura permanezca dentro de su intervalo elástico lineal y sin daño, aún para
los máximos valores que pueden alcanzar las fuerzas actuantes. En el diseño sísmico se reconoce
que no es económicamente viable diseñar las edificaciones para que se mantengan dentro de su
comportamiento lineal ante el sismo de diseño, por lo que resulta necesario buscar un equilibrio entre
la inversión realizada en la seguridad de la estructura con la probabilidad del daño que pueda ocurrir
ante un determinado sismo. A grandes rasgos, el diseño sísmico de una estructura implica las
siguientes fases:
Con el fin de clasificar las distintas etapas de comportamiento de una estructura se han
proyectado los siguientes estados límite:
Con base en los estados límite de comportamiento, se definen los siguientes objetivos del
diseño sísmico:
1. Evitar que se exceda el estado límite de servicio para sismos de intensidad moderada,
que pueden presentarse varias veces en la vida de la estructura.
2. Que el estado límite de integridad estructural no se exceda para sismos severos que
tienen una posibilidad significativa de presentarse en la vida de la estructura.
3. El estado límite de supervivencia no debe excederse ni para sismos extraordinarios
que tengan una muy pequeña probabilidad de ocurrencia.
Para cumplir cabalmente con los objetivos del diseño sísmico, se deberían realizar tres
diferentes análisis, uno para cada etapa; sin embargo, esta secuencia de análisis resulta muy ardua y
sólo se aplica para el diseño de estructuras de excepcional importancia. Los Reglamentos de diseño
de edificios acuerdan cumplir con los objetivos señalados, mediante una sola etapa de análisis; el
procedimiento adoptado por la mayoría de los Códigos actuales consiste esencialmente en un diseño
elástico con fuerzas reducidas por un factor dependiente de la ductilidad.
Se acepta que parte de la energía introducida en la estructura por el sismo, se disipe por
deformaciones inelásticas y, por ello, las fuerzas que deben ser capaces de resistir las estructuras son
menores que las que actuarían si su comportamiento fuese elástico – lineal.
Las NTC - Sismo definen un marco de referencia para el diseño de estructuras que no pueden
tener deformaciones inelásticas significativas, pero aprueba que dichas fuerzas se reduzcan por el
Factor de Comportamiento Sísmico, Q, que depende del tipo de estructura en función de su capacidad
de disipación de energía inelástica o de su ductilidad. Con estas fuerzas reducidas se analiza un
modelo lineal de la estructura y se revisa que no se rebasen los estados límite de falla, que tienen que
ver con las resistencias de las secciones transversales de sus principales miembros estructurales.
Para evitar daños no estructurales ante sismos moderados, el Cuerpo Principal de las Normas
requiere que se mantengan los desplazamientos laterales del edificio dentro de límites admisibles. El
procedimiento de diseño no incluye una revisión clara de la seguridad contra colapso (estado límite de
supervivencia); sólo se supone que al respetar ciertos requisitos de ductilidad, la estructura dispondrá
de capacidad de disipación inelástica de energía suficiente para evitar el colapso.
El cumplimiento de los objetivos anteriores implica que la estructura disponga de una rigidez
adecuada para limitar sus desplazamientos laterales, proporcionándole características dinámicas que
eviten amplificaciones excesivas de la vibración; que cuente, además, con la resistencia lateral
suficiente para absorber las fuerzas de inercia inducidas por la oscilación; y, que tenga alta capacidad
de disipación de energía mediante deformaciones inelásticas, lo que se logra proporcionando una
adecuada ductilidad.
Lograr lo anterior implica mucho más que la simple aplicación de una serie de procedimientos
reflejados en un Reglamento de diseño; involucra la comprensión de los principales factores que
determinan la respuesta sísmica de las estructuras con las características requeridas. Para poder
cumplir con lo anterior, las Normas deben presentar los principales criterios de diseño de una manera
racional, clara y lo más simple posible para lograr que el usuario conozca y comprenda no sólo las
bases de dichos procedimientos, sino también sus limitaciones.
Otro punto importante es garantizar que los desplazamientos laterales sean menores que
ciertos límites, a fin de preservar la comodidad y seguridad de los ocupantes del edificio y de las
personas en general, y así prevenir el pánico ante los sismos moderados o severos principalmente.
Las NTC – Sismo exigen que los desplazamientos laterales no generen efectos adicionales
de segundo orden, ni propicien una sensación de inseguridad y el daño de los elementos no –
estructurales; asimismo, dan recomendaciones para que la separación entre edificios vecinos sea tal
que no exista riesgo de golpeteo.
Al diseñar una estructura que va a ser desplantada en una zona sísmica, se deben tomar en
cuenta la combinación de las fuerzas de la componente horizontal del movimiento del terreno y cierto
porcentaje de los de la otra componente horizontal ortogonal a la primera, más los efectos de las
cargas gravitacionales; en caso de que se tenga certeza de que las vibraciones verticales son de
importancia, deben incluirse sus efectos, que suelen ser considerados en el diseño sísmico de
estructuras que están cerca del foco, como en aquellas que tienen grandes claros y/o volados.
El coeficiente sísmico define el cociente del peso total de la estructura que se debe considerar
como fuerza cortante actuante en su base, con fines de diseño. Para una región sísmica específica,
la mayoría de las Normas proporcionan valores de coeficientes sísmicos en función de las
características estructurales, del uso del inmueble y del tipo de suelo. Los valores de coeficientes
sísmicos para suelos compresibles suelen ser mayores que para los firmes, ya que consideran la
amplificación que sufren las ondas sísmicas en este tipo de suelos.
Introducción
La presente unidad tiene como objetivo principal presentar algunos aspectos básicos del
comportamiento de los edificios sometidos a movimientos originados por un sismo. Una vez que se
conoce sobre el origen de los sismos y las consecuencias que pueden generar, en esta unidad se
hace una breve descripción de las características de las edificaciones y de sus propiedades ante la
incidencia de un sismo, de las cuales dependerá su comportamiento ante sismo.
También se hace una descripción sencilla sobre los diferentes tipos de estudios del
comportamiento de las estructuras de edificaciones sujetas a los efectos de sismos, finalizando con
una reseña de los reglamentos de construcción, que son los que regulan el análisis y diseño sísmico
de las estructuras y que proporcionan las herramientas mínimas para lograr que las edificaciones
presenten comportamientos adecuados ante la incidencia de movimientos del terreno.
De manera similar al cuerpo humano, para poder mantenerse en pie, las edificaciones
requieren de un esqueleto, que en este caso está constituido por los denominados elementos
estructurales, los cuales se dividen en verticales y horizontales, dentro de los primeros se puede
mencionar a las columnas y los muros; y para los segundos se tienen a las trabes o vigas y las losas.
Además, de la misma manera que los humanos, que mientras mejor tengan los pies en la tierra, mejor
será el comportamiento ante la vida, en el caso de las edificaciones, estas no pueden estar en el aire,
necesitan apoyarse en el suelo, así como todo el peso del mobiliario y los usuarios. Las fuerzas que
provoque la incidencia de un sismo o vientos fuertes deben ser transmitidas y, por lo tanto, resistidas
adecuadamente por el suelo. Para tal efecto es necesario conocer las características de
comportamiento del suelo, por ejemplo cuánto resiste y se espera que se deforme ante las cargas que
se le aplicarán. Con base en esos parámetros se elegirá y diseñará una cimentación suficientemente
resistente, la cual, junto con el suelo y la estructura, conformarán finalmente a la edificación.
Existen diferentes propuestas de configuración de las estructuras para edificación, entre las
que se pueden mencionar y ejemplificar gráficamente a las siguientes:
Materiales de construcción
Concreto reforzado: Es la combinación del concreto simple y del acero de refuerzo. El
concreto simple resulta de la mezcla de agua, cemento, arena y grava principalmente. Al acero de
refuerzo también se le conoce como varilla o barra de acero. Con este material se pueden hacer
columnas, muros, trabes, losas y elementos de cimentación.
La mayor parte del tiempo un edificio está sometido a fuerzas cuya intensidad (su tamaño) no
cambia. Un ejemplo es el peso propio del edificio, ya que el peso de los diferentes elementos que
forman parte de este (columnas, trabes, losas, muros, etcétera) permanece constante con el paso del
tiempo. A estas se les denomina fuerzas estáticas.
El tamaño de las fuerzas estáticas, como el peso propio del edificio, o el de sus contenidos,
se puede cuantificar fácilmente, ya que se conoce el tamaño de cada elemento y el peso del material
del que está hecho. De manera similar, el peso del contenido de un edificio también se puede estimar.
Por ejemplo, si en una escalera caben 20 personas y se sabe el peso promedio de un adulto, se puede
estimar el peso total que puede llegar a actuar sobre una escalera.
Los edificios ciertamente no se encuentran sobre un tapete; sin embargo, durante un sismo,
el suelo sobre el que se apoyan se mueve, lo que produce fuerzas invisibles que parece empujan al
edificio como se muestra en el esquema. Estas actúan de forma semejante al ejemplo de la persona
sobre el tapete, pero son aún más complejas porque se trata de fuerzas de tipo dinámico, cuya
intensidad (su tamaño) varía en el tiempo, es decir, tienen un tamaño diferente en cada fracción de
segundo.
Volviendo al ejemplo de la persona sobre el tapete, cuando este es jalado de forma rápida,
independientemente de que del desplazamiento de este y el de la persona resulte pequeño (problema
de gran aceleración y poco desplazamiento), el efecto sobre la persona puede resultar en su caída.
Por otro lado, si es jalado de manera lenta, amén de que se recorran grandes distancias (problema de
aceleración pequeña y grandes desplazamientos), el efecto sobre la persona puede ser no tan
desafortunado como el primer caso. Entonces, el daño en un edificio estará determinado
principalmente por dos factores: la aceleración y el desplazamiento.
Resulta claro que hay diferencias en las aceleraciones registradas en distintos sitios de la
edificación, lo cual se puede considerar producto de la mayor flexibilidad de las edificaciones
comparativamente con la gran masa del terreno donde se desplantan o apoyan, aspecto que se
representa de manera gráfica:
El fenómeno físico de la aceleración tiene una influencia importante en el movimiento de los
edificios y, por lo tanto, en la generación de daño en estos, debido a que al ser cuerpos un cierto peso
y con cierta masa, los edificios deberán obedecer la famosa Segunda Ley de Newton de la Dinámica.
La ecuación que representa de la manera más sencilla esta es:
Como ya se comentó, el tamaño de las fuerzas sísmicas que actúan en un edificio depende
principalmente de dos factores:
Qué tan grandes son las aceleraciones que el sismo provoca en el edificio.
Entonces, si se tienen dos edificios del mismo peso, pero a uno se le somete a una aceleración
del doble que al otro, las fuerzas sísmicas serán también del doble. De manera similar, si hay dos
edificios en un sitio dado, las aceleraciones que el sismo generaría en el terreno son iguales, pero uno
de los edificios es del doble de peso que el otro, también las fuerzas sísmicas que se generen en el
edificio pesado resultarían del orden del doble de las fuerzas que se generaran en el edificio ligero.
Esto implica, como ya se ha mencionado, que el tamaño de las fuerzas sísmicas depende del tamaño
de la aceleración provocada por el sismo, y del peso mismo del edificio.
Figura 1
Figura 2.
Deberá entenderse que no existen propiamente los “sismos oscilatorios”, o bien los “sismos
trepidatorios”, en realidad, durante la ocurrencia de un sismo siempre se presentan movimientos tanto
laterales, como verticales, por lo que en cualquier caso habrá fuerzas sísmicas laterales y verticales.
Desde luego, dependiendo de la localización geográfica del sitio de interés habrá sitios donde el
movimiento predominante sea el horizontal, y otros con movimiento predominante vertical. En ambos
casos siempre se presentará también el otro tipo de movimiento.
El tamaño de las fuerzas sísmicas sobre un edificio depende del valor de la aceleración que
el sismo le incida, por lo que es necesario conocer los principales factores que afectan el tamaño de
la aceleración en la construcción.
Por otro lado, a continuación se muestra el mismo movimiento de suelo en la colonia Roma,
pero ahora moviendo la base de un edificio de 12 pisos. En este caso el periodo de vibración del
edificio es aproximadamente uno y medio segundos, o sea aproximadamente igual al periodo del
suelo. Cuando el periodo del edificio es igual o aproximadamente igual al del suelo, el movimiento del
edificio es mucho mayor al del suelo, o sea que el edificio amplifica el movimiento del suelo y, por lo
tanto, el tamaño de las fuerzas sísmicas se incrementa.
Por último, en el último esquema se muestra el mismo movimiento de suelo, pero ahora
moviendo la base de un edificio de 20 pisos. En este caso el periodo de vibración característico del
edificio es aproximadamente dos y medio segundos, mientras que el del suelo es de uno y medio
segundos, o sea que el edificio se mueve más lento de lo que lo hace el suelo. Puede verse que en
este caso el movimiento del edificio es aproximadamente igual o inclusive un poco menor al del suelo.
De manera semejante, si los tres edificios de las imágenes son vecinos y están ubicados en
la colonia Roma, a pesar de ser sacudidos en su base por el mismo movimiento de suelo, no se
mueven igual. Como se vio en la figura del apartado dos, tiende a moverse más aquel que tiene un
periodo de vibración más semejante al del suelo.
Daño en edificaciones
Al revisar los temas anteriores, sabemos que el comportamiento de las estructuras depende
de varios factores (aceleraciones máximas del terreno, periodo dominante del movimiento del suelo y
del periodo de vibrar del edificio), pero ¿qué es lo que hace que los edificios sufran daños durante un
sismo? La respuesta se ofrecerá muy brevemente en el siguiente documento.
¿Cómo identificar el nivel de daño que tenga un elemento estructural?
Por otro lado, los desplazamientos en las edificaciones o en sus componentes generalmente
estarán asociados con insuficiencia en el tamaño del elemento estructural y no necesariamente con
una insuficiencia en la resistencia. El caso más común y claro es el de las losas de pisos y techos, las
cuales en algunas ocasiones pueden presentar desplazamientos verticales grandes, generando que
“la losa se cuelgue”, aspecto que resulta inadecuado desde el punto de vista de la funcionalidad del
edificio y de la sensibilidad del usuario, pero en la mayoría de las veces no pone en riesgo la estabilidad
de la estructura.
Entonces, surge un sinnúmero de preguntas, de las cuales podemos extraer algunas, como
las siguientes:
¿Todas las grietas en las edificaciones son peligrosas? y ¿Todas las deformaciones en las
edificaciones son peligrosas?, de las cuales la respuesta es: no necesariamente.
Con el propósito de que nosotros, usuarios de edificaciones, como nuestro hogar o centro de
trabajo, podamos identificar el nivel de peligro que se tendría en una edificación con algún síntoma de
anomalía, en el archivo Nivel de daño en las edificaciones se presentan algunos aspectos que durante
los años se han podido establecer para identificar y, de manera aproximada, determinar el nivel de
daño que tendrían los diferentes elementos estructurales que conforman a las edificaciones.
El ser humano se caracteriza, respecto a los demás animales, por su necesidad de saber el
origen de las cosas y los fenómenos que lo rodean; en el caso del sismo, y del efecto de éste en las
estructuras de las edificaciones, es el profesional de la ingeniería estructural quien se encarga de
desarrollar los diferentes tipos de estudios que permiten entender el comportamiento de las
edificaciones ante cualquier tipo de excitación externa ante el efecto del sismo.
Estudios analíticos
Estudios experimentales en laboratorios
Estudios experimentales en sitio: Este tipo de estudios son relativamente comunes para
determinar si una estructura presenta alguna anomalía de comportamiento cuando se le sujeta a las
cargas verticales de diseño, a esto se les llama pruebas de carga (un ejemplo en una vivienda tipo pie
de casa se muestra en la imagen). En muy pocas ocasiones se realizan pruebas de carga en
edificaciones reales aplicando fuerzas laterales con algún dispositivo. En este sentido, para poder
determinar si las características de comportamiento de una edificación ante la posible incidencia de
fuerzas laterales provocadas por sismo se han modificado, por ejemplo, que manifiesten deterioro por
daño difícil de percibir a simple vista, se realizan pruebas de medición de la vibración ambiental, lo
cual consiste en medir la forma de moverse de la edificación cuando vibra debido a la presencia de
algún agente externo de poca intensidad, como puede ser el paso de un camión pesado o la colocación
de algún dispositivo mecánico que genere vibración en algún piso de la edificación. Con pruebas de
este tipo se puede llegar a determinar con cierta precisión si una estructura presenta algún daño y,
posteriormente, de manera analítica, estudiar cuál sería el comportamiento de la edificación dañada
ante la incidencia de un sismo importante en el sitio.
¿Cómo impacta el avance del conocimiento en la reducción del riesgo ante la
incidencia de sismo?
Para lograr reducir la vulnerabilidad de las edificaciones y, por lo tanto, la reducción de la
densidad y nivel de daño probable que se presente en ellas producto de la incidencia de un sismo, la
sociedad, a través de las autoridades que la representan, emite una serie de normas, reglamentos,
códigos o recomendaciones que presentan los aspectos de mayor relevancia que se deberán cumplir
durante los procesos de diseño y construcción para lograr que las edificaciones, aun presentando
cierto daño durante un sismo, no fallen y definitivamente nunca se presente una pérdida de vida
humana.
Por ejemplo, como parte de un reglamento de construcciones, existen una serie de normas,
emitidas por un comité de especialistas en el tema y avaladas por la autoridad, cuyo objetivo es
salvaguardar la seguridad de la población, dando con estas normas un nivel adecuado de seguridad
en las construcciones. Para la elaboración de las normas el comité de especialistas toma en cuenta
toda la información que, a la fecha de la revisión o proceso de emisión del documento, se haya
generado por los estudiosos de los temas relacionados con el comportamiento de las edificaciones
ante los efectos del sismo.
Los procesos de revisión y emisión de las normas son periódicos, con una frecuencia variable,
generalmente entre cinco y diez años, tiempo en el que se genera gran cantidad de información y
conocimiento sobre el tema y éste se trata de plasmar en las recomendaciones de la normatividad.
Sin embargo, en la gran mayoría de los casos, los procesos de revisión de las normas guardan una
relación directa con el impacto de un sismo que haya generado daño significativo en las edificaciones.
Las incertidumbres en la respuesta de las edificaciones ante solicitaciones sísmicas son
muchas, y de ahí ha provenido la necesidad de efectuar cambios en los procedimientos de diseño,
cada vez que un nuevo temblor ocurre, la información y enseñanza generada por el impacto del
fenómeno hace que aumenten nuestros conocimientos sobre el tema. Algunos de los aspectos
principales en que los sismos recientes han ampliado significativamente el conocimiento del
comportamiento de las edificaciones ante sismo se pueden resumir de la siguiente manera:
Parámetros ajenos a la edificación misma, como son la magnitud del evento, la distancia del
epicentro al sitio de interés, así como otros aspectos estructurales del mecanismo generador del
sismo, se constituyen en parámetros que influyen significativamente en las características del
movimiento y sus efectos sobre la edificación. También, parámetros propios de la estructura de la
edificación, como son su geometría general en planta y elevación, así como las propiedades de los
materiales componentes, constituyen parámetros que impactan en el comportamiento de la
edificación. Aunado a los aspectos propios de la edificación, se ha identificado que elementos no
necesariamente considerados como importantes para lograr un comportamiento adecuado ante la
incidencia de un sismo, también influyen en buena parte de las características de movimiento de la
estructura, tal es el caso de los sistemas de piso (que es un elemento estructural), muros divisorios,
fachadas, escaleras y otros elementos aparentemente no estructurales.
Una manera simple y conservadora de obtener edificios que, siendo factibles económica y
funcionalmente, tengan al mismo tiempo una probabilidad lo suficiente alta de que su comportamiento
ante sismos futuros resulte satisfactorio, es presentando una atención mucho mayor a aspectos que
hasta ahora no se han considerado básicos e importantes. Entre estos aspectos se incluyen,
prioritariamente, los relativos al diseño arquitectónico: uno de los aspectos altamente recomendados
en la normatividad radica en estimular la construcción de estructuras regulares en planta y en
elevación.