Antecedentes Históricos Del Racismo
Antecedentes Históricos Del Racismo
Antecedentes Históricos Del Racismo
El racismo es una ideología con bastante arraigo en las sociedades actuales. Su existencia se funda
en una creencia básica: los seres humanos se dividen en razas; entre las razas existen jerarquías
que determinan la superioridad o inferioridad de una frente a las otras.
Ni teórica ni históricamente está resuelto el origen del racismo; algunos especialistas lo ubican
como un asunto de la modernidad, otros han encontrado evidencias pre modernas del fenómeno
en los libros de Aristóteles que se refieren a la sociedad de la Grecia antigua; en los del Antiguo y
Nuevo Testamento de la Biblia, o bien en casos singulares como el de la llamada “limpieza de
sangre”, que tuvo lugar en el mundo español de la península ibérica entre los siglos xiv y xvii
Como ideología, el racismo se convirtió en un recurso poderoso que justificó tanto la persecución
de los judíos de la península ibérica (o de fenómenos semejantes), como el sistema de clasificación
social y de dominación que impusieron la conquista y la colonización europea en distintos
continentes, y aun de la idea de un modelo de sociedad, de gobierno y de Estado que la historia
subsecuente registraría como la constitución de los Estados nación modernos, fundamentalmente
acaecido en siglo xix.
Después de la Segunda Guerra Mundial muchos filósofos llegaron a considerar que la refutación
científica de las teorías racistas sería suficiente para derrotar el racismo en el mundo moderno. El
racismo sería algo así como una “grave equivocación” y, una vez demostrada su falsedad, no
tardaría el mundo en desembarazarse de esa tara. Juan Comas y Santiago Genovés, por ejemplo,
criticaron acuciosamente las teorías sobre las razas humanas. En sus escritos sobre el racismo,
insistían en los errores y la irracionalidad de los mitos y de los prejuicios racistas.
La lucha antirracista parecía entonces girar en torno a la refutación de las axiologías raciales con
pretensiones científicas y a la demostración de que “desde un punto de vista biológico no es
posible establecer jerarquía alguna entre individuos y poblaciones [pues] es la cultura la que crea
la especificidad humana. Estas antítesis quedaron asentadas en la Declaración de Atenas,
patrocinada por la UNESCO
Sin embargo, a pesar de las amplias campañas de educación y concientización que siguieron al
holocausto en Europa y en América, el racismo parecía difundirse inexplicablemente,
materializarse en todas las instituciones, multiplicarse en formas de discriminación y de
segregación en todas las ciudades y metrópolis occidentales.
La historia del racismo parece demostrar que la continuidad de las ideas, actitudes y prejuicios
racistas no puede explicarse por la ignorancia y la falta de desarrollo del espíritu científico. Por
ello, debemos entender hoy en día el racismo como una ideología que mantiene ciertos
mecanismos de categorización y de exclusión para ejercer el poder sobre sectores subalternos.
Fuentes bibliográficas:
https://www.redalyc.org/pdf/421/42144001014.pdf
https://www.redalyc.org/pdf/267/26701714.pdf