Aprender A Escuchar

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¿Cuál es la importancia de aprender a escuchar?

Saber escuchar ayuda a la persona que nos habla a sentirse respetada, acogida. Mientras


escuchamos estamos creando un espacio de interrelación, un puente emocional de
conexión. ... Es lo que se denomina una caricia emocional. La escucha es una habilidad
que exige apertura, transparencia y ganas de comprender.

¿Cuál es el valor de escuchar ideas de otras personas?


1. Empatía Es la capacidad de entender y asumir el papel de otra persona.

¿Cuál es el valor de la escucha?


valoración explícita de un “nosotros” que nos permita recordar, como se ha dicho, por qué
somos personas. La capacidad de escucha tiene sumo valor para la comunicación, no
sólo en la familia, sino también en la política y en el ámbito de lo social.

¿Qué se necesita para saber escuchar?


Las personas que saben escuchar, saben estar atentas hacia las emociones y
preocupaciones no verbales. Cuando ellas las "oyen" pueden empatizar (verbal o no
verbalmente) y mandar mensajes al que habla en este sentido. La intuición juega un papel
importante.

¿Qué es más importante hablar o escuchar?


Pero para saber conversar es fundamental, antes, escuchar atentamente a nuestro
interlocutor. El trabajo de convencer empieza, previamente, por 'saber escuchar'. Cuando
uno escucha, aprende y conoce a los demás. No hay otra forma mejor y más efectiva para
comunicarse con nuestros semejantes.

¿Qué significa escuchar bien?


Saber escuchar no es solo una actitud, es también una aptitud, una habilidad. ... Tener
una actitud de escucha es tener en cuenta al otro, poner atención para oír, querer
comprender y centrarse en la otra persona. No sólo se escucha con los oídos,
se escucha con la mirada, con el cuerpo, con la respiración.

¿Qué es la escucha activa y ejemplos?


Prestar atención a lo que se dice en una conversación, brindar respuestas coherentes a
partir de una pregunta formulada, o bien, dar una crítica constructiva orientada a la
empatía, son ejemplos de escucha activa

¿Qué valores ponemos en práctica cuando escuchas la opinión de los demás?


Y es que, escuchando lo que dicen los demás les damos la oportunidad de expresar sus
ideas, les mostramos nuestro respeto a la vez que nos enriquecemos. Por eso, se
debe escuchar con atención y comprensión, evitando en todo momento mantenerse al
acecho para cortar el hilo de la conversación

¿Qué es saber escuchar a los demás?


Significa dirigir nuestra atención hacia el otro, adentrando en su ámbito de interés y su
marco de referencia. El diálogo exige una actitud silenciosa de escucha atenta. ... Solo
una actitud de escucha atenta hace fecunda la palabra que podemos dar a nuestro
interlocutor.

Líder CEA
Clínica Fénix
Fecha 21 de Enero 2022
¿Para qué sirve la escucha activa?
Según el MIT, la escucha activa es una forma de prestar atención que permite conseguir
más información, profundizar en otros puntos de vista, y trabajar en cooperación con otras
personas.

La escucha activa se llama precisamente así porque requiere un esfuerzo consciente por


tu parte. Debes conseguir que tu interlocutor se sienta comprendido y libre para
expresarse, y también centrar tu atención no sólo en lo que dice, sino en lo que siente.

Mucha gente la confunde con una serie estrategias para que la otra persona crea que
estás escuchando. Eso sería simplemente fingir que estás atento. La escucha activa es
dedicarle a alguien toda tu atención y además dejarle claro que lo estás haciendo. De esta
forma la gente se siente libre para seguir hablando, incluso cuando no tengas mucho más
que ofrecerle que tus orejas.

Algunos ex-negociadores de rehenes del FBI como Mike Webster y Gary Noester se


refieren a la escucha activa como una herramienta clave en las negociaciones
para estimular un cambio positivo en el secuestrador, y los mediadores profesionales
también la describen como una de las principales formas de crear conexión con las
personas a las que quieren ayudar.

Rogers y Farson definieron tres formas de escuchar activamente:

Encuentra el significado real de lo que escuchas. Intenta entender tanto las palabras


como las emociones que hay detrás.

Responde a los sentimientos, no al texto. A menudo, el mensaje real es la emoción y


no las palabras que conforman el mensaje. En estos casos olvídate del texto y responde a
la emoción.

Haz algo más que escuchar. Gran parte de la comunicación es no verbal, así que estate
atento.

A continuación encontrarás algunas de las técnicas de escucha activa que enseña el FBI
a sus agentes especiales. No tienes que dominarlas todas para ser un escuchador
excelente, con usar 3 o 4 será más que suficiente. Pero en cuanto lo hagas, descubrirás
todos los beneficios que es capaz de ofrecer la escucha activa sobre ti y la otra persona.

1. Para empezar, evita juzgar


Quizás lo más difícil sea lo más necesario: escuchar sin juzgar a la otra persona o
sacar conclusiones. Recuerda que cuando alguien habla está usando el lenguaje para
expresar los pensamientos y emociones que siente en su interior y que no tiene por qué
ser totalmente preciso con las palabras.

Si dice algo que te escandaliza, reconoce que te ha sorprendido pero no lo califiques de


estupidez o locura. En el momento en que piensas o actúas como un juez pierdes tu
utilidad como escuchador.

2. Resiste la tentación de dar consejos

Líder CEA
Clínica Fénix
Fecha 21 de Enero 2022
Esto es especialmente importante en los hombres ya que nuestra actitud suele estar muy
enfocada a la resolución de conflictos.

La mayoría de nosotros cuando hablamos no lo hacemos para que nos den consejos.


Los consejos siempre están basados en un contexto que no tiene por qué ser el nuestro.
Además, cuando alguien aconseja de esta forma suele ser porque desea hablar de sí
mismo en lugar de escuchar.

La mayoría preferimos encontrar nuestras propias soluciones y tan sólo necesitamos a


alguien que nos escuche y nos ayude a descubrirlas. Si de todas formas crees que tienes
una idea absolutamente genial, lo más aconsejable es pedir permiso a tu
interlocutor: “¿Te gustaría escuchar mis opiniones al respecto?”

3. Interrumpe sólo cuando sea imprescindible


Otro ejercicio bastante difícil. En la mayoría de conversaciones la gente se interrumpe
constantemente (o se grita, véase los programas de debate). Cuando alguien interrumpe
está mandando los siguientes mensajes:

Lo que tengo que decir es más importante que lo tuyo.


Esto no es una conversación, es una discusión y quiero ganarla.
No me apetece escuchar los detalles de tu opinión.

Cuando practiques la escucha activa deja que sea tu interlocutor el que guíe la


conversación hacia donde él desee. Evita hacer preguntas o sugerencias que puedan
interrumpir y conducir hacia otros temas, como por ejemplo “Quizás deberías tener en
cuenta también…” o “Esto me recuerda a cuando…”

4. Haz referencia a los detalles que recuerdes


En general somos malos recordando detalles de conversaciones anteriores. Sin embargo,
si te acuerdas de alguno y eres capaz de mencionarlo durante la conversación, por
pequeño que sea, lograrás un efecto muy interesante.
Tu interlocutor sentirá que la última vez que hablasteis le prestaste atención y que le diste
importancia, por lo que probablemente se anime a sincerarse y abrirse todavía un
poco más.

5. Redirige la conversación cuando sea necesario


A menudo es inevitable que las conversaciones se vayan a otro sitio. Si alguien te está
contando la experiencia de cuando se fue de voluntario a Nepal y te dice que allí se
encontró con un amigo vuestro en común, lo más normal es que le preguntes cómo
estaba tu amigo.

Sin quererlo, habréis pasado de hablar de su experiencia vital como voluntario a


conversar sobre la vida de vuestro amigo, lo cual os puede llevar a dejar atrás lo que tu
interlocutor quería contarte realmente.

Cuando una pregunta conduzca hacia una dirección que no tenga que ver con lo que tu
interlocutor quería contarte, es responsabilidad tuya como escuchador activo volver a
redirigir la conversación hacia su origen: “Me alegro que te encontraras a Alex, pero
explícame más sobre tus aventuras en Nepal”.

6. Repite lo que acabas de oír

Líder CEA
Clínica Fénix
Fecha 21 de Enero 2022
Una manera muy sencilla de evidenciar que estás escuchando y lograr así que la otra
persona esté más motivada para seguir hablando es repetir de vez en cuando lo que ha
dicho, independientemente de si estás de acuerdo o no.

Así demostrarás que has escuchado lo que te estaba diciendo. También puedes atreverte
a sacar conclusiones para que te confirme algún aspecto que desees aclarar: “Entonces
llegaste una hora tarde a la cita. ¿Es que estabas muy nerviosa?”

7. Refleja sus sentimientos para que se abra emocionalmente


En una conversación se puede compartir información, datos y opiniones. Pero también
puedes compartir y reflejar sentimientos. Los sentimientos son más difíciles de
adivinar pero son muy importantes porque crean un mayor vínculo con tu interlocutor al
demostrar empatía e implicación.

No te limites sólo a repetir literalmente lo que acabas de oír: debes intentar interpretarlo
en términos de las emociones que la otra persona pueda estar sintiendo. La forma de
hacerlo es sencilla. Se trata de añadir una emoción a lo que te acaban de contar:
“¿Entonces te sientes triste/alegre/enfadado/etc cuando tal cosa ocurrió?

Sería como ponerle una etiqueta emocional a la otra persona para asumir que siente unas
emociones concretas sobre lo que te está contando: “Por lo que me dices, debiste sentirte
muy frustrado cuando no contaron contigo para la fiesta”.
Incluso cuando te equivoques de emoción te será muy útil para que tu interlocutor se
abra emocionalmente, porque le estás dando la posibilidad de negarla. Si responde que
eso no es lo que siente, lo más probable es que clarifique cuál es su sentimiento real.
8. Pide más información con las preguntas apropiadas

Hacer preguntas de vez en cuando es otra forma de demostrar que estás atento y que
tienes interés por lo que te están contando. Sin embargo, conviene tener claro qué tipo de
preguntas son útiles y cuáles pueden ser negativas.

Preguntas abiertas
Son útiles para conseguir que la otra persona siga hablando y ayudan a eliminar
tensiones. También te proporcionarán más información sobre el punto de vista de tu
interlocutor. Suelen empezar con Qué, Cuándo, Dónde, Cómo o Quién.

Cuidado con las preguntas Por qué. Si pones en duda alguna decisión u opinión
personal de tu interlocutor puedes provocar que se ponga a la defensiva.
Preguntas cerradas

Sirven para confirmar aspectos concretos que quieras clarificar. Empiezan por un verbo o
por los pronombres Te/Me/Se, etc.
Puedes incluso hacer como los políticos y conferenciantes y usar preguntas
retóricas que no necesitan respuesta como “¿Quién no quisiera estar en buena forma
durante la vejez?”. Así consigues es que tu interlocutor se sienta más involucrado porque
nuestros cerebros están diseñados para reflexionar sobre lo que se nos pregunta.

9. Pregunta por las consecuencias de lo que te acaba de decir


Ésta es la técnica más poderosa de todas para lograr que la gente llegue a la solución de
sus problemas por sí misma. Y a la vez la más sencilla.

Líder CEA
Clínica Fénix
Fecha 21 de Enero 2022
Consiste en hacer preguntas que, aunque parezcan redundantes, os permitan a ti y a tu
interlocutor profundizar en sus sentimientos: tan sólo debes preguntar qué cree él que
pasaría si ocurriera lo que acaba de decir.

Líder CEA
Clínica Fénix
Fecha 21 de Enero 2022

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