TQC U.t.3.

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U.T.3.- EXPLORACIONES RADIOLÓGICAS DEL SISTEMA GENITOURINARIO.

– Equipamiento radiográfico-fluoroscópico para exploraciones genitourinarias.


– Contrastes en estudios del aparato excretor. Vías de administración.
– Aparato excretor y procedimientos radiográficos básicos.

1. Equipamiento radiográfico-fluoroscópico para exploraciones genitourinarias.


El uso de los contrastes yodados en radiología tuvo en el aparato urinario una de sus
principales indicaciones.

Las primeras exploraciones radiológicas empleadas en el estudio del sistema genitourinario


eran procedimientos radiológicos – fluoroscópicos como la urografía intravenosa, la
cistografía retrógrada o la histerosalpingografía, pero actualmente el uso de estas
técnicas ha disminuido a consecuencia del empleo de otras modalidades de imagen, como la
ecografía, la TCA y la RMN. No obstante, en la práctica médica de rutina se siguen
utilizando, por lo que deben ser conocidas.

La fluoroscopia:
Es una técnica radiológica que aprovecha la propiedad fluorescente de los rayos X para
convertir la radiación emitida en imágenes diagnósticas que permiten el estudio dinámico en
tiempo real de diferentes órganos y fluidos y, de algunos procesos fisiológicos. Y, también,
permite obtener imágenes estáticas mediante la interrupción momentánea de la fluoroscopia.
Todo ello, gracias a la administración de un contraste que potencia la estructura que se desea
examinar.

Inicialmente las imágenes de los exámenes fluoroscópicos se evaluaban en pantallas


fluorescentes que brillaban cuando incidía en ellas el haz de rayos X que atravesaba al
paciente. Esto se realizaba en salas oscuras en las que el examinador quedaba también
expuesto a la radiación.
Después, se empezaron a usar los intensificadores de imagen, que son dispositivos que
reciben el haz de radiación remanente tras atravesar al paciente, lo convierten en luz visible
e intensifican la imagen producida. Estos dispositivos están acoplados a un circuito de
vídeo que permite observar las imágenes en un monitor.
Actualmente, se usan los detectores de panel plano, que ofrecen una mejor calidad de la
imagen y una disminución de la dosis de radiación recibida por el paciente.
También, se están usando los fluoroscopios digitales, similares a los convencionales con la
diferencia de que la luz se transforma en una señal de vídeo digitalizada, lo que permite
aplicar técnicas de procesado a la imagen y almacenar o enviar la información en soportes
digitales.

Los equipos radiológicos-fluoroscópicos están constituidos por los siguientes elementos:


- Tubo de rayos X.
- Mesa donde se sitúa el paciente.
- Un sistema receptor de imagen:
1. Un intensificador de imagen o un detector de panel plano.
2. Un circuito de vídeo con monitor de televisión.
- Consola de mandos desde la cual se regulan diferentes parámetros de la exploración, el
movimiento de la mesa y los colimadores.
La fluoroscopia se utiliza en diversos exámenes y procedimientos:
a) Exámenes del aparato digestivo y urinario.
b) Estudio del aparato genital femenino (histerosalpingografía):
c) Estudio del árbol vascular.
d) En múltiples procedimientos intervencionistas.

En los exámenes fluoroscópicos el mA de la corriente es menor que el utilizado en una


radiografía, normalmente es < 5 mA. Sin embargo, la dosis de radiación que recibe el
paciente es mayor que en una radiografía, al ser el tiempo de exposición mayor que en ésta
(la radiación recibida es directamente proporcionar al tiempo de exposición).
Los equipos tienen sistemas de alarma que avisan cuando el tiempo de exposición es
prolongado.

2. Contrastes en estudios del aparato excretor. Vías de administración.


Los contrastes yodados iónicos fueron los primeros que se utilizaron en la práctica radiológica. Una
de sus principales indicaciones fue el estudio del aparato urinario.
El uso de los contrastes yodados iónicos se fue reduciendo tras la aparición de los contrastes no
iónicos.

Los contrastes yodados no iónicos son de baja osmolaridad, hidrofílicos (hidrosolubles), con menor
índice de unión a proteínas, con menor incidencia de reacciones adversas y menor coste e

Los contrastes yodados hidrosolubles no iónicos se utilizan actualmente en la urografía IV y,


también, en la cistrografía, la urografía o la uretrocistografía retrógrada, en las que se administra el
contraste a través de la uretra y es eliminado durante la micción.

Generalmente se prefiere utilizar contrastes monómeros, por presentar menor viscosidad y coste que
los dímeros. Suelen emplearse contrastes con una concentración que oscila entre 250-370 mg, y una
dosis que variará entre 50-100 ml.
Los niños constituyen un caso especial, en el que hay que realizar una estimación precisa de la dosis
del contraste respecto al peso. Se recomienda que ésta sea de 1-1,5 ml/kg.

3. Aparato excretor y procedimientos radiográficos básicos.


3.1.- Urografía intravenosa (UIV) o urograma:
1. ¿Qué es la urografía IV?
Exploración radiológica que permite valorar la morfología de la vía urinaria y la
excreción renal. Es, por tanto, un examen que aporta información morfológica y
funcional.
Durante la exploración el contraste IV administrado es eliminado por el riñón,
opacificando el tracto urinario a su paso. La excreción puede observarse
mediante fluoroscopia y documentarse realizando radiografías seriadas.

2. ¿Para qué sirve ?


La UIV permite valorar:
- La excreción renal, detectando posibles deficiencias en la eliminación del
contraste.
- La morfología de la vía urinaria, detectando anomalías o alteraciones.
- La posición, tamaño y morfología renal, aunque no permite el estudio detallado
del parénquima.
Actualmente, la existencia de técnicas como la TCA y la RMN, que aportan
información detallada del parénquima renal y de los restantes órganos, ha
supuesto la sustitución del urograma.

3. ¿Cuándo no se debe utilizar ?


En pacientes embarazadas ni en aquellos en los que esté contraindicada la
administración de contrastes yodados (pacientes inconscientes, niños, …).

4. Preparación previa a la urografía IV:


- Dieta pobre en residuos 1 ó 2 días antes.
- Toma de laxante el día anterior.
- Ayuno de al menos 6 horas previas a la exploración.
- Antes de iniciar la exploración se debe informar al paciente sobre el
procedimiento y las posibles reacciones adversas. También se ha de constatar que
no existe ninguna contraindicación para efectuar la exploración (información
recogida en el Consentimiento informado).

5. Realización de la urografía IV:


- La vejiga debe estar vacía, por lo que se indicará al paciente que orine antes de
comenzar.

- Se realiza una radiografía simple del abdomen en decúbito supino que englobe
todo el aparato urinario (desde los polos superiores de los riñones, hasta 2 cm por
debajo del margen inferior de la sínfisis púbica).
En esta radiografía se evalúa si existe una correcta preparación intestinal y la
posible presencia de gas o calcificaciones en el tracto urinario.
Si se identifica una calcificación que sugiera una litiasis se puede realizar una
radiografía oblicua complementaria para confirmar el hallazgo.

- A continuación se coloca una vía venosa en el antebrazo para administrar el


contraste, generalmente, mediante perfusión.

- Después, se realizan radiografías seriadas en diferentes tiempos, que


dependerán del centro sanitario:
1. La 1º deberá reflejar la fase nefrográfica, que evidencia la perfusión
parenquimatosa renal.
2. Las demás radiografías deberán reflejar la fase excretora, en las que se
dibuja la vía urinaria (sistema pielocalicial y los uréteres).

- Cuando la repleción vesical es completa se hace una radiografía centrada en


la pelvis, para observar la vejiga completamente llena y opacificada por el
contraste, permitiendo así identificar posibles anomalías.

- Se hace una última radiografía centrada en la vejiga tras la micción, para


evaluar:
1. Si existe residuo posmiccional del contraste, lo que puede indicar
alteraciones funcionales o estructurales.
- Antes de finalizar, se pueden realizar radiografías complementarias para
valorar ciertas patologías:
1. Radiografía permiccionales: se realizan durante la micción y permiten
estudiar la uretra.
2. Radiografía pélvica en bipedestación con vejiga llena antes y después
de realizar la maniobra de Valsalva (antes y después de contraer la
musculatura de la pared abdominal y de la pelvis). Con esta maniobra
aumenta la presión abdominal y se hace mas evidente la incontinencia
urinaria, o bien, el cistocele ( con descenso de la vejiga por debilidad de
la musculatura del suelo pélvico).
3. Radiografía en decúbio prono o con compresión: puede ayudar a
opacificar segmentos de la vía urinaria, principalmente en los uréteres, y
a despejar dudas sobre posibles defectos de repleción.

3.2.- Urografía, Cistografía o Cistouretrografía retrógrada:


1. ¿En qué consisten?
- Cistografía: Estudio fluoroscópico de la vejiga tras la introducción de contraste
yodado hidrosoluble diluido a través de la uretra.
- Uretrografía: Cuando se estudia la vía urinaria.
- Cistouretrografía: Estudio fluoroscópico de la vejiga y la uretra.
- Cistografía miccional seriada: Cuando la cistouretrografía se completa con un
estudio posterior de la micción.

2. ¿Para qué sirven ?


- Estudio de la patología vesical: masas o lesiones de la pared, fístulas entre
vejiga y los órganos adyacentes, divertículos o quistes de uraco (remanente fetal
que comunica la porción superior de la vejiga con el ombligo), incontinencia
urinaria o presencia de cistoceles.
- Demostración de reflujo vesicoureteral: la uretrografía se utiliza en niños con
antecedentes de infección urinaria para descartar que la causa sea la existencia de
paso retrógrado de la orina de la vejiga al uréter.
- Estudio de estenosis uretrales: mediante uretrografía retrógrada o radiografías
permiccionales.

3. ¿Cuándo no se deben hacer?


- Cuando exista infección activa del tracto urinario.
- Cuando se busque estudiar la existencia de patología ureteral o de la excreción
renal.

4. Preparación previa:
- Administrar profilaxis antibiótica antes de la prueba (se recomienda).
- Ayuno (recomendable).
- Administrar un laxante el día anterior de la prueba (recomendable).
- Informar a través del Consentimiento informado sobre el procedimiento y los
posibles efectos adversos. Especialmente, se debe constatar que no existan
alergias a los contrastes yodados ni infección urinaria.
5. ¿Cómo se realizan?
- Radiografía en decúbito supino de la vejiga vacía.
- Se administra el contraste yodado hidrosoluble IÓNICO por vía uretral (se usa
el contraste iónico por su bajo coste/cantidad y porque no entra en contacto con
el torrente sanguíneo).
- Si se va a realizar una cistografia:
1. Se desinfectan los genitales externos y se aplica un anestésico en la
abertura uretral. Posteriormente, se introduce una sonda flexible hasta la
vejiga.
2. Se administra el contraste por perfusión continua a través de la sonda.
Mediante fluoroscopia se observa como se va replecionando la vejiga,
mientras se indica al paciente que adopte distintas posiciones y se toman
radiografías en diferentes proyecciones.
3. Después, se realizan radiografías con la vejiga completamente
repleccionada.
4. El resto del estudio que se sigue posteriormente dependerá de la patología
a estudiar:
- Para valorar una patología tumoral vesical, se indicará al paciente que
orine en el baño y se hará una radiografía posmiccional que demuestre
que el vaciado de la vejiga es eficaz.
- Para valorar la micción o la existencia de cistocele, se realizan
radiografías permiccionales o se podrá completar el estudio con
radiografías de la vejiga llena en bipedestación antes y después de
efectuar la maniobra de Valsalva.

- Si se realiza una uretrografía retrógrada para descartar la existencia de


alteraciones vesicales (principalmente en varones, en los que se sospecha una
estenosis uretral o alteraciones posquirúrgicas como fístulas):
1. Se inyecta el contraste manualmente con una jeringa en la uretra y se
observa con fluoroscopia si existen alteraciones durante su paso.

3.3. Histerosalpingografía:
1. ¿En qué consiste?
Exploración radiológica que permite evaluar el útero y las trompas de Falopio
gracias al uso de la fluoroscopia y a la inyección de contraste yodado a través del
cérvix uterino.
Para su realización pueden utilizarse contrastes yodados hidrosolubles
(IÓNICOS por su bajo coste/cantidad) o esterificados, aunque los primeros se
emplean con mayor frecuencia.
● Los contrastes empleados en la HSG deben presentar suficiente
viscosidad como para ser retenidos el tiempo suficiente en la cavidad
uterina y las trompas de Falopio y, para permitir una extravasación
“controlada” a la cavidad peritoneal.

2. ¿Para qué sirve?


Permite identificar la existencia de malformaciones y de algunas lesiones
uterinas y valorar la presencia de alteraciones u obstrucciones en las trompas de
Falopio. Estas alteraciones, con frecuencia, causan infertilidad o abortos
espontáneos.
La HSG sirve para:
- Estudios de la esterilidad: Presencia de obstrucciones o alteraciones que
impidan la correcta permeabilidad de las trompas de Falopio.
- Detección de alteraciones o malformaciones uterinas que justifiquen la
existencia de abortos espontáneos.
- Comprobación de la eficacia de la ligadura de las trompas de Falopio.

3. ¿Cuándo no se debe hacer?


- Cuando existe una enfermedad infecciosa genital activa, riesgo de embarazo,
sangrado vaginal activo o sensibilidad o alergia al contraste y, tampoco se
recomienda en pacientes con enfermedad neoplásica maligna de cérvix.

4. Preparación previa:
- La prueba se realizará una semana después del primer día de la menstruación,
para garantizar que se realiza antes de la ovulación y que no existe embarazo.
También, se recomienda que la paciente no tenga relaciones sexuales durante este
período.
- Profilaxis antibiótica el día anterior (recomendable).
- Laxante o enema el día antes de la prueba (recomendable).
- Informar a través del Consentimiento informado de las posibles molestias y
efectos adversos que puede ocasionar la prueba. Se comprueba que no existe
contraindicación para la prueba.
- Se firma el Consentimiento informado.

5. ¿Cómo se realiza?
- Con la vejiga vacía se realiza una radiografía simple de pelvis.
- La paciente se coloca en posición ginecológica y se localiza el cuello del útero
con la ayuda del especulo desechable.
- Se inyecta contraste yodado con una jeringa a la que se ha acoplado una cánula
que se inserta en el orificio cervical.
- El contraste pasa a través del canal cervical y rellena el útero y las trompas de
Falopio hasta derramarse en la cavidad peritoneal, momento en el que la paciente
suele experimentar dolor y en el que finaliza la exploración.
- A lo largo de todo el procedimiento se habrán realizado radiografías que
documenten el estado del útero y de las trompas.

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