Un Corpus de Poemas Clásicos
Un Corpus de Poemas Clásicos
Un Corpus de Poemas Clásicos
de poemas clásicos
117
El obispo rompe la batalla
El Cid acomete
Invade el campamento de los moros
118
Los cristianos persiguen al enemigo
El Cid alcanza y mata a Búcar
Gana la espada Tizón
Combatís su resistencia
y luego, con gravedad,
decís que fue liviandad
lo que hizo la diligencia.
Dejad de solicitar,
y después, con más razón,
acusaréis la afición
de la que os fuere a rogar.
Emily Dickinson
¡Soy Nadie! ¿Y tú, quién eres?
¿Nadie, también?
¡Somos dos, entonces!
¡Calla!, podrían descubrirnos.
¡Qué tedioso ser Alguien!
¡Cuánto impudor, cual una rana,
repetir tu nombre todo el día
ante una charca admirativa!
XXXIV
José Martí