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Capı́tulo Cero

I. NÚMEROS

0.1. Los números racionales.


El conjunto formado por los números 1, 2, 3, ... se denota por N y se dirá
que es el conjunto de los números naturales. Son los números que, históri-
camente, aparecen primero en escena, pues se usan para reflejar de cuántos
miembros consta cualquier grupo: un rebaño, una tribu,... En algunas situa-
ciones puede interesar que N contenga el número 0, pero es completamente
irrelevante considerar que N contenga el cero o no. La caracterı́stica funda-
mental de N es que posee un primer elemento (sea éste 0 ó 1) y que para
cada natural hay un siguiente.
El conjunto formado por 0, ±1, ±2, ... se denota por Z y se dirá que es el
conjunto de los números enteros. Durante mucho tiempo los matemáticos
no sintieron la necesidad de considerar números negativos. Por ello, los llama-
dos números racionales fueron considerados antes que los enteros negativos.
Se llama número racional al cociente m n
de dos enteros m y n con n 6= 0. Re-
m·p m
cuérdese que n·p y n representan el mismo número racional. Por tanto, todo
número racional puede representarse de la forma m n
con m y n sin divisores
comunes, pues bastarı́a dividir numerador y denominador por su máximo
común divisor. Se denota por Q el conjunto de todos los números racionales.
Fueron usados por las civilizaciones egipcia y babilónica, pues son necesar-
ios en problemas cotidianos (como la medida de longitudes). Para resolver

1
el problema de la medida de longitudes, se escoge un segmento cualquiera
como unidad y los demás se miden con respecto a él. Ası́, 32 representarı́a la
longitud de un segmento que contuviera tres mitades del segmento unidad.
Estas simples ideas son las que se necesitan para proceder a representar los
números racionales en una recta. Se escoge una recta en el plano geométri-
co y en ella se seleccionan dos puntos: O (el origen) y a su derecha U, y el
segmento OU se toma como segmento unidad. Los puntos O y U son las rep-
resentaciones gráficas de 0 y 1, respectivamente. Para representar el número
racional mn
, con m y n enteros positivos, se divide el segmento unidad OU en
n partes iguales y una de esas partes (que es un segmento de longitud n1 ) se
lleva m veces a la derecha de O, obteniéndose un punto P. Se dirá que P es
la representación gráfica del número m n
y también que mn
es la abcisa (o
m
coordenada) de P (nótese que n es la longitud del segmento OP).
Ahora podemos ver la conveniencia de considerar números negativos. Has-
ta el momento, hemos visto que podemos asociar a los puntos P de la recta
situados a la derecha de O una coordenada x que representa la longitud del
segmento OP. Se ocurre asignar a un punto Q, situado a la izquierda de O,
el número negativo x que, cambiado de signo, representa la longitud del seg-
mento OQ. De esta forma a todo número racional x, positivo o negativo, le
corresponde un punto P sobre la recta. Esta idea es de gran importancia en
las aplicaciones de las matemáticas a las ciencias. Imaginemos una partı́cula
que se mueve a lo largo de la recta. Su posición en la recta en el instante t
puede venir reflejada por la coordenada x(t) del punto donde se encuentra
en ese instante. x(t) será positivo o negativo, según que la partı́cula esté a la
derecha o a la izquierda de O en el instante t.
Terminamos este apartado recordando que todo número racional m n
puede
expresarse en forma decimal realizando la división (con decimales) de m entre
n. Ası́, por ejemplo, 23 = 1.5, 73 = 2.3333..., etc. En unos casos, la expresión
decimal es finita y, en otros, infinita (con un número de cifras decimales
infinito). Pero cuando la forma decimal de un número racional es infinita
siempre hay un periodo, como ocurre con 73 = 2.3333... o con 193 90
= 2.14444....

2
Es decir, cuando un número racional tiene un desarrollo decimal infinito
entonces, a partir de alguna cifra decimal, se repite un mismo grupo de cifras
decimales al que se denomina periodo. En el caso de 193 90
el periodo es 4. No
es difı́cil demostrar esta propiedad

Teorema 0.1.1. Si un número racional tiene un desarrollo decimal infinito,


entonces éste es periódico.

DEMOSTRACIÓN: Consideremos un número racional m n


que tiene un desar-
rollo decimal ilimitado N 0 c1 c2 c3 .... Esto significa que, al dividir m por n, nun-
ca encontramos un resto nulo y podemos obtener infinitas cifras decimales. El
resto que se obtiene al calcular la cifra decimal ci lo denotamos por ri . Estos
restos sólo pueden ser 1, 2, 3, ..., n − 1, pues un resto siempre es menor que el
divisor, en nuestro caso, n. Por tanto, entre los primeros n restos r1 , r2 , ..rn
tiene que haber dos iguales. Supongamos que los dos primeros restos que
coinciden son ri y rj (i < j). Las cifras decimales ci , ci+1 , .., cj−1 volverán a
aparecer a partir de cj . Este es el periodo que se repite eternamente. ¤


0.2. 2 no es racional.
Los números racionales son fáciles de presentar y manipular, pero des-
graciadamente resultan insuficientes para las necesidades, incluso más ele-
mentales, de las ciencias. Para convencernos de esto, vamos a considerar un
cuadrado cuyos lados sean iguales al segmento unidad OU. La longitud de sus
lados es 1, pero ¿qué longitud tiene una diagonal del cuadrado? El Teorema
de Pitágoras nos permite escribir 12 + 12 = d2 . Es decir, la longitud de la

diagonal es d = 2. Hasta ahora, sólo hemos tratado con números racionales,
cociente de dos números enteros, pero en un problema tan elemental como el
√ √
anterior nos hemos topado con el número 2. Vamos a probar que 2 no es
un número racional.

3

Teorema 0.2.1. 2 no se puede expresar como cociente de dos números
enteros.

DEMOSTRACIÓN: Vamos a hacer la demostración en dos pasos indepen-


dientes
a) Si el cuadrado de un entero positivo m es par, entonces el propio m es
par: Basta comprobar que m impar obliga a que sea m2 impar también. En
efecto, sea m = 2k + 1, entonces (2k + 1)2 = 4k 2 + 4k + 1 = par + 1.
√ √
b) 2 no es racional. Vamos a suponer que 2 = m n
, siendo m y n enteros
positivos sin divisores comunes y llegaremos a una contradicción. Esto de-
√ √
mostrarı́a que es imposible que 2 sea racional. Tenemos, pues, que 2 = m .
√ m 2 2
n
2
De la igualdad 2 = n resulta que m = 2 · n . Esta última obliga a que m
sea par y esto sólo es posible si el propio m es par, según hemos visto en el
apartado (a). Hemos obtenido, pues, que m es par. Entonces podemos poner
m = 2k y sustituyendo en la igualdad m2 = 2 · n2 , resulta 4k 2 = 2n2 . O lo

que es lo mismo 2k 2 = n2 . Recapitulemos: el supuesto de que 2 = m n
, con
m y n sin divisores comunes, nos ha permitido deducir: (a) m es par y (b)
n2 = 2k 2 . Repitiendo el razonamiento anterior, de la igualdad n2 = 2 · k 2 ,
podemos deducir que n debe ser par. Hemos llegado, pues, a que m y n son
ambos divisibles por 2. Esto es imposible, pues se ha partido de dos números
m y n sin divisores comunes. ¤


Hemos comprobado que 2 no es racional. Con un razonamiento similar

se puede probar que n no es racional, siempre que n no sea un cuadrado
perfecto. También se prueba, aunque la demostración es de mayor dificultad,
que no son racionales π y e. Estos hechos nos dicen que el campo numérico
formado por los racionales no sirve para dar respuesta a los problemas que
nos plantean las ciencias y que necesitaremos otros números más complicados
conceptualmente que los racionales.

4
0.3. Los números irracionales.
Para presentar los números irracionales, vamos a recurrir a su repre-
sentación decimal. Al contrario que los racionales, los números irracionales
tienen una representación decimal infinita y no periódica. Un ejemplo puede
ser el siguiente:
00 12112111211112111112.... (1)
El conjunto formado por los números racionales junto con los irracionales
se denota por R y se dirá que es el conjunto de los números reales. Por tanto,
son números reales tanto el racional m como el irracional que aparece en (??).
√ n
También es un número real 2; si quisiéramos encontrar su desarrollo deci-
mal, tendrı́amos que realizar la raı́z cuadrada de 2 e ir sacando las sucesivas
cifras decimales que, por tratarse de un número irracional, serı́an infinitas y
no presentarı́an un periodo.
Sabemos que en Q podemos considerar dos operaciones principales, suma
y producto, con las propiedades:
1. Commutativa: x + y = y + x; x · y = y · x
2. Asociativa: (x + y) + z = x + (y + z); (x · y) · z = x · (y · z).
3. Distributiva del producto respecto de la suma: x · (y + z) = x · y + x · z.
4. Existencia de elemento neutro: x + 0 = 0 + x = x; x · 1 = 1 · x = x.
5) Todo número posee simétrico:

1
x + (−x) = 0 ∀x ∈ R, x·
= 1 ∀x ∈ R (x 6= 0).
x
Por esta razón se dice que (Q, +, ·) es un cuerpo commutativo. En R,
la suma y el producto gozan de las mismas propiedades anteriores, por lo
que también (R, +, ·) es un cuerpo commutativo. Es decir, realizaremos las
operaciones con números reales teniendo en cuenta las propiedades familiares
de los números que hasta ahora hemos manejado.

EJEMPLO. En cierta aplicación nos encontramos con la necesidad de



efectuar el cálculo siguiente 1+√2 . Procederı́amos de este modo: Primero
1− 2

5
vamos a convertir el denominador en racional; multiplicando numerador y

denominador por 1 + 2, resulta
√ √ √ √ √ √
1+ 2 (1 + 2)2 12 + 2 2 + ( 2)2 1+2 2+2 3+2 2
√ = √ √ = √ = = .
1− 2 (1 − 2) · (1 + 2) 12 − ( 2)2 1−2 −1
√ √ √
Por tanto, hemos obtenido 1+ √2 = −3 − 2 2. Ahora calculamos
1− 2
2 con
el número de cifras decimales que requiera la precisión que exige nuestro

problema concreto. Si necesitamos 2 con tres cifras decimales, tomarı́amos

2 = 10 414 y el valor final de nuestro cociente serı́a

1+ 2
√ = −3 − 2 · 10 414 = −3 − 20 828 = −50 828.
1− 2
En definitiva, en la práctica no tendremos que manipular los números ir-
racionales considerando su desarrollo decimal ilimitado, pues, en el cálculo
final, siempre cortaremos el desarrollo decimal infinito, quedándonos con el
número de cifras decimales que precisa la aplicación concreta.
Sin embargo, R es un cuerpo más rico que Q. Ası́, hemos visto que en Q

no se pueden realizar las raı́ces n, si n no es un cuadrado perfecto. Pero
en R existen todas ellas, si n no es negativo. Más adelante veremos algunas
otras carencias de Q con respecto a R.

0.4. Desigualdades.
Si x e y son números reales, cuando escribimos x > y, entendemos que
x−y es positivo. La relación existente entre las operaciones suma y producto,
y el orden se pueden reducir a estas reglas básicas:
1. x > y y z > 0 implican x · z > y · z.
2. x > y implica x + z > y + z, cualquiera que sea z ∈ R.
De estas dos se deducen todas las relaciones que podamos necesitar.
Veamos algunos ejemplos:
3. z > 0 implica −z < 0. En efecto, la propiedad (2) me dice que puedo
sumar un número a ambos miembros de una desigualdad y ésta no cambia.

6
Entonces sumando −z, de z > 0 se obtiene z + (−z) > −z + 0. Es decir,
0 > −z.
4. x > y implica z · x < z · y, si z < 0. Por (3) sabemos que −z > 0.
Por (1) puedo multiplicar cada miembro de una desigualdad por un número
positivo y ésta no cambia. Entonces multiplicando por −z (positivo), de x > y
resulta −z ·x > −z ·y. Sumando ahora z ·y a ambos miembros de esta última,
obtenemos z · y − z · x > 0, que es lo mismo que z · y > z · x.
Es importante destacar esta última propiedad. Afirma que al multiplicar
cada miembro de una desigualdad por un número negativo ésta cambia de
sentido. Veamos un ejemplo concreto: Si multiplicamos la desigualdad 4 > 3
por −2, resulta −8 < −6.
Terminamos este apartado recordando las definiciones de los diferentes
tipos de intervalos. Si a y b son dos números reales tales que a < b, el conjunto
de todos los números reales x que verifican la cadena de desigualdades a ≤
x ≤ b se denota por [a, b] y recibe el nombre de intervalo cerrado de extremos
a y b. Con (a, b) se denota el conjunto de todos los números reales x que
verifican a < x < b y se dice que es el intervalo abierto de extremos a y b.
Otros tipos de intervalos que usaremos son los siguientes

[a, b) = {x ∈ R : a ≤ x < b}, (−∞, b] = {x ∈ R : x ≤ b}, (a, +∞) = {x ∈ R : a < x}.

0.5. La propiedad del supremo.


Si A es un subconjunto no vacı́o de R, diremos que A es un conjunto
acotado superiormente si existe c ∈ R verificando a ≤ c, cualquiera que
sea a ∈ A. c recibe el nombre de cota superior de A. Si c es cota superior
de A, entonces cualquier número mayor que c también es una cota superior
de A. Por tanto, si un conjunto es acotado superiormente, entonces posee
un conjunto infinito de cotas superiores. Cuando se desea encontrar una cota
superior de un conjunto, interesa encontrar una que sea lo más precisa posible;
es decir, cuanto más pequeña tanto mejor. La menor cota superior posible

7
de A se llama supremo de A y se denota sup(A). Veamos un ejemplo. Sea
A = { n−1n
: n ∈ N}. Es obvio que todos los elementos de A son menores
que 1. Entonces 1 es cota superior de A. Desde luego, también son cotas

superiores 2, 3, 6, ..., pero queremos encontrar la cota superior más ajustada
(la más pequeña posible). Para convencernos de que es 1, basta observar que
n−1
n
= 1 − n1 y a medida que n crece el elemento de A, n−1n
, cada vez está más
cerca de 1. Por lo tanto, resulta imposible que pueda haber una cota superior
de A más pequeña que 1. Con este razonamiento hemos comprobado que 1
es el supremo de A.
Hemos dicho con anterioridad que Q tiene varias carencias que R no tiene.
Vamos a ver ahora una de ellas que está relacionada con el supremo.
PROPIEDAD DEL SUPREMO. Si A es un subconjunto de R, no vacı́o
y acotado superiormente, entonces A posee supremo.
Para comprender el significado de esta propiedad, vamos a plantear un
ejemplo que nos permita notar que Q no tiene dicha propiedad. Concreta-
mente, vamos a ver que en Q podemos encontrar conjuntos acotados su-
periormente para los que no hay un número racional que sea su supremo.
Consideramos el subconjunto de Q siguiente

A = {0.1, 0.12, 0.121, 0.1211, 0.12112, 0.121121, ...}.

Nótese que los números que forman parte de A se van aproximando cada vez
más al número irracional (??). Es fácil darse cuenta de que la menor cota
superior de A es el citado número irracional (??). En definitiva, el supremo
de A es el número irracional anterior. Esto muestra que Q peca de una cier-
ta incompletitud pues algunos subconjuntos suyos, acotados superiormente,
tienen por supremo un número irracional. Entonces, si sólo consideráramos
números racionales, no podrı́amos dar por hecho que todo conjunto acotado
superiormente de números racionales posee supremo. Pero, si nos movemos
en R, sı́ está garantizada la propiedad del supremo.
Cuando el supremo de un conjunto pertenece a dicho conjunto, el supremo
se llama máximo del conjunto.

8
Ejemplo 0.5.1. Si A = [0, 1], entonces 1 es el supremo de A y, por tanto,
también 1 es el máximo de A. b) Si A = { n−1
n
: n ∈ N}, hemos visto que
sup(A) = 1. Pero es claro que 1 no pertenece a A. Por tanto, en este caso A
no tiene máximo a pesar de que tiene supremo.

De una forma similar se definen los conceptos de cota inferior e ı́nfimo


de un conjunto (la mayor de las cotas inferiores del conjunto en cuestión). Fi-
nalmente, mencionamos la propiedad del ı́nfimo que afirma: Todo subconjunto
de R, no vacı́o y acotado inferiormente, posee ı́nfimo.

Ejemplo 0.5.2. El ı́nfimo del conjunto A = { n1 : n ∈ N} es 0. Como 0 < n1 ,


para todo n ∈ N, sigue que 0 es cota inferior de A. Ahora vamos a ver que,
si c es cualquier número positivo, es imposible que sea cota inferior de A.
Esto prueba que 0 es la mayor cota inferior de A y, por tanto, es el ı́nfimo de
A. Sea c > 0, escojo un natural lo suficientemente grande para que verifique
n > 1c . Entonces n1 < c, y queda probado que c no puede ser cota inferior de
A.

0.6. Valor absoluto.


Se define el valor absoluto de un número real como sigue
(
x si x ≥ 0
|x| =
−x si x < 0
Algunas propiedades que usaremos son las siguientes ( si x, y ∈ R, a ∈
+
R ):
1) |x| ≥ 0, para cada x ∈ R.
2) |x| = 0 si y sólo si x = 0.
3) |x · y| = |x| · |y|.
4) |x + y| ≤ |x| + |y|.

9
5) |x| ≤ a ⇔ −a ≤ x ≤ a.
6) |x| > a ⇔ x > a ó x < −a.
Cuando se desea probar que un conjunto A, que contiene elementos de
ambos signos, es acotado resulta muy útil manejar los elementos de A en
valor absoluto, en lugar de buscar una cota superior y otra inferior. Veamos
n
un ejemplo de esto: Sea A = {(−1)n · n+1 : n ∈ N}. Tratemos de acotar
superiormente los valores absolutos de sus elementos
n n
|(−1)n · |= ≤ 1,
n+1 n+1
para cada n ∈ N. Hemos probado que |x| ≤ 1, para cada x ∈ A. Por la
propiedad (5), tenemos que −1 ≤ x ≤ 1, para cada x ∈ A. Por tanto A es
un conjunto acotado.
Es interesante destacar que la idea anterior es general y puede ser enun-
ciada como sigue:
Un subconjunto A de R es acotado si y sólo si existe una constante positiva
k, tal que |a| ≤ k, para cada a ∈ A.

0.7. Representación geométrica de los números


reales.
Hemos visto que los números racionales se pueden representar como pun-
tos de una recta geométrica en la que se han escogido dos puntos O y U
(origen y unidad, respectivamente). Dado un punto P en la recta, decimos
que su coordenada es el número que expresa la longitud del segmento OP ,
con signo + o −, según que P esté a la derecha o a la izquierda de O (tam-
bién se dice que P es la representación geométrica del número x). Si sólo
manejáramos números racionales, quedarı́an en la recta puntos para los que
no tendrı́amos una coordenada que asignar. Para ver esto, basta pensar en
un cuadrado unidad construido sobre el segmento unidad OU . Sabemos que

la diagonal de este cuadrado mide 2, que es un número irracional. Si, con
un compás fijado en O, llevamos la diagonal sobre la recta y a la derecha de

10

O, resulta un segmento OD cuya longitud es 2 y, por tanto, la coordenada

de D es 2. Esto muestra que, si sólo representamos los números racionales
sobre nuestra recta, quedan puntos, como D, sin marcar.
Al considerar todos los números, tanto los racionales como los irracionales,
se consigue que cada punto de la recta tenga una coordenada y esta correspon-
dencia entre puntos y números reales resulta ser biunı́voca: a cada número
real le corresponde un punto sobre la recta (su representación geométrica)
y a cada punto le corresponde un número real (su coordenada). Debido a
esta correspondencia biunı́voca entre puntos de la recta y números reales, a
menudo nos referiremos a los números reales como puntos de la recta (a la
que llamaremos recta real).
Como puede comprenderse, este hecho es de capital importancia con vistas
a las aplicaciones cientı́ficas y representa una de las razones por las que se
debe renunciar a manejar Q como campo numérico para desarrollar el cálculo.
Es importante conocer que los números irracionales (también los racionales)
están distribuidos por toda la recta y que en cualquier intervalo, por pequeño
que sea, existen infinitos números racionales e irracionales. Por ello, se dice
que Q e I son densos en R (I es el conjunto de los números irracionales).

0.8. Entornos.
Dados dos números reales x e y, se denota por d(x, y) la distancia que los
separa en la recta real. Si x > y, es obvio que d(x, y) = x−y. Sin embargo, en
el caso x < y, se tiene d(x, y) = y −x = −(x −y). Por tanto, d(x, y) = |x − y|,
cualesquiera que sean x e y.
En el desarrollo del Cálculo, es frecuente que nos encontremos con la
necesidad de indicar que, todos los valores de x en las cercanias de x0 (en un
entorno de x0 ), verifican cierta propiedad. Por ello, es conveniente disponer
de una notación y terminologı́a adecuadas para reflejar este hecho.
El intervalo (x0 − r, x0 + r) recibe el nombre de entorno de centro x0
y radio r > 0, y se denota, a menudo, por E(x0 , r). Se trata del conjunto

11
formado por todos los números reales x que verifican x0 − r < x < x0 + r.
Si sumamos −x0 en todos los miembros de la expresión anterior, resulta
−r < x − x0 < r. Si recordamos la propiedad (5) del apartado (6), esto
equivale a |x−x0 | < r. Como d(x, x0 ) = |x−x0 |, todos los conjuntos siguientes
son el mismo conjunto: el entorno E(x0 , r).

E(x0 , r) = (x0 − r, x0 + r) = {x ∈ R : |x − x0 | < r} = {x ∈ R : d(x, x0 ) < r}.

En el cálculo de lı́mites, a menudo nos encontramos con la necesidad de


indicar que cierta propiedad se verifica para todo x 6= x0 en un entorno de
x0 . Por ello, es conveniente denotar por E ∗ (x0 , r) el conjunto de todos los
x 6= x0 que verifican x0 − r < x < x0 + r. Se denomina entorno perforado
de centro x0 y radio r.

II. FUNCIONES

0.9. Funciones reales de variable real.


Numerosas leyes cientı́ficas establecen que existe una determinada relación
entre dos magnitudes. En muchos casos, esta relación permite expresar una
magnitud en términos de la otra y la traducción al modo matemático conduce
al concepto de función.
Una función real de variable real f es una regla o ley que asocia a cada
número real x ∈ D ⊂ R otro número real único f (x) que se llama imagen de
x. D se llama dominio de f y escribiremos f : D ⊂ R → R. Para determinar
una función f , debemos indicar cómo se obtiene f (x) para x dado y dónde
varı́a x.


Ejemplos 0.9.1. a) f (x) = + x, (x ≥ 0).
b) f (x) = senx x , x 6= 0.

12

c) Si nos dicen que f está definida de modo que f (x) = + 1 − x2 y
no especifican el dominio, entenderemos que el dominio es todo el campo de

existencia de 1 − x2 ; es decir, D = [−1, 1].

El conjunto {f (x) : x ∈ D} se llama conjunto imagen de f y se denota


f (D) o Im(f ).

Ejemplos 0.9.2. a) f (x) = x2 . En este caso el dominio es R y el conjunto


formado por las imágenes es f (R) = [0, +∞).
1
b) f (x) = 1+x 2 . De nuevo el dominio es R y es claro que f (R) ⊂ (0, 1].

Veremos que es cierta la inclusión contraria y tendrı́amos f (R) = (0, 1].


Tenemos que probar que todo y ∈ (0, 1] es imagen de algún q x. Dado y, su
origen se encuentra despejando x en y = 1+x2 . Esto da x = y1 − 1. Como
1

hemos tomado y ∈ (0, 1], se sigue que y1 ≥ 1 y, por tanto, el radicando


anterior es no negativo. Luego queda probado que todo elemento y de (0, 1]
está en el conjunto imagen.

Si f es una función real de variable real, se suele escribir f : x ∈ D ⊂


R → y = f (x) ∈ R. x recibe el nombre de variable independiente, pues
varı́a con libertad en D. y recibe el nombre de variable dependiente porque
toma sus valores en función de los de x.
Terminamos este apartado recordando las operaciones usuales con fun-
ciones.
(i) Suma: Si f, g : D ⊂ R → R, entonces f + g es la función definida por
x ∈ D ⊂ R → f (x) + g(x) ∈ R.
(ii) Producto: Si f, g : D ⊂ R → R, entonces f · g es la función definida
por
x ∈ D ⊂ R → f (x) · g(x) ∈ R.
(iii) Composición de funciones: Si f (D(f )) ⊂ D(g), es posible definir una
función que es el resultado de aplicar f y g sucesivamente. Es decir, la función
responde al esquema siguiente

x ∈ D(f ) → f (x) → g(f (x)) ∈ R.

13
Esta función se denota por g ◦ f y asocia a x con g(f (x)) directamente. Es
importante destacar que, en general, no se verifica la igualdad g ◦ f = f ◦ g.
De hecho, puede tener sentido una de ellas y la otra no.

Ejemplos 0.9.3. a) h(x) = (1 + x)4 es la composición de f (x) = 1 + x y


g(x) = x4 . Concretamente, h = g ◦ f .
b) h(x) = x21+1 es la composición de f (x) = x2 + 1 y g(x) = x1 . Concreta-
mente, h = g ◦ f .

0.10. Representación gráfica.


Si en un plano consideramos un sistema cartesiano de coordenadas OXY ,
dada una función cualquiera f : D → R, podemos representar en dicho plano
el conjunto de todos los puntos de coordenadas (x, f (x)), donde x ∈ D.
Resulta una curva que recibe el nombre de gráfica de la función f . También
se suele decir que es la curva de ecuación y = f (x).

Ejemplos 0.10.1. a) La gráfica de f (x) = ax + b es una recta.


Aunque esto es conocido, podemos
Y
y=ax+b hacer la prueba, pues es muy fácil: co-
gemos dos puntos cualesquiera de la
y
2
curva, (x1 , ax1 +b) y (x2 , ax2 +b) y cal-
y
culamos la tangente del ángulo que for-
1
man el semieje positivo OX y la recta
X
O x
1
x
2
que pasa por los dos puntos anteriores,
resultando

y2 − y1 a(x2 − x1 )
= = a,
x2 − x1 x2 − x1

14
donde yi es la imagen de xi . Vemos que la tangente tiene el valor constante
a, cualesquiera que sean x1 y x2 .
b) La gráfica de f (x) = ax2 + bx + c es una parábola.
Para dibujarla, es conveniente encon-
trar el vértice. Cuando a > 0, el vér-
Y tice es el punto más bajo (con la y más
Eje
pequeña) de la gráfica y, si a < 0, es
2 el punto más alto. Veremos cómo se
y=ax +bx+c
busca el vértice con un ejemplo. Sea
O
X y = 3x2 − 2x + 1. Primero, notemos
que se trata de una parábola abierta
V hacia arriba, por ser positivo el coefi-
ciente de x2 .
Para buscar el vértice, sacamos 3 factor común de los dos primeros suman-
dos y obtenemos y = 3(x2 − 23 x) + 1. Ahora, para conseguir que el paréntesis
adopte la forma de un cuadrado perfecto, sumamos y restamos 19 , resultando
y = 3(x2 − 32 x + 91 − 19 ) + 1 = 3(x − 13 )2 − 31 + 1 = 3(x − 13 )2 + 32 . A la vista
del resultado obtenido, y = 3(x − 13 )2 + 23 , se deduce que el menor valor de y
se obtiene cuando (x − 13 ) = 0. Por tanto, el vértice está en la recta vertical
x = 13 que es, a su vez, el eje de la parábola. La coordenada y del vértice se
obtiene calculando f ( 13 ) = 23 . Luego V ( 13 , 23 ).

Para representar funciones más complicadas de una manera precisa se


necesita profundizar en el estudio del cálculo diferencial. Por ello, retomare-
mos esta cuestión más adelante, concretamente al final del Tema 1.

0.11. Función inversa.


Dada una función f : D ⊂ R → R, la correspondencia inversa asocia a
cada imagen con su correspondiente origen y se denota por f −1 . En general,
no es una función. Para convencerse de esto, basta pensar en una función f tal

15
que dos orı́genes distintos x1 y x2 tengan la misma imagen f (x1 ) = f (x2 ) = y.
En ese caso, f −1 harı́a corresponder a la imagen común y los dos orı́genes x1
y x2 . Es decir, la imagen de y por f −1 no serı́a única. Estas ideas conducen
a la siguiente definición.

Definición 0.11.1. f : D ⊂ R → R se llama inyectiva (o unı́voca) si

x1 6= x2 ⇒ f (x1 ) 6= f (x2 ),
cualesquiera que sean x1 , x2 ∈ D.

En la práctica, es útil expresar esto en la forma equivalente siguiente: f


es inyectiva si y sólo si verifica

f (x1 ) = f (x2 ) ⇒ x1 = x2 ,

cualesquiera que sean x1 , x2 ∈ D.

Ejemplos 0.11.2. a) f (x) = x2 no es inyectiva, pues f (1) = f (−1) = 1.


b) f (x) = 3x + 2 es inyectiva. En efecto, si f (x1 ) = f (x2 ), entonces
3x1 + 2 = 3x2 + 2. Luego 3x1 = 3x2 , lo que finalmente implica x1 = x2 .

A tenor de lo que hemos visto hasta ahora, no resulta difı́cil comprobar


que lo único que se necesita, para que f −1 sea función, es que f sea inyectiva.
Si éste es el caso, podemos escribir f −1 : y ∈ f (D) → x ∈ R.
Usualmente, por iA se denota la función x ∈ A → x ∈ R (identidad en
A). Si f es inyectiva, las igualdades siguientes son consecuencias directas de
las definiciones de función inversa y función compuesta:
1) f −1 ◦ f = iD , 2) f ◦ f −1 = if (D) .
Dada una función inyectiva f , para determinar su inversa f −1 , basta de-
spejar x en la ecuación y = f (x).

16
Ejemplos 0.11.3. a) f (x) = x3 . Despejando x en la ecuación y = x3 , resulta
√ √
x = 3 y. Entonces f −1 (y) = 3 y.
b) f (x) = 3x + 2. Ponemos y = 3x + 2 y despejando x resulta x = y−2 3
.
−1 y−2
Entonces f (y) = 3 .

Conviene resaltar el hecho de que el nombre de las variables es intrascen-


dente. Ası́, f (t) = t2 ó f (x) = x2 es exactamente la misma función, la que
asocia a cada número real su cuadrado. En el ejemplo (a) hemos encontrado

que la inversa de f (x) = x3 es f −1 (y) = 3 y. Es usual cambiar y por x y

poner f −1 (x) = 3 x, pues, como norma general, la variable independiente se
denota por x.
Existe una importante relación entre las gráficas de f y su inversa f −1 : son
simétricas respecto de la bisectriz de los cuadrantes 1◦ y 3◦ . Primeramente,
vamos a recordar cuándo se dice que dos puntos son simétricos respecto
de una recta r. Si P es un punto cualquiera, trazamos por P la recta s
perpendicular a r y sea Q el punto donde se cortan ambas. El simétrico de
P , respecto de la recta r, es el punto P 0 de la recta s que verifica P~Q = QP ~ 0.
Ahora vamos a comprobar que el simétrico de P (x0 , y0 ), respecto de la
bisectriz de ecuación x = y, es el punto P 0 (y0 , x0 ).
En la figura se han dibujado las rec-
tas x = x0 , x = y0 , y = x0 , y = y0 y
x = y. Nótese que el segmento P P 0 es
y= x una diagonal del cuadrado M P N P 0 .
P’(y 0,x )
Y 0
N
Por tanto, P P 0 es perpendicular a la
recta x = y y P~Q = QP ~ 0 . Esto prueba
Q que el simétrico de P (x0 , y0 ), respec-
M
to de x = y, es el punto P 0 (y0 , x0 ).
P(x ,y0 )
0 Ya estamos en condiciones de abordar
X la prueba de que las gráficas de una
O función y su inversa son simétricas re-
specto de x = y.

17
Si (x, y) es un punto de la gráfica de f , entonces (y, x) es un punto de la
gráfica de f −1 , pues esta función es la que asocia a cada imagen (para f ) y
su origen x.

0.12. La función exponencial.


Empezaremos recordando la potencia cuando el exponente es entero o
racional. En todo el apartado la base b será un número real no nulo.
(a) Potencia de exponente natural. Si n es un número natural, se define bn
como el resultado de multiplicar b consigo mismo n veces. Es fácil comprobar
que se verifica la regla de suma de exponentes, bn · bm = bn+m , siempre que
se multiplican dos potencias de igual base.
(b) Potencia de exponente entero. Primero tenemos que definir b0 , sin
perder de vista que queremos que siga siendo válida la regla de suma de
exponentes. Para determinar el valor que debe darse a b0 , obligamos a que
se verifique b0 · b0 = b0+0 . Por tanto, si llamamos x al valor buscado de b0 ,
debe cumplirse que x2 = x. Luego x debe ser 0 ó 1. El valor 0 no resulta
de interés, pues llevarı́a a que bn = 0, para todo natural n (en efecto, bn =
bn+0 = bn · b0 = bn · 0 = 0). Ésta es la razón de definir b0 = 1.
Vamos ahora a determinar b−n , para n natural. Si queremos que se man-
tenga la regla de suma de exponentes, debe verificarse b0 = bn−n = bn · b−n .
Luego 1 = bn · b−n . De esta igualdad sigue que b−n = b1n , y de esta forma
ya tenemos la potencia de exponente entero (y permanece válida la regla de
suma de exponentes para multiplicar potencias de igual base).
1
(c) Potencia de exponente racional. En un primer paso definiremos b n ,
para n natural. La regla de suma de exponentes nos permite escribir la sigu-
iente igualdad
1 1 1 1 1 1 1
b = bn· n = b n + n +···+ n = b n · b n · · · b n .
1
Nótese que la igualdad anterior expresa que b n es la raı́z de ı́ndice n de b. Es
1 √
decir, b n = n b. Este es el momento de destacar que, para n par y b negativo,
1
no tiene sentido considerar la potencia b n , pues, según lo anterior, deberı́a

18
1 √ 1 √
ser b n = n b y esta raı́z no existe (por ejemplo, (−2) 2 = −2). Por tanto,
1
cuando b es negativo hay infinidad de potencias de la forma b n que no tienen
sentido. Esta es la razón de no considerar la función exponencial con base
negativa y, por ello, en todo lo que resta de apartado nuestra base b será un
número real positivo.
m
Ahora ya estamos en condiciones de enfrentarnos con la potencia b n . Por
m 1 1 1
la regla de suma de exponentes, se tiene b n = bm· n = b n · · · b n , donde el
1
último miembro consiste en el producto consigo mismo m veces de b n . Por
m √ √
tanto, hemos obtenido b n = ( n b)m = n bm .
(d) Potencia de exponente real. Hasta el momento, sabemos qué significa
x
b , para cada x ∈ Q. Ahora tenemos que dar el paso más delicado: decir
qué significa bx cuando x es irracional. No es nuestro objetivo desarrollar los
hechos de forma completa y rigurosa, más bien pretendemos dar una idea
informal, pero que sea suficiente para que podamos manipular la función
exponencial con naturalidad. Pasamos, pues, a dar una idea de qué significa
bx , para x irracional. Por ser x irracional, posee un desarrollo decimal infinito
no periódico. Supongamos que x = N 0 c1 c2 c3 · · · . Cualquiera que sea el entero
0
positivo n, sabemos calcular bN c1 c2 ···cn , pues se trata de una potencia de
exponente el número racional N 0 c1 c2 · · · cn . La idea crucial, para definir bx ,
consiste en considerar la sucesión infinita de potencias
0 0 0 0
bN c1 , bN c1 c2 , bN c1 c2 c3 , · · · , bN c1 c2 ···cn , · · ·

y tomar como valor de bx el lı́mite hacia el que se van acercando sus términos.
Esta definición es intuitiva pero tiene el inconveniente de que necesita del
concepto de lı́mite que aún no hemos desarrollado. Otra posible definición
(equivalente) que no presenta este problema es la siguiente: se define bx , para
x irracional, como el supremo del conjunto formado por las potencias br ,
siendo r cualquier racional menor que x; es decir, bx = sup{br : r < x, r ∈ Q}.
Se demuestra que, con esta definición de bx para x irracional, se mantiene
la regla de suma de exponentes. Por tanto, cualesquiera que sean los números
reales x e y, se verifica
1) bx · by = bx+y .

19
Muchas de las propiedades de la potencia de exponente real que nece-
sitaremos se deducen de(1).
2) b−x = b1x . En efecto, sabemos que bx · b−x = bx−x = b0 = 1. Por tanto,
b−x = b1x .
x x
3) bx > 0, para cada x ∈ R. De la igualdad b 2 · b 2 = bx , sigue que
¡ x ¢2
bx = b 2 . Luego bx ≥ 0. Para ver que bx no puede ser nulo, basta pensar
en la igualdad bx · b−x = b0 = 1.
La función definida por x ∈ R → bx ∈ R se llama función exponencial
de base b (b se supone positivo y distinto de 1). Su gráfica es la siguiente
Y y = bx

Gráfica de la función exponencial de base b>1

0.13. La función logaritmo.


Fijado un número positivo b > 0, se define logb y (logaritmo en base
b del número y) como el exponente x al que hay que elevar la base b para
obtener y; es decir, se tiene

bx = y ⇔ logb y = x.

Por tanto, la función logaritmo no es otra cosa que la función inversa de la ex-
ponencial (la función exponencial es estrictamente creciente o estrictamente
decreciente, según sea b > 1 ó b < 1 y, por tanto, inyectiva). Sólo los números
positivos poseen logaritmo, pues hemos visto que bx siempre es positivo y,

20
por tanto, la igualdad bx = y es imposible si y no es positivo. Esto nos lleva
a afirmar que el dominio de la función logaritmo es el intervalo (0, +∞).
La propiedad fundamental del logaritmo es la regla del producto
1) logb (y1 · y2 ) = (logb y1 ) + (logb y2 )
Se deduce fácilmente a partir de las definiciones y de la regla de suma de
exponentes. En efecto, si xi = logb yi (i = 1, 2), entonces bxi = yi (i = 1, 2), y
multiplicando convenientemente estas dos igualdades, resulta

y1 · y2 = bx1 · bx2 = bx1 +x2 .

De la definición de logaritmo, sigue que x1 + x2 = logb (y1 · y2 ).


Otras propiedades del logaritmo que usaremos son:
2) logb b = 1, logb 1 = 0.
3) logb (y1 /y2 ) = logb y1 − logb y2 .
4) logb (y p ) = p · logb y.
5) Cambio de base en el logaritmo. A veces se necesita conocer la relación
que existe entre los logaritmos en dos bases distintas de un mismo número.
Sean a y b estas bases, queremos ver que relación existe entre logb y y loga y.
Para encontrarla, ponemos xa = loga y y xb = logb y. Por definición, tenemos
y = axa . Tomando logaritmo en base b en ambos miembros de esta última
igualdad, resulta

logb y = logb (axa ) = xa · logb a = (loga y) · (logb a).

Se ha obtenido la relación logb y = (loga y) · (logb a).


Usando el logaritmo podemos atacar otras propiedades útiles de la expo-
nencial:
a) Cambio de base en la exponencial: Se trata de expresar bx como una
potencia con otra base cualquiera a. Usando la igualdad y = aloga y , que es
sencillamente la definición de loga y, obtenemos
x
bx = aloga (b ) = ax·loga b .

Por tanto, para cambiar de base tenemos la igualdad bx = ax·loga b .

21
b) (bx )y = bx·y . Usando de nuevo la igualdad y = aloga y , válida cua-
lesquiera que sean a e y, obtenemos
x )y x
(bx )y = blogb (b = by·logb (b ) = by·x·logb b = bx·y .

Se define la función logaritmo en base b por x ∈ (0, +∞) → logb x ∈ R.


Su gráfica es simétrica, respecto de la bisectriz x = y, de la gráfica de la
función exponencial f (x) = bx y, por tanto, tiene la forma siguiente:

b > 1 Y x
y = b

y = log b x

O 1 X

y = x

Se llama logaritmo natural o neperiano al logaritmo de base el número e


y se denota por log x. En matemáticas es el que se usa generalmente, fun-
damentalmente porque su derivada es más simple (también la derivada de la
función exponencial ex ).

0.14. Funciones circulares.


Es conveniente iniciar el tema recordando que en el Cálculo, para la me-
dida de los ángulos, se emplea el radián. Si tenemos un ángulo con vértice
V, para obtener su medida en radianes, trazaremos un arco de circunferencia
con centro V y radio arbitrario r. Si l denota la longitud del arco que abarca,
el cociente rl es la medida en radianes del ángulo. Se puede probar que no
depende del radio r escogido. Esta medida es adimensional y, por ello, es la
apropiada para manipular las funciones circulares: seno, coseno, etc.

22
Vamos a ver cómo se definen sen x y cos x, según el cuadrante al que
pertenece x; las otras razones trigonométricas se definen a partir de sen x y
cos x.
1) 0 < x < p/2: B

AB
sen x =
VB x
VA V
cos x = VB A

B
2) p/2 < x < p :
AB
sen x =
VB
x
-VA
cos x =
VB A V

3) p < x < 3p/2:


-AB x
sen x = A
VB V
-VA
cos x =
VB
B

4) 3p/2 < x < 2p: A


-AB V
sen x =
VB x
VA
cos x = VB B
Para x no perteneciente al intervalo fundamental [0, 2π], se definen sen x y
cos x de forma que se verifique sen(x + 2πn) = sen x y cos(x + 2πn) = cos x,

23
donde n es cualquier entero y x ∈ [0, 2π]. De esta manera, las funciones
seno y coseno, definidas por x ∈ R → sen x ∈ R y x ∈ R → cos x ∈ R,
resultan ser periódicas de periodo 2π. Existe una relación fundamental entre
sen x y cos x, que se deduce directamente de aplicar el Teorema de Pitágoras:
sen2 x + cos2 x = 1, cualquiera que sea el número real x. De esta relación se
deduce que −1 ≤ sen x, cos x ≤ 1, para todo x ∈ R.
Ahora recordamos las definiciones de las restantes razones trigonométri-
cas:
sen x cos x 1 1
tg x = cos x
, cot x = sen x
, cosec x = sen x
, sec x = cos x
.
Es importante señalar que las funciones tangente y cotangente tienen
periodo π. La prueba es muy fácil, basta tener en cuenta que sen(π + x) =
− sen x y cos(π + x) = − cos x. Por tanto, tenemos

sen(π + x) − sen x sen x


tg(π + x) = = = = tg x.
cos(π + x) − cos x cos x

Todas las razones trigonométricas


pueden representarse geométrica-
mente, si consideramos una cir-
cot x
cunferencia de radio la unidad.
Representaremos sólo las cuatro
tg x
sen x razones fundamentales (ver figura).
x Estas representaciones anteriores
O cos x prestan una gran ayuda para rep-
resentar gráficamente las funciones
circulares que es lo que procedemos a
hacer seguidamente.

24
1
y=cos x
Y
y=sen x
0.8

0.6

0.4

0.2

π 2π X
O
0

−0.2

−0.4

−0.6

−0.8

−1
−2 0 2 4 6 8 10

Y Y
y = tg x
y = cot x

-p/2 O X O X
p/2 p/2 p

Terminamos el apartado con una relación de fórmulas trigonométricas que


serán de gran utilidad en los cálculos:
1 1
1. 1 + tg2 x = cos2 x
, 1 + cot2 x = sen2 x
.

25
2 2
2. sen 2x =q 2 · sen x · cos x, cosq2x = cos x − sen x.
3. sen x2 = 1−cos 2
x
, cos x2 = 1+cos 2
x
.
4. sen(x + y) = sen x · cos y + cos x · sen y,
cos(x + y) = cos x · cos y − sen x · sen y.
5. sen x + sen y = 2 · sen( x+y 2
) · cos( x−y2
)
x+y x−y
sen x − sen y = 2 · cos( 2 ) · sen( 2 )
cos x + cos y = 2 · cos( x+y
2
) · cos( x−y
2
)
x+y x−y
cos x − cos y = −2 · sen( 2 ) · sen( 2 )

0.15. Funciones circulares inversas.


A) Función arco seno: La función f (x) = sen x no es inyectiva, pues es
periódica de periodo 2π, por lo que sen x = sen(x + 2π) y, por tanto, ángulos
diferentes tienen el mismo seno. Entonces la función seno no tiene inversa.
Ahora bien, si consideramos la función definida por x ∈ [− π2 , π2 ] → sen x ∈ R,
la situación es completamente diferente, pues, cuando x recorre el intervalo
[− π2 , π2 ], sen x recorre [−1, 1] de forma biunı́voca.
La inversa de esta función se llama ar-
2 co seno, su dominio es [−1, 1] y su grá-
Eje OY

1.5
π/2

y = arc sen x
y=x
fica es simétrica, respecto de la recta
1
1
x = y, del trozo de la gráfica de la
y = sen x
0.5
función seno correspondiente al inter-
valo [− π2 , π2 ]. Por definición de función
−π/2 −1 Eje OX
0
1 π/2
O

−0.5
inversa, para x ∈ [− π2 , π2 ], se tiene la
siguiente equivalencia: y = sen x ⇔
−1 −1

−1.5 −π/2
x = arc sen y.
−2
−2 −1.5 −1 −0.5 0 0.5 1 1.5 2

B) Función arco coseno: Por la misma razón anterior, la función f (x) =


cos x no es inyectiva y, por tanto, la correspondencia inversa no es una fun-
ción. Sin embargo, la función definida por x ∈ [0, π] → cos x ∈ R sı́ lo es y
su inversa recibe el nombre de función arco coseno.

26
Su dominio es, de nuevo, [−1, 1] y su
gráfica es simétrica, respecto de la rec-
3.5
Eje OY

ta x = y, del trozo de la gráfica de la


3

y = arc cos x

función coseno correspondiente al in-


2.5

y=x
2
π
tervalo [0, π].
1.5
Por definición, para x ∈ [0, π], se tiene
1 1
la equivalencia
0.5
y = cos x

0
π
Eje OX
y = cos x ⇔ x = arc cos y.
O 1

−0.5

Existe la siguiente relación entre las


−1

funciones arco seno y arco coseno


−1 −0.5 0 0.5 1 1.5 2 2.5 3 3.5

π
, arc sen x + arc cos x =
2
para cada x ∈ [−1, 1]. La prueba es muy simple. Sean x ∈ [−1, 1] y u =
arc sen x. Entonces x = sen u y u ∈ [− π2 , π2 ]. Ahora recordemos que cos( π2 −
u) = sen u y, por tanto, sigue que cos( π2 − u) = x. Es evidente que π2 − u
pertenece a [0, π], luego podemos poner π2 −u = arc cos x. Sumando, miembro
a miembro, las igualdades u = arc sen x y π2 − u = arc cos x, se obtiene la
identidad.
C) Función arco tangente: La función f (x) = tg x es periódica de periodo
π y, por tanto, no puede ser inyectiva. No obstante, si consideramos que
x se mueve sólo en el intervalo (− π2 , π2 ), la situación cambia radicalmente.
Restringida a ese intervalo, la función tangente es inyectiva y su inversa se
llama función arco tangente. Nótese que, cuando x ∈ (− π2 , π2 ), el conjunto
formado por las imágenes {tg x : x ∈ (− π2 , π2 )} es todo R. Esto nos dice que
la función arco tangente tiene por dominio R.

27
8
Eje OY

y=x
6 y = tg x

2 π/2

y = arc tg x
Eje OX
0
−π/2
O π/2

−2 −π/2

−4

−6

−8
−8 −6 −4 −2 0 2 4 6 8

PROBLEMAS PROPUESTOS

1. Resolver las siguientes ecuaciones:


√ √
a) x4 + x2 − 2 = 0 b) e2x − 3ex + 2 = 0 , c) x + 1 = 3x + 1

d) sen x − cos x = 1 e) x = x − 2 f) |x| = 3x + 2.
Soluciones: a) x = ±1 (hacer t = x2 ) , b) x = 0, log 2 (hacer t = ex ), c)
x = 0, 1 , d) x = nπ, π/2 + 2nπ (sustituir cos x por sen x) , e) x = 4 , f)
−(1/2) (elevando al cuadrado desaparece el valor absoluto).

2. Simplificar las expresiones siguientes:


√ √
4−2 ·63 tg x−sen x √6+√2 ,
a) 124 2−4
b) 2 sen x−sen 2x
c) 6− 2
2
√ √
2 2
d) log(a2 bc) − log( ac b ) e) log( 82 ) f) √a −b
a4 −b4

x−1
g) x−1
.

Soluciones: a) 2−5 3−1 , b) (2 cos x)−1 , c) 2 + 3, d) 2 log c, e) −(5/2) log 2,
√ √
f) 1/( a2 + b2 ), g) 1/(1 + x).

28
3. Resolver las siguientes inecuaciones:
x+1 3 1 1
a) −2
≥ 3 b) x2
≥ 4 − x2 c)
+ |x| ≥ 1 d) |x| ≥ |x − 1| e) 3x+1
x x
≤ 2.
√ √
Soluciones: a) x ≤ −7, b) x ≤ − 3, −1 < x < 1 y x > 3, c) x ≤ 2,d)
x ≥ (1/2), e) −1 ≤ x < 0.

4. Expresar en forma racional los números decimales 2.0323232.... y 30.141414.......


Soluciones: 2012
990
y 2984
99
.

n
5. Encontrar supremo e ı́nfimo de los siguientes conjuntos: a) A = { n+1 :
−n
n ∈ N}, b) {2 : n ∈ N}.
Soluciones: a) El supremo es 1 y el ı́nfimo 1/2. b) El supremo es 1/2 y el
ı́nfimo 0.

6. En una circunferencia de radio 1 m se inscribe un rectángulo de lados a y


b. Expresar el área del rectángulo en función del lado a.
p
Solución: A(a) = 2a 1 − a2 /4.

7. Expresar la superficie total de un cilindro de volumen 1 litro en función


del radio de la base.
Solución: = S(r) = 2/r2 + 2πr2 , donde r se expresa en decı́metros.

8. Se dispone de un disco circular de radio 1 m y se corta un sector circular


de amplitud α radianes para formar, doblándolo adecuadamente, un cono.
Expresar el volumen del cono en función de α.
p
Solución: V (α) = (α2 /12π) 1 − α2 /4π 2 .

2x+1

9. Encontrar la función inversa de: a) f (x) = x+1
, b) f (x) = 3
x + 1 y c)
f (x) = log(x + 3).
1−x
Soluciones: a) f −1 (x) = x−2
. b) f −1 (x) = x3 − 1. c) f −1 (x) = ex − 3.

29
10. Encontrar el dominio de la función: a) f (x) = log(x2 + x − 2) y b)

f (x) = x2 + x.
Soluciones: a) (−∞, −2) ∪ (1, +∞). b) (−∞, −1] ∪ [0, +∞).

III. LÍMITE Y CONTINUIDAD

0.16. Lı́mite de una función.


El concepto de lı́mite es uno de los fundamentales del Cálculo, pues está
en la raı́z de muchos otros tan importantes como derivada e integral. En
este tema, nuestro objetivo es conseguir que, con el menor formalismo
posible, el alumno adquiera una idea intuitiva de los conceptos de lı́mite
y continuidad que le permita un aprendizaje adecuado del cálculo.

I) Lı́mite finito. Cuando escribimos lı́m f (x) = l , queremos significar que


x→x0
f (x) se acerca más y más al número l , a medida que x es más próximo a x0
(sin llegar a ser x0 ), tanto por la derecha de x0 como por la izquierda. Y si
queremos que f (x) se diferencie de l en menos de una cantidad pequeña,
² > 0, bastará con que se tome cualquier x de un entorno de x0 con radio,
δ > 0, suficientemente pequeño.

sen x
Ejemplos 0.16.1. a) Si f (x) = x
, 0 no está en el dominio de f , pero
sen x
es lı́cito plantearse el cálculo de lı́m . En el apartado 3.3 probaremos
x→0 x
que su valor es 1.
1
b) Sea f (x) = xx+1
2 +3 , vamos a comprobar que lı́m f (x) = . Calculamos la
x→1 2
diferencia |f (x) − 12 |

1 x+1 1 2x + 2 − x2 − 3 |x − 1|2
|f (x) − | = | 2 − |=| | = .
2 x +3 2 2(x2 + 3) 2(x2 + 3)
Ahora podemos buscar una cota superior del resultado obtenido

30
1 |x − 1|2 |x − 1|2 1
|f (x) − | = 2
≤ = · |x − 1|2 .
2 2(x + 3) 2·3 6
Hemos obtenido que la diferencia entre f (x) y el número 12 es inferior
a 61 · |x − 1|2 , cualquiera que sea x ∈ D(f ). Para conseguir que f (x) se

diferencie de 21 en menos de 10−3 , basta tomar x en el entorno E(1, 6 ·
−3 √ −3
10 2 ), ya que para tales x tenemos |x − 1| < 6 · 10 2 , lo que implica
1 1 1
|f (x) − | ≤ · |x − 1|2 < · 6 · 10−3 = 10−3 .
2 6 6
De igual forma, podemos probar que, si queremos que la diferencia |f (x)−
1
| sea menor que cierto número ² > 0, basta escoger x en el entorno
2 √ 1
E(1, δ) con radio δ = 6 · ² 2 .

Conviene destacar que x0 no tiene que pertenecer al dominio de f . No


obstante, x0 deberá ser un punto que tenga la propiedad de que podamos
encontrar valores de x, diferentes de x0 y tan cercanos a x0 como se quiera,
en el dominio de f . Es decir, D ∩E ∗ (x0 , r) 6= 0, para cada r > 0. Un punto
x0 con tal propiedad se llama un punto de acumulación de D(f ).

Ejemplos 0.16.2. a) Si D(f ) = (0, 1), todos sus puntos son de acumu-
lación, pero también lo son 0 y 1, aunque no pertenecen a D(f ).
b) Si D(f ) = {−1} ∪ [0, +∞), entonces −1 no es punto de acumulación
de D(f ). Sı́ lo son todos los elementos del intervalo [0, +∞).

1
II) Lı́mite infinito. Si f (x) = x−x 0
, es fácil darse cuenta de que f (x)
crece sin medida, superando a cualquier número, por grande que fuera,
a medida que x ∈ D(f ) se acerca a x0 . Este hecho se indica escribiendo
lı́m f (x) = ∞. Existen otros dos casos de lı́mite infinito: +∞ y −∞.
x→x0

Ejemplo 0.16.3. De acuerdo con la idea intuitiva que hemos dado, los
1 1
lı́mites siguientes resultan obvios: lı́m 2 = +∞ y lı́m − 2 = −∞.
x→0 x x→0 x

31
Cuando se quiere representar gráficamente una función f , es importante
detectar los puntos x0 tales que lı́m f (x) es infinito, pues las rectas x = x0
x→x0
serı́an ası́ntotas verticales de la curva de ecuación y = f (x).

III) Lı́mite lateral. En ciertas ocasiones interesa conocer el valor hacia el


que se aproxima f (x) cuando x se acerca a x0 por la derecha (x > x0 ).
Esto se indica por lı́m+ f (x) y se llama lı́mite lateral por la derecha. De
x→x0
forma análoga, se define el lı́mite lateral por la izquierda lı́m− f (x); en este
x→x0
caso representa el valor hacia el que se aproxima f (x) cuando x se acerca
a x0 por la izquierda (x < x0 ). Nótese que la existencia de lı́m f (x) es
x→x0
equivalente a la existencia de ambos lı́mites laterales con igual valor.

1
Ejemplos 0.16.4. a) Consideremos la función dada por f (x) = x
, si
x > 0 y f (x) = x + 1, si x ≤ 0.
Es evidente que lı́m+ f (x) = +∞ y lı́m− f (x) = 1.
x→0 x→0
|x−1|
b) Si f (x) = x2 −1
,
calcular lı́m f (x). En este caso, la presencia del valor
x→1
absoluto de x − 1, aconseja plantearse el cálculo de los lı́mites laterales,
para ver si coinciden. Cuando calculamos el lı́mite lateral por la derecha
de x0 = 1, podemos sustituir |x − 1| por su valor (x − 1), ya que x > 1.
Entonces tenemos
x−1 x−1 1 1
lı́m+ f (x) = lı́m+ 2
= lı́m+ = lı́m+ = .
x→1 x→1 x − 1 x→1 (x − 1) · (x + 1) x→1 x + 1 2

Sin embargo, en el cálculo del lı́mite por la izquierda, debemos sustituir


|x − 1| por su valor −(x − 1), ya que ahora x < 1. Luego

−(x − 1) −1 1
lı́m− f (x) = lı́m− 2
= lı́m− =− .
x→1 x→1 x −1 x→1 x + 1 2
Por tanto, ambos lı́mites laterales existen pero son diferentes, lo que im-
plica que no existe lı́m f (x).
x→1

32
IV) Lı́mite en el infinito. En las aplicaciones, a veces, se presenta la necesi-
dad de conocer el comportamiento de f (x) para x grande. Por ejemplo:
1) si f (t) es una función de la variable tiempo, es interesante en algu-
nas situaciones conocer el comportamiento a largo plazo de f (t), 2) si se
quiere representar gráficamente la curva de ecuación y = f (x), es de gran
interés conocer hacia qué evoluciona f (x) cuando x toma valores cada
vez mayores. Diremos que lı́m f (x) = l si, al crecer x más y más, f (x)
x→∞
se aproxima al valor l tanto como se quiera. Si este es el caso, la curva
de ecuación y = f (x) posee una ası́ntota horizontal de ecuación y = l .
Existen otros dos tipos de lı́mite infinito: lı́m f (x) y lı́m f (x). En el
x→+∞ x→−∞
primer caso, x crece sin medida pero permanece positivo, y en el segundo
x toma valores negativos cada vez más pequeños.

Ejemplos 0.16.5. a) Si f (x) = x1 , entonces lı́m f (x) = 0.


x→∞
x
b) Si f (x) = 2 , por observación de la gráfica de la función exponencial se
deduce lı́m f (x) = +∞ y lı́m f (x) = 0.
x→+∞ x→−∞

Terminamos este apartado viendo algunas propiedades de los lı́mites que


se usarán con cierta frecuencia a lo largo del curso. Todas ellas son muy
intuitivas, por lo que no se darán sus demostraciones. Son válidas para
todo tipo de lı́mite: laterales, en el infinito, etc., pero sólo las enunciaremos
para el lı́mite cuando x → x0 .

1) Propiedad del sandwich: Supongamos que lı́m f (x) = lı́m g(x) =


x→x0 x→x0
l . Si, además, se verifica que f (x) ≤ h(x) ≤ g(x) (para x 6= x0 en un
entorno de x0 ), entonces también lı́m h(x) = l .
x→x0

2) Si lı́m f (x) = 0 y g es una función acotada (en un entorno de x0 ),


x→x0
entonces también lı́m f (x) · g(x) = 0.
x→x0

3) Si el lı́mite l no es cero, debe ser posible encontrar un entorno (x0 −


r, x0 +r), con r suficientemente pequeño, tal que f (x) tiene el mismo signo

33
que l, cualquiera que sea x (distinto de x0 ) en dicho entorno.

4) Si f (x) ≤ g(x), para x 6= x0 en un entorno de x0 , se verifica

lı́m f (x) ≤ lı́m g(x),


x→x0 x→x0

si existen ambos lı́mites. Es importante resaltar que, aunque se tenga la


desigualdad estricta f (x) < g(x), para cada x en un entorno de x0 , en
general no es verdad que

lı́m f (x) < lı́m g(x).


x→x0 x→x0

1
En efecto, basta considerar f (x) = 1+x2
, g(x) = 1 y tomar lı́mite cuando
x → 0.

0.17. Operaciones con lı́mites.


En este apartado se estudia el comportamiento del lı́mite en relación con
las operaciones.
Si lı́m f1 (x) = l1 y lı́m f2 (x) = l2 , se verifica:
x→x0 x→x0
£ ¤
a) lı́m f1 (x) + f2 (x) = l1 + l2 .
x→x0
£ ¤
b) lı́m f1 (x) · f2 (x) = l1 · l2 .
x→x0
£ f1 (x) ¤ l1
c) lı́m = (si l2 6= 0).
x→x0 f2 (x) l2
d) lı́m f1 (x)f2 (x) = l1l2 (si l1 y l2 no son nulos simultáneamente).
x→x0

En las propiedades anteriores, cada uno de los dos lı́mites considerados


es finito. Pero, de hecho, también son válidas cuando uno o ambos son
infinitos, sólo que en ese caso conviene tener presente que existen ciertas
excepciones que se denominan indeterminaciones. Vamos a explicar esto
con más cuidado.

34
£ ¤
Supongamos que se desea calcular lı́m f1 (x) + f2 (x) y sabemos que el
x→x0
lı́mite del primer sumando es finito e igual a l1 y el del segundo es infinito.
La aplicación al pié de la letra de (a) nos llevarı́a a afirmar que el lı́mite de
la suma es l1 + ∞ = ∞. Esto es correcto, y, además, intuitivo. En efecto,
en la suma f1 (x) + f2 (x) se impone f2 (x) (que crece sin medida, cuando
x se acerca a x0 , mientras que f1 (x) permanece cercano a l1 ). La idea es
similar en los otros casos que relacionamos a continuación:
l1 ∞
1. l1 · ∞ = ∞, si l1 6= 0. ∞
= 0. l2
= ∞. ∞ · ∞ = ∞. +∞+∞ = +∞
2. b+∞ = +∞ si b > 1. b+∞ = 0 si b < 1.
3. +∞l2 = +∞, si l2 > 0. +∞l2 = 0 si l2 < 0.

Sin embargo, son indeterninaciones los siguientes casos:

0 ∞
∞ ± ∞, 0 · ∞, , , 1∞ , 00 , +∞0 .
0 ∞

A tı́tulo de ejemplo, vamos a mostrar qué es una indeterminación ∞ . Sean

f1 (x) = x y f2 (x) = x2 . Los dos lı́mites siguientes son del tipo ∞ :

£ f1 (x) ¤ £ f2 (x) ¤
lı́m y lı́m .
x→∞ f2 (x) x→∞ f1 (x)

1
Sin embargo el primero, lı́m , vale 0 y el segundo, lı́m x, ∞.
x→∞ x x→∞

0.18. Cálculo de lı́mites.


En este apartado estudiaremos algunos métodos generales para el cálculo
de lı́mites. En la sección final, dedicada al estudio de la derivada, vere-
mos la regla de L’Hôpital, que resulta un método muy útil para calcular
lı́mites, pero que tiene el inconveniente de que sólo es válido para funciones
derivables.

35
P (x)
I) Lı́mite de funciones racionales Supongamos que se desea calcular lı́m ,
x→∞ Q(x)

donde P (x) y Q(x) son funciones polinómicas. Para el cálculo de este tipo
de lı́ mites, previamente se divide numerador y denominador por xn , sien-
do n el mayor de los grados de P y Q, y de esta manera la función adopta
una forma muy conveniente para el cálculo del lı́mite.

2x2 + x
Ejemplos 0.18.1. a) Calcular lı́m . En este caso, debemos dividir
x→∞ 3x2 + 1
por x2 , y calculamos el lı́mite

2x2 + x 2 + x1 2+0 2
lı́m 2
= lı́m 1 = = .
x→∞ 3x + 1 x→∞ 3 + 2 3+0 3
x

1
Se ha usado que lı́m = 0, para p > 0.
x→∞ xp

x
b) lı́m . En este caso se divide por x3 y se obtiene
x→∞ x3 +x+1
1
x x2 0 0
lı́m = lı́m 1 = = = 0.
x→∞ x3 + x + 1 x→∞ 1 +
x2
+ x13 1+0+0 1

x2
c) lı́m . Ahora dividimos por x2 y obtenemos
x→∞ x + 1

x2 1 1 1
lı́m = lı́m 1 1 = = = ∞.
x→∞ x + 1 x→∞ + x2 0+0 0
x

II) Indeterminaciones del tipo ∞ − ∞.


£ ¤
Supongamos que se desea calcular lı́m f (x) − g(x) y sabemos que es del
x→x0
tipo ∞ − ∞. En algunos casos se resuelve la indeterminación expresando
la diferencia f (x) − g(x) en la forma f (x) · (1 − fg(x)
(x)
), si f (x) es la función
más grande de las dos.

36
2
Ejemplos 0.18.2. a) lı́m (2x − 3x ) = lı́m 3x · (( )x − 1) = lı́m 3x ·
x→+∞ x→+∞ 3 x→+∞
2 x
lı́m (( ) − 1) = +∞ · (0 − 1) = −∞.
x→+∞ 3

b) lı́m (x − x). Se puede proceder como antes, sacando factor común la
x→+∞
función más grande, x. No obstante, vamos a usar otro procedimiento gen-
eral que se aplica cuando en la función objeto del lı́mite aparecen factores
p
del tipo u(x) − v(x). En estos casos, se multiplica y divide la función en
p
cuestión por el factor u(x) + v(x). En nuestro ejemplo, tenemos
√ √ √
√ (x − x) · (x + x) x2 − ( x)2 x2 − x
lı́m (x− x) = lı́m √ = lı́m = √ = lı́m √ .
x→+∞ x→+∞ x+ x x→+∞ x+ x x→+∞ x + x
Ahora este último lı́mite se calcula, como en (I), dividiendo numerador y

denominador por la mayor potencia de x, teniendo en cuenta que x =
1
x 2 . Por tanto, dividiremos por x2 :
√ x2 − x 1 − x1 1−0 1
lı́m (x − x) = lı́m √ = lı́m 1 1 = = = +∞,
x→+∞ x→+∞ x + x x→+∞ x + 3 0+0 0
x2

donde el signo + final se debe a que x − x es positivo para x > 1.
sen f (x)
III) lı́m = 1, siendo lı́m f (x) = 0.
x→x0 f (x) x→x0

Vamos a probar el caso más sim-


sen x
ple lı́m = 1, para lo cual nos
D x→0 x
ayudaremos de la representación ge-
C
tg x ométrica de las razones trigonométri-
sen x cas. Una vez probado este caso,
O cos x A B cualquier otro se deduce de forma in-
mediata. Consideramos una circunfer-
encia de radio la unidad y escogemos
x ∈ (0, π2 ). Observamos en la figura
que las áreas de los triángulos OAC
y ODB, y del sector OBC verifican la
relación
37
Ar(OAC) < Ar(OBC) < Ar(OBD).
Por tanto, tenemos las desigualdades
1 1 1
· sen x · cos x < · 1 · x < · 1 · tg x. (2)
2 2 2
El término central necesita alguna aclaración: el área de un sector circular
es igual a la mitad del producto del radio por la longitud del arco que
abarca y, en nuestro caso, la longitud coincide con x (la medida del ángulo
en radianes). Multiplicando cada miembro de (2) por sen2 x , resulta

x 1
cos x < < , (3)
sen x cos x
para cada x ∈ (0, π2 ). En (3), las funciones de los extremos tienen lı́mite 1,
cuando x → 0; por tanto, la propiedad del sandwich nos asegura que tam-
x
bién lı́m+ = 1. Finalmente, haciendo el cambio t = −x, se prueba
x→0 sen x
que el lı́mite lateral por la izquierda tiene el mismo valor.

tg x sen x
Ejemplos 0.18.3. a) Calcular lı́m . Sustituimos tg x por cos x
y pro-
x→0 x
cedemos al cálculo del lı́mite:
tg x sen x 1 sen x 1
lı́m = lı́m · = lı́m · lı́m = 1 · 1 = 1.
x→0 x x→0 x cos x x→0 x x→0 cos x

1 − cos x
b) Calcular lı́m . Ahora sustituimos, usando las fórmulas del án-
x→0 x2
gulo mitad, 1 − cos x por 2 · sen2 ( x2 ) y procedemos a calcular el lı́mite

1 − cos x 2 · sen2 ( x2 ) sen2 ( x2 ) 1 ¡ sen( x2 ) ¢2 1


lı́m = lı́m = lı́m x2
= · lı́m x = .
x→0 x2 x→0 x2 x→0
2
2 x→0 2
2

¡ 1 ¢f (x)
IV) lı́m 1 + = e, siendo lı́m f (x) = ∞. En este caso, incluso
x→x0 f (x) x→x0

¡ 1 ¢x
la forma más simple lı́m 1 + , tiene una prueba de cierta dificultad,
x→+∞ x

38
por lo que no veremos la demostración. Sólo aclarar que se demuestra que
¡ 1 ¢x
existe y es finito lı́m 1 + y su valor se denota por e. Se sabe que es
x→∞ x
un número irracional cuyo desarrollo decimal comienza por 2’7182...
En los ejemplos, veremos cómo se usan estos hechos para resolver indeter-
minaciones del tipo 1∞ .

1
Ejemplo 0.18.4. Calcular lı́m (1 + sen x) x . Se trata de una potencia de la
x→0
forma 1∞ (indeterminado). Primero transformamos de forma conveniente
la base para poder aplicar (IV)
¡ 1 ¢
(1 + sen x) = 1 + 1
sen x

y, finalmente, calculamos el lı́mite


1 ¡ 1 ¢1 h¡ 1 ¢ 1 i senx x
lı́m (1 + sen x) x = lı́m 1 + 1 x = lı́m 1 + 1 sen x = e1 = e.
x→0 x→0 x→0
sen x sen x

0.19. Infinitésimos.
Se dice que f (x) es un infinitésimo en x = x0 , si lı́m f (x) = 0. Asi,
x→x0
son infinitésimos en el origen sen x, xp (p > 0), 1 − cos x, etc. Entre otras
aplicaciones, los infinitésimos son de gran utilidad en el cálculo de lı́mites.
Pero, antes de pasar a ver esto, necesitamos el concepto de infinitésimos
equivalentes. Decimos que dos infinitésimos en x = x0 , f (x) y g(x), son
f (x)
equivalentes si lı́m = 1 y se denota por f ∼ g. Un ejemplo impor-
x→x0 g(x)
tante lo constituye la pareja sen x y x. Son equivalentes en el origen, pues
sen x
lı́m = 1.
x→0 x
Si f (x) y g(x) son infinitésimos en x = x0 , decimos que f (x) es un in-
f (x)
finitésimo de orden superior a g(x), si se cumple lı́m = 0. Si el
x→x0 g(x)
lı́mite anterior es ∞, diremos que f (x) es de menor orden que g(x). Por

39
ejemplo, x2 es un infinitésimo de mayor orden que tg x (en el origen). En
efecto, tenemos
x2 x x
lı́m = lı́m · x · cos x = lı́m · lı́m x · cos x = 1 · 0 = 0.
x→0 tg x x→0 sen x x→0 sen x x→0

Pasamos ahora a ver cuál es el papel de los infinitésimos equivalentes en


el cálculo de lı́mites. Supongamos que se desea calcular el lı́mite de un
producto, lı́m f (x) · g(x), y conocemos un infinitésimo equivalente de uno
x→x0
de los factores; por ejemplo, sabemos que f ∼ h en x = x0 . Probaremos
que los lı́mites siguientes son iguales

lı́m f (x) · g(x) y lı́m h(x) · g(x).


x→x0 x→x0

Más concretamente, probaremos que, caso de existir uno de los lı́mites


anteriores, entonces existe el otro y coinciden. En efecto, supongamos que
lı́m h(x) · g(x) = l , y calculamos el otro como sigue
x→x0

f (x)
lı́m f (x) · g(x) = lı́m · lı́m h(x) · g(x) = 1 · l = l ,
x→x0 x→x0 h(x) x→x0
pues los dos lı́mites que aparecen en el segundo miembro existen y valen 1
y l , respectivamente. De este resultado se deduce la regla práctica siguiente

En el cálculo del lı́mite de un producto, cuando x → x0 , se puede sustituir


un factor por un infinitésimo equivalente en x = x0 , sin que cambie el
lı́mite.

Es importante destacar que, en general, esta sustitución sólo puede re-


alizarse en productos (o cocientes). El ejemplo final muestra esto clara-
mente.

A la vista de las ideas anteriores parece conveniente disponer de una lista


de infinitésimos equivalentes para ser usada en el cáculo de lı́mites. A

40
continuación damos una relación de los infinitésimos equivalentes más co-
munes y posteriormente demostramos algunas de las equivalencias. Todos
ellos son infinitésimos en el origen.

1. sen x ∼ x, x ∼ tg x.
2. x ∼ arc tg x, x ∼ arc sen x.
x2
3. 1 − cos x ∼ 2
.
4. log(1 + x) ∼ x.
5. ex − 1 ∼ x.

La lista anterior puede aumentarse teniendo en cuenta que: 1) en todas


las anteriores puede cambiarse x por un infinitésimo cualquiera f (x), y 2)
añadiendo las relaciones que se obtienen teniendo en cuenta que la relación
de equivalencia entre infinitésimos es transitiva; es decir, se verifica: f ∼ g
y g ∼ h implican f ∼ h. En efecto
f (x) f (x) g(x)
lı́m = lı́m · lı́m = 1 · 1 = 1.
x→x0 h(x) x→x0 g(x) x→x0 h(x)

Veamos la demostración de algunas de las relaciones anteriores:


log(1 + x) 1 ¡ 1¢1
lı́m = lı́m = log(1 + x) x = lı́m log 1 + 1 x = log e = 1.
x→0 x x→0 x→0
x
x log(1 + ex − 1)
lı́m = lı́m = 1,
x→0 ex − 1 x→0 ex − 1
donde, en el último paso se ha usado que son equivalentes log(1 + f (x)) y
f (x), cuando f (x) es un infinitésimo.

sen x − tg x
Ejemplo 0.19.1. Calcular lı́m .Calcularemos el lı́mite de dos
x→0 x3
formas diferentes. En primer lugar, usando infinitésimos equivalentes.
Sabemos que sen x y tg x son infinitésimos euivalentes en el origen y va-
mos a sustituir uno de ellos por el otro
sen x − tg x sen x − sen x 0
lı́m 3
= lı́m 3
= lı́m 3 = lı́m 0 = 0.
x→0 x x→0 x x→0 x x→0

41
Ahora vamos a calcularlo transformando previamente la diferencia sen x−
tg x como sigue

sen x sen x · cos x − sen x − sen x · (1 − cos x)


sen x − tg x = sen x − = = .
cos x cos x cos x
Ahora procedemos a calcular el lı́ mite propuesto
2
sen x − tg x − sen x · (1 − cos x) −x · x2 −1 1
lı́m = lı́m = lı́m = lı́m = − ,
x→0 x3 x→0 cos x · x3 x→0 cos x · x3 x→0 2 · cos x 2
2
donde se han sustituido sen x por x y (1 − cos x) por x2 . Se han obtenido
dos resultados diferentes, pero es obvio cuál es el correcto : 12 . En el cálculo
del lı́mite propuesto por el primer método, se ha hecho una sustitución que
no está justificada: se ha sustituido tg x por sen x en una diferencia y sólo
hemos demostrado que las sustituciones son correctas en los productos,
que es precisamente lo que se ha hecho en la segunda forma.

0.20. Continuidad de funciones.


Sea f : D → R y x0 ∈ D, diremos que f es continua en x0 si existe
lı́m f (x) y su valor es precisamente f (x0 ). Por tanto, la continuidad de
x→x0
f en x0 significa que, tomando x en un entorno (x0 − r, x0 + r) con r
suficientemente pequeño, f (x) estará tan próxima como queramos a f (x0 ).

Ejemplos 0.20.1. a) f (x) = x1 . En este caso D(f ) = {x ∈ R : x 6= 0}.


Entonces 0 ∈
/ D(f ) y f no puede ser continua en x0 = 0.
b) Sea f la función definida por f (x) = 1, si x > 0 y f (x) = −1, si x ≤ 0.
Ahora D(f ) = R, pero f tampoco es continua en x0 = 0. En efecto, nótese
que lı́m+ f (x) = 1 y lı́m− f (x) = −1. Por tanto, no existe lı́m f (x).
x→0 x→0 x→0
sen x
c) Sea f la función definida por f (x) = ,
si x 6= 0 y f (0) = 1.Hemos
x
sen x
visto que lı́m = 1. Por tanto, f es continua en x0 = 0.
x→0 x

42
A continuación recogemos, sin demostración, algunas propiedades de las
funciones continuas que usaremos a lo largo del curso relativas al compor-
tamiento en relación con las operaciones con funciones y a la continuidad
de las funciones elementales:

1) La suma, el producto, el cociente (si el denominador no se anula en


el punto en cuestión) y la composición de funciones continuas también es
continua.

2) Todas las funciones elementales son continuas en cada punto de sus


respectivos dominios.

3) Si f es continua en x0 y f (x0 ) 6= 0, existe un entorno de x0 , suficien-


temente pequeño, tal que f (x) tiene el mismo signo que f (x0 ), cualquiera
que sea x en dicho entorno.

4) Funciones continuas y lı́mite conmutan. Si lı́m f (x) = y0 y g es con-


x→x0
tinua en y0 , entonces
¡ ¢
lı́m g(f (x)) = g lı́m f (x) = g(y0 ).
x→x0 x→x0

x
Ejemplos 0.20.2. a) Sea f (x) = x2e+1 . f es cociente de dos funciones
continuas y el denominador, x2 + 1, no se anula nunca. Por tanto, f es
continua en cada punto de R.
b) f (x) = x2x−1 .Por la misma razón anterior, f es continua en todo punto
de R, salvo en los puntos 1 y -1, para los que el denominador se anula.

¡ x2 + 1 ¢
c) Calcular lı́m log . Como la función logaritmo es continua en
x→0 x4 + 1
x0 = 1, conmutan lı́mite y logartimo y podemos poner
¡ x2 + 1 ¢ ¡ x2 + 1 ¢
lı́m log 4 = log lı́m 4 = log 1 = 0.
x→0 x +1 x→0 x + 1

43
0.21. Discontinuidades
Si una función no es continua en x0 , se dirá que en x0 existe una discon-
tinuidad de la función. Las discontinuidades se clasifican, atendiendo a
las causas concretas, en los siguientes tipos:

- Evitables. Se dice que x0 es una discontinuidad evitable de f , si existe y es


finito lı́m f (x), pero su valor no coincide con f (x0 ), o bien x0 ∈
/ D(f ). El
x→x0
nombre hace referencia al hecho de que se puede evitar la discontinuidad
redefiniendo f en x0 . Concretamente, poniendo f (x0 ) = lı́m f (x); de esta
x→x0
forma, la nueva función resulta continua en x0 .
- De salto finito. Se dice que x0 es una discontinuidad de salto finito, si
existen, son finitos y distintos los dos lı́mites laterales de f en x0 . Los
valores de estos lı́mites se denotan por f (x0 +) y f (x0 −) y la diferencia
f (x0 +) − f (x0 −) se llama salto de la función en x0 (es el salto que hay que
dar para ir desde un punto de la gráfica situado a la derecha de (x0 , f (x0 ))
hasta otro situado a la izquierda).
- Infinita. Si existen ambos lı́mites laterales, pero al menos uno de ellos es
infinito.
- Esencial. Si no existe alguno de los lı́mites laterales.

1
Ejemplos 0.21.1. a) f (x) = e x , si x 6= 0, y f (0) = 0. Se calculan los
lı́mites laterales: lı́m+ f (x) = e+∞ = +∞ y lı́m− f (x) = e−∞ = 0. Por
x→0 x→0
tanto, 0 es una discontinuidad de tipo infinito.
b) f (x) = xx+1
2 −1 .El denominador se anula para x = ±1, por tanto, f posee

dos puntos de discontinuidad; para los restantes valores de x, f es continua


por ser cociente de dos funciones polinómicas. En x = 1, la discontinuidad
2
es de tipo infinito, pues lı́m f (x) = = ∞. En x = −1, la discontinuidad
x→1 0
es evitable, pues existe y es finito

44
x+1 1 1
lı́m f (x) = lı́m = lı́m = .
x→−1 x→−1 (x + 1) · (x − 1) x→−1 x − 1 −2

0.22. Funciones continuas en un intervalo.


Teoremas fundamentales.
En este apartado se estudian las propiedades fundamentales de las fun-
ciones definidas y continuas en un intervalo [a, b], cerrado y acotado. Des-
de un punto de vista intuitivo, podemos decir que las gráficas de estas
funciones, por ser continuas en cada punto de [a, b], se pueden dibujar
sin levantar el lápiz del papel; es decir, la curva de ecuación y = f (x)
(a < x < b) es un trazo continuo desde (a, f (a)) hasta (b, f (b)).
El primer resultado del que vamos a ocuparnos es el llamado Teorema de
Bolzano. La idea, intuitivamente, es muy simple: si una curva es de trazo
continuo y el origen (a, f (a)) está por encima del eje OX, mientras que
el extremo (b, f (b)) está por debajo, necesariamente la curva debe cortar
al eje OX en algún punto (c, f (c)) = (c, 0), con c ∈ (a, b). El enunciado
preciso es el siguiente:

Teorema 0.22.1. (Bolzano). Sea f : [a, b] → R continua en [a, b]. Si


f (a) · f (b) < 0, entonces existe c ∈ (a, b), tal que f (c) = 0.

Nótese que la condición f (a) · f (b) < 0 equivale a decir que f toma valores
de signo opuesto en a y b. El teorema de Bolzano se usará para probar
otros resultados fundamentales en este apartado, pero además nos ofrece
un método útil para encontrar valores aproximados de las raı́ces de una
ecuación f (x) = 0.

Ejemplo 0.22.2. Encontrar un valor aproximado de las raı́ces de la

45
ecuación x3 + x + 1 = 0.En este caso, es fácil deducir por tanteo que existe
una raı́z en el intervalo [−1, 0], pues f (−1) = −1 < 0 y f (0) = 1 > 0.
El teorema de Bolzano, aplicado a la función f (x) = x3 + x + 1, nos
asegura que existe una raı́z de la ecuación en el intervalo (−1, 0). Aho-
ra podemos dividir el intervalo por la mitad y ver en qué parte está la
raı́z. Para ello, vemos el signo de f (− 21 ). Un cálculo sencillo nos da
f (− 12 ) = − 85 + 1 = 38 > 0. Por tanto, f toma valores de signo distinto en
los extremos del nuevo intervalo [−1, − 12 ]. Procediendo de esta manera, y
con ayuda de una calculadora, vamos reduciendo el tamaño del intervalo
donde se encuentra la raı́z y, en definitiva, puede determinarse ésta con
la aproximación que se precise. Con técnicas del cálculo diferencial, que
veremos enseguida, puede comprobarse que no hay más raı́ces. Concreta-
mente, basta calcular la derivada f 0 (x) = 3x2 +1 y estudiar el signo. Como
la derivada es siempre positiva, la función f es estrictamente creciente en
R y, por tanto, sólo puede tomar el valor 0 una vez.

El resultado siguiente también es muy intuitivo, si tenemos en mente el


hecho comentado anteriormente de que la gráfica de las funciones que
estamos considerando en este apartado son curvas de trazo continuo.

Teorema 0.22.3. (Bolzano-Weierstrass). Toda función definida y con-


tinua en un intervalo [a, b] es acotada.

Recordemos que f se dice acotada en [a, b] si existen constantes m y M


tales que m ≤ f (x) ≤ M , para cada x ∈ [a, b]. Esto significa, desde el
punto de vista gráfico, que la gráfica de la función está comprendida entre
las rectas horizontales y = m e y = M .

Teorema 0.22.4. (Existencia de extremos absolutos). Si f es una función


definida y continua en un intervalo [a, b], entonces f alcanza un máximo
y un mı́nimo absolutos en [a, b].

46
Nota 0.22.5. El teorema anterior afirma que deben existir dos puntos
xmin y xmax en [a, b], tales que f (xmin ) ≤ f (x), para cada x en [a, b] y
f (xmax ) ≥ f (x), para cada x en el intervalo.

DEMOSTRACIÓN: Como la prueba es similar, sólo demostramos que f


alcanza un máximo absoluto en [a, b]. Por el teorema anterior, el conjunto
imagen f ([a, b]) = {f (x) : a ≤ x ≤ b} es acotado y, en particular, acotado
superiormente. Entonces, por la propiedad del supremo, existe el supremo
s de dicho conjunto. Éste es el candidato a máximo absoluto de f . Pero
necesitamos probar que se alcanza; es decir que existe c ∈ [a, b], tal que
f (c) = s. Vamos a razonar por reducción al absurdo: suponemos que no
existe tal c; entonces la función auxiliar g(x) = s−f1(x) es continua en [a, b]
(como cociente de dos que lo son y con el denominador distinto de 0 en
[a, b]). Aplicamos a g el teorema de acotación anterior, que nos asegura
que el conjunto imagen de g es acotado, Por tanto, existe M > 0 (pues,
g es positiva), tal que g(x) ≤ M , para cada x ∈ [a, b]. Es decir, tenemos
1
s−f (x)
≤ M , para cada x ∈ [a, b], de donde sigue que f (x) ≤ s − M1 , para
todo x ∈ [a, b]. Esto expresa que el número s − M1 es cota superior del
conjunto imagen de f , lo que es imposible, pues habrı́a una cota superior
menor que el supremo. Por tanto, s se alcanza por f . ¤

Ejemplo 0.22.6. Sea f (x) = x1 , siendo x ∈ (0, 1]. f es continua en cada


punto de (0, 1], pero tiene una discontinuidad de tipo infinito en el origen.
Por tanto, f (x) se hace tan grande como se quiera sin más que tomar x
próximo a 0. Es decir, f no esá acotada superiormente en (0, 1]. Nótese
que este ejemplo no entra en contradicción con el teorema de acotación
ni con el anterior, pues f no cumple todas las condiciones que se exigen
en dichos teoremas. En concreto, el intervalo debe ser cerrado y acotado
y (0, 1] no es un intervalo cerrado.

47
Terminamos el apartado probando que el conjunto imagen f ([a, b]) es un
intervalo cerrado y acotado. Concretamente, el intervalo [m, M ], donde m
y M denotan el mı́nimo y el máximo absolutos de f , respectivamente.

Teorema 0.22.7. (De los valores intermedios). Si f : [a, b] → R es con-


tinua en [a, b], entonces f toma en [a, b] todos los valores comprendidos
entre su mı́nimo y su máximo absolutos. Es decir, para cada y0 ∈ [m, M ],
existe x0 ∈ [a, b], tal que f (x0 ) = y0 .

DEMOSTRACIÓN: Sean xmin y xmax dos valores donde f alcanza su mı́n-


imo y su máximo absolutos. Vamos a probar que todo y0 perteneciente al
intervalo [m, M ] es alcanzado por f en el intervalo I determinado por xmin
y xmax . Si no fuera ası́, consideramos la función auxiliar g(x) = f (x) − y0 .
Esta función es continua en el intervalo I y toma valores de signos opuestos
en los extremos de I, que son los puntos xmin y xmax . Por el teorema de
Bolzano, existe x0 ∈ I, tal que g(x0 ) = 0; es decir, f (x0 ) = y0 . ¤

Ejemplo 0.22.8. Sea f : [a, b] → R continua en [a, b]. Si x1 , x2 , .., xn son


puntos de [a, b], demostrar que existe c ∈ [a, b] tal que f (c) es igual a la
media aritmética de los números f (xi ).
De las desigualdades m ≤ f (xi ) ≤ M (i = 1, 2, .., n), se sigue que n · m ≤
P
i f (xi ) ≤ n · M (sumando las desigualdades en i = 1, 2, .., P
n). Por tanto,
f (x )
dividiendo por n miembro a miembro, obtenemos m ≤ i n i ≤ M .
Ahora basta acudir al Teorema de los valores intermedios para concluir la
existencia del c deseado.

PROBLEMAS PROPUESTOS

1. Calcular los lı́mites siguientes:

48

eax − ebx ex + sen x tg2 x x−1
lı́m , lı́m , lı́m , lı́m
x→0 x x→+∞ ex + cos x x→0 1 − cos2 x x→1 x − 1

√ ³ x ´x
x x 1 √1
lı́m 2 , lı́m (1 + sen x) x , lı́m (1 + x2 ) x , lı́m .
x→+∞ x + 1 x→0 x→0+ x→∞ x + 1

Soluciones: a − b, 1, 1, 1/2, 0, e, 1, e−1 .

2. Sea f (x) = 1 1 si x 6= 0 y f (0) = 1. Estudiar el tipo de discontinuidad


1+e x
de f en el origen.
Solución: Los lı́mites laterales son finitos pero distintos: f (0+) = 0 y
f (0−) = 1. Discontinuidad de salto finito.

3. Sea f (x) = x+2−2
x−2
si x 6= 2 y f (2) = 14 . Estudiar el tipo de discon-
tinuidad de f en x0 = 2.
Solución: Continua en x = 2.
log(x2 + 2)
4. Calcular lı́m .
x→+∞ log(x3 + 4)

Solución: 2/3.
5. Estudiar la continuidad en el origen de las siguientes funciones:
( (
x sen(1/x), si x 6= 0 sen(1/x), si x 6= 0
a) f (x) = y b) f (x) = .
0, si x = 0 0, si x = 0
x3 −3x2 +3x−1
6. Estudiar la continuidad de la función f (x) = x2 +x−2
.
Solución: Continuidad evitable en x = 1, de tipo infinito en x = −2 y
en los restantes puntos continua.
7. Estudiar la continuidad de la función f (x) = x2 sen(1/x), si x 6= 0, y
f (0) = 0.

49
IV. DERIVADAS

0.23. El problema de la tangente.


Históricamente, el concepto de derivada surge al dar respuesta al llama-
do problema de la tangente. Los griegos de la antigüedad clásica sabı́an
determinar la recta tangente a una curva en un punto, si ésta era una
cónica; es decir, una elipse, una parábola o una hipérbola (recuérdese que
la circunferencia es un caso especial de elipse, concretamente el caso de
semiejes iguales). Sin embargo, hasta la creación del cálculo infinitesimal
por Newton y Leibniz (siglo XVII) no se conocı́a ningún método para
determinar la recta tangente en un punto de una curva arbitraria.
Vamos a ver cómo, al dar respuesta a este problema, surge el concepto de
derivada de una función en un punto. Sea f una función real de variable
real y x0 un punto de su dominio D. Si queremos encontrar la ecuación
de la recta tangente a la curva de ecuación y = f (x), sólo necesitamos
determinar la pendiente de dicha recta (recuérdese que la pendiente de un
recta es la tangente del ángulo que forma con la dirección positiva del eje
OX).
Como debe pasar por el punto P0 (x0 , f (x0 )), la ecuación de la recta tan-
gente tendrá la forma y − f (x0 ) = m(x − x0 ), siendo m la pendiente de la
recta en cuestión. Por tanto, el problema se reduce a idear alguna forma
de determinar la pendiente m de la recta tangente.

50
Y

P
f(x)

P0
Q
f(x )
0

O x X
x0

Tangente a y = f(x) en (x ,f(x ))


0 0

Si escogemos un valor de x cercano a x0 , se ocurre considerar la recta que


pasa por P0 y P (x, f (x)). Nos referiremos a ella como la cuerda que pasa
por los puntos P0 y P . Si observamos con cuidado la figura, veremos que es
fácil determinar el valor de la pendiente de la cuerda P P0 . Concretamente,
si mx denota la pendiente de dicha cuerda, tenemos

PQ f (x) − f (x0 )
mx = tg(P P0 Q) = = .
P0 Q x − x0
El cociente f (x)−f (x0 )
x−x0
recibe el nombre de cociente incremental y su valor es
precisamente la pendiente de la cuerda P P0 . Ahora, el paso fundamental
es darse cuenta de que la cuerda P P0 tiende a convertirse en lo que enten-
demos por recta tangente, a medida que el punto P (x, f (x)) se acerca a
P0 . Y, para que esto ocurra, basta con que se tome x cada vez más cercano
a x0 . Esta es la idea crucial: comprender que, si el cociente incremental
f (x)−f (x0 )
x−x0
es la pendiente de la cuerda P P0 , entonces la pendiente de la
recta tangente se puede encontrar calculando el lı́mite de dicho cociente
cuando x tiende a x0 . De esta forma llegamos a la expresión
f (x) − f (x0 )
m = lı́m
x→x0 x − x0

51
Ası́ queda resuelto el problema de la tangente y se pone de manifiesto el
interés de estudiar con detenimiento el lı́mite anterior. No es esta la única
aplicación de la derivada sino que se trata tan sólo de la primera de entre
las numerosas aplicaciones que se encontraron con posterioridad, algunas
de las cuales se irán estudiando a lo largo del curso.

0.24. Los conceptos de derivada y de difer-


encial de una función en un punto.
Si existe y es finito el lı́mite siguiente

f (x) − f (x0 )
lı́m ,
x→x0 x − x0
se denota por f 0 (x0 ) y se denomina derivada de f en el punto x0 . El
apartado anterior nos permite obtener una interpretación geométrica de
f 0 (x0 ): representa la pendiente de la recta tangente a la curva de ecuación
y = f (x) en el punto (x0 , f (x0 )). Por tanto, la ecuación de dicha recta
tangente tiene la forma

y = f (x0 ) + f 0 (x0 ) · (x − x0 ).

Vamos a ver otra aplicación del concepto de derivada en relación con


el problema de la aproximación de funciones complicadas por medio de
funciones más simples. Una función polinómica de primer grado g(x) =
ax+b recibe el nombre de función afı́n. Si una función f es derivable en x0 ,
probaremos que puede aproximarse f (x) por una función afı́n t(x), para
valores de x cercanos a x0 . Sabemos que, si tomamos x suficientemente
cercano a x0 , el cociente incremental tendrá un valor aproximado a su
lı́mite f 0 (x0 ); es decir, podemos escribir

f (x) − f (x0 )
≈ f 0 (x0 ) para x ≈ x0 .
x − x0

52
Por tanto

f (x) − f (x0 ) ≈ f 0 (x0 ) · (x − x0 ) para x ≈ x0 .

Si despejamos f (x), resulta

f (x) ≈ f (x0 ) + f 0 (x0 ) · (x − x0 ) para x ≈ x0 .

Esto nos dice que la función afı́n t(x) = f (x0 ) + f 0 (x0 ) · (x − x0 ) es una
buena aproximación de f (x), tanto mejor en cuanto x sea más próximo
a x0 (nótese que la gráfica de t(x) = f (x0 ) + f 0 (x0 ) · (x − x0 ) es la recta
tangente a la curva de ecuación y = f (x) en el punto P0 (x0 , f (x0 )).
La derivada f 0 (x0 ) puede también interpretarse como la velocidad con que
varı́a la función f en las proximidades de x0 . En efecto, hemos visto que,
para x cercano a x0 , se puede escribir

f (x0 + ∆x) − f (x0 ) ≈ f 0 (x0 ) · ∆x.

f (x) − f (x0 ) es la variación de la función al pasar de x0 a x0 + ∆x y, según


la relación anterior, es aproximadamente igual al producto f 0 (x0 ) · ∆x y
esto es más preciso cuanto más pequeño sea ∆x. En las aplicaciones nos
encontramos a menudo con la siguiente situación: cierta magnitud varı́a
con el tiempo y denotamos por x(t) el valor que tiene en el instante t. El
cociente
x(t) − x(t0 )
t − t0
representa la variación media de x entre los instantes t0 y t. Para t próximo
a t0 , la variación de x(t) vale aproximadamente x0 (t0 ) · (t − t0 ), por ello,
x0 (t0 ) se interpreta como la velocidad con que varı́a x(t) en el instante t0 .

Ejemplo 0.24.1. En un depósito que contiene 100 litros de agua, se intro-


duce salmuera a una velocidad de 2 litros por minuto (la salmuera contiene
50 gramos de sal por litro). El contenido del depósito se mantiene agitado

53
constantemente de modo que podemos suponer que la sal está uniforme-
mente distribuida. Por un orificio se escapa el contenido a razón de 2
litros por minuto. Encontrar la cantidad de sal que hay en el depósito en
el instante t > 0.
Denotamos por x(t) la cantidad de sal en el depósito en el instante t. La
velocidad con que varı́a x(t) es la diferencia entre la velocidad de entrada
y la de salida. En cada litro de salmuera hay 50 gramos de sal, por tanto,
la sal entra en el depósito a la velocidad de 2 × 50 gramos por minuto. En
el instante t, el depósito contiene x(t)
100
gramos de sal en cada litro. Como el
contenido del depósito sale a la velocidad de 2 litros por minuto, se sigue
que la sal sale a la velocidad de 2 × x(t) 100
gramos por minuto. Entonces
la velocidad con que varı́a x(t) viene dada por 100 − 2x(t) 100
g/m. Pero la
velocidad con que varı́a x(t) es precisamente ẋ(t), luego se verifica

2x(t)
ẋ(t) = 100 − ,
100
o lo que es lo mismo
ẋ 1
= .
5000 − x 50
Integrando respecto de t ambos miembros, resulta

t
− log(5000 − x) = + c.
50
Despejando x, encontramos x(t) = 5000 − ce−t/50 . Como x(0) = 0, la³con-
stante c debe ser 5000, por lo que obtenemos finalmente x(t) = 5000 1 −
´
e−t/50 .

Podemos ahora aprovechar las ideas anteriores para introducir el concepto


de diferencial de una función. Acabamos de ver que, para valores de ∆x
cercanos a 0, se tiene la aproximación

f (x0 + ∆x) − f (x0 ) ≈ f 0 (x0 ) · ∆x. (4)

54
El producto f 0 (x0 ) · ∆x se denota por df (x0 , ∆x) y recibe el nombre de
diferencial de la función f en el punto x0 respecto del incremento ∆x. (1.1)
nos dice que la diferencial nos da una aproximación del incremento de la
función, es decir, de la diferencia f (x0 + ∆x) − f (x0 ), para ∆x cercano a
0, de ahı́ el nombre. Cuando no hay peligro de confusión, la diferencial se
denota por df o df (x0 ).

Ejemplo 0.24.2. Usar la diferencial para calcular un valor aproximado



de 10 44.

√ 1
Ponemos f (x) = x, x0 = 1 y ∆x = 00 44. Como f 0 (x) = √
2 x
, tenemos
1 0
f (10 44) − f (1) ≈ df (1, ∆x) = f 0 (1) · ∆x = · 0 44 = 00 22.
2
√ √
Despejando f (10 44) resulta 10 44 ≈ 1 + 00 22 = 10 22. Se ha obtenido una

buena aproximación, pues el valor exacto de 10 44 es 10 2.

Terminamos este apartado probando que toda función derivable es con-


tinua. Si f es derivable en x0 , sabemos que

£ f (x) − f (x0 ) ¤
lı́m x→x0 − f 0 (x0 ) = 0.
x − x0
Si denotamos el corchete por r(x), tenemos

f (x) − f (x0 ) − f 0 (x0 ) · (x − x0 ) = (x − x0 ) · r(x),

siendo lı́mx→x0 r(x) = 0. Por tanto, podemos representar la diferencia


f (x) − f (x0 ) en la forma

f (x) − f (x0 ) = f 0 (x0 ) · (x − x0 ) + (x − x0 ) · r(x).


A la vista de la igualdad anterior, está claro que lı́mx→x0 [f (x) − f (x0 )] = 0
(los dos sumandos del segundo miembro tienden a 0 cuando x → x0 ).
Luego queda probado que f es continua en x0 .

55
0.25. Cálculo de derivadas.
En este apartado estudiamos el comportamiento de la derivada en relación
con las operaciones posibles entre funciones. Es imprescindible usar con
soltura los resultados que veremos, pues se necesitarán a lo largo de todo
el curso.
a) Derivada de una suma. Si f y g son derivables en x0 , entonces también
lo es su suma f + g y se verifica (f + g)0 (x0 ) = f 0 (x0 ) + g 0 (x0 ).
b) Derivada de un producto. Si f y g son derivables en x0 , entonces tam-
bién lo es su producto f · g y se verifica (f · g)0 (x0 ) = f 0 (x0 ) · g(x0 ) + f (x0 ) ·
g 0 (x0 ).
c) Derivada de un cociente. Si f y g son derivables en x0 y g(x0 ) 6= 0,
entonces también es derivable el cociente fg y se verifica

f f 0 (x0 ) · g(x0 ) − f (x0 ) · g 0 (x0 )


( )0 (x0 ) = .
g g 2 (x0 )

d) Derivada de la función compuesta. Si u es derivable en x0 y f lo es


en u(x0 ), entonces la función compuesta f ◦ u también lo es y se verifica
(f ◦ u)0 (x0 ) = f 0 (u(x0 )) · u0 (x0 ).
e) Derivada de la función inversa. Si f es una función inyectiva, derivable
en x0 y f 0 (x0 ) 6= 0, entonces f −1 es derivable en y0 = f (x0 ) y se verifica
1
(f −1 )0 (y0 ) = f 0 (x 0)
.
Una forma sencilla de intuir la expresión anterior consiste en transformar
como sigue el cociente incremental correspondiente a f −1 :
f −1 (y) − f −1 (y0 ) x − x0 1
= = f (x)−f (x0 )
,
y − y0 f (x) − f (x0 )
x−x0

siendo x = f −1 (y). Al tomar lı́mite cuando x → x0 en el miembro más a


1
la derecha se obtiene f 0 (x 0)
. Por otra parte, si x → x0 , entonces y se acerca
a y0 y el miembro más a la izquierda se aproxima más y más a (f −1 )0 (y0 ),
1
lo que justifica la igualdad (f −1 )0 (y0 ) = f 0 (x 0)
.

56
Ejemplo 0.25.1. Encontrar la derivada de sen x3 . Si ponemos u(x) = x3
y f (u) = sen u, entonces sen x3 = f (u(x)). Luego la derivada solicitada
vale f 0 (u(x)) · u0 (x) = sen x3 · 3x2 .

0.26. Tabla de derivadas.


En este apartado se recogen las derivadas de las funciones elementales más
comunes.

Función Derivada
C 0
xn n · xn−1
1
log x x
ex e x

sen x cos x
cos x − sen x
tg x 1 + tg2 x
cot x −(1 + cot2 x)
√ 1
x √
2 x
√ 1
1
−1
p
x p
· x p

arc sen x √ 1
1−x2
1
arc cos x − √1−x 2
1
arc tg x 1+x2
1
arc cotx − 1+x 2

A tı́tulo de ejemplo, vamos a realizar la prueba de alguna de las derivadas


anteriores.

1
Ejemplos 0.26.1. 1. Si f (x) = log x y x0 > 0, entonces f 0 (x0 ) = x0
.

57
Empezamos transformando convenientemente el cociente incremental

log x − log x0 log xx0 ¡ x ¢ x−x


1 ¡ 1 ¢ x−x
1
= = log 0 = log 1 +
x0
0 =
x − x0 x − x0 x0 x−x0

¡ x ¢ 1 £¡ 1 ¢ x−x
x0 ¤ 1
= log 1 + − 1 x−x0 = log 1 + x0
0 x 0
x0 x−x0

Ahora calculamos el lı́mite cuando x → x0 y obtenemos


log x − log x0 £¡ 1 ¢ x0 ¤ 1 £¡ 1 ¢ x0 ¤ 1
lı́m x→x0 = lı́m log 1+ x0 x−x0 x0 = log lı́m 1+ x0 x−x0 x0 =
x − x0 x→x0
x−x0
x→x0
x−x0

1 1
= log e x0 = ,
x0
donde se ha usado que
¡ 1 ¢ x−x
x0
lı́m 1 + x0
0 = e.
x→x0
x−x0

2. Encontrar la derivada de f (x) = xx .


Para facilitar el cálculo de la derivada, cambiamos a la base e: f (x) =
x
elog(x ) = ex log x . Ahora´, hay que tener en cuenta que la derivada de eu(x)
es el producto u0 (x)eu(x) . Por tanto, la derivada buscada es
1
f 0 (x) = (1 · log x + x · )ex log x = (log x + 1)ex log x = (1 + log x)xx .
x

0.27. Optimación de funciones derivables.


El problema de encontrar los valores extremos de una función se plantea
a menudo en las aplicaciones cientı́ficas. En este apartado consideraremos
funciones derivables y veremos cómo el cálculo diferencial nos ofrece un
método sistemático para la determinación de los máximos y mı́nimos de
una función.

58
Sea f : D ⊂ R → R y A un subconjunto de D. Diremos que f alcanza en
xM ∈ A su máximo absoluto en A, si se verifica f (x) ≤ f (xM ), para cada
x ∈ A. Análogamente, diremos que f alcanza en xm ∈ A su mı́nimo abso-
luto en A, si f (x) ≥ f (xm ), para cada x ∈ A. Usaremos la denominación
extremo absoluto para referirnos a máximo y mı́nimo, indistintamente.
El cálculo diferencial nos va a ofrecer un método para determinar los
llamados extremos relativos (o locales). Una vez encontrados, veremos
cómo se determina cuáles de ellos son absolutos. Por esta razón, vamos a
recordar qué son los extremos relativos. Decimos que f posee en x0 ∈ D
un máximo relativo, si existe un entorno (x0 − r, x0 + r) ⊂ D, tal que
f (x) ≤ f (x0 ) para todo x ∈ (x0 − r, x0 + r). Nótese que esto significa
que en x0 f alcanza un máximo absoluto en (x0 − r, x0 + r); es decir,
localmente, todo máximo relativo es absoluto. De modo similar se define
mı́ nimo relativo.
Ahora vamos a ver qué debe pasar para que un extremo absoluto sea
relativo: si x0 es un extremo absoluto de f (en D) que no está en la frontera
de D o, lo que es lo mismo, existe un entorno (x0 − r, x0 + r) contenido en
el dominio de f , entonces es obvio que x0 es también extremo absoluto de
f en (x0 − r, x0 + r) y, por tanto, se trata de un extremo relativo. Por ello,
el conocimiento de los extremos relativos es importante, pues entre ellos
se encuentran los extremos absolutos que no sean puntos de la frontera
del dominio.

Teorema 0.27.1. (Condición necesaria de extremo relativo). Si x0 es un


extremo relativo de f y ésta es derivable en x0 , entonces f 0 (x0 ) = 0.

DEMOSTRACIÓN: Vamos a probar que no puede ser f 0 (x0 ) > 0. De for-


ma similar se demuestra que f 0 (x0 ) < 0 es imposible y el teorema quedarı́a
probado. Pasamos, pues, a demostrar que f 0 (x0 ) > 0 es imposible. Como

f (x) − f (x0 )
f 0 (x0 ) = lı́m ,
x→x0 x − x0

59
de ser f 0 (x0 ) > 0, el propio cociente incremental deberı́a ser positivo, para
x en un entorno (x0 − r, x0 + r) con radio r suficientemente pequeño.
Tenemos, pues, que
f (x) − f (x0 )
> 0,
x − x0
para x ∈ (x0 − r, x0 + r) y x 6= x0 . Entonces, para x ∈ (x0 − r, x0 ), debe
ser f (x) − f (x0 ) < 0, ya que x − x0 < 0. Por otro lado, f (x) − f (x0 ) > 0,
para x ∈ (x0 , x0 + r), ya que x − x0 > 0. Hemos obtenido que f (x) > f (x0 )
cuando x está en (x0 , x0 + r) y f (x) < f (x0 ) cuando x está en (x0 − r, x0 ).
Vemos que x0 no puede ser ni máximo ni mı́nimo relativo, luego hemos
llegado a un absurdo. ¤

Las soluciones de la ecuación f 0 (x) = 0 reciben el nombre de puntos


crı́ticos (o estacionarios) de f . La tangente a la curva y = f (x) en estos
puntos es horizontal. Es importante destacar que sólo estos puntos pueden
ser extremos relativos de f . Pero un punto x0 puede ser crı́tico y f no posee
en x0 un extremo relativo, como muestra el siguiente ejemplo.

Ejemplo 0.27.2. f (x) = x3 tiene en el origen un punto crı́tico, pero no


es extremo relativo. Como f 0 (x) = 3x2 , vemos que el origen es un punto
crı́tico de f . Sin embargo, f (x) es negativa antes de x0 = 0 y positiva
después. Como f (0) = 0, sigue que f no posee en el origen ni un máximo
ni un mı́nimo relativo.

0.28. Teoremas del valor medio.


En este apartado consideramos una función f : [a, b] → R que es derivable
en cada punto del intervalo abierto (a, b) y obtendremos propiedades de
carácter global, como los teoremas del valor medio de Cauchy y Lagrange,
fundamentales para obtener los criterios de crecimiento o decrecimiento de

60
funciones y la regla de L’Hôpital. Empezaremos con el Teorema de Rolle,
que es la pieza básica para demostrar los teoremas del valor medio.

Teorema 0.28.1. (Rolle). Sea f : [a, b] → R continua en [a, b] y derivable


en (a, b). Si f (a) = f (b), entonces existe un c ∈ (a, b) tal que f 0 (c) = 0.

DEMOSTRACIÓN: Como f es continua en [a, b], alcanza un máximo y un


mı́nimo absolutos en [a, b]. Hay dos posibilidades: a) ambos se encuentran
en los extremos del intervalo ó b) uno de ellos, al menos, se alcanza en un
punto interior. Veamos que en ambos casos existe un c tal que f 0 (c) = 0.
a) Si ambos extremos absolutos están en los extremos de [a, b], entonces
f es constante puesto que f (a) = f (b). Si f es constante, su derivada es 0
en cada punto de (a, b).
b) Si un extremo absoluto c está en el interior, entonces es extremo rela-
tivo y la derivada en él, que existe, debe ser 0; es decir, f 0 (c) = 0. ¤

Teorema 0.28.2. Del valor medio de Lagrange). Sea f : [a, b] → R con-


tinua en [a, b] y derivable en (a, b). Entonces existe un c ∈ (a, b) tal que

f (b) − f (a) = f 0 (c) · (b − a).

DEMOSTRACIÓN: Basta aplicar el Teorema de Rolle a la función aux-


iliar h(x) = (f (b) − f (a)) · x − (b − a) · f (x). Nótese que h(a) = h(b) =
af (b) − bf (a) y, por tanto, el teorema anterior nos asegura que existe un
c ∈ (a, b) tal que h0 (c) = 0. Ahora basta tener en cuenta que h0 (x) =
f (b) − f (a) − (b − a)f 0 (x). ¤

61
Puede interpretarse geométricamente
el Teorema de Lagrange de la siguiente
Y forma: Observando la figura, notamos
que la pendiente de la cuerda que pasa
y = f(x) por los puntos extremos de la curva de
ecuación y = f (x) vale exactamente
f (b)−f (a)
b−a
. Por tanto, lo que expresa el
teorema es que existe un valor de x,
c ∈ (a, b), tal que la pendiente de la
O X recta tangente a la curva de ecuación
a c b
y = f (x) en el punto (c, f (c)) coincide
con la de la cuerda citada y, por ello,
tangente y cuerda son paralelas.

Vamos a ver ahora una interpretación cinemática. Supongamos que s =


s(t) (t ∈ [t1 , t2 ]) indica el espacio recorrido hasta el instante t por cier-
to móvil. Si admitimos que s(t) está en las condiciones del Teorema de
Lagrange, entonces existe un instante t0 ∈ (t1 , t2 ), tal que
s(t2 ) − s(t1 )
= s0 (t0 ) = v(t0 ).
t2 − t1
En la anterior igualdad, el primer miembro es la velocidad media en el
intervalo de tiempo [t1 , t2 ] y el miembro más a la derecha es la velocidad del
móvil en el instante t0 . Esto significa que la velocidad media en un intervalo
de tiempo es la velocidad real del móvil en algún instante intermedio.

Teorema 0.28.3. (Del valor medio de Cauchy). Sean f, g : [a, b] → R


continuas en [a, b] y derivables en (a, b). Entonces existe c ∈ (a, b), tal que
£ ¤ £ ¤
f (b) − f (a) · g 0 (c) = f 0 (c) · g(b) − g(a) .

- DEMOSTRACIÓN: Basta aplicar el Teorema de Rolle a la función aux-


£ ¤ £ ¤
iliar h(x) = f (b) − f (a) · g(x) − f (x) · g(b) − g(a) . Nótese que se verifica

62
h(a) = h(b) = f (b) · g(a) − f (a) · g(b). Por tanto, debe existir c ∈ (a, b), tal
£ ¤ £ ¤
que h0 (c) = 0. Como 0 = h0 (c) = f (b) − f (a) · g 0 (c) − f 0 (c) · g(b) − g(a) ,
el teorema queda probado. ¤

Puede darse una interpretación cin-


emática de este teorema similar a la
Y
del teorema de Lagrange, pero vál-
ida para una partı́cula móvil que
recorre una trayectoria curva en
el plano. Supongamos que r(t) =
v(t0 ) (x(t), y(t)) (t ∈ [t1 , t2 ]) representa la
posición en cada instante de una masa
a X puntual que se mueve en un plano.
O La pendiente de la cuerda que une
los puntos extremos de la trayectoria
viene dada por
y(t2 ) − y(t1 )
x(t2 ) − x(t1 )
El Teorema de Cauchy establece que existe un instante intermedio t0 , tal
que se da la igualdad

y(t2 ) − y(t1 ) y 0 (t0 )


= 0 .
x(t2 ) − x(t1 ) x (t0 )

Nótese que la igualdad anterior expresa que la cuerda es paralela al vector


0
velocidad v(t0 ) = (x0 (t0 ), y 0 (t0 )), pues tg α = xy 0(t 0)
(t0 )
.

63
0.29. Consecuencias del Teorema del valor
medio.
Sea f : D ⊂ R → R e I un intervalo contenido en D. Se dice que f es
creciente en I si verifica

x1 < x2 ⇒ f (x1 ) ≤ f (x2 ), (5)

para cualesquiera x1 , x2 ∈ I. Se denotará por f ↑ I. Se dirá que f es


decreciente en I (f ↓ I) si se cumple

x1 < x2 ⇒ f (x1 ) ≥ f (x2 ),

para cualesquiera x1 , x2 ∈ I.
Diremos que f es estrictamente creciente en I (f ↑↑ I) si se verifica
(5) con la desigualdad estricta f (x1 ) < f (x2 ), para todos los posibles
x1 , x2 ∈ I. De forma similar se define el concepto de función estrictamente
decreciente.
Aunque f sea una función no muy complicada, en general, no es fácil estu-
diar el crecimiento directamente a partir de las definiciones. Sin embargo,
para funciones derivables existe un criterio de muy fácil aplicación y que
se deduce a partir del teorema de Lagrange.
CRITERIO DE CRECIMIENTO O DECRECIMIENTO. Si f : [a, b] → R
está en las condiciones del teorema del valor medio de Lagrange, se tiene:
a) Si f 0 (x) ≥ 0, para cada x ∈ (a, b), entonces f es creciente en [a, b].
b) Si f 0 (x) ≤ 0, para cada x ∈ (a, b), entonces f es decreciente en [a, b].
c) Si f 0 (x) > 0, para cada x ∈ (a, b), entonces f es estrictamente creciente
en [a, b].
d) Si f 0 (x) < 0, para cada x ∈ (a, b), entonces f es estrictamente decre-
ciente en [a, b].

64
DEMOSTRACIÓN: La demostración es similar en todos los casos; por
tanto, sólo nos ocuparemos de la prueba de (a). Suponemos, pues, que f
es una función con derivada f 0 (x) ≥ 0, para cada x ∈ (a, b). Dados x1 y
x2 en [a, b] con x1 < x2 , aplicamos el teorema de Lagrange a f en el inter-
valo [x1 , x2 ]. Nos asegura dicho teorema que existe x3 ∈ (x1 , x2 ), tal que
f (x2 ) − f (x1 ) = f 0 (x3 ) · (x2 − x1 ). Nótese que los dos factores del segundo
miembro son no negativos; por tanto, f (x2 ) − f (x1 ) ≥ 0. Esto es lo mis-
mo que poner f (x1 ) ≤ f (x2 ) y se ha probado que f es creciente en [a, b]. ¤

Ejemplo 0.29.1. Si f (x) = 2x3 + 3x2 − 12x, estudiar el crecimiento


de f . Calculamos la derivada de f y obtenemos f 0 (x) = 6x2 + 6x − 12.
Descomponemos en factores el polinomio derivada: para ello, buscamos
las soluciones de la ecuación de segundo grado 6x2 + 6x − 12 = 0 y se
obtienen dos: 1, y -2. Por tanto, podemos poner f 0 (x) = 6(x − 1)(x + 2).
Ahora basta estudiar el signo de f 0 (x), según que x sea menor que -2, esté
comprendido entre -2 y 1 o sea mayor que 1. Dicho estudio se recoge en
la siguiente tabla.

x < −2 −2 < x < 1 1<x


x+2 - + +
x-1 - - +
(x+2)(x-1) + - +
A la vista de la tabla anterior, se deduce, por aplicación directa del criterio
precedente, que:
a) f 0 (x) > 0 para −∞ < x < −2. Por tanto, f es estrictamente creciente
en (−∞, −2].
b) f 0 (x) < 0 para −2 < x < 1. Por tanto, f es estrictamente decreciente
en [−2, 1].
c) f 0 (x) > 0 para 1 < x. Por tanto, f es estrictamente creciente en
[1, +∞).

65
Otra aplicación directa del teorema de Lagrange permite probar que una
función con derivada nula debe ser constante. Sabemos que toda función
constante tiene derivada cero y ahora el teorema de Lagrange nos va a
permitir probar que también es cierta la afirmación recı́proca: Si f es una
función continua en [a, b] y con derivada nula en cada punto de (a, b),
entonces f debe ser constante en todo el intervalo [a, b]. En efecto, esco-
gemos x ∈ (a, b] y aplicamos el teorema del valor medio de Lagrange a
f en el intervalo [a, x]. Nos asegura dicho teorema que existe c ∈ (a, x),
tal que f (x) − f (a) = f 0 (c) · (x − a). Como f 0 (c) = 0, sigue que debe ser
f (x) − f (a) = 0. Luego hemos probado que f (x) = f (a), para cada x que
escojamos en (a, b].
Para terminar este apartado, vamos a estudiar una condición suficiente de
extremo relativo. Hemos visto que los extremos relativos de las funciones
derivables son puntos crı́ticos de f ; es decir, verifican f 0 (x) = 0. Ahora
nos planteamos el problema de cómo descubrir qué puntos crı́ticos son
realmente extremos relativos.

Teorema 0.29.2. (Condición suficiente de extremo relativo). Sea f una


función derivable en el entorno [x0 − r, x0 + r]. Si x0 es un punto crı́tico
de f , se verifica:
a) Si f 0 (x) ≥ 0, para cada x ∈ [x0 − r, x0 ] y f 0 (x) ≤ 0, para cada x ∈
[x0 , x0 + r], entonces x0 es un máximo relativo de f .
b) Si f 0 (x) ≤ 0, para cada x ∈ [x0 − r, x0 ] y f 0 (x) ≥ 0, para cada x ∈
[x0 , x0 + r], entonces x0 es un mı́nimo relativo de f .

DEMOSTRACIÓN: La prueba es muy similar en ambos casos, por ello só-


lo demostramos la primera. Al tener f derivada no negativa en [x0 − r, x0 ],
sigue que f es creciente en [x0 − r, x0 ]. De igual forma, el hecho de que
f tiene derivada no positiva en [x0 , x0 + r] implica que f es decreciente
en dicho intervalo. Entonces f (x) ≤ f (x0 ), para cada x ∈ [x0 − r, x0 ] y
f (x0 ) ≥ f (x), para cada x ∈ [x0 , x0 +r]. Esto prueba que x0 es un máximo

66
relativo de f . ¤

Cuando f está definida en un intervalo I, se puede conseguir una condición


suficiente de extremo absoluto de enunciado y prueba similar a la anterior.

Teorema 0.29.3. (Condición suficiente de extremo absoluto). Sea I un


intervalo de la recta real y f definida y derivable en I. Si x0 es un punto
crı́tico de f , entonces
a) Si f 0 (x) ≥ 0, para cada x perteneciente a I y situado a la izquierda de
x0 , y f 0 (x) ≤ 0, para cada x perteneciente a I y situado a la derecha de
x0 , entonces x0 es un máximo absoluto de f .
b) Si f 0 (x) ≤ 0, para cada x perteneciente a I y situado a la izquierda de
x0 , y f 0 (x) ≥ 0, para cada x perteneciente a I y situado a la derecha de
x0 , entonces x0 es un mı́nimo absoluto de f .

En algunos casos el estudio del signo de f 0 (x), antes y después de punto


crı́tico, puede presentar cierta dificultad. En estos casos es más conveniente
usar esta otra condición suficiente que necesita del cálculo de la segunda
derivada.

Teorema 0.29.4. (Condición suficiente de extremo relativo mediante la


derivada segunda). Sea f una función que tiene derivada segunda en un
entorno de un punto crı́tico x0 . Suponemos, además, que f 00 es continua
en x0 . Entonces se verifica:
(a) Si f 00 (x0 ) > 0, x0 es un mı́nimo relativo de f .
(b) Si f 00 (x0 ) < 0, x0 es un máximo relativo de f .

DEMOSTRACIÓN: Veamos la prueba de (a). Por continuidad, como


f 00 (x0 ) > 0, debe existir un entorno (x0 − r, x0 + r) donde f 00 (x) tiene
signo positivo. Entonces f 0 es estrictamente creciente en dicho entorno.

67
Pero f 0 (x0 ) = 0, luego f 0 (x) < 0, para x0 − r < x < x0 , y f 0 (x) > 0, para
x0 < x < x0 + r. Por tanto, la condición suficiente anterior nos asegura
que x0 es un mı́nimo relativo de f . ¤

De forma similar se prueba la condición suficiente de extremo absoluto


siguiente:

Teorema 0.29.5. (Condición suficiente de extremo absoluto con la deriva-


da segunda). Sea f : I → R dos veces derivable en cada punto del intervalo
I y x0 un punto crı́tico de f . Se verifica:
(a) Si f 00 (x) ≥ 0 para cada x ∈ I, entonces x0 es un mı́nimo absoluto de
f.
(b) Si f 00 (x) ≤ 0 para cada x ∈ I, entonces x0 es un máximo absoluto de
f.

0.30. La regla de L’Hôpital.


El Teorema del valor medio de Cauchy nos permite obtener un método
general para calcular lı́mites indeterminados de la forma 00 ó ∞ ∞
, válido
para todo tipo de lı́mites: laterales, en el infinito, etc. Vamos a enunciar
la regla de L’Hôpital para el caso de un lı́mite lateral.

Teorema 0.30.1. (Regla de L’Hôpital). Sean f, g : (x0 , b) → R derivables


en (x0 , b). Suponemos, además, que lı́m+ f (x) = lı́m+ g(x) = 0 y que
x→x0 x→x0
f 0 (x)
g 0 (x) 6= 0, para cada x ∈ (x0 , b). Entonces, si existe el lı́m+ , también
x→x0 g 0 (x)
f (x)
existe lı́m+ y coincide con el anterior.
x→x0 g(x)

68
DEMOSTRACIÓN: Si definimos f (x0 ) = g(x0 ) = 0, f y g resultan
ser continuas en [x0 , b). Para cada x ∈ (x0 , b), aplicamos el teorema de
Cauchy a las funciones f y g en el intervalo [x0 , x], que nos asegura que
existe x∗ ∈ (x0 , x) verificando
f (x) f (x) − f (x0 ) f 0 (x∗ )
= = 0 ∗ .
g(x) g(x) − g(x0 ) g (x )
Ahora basta tener presente que cuando x es cercano a x0 , aún más cerca
está x∗ , por lo que el miembro más a la derecha se aproxima a su valor
lı́mite (sea éste finito o no). Entonces el miembro más a la izquierda (igual
al anterior) se aproxima también a dicho lı́mite. ¤

En todos los casos posibles, las condiciones bajo las cuales es válida la regla
de L’Hôpital son básicamente las mismas con los cambios oportunos.

x
Ejemplo 0.30.2. a) Calcular lı́m . El lı́mite es de la forma ∞∞
, las
x→+∞ ex
funciones numerador y denominador son derivables en R, y el denomi-
nador tiene derivada no nula. Puede aplicarse la regla de L’Hôpital y el
1 1
valor del lı́mite propuesto es igual lı́m x = = 0.
x→+∞ e +∞
b) En ocasiones, puede ser necesario aplicar la regla más de una vez.
1 − cos x
Por ejemplo, en el cálculo de lı́m , deberemos aplicar la regla de
x→0 x2
L’Hôpital dos veces:

1 − cos x sen x cos x 1


lı́m 2
= lı́m = lı́m = .
x→0 x x→0 2x x→0 2 2
PROBLEMAS RESUELTOS

1. Calcular la derivada de la función


( 2
e−(1/x ) si x 6= 0
f (x) =
0 si x = 0.

69
Para cualquier x 6= 0, la derivada se obtiene fácilmente haciendo uso
de las reglas de derivación
³2´ 2
f 0 (x) = 3
e−(1/x ) .
x
Para calcular la derivada en el origen debemos usar la definición de
derivada en un punto:
2
0 f (x) − f (0) e−(1/x )
f (0) = lı́m = lı́m .
x→0 x−0 x→0 x
Para calcular este lı́mite, hacemos el cambio de variable x = 1/t. En-
tonces
2 t
f 0 (0) = lı́m t e−t = lı́m t2 .
t→∞ t→∞ e

El último lı́mite se obtiene fácilmente aplicando la regla de L’Hôpital


t 1
f 0 (0) = lı́m 2 = lı́m 2 = 0.
t→∞ et t→∞ 2tet

2. Sea I un intervalo real y f una función definida y derivable en I. Si x0


es un punto interior de I en el que f alcanza un extremo relativo y f
no tiene puntos estacionarios distintos de x0 , probar que entonces x0
es un extremo absoluto de f .
Para fijar ideas, supongamos que x0 es un mı́nimo relativo de f . Vamos
a probar que es imposible que exista x1 ∈ I tal que f (x1 ) < f (x0 ).

70
En efecto, supongamos que f (x1 ) <
f (x0 ) y escojamos x2 cercano a x0 de
modo que f (x1 ) < f (x1 ) < f (x2 ) y
tal que tanto x2 como x1 queden del
mismo lado de x0 . f alcanza un máxi-
x1 X mo absoluto en el intervalo que forman
x0 y x1 (por ser continua). Pero dicho
máximo no puede alcanzarse en x0 ni
x 2 x0 en x1 (pues f (x1 ) < f (x1 ) < f (x2 )).
Entonces se alcanza en el interior y
debe ser relativo. Por tanto, dicho pun-
to debe ser estacionario y distinto de
x0 , lo que es imposible.
3. Los directivos de una fábrica de zumos desean averiguar las dimen-
siones de la lata cilı́ndrica de 1 litro de capacidad que tiene la propiedad
de tener una supericie total mı́nima (para que el gasto en material sea
el menor posible).
Denotemos por r y h el radio de la base y la altura de la lata, respec-
tivamente. La superficie total es

S = 2πr2 + 2πrh (6)

y el volumen V = πr2 h. Como V = 1, r y h están relacionados medi-


ante la igualdad πr2 h = 1 (r y h se miden en dm y el volumen resulta
en litros). Ahora despejamos h en la igualdad πr2 h = 1 y sustitu-
imos en (6), para obtener S(r) = 2πr2 + 2r . Ya tenemos el área total
S(r) expresada en función sólo de r y tenemos que determinar el mı́n-
imo absoluto de S. Es importante notar desde el inicio que en nuestro
problema r > 0. Lo primero que debemos hacer es encontrar los puntos
crı́ticos de S:
2
S 0 (r) = 4πr − 2 = 0.
r
1
La única solución es r0 = √ 3

. Ahora hay que averiguar si el punto

71
crı́tico obtenido es un mı́nimo absoluto de S. Para ello, calculamos la
segunda derivada de S y estudiamos su signo en I = (0, +∞). S 00 (r) =
4π + r43 , por tanto, el signo de la derivada segunda es positivo en todo
I. Queda probado que r0 debe ser un mı́nimo absoluto de S. Para
terminar, vamos a encontrar la altura h0 . Usando la relación πr2 h = 1,
obtenemos r
1 1 3 4
h0 = 2 = q = .
πr0 π( 3 1 )2 π

Nótese que h0 = 2r0 .


4. Se dispone de una lámina circular de radio r de la que se recorta un
sector circular con el que se forma, doblándolo convenientemente, un
cono. Determinar la amplitud del sector que da lugar al cono de mayor
capacidad posible.

r
h

x R
R

Vamos a denotar por x la amplitud del sector circular (medido en radi-


anes). Del cono que podemos formar, con el sector que se ha recortado,
sabemos que la generatriz es r y la longitud de la circunferencia de la
base es igual a la longitud del arco que abarca el sector.
Como, por definición de radián, x = Lr , se deduce que L = rx. Si deno-
tamos por R el radio de la base del cono, se sigue de lo que acabamos

72
de decir que 2πR = rx. De esta forma, hemos encontrado el radio de
la base del cono en función de la variable x:

rx
R=.

Ahora necesitamos expresar también la altura h del cono en función de

x. Por el Teorema de Pitágoras, r2 = h2 +R2 . Por tanto, h = r2 − R2 ,
luego sustituyendo la expresión encontrada de R, se obtiene para la
altura r √
r 2 x2 r 4π 2 − x2
h = r2 − = .
4π 2 2π
Por otra parte, el volumen de un cono viene dado por V = (1/3)πR2 h.
Sustituyendo los valores encontrados de R y h, resulta
√ √
1 ³ rx ´2 ³ r 4π 2 − x2 ´ r3 x2 4π 2 − x2
V (x) = π = .
3 2π 2π 24π 2
Obviamente, encontrar el valor de x que maximiza V (x) es equivalente

a buscar el que maximiza v(x) = x2 4π 2 − x2 . Para ello, calculamos
la derivada primera de v(x):
√ ³
−2x ´ √ x3
0
v (x) = 2x 4π 2− x2 +x2 √ 2
= 2x 4π − x − 2 √ =
2 4π 2 − x2 4π 2 − x2
³√ ´2
2x 4π 2 − x2 − x3 −3x3 + 8π 2 x
= √ = √ .
4π 2 − x2 4π 2 − x2
Al igualar a 0 v 0 (x), obtenemos −3x3 + 8π 2 x = 0. Las soluciones son:
p
x = 0, ±2 2/3π. En nuestro problema x es no negativo, pues es la
medida en radianes de un sector. Por tanto, sólo hay dos puntos esta-
p
cionarios a estudiar: x = 0 y x = 2 2/3π. El primero es claramente el
mı́nimo absoluto. El razonamiento más cómodo, para comprobar que
p
el máximo absoluto es x = 2 2/3π, consiste en usar el hecho de que,
en nuestro problema concreto, x varı́a en el intervalo [0, 2π]. Como la
función es continua, alcanza un máximo absoluto en dicho intervalo.

73
En los extremos v(x) se anula, luego el máximo absoluto se encuentra
en el interior del intervalo, lo que implica que también es relativo y, por
tanto, estacionario. Como el único punto estacionario en el interior es
p p
x = 2 2/3π , esto prueba que el máximo absoluto es x = 2 2/3π.
5. Usando el Principio de Fermat, deducir la ley de la reflexión

B Recordemos que el Principio de Fer-


mat establece que la luz sigue el
camino de tiempo mı́nimo. Supong-
A amos que un rayo de luz que parte del
hB
punto A pasa por B tras reflejarse en
un espejo. Denotamos por P el punto
h del espejo en el que incide el rayo. En
P A
la figura se ha dibujado el camino que
sigue el rayo.
d-x x
Empezamos determinando el tiempo que invierte el rayo de luz en el
recorrido AP + P B. Si c denota la velocidad de la luz, entonces el
tiempo invertido por el rayo es
AP + P B
T = .
c
Por el Teorema de Pitágoras, se tiene
q q
AP = hA + x , BP = h2B + (d − x)2 .
2 2

Por tanto, el tiempo empleado es igual a


q q
1³ ´
T = h2A + x2 + h2B + (d − x)2 .
c
Ahora hay que localizar el valor de x que minimiza a la función T (x).
Derivamos T (x):

0 1³ 2x −2(d − x) ´
T (x) = p + p .
c 2 h2A + x2 2 h2B + (d − x)2

74
Si igualamos a cero, resulta
x d−x
p =p 2 .
h2A + x2 hB + (d − x)2

Elevando al cuadrado
x2 (d − x)2
= ,
h2A + x2 h2B + (d − x)2

de donde se obtiene

x2 h2B + x2 (d − x)2 = (d − x)2 h2A + (d − x)2 x2 .

Simplificando, resulta la igualdad

x2 h2B = (d − x)2 h2A ,

y extrayendo la raı́z cuadrada en ambos miembros

hB x = ±(d − x)hA .

Despejando x resulta el único punto estacionario


dhA
x= ,
hA + hB
la otra solución es
−dhA
x=
hB − hA
es negativa por ser hB > hA . Para comprobar que se trata de un mı́nimo
absoluto, hay que calcular la derivada segunda y estudiar su signo. La
derivada segunda, una vez simplificada, viene dada por

00 1h h2A h2B i
T (x) = + .
c (h2A + x2 )3/2 (h2B + (d − x)2 )3/2

Vemos que es positiva en todo R, por tanto, queda probado que T (x)
alcanza en x0 = dhA /(hB + hA ) un mı́nimo absoluto.

75
Finalmente, comprobamos que, para dicho valor de x, los ángulos in-
cidente y reflejado coinciden. En efecto, si calculamos las tangentes de
dichos ángulos
x0 d − x0
tg i = , tg r = ,
hA hB
basta comprobar que son iguales
x0 d − x0
= .
hA hB
En efecto, se tiene
x0 hB = hA (d − x0 ).
Despejando x0 , resulta x0 = dhA /(hB + hA ).
6. Inscribir un cilindro en una esfera de radio R de forma que tenga
volumen máximo.
La figura muestra una vista frontal de
r la esfera junto con un cilindro inscrito
con altura h y radio de la base r. Apli-
R cando el Teorema de Pitágoras, encon-
h/2
tramos la relación
³ h ´2
2 2
R =r + .
2
Por otra parte, el volumen de un cilin-
dro viene dado por V = πr2 h. Por tan-
to, el volumen expresado en función
sólo de h tiene la forma

¡ h2 ¢ ¡ h3 ¢
V (h) = π R2 − h = π R2 h − .
4 4
Para encontrar los puntos estacionarios de V (h), calculamos la derivada
primera e igualamos a 0
¡ 3h2 ¢
V 0 (h) = π R2 − .
4

76
2R
Por tanto, h = √ 3
(en este problema h ≥ 0). Para determinar si es
máximo, lo más cómodo es calcular la derivada segunda y estudiar su
signo. Como V 00 (h) = − 3πh
2
, el signo de la derivada segunda es siempre
negativo, para h ≥ 0. Luego se trata de un máximo absoluto.

PROBLEMAS PROPUESTOS

1. Usar la diferencial para obtener un valor aproximado de log 1.3.


Solución: log 1.3 ≈ 0.3

2. El radio de un disco metálico mide 10 cm. Se introduce en un horno


durante un tiempo y al extraerlo se observa que su radio ha aumentado
2mm. Usar la diferencial para obtener un valor aproximado del aumento
de área.
Solución: 2πr∆r = 4π.

3. El radio de una esfera mide 15cm, si se incrementa su longitud en 1mm,


usar la diferencial para calcular un valor aproximado del incremento de
volumen.
Solución: 4πr2 ∆r = 90π.

4. Encontrar la ecuación de la recta tangente a la curva y = ex en el punto


(0, 1).
Solución: y = x + 1.

5. Estudiar el crecimiento de las funciones: a) f (x) = x · ex , b) f (x) =


x2
x3 + x2 + x + 1, c) f (x) = 2x3 + 9x2 + 12x − 6 y d) f (x) = x+1 .
Solución: a) estrictamente decreciente en (−∞, −1] y estrictamente
creciente en [−1, +∞). b) estrictamente creciente en R. c) estricta-
mente creciente en (−∞, −2], estrictamente decreciente en [−2, −1]
y estrictamente creciente en [−1, +∞). d) estrictamente creciente en
(−∞, −2], estrictamente decreciente en [−2, −1), estrictamente decre-
ciente en (−1, 0] y estrictamente creciente en [0, +∞).

77
6. De entre todos los triángulos inscritos en una semicircunferencia de
radio R, determinar el de mayor área.
Solución: El triángulo de mayor área es un triángulo isósceles de base
el diámetro.

7. Con un alambre de 1m de longitud se desea formar un triángulo isósce-


les de modo que tenga el mayor área posible. Determinar las medidas
del triángulo.
Solución: Si l denota la longitud de los dos lados iguales, el área viene

dada por A(l) = (1 − 2l) 4l − 1/4 y el máximo absoluto se alcanza
para l = 1/3. Por tanto, se trata de un triángulo equilátero.

8. De todas las rectas que pasan por el punto P (1, 2), determinar la
ecuación de la que determina al cortar a los ejes coordenados un trián-
gulo con el menor área posible.
Solución: Si la ecuación de la recta es x/a + y/b = 1, entonces el área
del triángulo tiene la forma A(b) = b2 /(2b − 4). b = 4 es el mı́nimo, por
lo que la recta tiene por ecuación 2x + y = 4.

9. Determinar las dimensiones del rectángulo inscrito en una semicircun-


ferencia de radio r de modo que tenga el mayor área posible.
Solución: Si y denota la longitud del lado que se apoya sobre el diámetro
p
y x la del otro lado, entonces el área es A(y) = (1/2) 4r2 y 2 − y 4 . El

máximo se alcanza para y = 2r y el otro lado es la mitad.

10. Encontrar la distancia entre el punto P (1, 2, −1) y la recta de ecuación


(
x−1 = y
z + 1 = −y

Solución: Un punto genérico de la recta es (1+λ, λ, −1−λ) y la distancia


p
entre este punto y P es igual a d(λ) = 2λ2 + (2 − λ)2 . Se puede
minimizar la función D(λ) = 2λ2 + (2 − λ)2 . El mı́nimo se tiene para
λ = 2/3. Por tanto, el punto buscado es Q(5/3, 2/3, −5/3).

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11. Determinar el punto de la recta x + y = 1 que dista menos del punto
P (1, 3).
Solución: Un punto arbitrario de la recta es (λ, 1 − λ) y su distancia
p
de P es iguala d(λ) = (λ − 1)2 + (λ + 2)2 . Se puede minimizar la
función integrando y el mı́nimo se obtiene para λ = −(1/2). El punto
pedido es Q(−(1/2), 3/2).

12. Calcular los lı́mites siguientes:

ex
lı́m , lı́m+ x log x, lı́m+ xx , lı́m (x − log x),
x→+∞ x2 x→0 x→0 x→+∞
³ 1 1´ x − x cos x (log x)2 π
lı́m − , lı́m , lı́m √ , lı́mπ (x − ) · tg x.
x→0 sen x x x→0 x − sen x x→+∞ x x→ 2 2
Soluciones: +∞ , 0 , 1 , +∞ , 0 , 3 , 0 , −1.

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