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I. NÚMEROS
1
el problema de la medida de longitudes, se escoge un segmento cualquiera
como unidad y los demás se miden con respecto a él. Ası́, 32 representarı́a la
longitud de un segmento que contuviera tres mitades del segmento unidad.
Estas simples ideas son las que se necesitan para proceder a representar los
números racionales en una recta. Se escoge una recta en el plano geométri-
co y en ella se seleccionan dos puntos: O (el origen) y a su derecha U, y el
segmento OU se toma como segmento unidad. Los puntos O y U son las rep-
resentaciones gráficas de 0 y 1, respectivamente. Para representar el número
racional mn
, con m y n enteros positivos, se divide el segmento unidad OU en
n partes iguales y una de esas partes (que es un segmento de longitud n1 ) se
lleva m veces a la derecha de O, obteniéndose un punto P. Se dirá que P es
la representación gráfica del número m n
y también que mn
es la abcisa (o
m
coordenada) de P (nótese que n es la longitud del segmento OP).
Ahora podemos ver la conveniencia de considerar números negativos. Has-
ta el momento, hemos visto que podemos asociar a los puntos P de la recta
situados a la derecha de O una coordenada x que representa la longitud del
segmento OP. Se ocurre asignar a un punto Q, situado a la izquierda de O,
el número negativo x que, cambiado de signo, representa la longitud del seg-
mento OQ. De esta forma a todo número racional x, positivo o negativo, le
corresponde un punto P sobre la recta. Esta idea es de gran importancia en
las aplicaciones de las matemáticas a las ciencias. Imaginemos una partı́cula
que se mueve a lo largo de la recta. Su posición en la recta en el instante t
puede venir reflejada por la coordenada x(t) del punto donde se encuentra
en ese instante. x(t) será positivo o negativo, según que la partı́cula esté a la
derecha o a la izquierda de O en el instante t.
Terminamos este apartado recordando que todo número racional m n
puede
expresarse en forma decimal realizando la división (con decimales) de m entre
n. Ası́, por ejemplo, 23 = 1.5, 73 = 2.3333..., etc. En unos casos, la expresión
decimal es finita y, en otros, infinita (con un número de cifras decimales
infinito). Pero cuando la forma decimal de un número racional es infinita
siempre hay un periodo, como ocurre con 73 = 2.3333... o con 193 90
= 2.14444....
2
Es decir, cuando un número racional tiene un desarrollo decimal infinito
entonces, a partir de alguna cifra decimal, se repite un mismo grupo de cifras
decimales al que se denomina periodo. En el caso de 193 90
el periodo es 4. No
es difı́cil demostrar esta propiedad
√
0.2. 2 no es racional.
Los números racionales son fáciles de presentar y manipular, pero des-
graciadamente resultan insuficientes para las necesidades, incluso más ele-
mentales, de las ciencias. Para convencernos de esto, vamos a considerar un
cuadrado cuyos lados sean iguales al segmento unidad OU. La longitud de sus
lados es 1, pero ¿qué longitud tiene una diagonal del cuadrado? El Teorema
de Pitágoras nos permite escribir 12 + 12 = d2 . Es decir, la longitud de la
√
diagonal es d = 2. Hasta ahora, sólo hemos tratado con números racionales,
cociente de dos números enteros, pero en un problema tan elemental como el
√ √
anterior nos hemos topado con el número 2. Vamos a probar que 2 no es
un número racional.
3
√
Teorema 0.2.1. 2 no se puede expresar como cociente de dos números
enteros.
√
Hemos comprobado que 2 no es racional. Con un razonamiento similar
√
se puede probar que n no es racional, siempre que n no sea un cuadrado
perfecto. También se prueba, aunque la demostración es de mayor dificultad,
que no son racionales π y e. Estos hechos nos dicen que el campo numérico
formado por los racionales no sirve para dar respuesta a los problemas que
nos plantean las ciencias y que necesitaremos otros números más complicados
conceptualmente que los racionales.
4
0.3. Los números irracionales.
Para presentar los números irracionales, vamos a recurrir a su repre-
sentación decimal. Al contrario que los racionales, los números irracionales
tienen una representación decimal infinita y no periódica. Un ejemplo puede
ser el siguiente:
00 12112111211112111112.... (1)
El conjunto formado por los números racionales junto con los irracionales
se denota por R y se dirá que es el conjunto de los números reales. Por tanto,
son números reales tanto el racional m como el irracional que aparece en (??).
√ n
También es un número real 2; si quisiéramos encontrar su desarrollo deci-
mal, tendrı́amos que realizar la raı́z cuadrada de 2 e ir sacando las sucesivas
cifras decimales que, por tratarse de un número irracional, serı́an infinitas y
no presentarı́an un periodo.
Sabemos que en Q podemos considerar dos operaciones principales, suma
y producto, con las propiedades:
1. Commutativa: x + y = y + x; x · y = y · x
2. Asociativa: (x + y) + z = x + (y + z); (x · y) · z = x · (y · z).
3. Distributiva del producto respecto de la suma: x · (y + z) = x · y + x · z.
4. Existencia de elemento neutro: x + 0 = 0 + x = x; x · 1 = 1 · x = x.
5) Todo número posee simétrico:
1
x + (−x) = 0 ∀x ∈ R, x·
= 1 ∀x ∈ R (x 6= 0).
x
Por esta razón se dice que (Q, +, ·) es un cuerpo commutativo. En R,
la suma y el producto gozan de las mismas propiedades anteriores, por lo
que también (R, +, ·) es un cuerpo commutativo. Es decir, realizaremos las
operaciones con números reales teniendo en cuenta las propiedades familiares
de los números que hasta ahora hemos manejado.
5
vamos a convertir el denominador en racional; multiplicando numerador y
√
denominador por 1 + 2, resulta
√ √ √ √ √ √
1+ 2 (1 + 2)2 12 + 2 2 + ( 2)2 1+2 2+2 3+2 2
√ = √ √ = √ = = .
1− 2 (1 − 2) · (1 + 2) 12 − ( 2)2 1−2 −1
√ √ √
Por tanto, hemos obtenido 1+ √2 = −3 − 2 2. Ahora calculamos
1− 2
2 con
el número de cifras decimales que requiera la precisión que exige nuestro
√
problema concreto. Si necesitamos 2 con tres cifras decimales, tomarı́amos
√
2 = 10 414 y el valor final de nuestro cociente serı́a
√
1+ 2
√ = −3 − 2 · 10 414 = −3 − 20 828 = −50 828.
1− 2
En definitiva, en la práctica no tendremos que manipular los números ir-
racionales considerando su desarrollo decimal ilimitado, pues, en el cálculo
final, siempre cortaremos el desarrollo decimal infinito, quedándonos con el
número de cifras decimales que precisa la aplicación concreta.
Sin embargo, R es un cuerpo más rico que Q. Ası́, hemos visto que en Q
√
no se pueden realizar las raı́ces n, si n no es un cuadrado perfecto. Pero
en R existen todas ellas, si n no es negativo. Más adelante veremos algunas
otras carencias de Q con respecto a R.
0.4. Desigualdades.
Si x e y son números reales, cuando escribimos x > y, entendemos que
x−y es positivo. La relación existente entre las operaciones suma y producto,
y el orden se pueden reducir a estas reglas básicas:
1. x > y y z > 0 implican x · z > y · z.
2. x > y implica x + z > y + z, cualquiera que sea z ∈ R.
De estas dos se deducen todas las relaciones que podamos necesitar.
Veamos algunos ejemplos:
3. z > 0 implica −z < 0. En efecto, la propiedad (2) me dice que puedo
sumar un número a ambos miembros de una desigualdad y ésta no cambia.
6
Entonces sumando −z, de z > 0 se obtiene z + (−z) > −z + 0. Es decir,
0 > −z.
4. x > y implica z · x < z · y, si z < 0. Por (3) sabemos que −z > 0.
Por (1) puedo multiplicar cada miembro de una desigualdad por un número
positivo y ésta no cambia. Entonces multiplicando por −z (positivo), de x > y
resulta −z ·x > −z ·y. Sumando ahora z ·y a ambos miembros de esta última,
obtenemos z · y − z · x > 0, que es lo mismo que z · y > z · x.
Es importante destacar esta última propiedad. Afirma que al multiplicar
cada miembro de una desigualdad por un número negativo ésta cambia de
sentido. Veamos un ejemplo concreto: Si multiplicamos la desigualdad 4 > 3
por −2, resulta −8 < −6.
Terminamos este apartado recordando las definiciones de los diferentes
tipos de intervalos. Si a y b son dos números reales tales que a < b, el conjunto
de todos los números reales x que verifican la cadena de desigualdades a ≤
x ≤ b se denota por [a, b] y recibe el nombre de intervalo cerrado de extremos
a y b. Con (a, b) se denota el conjunto de todos los números reales x que
verifican a < x < b y se dice que es el intervalo abierto de extremos a y b.
Otros tipos de intervalos que usaremos son los siguientes
7
de A se llama supremo de A y se denota sup(A). Veamos un ejemplo. Sea
A = { n−1n
: n ∈ N}. Es obvio que todos los elementos de A son menores
que 1. Entonces 1 es cota superior de A. Desde luego, también son cotas
√
superiores 2, 3, 6, ..., pero queremos encontrar la cota superior más ajustada
(la más pequeña posible). Para convencernos de que es 1, basta observar que
n−1
n
= 1 − n1 y a medida que n crece el elemento de A, n−1n
, cada vez está más
cerca de 1. Por lo tanto, resulta imposible que pueda haber una cota superior
de A más pequeña que 1. Con este razonamiento hemos comprobado que 1
es el supremo de A.
Hemos dicho con anterioridad que Q tiene varias carencias que R no tiene.
Vamos a ver ahora una de ellas que está relacionada con el supremo.
PROPIEDAD DEL SUPREMO. Si A es un subconjunto de R, no vacı́o
y acotado superiormente, entonces A posee supremo.
Para comprender el significado de esta propiedad, vamos a plantear un
ejemplo que nos permita notar que Q no tiene dicha propiedad. Concreta-
mente, vamos a ver que en Q podemos encontrar conjuntos acotados su-
periormente para los que no hay un número racional que sea su supremo.
Consideramos el subconjunto de Q siguiente
Nótese que los números que forman parte de A se van aproximando cada vez
más al número irracional (??). Es fácil darse cuenta de que la menor cota
superior de A es el citado número irracional (??). En definitiva, el supremo
de A es el número irracional anterior. Esto muestra que Q peca de una cier-
ta incompletitud pues algunos subconjuntos suyos, acotados superiormente,
tienen por supremo un número irracional. Entonces, si sólo consideráramos
números racionales, no podrı́amos dar por hecho que todo conjunto acotado
superiormente de números racionales posee supremo. Pero, si nos movemos
en R, sı́ está garantizada la propiedad del supremo.
Cuando el supremo de un conjunto pertenece a dicho conjunto, el supremo
se llama máximo del conjunto.
8
Ejemplo 0.5.1. Si A = [0, 1], entonces 1 es el supremo de A y, por tanto,
también 1 es el máximo de A. b) Si A = { n−1
n
: n ∈ N}, hemos visto que
sup(A) = 1. Pero es claro que 1 no pertenece a A. Por tanto, en este caso A
no tiene máximo a pesar de que tiene supremo.
9
5) |x| ≤ a ⇔ −a ≤ x ≤ a.
6) |x| > a ⇔ x > a ó x < −a.
Cuando se desea probar que un conjunto A, que contiene elementos de
ambos signos, es acotado resulta muy útil manejar los elementos de A en
valor absoluto, en lugar de buscar una cota superior y otra inferior. Veamos
n
un ejemplo de esto: Sea A = {(−1)n · n+1 : n ∈ N}. Tratemos de acotar
superiormente los valores absolutos de sus elementos
n n
|(−1)n · |= ≤ 1,
n+1 n+1
para cada n ∈ N. Hemos probado que |x| ≤ 1, para cada x ∈ A. Por la
propiedad (5), tenemos que −1 ≤ x ≤ 1, para cada x ∈ A. Por tanto A es
un conjunto acotado.
Es interesante destacar que la idea anterior es general y puede ser enun-
ciada como sigue:
Un subconjunto A de R es acotado si y sólo si existe una constante positiva
k, tal que |a| ≤ k, para cada a ∈ A.
10
√
O, resulta un segmento OD cuya longitud es 2 y, por tanto, la coordenada
√
de D es 2. Esto muestra que, si sólo representamos los números racionales
sobre nuestra recta, quedan puntos, como D, sin marcar.
Al considerar todos los números, tanto los racionales como los irracionales,
se consigue que cada punto de la recta tenga una coordenada y esta correspon-
dencia entre puntos y números reales resulta ser biunı́voca: a cada número
real le corresponde un punto sobre la recta (su representación geométrica)
y a cada punto le corresponde un número real (su coordenada). Debido a
esta correspondencia biunı́voca entre puntos de la recta y números reales, a
menudo nos referiremos a los números reales como puntos de la recta (a la
que llamaremos recta real).
Como puede comprenderse, este hecho es de capital importancia con vistas
a las aplicaciones cientı́ficas y representa una de las razones por las que se
debe renunciar a manejar Q como campo numérico para desarrollar el cálculo.
Es importante conocer que los números irracionales (también los racionales)
están distribuidos por toda la recta y que en cualquier intervalo, por pequeño
que sea, existen infinitos números racionales e irracionales. Por ello, se dice
que Q e I son densos en R (I es el conjunto de los números irracionales).
0.8. Entornos.
Dados dos números reales x e y, se denota por d(x, y) la distancia que los
separa en la recta real. Si x > y, es obvio que d(x, y) = x−y. Sin embargo, en
el caso x < y, se tiene d(x, y) = y −x = −(x −y). Por tanto, d(x, y) = |x − y|,
cualesquiera que sean x e y.
En el desarrollo del Cálculo, es frecuente que nos encontremos con la
necesidad de indicar que, todos los valores de x en las cercanias de x0 (en un
entorno de x0 ), verifican cierta propiedad. Por ello, es conveniente disponer
de una notación y terminologı́a adecuadas para reflejar este hecho.
El intervalo (x0 − r, x0 + r) recibe el nombre de entorno de centro x0
y radio r > 0, y se denota, a menudo, por E(x0 , r). Se trata del conjunto
11
formado por todos los números reales x que verifican x0 − r < x < x0 + r.
Si sumamos −x0 en todos los miembros de la expresión anterior, resulta
−r < x − x0 < r. Si recordamos la propiedad (5) del apartado (6), esto
equivale a |x−x0 | < r. Como d(x, x0 ) = |x−x0 |, todos los conjuntos siguientes
son el mismo conjunto: el entorno E(x0 , r).
II. FUNCIONES
√
Ejemplos 0.9.1. a) f (x) = + x, (x ≥ 0).
b) f (x) = senx x , x 6= 0.
12
√
c) Si nos dicen que f está definida de modo que f (x) = + 1 − x2 y
no especifican el dominio, entenderemos que el dominio es todo el campo de
√
existencia de 1 − x2 ; es decir, D = [−1, 1].
13
Esta función se denota por g ◦ f y asocia a x con g(f (x)) directamente. Es
importante destacar que, en general, no se verifica la igualdad g ◦ f = f ◦ g.
De hecho, puede tener sentido una de ellas y la otra no.
y2 − y1 a(x2 − x1 )
= = a,
x2 − x1 x2 − x1
14
donde yi es la imagen de xi . Vemos que la tangente tiene el valor constante
a, cualesquiera que sean x1 y x2 .
b) La gráfica de f (x) = ax2 + bx + c es una parábola.
Para dibujarla, es conveniente encon-
trar el vértice. Cuando a > 0, el vér-
Y tice es el punto más bajo (con la y más
Eje
pequeña) de la gráfica y, si a < 0, es
2 el punto más alto. Veremos cómo se
y=ax +bx+c
busca el vértice con un ejemplo. Sea
O
X y = 3x2 − 2x + 1. Primero, notemos
que se trata de una parábola abierta
V hacia arriba, por ser positivo el coefi-
ciente de x2 .
Para buscar el vértice, sacamos 3 factor común de los dos primeros suman-
dos y obtenemos y = 3(x2 − 23 x) + 1. Ahora, para conseguir que el paréntesis
adopte la forma de un cuadrado perfecto, sumamos y restamos 19 , resultando
y = 3(x2 − 32 x + 91 − 19 ) + 1 = 3(x − 13 )2 − 31 + 1 = 3(x − 13 )2 + 32 . A la vista
del resultado obtenido, y = 3(x − 13 )2 + 23 , se deduce que el menor valor de y
se obtiene cuando (x − 13 ) = 0. Por tanto, el vértice está en la recta vertical
x = 13 que es, a su vez, el eje de la parábola. La coordenada y del vértice se
obtiene calculando f ( 13 ) = 23 . Luego V ( 13 , 23 ).
15
que dos orı́genes distintos x1 y x2 tengan la misma imagen f (x1 ) = f (x2 ) = y.
En ese caso, f −1 harı́a corresponder a la imagen común y los dos orı́genes x1
y x2 . Es decir, la imagen de y por f −1 no serı́a única. Estas ideas conducen
a la siguiente definición.
x1 6= x2 ⇒ f (x1 ) 6= f (x2 ),
cualesquiera que sean x1 , x2 ∈ D.
f (x1 ) = f (x2 ) ⇒ x1 = x2 ,
16
Ejemplos 0.11.3. a) f (x) = x3 . Despejando x en la ecuación y = x3 , resulta
√ √
x = 3 y. Entonces f −1 (y) = 3 y.
b) f (x) = 3x + 2. Ponemos y = 3x + 2 y despejando x resulta x = y−2 3
.
−1 y−2
Entonces f (y) = 3 .
17
Si (x, y) es un punto de la gráfica de f , entonces (y, x) es un punto de la
gráfica de f −1 , pues esta función es la que asocia a cada imagen (para f ) y
su origen x.
18
1 √ 1 √
ser b n = n b y esta raı́z no existe (por ejemplo, (−2) 2 = −2). Por tanto,
1
cuando b es negativo hay infinidad de potencias de la forma b n que no tienen
sentido. Esta es la razón de no considerar la función exponencial con base
negativa y, por ello, en todo lo que resta de apartado nuestra base b será un
número real positivo.
m
Ahora ya estamos en condiciones de enfrentarnos con la potencia b n . Por
m 1 1 1
la regla de suma de exponentes, se tiene b n = bm· n = b n · · · b n , donde el
1
último miembro consiste en el producto consigo mismo m veces de b n . Por
m √ √
tanto, hemos obtenido b n = ( n b)m = n bm .
(d) Potencia de exponente real. Hasta el momento, sabemos qué significa
x
b , para cada x ∈ Q. Ahora tenemos que dar el paso más delicado: decir
qué significa bx cuando x es irracional. No es nuestro objetivo desarrollar los
hechos de forma completa y rigurosa, más bien pretendemos dar una idea
informal, pero que sea suficiente para que podamos manipular la función
exponencial con naturalidad. Pasamos, pues, a dar una idea de qué significa
bx , para x irracional. Por ser x irracional, posee un desarrollo decimal infinito
no periódico. Supongamos que x = N 0 c1 c2 c3 · · · . Cualquiera que sea el entero
0
positivo n, sabemos calcular bN c1 c2 ···cn , pues se trata de una potencia de
exponente el número racional N 0 c1 c2 · · · cn . La idea crucial, para definir bx ,
consiste en considerar la sucesión infinita de potencias
0 0 0 0
bN c1 , bN c1 c2 , bN c1 c2 c3 , · · · , bN c1 c2 ···cn , · · ·
y tomar como valor de bx el lı́mite hacia el que se van acercando sus términos.
Esta definición es intuitiva pero tiene el inconveniente de que necesita del
concepto de lı́mite que aún no hemos desarrollado. Otra posible definición
(equivalente) que no presenta este problema es la siguiente: se define bx , para
x irracional, como el supremo del conjunto formado por las potencias br ,
siendo r cualquier racional menor que x; es decir, bx = sup{br : r < x, r ∈ Q}.
Se demuestra que, con esta definición de bx para x irracional, se mantiene
la regla de suma de exponentes. Por tanto, cualesquiera que sean los números
reales x e y, se verifica
1) bx · by = bx+y .
19
Muchas de las propiedades de la potencia de exponente real que nece-
sitaremos se deducen de(1).
2) b−x = b1x . En efecto, sabemos que bx · b−x = bx−x = b0 = 1. Por tanto,
b−x = b1x .
x x
3) bx > 0, para cada x ∈ R. De la igualdad b 2 · b 2 = bx , sigue que
¡ x ¢2
bx = b 2 . Luego bx ≥ 0. Para ver que bx no puede ser nulo, basta pensar
en la igualdad bx · b−x = b0 = 1.
La función definida por x ∈ R → bx ∈ R se llama función exponencial
de base b (b se supone positivo y distinto de 1). Su gráfica es la siguiente
Y y = bx
bx = y ⇔ logb y = x.
Por tanto, la función logaritmo no es otra cosa que la función inversa de la ex-
ponencial (la función exponencial es estrictamente creciente o estrictamente
decreciente, según sea b > 1 ó b < 1 y, por tanto, inyectiva). Sólo los números
positivos poseen logaritmo, pues hemos visto que bx siempre es positivo y,
20
por tanto, la igualdad bx = y es imposible si y no es positivo. Esto nos lleva
a afirmar que el dominio de la función logaritmo es el intervalo (0, +∞).
La propiedad fundamental del logaritmo es la regla del producto
1) logb (y1 · y2 ) = (logb y1 ) + (logb y2 )
Se deduce fácilmente a partir de las definiciones y de la regla de suma de
exponentes. En efecto, si xi = logb yi (i = 1, 2), entonces bxi = yi (i = 1, 2), y
multiplicando convenientemente estas dos igualdades, resulta
21
b) (bx )y = bx·y . Usando de nuevo la igualdad y = aloga y , válida cua-
lesquiera que sean a e y, obtenemos
x )y x
(bx )y = blogb (b = by·logb (b ) = by·x·logb b = bx·y .
b > 1 Y x
y = b
y = log b x
O 1 X
y = x
22
Vamos a ver cómo se definen sen x y cos x, según el cuadrante al que
pertenece x; las otras razones trigonométricas se definen a partir de sen x y
cos x.
1) 0 < x < p/2: B
AB
sen x =
VB x
VA V
cos x = VB A
B
2) p/2 < x < p :
AB
sen x =
VB
x
-VA
cos x =
VB A V
23
donde n es cualquier entero y x ∈ [0, 2π]. De esta manera, las funciones
seno y coseno, definidas por x ∈ R → sen x ∈ R y x ∈ R → cos x ∈ R,
resultan ser periódicas de periodo 2π. Existe una relación fundamental entre
sen x y cos x, que se deduce directamente de aplicar el Teorema de Pitágoras:
sen2 x + cos2 x = 1, cualquiera que sea el número real x. De esta relación se
deduce que −1 ≤ sen x, cos x ≤ 1, para todo x ∈ R.
Ahora recordamos las definiciones de las restantes razones trigonométri-
cas:
sen x cos x 1 1
tg x = cos x
, cot x = sen x
, cosec x = sen x
, sec x = cos x
.
Es importante señalar que las funciones tangente y cotangente tienen
periodo π. La prueba es muy fácil, basta tener en cuenta que sen(π + x) =
− sen x y cos(π + x) = − cos x. Por tanto, tenemos
24
1
y=cos x
Y
y=sen x
0.8
0.6
0.4
0.2
π 2π X
O
0
−0.2
−0.4
−0.6
−0.8
−1
−2 0 2 4 6 8 10
Y Y
y = tg x
y = cot x
-p/2 O X O X
p/2 p/2 p
25
2 2
2. sen 2x =q 2 · sen x · cos x, cosq2x = cos x − sen x.
3. sen x2 = 1−cos 2
x
, cos x2 = 1+cos 2
x
.
4. sen(x + y) = sen x · cos y + cos x · sen y,
cos(x + y) = cos x · cos y − sen x · sen y.
5. sen x + sen y = 2 · sen( x+y 2
) · cos( x−y2
)
x+y x−y
sen x − sen y = 2 · cos( 2 ) · sen( 2 )
cos x + cos y = 2 · cos( x+y
2
) · cos( x−y
2
)
x+y x−y
cos x − cos y = −2 · sen( 2 ) · sen( 2 )
1.5
π/2
y = arc sen x
y=x
fica es simétrica, respecto de la recta
1
1
x = y, del trozo de la gráfica de la
y = sen x
0.5
función seno correspondiente al inter-
valo [− π2 , π2 ]. Por definición de función
−π/2 −1 Eje OX
0
1 π/2
O
−0.5
inversa, para x ∈ [− π2 , π2 ], se tiene la
siguiente equivalencia: y = sen x ⇔
−1 −1
−1.5 −π/2
x = arc sen y.
−2
−2 −1.5 −1 −0.5 0 0.5 1 1.5 2
26
Su dominio es, de nuevo, [−1, 1] y su
gráfica es simétrica, respecto de la rec-
3.5
Eje OY
y = arc cos x
y=x
2
π
tervalo [0, π].
1.5
Por definición, para x ∈ [0, π], se tiene
1 1
la equivalencia
0.5
y = cos x
0
π
Eje OX
y = cos x ⇔ x = arc cos y.
O 1
−0.5
π
, arc sen x + arc cos x =
2
para cada x ∈ [−1, 1]. La prueba es muy simple. Sean x ∈ [−1, 1] y u =
arc sen x. Entonces x = sen u y u ∈ [− π2 , π2 ]. Ahora recordemos que cos( π2 −
u) = sen u y, por tanto, sigue que cos( π2 − u) = x. Es evidente que π2 − u
pertenece a [0, π], luego podemos poner π2 −u = arc cos x. Sumando, miembro
a miembro, las igualdades u = arc sen x y π2 − u = arc cos x, se obtiene la
identidad.
C) Función arco tangente: La función f (x) = tg x es periódica de periodo
π y, por tanto, no puede ser inyectiva. No obstante, si consideramos que
x se mueve sólo en el intervalo (− π2 , π2 ), la situación cambia radicalmente.
Restringida a ese intervalo, la función tangente es inyectiva y su inversa se
llama función arco tangente. Nótese que, cuando x ∈ (− π2 , π2 ), el conjunto
formado por las imágenes {tg x : x ∈ (− π2 , π2 )} es todo R. Esto nos dice que
la función arco tangente tiene por dominio R.
27
8
Eje OY
y=x
6 y = tg x
2 π/2
y = arc tg x
Eje OX
0
−π/2
O π/2
−2 −π/2
−4
−6
−8
−8 −6 −4 −2 0 2 4 6 8
PROBLEMAS PROPUESTOS
28
3. Resolver las siguientes inecuaciones:
x+1 3 1 1
a) −2
≥ 3 b) x2
≥ 4 − x2 c)
+ |x| ≥ 1 d) |x| ≥ |x − 1| e) 3x+1
x x
≤ 2.
√ √
Soluciones: a) x ≤ −7, b) x ≤ − 3, −1 < x < 1 y x > 3, c) x ≤ 2,d)
x ≥ (1/2), e) −1 ≤ x < 0.
n
5. Encontrar supremo e ı́nfimo de los siguientes conjuntos: a) A = { n+1 :
−n
n ∈ N}, b) {2 : n ∈ N}.
Soluciones: a) El supremo es 1 y el ı́nfimo 1/2. b) El supremo es 1/2 y el
ı́nfimo 0.
2x+1
√
9. Encontrar la función inversa de: a) f (x) = x+1
, b) f (x) = 3
x + 1 y c)
f (x) = log(x + 3).
1−x
Soluciones: a) f −1 (x) = x−2
. b) f −1 (x) = x3 − 1. c) f −1 (x) = ex − 3.
29
10. Encontrar el dominio de la función: a) f (x) = log(x2 + x − 2) y b)
√
f (x) = x2 + x.
Soluciones: a) (−∞, −2) ∪ (1, +∞). b) (−∞, −1] ∪ [0, +∞).
sen x
Ejemplos 0.16.1. a) Si f (x) = x
, 0 no está en el dominio de f , pero
sen x
es lı́cito plantearse el cálculo de lı́m . En el apartado 3.3 probaremos
x→0 x
que su valor es 1.
1
b) Sea f (x) = xx+1
2 +3 , vamos a comprobar que lı́m f (x) = . Calculamos la
x→1 2
diferencia |f (x) − 12 |
1 x+1 1 2x + 2 − x2 − 3 |x − 1|2
|f (x) − | = | 2 − |=| | = .
2 x +3 2 2(x2 + 3) 2(x2 + 3)
Ahora podemos buscar una cota superior del resultado obtenido
30
1 |x − 1|2 |x − 1|2 1
|f (x) − | = 2
≤ = · |x − 1|2 .
2 2(x + 3) 2·3 6
Hemos obtenido que la diferencia entre f (x) y el número 12 es inferior
a 61 · |x − 1|2 , cualquiera que sea x ∈ D(f ). Para conseguir que f (x) se
√
diferencie de 21 en menos de 10−3 , basta tomar x en el entorno E(1, 6 ·
−3 √ −3
10 2 ), ya que para tales x tenemos |x − 1| < 6 · 10 2 , lo que implica
1 1 1
|f (x) − | ≤ · |x − 1|2 < · 6 · 10−3 = 10−3 .
2 6 6
De igual forma, podemos probar que, si queremos que la diferencia |f (x)−
1
| sea menor que cierto número ² > 0, basta escoger x en el entorno
2 √ 1
E(1, δ) con radio δ = 6 · ² 2 .
Ejemplos 0.16.2. a) Si D(f ) = (0, 1), todos sus puntos son de acumu-
lación, pero también lo son 0 y 1, aunque no pertenecen a D(f ).
b) Si D(f ) = {−1} ∪ [0, +∞), entonces −1 no es punto de acumulación
de D(f ). Sı́ lo son todos los elementos del intervalo [0, +∞).
1
II) Lı́mite infinito. Si f (x) = x−x 0
, es fácil darse cuenta de que f (x)
crece sin medida, superando a cualquier número, por grande que fuera,
a medida que x ∈ D(f ) se acerca a x0 . Este hecho se indica escribiendo
lı́m f (x) = ∞. Existen otros dos casos de lı́mite infinito: +∞ y −∞.
x→x0
Ejemplo 0.16.3. De acuerdo con la idea intuitiva que hemos dado, los
1 1
lı́mites siguientes resultan obvios: lı́m 2 = +∞ y lı́m − 2 = −∞.
x→0 x x→0 x
31
Cuando se quiere representar gráficamente una función f , es importante
detectar los puntos x0 tales que lı́m f (x) es infinito, pues las rectas x = x0
x→x0
serı́an ası́ntotas verticales de la curva de ecuación y = f (x).
1
Ejemplos 0.16.4. a) Consideremos la función dada por f (x) = x
, si
x > 0 y f (x) = x + 1, si x ≤ 0.
Es evidente que lı́m+ f (x) = +∞ y lı́m− f (x) = 1.
x→0 x→0
|x−1|
b) Si f (x) = x2 −1
,
calcular lı́m f (x). En este caso, la presencia del valor
x→1
absoluto de x − 1, aconseja plantearse el cálculo de los lı́mites laterales,
para ver si coinciden. Cuando calculamos el lı́mite lateral por la derecha
de x0 = 1, podemos sustituir |x − 1| por su valor (x − 1), ya que x > 1.
Entonces tenemos
x−1 x−1 1 1
lı́m+ f (x) = lı́m+ 2
= lı́m+ = lı́m+ = .
x→1 x→1 x − 1 x→1 (x − 1) · (x + 1) x→1 x + 1 2
−(x − 1) −1 1
lı́m− f (x) = lı́m− 2
= lı́m− =− .
x→1 x→1 x −1 x→1 x + 1 2
Por tanto, ambos lı́mites laterales existen pero son diferentes, lo que im-
plica que no existe lı́m f (x).
x→1
32
IV) Lı́mite en el infinito. En las aplicaciones, a veces, se presenta la necesi-
dad de conocer el comportamiento de f (x) para x grande. Por ejemplo:
1) si f (t) es una función de la variable tiempo, es interesante en algu-
nas situaciones conocer el comportamiento a largo plazo de f (t), 2) si se
quiere representar gráficamente la curva de ecuación y = f (x), es de gran
interés conocer hacia qué evoluciona f (x) cuando x toma valores cada
vez mayores. Diremos que lı́m f (x) = l si, al crecer x más y más, f (x)
x→∞
se aproxima al valor l tanto como se quiera. Si este es el caso, la curva
de ecuación y = f (x) posee una ası́ntota horizontal de ecuación y = l .
Existen otros dos tipos de lı́mite infinito: lı́m f (x) y lı́m f (x). En el
x→+∞ x→−∞
primer caso, x crece sin medida pero permanece positivo, y en el segundo
x toma valores negativos cada vez más pequeños.
33
que l, cualquiera que sea x (distinto de x0 ) en dicho entorno.
1
En efecto, basta considerar f (x) = 1+x2
, g(x) = 1 y tomar lı́mite cuando
x → 0.
34
£ ¤
Supongamos que se desea calcular lı́m f1 (x) + f2 (x) y sabemos que el
x→x0
lı́mite del primer sumando es finito e igual a l1 y el del segundo es infinito.
La aplicación al pié de la letra de (a) nos llevarı́a a afirmar que el lı́mite de
la suma es l1 + ∞ = ∞. Esto es correcto, y, además, intuitivo. En efecto,
en la suma f1 (x) + f2 (x) se impone f2 (x) (que crece sin medida, cuando
x se acerca a x0 , mientras que f1 (x) permanece cercano a l1 ). La idea es
similar en los otros casos que relacionamos a continuación:
l1 ∞
1. l1 · ∞ = ∞, si l1 6= 0. ∞
= 0. l2
= ∞. ∞ · ∞ = ∞. +∞+∞ = +∞
2. b+∞ = +∞ si b > 1. b+∞ = 0 si b < 1.
3. +∞l2 = +∞, si l2 > 0. +∞l2 = 0 si l2 < 0.
0 ∞
∞ ± ∞, 0 · ∞, , , 1∞ , 00 , +∞0 .
0 ∞
∞
A tı́tulo de ejemplo, vamos a mostrar qué es una indeterminación ∞ . Sean
∞
f1 (x) = x y f2 (x) = x2 . Los dos lı́mites siguientes son del tipo ∞ :
£ f1 (x) ¤ £ f2 (x) ¤
lı́m y lı́m .
x→∞ f2 (x) x→∞ f1 (x)
1
Sin embargo el primero, lı́m , vale 0 y el segundo, lı́m x, ∞.
x→∞ x x→∞
35
P (x)
I) Lı́mite de funciones racionales Supongamos que se desea calcular lı́m ,
x→∞ Q(x)
donde P (x) y Q(x) son funciones polinómicas. Para el cálculo de este tipo
de lı́ mites, previamente se divide numerador y denominador por xn , sien-
do n el mayor de los grados de P y Q, y de esta manera la función adopta
una forma muy conveniente para el cálculo del lı́mite.
2x2 + x
Ejemplos 0.18.1. a) Calcular lı́m . En este caso, debemos dividir
x→∞ 3x2 + 1
por x2 , y calculamos el lı́mite
2x2 + x 2 + x1 2+0 2
lı́m 2
= lı́m 1 = = .
x→∞ 3x + 1 x→∞ 3 + 2 3+0 3
x
1
Se ha usado que lı́m = 0, para p > 0.
x→∞ xp
x
b) lı́m . En este caso se divide por x3 y se obtiene
x→∞ x3 +x+1
1
x x2 0 0
lı́m = lı́m 1 = = = 0.
x→∞ x3 + x + 1 x→∞ 1 +
x2
+ x13 1+0+0 1
x2
c) lı́m . Ahora dividimos por x2 y obtenemos
x→∞ x + 1
x2 1 1 1
lı́m = lı́m 1 1 = = = ∞.
x→∞ x + 1 x→∞ + x2 0+0 0
x
36
2
Ejemplos 0.18.2. a) lı́m (2x − 3x ) = lı́m 3x · (( )x − 1) = lı́m 3x ·
x→+∞ x→+∞ 3 x→+∞
2 x
lı́m (( ) − 1) = +∞ · (0 − 1) = −∞.
x→+∞ 3
√
b) lı́m (x − x). Se puede proceder como antes, sacando factor común la
x→+∞
función más grande, x. No obstante, vamos a usar otro procedimiento gen-
eral que se aplica cuando en la función objeto del lı́mite aparecen factores
p
del tipo u(x) − v(x). En estos casos, se multiplica y divide la función en
p
cuestión por el factor u(x) + v(x). En nuestro ejemplo, tenemos
√ √ √
√ (x − x) · (x + x) x2 − ( x)2 x2 − x
lı́m (x− x) = lı́m √ = lı́m = √ = lı́m √ .
x→+∞ x→+∞ x+ x x→+∞ x+ x x→+∞ x + x
Ahora este último lı́mite se calcula, como en (I), dividiendo numerador y
√
denominador por la mayor potencia de x, teniendo en cuenta que x =
1
x 2 . Por tanto, dividiremos por x2 :
√ x2 − x 1 − x1 1−0 1
lı́m (x − x) = lı́m √ = lı́m 1 1 = = = +∞,
x→+∞ x→+∞ x + x x→+∞ x + 3 0+0 0
x2
√
donde el signo + final se debe a que x − x es positivo para x > 1.
sen f (x)
III) lı́m = 1, siendo lı́m f (x) = 0.
x→x0 f (x) x→x0
x 1
cos x < < , (3)
sen x cos x
para cada x ∈ (0, π2 ). En (3), las funciones de los extremos tienen lı́mite 1,
cuando x → 0; por tanto, la propiedad del sandwich nos asegura que tam-
x
bién lı́m+ = 1. Finalmente, haciendo el cambio t = −x, se prueba
x→0 sen x
que el lı́mite lateral por la izquierda tiene el mismo valor.
tg x sen x
Ejemplos 0.18.3. a) Calcular lı́m . Sustituimos tg x por cos x
y pro-
x→0 x
cedemos al cálculo del lı́mite:
tg x sen x 1 sen x 1
lı́m = lı́m · = lı́m · lı́m = 1 · 1 = 1.
x→0 x x→0 x cos x x→0 x x→0 cos x
1 − cos x
b) Calcular lı́m . Ahora sustituimos, usando las fórmulas del án-
x→0 x2
gulo mitad, 1 − cos x por 2 · sen2 ( x2 ) y procedemos a calcular el lı́mite
¡ 1 ¢f (x)
IV) lı́m 1 + = e, siendo lı́m f (x) = ∞. En este caso, incluso
x→x0 f (x) x→x0
¡ 1 ¢x
la forma más simple lı́m 1 + , tiene una prueba de cierta dificultad,
x→+∞ x
38
por lo que no veremos la demostración. Sólo aclarar que se demuestra que
¡ 1 ¢x
existe y es finito lı́m 1 + y su valor se denota por e. Se sabe que es
x→∞ x
un número irracional cuyo desarrollo decimal comienza por 2’7182...
En los ejemplos, veremos cómo se usan estos hechos para resolver indeter-
minaciones del tipo 1∞ .
1
Ejemplo 0.18.4. Calcular lı́m (1 + sen x) x . Se trata de una potencia de la
x→0
forma 1∞ (indeterminado). Primero transformamos de forma conveniente
la base para poder aplicar (IV)
¡ 1 ¢
(1 + sen x) = 1 + 1
sen x
0.19. Infinitésimos.
Se dice que f (x) es un infinitésimo en x = x0 , si lı́m f (x) = 0. Asi,
x→x0
son infinitésimos en el origen sen x, xp (p > 0), 1 − cos x, etc. Entre otras
aplicaciones, los infinitésimos son de gran utilidad en el cálculo de lı́mites.
Pero, antes de pasar a ver esto, necesitamos el concepto de infinitésimos
equivalentes. Decimos que dos infinitésimos en x = x0 , f (x) y g(x), son
f (x)
equivalentes si lı́m = 1 y se denota por f ∼ g. Un ejemplo impor-
x→x0 g(x)
tante lo constituye la pareja sen x y x. Son equivalentes en el origen, pues
sen x
lı́m = 1.
x→0 x
Si f (x) y g(x) son infinitésimos en x = x0 , decimos que f (x) es un in-
f (x)
finitésimo de orden superior a g(x), si se cumple lı́m = 0. Si el
x→x0 g(x)
lı́mite anterior es ∞, diremos que f (x) es de menor orden que g(x). Por
39
ejemplo, x2 es un infinitésimo de mayor orden que tg x (en el origen). En
efecto, tenemos
x2 x x
lı́m = lı́m · x · cos x = lı́m · lı́m x · cos x = 1 · 0 = 0.
x→0 tg x x→0 sen x x→0 sen x x→0
f (x)
lı́m f (x) · g(x) = lı́m · lı́m h(x) · g(x) = 1 · l = l ,
x→x0 x→x0 h(x) x→x0
pues los dos lı́mites que aparecen en el segundo miembro existen y valen 1
y l , respectivamente. De este resultado se deduce la regla práctica siguiente
40
continuación damos una relación de los infinitésimos equivalentes más co-
munes y posteriormente demostramos algunas de las equivalencias. Todos
ellos son infinitésimos en el origen.
1. sen x ∼ x, x ∼ tg x.
2. x ∼ arc tg x, x ∼ arc sen x.
x2
3. 1 − cos x ∼ 2
.
4. log(1 + x) ∼ x.
5. ex − 1 ∼ x.
sen x − tg x
Ejemplo 0.19.1. Calcular lı́m .Calcularemos el lı́mite de dos
x→0 x3
formas diferentes. En primer lugar, usando infinitésimos equivalentes.
Sabemos que sen x y tg x son infinitésimos euivalentes en el origen y va-
mos a sustituir uno de ellos por el otro
sen x − tg x sen x − sen x 0
lı́m 3
= lı́m 3
= lı́m 3 = lı́m 0 = 0.
x→0 x x→0 x x→0 x x→0
41
Ahora vamos a calcularlo transformando previamente la diferencia sen x−
tg x como sigue
42
A continuación recogemos, sin demostración, algunas propiedades de las
funciones continuas que usaremos a lo largo del curso relativas al compor-
tamiento en relación con las operaciones con funciones y a la continuidad
de las funciones elementales:
x
Ejemplos 0.20.2. a) Sea f (x) = x2e+1 . f es cociente de dos funciones
continuas y el denominador, x2 + 1, no se anula nunca. Por tanto, f es
continua en cada punto de R.
b) f (x) = x2x−1 .Por la misma razón anterior, f es continua en todo punto
de R, salvo en los puntos 1 y -1, para los que el denominador se anula.
¡ x2 + 1 ¢
c) Calcular lı́m log . Como la función logaritmo es continua en
x→0 x4 + 1
x0 = 1, conmutan lı́mite y logartimo y podemos poner
¡ x2 + 1 ¢ ¡ x2 + 1 ¢
lı́m log 4 = log lı́m 4 = log 1 = 0.
x→0 x +1 x→0 x + 1
43
0.21. Discontinuidades
Si una función no es continua en x0 , se dirá que en x0 existe una discon-
tinuidad de la función. Las discontinuidades se clasifican, atendiendo a
las causas concretas, en los siguientes tipos:
1
Ejemplos 0.21.1. a) f (x) = e x , si x 6= 0, y f (0) = 0. Se calculan los
lı́mites laterales: lı́m+ f (x) = e+∞ = +∞ y lı́m− f (x) = e−∞ = 0. Por
x→0 x→0
tanto, 0 es una discontinuidad de tipo infinito.
b) f (x) = xx+1
2 −1 .El denominador se anula para x = ±1, por tanto, f posee
44
x+1 1 1
lı́m f (x) = lı́m = lı́m = .
x→−1 x→−1 (x + 1) · (x − 1) x→−1 x − 1 −2
Nótese que la condición f (a) · f (b) < 0 equivale a decir que f toma valores
de signo opuesto en a y b. El teorema de Bolzano se usará para probar
otros resultados fundamentales en este apartado, pero además nos ofrece
un método útil para encontrar valores aproximados de las raı́ces de una
ecuación f (x) = 0.
45
ecuación x3 + x + 1 = 0.En este caso, es fácil deducir por tanteo que existe
una raı́z en el intervalo [−1, 0], pues f (−1) = −1 < 0 y f (0) = 1 > 0.
El teorema de Bolzano, aplicado a la función f (x) = x3 + x + 1, nos
asegura que existe una raı́z de la ecuación en el intervalo (−1, 0). Aho-
ra podemos dividir el intervalo por la mitad y ver en qué parte está la
raı́z. Para ello, vemos el signo de f (− 21 ). Un cálculo sencillo nos da
f (− 12 ) = − 85 + 1 = 38 > 0. Por tanto, f toma valores de signo distinto en
los extremos del nuevo intervalo [−1, − 12 ]. Procediendo de esta manera, y
con ayuda de una calculadora, vamos reduciendo el tamaño del intervalo
donde se encuentra la raı́z y, en definitiva, puede determinarse ésta con
la aproximación que se precise. Con técnicas del cálculo diferencial, que
veremos enseguida, puede comprobarse que no hay más raı́ces. Concreta-
mente, basta calcular la derivada f 0 (x) = 3x2 +1 y estudiar el signo. Como
la derivada es siempre positiva, la función f es estrictamente creciente en
R y, por tanto, sólo puede tomar el valor 0 una vez.
46
Nota 0.22.5. El teorema anterior afirma que deben existir dos puntos
xmin y xmax en [a, b], tales que f (xmin ) ≤ f (x), para cada x en [a, b] y
f (xmax ) ≥ f (x), para cada x en el intervalo.
47
Terminamos el apartado probando que el conjunto imagen f ([a, b]) es un
intervalo cerrado y acotado. Concretamente, el intervalo [m, M ], donde m
y M denotan el mı́nimo y el máximo absolutos de f , respectivamente.
PROBLEMAS PROPUESTOS
48
√
eax − ebx ex + sen x tg2 x x−1
lı́m , lı́m , lı́m , lı́m
x→0 x x→+∞ ex + cos x x→0 1 − cos2 x x→1 x − 1
√ ³ x ´x
x x 1 √1
lı́m 2 , lı́m (1 + sen x) x , lı́m (1 + x2 ) x , lı́m .
x→+∞ x + 1 x→0 x→0+ x→∞ x + 1
Solución: 2/3.
5. Estudiar la continuidad en el origen de las siguientes funciones:
( (
x sen(1/x), si x 6= 0 sen(1/x), si x 6= 0
a) f (x) = y b) f (x) = .
0, si x = 0 0, si x = 0
x3 −3x2 +3x−1
6. Estudiar la continuidad de la función f (x) = x2 +x−2
.
Solución: Continuidad evitable en x = 1, de tipo infinito en x = −2 y
en los restantes puntos continua.
7. Estudiar la continuidad de la función f (x) = x2 sen(1/x), si x 6= 0, y
f (0) = 0.
49
IV. DERIVADAS
50
Y
P
f(x)
P0
Q
f(x )
0
O x X
x0
PQ f (x) − f (x0 )
mx = tg(P P0 Q) = = .
P0 Q x − x0
El cociente f (x)−f (x0 )
x−x0
recibe el nombre de cociente incremental y su valor es
precisamente la pendiente de la cuerda P P0 . Ahora, el paso fundamental
es darse cuenta de que la cuerda P P0 tiende a convertirse en lo que enten-
demos por recta tangente, a medida que el punto P (x, f (x)) se acerca a
P0 . Y, para que esto ocurra, basta con que se tome x cada vez más cercano
a x0 . Esta es la idea crucial: comprender que, si el cociente incremental
f (x)−f (x0 )
x−x0
es la pendiente de la cuerda P P0 , entonces la pendiente de la
recta tangente se puede encontrar calculando el lı́mite de dicho cociente
cuando x tiende a x0 . De esta forma llegamos a la expresión
f (x) − f (x0 )
m = lı́m
x→x0 x − x0
51
Ası́ queda resuelto el problema de la tangente y se pone de manifiesto el
interés de estudiar con detenimiento el lı́mite anterior. No es esta la única
aplicación de la derivada sino que se trata tan sólo de la primera de entre
las numerosas aplicaciones que se encontraron con posterioridad, algunas
de las cuales se irán estudiando a lo largo del curso.
f (x) − f (x0 )
lı́m ,
x→x0 x − x0
se denota por f 0 (x0 ) y se denomina derivada de f en el punto x0 . El
apartado anterior nos permite obtener una interpretación geométrica de
f 0 (x0 ): representa la pendiente de la recta tangente a la curva de ecuación
y = f (x) en el punto (x0 , f (x0 )). Por tanto, la ecuación de dicha recta
tangente tiene la forma
y = f (x0 ) + f 0 (x0 ) · (x − x0 ).
f (x) − f (x0 )
≈ f 0 (x0 ) para x ≈ x0 .
x − x0
52
Por tanto
Esto nos dice que la función afı́n t(x) = f (x0 ) + f 0 (x0 ) · (x − x0 ) es una
buena aproximación de f (x), tanto mejor en cuanto x sea más próximo
a x0 (nótese que la gráfica de t(x) = f (x0 ) + f 0 (x0 ) · (x − x0 ) es la recta
tangente a la curva de ecuación y = f (x) en el punto P0 (x0 , f (x0 )).
La derivada f 0 (x0 ) puede también interpretarse como la velocidad con que
varı́a la función f en las proximidades de x0 . En efecto, hemos visto que,
para x cercano a x0 , se puede escribir
53
constantemente de modo que podemos suponer que la sal está uniforme-
mente distribuida. Por un orificio se escapa el contenido a razón de 2
litros por minuto. Encontrar la cantidad de sal que hay en el depósito en
el instante t > 0.
Denotamos por x(t) la cantidad de sal en el depósito en el instante t. La
velocidad con que varı́a x(t) es la diferencia entre la velocidad de entrada
y la de salida. En cada litro de salmuera hay 50 gramos de sal, por tanto,
la sal entra en el depósito a la velocidad de 2 × 50 gramos por minuto. En
el instante t, el depósito contiene x(t)
100
gramos de sal en cada litro. Como el
contenido del depósito sale a la velocidad de 2 litros por minuto, se sigue
que la sal sale a la velocidad de 2 × x(t) 100
gramos por minuto. Entonces
la velocidad con que varı́a x(t) viene dada por 100 − 2x(t) 100
g/m. Pero la
velocidad con que varı́a x(t) es precisamente ẋ(t), luego se verifica
2x(t)
ẋ(t) = 100 − ,
100
o lo que es lo mismo
ẋ 1
= .
5000 − x 50
Integrando respecto de t ambos miembros, resulta
t
− log(5000 − x) = + c.
50
Despejando x, encontramos x(t) = 5000 − ce−t/50 . Como x(0) = 0, la³con-
stante c debe ser 5000, por lo que obtenemos finalmente x(t) = 5000 1 −
´
e−t/50 .
54
El producto f 0 (x0 ) · ∆x se denota por df (x0 , ∆x) y recibe el nombre de
diferencial de la función f en el punto x0 respecto del incremento ∆x. (1.1)
nos dice que la diferencial nos da una aproximación del incremento de la
función, es decir, de la diferencia f (x0 + ∆x) − f (x0 ), para ∆x cercano a
0, de ahı́ el nombre. Cuando no hay peligro de confusión, la diferencial se
denota por df o df (x0 ).
√ 1
Ponemos f (x) = x, x0 = 1 y ∆x = 00 44. Como f 0 (x) = √
2 x
, tenemos
1 0
f (10 44) − f (1) ≈ df (1, ∆x) = f 0 (1) · ∆x = · 0 44 = 00 22.
2
√ √
Despejando f (10 44) resulta 10 44 ≈ 1 + 00 22 = 10 22. Se ha obtenido una
√
buena aproximación, pues el valor exacto de 10 44 es 10 2.
£ f (x) − f (x0 ) ¤
lı́m x→x0 − f 0 (x0 ) = 0.
x − x0
Si denotamos el corchete por r(x), tenemos
55
0.25. Cálculo de derivadas.
En este apartado estudiamos el comportamiento de la derivada en relación
con las operaciones posibles entre funciones. Es imprescindible usar con
soltura los resultados que veremos, pues se necesitarán a lo largo de todo
el curso.
a) Derivada de una suma. Si f y g son derivables en x0 , entonces también
lo es su suma f + g y se verifica (f + g)0 (x0 ) = f 0 (x0 ) + g 0 (x0 ).
b) Derivada de un producto. Si f y g son derivables en x0 , entonces tam-
bién lo es su producto f · g y se verifica (f · g)0 (x0 ) = f 0 (x0 ) · g(x0 ) + f (x0 ) ·
g 0 (x0 ).
c) Derivada de un cociente. Si f y g son derivables en x0 y g(x0 ) 6= 0,
entonces también es derivable el cociente fg y se verifica
56
Ejemplo 0.25.1. Encontrar la derivada de sen x3 . Si ponemos u(x) = x3
y f (u) = sen u, entonces sen x3 = f (u(x)). Luego la derivada solicitada
vale f 0 (u(x)) · u0 (x) = sen x3 · 3x2 .
Función Derivada
C 0
xn n · xn−1
1
log x x
ex e x
sen x cos x
cos x − sen x
tg x 1 + tg2 x
cot x −(1 + cot2 x)
√ 1
x √
2 x
√ 1
1
−1
p
x p
· x p
arc sen x √ 1
1−x2
1
arc cos x − √1−x 2
1
arc tg x 1+x2
1
arc cotx − 1+x 2
1
Ejemplos 0.26.1. 1. Si f (x) = log x y x0 > 0, entonces f 0 (x0 ) = x0
.
57
Empezamos transformando convenientemente el cociente incremental
¡ x ¢ 1 £¡ 1 ¢ x−x
x0 ¤ 1
= log 1 + − 1 x−x0 = log 1 + x0
0 x 0
x0 x−x0
1 1
= log e x0 = ,
x0
donde se ha usado que
¡ 1 ¢ x−x
x0
lı́m 1 + x0
0 = e.
x→x0
x−x0
58
Sea f : D ⊂ R → R y A un subconjunto de D. Diremos que f alcanza en
xM ∈ A su máximo absoluto en A, si se verifica f (x) ≤ f (xM ), para cada
x ∈ A. Análogamente, diremos que f alcanza en xm ∈ A su mı́nimo abso-
luto en A, si f (x) ≥ f (xm ), para cada x ∈ A. Usaremos la denominación
extremo absoluto para referirnos a máximo y mı́nimo, indistintamente.
El cálculo diferencial nos va a ofrecer un método para determinar los
llamados extremos relativos (o locales). Una vez encontrados, veremos
cómo se determina cuáles de ellos son absolutos. Por esta razón, vamos a
recordar qué son los extremos relativos. Decimos que f posee en x0 ∈ D
un máximo relativo, si existe un entorno (x0 − r, x0 + r) ⊂ D, tal que
f (x) ≤ f (x0 ) para todo x ∈ (x0 − r, x0 + r). Nótese que esto significa
que en x0 f alcanza un máximo absoluto en (x0 − r, x0 + r); es decir,
localmente, todo máximo relativo es absoluto. De modo similar se define
mı́ nimo relativo.
Ahora vamos a ver qué debe pasar para que un extremo absoluto sea
relativo: si x0 es un extremo absoluto de f (en D) que no está en la frontera
de D o, lo que es lo mismo, existe un entorno (x0 − r, x0 + r) contenido en
el dominio de f , entonces es obvio que x0 es también extremo absoluto de
f en (x0 − r, x0 + r) y, por tanto, se trata de un extremo relativo. Por ello,
el conocimiento de los extremos relativos es importante, pues entre ellos
se encuentran los extremos absolutos que no sean puntos de la frontera
del dominio.
f (x) − f (x0 )
f 0 (x0 ) = lı́m ,
x→x0 x − x0
59
de ser f 0 (x0 ) > 0, el propio cociente incremental deberı́a ser positivo, para
x en un entorno (x0 − r, x0 + r) con radio r suficientemente pequeño.
Tenemos, pues, que
f (x) − f (x0 )
> 0,
x − x0
para x ∈ (x0 − r, x0 + r) y x 6= x0 . Entonces, para x ∈ (x0 − r, x0 ), debe
ser f (x) − f (x0 ) < 0, ya que x − x0 < 0. Por otro lado, f (x) − f (x0 ) > 0,
para x ∈ (x0 , x0 + r), ya que x − x0 > 0. Hemos obtenido que f (x) > f (x0 )
cuando x está en (x0 , x0 + r) y f (x) < f (x0 ) cuando x está en (x0 − r, x0 ).
Vemos que x0 no puede ser ni máximo ni mı́nimo relativo, luego hemos
llegado a un absurdo. ¤
60
funciones y la regla de L’Hôpital. Empezaremos con el Teorema de Rolle,
que es la pieza básica para demostrar los teoremas del valor medio.
61
Puede interpretarse geométricamente
el Teorema de Lagrange de la siguiente
Y forma: Observando la figura, notamos
que la pendiente de la cuerda que pasa
y = f(x) por los puntos extremos de la curva de
ecuación y = f (x) vale exactamente
f (b)−f (a)
b−a
. Por tanto, lo que expresa el
teorema es que existe un valor de x,
c ∈ (a, b), tal que la pendiente de la
O X recta tangente a la curva de ecuación
a c b
y = f (x) en el punto (c, f (c)) coincide
con la de la cuerda citada y, por ello,
tangente y cuerda son paralelas.
62
h(a) = h(b) = f (b) · g(a) − f (a) · g(b). Por tanto, debe existir c ∈ (a, b), tal
£ ¤ £ ¤
que h0 (c) = 0. Como 0 = h0 (c) = f (b) − f (a) · g 0 (c) − f 0 (c) · g(b) − g(a) ,
el teorema queda probado. ¤
63
0.29. Consecuencias del Teorema del valor
medio.
Sea f : D ⊂ R → R e I un intervalo contenido en D. Se dice que f es
creciente en I si verifica
para cualesquiera x1 , x2 ∈ I.
Diremos que f es estrictamente creciente en I (f ↑↑ I) si se verifica
(5) con la desigualdad estricta f (x1 ) < f (x2 ), para todos los posibles
x1 , x2 ∈ I. De forma similar se define el concepto de función estrictamente
decreciente.
Aunque f sea una función no muy complicada, en general, no es fácil estu-
diar el crecimiento directamente a partir de las definiciones. Sin embargo,
para funciones derivables existe un criterio de muy fácil aplicación y que
se deduce a partir del teorema de Lagrange.
CRITERIO DE CRECIMIENTO O DECRECIMIENTO. Si f : [a, b] → R
está en las condiciones del teorema del valor medio de Lagrange, se tiene:
a) Si f 0 (x) ≥ 0, para cada x ∈ (a, b), entonces f es creciente en [a, b].
b) Si f 0 (x) ≤ 0, para cada x ∈ (a, b), entonces f es decreciente en [a, b].
c) Si f 0 (x) > 0, para cada x ∈ (a, b), entonces f es estrictamente creciente
en [a, b].
d) Si f 0 (x) < 0, para cada x ∈ (a, b), entonces f es estrictamente decre-
ciente en [a, b].
64
DEMOSTRACIÓN: La demostración es similar en todos los casos; por
tanto, sólo nos ocuparemos de la prueba de (a). Suponemos, pues, que f
es una función con derivada f 0 (x) ≥ 0, para cada x ∈ (a, b). Dados x1 y
x2 en [a, b] con x1 < x2 , aplicamos el teorema de Lagrange a f en el inter-
valo [x1 , x2 ]. Nos asegura dicho teorema que existe x3 ∈ (x1 , x2 ), tal que
f (x2 ) − f (x1 ) = f 0 (x3 ) · (x2 − x1 ). Nótese que los dos factores del segundo
miembro son no negativos; por tanto, f (x2 ) − f (x1 ) ≥ 0. Esto es lo mis-
mo que poner f (x1 ) ≤ f (x2 ) y se ha probado que f es creciente en [a, b]. ¤
65
Otra aplicación directa del teorema de Lagrange permite probar que una
función con derivada nula debe ser constante. Sabemos que toda función
constante tiene derivada cero y ahora el teorema de Lagrange nos va a
permitir probar que también es cierta la afirmación recı́proca: Si f es una
función continua en [a, b] y con derivada nula en cada punto de (a, b),
entonces f debe ser constante en todo el intervalo [a, b]. En efecto, esco-
gemos x ∈ (a, b] y aplicamos el teorema del valor medio de Lagrange a
f en el intervalo [a, x]. Nos asegura dicho teorema que existe c ∈ (a, x),
tal que f (x) − f (a) = f 0 (c) · (x − a). Como f 0 (c) = 0, sigue que debe ser
f (x) − f (a) = 0. Luego hemos probado que f (x) = f (a), para cada x que
escojamos en (a, b].
Para terminar este apartado, vamos a estudiar una condición suficiente de
extremo relativo. Hemos visto que los extremos relativos de las funciones
derivables son puntos crı́ticos de f ; es decir, verifican f 0 (x) = 0. Ahora
nos planteamos el problema de cómo descubrir qué puntos crı́ticos son
realmente extremos relativos.
66
relativo de f . ¤
67
Pero f 0 (x0 ) = 0, luego f 0 (x) < 0, para x0 − r < x < x0 , y f 0 (x) > 0, para
x0 < x < x0 + r. Por tanto, la condición suficiente anterior nos asegura
que x0 es un mı́nimo relativo de f . ¤
68
DEMOSTRACIÓN: Si definimos f (x0 ) = g(x0 ) = 0, f y g resultan
ser continuas en [x0 , b). Para cada x ∈ (x0 , b), aplicamos el teorema de
Cauchy a las funciones f y g en el intervalo [x0 , x], que nos asegura que
existe x∗ ∈ (x0 , x) verificando
f (x) f (x) − f (x0 ) f 0 (x∗ )
= = 0 ∗ .
g(x) g(x) − g(x0 ) g (x )
Ahora basta tener presente que cuando x es cercano a x0 , aún más cerca
está x∗ , por lo que el miembro más a la derecha se aproxima a su valor
lı́mite (sea éste finito o no). Entonces el miembro más a la izquierda (igual
al anterior) se aproxima también a dicho lı́mite. ¤
En todos los casos posibles, las condiciones bajo las cuales es válida la regla
de L’Hôpital son básicamente las mismas con los cambios oportunos.
x
Ejemplo 0.30.2. a) Calcular lı́m . El lı́mite es de la forma ∞∞
, las
x→+∞ ex
funciones numerador y denominador son derivables en R, y el denomi-
nador tiene derivada no nula. Puede aplicarse la regla de L’Hôpital y el
1 1
valor del lı́mite propuesto es igual lı́m x = = 0.
x→+∞ e +∞
b) En ocasiones, puede ser necesario aplicar la regla más de una vez.
1 − cos x
Por ejemplo, en el cálculo de lı́m , deberemos aplicar la regla de
x→0 x2
L’Hôpital dos veces:
69
Para cualquier x 6= 0, la derivada se obtiene fácilmente haciendo uso
de las reglas de derivación
³2´ 2
f 0 (x) = 3
e−(1/x ) .
x
Para calcular la derivada en el origen debemos usar la definición de
derivada en un punto:
2
0 f (x) − f (0) e−(1/x )
f (0) = lı́m = lı́m .
x→0 x−0 x→0 x
Para calcular este lı́mite, hacemos el cambio de variable x = 1/t. En-
tonces
2 t
f 0 (0) = lı́m t e−t = lı́m t2 .
t→∞ t→∞ e
70
En efecto, supongamos que f (x1 ) <
f (x0 ) y escojamos x2 cercano a x0 de
modo que f (x1 ) < f (x1 ) < f (x2 ) y
tal que tanto x2 como x1 queden del
mismo lado de x0 . f alcanza un máxi-
x1 X mo absoluto en el intervalo que forman
x0 y x1 (por ser continua). Pero dicho
máximo no puede alcanzarse en x0 ni
x 2 x0 en x1 (pues f (x1 ) < f (x1 ) < f (x2 )).
Entonces se alcanza en el interior y
debe ser relativo. Por tanto, dicho pun-
to debe ser estacionario y distinto de
x0 , lo que es imposible.
3. Los directivos de una fábrica de zumos desean averiguar las dimen-
siones de la lata cilı́ndrica de 1 litro de capacidad que tiene la propiedad
de tener una supericie total mı́nima (para que el gasto en material sea
el menor posible).
Denotemos por r y h el radio de la base y la altura de la lata, respec-
tivamente. La superficie total es
71
crı́tico obtenido es un mı́nimo absoluto de S. Para ello, calculamos la
segunda derivada de S y estudiamos su signo en I = (0, +∞). S 00 (r) =
4π + r43 , por tanto, el signo de la derivada segunda es positivo en todo
I. Queda probado que r0 debe ser un mı́nimo absoluto de S. Para
terminar, vamos a encontrar la altura h0 . Usando la relación πr2 h = 1,
obtenemos r
1 1 3 4
h0 = 2 = q = .
πr0 π( 3 1 )2 π
2π
r
h
x R
R
72
de decir que 2πR = rx. De esta forma, hemos encontrado el radio de
la base del cono en función de la variable x:
rx
R=.
2π
Ahora necesitamos expresar también la altura h del cono en función de
√
x. Por el Teorema de Pitágoras, r2 = h2 +R2 . Por tanto, h = r2 − R2 ,
luego sustituyendo la expresión encontrada de R, se obtiene para la
altura r √
r 2 x2 r 4π 2 − x2
h = r2 − = .
4π 2 2π
Por otra parte, el volumen de un cono viene dado por V = (1/3)πR2 h.
Sustituyendo los valores encontrados de R y h, resulta
√ √
1 ³ rx ´2 ³ r 4π 2 − x2 ´ r3 x2 4π 2 − x2
V (x) = π = .
3 2π 2π 24π 2
Obviamente, encontrar el valor de x que maximiza V (x) es equivalente
√
a buscar el que maximiza v(x) = x2 4π 2 − x2 . Para ello, calculamos
la derivada primera de v(x):
√ ³
−2x ´ √ x3
0
v (x) = 2x 4π 2− x2 +x2 √ 2
= 2x 4π − x − 2 √ =
2 4π 2 − x2 4π 2 − x2
³√ ´2
2x 4π 2 − x2 − x3 −3x3 + 8π 2 x
= √ = √ .
4π 2 − x2 4π 2 − x2
Al igualar a 0 v 0 (x), obtenemos −3x3 + 8π 2 x = 0. Las soluciones son:
p
x = 0, ±2 2/3π. En nuestro problema x es no negativo, pues es la
medida en radianes de un sector. Por tanto, sólo hay dos puntos esta-
p
cionarios a estudiar: x = 0 y x = 2 2/3π. El primero es claramente el
mı́nimo absoluto. El razonamiento más cómodo, para comprobar que
p
el máximo absoluto es x = 2 2/3π, consiste en usar el hecho de que,
en nuestro problema concreto, x varı́a en el intervalo [0, 2π]. Como la
función es continua, alcanza un máximo absoluto en dicho intervalo.
73
En los extremos v(x) se anula, luego el máximo absoluto se encuentra
en el interior del intervalo, lo que implica que también es relativo y, por
tanto, estacionario. Como el único punto estacionario en el interior es
p p
x = 2 2/3π , esto prueba que el máximo absoluto es x = 2 2/3π.
5. Usando el Principio de Fermat, deducir la ley de la reflexión
0 1³ 2x −2(d − x) ´
T (x) = p + p .
c 2 h2A + x2 2 h2B + (d − x)2
74
Si igualamos a cero, resulta
x d−x
p =p 2 .
h2A + x2 hB + (d − x)2
Elevando al cuadrado
x2 (d − x)2
= ,
h2A + x2 h2B + (d − x)2
de donde se obtiene
hB x = ±(d − x)hA .
00 1h h2A h2B i
T (x) = + .
c (h2A + x2 )3/2 (h2B + (d − x)2 )3/2
Vemos que es positiva en todo R, por tanto, queda probado que T (x)
alcanza en x0 = dhA /(hB + hA ) un mı́nimo absoluto.
75
Finalmente, comprobamos que, para dicho valor de x, los ángulos in-
cidente y reflejado coinciden. En efecto, si calculamos las tangentes de
dichos ángulos
x0 d − x0
tg i = , tg r = ,
hA hB
basta comprobar que son iguales
x0 d − x0
= .
hA hB
En efecto, se tiene
x0 hB = hA (d − x0 ).
Despejando x0 , resulta x0 = dhA /(hB + hA ).
6. Inscribir un cilindro en una esfera de radio R de forma que tenga
volumen máximo.
La figura muestra una vista frontal de
r la esfera junto con un cilindro inscrito
con altura h y radio de la base r. Apli-
R cando el Teorema de Pitágoras, encon-
h/2
tramos la relación
³ h ´2
2 2
R =r + .
2
Por otra parte, el volumen de un cilin-
dro viene dado por V = πr2 h. Por tan-
to, el volumen expresado en función
sólo de h tiene la forma
¡ h2 ¢ ¡ h3 ¢
V (h) = π R2 − h = π R2 h − .
4 4
Para encontrar los puntos estacionarios de V (h), calculamos la derivada
primera e igualamos a 0
¡ 3h2 ¢
V 0 (h) = π R2 − .
4
76
2R
Por tanto, h = √ 3
(en este problema h ≥ 0). Para determinar si es
máximo, lo más cómodo es calcular la derivada segunda y estudiar su
signo. Como V 00 (h) = − 3πh
2
, el signo de la derivada segunda es siempre
negativo, para h ≥ 0. Luego se trata de un máximo absoluto.
PROBLEMAS PROPUESTOS
77
6. De entre todos los triángulos inscritos en una semicircunferencia de
radio R, determinar el de mayor área.
Solución: El triángulo de mayor área es un triángulo isósceles de base
el diámetro.
8. De todas las rectas que pasan por el punto P (1, 2), determinar la
ecuación de la que determina al cortar a los ejes coordenados un trián-
gulo con el menor área posible.
Solución: Si la ecuación de la recta es x/a + y/b = 1, entonces el área
del triángulo tiene la forma A(b) = b2 /(2b − 4). b = 4 es el mı́nimo, por
lo que la recta tiene por ecuación 2x + y = 4.
78
11. Determinar el punto de la recta x + y = 1 que dista menos del punto
P (1, 3).
Solución: Un punto arbitrario de la recta es (λ, 1 − λ) y su distancia
p
de P es iguala d(λ) = (λ − 1)2 + (λ + 2)2 . Se puede minimizar la
función integrando y el mı́nimo se obtiene para λ = −(1/2). El punto
pedido es Q(−(1/2), 3/2).
ex
lı́m , lı́m+ x log x, lı́m+ xx , lı́m (x − log x),
x→+∞ x2 x→0 x→0 x→+∞
³ 1 1´ x − x cos x (log x)2 π
lı́m − , lı́m , lı́m √ , lı́mπ (x − ) · tg x.
x→0 sen x x x→0 x − sen x x→+∞ x x→ 2 2
Soluciones: +∞ , 0 , 1 , +∞ , 0 , 3 , 0 , −1.
79