Escuela de Padres 2020

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Departamento de Psico-orientación

Escuela de padres 2020

Queridos compañeros, continuando con el apoyo que brindamos a la comunidad desde el


departamento de psico-orientación, está programada la escuela de padres para el día 23 de
julio de 2020. Dada la metodología virtual, hacemos equipo con ustedes como directores y
co-directores de grupo para la implementación de la siguiente guía de trabajo de la cual
depende el cumplimiento del objetivo de esta formación.
Tema a trabajar: Una buena comunicación, base de la armonía.
Objetivo: Brindar herramientas que les permita a las familias mejorar la convivencia a
través de la comunicación asertiva.
Teniendo en cuenta la situación mundial que estamos afrontando, donde el aislamiento
social exige a las familias compartir más tiempo juntos y modificar rutinas y hábitos. Lo
anterior puede generar diversas emociones, en ocasiones negativas, causando dificultades
en la convivencia armónica de la familia.
Por tal motivo, el departamento de psico-orientación busca trabajar la comunicación
asertiva, fortaleciendo el respeto, la autonomía, el amor, la escucha y el diálogo, a través
de un espacio formativo que genere reflexión y brinde estrategias dentro de las dinámicas
familiares.
Desarrollo del taller:
1. Bienvenida y motivación a los padres de familia:
 Saludo a los padres de familia
 Motivación para la participación activa y buena disposición.
 Breve explicación del objetivo y agenda de la reunión.
 Solicitud de materiales: Hoja y cartuchera.
2. Oración
3. Dinámica “el televisor”: Se solicita a los padres de familia realizar un dibujo de un televisor
en el centro de la hoja y colocar los apellidos de la familia en la parte superior. Este
televisor puede tener las características que deseen.

A continuación, por medio de preguntas, los padres de familia deben ubicar diferentes
aspectos alrededor del dibujo y de esta forma se desarrollará el tema. Es de suma
importancia, solicitarle a los padres de familia, que para cada una de las preguntas se
propicie un diálogo en familia como medio para llegar a acuerdos y puntos en común.

1. ¿Qué canales o programas se suelen sintonizar en este televisor? Explique su


respuesta.
Reflexión: Creencias, principios, valores y proyecto de familia. En cada familia se
enfrentan o confluyen historias diferentes, maneras de ser, de pensar y de ver el mundo, que
a través del diálogo van encontrando coincidencias y puntos de vista divergentes. El
diálogo es la base para construir un proyecto de vida común, que enriquezca a cada persona
en un clima de respeto.
Es importante preguntarnos por los criterios de formación que elegimos para nuestros hijos,
ya que cuando la familia conversa sobre sus creencias, principios, valores y proyectos su
relación se consolida. Este diálogo es esencial para llegar a puntos en común que
solidifiquen nuestros vínculos y fortalezcan la unidad familiar ya que, si cada miembro de
la familia actúa desde sus propios intereses, es más fácil que las diferencias o conflictos los
dividan.

2. ¿Quién está viendo? ¿Quién maneja el control? Explique su respuesta.

Reflexión: Independiente de la estructura familiar, es importante que se continúe


compartiendo la responsabilidad y el compromiso de educar a los hijos. Entonces, a pesar
de las diferencias que existan entre ellos, han de buscar los espacios y estrategias que les
permitan llegar a acuerdos básicos para formar a sus hijos. Los adultos que comparten esa
responsabilidad, aun cuando no sean los padres, necesitan mantener un diálogo abierto para
orientar la educación de cada niño, unificando criterios para no desautorizarse, en lo
relacionado con el establecimiento de normas, límites, manejo de autoridad y hábitos. Sólo
si sabemos con certeza lo que queremos comunicar, si tenemos claridad en lo que pensamos
y lo que sentimos, podemos mandar mensajes suficientemente claros a los demás.
Aunque cada persona tiene su propia manera de comunicar las cosas, ambos padres deben
colaborar para que los niños vivan en un entorno incluyente que les permita sentirse libres
para expresar lo que son, lo que sienten y lo que desean que solo es posible en espacios de
encuentro familiar donde se brinde un tiempo enriquecido y de calidad, es decir, donde
tengamos la oportunidad de conocernos mejor, mientras los padres fortalecen la orientación
hacia sus hijos.

3. ¿En qué momentos vemos televisión? ¿A qué volumen está el televisor? ¿Por
qué le subimos el volumen?

Puesto que usamos muchos lenguajes —el de los dichos, los gestos, las actitudes— y como
nuestros hechos también hablan, es importante aprender a darles coherencia. Ésta
sólo es posible si mantenemos una comunicación honesta y profunda con nosotros mismos.
El amor y la aceptación sustentan el diálogo en familia. Si aprendemos a comunicarnos con
palabras sinceras y respetuosas, los niños recibirán mensajes de estímulo y así podrán
satisfacer su necesidad de autoestima y pertenencia a su familia. El niño tiene derecho a
sentirse amado como el ser único e irrepetible que es. El amor de los padres no está
condicionado a lo que hace o deja de hacer. Sin embargo, necesita saber qué conductas son
aceptables y cuáles no.
Para que los mensajes de aliento y reconocimiento que damos a nuestros hijos realmente
refuercen su autoestima, tienen que ser auténticos, verdaderos, deben reconocer su
esfuerzo, sus logros y las actitudes que queremos estimular en ellos.
A veces los padres no somos conscientes de cómo nuestros mensajes pueden devaluar y
desalentar al niño. Cuando estamos molestos, fácilmente soltamos frases como: “tenías que
ser tú”; “yo ya sabía que no podía confiaren ti”; “¿sería mucho pedir que hicieras tu tarea?”.
Con ironías, burlas, apodos, etiquetas, comparaciones e insultos no lograremos que la
conducta del niño mejore, pero sí conseguiremos que se sienta mal consigo mismo y con
los demás.
Por esto, es importante detenernos a pensar en el lenguaje que utilizamos, ya que de este
depende el trato que le damos a los demás, el que le enseñamos a nuestros hijos y el clima
familiar que fomentamos en casa.

4. ¿Cuándo se cae la señal? ¿Qué hacemos cuando se cae?

La comunicación es fundamental para manejar las “áreas de conflicto” que se presentan


necesariamente en la relación familiar, teniendo en cuenta la situación que vivimos y que
nos hemos visto en la necesidad de enfrentar sentimientos de miedo, angustia o ansiedad
los conflictos pueden estar más presentes y desestabilizar la armonía familiar. No se trata
de evitar problemas, sino de enfrentarlos y resolverlos juntos.
Es muy importante que, en primer término, los adultos resuelvan o intenten limitar aquellas
situaciones que ponen en crisis la relación entre ellos, para después identificar las conductas
de sus hijos que perturban la convivencia.
Construir un ambiente de concordia y tranquilidad exige de padres e hijos, niños y adultos,
un trabajo paciente. Cultivar el afecto, demostrar respeto, escucharnos unos a otros con
verdadero interés y abrirle un espacio a la alegría, son los mejores medios para armonizar la
vida cotidiana.

4. Lectura: El director de grupo compartirá a los padres de familia la siguiente lectura,


concluyendo la actividad y recogiendo impresiones o reflexiones por parte de los padres de
familia.

Quisiera ser un televisor. Me gustaría ocupar su lugar para poder vivir lo que vive un televisor en
mi casa: Tener un cuarto especial para mí. Congregar a todos los miembros de la familia a mi
alrededor; ser el centro de atención, al que todos quieren escuchar, sin ser interrumpido ni
cuestionado; que me tomen en serio cuando hablo. Sentir el cuidado especial e inmediato que recibe
la televisión cuando algo no le funciona. Tener la compañía de mi papá cuando llega a casa, aunque
venga cansado del trabajo. Que mi mamá me busque cuando está sola y aburrida, en lugar de
ignorarme. Que mis hermanos se peleen por estar conmigo. Divertirlos a todos aunque a veces no
les diga nada. Vivir la sensación de que lo dejen todo por pasar unos momentos a mi lado. No es
mucho, sólo lo que vive cualquier televisor todos los días.

Tomado de Mendivi, Gerardo (comp.), Huellas perdidas. Antología de lecturas para docentes,
edición del compilador, México, 1992, p. 36.

5. Solicitar a los padres de familia, subir a la carpeta de classroom correspondiente al curso de su hija,
la evidencia del trabajo realizado.

Estrategias para tener una comunicación asertiva y una convivencia


armónica:

 Puentes de comunicación. Elige un momento en que esté reunida tu familia. Puede ser en
la mesa, después de cenar o en la comida del domingo, cuando nadie tenga prisa por salir.
Puedes proponer hablar de su situación. ¿Qué es lo que a cada uno le gusta más o le
preocupa de su relación familiar? Hagan un listado de los obstáculos que cada uno
considera impiden la comunicación. Pide a cada miembro de la familia que elabore su
propia lista y compártanla. No se vale juzgar. Cada quien debe ser libre de expresar lo que
siente sin recibir la censura de alguien más. Acuerden cuáles son los principales obstáculos
y aporten ideas concretas para solucionarlos.

 Por amor al arte. Si tus hijos aún son pequeños, aprovecha los dibujos que hagan en el
colegio o en casa sobre la familia. Pide a cada uno que elija el que más le guste. Enmárcalo
y cuélgalo en un lugar visible para que siempre tengas presente cómo la percibe cada uno.
Así también sentirán que se valora lo que hacen.

 Cinco minuticos. A veces parece que la falta de comunicación es un problema de tiempo.


Nunca encontramos el momento. La próxima vez que hables con alguno de tus hijos o con
tu pareja escucha atentamente todo lo que tenga que decir, por lo menos durante cinco
minutos. No interrumpas, sólo muestra tu interés a través de gestos y de una mirada atenta.
Comprobarás que en cinco minutos cabe mucha información y que, si estamos atentos,
notaremos, en los gestos y la expresión del otro, todo el contenido afectivo que tiene para él
lo que nos está contando.

 Nutrir la autoestima. En la próxima oportunidad que tengas, encomienda a tu hijo una


tarea, acorde con su edad, que le permita colaborar con la familia y sentirse orgulloso de su
capacidad y de su aporte. Cuando la haya realizado, elógialo con sinceridad y observa las
consecuencias.

 Hacer consciente la crianza. Ser padres llega de manera natural con el nacimiento de los
hijos, pero cuántas veces nos hemos detenido a preguntarnos cómo y por qué los estamos
formando de determinada manera y si necesitamos hacer algunos cambios. Recuerda cómo
era la comunicación de la familia en la que te criaste y reflexiona sobre cómo es la
comunicación con tus hijos. Atrévete a cuestionar tus métodos de crianza, analiza y escoge
un comportamiento que quieras cambiar en tus hijos, busca cuáles son los motivos del
mismo y modifica la estrategia de acuerdo con lo que quieres que ellos aprendan.

Tomado de: Molina, A. Familias valiosas. Ideas para fortalecer valores entre padres e hijos.
(2005) Centro Mexicano para la filantropía, Et. al. México.

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