Comprendiendoysuperandolacronicidadelos TCA
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ISSN: 1578-908X 35
ción de invalidez. Presentan aislamiento social Algunos estudios de seguimiento en los que
y/o poca disponibilidad de apoyo social (muy aún no se contemplaba la realización de trata-
limitado contacto social o percepción negativa mientos intensivos en pacientes anoréxicas, ex-
de la disponibilidad de apoyo). La mayoría han cepto durante el período de ingreso hospitala-
tratado de realizar todos los tratamientos ofer- rio, informaban que la posibilidad de mejorar y
tados. Su actitud ante los tratamientos pasados cumplir criterios de buen pronostico se alargan
y futuros es de desmoralización, desconfianza y hasta los 15 años de evolución. (Theander,
falta total de esperanza (Calvo, 2002). 1996; Eckert et al., 1995; Beumont et al., 1995;
Herpertz-Dahlmann et al., 2001). Los datos de
Ahora bien, estas características descritas nuestro trabajo en el Hospital Santa Cristina
pueden ser propias de cualquier paciente grave (formato de hospital de día) nos indican que
sin que por ello tengamos que etiquetar a la pa- este período de esperanza sigue vigente y que
ciente como crónica. De hecho todas las pa- pacientes con periodos de mayor evolución
cientes presentan en mayor o menor grado una (más de 20 años en el trastorno), hayan hecho
resistencia al tratamiento y durante todo el pro- tratamientos previos o no, pueden recuperarse
ceso terapéutico existe, bien de forma sutil o de forma total o parcial, incrementando de for-
explicita, cierto grado de resistencia (Kuttler ma muy positiva su salud y calidad de vida. Si
ME. 2010). No obstante, como la posición de es cierto que, como veremos mas adelante (Ta-
cronicidad conlleva algunas variantes en los ob- bla 4) los 7 años son un punto de inflexión en
jetivos terapéuticos, habrá que delimitar algu- el tratamiento. Aquellas pacientes que han he-
nos criterios que nos ayuden a optar por unas u chos los tratamientos convencionales (Calvo,
otras alternativas de tratamiento. 2001; Garner y Needleman, 1996; Jantz, 2002)
y no han mejorado en este periodo de tiempo
No existe un acuerdo general para delimi- necesitan un enfoque terapéutico diferente con
tar si la cronicidad (resistencia al cambio) se el que se incrementan las posibilidades de éxi-
refiere a los pacientes con una larga historia de to.
tratamientos previos aunque con resultados
poco satisfactorios o si también debieran in-
cluirse pacientes que llevan un largo tiempo con 3. Condiciones y calidad de vida de
el trastorno pero no han solicitado tratamiento. los pacientes crónicos
Tampoco existe un consenso total para definir el
número de años de tratamiento del trastorno Nivel salud
para su consideración como crónico. Ni si las
pacientes que presentan aún algunos síntomas
El nivel de salud de estas pacientes es tan
que les hacen proclives a las recaídas pero cuyos
precario que les coloca en una situación física
resultados han sido calificados de «interme-
crítica. Existen muchas complicaciones médi-
dios”, deben calificarse en este subgrupo. Estos
cas y aunque en pocos seguimientos se especifi-
criterios son importantes por varias razones: si
ca su situación; se ha informado de Tuberculo-
se exige la recuperación de todos los criterios
sis; Trastornos gastrointestinales; Osteoporosis y
diagnósticos utilizados para definir el trastor-
Fracturas patológicas; Deformidades como la
no se corre el riesgo de no considerar como re-
cifosis; Fragilidad capilar (púrpura senil); Fra-
cuperadas a numerosas pacientes que han reali-
gilidad de colágeno en huesos y piel; Prolapso
zado cambios importantes en su alimentación e
de la válvula mitral; Retraso en el desarrollo
integración en su entorno social aunque aún
ponderal; Deterioro dentario- Luxación mandi-
tengan miedo a engordar y limiten algunos ali-
bular, etc.
mentos no esenciales para su vida. Además,
dado que las pacientes se guían por lo que los La ausencia continuada de la menstruación
demás piensan de ellas, etiquetar como crónicos produce una pérdida progresiva de densidad
a los pacientes graves que se encuentran en un ósea que es la responsable de la fragilidad de
proceso terapéutico difícil pero dentro del rango sus huesos y les lleva a padecer fracturas muy
«normal» (puede extenderse más de cinco años) frecuentes, a veces sin ningún golpe. Su tempe-
les puede llevar a “cumplir la profecía”. ratura corporal es muy baja lo que le hace sentir
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frío hasta en verano. Sus problemas circulato- La pérdida continuada de de sodio y potasio
rios se reflejan en las manos y pies fríos, ad- debido a sus conductas purgativas se manifiesta
quieren un color violáceo e incluso pueden ul- en forma de fatiga, debilidad, arritmias cardía-
cerarse. La piel muestra un color macilento, cas, temblores, calambres, espasmos y en algu-
amarillento y además ha perdido elasticidad. El nas situaciones, parada cardiaca y muerte súbi-
pelo de la cabeza se hace muy débil, quebradi- ta. El uso excesivo de laxantes y enemas se
zo,”apagado”. reflejan en el padecimiento de diarreas muy fre-
cuentes e incontrolables. Los diuréticos le pro-
El sistema cardiocirculatorio se adapta de ducen una diuresis muy peligrosa por la pérdida
modo fisiológico, se reduce la frecuencia car- brusca de minerales.
diaca, disminuye la tensión arterial y el consu-
mo de 02 por los tejidos periféricos y se puede Es muy frecuente que las pacientes tengan
reducir el volumen de eyección cardíaco. Si en fuertes fluctuaciones de su estado de ánimo y al-
estas circunstancias se aportan los nutrientes gunas pueden estar francamente deprimidas. La
de modo brusco e intensamente en la reali- comorbilidad con trastornos psíquicos es muy
mentación, podemos provocar insuficiencia elevada. Se ha encontrado: depresión e incre-
cardiaca, entre otras complicaciones. Las con- mento del riesgo de suicidio, ansiedad; hostili-
ductas purgativas agravan la sintomatología. dad; sentimientos de ineficacia, fracaso personal
Los vómitos auto-inducidos en una paciente y ausencia de auto-estima. La depresión asocia-
emaciada con hipocalemia puede ser causa de da con el ayuno responde mal al tratamiento
una muerte súbita. La emaciación potencia el con antidepresivos. Si además de los problemas
riesgo de hiponatremia, producida por el abuso de bulimia, existen alcoholismo u otras condi-
de laxantes. ciones médicas asociadas, como la diabetes, los
riesgos físicos se disparan.
La comida excesiva, las purgaciones, el ejer-
cicio excesivo, han hecho estragos en el orga-
nismo de la paciente bulímica de larga evolu-
ción. La mayoría de las pacientes padecen de
Funcionamiento cognitivo
manera habitual, dolor abdominal, gases y ar-
dor de estómago. En ocasiones la comida rápida Un estilo cognitivo enfocado al control en el
y excesiva les ha producido una dilatación agu- que la ejecución sin error (perfeccionismo) es el
da de estómago, perforación intestinal y hemo- valor prioritario de la interacción con el mundo.
rragias que les ha llevado a realizar ingresos de Este perfeccionismo se ha dicho representa una
urgencia. Igualmente suelen tener un estreñi- estrategia compensatoria que les preserva de su
miento pertinaz. Las purgaciones les generan cuasi-ausencia de auto-estima, ya que al poner-
la posibilidad de Bradicardia, menos de 60 pul- se metas tan crueles y duras les hace sentirse su-
saciones por minuto; Hipotensión que puede periores y equilibrar esos sentimientos de inefi-
manifestarse en desvanecimientos o síncopes. cacia. El sentimiento de falta de valía personal y
Arritmias ventriculares; Fallo cardiaco y muerte de ineficacia que ya fue referido por Bruch
súbita por colapso cardiovascular (2002), subsume conceptos tales como la tan
nombrada baja auto-estima, la tendencia a la
El famoso “signo de Russell” (presencia de verificación externa, una extremada sensibili-
cardenales o callosidades en los nudillos de los dad a la critica, gran reactividad a la aproba-
dedos o en el dorso de la mano, consecuencia de ción social, que entorpecen el desarrollo de una
los vómitos autoinducidos) suele distinguirse identidad interna y la obtención de cierta auto-
con claridad. Otros signos de los vómitos conti- nomía,
nuados son la aparición de pequeñas hemorra-
gias en los ojos producidas por la presión ocular La paciente bulímica presenta, igualmente,
asociada al vomito, la tumefacción y el aumento un pensamiento dicotómico reflejo de un estilo
de tamaño de las glándulas salivales, especial- cognitivo extremadamente polarizado. Su for-
mente las parotideas. ma de pensar se expresa de forma dividida, en
términos de todo-nada, sin un punto medio de
moderación y templanza. Ello les hace adoptar
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reglas muy rígidas e inflexibles. Esta división sentir y actuar de acuerdo a lo que se espera de
puede percibirse por las fluctuaciones de su ca- ella, aunque esto implique anular o fingir sus
rácter y de sus conductas. Cuando la interpreta- emociones y hacer lo que no le apetece. La pa-
ción de los hechos es positiva se la ve amable, ciente que se ve desbordada por sus emocio-
aunque con cierta excitación; si predomina la nes, busca en la comida y en las purgaciones
parte negativa se muestra arisca, agresiva. Esta una forma de derivar el descontrol y así tem-
parte negativa causa el desánimo terapéutico lo plar la turbulencia de su conflicto interior por
que le ha llevado a abandonar los tratamientos lo que mantiene su trastorno bulímico sin cam-
en numerosas ocasiones (Vitousek y Hollon, bio.
1990; Vitousek, 1995).
En muchas pacientes bulímicas de larga
La evaluación neuropsicológica de las fun- evolución existen otros comportamientos im-
ciones superiores de las pacientes esta mos- pulsivos reflejo de un ímpetu que les impide
trando alteraciones en diversas funciones. establecer un tiempo entre el deseo y la acción;
(Cook-Cottone, 2009). El funcionamiento cog- su acción se realiza sin pensamiento ni refle-
nitivo puede estar disminuido debido a proble- xión. Una vez emerge el deseo se tiene que
mas de concentración. Estos problemas han cumplir obligatoriamente. Especialmente preo-
sido puestos en relación a la existencia de un cupante es la impulsividad que desemboca en
sesgo atencional, mantenido hacia los estímulos conductas auto-lesivas, abuso de sustancias y
relacionados con el cuerpo y la comida (Ble- otros comportamientos “inadecuados”. Los fra-
chert et al., 2010). En las funciones ejecutivas casos repetidos en controlar la comida le hacen
suelen encontrarse problemas de planificación, sentirse sin voluntad ni esperanza. Le parece
organización y flexibilidad cognitiva. Algunas que es un desastre y su conducta siempre le re-
pacientes, incluso presentan un procesamiento sulta inadecuada. Los sentimientos de inferio-
central limitado similar al encontrado en pa- ridad y desprecio pueden alcanzar cotas tan
cientes autistas. Déficit de organización lin- elevadas que desea destruirse y se lesiona cor-
güística: confusión en la utilización de pro- tándose, quemándose o golpeándose contra la
nombres personales: yo - tu, la utilización del pared. Un porcentaje no desdeñable de pacien-
reflexivo en vez del transitivo; Ausencia de pro- tes consume abusivamente sustancias que, en
nombre personal y utilización excesiva del im- ocasiones, son previas al trastorno alimentario.
personal (“empiezas a vomitar y ya no sabes La sustancia más frecuente es el alcohol, aun-
parar”; “me llamé ayer” por “le llamé ayer”; que también se encuentra gran frecuencia de
“cuando no se come”,….). consumo abusivo de sustancias legales: tran-
quilizantes, barbitúricos, anfetaminas, etc. y en
menor medida, el consumo de sustancias ile-
Funcionamiento Emocional gales: cocaína, marihuana, etc. Ello les hace
más proclives a necesitar uno o varios ingre-
La principal característica del funciona- sos, realizar más intentos de suicidio o presen-
miento emocional es la negación de las emo- tar mayor dificultad para adherirse al trata-
ciones negativas y el fingimiento de las emo- miento o a las prescripciones terapéuticas
ciones positivas. En las familias de estas sugeridas
pacientes se teme el surgimiento y la expre-
sión de emociones negativas, ya que suelen ser
percibidas como una amenaza para la integri-
dad mental. Como consecuencia de este temor
Estructura de Personalidad
han crecido carentes de recursos expresivos
por lo que buscan en cualquier sustancia -al- Las características de personalidad de las
cohol, drogas, comida- una forma de pacientes, (Mitchell y Peterson, 2008), se expre-
anular/dominar lo que sienten. La paciente que san en la presencia de una patología intensa en
desarrolla una anorexia crónica es la que ha diferentes dimensiones. En las pacientes con
cumplido esta inhibición emocional a rajata- Anorexia Nerviosa se han descrito las siguientes
bla. Cree que para que se la quiera tiene que características
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de comienzo tardía; Pesos mínimos muy bajos; tes, depresión y conductas saludables (Sheeran
Frecuencia e intensidad del uso de estrategias et al., 2005; Achtziger, y Gollwitzer, 2007). Ac-
purgativas. Tiempo trascurrido antes del pri- tualmente las investigaciones sobre la Acción
mer contacto con los equipos de Salud Mental. Intencional (conexión entre acción y percep-
Dificultades de vínculo en la relación terapéuti- ción; relevancia de los mecanismos anticipato-
ca. rios y simulativos en la consecución de la meta
propuesta) (Gallese, 2009; Gollwitzer, Oettin-
gen, 2002) están produciendo un desarrollo
4. Investigación sobre factores de científico extraordinario al integrar los hallazgos
resistencia al cambio de los científicos cognitivos y los neurocientífi-
cos. (Pezzulo and Castelfranchi, 2009; Rama-
Los intentos por comprender los factores chandran, 2004). De todos estos modelos he-
pronóstico que determinan el curso de los tras- mos elegido la teoría del Control de Acción y la
tornos de la conducta alimentaria han propor- Teoría Constructivista.
cionado información sobre varios predictores, La decisión de utilizar el modelo de Con-
(Calvo, 1999), tales como la importancia de la trol de Acción ha estado motivada por la coin-
edad de comienzo la duración de la enferme- cidencia de algunas explicaciones que el autor
dad (Steinhausen, 2002); el sentimiento de falta realiza sobre los antecedentes remotos del es-
de valía personal (Bruch, 2002), el perfeccionis- tado de pasividad característico del fracaso es-
mo y la necesidad de control, (Bulik et. al., colar, con las explicaciones que realizó (H.
2003), (Downey and Chang, 2007), los trastor- Bruch, 2002) sobre los antecedentes de la pato-
nos de la imagen corporal (Stice, 2002; Tigge- logía de las pacientes con TCA. En ambos casos
mann, 2005; Berardis et al. 2007; Abbate-Daga, se destaca la importancia, de unas prácticas
et al., 2010). El apego a los síntomas (Vitousec, educativas caracterizadas por un exceso de ne-
1991) y/o la comorbilidad con otros trastornos gligencia o sobreprotección en la inducción de
psíquicos (Lievers et al., 2009). Estos estudios la pasividad conductual. La elección de la teoría
han proporcionado líneas de actuación terapéu- de los Constructos Personales (TCP) se ha deci-
tica que han permitido a numerosas pacientes dido porque ha intentado comprender el cam-
recuperarse del trastorno (Murphy, Straebler, bio terapéutico en relación a la forma en que
Cooper, Fairburn, 2010). Sin embargo, han sido las personas interpretamos y damos sentido a
insuficientes para ayudar a un grupo que, como los acontecimientos vitales que nos van acae-
he señalado, no han logrado mejorar ni recu- ciendo.
perarse. Por ello, todas las aportaciones que per-
mitan dilucidar alguno de los mecanismos que La teoría del Control de Acción enfatiza los
impiden a estos pacientes de larga evolución procesos cognitivos relevantes para obtener la
aceptar su patología y posteriormente llevar a meta propuesta. Se centra en el estudio de los
cabo sus supuestas intenciones de recuperación, procesos que median el paso del reconocimien-
son bienvenidas. to del problema a la toma de decisiones y de
ésta a la acción transformadora. Según este
Nuestra propia investigación ha tenido en modelo, una intención se transforma en acción
cuenta modelos teóricos que incluyen conceptos si existen las cogniciones y emociones apropia-
sobre motivación (deseos, metas), volición (ac- das y coherentes derivadas de la propia inten-
ciones tomadas para adquirir una meta) y cam- ción. Una intención no se transforma en acción
bio. Modelos que han tratado de explicar los de- si, debido a una discriminación deficiente de
terminantes y el curso de la acción motivada y la intención propia con la del otro, se eligen
han estudiado aquellos factores que inducen la metas “ajenas” que no están asociadas al pro-
suficiente iniciativa y determinación como para ceso cognitivo-emocional necesario para cum-
conseguir las metas propuestas, a pesar de la plirlas. La incompatibilidad intencional, pro-
existencia de tendencias de acción competitivas ducto de la confusión entre la intención propia
(Khul 1984; Efklides, et al., 2001; Libet, 2004). y ajena, impide la realización de las acciones
Este tipo de modelos teóricos se han aplicado adecuadas encaminadas a conseguir la (su-
especialmente en el ámbito educativo, depor- puesta) intención deseada. Tal falta de discri-
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13
12
11 11 años Pacientes larga duración
10
9
8 7.8 años
7
6
5
4.6 años
4
3 3.2 años
2
1 Pacientes M/Corta duración
0
NO RECUPERADOS RECUPERADOS
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El IMC mas bajo durante el trastorno está ficativas respecto al grupo Media/Corta evolu-
relacionado con varios índices del nivel de gra- ción: Media de 3,76 en orientación a fallos, me-
vedad. Con los años de evolución del trastorno: dia de. 4,87 en orientacion a dudas y media de
el promedio del IMC mas bajo en el grupo de 4,33 en volatilidad. Aunque las puntuaciones en
larga evolución es de 13,9 y el promedio del volatilidad son mas bajas en el grupo de Larga
IMC mas bajo de Media/Corta Evolución es de evolución, no se encontraron diferencias signi-
15,32, siendo las diferencias significativas. Este ficativas con el grupo de Media/corta evolucion.
IMC mas bajo está relacionado, en el grupo de (tabla 11)
LE, con el número de tratamientos previos r=-
0,46 y con el número de ingresos r= -0,45. No se
han encontrado correlaciones significativas en Tabla 11. Medias de puntuaciones
el grupo M/C E. (Tabla 9) en las escalas del ACS
Larga M/Corta
Tabla 9. Correlaciones del IMC Evolución Evolución
mas bajo-otras variables
MEDIA MEDIA F P
Larga M/Corta
OF 1,43 3,96 7,45 0,008
Evolución Evolución
Tabla 12. Relaciones de las variables Tablas 13 y 14. Relación entre Veteranía
correspondientes al Control de Acción y Perfil Cognitivo:
Un grupo menos grave que busca su autoes- mingham y Sidhu 2007). El tratamiento debe
tima en la apariencia física y psíquica. Ha desa- realizarse por un equipo multidisciplinar, siendo
rrollado su propia personalidad, aunque inse- el estado de salud del paciente y su monitoriza-
gura y dependiente de la imagen. Presenta una ción continuada la primera responsabilidad del
capacidad cognitiva compleja aunque algo de- personal médico (internista-nutricionista-ATS
sestructurada, pero su flexibilidad le permite especializadas) que le atiende. La frecuencia de
procesar soluciones alternativas a sus proble- esta monitorización dependerá del nivel de sa-
mas. Aunque su patología requiere un trata- lud que tenga.
miento relativamente largo (2-4 años), este tien-
El tránsito desde el control externo hasta el
de a desarrollarse de forma progresiva y
despliegue de las capacidades de cuidado per-
positiva.
sonal de las pacientes se tiene que hacer de for-
ma progresiva. No se prescriben controles, vigi-
lancias o cerramientos de puertas, pero si se
Proceso Terapéutico aconseja a los familiares que establezcan límites
y defiendan sus pertenencias. Las conductas pa-
El marco general de actuación con las pa- tológicas no se castigan ya que sirven para esta-
cientes con TCA de larga evolución requiere un blecer un tratamiento individualizado Se estu-
tratamiento intensivo en formato de Hospital dian sus antecedentes y consecuentes para
de Día, (Kaplan, y Olmsted, 1998), apoyado en realizar el tratamiento de forma individualizada.
la relación paciente-equipo terapéutico y pro- Esta posición elimina engaños y proporciona
puesto por el Modelo de Capacitación (Empo- esperanza de cambio.
werment), ya que la posibilidad de seguir ac-
tuando únicamente con un modelo de control se Antes de que esta mejoría ocurra el tera-
hace imposible. peuta debe saber que las experiencias previas
de tratamiento colocan a la paciente y su fami-
El tratamiento necesita tiempo e intensidad. lia en una situación de indefensión, sensación
Un trastorno alimentario crónico puede impli- de incapacidad e incompetencia. Esta frustra-
car varios años de tratamiento intensivo y debe ción puede dirigirse contra el nuevo equipo te-
continuar aunque los aspectos alimentarios se rapéutico al que en ocasiones tratará con agre-
hayan recuperado. El promedio de duración sividad para después pasar a los regalos y
suele ser de 2-4 años ya que se deben salvar los alabanzas, manteniendo una posición mixta de
obstáculos de la motivación, la ganancia de peso preocupación, culpa, rabia y suplicas. De esta
e incluso los ingresos en algún momento del forma el trabajo terapéutico se tiene que reali-
tratamiento. En los casos más complicados, la zar mezclado con las precariedades de salud
mejoría puede lograrse tras más de 5 años de de la paciente y una inestabilidad relacional
tratamiento. No es del todo infrecuente encon- continua. Las primeras entrevistas, además de
trar que una paciente comience su mejoría tras cuidar de la salud de la paciente, deberán ser-
varios años y diversos intentos de tratamiento. vir no sólo para obtener información de lo ocu-
El punto de inflexión a la mejoría es conseguir rrido hasta ese momento sino también para
que ella decida por si misma que quiere salir ayudarles a aliviar su angustia. No obstante,
del trastorno pues a partir de ahí la lucha con el conviene mantener una posición realista sobre
equipo desaparece. La recuperación es paulatina los resultados y duración del tratamiento, sin
y suele iniciarse tras un periodo de observación hacer promesas que luego no puedan cumplir-
en el que la paciente evalúa lo que le dice el se. Entre todos deben llegar a un acuerdo so-
equipo e incorpora recursos psíquicos suficien- bre cuales son las metas apropiadas, sin so-
tes para iniciar algún movimiento, sin que ello bre-estimar lo que puede conseguirse pero sin
signifique obligatoriamente el descontrol. Por subestimar el potencial de cambio. Mientras
ello, los incrementos de comida, la incorpora- la paciente considere que incrementar el peso
ción de una mayor variedad de alimentos, el es- y/o cambiar sus rituales de comida de algo co-
tablecimiento de unos horarios, etc. tienen que ercitivo y si se le fuerza le va a llevar a la huel-
ser pequeños y estables hasta pasar a un ma- ga de hambre, el abandono y la perdida de los
yor compromiso de cambio. (Herrin, 2003; Bir- cuidados que necesita, es posible e incluso mo-
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ralmente necesario admitir como meta de tra- la comida (no comer/comer en exceso) como
tamiento de inicio el mantenimiento de un forma de manejo de conflictos. Ayudar a esta-
peso mínimo de seguridad en el que no peligre blecer una imagen corporal positiva (Cash and
su vida de forma inminente y ayudar a mejorar Pruzinsky, 2002; Tsakiris,et al., 2007; Uher R,
su calidad de vida sin que se restaure el peso a Murphy, 2005).
su nivel normal (Matusek y Wright, 2010). No
Debe incluirse de forma explícita el signifi-
obstante, en situación de deterioro agudo el
cado emocional asociado al proceso cognitivo
objetivo terapéutico es incuestionable: salvar
ya que esta unión facilita el cambio terapéuti-
la vida del paciente con o sin su cooperación.
co. (Calvo, 1998). Si las técnicas de reestructu-
El proceso terapéutico debe estructurarse ración cognitiva se realizan de forma mecáni-
mediante un protocolo escrito, haciéndose de ca, aunque la paciente adopte estilos cognitivos
forma firme, justificando todos los puntos del aparentemente adecuados (expresiones que in-
protocolo de forma explicita y basada en crite- cluyen flexibilidad, moderación, tolerancia e
rios médicos y no punitivos. Este tipo de proto- incluso positividad y auto-estíma), las mejorías
colo minimizará los males entendidos, las ma- serán inestables. Sin embargo, cuando estos
nipulaciones y tergiversaciones de las pacientes cambios cognitivos implican una activación y
más recalcitrantes. A pesar de todas las explica- expresión emocional genuina, se producen en
ciones, es posible que la paciente se ponga agre- la paciente los cambios intrapsíquicos autoge-
siva; en ese caso el terapeuta tiene que mantener nerados necesarios para que el beneficio tera-
un mínimo de empatía para no perder la rela- péutico se estabilice y la paciente inicie un cre-
ción terapéutica. En esos momentos existe una cimiento psíquico que le permita salir de su
línea muy sutil entre la acción apropiada y la cronificación.
posición de poder. Esta forma de contención del
De cara a minimizar la oposición y resisten-
paciente, preservándole del daño físico, mien-
cia se pueden impartir un conjunto de sesiones
tras dura ese periodo de intensa resistencia al
informático-educativas sobre la naturaleza del
cambio, ha sido llamada “safety envelope”
trastorno, y las opciones de tratamiento desa-
(Hamburg, 1996)
rrolladas que pueden permitirles tomar una de-
Una vez establecida la relación y recuperado cisión, empezando así a atenuar su someti-
un nivel de salud suficiente se puede realizar miento. Además conviene:
una aproximación cognitivo-conductual (Fair-
• Revisar los intentos de tratamiento previos
burn, y Wilson, 1993; Calvo, 2001 Wilson, y
de forma exhaustiva para ver que les ayudó y
Pike, 2001). que guíe intervenciones directas
que no.
para situar la comida en su sitio físico (lugar,
cantidad, variedad, ritmo) y psíquicamente (no • Dedicar una parte del tiempo terapéutico a
usar la comida para evitar emociones o pensa- estudiar conjuntamente que variables les lle-
mientos negativos); pero teniendo en cuenta que van a ellos al fracaso. Si se piden pequeños
no se pueden hacer un conjunto de técnicas sin cambios y no se logran, no calificarlos de
considerar los aspectos existenciales de cada pa- fracaso sino de oportunidad para aprender.
ciente o lo que es lo mismo, trabajar un con-
• Escuchar cuales son las metas de la pa-
texto vacío. El proceso terapéutico tiene que de-
ciente, respetando sus creencias y a la vez
dicar gran parte de su tiempo a ampliar la
tratando de evaluar si dichas metas se basan
capacidad de auto-conocimiento de la paciente,
en distorsiones depresivas o percepciones
de tal forma que ella, al observar y comprender
realistas.
el sentido de sus conductas, transforme su ma-
nera de actuar y resuelva positivamente sus pro- • Cuando el tiempo pasa y la frustración por
blemas. Crear tácticas motivacionales y voliti- los no cambios se acrecienta, el terapeuta
vas. Flexibilizar su pensamiento. Ayudar a debe aceptar que emergen dentro de él emo-
detectar y expresar sus emociones. Enseñar for- ciones muy intensas que pueden afectar a
mas nuevas de afrontar su existencia que le per- su capacidad para atender y cuidar al pa-
mitan el control sobre otros aspectos de su vida. ciente, teniendo que contener el deseo de
Disminuir el miedo a la gordura y dejar de usar mostrarle una imagen de persona controla-
Dª. ROSA CALVO SAGARDOY / ACCIÓN PSICOLÓGICA, enero 2011, vol. 8, n.o 1, 35-56 53
dora, agresiva, poderosa, intransigente y de- y/o la distorsión corporal requieren de una ex-
sapegada. posición “en vivo” a las imágenes temidas.
(Cash, 1996; Jones et al., 1993). Un miedo muy
• Ello puede coincidir con el cansancio de la importante es, no tener tiempo ya de recuperar
familia que ve pasar el tiempo gastar y con el una relación sentimental, o la fertilidad.
escepticismo de otros profesionales que
cuestionan su calificación como terapeutas. Hay que ayudarla a moderar lo que desea,
Poder compartir esta situación con otros siente o piensa. El reconocimiento de que el
compañeros y mantenerse vivo a pesar de tiempo ha pasado y el enfrentamiento a todo lo
tanta desesperación es parte integrante del que ha perdido, puede producir una gran an-
tratamiento. siedad y potenciar los auto-castigos y las auto-le-
siones. Así que se le debe proteger la depresión y
• Aminorar su sufrimiento. Las técnicas de trascender los objetivos de un logro exclusiva-
relajación les ayudaran a aliviar tanta ten- mente material como la finalidad en la vida.
sión y será el comienzo de su aceptación Quizás ya no hay tiempo para el triunfo y la po-
personal. sesión de muchas cosas pero siempre hay tiem-
• En relación intima con el objetivo ante- po para encontrarse con uno mismo y desde ahí
rior, iniciar o aumentar su capacidad para poder establecer alguna relación de intimidad y
obtener un trato digno por ellas mismas, sus pertenencia.
familiares allegados o incluso desconocidos. En relación con este punto surge la necesi-
Que tengan derecho a defenderse cuando les dad que tienen todos los pacientes de larga
insultan, descalifican o se les niega el dere- evolución de encontrar apoyo social funcional
cho a existir como personas porque están que se han estructurado de la siguiente ma-
“así”. Este trabajo puede necesitar no sólo nera:
una reestructuración cognitiva sino un en-
trenamiento asertivo en toda la regla, con • Apoyo emocional afectuoso (recibir expre-
una gran cantidad de ensayo conductual. siones de afecto positivo, intensificarlas
comprensión empática y fomentar la expre-
Es muy importante estudiar y ayudar a sión de sentimientos)
afrontar los miedos que paralizan la decisión
• Apoyo de información (consejos, informa-
de mejorar. En mi experiencia el miedo mas in-
ción, guía o feedback)
validante es el de perder el control al iniciarse la
mejoría y aceptar comer. Si sus deseos han es- • Interacción social positiva (disponibilidad
tado petrificados es por algo y una de las razo- de otras personas para hacer actividades lú-
nes mas importantes es que no tienen la certeza dicas).
de que puedan controlarse una vez que se hayan
• Socialización: que tengan acceso a perió-
vivificado. La fuerza de los impulsos y la canti-
dicos y noticias actuales, la música del mo-
dad de deseos contenidos en estos años de en-
mento, los libros, la moda, los lugares de
fermedad producen la amenaza de los atraco-
ocio (cafeterías, discotecas, tiendas, muse-
nes, la gordura, el caos conductual y el descuido
os, librerías). Incluso consejos sobre como
del orden, el deber y las estructuras mentales.
cambiar el estilo de ropa, peinado y com-
Esta intensidad debe atenuarse con la propia
plementos.
relación terapéutica, incrementando el número
de consultas y contactos terapéuticos. La propia
teoría psicológica instará al terapeuta a utilizar
las técnicas adecuadas. Tratamiento a la familia
Los aspectos mas angustiosos pueden en- Es sorprendente observar que a pesar de los
frentarse con técnicas de manejo de ansiedad muchos años que han pasado y de los variados
tales como la de sensibilización sistemática: el tratamientos recibidos las relaciones familiares
miedo a ponerse gorda, a ser bulímica, a desa- permanezcan invariables. Tienen mucho miedo
rrollar sus formas corporales femeninas, a ser de relacionarse con su hija. Temen preocuparla
mas atractiva; a no atractiva. La insatisfacción y producirle conductas negativas que la empeo-
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ren. Debido a sus sentimientos de culpa sobre Solo así la mejoría dejará de ser inestable, con-
su papel en la gestación y desarrollo de la enfer- solidándose a pesar de las adversidades (resi-
medad experimentan muchas dificultades, co- liencia). Paralelamente, si la paciente presenta
locándose en una posición de sometimiento a atracones y conductas purgativas, deben de rea-
los dictámenes de la paciente. En muchas oca- lizarse las técnicas habituales para manejar las
siones debido a una gran angustia adoptan con- conductas patológicas asociadas al descontrol:
ductas de sumisión total a la hija, especialmente Normalización de las conductas alimentarias,
el padre. Es el síndrome del “padre taxista” que control de estímulos, exposición y prevención
al sentirse incapaz de negarse a los caprichos de de respuesta, etc. (Fairburn y Wilson, 1993; Cal-
comidas cada vez mas bizarras, entra en franco vo, 2002, 2008).
conflicto con la madre a la que ve como excesi-
vamente punitiva. La madre que como todos
los demás miembros familiares se encuentra Bibliografia
cansada y agotada, puede también someterse
pero conservando una posición de continua crí- Abbate-Daga, G., Gramaglia, C., Amianto, F; Marzola,
tica y descalificación hacia la hija, a la que per- E; Fassino, S. (2010). Attachment Insecurity, Per-
sigue con comentarios y señalamientos negati- sonality, and Body Dissatisfaction in Eating Di-
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Conviene establecer una fuerte alianza con
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para restaurarles e incluso iniciarles en el ejer-
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cicio de su autoridad en la casa. Es necesario sa-
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alianza y así mantener el poder que ha obtenido ting Disorders (2000). Practice guideline for the
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propio poder y que cuando los padres asumen
su responsabilidad y se atreven a limitarla le Berardis, D., Carano A., Gambi F., Campanella D.,
alivian de su gran ansiedad y pueden precipitar Giannetti P., Ceci A., Mancini E., La Rovere R.,
el inicio de su recuperación. No ha sido infre- Cicconetti A., Penna L., Di Matteo D., Scorrano
cuente ver en estos años como cuando por fin la B., Cotellessa C., Salerno R., Serroni N. and Ferro
madre se atreve a ser ella misma, pone limites a F.(2007). Alexithymia and its relationships with
las demandas de la paciente, tolera las tergiver- body checking and body image in a non-clinical
saciones de información que atentan a su ima- female sample Eating Behaviors. Vol 8, Issue 3,
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agresividad y criticas, la paciente encuentra en Blechert J, Ansorge U, Tuschen-Caffier B.(2010). A
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ciente la que los haga por ella misma. Lo que
importa ya no es un resultado rápido inmediato Beumont; E. M. Kopec-Schrader; W. Lennerts (1995).
y espectacular, sino los pequeños logros perso- Eating disorder patients at a NSW teaching hos-
nales. Que vaya manteniendo su comida y peso pital: A comparison with state-wide data Austra-
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