Actividad 4 AG Beowulf
Actividad 4 AG Beowulf
Actividad 4 AG Beowulf
Ángel Gutiérrez
4º año – Literatura
https://www.joebarcala.com/beowulf-video-sugerencia-lectura/
https://www.youtube.com/watch?v=JrsqdDyqECc
Lean el fragmento de la clase que dio el gran escritor argentino Jorge Luis Borges en la UBA en
su cátedra de Literatura Inglesa:
(…) Ahora, aquí estamos ante una costumbre, un prejuicio moderno que nos aleja del poema. Decimos hoy, o es mejor, hay la
idea de que un hombre valiente no debe ser jactancioso. Pensamos que todo jactancioso es como el miles gloríosus de la
comedia latina, que todo jactancioso es cobarde. Pero esa idea no existía en general en la antigüedad. Los héroes se jactaban
de sus hazañas y podían hacerlo. Al contrario, se animaban con ello. Puedo traer a colación las coplas de los compadritos de
principio de siglo en Buenos Aires, y creo que nadie pensaba que un hombre fuera cobarde porque dijera:
o:
y aquí en el milonguear,
o:
Pues bien, Beowulf se parecía a nuestros compadritos de Monserrat o del Retiro. Beowulf quería jactarse de su valor. Y eso no
hacía que nadie pensara que fuera cobarde. Para buscar un ejemplo más ilustre, tenemos la Ilíada, en la que los guerreros dicen
quiénes son y su reputación no peligra. Al contrario, aumenta. Es como un preludio necesario al combate, para entrar en calor
hacían estas cosas. Hasta podían insultarse también, podían acusarse de cobardía.
En el Beowulf, después del concurso de natación y lucha con monstruos marinos, todos se van a acostar, y todos duermen. Es
otro rasgo mal inventado: están esperando el ataque del ogro y sin embargo todos duermen tranquilamente y el único que está
despierto es Beowulf. Y Beowulf está desnudo, porque sabe que las armas no hieren al monstruo. Confía, además, en su fuerza
física. Esa fuerza es extraordinaria. El poeta nos dice que en su puño hay la fuerza de treinta hombres.
Luego llega el monstruo, que rodea el castillo y aunque la puerta está cerrada con fuertes cerrojos de hierro, la derriba,
sorprende al primer guerrero durmiente que tiene a mano y lo devora entero, crudo. Devora las manos y los pies también y
luego comete la imprudencia de acercarse a Beowulf. Y entonces Beowulf, que no se ha incorporado aún, toma la mano del
ogro y la rompe. Y luego se entabla una lucha entre los dos. Lucha en que, para mayor lucimiento del héroe, no participan los
otros. Y Beowulf, con la sola fuerza de sus manos —pensemos que estamos frente a un Hércules septentrional—, arranca el
brazo y el hombro del ogro. Y mientras pelean, gritan. Esto corresponde a la realidad (…) i
El kenning es una palabra islandesa que significa "descripción" y es empleada como un término para designar aquellos
compuestos descriptivos pictóricos o expresiones breves que pueden emplearse en lugar de la simple palabra normal.
Por lo tanto decir "Navegó sobre el baño de alcatraz" (ganotes baep) es emplear un kenning para el mar. Podríamos,
por supuesto, crear un kenning nosotros mismos, de hecho, todos ellos debieron en algún momento haber sido
producidos por algún poeta; pero la tradición del lenguaje poético inglés tiene un número limitado de kenning para
tales cosas como el mar, la batalla, los guerreros, etc.
La espada era la "Vara de la Ira"; el barco era el "Potro de la Ola"; los ojos eran las "Piedras de la Cara"; el pecho era
el "Asiento de las Carcajadas"; el río era la "Sangre de los Peñascos"; el guerrero era el "Teñidor de Espadas"; el
corazón era "La Piedra del Brío", la poesía era el "Licor de Odín"; el viento era "El Lobo de los Cordajes"; la cerveza era
"La Marea de la Copa" y un largo etcétera
Muy pronto los poetas y compositores descubrieron que la utilidad de las kenningar eran algo más que una
herramienta práctica de sustitución. Es decir, descubrieron la metáfora.
Las kenningar también se usan en la modernidad. Como curiosidad, quizá poca gente sepa que todos los títulos de la
saga de fantasía épica Canción de hielo y fuego, de George R. Martin, son kenningar. Por ejemplo: Festín de Cuervos
(un cadáver) o Tormenta de Espadas (una batalla). El título de El Señor de los Anillos, de Tolkien, también parecería
ser una kenningar: un Señor de los Anillos era un rey, no porque llevara un puñado de anillos en sus dedos, sino
porque los príncipes nórdicos obsequiaban anillos como recompensa por triunfos militares a sus lugartenientes iii.
i
https://borgestodoelanio.blogspot.com/2014/12/jorge-luis-borges-clase-3-el-beowulf-la.html
ii
iii
http://archivotolkien.blogspot.com/2016/06/las-kenningar-en-la-tierra-media.html