Ensayo Sector Forestal

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DESARROLLO DEL SECTOR DE PRODUCCIÓN FORESTAL EN COLOMBIA

DERLY YURANY LEON MIGUEZ

UNIVERSIDAD DEL TOLIMA


ECONOMÍA DE LOS RECURSOS NATURALES
FRANCISCO HERNANDO LEZAMA MARQUEZ

DICIEMBRE 2021
Las plantaciones comerciales se presentan como una alternativa proveedora de madera, ante
la demanda de productos maderables y ante el aprovechamiento indiscriminado y
comercialización de bosques naturales los cuales se han visto afectados por la intensa
deforestación, la cual acabó con 124.000 hectáreas de bosque natural en el año 2015. Según
el diario La República, en Colombia el 43 % de la madera utilizada es de origen ilegal, es
decir que los productores que la comercializan no cuentan con los permisos requeridos o muy
posiblemente se extrae de manera ilegal de selvas como es el caso de la amazonía.

Según PROFOR (2018), Colombia posee cerca de 24,8 millones de hectáreas aptas para la
implementación de plantaciones forestales comerciales, sin embargo, datos obtenidos del
ministerio agricultura dicen que el país cuenta solamente con más de 7,5 millones de
hectáreas útiles para el establecimiento de plantaciones en diferentes zonas del país; esta
diferencia de cifras puede deberse a que gran cantidad del área idónea para plantar podría
estar en lugares de difícil acceso o ser terrenos con relieves complejos que harían más
costosos los gastos de establecimiento y mantenimiento de las siembras. Aun así, a pesar de
la extensa área, muy poca se encuentra actualmente ocupada, por ejemplo, para el año 2016
en el país existía un área de entre 340 y 360 mil hectáreas empleadas para plantaciones con
especies como, pino, eucalipto, acacia y melina, siendo el pino la especie más abundante con
un aproximado de 108 mil ha.

Para el año 2018, el ministerio de agricultura en su “Boletín estadístico forestal” reportó


cifras de 516.461 ha; en junio del 2019 se presentó la cifra más alta en los últimos cuatro
años, con un total de 568.767 ha; sin embargo para diciembre de ese mismo año el dato fue
de 520.522 ha. Esta cifra aumentó para el año 2020 con 540.430 ha; en cuanto al año 2021,
se tiene registro de 523.255 ha de plantaciones forestales; estos datos nos muestran que,
actualmente el área de siembra ha aumentado en un 1.31% respecto al 2018, esta cifra es baja
comparada con la enorme capacidad de siembra existente en el país.

La distribución de área por núcleos productivos en el país se muestran de la siguiente manera:


El Eje cafetero posee cerca del 40% del total de plantaciones, seguido de la Orinoquia con
31%, el Caribe con el 15% y otras regiones aportan únicamente el 14% al sector forestal
(Ministerio de agricultura, 2021).

Aunque la cantidad de plantaciones ha ido elevándose en los últimos años, se estimó


mediante la proyección de oferta y demanda que para el año 2035, el déficit en el
abastecimiento de madera del país será de 4,3 millones de m3, esto es alarmante, ya que nos
veríamos obligados a importar mayor cantidad de materia prima; dada la situación actual del
sector forestal, Marín & García (2020) sugieren que, “El desarrollo de las plantaciones
comerciales en Colombia ha sido subóptimo dada la baja productividad y competitividad del
sector forestal en el país, lo cual ha evitado un completo aprovechamiento de los diferentes
tipos de beneficios en términos económicos y ambientales que ofrecen este tipo de
proyectos”.
Entre las posibles causas del bajo progreso en el sector forestal se encuentran: el conflicto
armado interno, que impide el acceso a terrenos e imposibilita la instauración de proyectos; el
bajo presupuesto destinado el sector, esto disminuye la producción de madera de alta calidad;
la baja calidad de la madera; déficit de la materia prima, lo que conlleva a una alta en los
precios de la madera; precios elevados; áreas de siembra dispersas (algunas de difícil acceso);
falta de infraestructura vial, y por último, la falta de alianza entre productores y
transformadores.

Algunas de las medidas a las cuales es posible recurrir para ampliar la productividad no solo
de madera como materia prima, sino de productos elaborados, son: Ampliar las áreas de
plantación, invertir en investigación y educación de las comunidades con el fin de capacitar
personal por medio de conocimientos técnicos, mejorar la productividad haciendo mejores
usos de suelo y de herramientas que faciliten el avance de proyectos forestales, crear
organizaciones de pequeños productores, esto ayudará a manejar de forma más eficiente los
recursos; invertir en nuevas tecnologías que permitan el mejor aprovechamiento de las
plantaciones y la realización de infraestructura que permita ampliar las conexiones regionales
que facilite el transporte de madera.

De la misma forma, la socialización de buenas prácticas silviculturales, que causen bajo


impacto ambiental pueden influir de manera positiva en el desempeño del sector, pero esta
práctica debe ir acompañada de otras estrategias, como la selección de especies nativas, que
sean adecuadas para los respectivos sitios de siembra, la implementación de técnicas de
mejoramiento genético que abra paso a especímenes con mejores cualidades fenotípicas
aumentando el rendimiento por hectárea plantada.

No cabe duda de que las alternativas mencionadas anteriormente ayudarían a disminuir el


déficit de madera para el 2035, sin embargo, el desarrollo forestal se puede apoyar desde
otras perspectivas y sectores, como por ejemplo, el aumento de la demanda de materia prima
y productos maderables en el país, ya sea desde los hogares para uso energético (leña y
carbón vegetal), o desde sectores como la producción muebles, donde se pueden implementar
tecnologías que permitan optimizar los procesos y mejorar la calidad de productos
terminados; pulpa y papel, en el cual es posible ampliar y establecer un sistema de reciclaje,
el cual disminuiría la demanda y la necesidad de importaciones de pulpa de madera; uno de
los sectores en el país que demanda la mayor cantidad de madera, es el de construcción, sin
embargo dado la alza de precios se ha visto obligado a buscar materiales sustitutos, como el
hierro; una solución que se puede tomar ante este problema, es promocionar el uso de la
madera, junto con sus ventajas y variedades, buscando su implementación en futuras
construcciones.

Pero ahí no acaba la problemática; en Colombia, las micro y pequeñas empresas generan
alrededor de 20 mil empleos, esto indica que generan la mayoría de la mano de obra del
sector forestal. Actualmente las MYPEs presentan algunos desafíos, como lo son: la amplia
competencia con grandes empresas, la baja variedad de oferta de madera, la baja oferta de
maderas provenientes de especies nativas, maderas de calidad no apta para pisos o muebles,
la desvinculación de las microempresas, la poca presencia de industrias de transformación, la
demanda de maderas de buena a calidad a bajo precio por parte de clientes extranjeros , la
competencia con productos importados, tecnología obsoleta que impide la producción de
mejores calidades y poco personal capacitado.

Evidentemente la acción individual de las micro y pequeñas empresas las somete a un


estancamiento productivo, es por esto que se resalta la enorme necesidad de implementar
redes productivas en el país donde todos los productores del sector obtengan beneficios
económicos, no solo por el gran aporte al producto interno bruto (PIB) del país sino también
en la generación de empleos, es decir, tomando en cuenta estas acciones se puede ver una
disminución de la tasa de desempleo actual.

Cabe considerar, por otra parte que una de las actividades económicas que aportan al aumento
del producto interno bruto del país son las exportaciones de madera y productos elaborados,
sin embargo, a pesar de exportar grandes cantidades de muebles y pulpa de madera a países
vecinos de américa latina, y en el continente asiatico como India y China, Colombia no está
fuertemente ligado a grandes mercados,como lo son, Japón, estados unidos y Vietnam, esto
debido a que, demandan maderas de mejor calidad y son abastecidos por una competencia
muy alta. Dentro de este orden de ideas se debe aumentar la producción de madera comercial,
teniendo en cuenta las maniobras mencionadas con anterioridad, primero para suplir la
demanda nacional, esto llevaría a disminuir la cantidad de importaciones. Una vez suplida la
demanda nacional, se puede invertir en el aumento de las exportaciones, influyendo en
mercados más exigentes, para lograrlo es posible empezar desde eventos internacionales,
donde se muestre el potencial del país, la amplia variedad de productos y capacidad de
producción del sector forestal, con la finalidad de encontrar clientes potenciales que inviertan
en el crecimiento del país.

Con respecto a temas ambientales, aunque las plantaciones comerciales no aportan


biodiversidad, estas al ser objeto de aprovechamiento, evitan que se talen árboles
provenientes de bosques naturales, es decir, indirectamente protegen los ecosistemas, además
mantienen estable la demanda de madera al presentar ciclos cortos de producción, también
actúan como grandes capturadores de carbono. Por otro lado, la madera proveniente de
siembra, se puede usar en construcciones sustituyendo materiales contaminantes como el
hormigón y el cemento, es por este motivo que puede ser incluida en proyectos de vivienda.

En relación con el avance que se plantea para el sector forestal, se debe tener en cuenta la
situación actual del marco institucional y legal, pues por el momento una de las causas de
que impiden el crecimiento de este son: la falta de instituciones que regulen y fomenten la
actividad de siembra de plantaciones de uso comercial, según PROFOR (2018), en el país la
única entidad que hace un trabajo relacionado con esto es la Dirección de cadenas agrícolas y
forestales MADR, sin embargo su enfoque es hacia cadenas agrícolas. Otro punto importante
es el monitoreo y control de la legalidad de madera movilizada en el país; en la actualidad la
entidad encargada de esta actividad es el ICA (Instituto nacional agropecuario), el cual ejerce
con muchas limitaciones para llevar registros y expedir certificados que permitan la
legalidad de pequeños productores en todo el territorio nacional.

En conclusión, Colombia tiene un alto potencial que puede ser aprovechado para aumentar la
instalación de plantaciones comerciales que permitan suplir la demanda nacional de madera,
mitigar el deterioro de los bosques naturales a causa de la tala ilegal de árboles, incorporar al
país en grandes mercados internacionales donde pueda comercializar no solamente con
materias primas, sino también con productos elaborados, donde le sea posible cobrar el valor
agregado permitiéndole un mayor ingreso de recursos monetarios. Es claro que para obtener
estos beneficios es necesaria una inversión presupuestal y la implementación de estrategias
que permitan aumentar la producción de productos maderables, estrategias como la creación
de organizaciones de pequeños y grandes productores donde todos se beneficien con la
ampliación y fortalecimiento del sector forestal; Por otra parte la generación de nuevos
empleos significaría un progreso nacional, ya que disminuirían problemáticas sociales que
trae consigo el desempleo. Se espera entonces que se logren implementar todos y cada uno de
los planteamientos y soluciones propuestas con anterioridad con el fin de apoyar el futuro del
país, desde el sector forestal.

BiBLIOGRAFÍA

PROFOR. (2017). Plantaciones forestales con fines comerciales en Colombia:


Oportunidades y Desafíos. Bogotá, Colombia.

Ministerio de agricultura (2021). Boletín estadístico forestal septiembre. Recuperado de


https://www.forestalmaderero.com/wp-content/uploads/2021/11/BOLETIN_FORESTAL_SE
PTIEMBRE_COLOMBIA.pdf

Ministerio de agricultura (2021). Boletín estadístico forestal marzo. Recuperado de


https://fedemaderas.org.co/wp-content/uploads/2019/07/BOLETIN_FORESTAL_MARZO_
WEB.pdf

Alfonso K. (2017, 22 de abril). Más de 40% de la demanda de madera de la industria


proviene de plantaciones ilegales.LA REPUBLICA. Recuperado de
https://www.larepublica.co/economia/mas-de-40-de-la-demanda-de-madera-de-la-industria-pr
oviene-de-plantaciones-ilegales-2499721

Marín Parra, N. M. & Garcia L(2020). Plantaciones comerciales en Colombia: Mas allá de
los métodos de financiación tradicionales (Bachelor's thesis, Uniandes).

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