Unidad 2

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UNIDAD 2.

EDUCACIÓN EN LA ANTIGÜEDAD
MAPA CONCEPTUAL

Educación en la
Antigüedad

Egipto Grecia Roma

Oratoria y
milicia, Homero vs Aculturación
“decir y Hesíodo; épica griega
hacer” aristocrática vs
trabajo del pueblo

Homero vs Educación
Hesíodo; épica pública
aristocrática vs
Padre y
trabajo del pueblo
escriba
como
educadores

Educación integral:
música, matemáticas,
poesía, filosofía,
educación física
INTRODUCCIÓN

Como vimos anteriormente, el historiador ha clasificado la historia de la


humanidad en varias etapas o edades. Antes de la Antigüedad, existe la
etapa conocida como la Prehistoria, que se estima su inicio desde hace 3 o
4 millones de años y concluye hacia el año 5 mil a. C. En esta primera etapa,
el hombre no conoce la vida en sociedad, sino que vive en pequeñas
familias o grupos que se dedican a la pesca, la recolección o la caza. Son
años en los que el hombre vive al día. Si tuvieron suerte y encontraron un
mamut, los hombres más hábiles del grupo deberán ingeniárselas para
cazarlo. Si fracasan, tendrán que seguir buscando alimento, pero si lo
logran, tendrán comida para unas tres o cuatro semanas. En ocasiones
menos afortunadas, transcurrirán sus días vagando por kilómetros y
kilómetros de tierras desconocidas, climas cambiantes y traicioneros, días
de voluptuosidad y días de escasez, la muerte de uno o dos miembros del
grupo que no resistieron las caminatas interminables o la lluvia torrencial de
la que no pudieron cubrirse.

Con el paso de los años, el hombre fue multiplicándose y poblando el


planeta. En algunas regiones, como en el Medio Oriente, se concentraron
muchos grupos humanos, mientras que en otras como en América,
quedaron muy alejados entre sí.

El hombre fue aprendiendo a mejorar sus técnicas de supervivencia.


Los primeros intentos por cazar a un mamut seguramente fracasaron, pero
después de varios intentos, algún hombre inteligente observó que si
acorralaban al mamut (tal como lo hacen los lobos cuando cazan a su presa)
las probabilidades para cazarlo aumentaban. Fue así como los grupos
humanos aprendieron que al trabajar en equipo, en sociedad, era más
probable que consiguieran más alimento, en vez de trabajar individualmente.
Además de las técnicas de caza, aprendieron a utilizar utensilios para cortar
la carne, y éstos a su vez mejorarlos: primero utilizaron una piedra filosa
como las que existen en los ríos y en las costas, después, a esa misma roca
le dieron forma de pedernal o cuchillo. El hombre, también aprendió a
convivir en sociedad. En un principio sólo los más fuertes sobrevivían, pero
con el tiempo, los más inteligentes fueron quienes mejor se adaptaron al
medio, pues volviendo al ejemplo del mamut, tenían más éxito quienes
diseñaban una estrategia de caza, que un hombre fuerte e iracundo.

En estos albores de la humanidad, es posible encontrar los primeros


atisbos de educación. En cuanto se aprendía una nueva técnica de caza o
perfeccionamiento de algún utensilio, este conocimiento se transmitía a las
siguientes generaciones, quienes lo aprendían mediante la observación, el
ensayo y el error. La técnica de enseñanza era rudimentaria pero efectiva:
personalizada y práctica.

Después de muchos años de evolución y aprendizaje, los grupos


fueron más numerosos y más organizados, hasta convertirse en complejas
sociedades con una división del trabajo completamente organizada. Para el
estudio de estas primeras sociedades con una división clara del trabajo, la
historia inició un nuevo periodo: la Antigüedad.
2.1. ANTIGUO ORIENTE

2.1.1. Panorama histórico de las culturas del Antiguo Oriente

La Antigüedad (5000 a. C. – siglo V d. C.) abarca una gran variedad de


culturas: mesopotámicos, egipcios, chinos, indios (India), fenicios, hebreos,
árabes, indios americanos, persas, griegos y romanos. Por supuesto, cada
cultura tiene sus rasgos específicos, como los egipcios con sus pirámides y
jeroglíficos, los chinos con sus majestuosos palacios y su particular
escritura, los indios americanos con sus pirámides escalonadas y su
vestimenta de plumas, por poner algunos ejemplos. Además, las culturas
antiguas no existieron al mismo tiempo. Por ejemplo, los egipcios
construyeron las famosas pirámides de Giza alrededor del 2500 a. C., el
Partenón griego cerca del año 447 a. C., mientras que la Pirámide del Sol en
Teotihuacán alrededor del año 100 d. C. Sin embargo, a pesar de las
diferencias entre cada cultura, existen características generales que todas
ellas tienen en común.

En cuanto a la producción económica, todas las culturas dominaban


la agricultura y la ganadería (excepto los indios americanos, que no
conocían el ganado), practicaban el comercio, utilizaban los metales (en
América, únicamente se utilizaban con fines ornamentales) y la alfarería.
Además, todas las culturas tenían una compleja red de comunicaciones, por
medio de carreteras y rutas marítimas. En general, todos los productos que
se comerciaban eran para consumo local.

Las sociedades se organizaban por tres principales estratos sociales:


la clase gobernante, los hombres libres y los esclavos. La clase gobernante
estaba compuesta por políticos y sacerdotes, éstos dirigían los destinos de
la nación y eran considerados seres divinos. Los hombres libres o semilibres
eran los ciudadanos, quienes pagaban tributos estaban al servicio del rey.
Por último, estaban los esclavos, quienes casi siempre eran extranjeros y no
tenían ningún tipo de libertad y eran considerados propiedad de su amo,
quienes podían ser los hombres libres, los políticos o los sacerdotes.

La organización política era teocrática, es decir, el rey legitimaba su


mando, porque se le consideraba un descendiente directo del dios de cada
cultura. Mientras que los sacerdotes, si bien no eran tan sagrados como el
rey, eran muy importantes, ya que eran quienes interpretaban los textos
sagrados o cualquier tipo de elemento mágico-religioso.

En cuanto al ámbito religioso y cultural, los sacerdotes eran


considerados los más sabios y únicos capaces de interpretar las señales
divinas. De tal suerte, la labor de éstos era estrictamente intelectual, por lo
que despreciaban el trabajo físico, considerado indigno y exclusivo de
hombres libres y esclavos. La religión se caracterizaba por ser politeísta, es
decir, se creía en muchos dioses, quienes por lo regular tenían
características humanas o correspondían con fenómenos naturales. Por
ejemplo, los dioses griegos se caracterizaban por tener las mismas pasiones
que los humanos: se enamoraban, se vengaban de algún enemigo
traicionero, robaban, mataban o se entregaban a placeres mundanos como
el vino y la gula. Por su parte, los dioses mesoamericanos correspondían
con los fenómenos naturales, como el dios del sol, de la luna, de la lluvia,
etcétera.

En el caso específico de las culturas del Antiguo Oriente


(Mesopotamia, Egipto, Fenicia y Persia) la cultura que más influyó a las
culturas occidenteales, Grecia y Roma, fue la egipcia. De hecho, a diferencia
del resto de las culturas orientales, la egipcia fue la única que perduró hasta
ya iniciada la Edad Media, de ahí su importancia e influencia con la cultura
occidental.

En ese sentido, la historia de la educación antigua suele concentrarse


en la educación egipcia, ya que algunos aspectos de su cultura y educación
se conservaron en las tradiciones grecolatinas, las cuales conservamos hoy
en día y nos ayudan a comprender los orígenes de nuestra tradición
educativa.
La historia de Egipto se divide en tres largos periodos: Antiguo Reino
(5000 – 3000 a. C.), Reino Medio (2160 – 1680 a. C.) y Nuevo Imperio (1580
– 525 a. C.). Posteriormente, vendrían sendas conquistas: persas (525 a.
C.), griegos (332 a. C.), romanos (30 a. C.) y árabes (634 – 644 d. C.). Cada
imperio que conquistó el territorio egipcio impuso su dominio político, hasta
que con la conquista árabe, el Islam se impuso como religión transformando
radicalemente aquel Egipto faraónico en el Egipto actual, un país árabe y
musulmán.

La estratificación social de los egipcios estaba regida por el faraón, la


nobleza, los campesinos y artesanos, y por último, los esclavos. El faraón
era considerado una deidad en la Tierra, a diferencia de los reyes
medievales, quienes eran considerados “elegidos por Dios”, el faraón era
Dios mismo en la Tierra, la reencarnación de Ra, dios del Sol, el más
poderoso de los dioses. Los sacerdotes y funcionarios al servicio del faraón
constituían la nobleza, quienes se encargaban de las cuestiones
administrativas y políticas del reino. Otro sector importante de la nobleza lo
constituían los escribas, que eran los únicos que conocían la técnica de la
escritura, que al ser considerada sagrada, tenían un status social mucho
más alto que el resto de los oficios. Por su parte, los campesinos y
artesanos constituían el grueso de la población, eran los súbditos del faraón.
Campesinos y artesanos se dedicaban a trabajos físicos: la agricultura, la
ganadería, la herrería, la milicia (que en tiempos de guerra, se transformaba
en uno de los sectores más importantes) y la alfarería. Por último, los
esclavos constituían la mayoría de los hombres que habitaban el Egipto
antiguo, aunque éstos no eran considerados egipcios. Los esclavos, en su
mayoría extranjeros procedentes de Nubia hacia el sur de Egipto, trabajaban
en las condiciones más duras: trabajo físico continuo, sin libertad,
abandonados al capricho de sus amos.

La religión egipcia era antropomorfa, es decir, sus deidades tenían


características humanas y animales a la vez; por lo regular, tenían cuerpo de
hombre y cabeza de algún animal. Los egipcios creían en la vida después de
la muerte, es por esto que le daban una gran importancia a los ritos
funerarios.

Los egipcios son muy conocidos por sus depuradas técnicas de


momificación y construcciones piramidales. La razón por la que esta cultura
avanzó tanto en este ramo, se debe a que tanto las momias como las
pirámides estaban relacionadas con los ritos después de la muerte. La
momificación tenía la finalidad de preservar el cuerpo del difunto la mayor
cantidad de tiempo posible, mientras que las pirámides eran espectaculares
tumbas en las que los faraones eran enterrados.

En general, los egipcios desarrollaron notablemente la escritura


jeroglífica, las matemáticas y la astronomía. Los textos y otro tipo de fuentes
históricas que se han recuperado, nos hablan sobre cómo se educaba a la
gente en aquellos años.

2.1.2. Formas y áreas de conocimiento de la educación egipcia

Egipto era una cultura que cultivaba diversos saberes como la agricultura, la
astronomía y las matemáticas. Esto lo sabemos por la orientación de las
construcciones, en las que las pirámides coinciden con la posición de las
estrellas, o bien, por los restos de los canales y sistemas de irrigación en las
orillas del río Nilo. Sin embargo, no existen fuentes que nos revelen cómo
era la educación de este tipo de conocimientos. Lo más probable es que
existieran dos tipos de escuelas, una dedicada a los sacerdotes, quienes
enseñarían conocimientos astronómicos y matemáticos, y otra escuela para
el aprendizaje artesanal, en la que se enseñarían oficios menores como la
agricultura o las artes militares. En contraste, existen muchas fuentes sobre
la educación de las clases dominantes, que se enfocaba a la formación
política. Estas fuentes nos permiten apreciar cómo era el carácter de la
enseñanza en el Antiguo Egipto.

Las fuentes más antiguas sobre la enseñanza egipcia se remontan al


siglo XXVII a. C., es decir, alrededor del año 2600 a. C., ¡hace más de 4000
años! En estos papiros, se aprecian una serie de preceptos morales,
convenciones sociales y modos de vida que todo político egipcio debería
tener. Estas enseñanzas se expresan de padre a hijo, aunque no
necesariamente era una enseñanza limitada al seno familiar, sino que el
maestro solía llamar a su discípulo “hijo”. Este carácter familiar de la
enseñanza refleja el carácter de la enseñanza antigua, en la que los
conocimientos se transmiten de generación en generación, es decir, por
transmisión oral.

En el papiro de la Enseñanza para Kaghemi, escrita entre el 2654 y el


2600 a. C., el visir se dispone a enseñar a sus hijos y les dice: “todo lo que
está escrito en este libro, escúchenlo tal como les he dicho. No olviden nada
de lo que ha sido ordenado. Entonces ellos se postraron con el vientre en el
suelo y lo recitaron en voz alta como estaba escrito, y aquello fue más
hermoso para su corazón que cualquier otra cosa en el mundo”.8 En este
fragmento, se aprecia una enseñanza memorística, en la que los alumnos
deben guardar una estricta disciplina para recitar las enseñanzas del
maestro, en este caso su padre.

La autoridad del enseñante era absoluta. Así lo muestra este


fragmento del noble Ptahhotep: “Si eres un hombre de cualidad, forma un
hijo que pueda estar a favor del rey... Inclina la espalda ante tu superior y tu
intendente en el palacio real... Es malo para quien se opone a su superior...
Es útil escuchar para un hijo que escucha, y quien escucha se convierte en
un hombre obediente. Educa en tu hijo a un hombre obediente”.9

En la época egipcia, no existía una percepción negativa hacia el


castigo físico. En realidad, la prohibición e ilegalidad del castigo corporal en
la enseñanza es una prohibición reciente, que surgió en la segunda mitad
del siglo XX. Por lo tanto, no resulta extraño encontrar recomendaciones de

8
Mario Alighiero Manacorda, Historia de la educación I, p. 19.
9 Ibid., p. 24.
castigo corporal como: “No pases un día de ocio, o serás golpeado. La oreja
del muchacho está sobre su espalda; escucha cuando es golpeado”. 10

En cuanto al contenido de las enseñanzas, muchas de ellas son


refranes. En todas las sociedades en las que la escritura no está
generalizada, las personas recurren a la sabiduría popular que ha sido
transmitida por generaciones. Este es el caso del Egipto Antiguo, en la que
se observan una serie de preceptos morales y de conducta. Existen refranes
de índole universal, como: “Si te sientas con un goloso, come cuando su
deseo haya pasado. Si bebes con un borracho, bebe cuando su corazón se
haya saciado...”.11 Además, existen enseñanzas morales sobre la
superación y la familia: “Enmiéndate ante tus ojos. Procura que no te
enmiende otro... Funda un hogar: cásate con una mujer fuerte, te nacerá un
hijo varón. Construye una casa para tu hijo... Ten una sepultura digna.
Intenta adquirir una propiedad de tierras que reciban la inundación...”. 12

Otro aspecto importante de la educación de los políticos egipcios era


la oratoria. Un político egipcio, debía mostrar ante la gente la dignidad de un
noble, la dignidad de un familiar o una persona cercana al faraón, quien era
el dios Ra en la Tierra. Por lo tanto, era muy importante, que los políticos
manejaran correctamente el arte de la palabra, para convencer y dominar a
su gente. Por ejemplo, existen papiros sobre un noble egipcio de nombre
Ptahhotep quien instruía así a sus discípulos: “Si su boca procede con
palabras innobles, debes domarlo, en cuanto a su boca, completamente... La
palabra es más difícil que cualquier otro trabajo, y su conocedor es aquel
que sabe usarla a propósito. Son artistas aquellos que hablan en el
consejo... Vean todos que son ellos los que aplacan a la multitud y no se
obtienen riquezas sin ellos...”.13 La oratoria para los egipcios tenía además,
un fin pragmático: el convencimiento de la gente para trabajar en

10 Ibid., p. 51.
11
Ibid., p. 20.
12 Ibid., p. 21.
13 Ibid., p. 22-23.
condiciones adversas, es por ello que Ptahhotep señalaba que sin la oratoria
“no se obtienen riquezas”.

La escritura era otra área importante en la educación de élite. En el


Antiguo Egipto, existía una separación entre la oratoria y la escritura. La
primera se enseñaba a los políticos, quienes tendrían un trato constante con
la gente, por lo que el arte de hablar y convencer era esencial para sus
actividades. Por su parte, la escritura era considerada una técnica material,
una forma de registrar los actos oficiales, por lo que esta técnica requería un
trabajo especializado que combinaba las habilidades intelectuales con las
artesanales. La separación de la escritura con la oratoria, se debe en buena
medida, a la dificultad de la escritura egipcia. A diferencia de la escritura
moderna, que se compone por un alfabeto que representa en signos gráficos
los sonidos de la palabra hablada, la escritura egipcia era jeroglífica. Los
jeroglíficos, además de representar el habla en forma gráfica, también
incluían imágenes que debían interpretarse. En términos modernos,
podríamos decir que un escriba egipcio además de expresar sus ideas por
escrito, tenía que ser un buen dibujante.

La tarea del escriba era muy particular. Como los textos eran
considerados sagrados, éstos rara vez salían del palacio, por lo que los
escribas solían ser personajes cercanos al faraón. En ese sentido, además
de ser el encargado de leer, interpretar y escribir en los papiros, también se
encargaba de la instrucción de los hijos del faraón o una serie de tareas que
en aquella época eran consideradas de gran prestigio y dignidad.

La educación física también jugaba un papel importante en la


educación de las élites egipcias. Se enseñaban actividades de diversa
índole, como defensa personal, natación y ejercicios gimnásticos. Esto lo
sabemos, gracias a los escritos del griego Diodoro Sículo, quien describe
que a los egipcios que entrenaban físicamente “no se les permitía tomar
ningún alimento por la mañana antes de haber cubierto una carrera de 180
estadios;  iban creciendo, en cuanto al cuerpo, como gallardos atletas y,
en cuanto al espíritu, como hombres capaces de mandar, porque habían
sido educados de la mejor manera y a través de las actividades más
adecuadas”.14

Por último, la educación militar, a diferencia de las otras áreas del


conocimiento, no era exclusiva para las élites. La razón es hasta cierto punto
obvia. La guerra implica el riesgo de morir, por lo que los hombres que se
destinaban para las empresas más difíciles y riesgosas, eran gente del
pueblo. En contraste, los generales y líderes militares solían pertenecer a
una familia de origen noble.

2.1.3. El espacio de la educación

Dado que las fuentes que existen sobre la educación egipcia se refieren casi
exclusivamente a la enseñanza de las élites, se infiere que el primer espacio
de la educación, es decir, las primeras escuelas, estarían dentro del propio
palacio del faraón. En ese sentido, las primeras escuelas egipcias se
encontraban en los palacios.

Se puede hablar de una escuela cuando existe un espacio exclusivo


para la educación, que además tiene un orden sistematizado e
institucionalizado. En la Enseñanza para Merikara, quien era el hijo del
faraón Khety II, hacia el año 2000 a. C., se aprecian una serie de
indicaciones del faraón que nos permiten imaginarnos cómo eran estos
espacios reservados para la educación: “Instruye a tu corte sobre la estera:
un rey sabio es una escuela para los nobles”.15 Con esta pequeña oración,
es posible imaginarse al maestro sentado sobre una estera, con todos los
alumnos a su alrededor. Si bien, no existen papiros o piezas de cerámica
sobre las escuelas, sí existen representaciones gráficas en otras culturas del
Medio Oriente, en los que se aprecia al maestro en una estera con los
alumnos a su alrededor. Por lo tanto, es muy probable que así fueran las
escuelas egipcias.

14 Ibid., p. 47.
15 Ibid., p. 30.
La escuela egipcia también servía de resguardo de los rollos de
papiro, que eran el equivalente de los libros de la actualidad. El desarrollo de
la escritura egipcia, refleja la complejidad y refinamiento de su cultura, pues
los conocimientos no sólo se transmitían por medio de la transmisión oral
como en las culturas arcaicas, sino que además, eran capaces de conservar
el conocimiento en los rollos de papiro. La importancia de los rollos en la
labor educativa se refleja en el papiro Westcar, en el que se narra como el
faraón invita a un sabio a su palacio, quien acepta la invitación con la
siguiente petición: “Proporcióname una barca que me transporte a mí, a mis
hijos y mis libros”.16

El alto valor cultural a los libros era similar al que se le da en la


actualidad a los textos escritos por grandes autores: “han convertido los
escribas en sus herederos los libros y enseñanzas que nos han dejado.
Hicieron del rollo de papiro un sacerdote; de la paleta de escuela su hijo
querido. Las enseñanzas son sus pirámides, el cálamo es su hijo, la tablilla
de piedra su esposa; del más grande al más chico todos se han procurado
hijos... Y su nombre ha perdurado por los libros que han escrito...”.17

Los temas tratados en los rollos de papiro reflejan la concepción del


universo de los egipcios. Entre el año 1750 a. C. y 1100 a. C., los egipcios
elaboraron una Onomástica, que es un libro similar a los diccionarios y a las
enciclopedias. En este rollo, se aprecian todas las áreas del conocimiento
que interesaban a los egipcios: cielo, agua, tierra, oficios, profesiones,
clases sociales, tribus, tipos de seres humanos, ciudades egipcias, tipos de
edificios, tipos de tierra, terrenos agrícolas, cereales y otros productos,
ganado, bebidas, etc.

Por último, existe otro espacio de la educación, que serían los


hogares egipcios. Gracias a una serie de textos griegos, conocemos ciertos
aspectos sobre la educación del pueblo egipcio, la cual se llevaba a cabo
dentro de una dinámica familiar. El filósofo griego Platón señalaba: “La

16 Ibid., p. 45.
17 Ibid., p. 49.
multitud restante de los egipcios aprende desde la edad infantil de sus
padres y parientes los oficios que ejercerá en su vida. Les enseñan a leer y
escribir un poco, no a todos, sino a los que se dedican a un arte”. 18 Como
puede verse, el padre enseñaba al hijo. Por ejemplo, si el padre era
campesino, enseñaba el oficio al hijo mediante la práctica. De tal suerte,
podemos imaginarnos al hijo acompañando todos los días al padre,
ayudando primero con tareas sencillas y conforme aprende el oficio, recibe
responsabilidades mayores hasta llegar a la edad madura.

2.1.4. Educación y sociedad

Las culturas de la Antigüedad, como la egipcia eran sociedades


absolutamente jerarquizadas, en ese sentido no es extraño que la educación
se reservara a las élites. En la cima de la pirámide social se encontraba el
faraón y todos sus hombres de palacio, como los nobles y los sacerdotes.
Sólo estos hombres recibían el beneficio de la educación, que abarcaba una
serie de normas de conducta y aspectos cívicos, la oratoria, la escritura y la
educación física. Por supuesto, también debieron existir áreas
especializadas, como la ingeniería y la astronomía, aunque éstas, también,
sólo estaban reservadas para las elites. En cuanto al resto de los egipcios
(sin contar a los esclavos quienes no eran considerados ciudadanos y por lo
regular, eran extranjeros), sólo sabemos que su educación se limitaba al
seno familiar, una enseñanza que se transmitía de padre a hijo, de
generación en generación.

ACTIVIDADES DE APRENDIZAJE

1. En equipos, elaboren una línea del tiempo ilustrada sobre el panorama


histórico de la Antigüedad.

18 Ibid., p. 61.
2. En equipos, preparen una exposición sobre la educación egipcia. Cada
equipo deberá exponer un subtema.

3. Elabora un cuadro sinóptico en el que expliques la función del padre, del


escriba y del retórico en la educación egipcia.

4. Con ayuda de tus compañeros y del profesor, respondan a las siguientes


preguntas: ¿Por qué en el Antiguo Egipto el “hacer y el decir” eran las
habilidades más importantes a aprender? ¿Cuáles serían las habilidades
que interesan a la educación en la actualidad? ¿Por qué?

2.2. GRECIA

2.2.1. Panorama histórico de la Grecia antigua

La historia de la Grecia antigua abarca del año 1800 a. C. al siglo III a. C.


Sus características geográficas no son homogéneas, pues debe tomarse en
cuenta la Grecia continental o Macedonia y la Grecia marítima, que
comprende las islas del mar Jónico, el Peloponeso, el mar Egeo, Creta y
Asia Menor. Además, los griegos colonizaron algunas regiones del sur de
Francia, España y el norte de África. El clima de la región griega es
mediterráneo, con veranos secos y cálidos e inviernos húmedos y tibios.
Dadas las características de la región, se dedicaban a la pesca del atún y al
cultivo del olivo y la vid.

Los primeros habitantes del territorio griego fueron los cretenses.


Durante este periodo, el territorio griego recibió influencias egipcias y de las
culturas del Asia Menor. Además, se trabajan los metales como el cobre y el
bronce. Los griegos se caracterizaron por ser grandes navegantes. En un
principio, lograron forjar grandes ciudades como Cnosos, Micenas y Troya,
esta última de gran importancia comercial. En este periodo la religión era
íntima, es decir, casi no existían templos para sus dioses, aunque ya se
practicaban rituales con toros y sacerdotisas, que a la postre serían dos
elementos característicos de los rituales griegos.
Posteriormente, en la Grecia arcaica, entre el año 1800 y 1100 a. C.
se establecieron una serie de grupo que se consideraban a sí mismos
griegos, pero cada cual tenía su propia patria: aqueos, dorios, macedonios,
jonios y eolios. Los aqueos fueron quienes protagonizaron la conquista de
las ciudades cretenses, la más famosa, la guerra de Troya, hacia el año
1200 a. C. Los dorios por su parte conquistaron la región del Peloponeso,
donde se encontraba Esparta, la ciudad principal. En cambio, los jonios se
establecieron en Ática y Atenas. Durante esta época primitiva, Homero (s. IX
a. C.) recogió una serie de cantares de la tradición oral, para formar la Ilíada
y la Odisea, principales obras literarias de la cultura Occidental. Hacia el
siglo VIII a. C. se han encontrado vestigios de una fuerte migración griega,
en la que se expandieron y colonizaron el Egeo, Asia Menor, el mar Negro,
el norte de África, el sur de Francia, España e Italia.

Cada ciudad griega tenía un Estado propio, es decir, nunca existió


una unidad política griega, pero los identificaba la lengua y la religión. Un
ejemplo de este panhelenismo se aprecia en los Juegos Olímpicos, evento
en el que todos los estados griegos se reunían aunque estuvieran en guerra.
En general, las ciudades griegas de este periodo las encabezaba un rey que
a su vez, fungía como jefe militar, juez y sacerdote. Por otro lado, gracias a
sus actividades comerciales, entraron en contacto con los fenicios, de
quienes heredaron el alfabeto.

La ciudad de Esparta se caracterizaba por ser de corte militar, hubo


poco comercio y poca cultura, pues era un pueblo guerrero. En la ciudad
existían dos reyes y un senado. Su organización era colectivista; la tierra era
repartida por igual. Además, todos estaban obligados a realizar su servicio
militar y obedecer las decisiones de la comunidad. La guerra era muy
importante, pues se trataba de su principal actividad económica. Después de
conquistar otros pueblos, solían asesinar a los hombres más fuertes para
evitar rebeliones.

Atenas, en cambio, era una ciudad comercial. Se caracterizaron por


transitar a varias formas de gobierno; pasaron de la tiranía a la aristocracia y
después a la democracia. Cabe señalar que en la democracia griega, sólo
los hombres libres tenían voz y voto, mientras que las mujeres, los
extranjeros y los esclavos no tenían lugar en la toma de decisiones.

En el siglo V a. C. los griegos entraron en guerra con los medos, una


rama de los persas. En aquel entonces, los persas eran el pueblo militar más
poderoso. Tras conquistar Asia menor, exigieron la rendición de los griegos.
Sin embargo, éstos pelearon y lograron vencer a Darío, rey persa, en la
famosa batalla de Maratón. El hijo de Darío, Jerjes, quiso vengarse de los
griegos, pero también fue derrotado en la batalla de Salamina en el año 479
a. C. A partir de la victoria griega, inició un periodo de florecimiento cultural,
el primero en el actual territorio europeo.

Durante el periodo de paz (479 – 431 a. C.) la ciudad de Atenas vivió


su apogeo. También conocido como el “siglo de Pericles” (nombre del
gobernador ateniense), fue la época en la que floreció la filosofía, la
arquitectura, la escultura y las artes; fueron los años de Sócrates, Platón,
Aristóteles y Fidías. Sin embargo, entre el 431 y 404 a. C., Atenas entró en
guerra contra Esparta, conocidas como las Guerras del Peloponeso. Tras la
victoria espartana, Grecia entró en decadencia y ante la impotencia de
Esparta por asumir un control efectivo sobre el resto de las ciudades
griegas, Tebas asumió el control político.

Posteriormente, Grecia entró en el periodo conocido como


macedonio. Filipo, rey de los macedonios logró conquistar las ciudades
griegas y asumir el control político y económico. Su hijo, Alejandro juntó un
gran ejército e invadió Persia, venciendo en el año 333 a. C. Alejandro,
después conocido como Magno, extendió el poder griego a Egipto, Siria y el
Turquestán. Durante esta época no hubo un gran impulso cultural, pero sí se
extendió la cultura helénica por todo el mundo conocido.

Finalmente, tras la muerte de Alejandro Magno, el imperio no pudo


sostenerse por mucho tiempo, debido a su extensión, por lo que poco a
poco, varias regiones se fueron separando hasta que cayeron en manos de
los romanos.
2.2.2. La educación arcaica

Para el estudio de la educación griega existen más fuentes, a diferencia de


la educación egipcia, lo cual nos permite conocerla con mayor profundidad.
A pesar de que las características de la educación variaban según las
regiones griegas (no era lo mismo la educación espartana que la ateniense,
por ejemplo), en general, todos los griegos combinaban la educación
intelectual con la física, además de diferenciarla según las clases sociales.

Al igual que los egipcios, la sociedad griega estaba estrictamente


jerarquizada, por lo que la educación era exclusiva para las élites. Para los
grupos gobernantes, además del arte de la guerra y la gimnasia, tenían una
educación sobre las artes políticas. Para los hombres libres griegos que no
ejercían un cargo de gobierno, aprendían una variedad de oficios mediante
la imitación. Por último, las clases más bajas, los esclavos, no recibían
ningún tipo de educación.

En la Grecia arcaica (XIX a. C. – VIII a. C.), además de una serie de


vasijas y otras piezas de cerámica, las obras de Homero y Hesiodo
constituyen la principal fuente de información para conocer la educación
griega del periodo. Homero recopila una serie de tradiciones e historias de
epopeya en las que se aprecia la educación de la clase gobernante,
mientras que en la obra de Hesiodo, se refleja la educación de la clase
campesina.

En las obras de Homero, se hace una distinción entre el “decir” y el


“hacer”, que son las funciones básicas que debe aprender todo gobernante.
El “decir” corresponde al arte de la política, mientras que el “hacer” al arte
militar. De hecho, en la Ilíada se observa que los gobernantes eran militares
en su juventud y gobernantes en la edad madura o en la vejez.

La educación de las clases gobernantes variaba según el arte que se


enseñara. En el arte del “decir”, poco nos ha legado Homero, dado el
carácter épico de sus obras. En cuanto, al arte militar, en el arte del “hacer”,
quien asumía el papel del educador era el escudero del militar.
Curiosamente, el escudero solía ser una persona menos experta en el uso
de las armas, pero aún así constantemente daba consejos al guerrero:
“Antíloco, aunque eres muy joven, te han amado Zeus y Poseidón, y te
enseñaron todas las artes de los caballeros; ya no es necesario enseñarte
gran cosa”.19 En este caso, el aprendiz rebasa la sabiduría del educador, en
parte por el tono heroico de la obra y el supuesto origen divino del héroe.

Otro aspecto desconcertante del educador militar, es que solía ser un


personaje con un pasado sombrío, regularmente eran homicidas. Como el
oficio de escudero y militar era muy arriesgado, quienes solían ejercerlo era
porque habían sido expulsados de sus comunidades o habían huido a causa
de un crimen, como el asesinato. Sin embargo, estos personajes homicidas
eran los más calificados para el arte de la guerra, que es un arte para matar.

En contrate, en Los trabajos y los días de Hesíodo se muestra la


moral y sabiduría campesina, que pone énfasis en el valor del trabajo: “El
trabajo no es vergüenza, vergüenza es la ociosidad. Si trabajas, bien pronto
el ocioso te envidiará, apenas tengas una ganancia. Ten respeto y
consideración a tu ganancia. En tu situación el trabajo es la única cosa
justa”.20

La ponderación del trabajo, como un valor moral, casi exclusivo del


campesino, contrasta con los valores que se reflejan en Homero, en donde
resalta el arrojo, el honor y la valentía. En ese sentido, Aristófanes contrasta
ambos modelos educativos en lo que llamó el “torneo poético” entre Homero
y Hesíodo. En tal competencia, el pueblo griego simpatizaría más con el
modelo homérico, mientras que el rey con Hesíodo, dado que el segundo
representa el trabajo y la productividad. Por su parte, Jenófanes de Colofón,
en Silos, se lamenta que la educación de los niños esté cargada a la visión
homérica, que será un lamento común a Platón quien recuerda que Homero
ha sido el educador de toda Grecia.

19 Ibid., p. 68.
20 Ibid., p. 69.
La polémica entre Homero y Hesíodo refleja la oposición de dos
tradiciones, la de los aristócratas guerreros y los griegos productores. Este
conflicto refleja a su vez, la disparidad del mundo antiguo, el de una
sociedad altamente jerarquizada en la que la distribución del trabajo no es
equitativa.

Con el tiempo, la propia aristocracia griega transformaría la educación


militar, harto riesgosa, en educación deportiva. De este modo, la educación
griega haría hincapié en la educación física, que culminaría con la
celebración de torneos y juegos olímpicos en los que los griegos de todas
las regiones competirían entre sí.

2.2.3. La educación clásica

En las regiones de Creta y Esparta, el Estado vigilaba la educación griega,


que era administrada por un magistrado, que organizaba los recursos
necesarios para la manutención de escuadrones y coros, que eran los
nombres dados a las escuelas.

En la periferia griega, como Asia Menor existían una serie de círculos


de iniciación llamados thíasoi que funcionaban con reglas y principios
independientes. De los thíasoi surgieron muchas escuelas de los grandes
filósofos. Por ejemplo, Pitágoras (VI a. C.), además de seleccionar a sus
discípulos basado en sus rasgos fisionómicos, organizaba la educación en
cuatro grados: acústico (incluía la música, danza, poesía y gimnasia),
matemáticos, físicos (que se refería a estudios filosóficos) y sebásticos
(ciencias esotéricas).

En Atenas, a principios del siglo VI a. C. se promulgaron una serie de


leyes sobre la educación ateniense. Estas leyes hablaban sobre los deberes
de los padres, como “enseñar a leer y a nadar, y después, para los pobres,
el aprendizaje de un oficio; para los ricos, música y equitación, además de
practicar la gimnasia, la caza y la filosofía”.21 Como puede verse, los griegos
daban gran importancia a la educación, al punto de legislar una serie de
obligaciones, similares a las que se tienen en las constituciones modernas
de los países sobre la obligatoriedad de la educación. En nuestro país, por
ejemplo, es obligación de los padres mandar a sus hijos a la escuela para
que cursen la educación primaria y secundaria.

Hacia el siglo VI a. C. surgió en Grecia la escuela del alfabeto, que


fue la primera escuela pública (abierta a todos los ciudadanos, no sólo a las
élites) de escritura y gramática. De tal suerte, junto con la gimnasia y la
música, el maestro del alfabeto se convirtió en una figura pública que ejerció
una importante función social. De acuerdo con Platón y otros escritores
griegos, la enseñanza del alfabeto se hacía mediante la recitación de
Homero, por lo que todos los ciudadanos griegos conocían la Ilíada y la
Odisea desde pequeños. Gracias a Solón, conocemos el método de
enseñanza del alfabeto, pues de acuerdo con él, los alumnos recitaban el
poema “alternativamente, de modo que el primero se parara allá donde el
segundo comenzaba”;22 práctica común de las escuelas de educación
básica de la actualidad.

Gracias a las pinturas de vasijas como los vasos de Onésimo, que


datan del 490 a. C., sabemos cómo eran las escuelas de gimnasia, música y
letras. Los alumnos solían sentarse en frente del maestro, quien guardaba
sus rollos de papiro en cestos, además de emplear una fusta, similar al
apuntador que utiliza un maestro en la actualidad.

En cuanto a la relación entre el maestro y el docente, no se aprecia el


mismo grado de disciplina de los egipcios, lo cual nos habla de los
problemas que trajo consigo la expansión de la educación para el maestro,
quien cada vez tenía un mayor número de estudiantes. Aristófanes en Las
nubes, se queja de la educación de su tiempo, en la que ya no existía la
misma disciplina que antes:

21 Ibid., p. 74.
22 Ibid., p. 74.
Diré por lo tanto cuál era la antigua educación  Los niños que no eran
de un mismo barrio iban bien ordenados por las calles guiados por el
maestro de música: desnudos, aunque nevara con copos de harina  Y si
alguno de ellos se hacía el payaso o quería llamar la atención, como ahora
sí pueden, los hacía entrar en razón  Ningún muchacho  hacía la voz
lánguida, no iba a ofrecerse al amante, guiñándole el ojo. En un banquete
no les era permitido la glotonería, pasar por delante de los ancianos, reírse
desaforadamente, ni tan sólo cruzar las piernas.23

Los castigos corporales, al igual que en Egipto eran el medio


fundamental de la instrucción, reflejo de una sociedad altamente
jerarquizada. En la literatura griega abundan los ejemplos de castigos
corporales:

Lamprisco: (Maestro): ¿Dónde están Eutías, Cótalo y Filo? ¡Pronto! Agarren


a éste por los hombros para que se vea a la luz de la luna.

No te basta jugar a los dados, sino que frecuentas la escuela de los


sinvergüenzas, jugando por dinero. Yo te haré más modesto que una
muchacha, sin que te salgas ni un palmo de la escuela. ¿Dónde está el
cinturón y el cuero? ¿Dónde el nervio de buey con el que castigo a los que
se escapan y a los díscolos?24

La violencia de la enseñanza también ocasionó la inconformidad de


los alumnos, quienes en ocasiones también golpeaban a los maestros:
“cuando leías un libro, si te equivocabas en una sola sílaba, la correa del
maestro se teñía de sangre  pero ahora, apenas tiene siete años, si lo

23 Ibid., p. 79-80.
24 Ibid., p. 92-93.
tocas con la mano, en seguida el muchacho le rompe la cabeza al pedagogo
con la tablilla”.25

Por su parte, filósofos como Platón, Aristóteles e Isócrates (heredero


de los sofistas) escribieron sus propios modelos educativos. Platón,
señalaba que el mejor tipo de educación era la antigua, que se concentraba
en la música, la gimnasia, la aritmética, la geometría, la astronomía y la
filosofía. Aristóteles, por su parte, acepta las cuatro disciplinas de la
educación griega (gramática, gimnasia, música y dibujo) y limita la
enseñanza para los hombres libres, por lo que mujeres y esclavos eran
excluidos. Por último, Isócrates centraba la enseñanza en la oratoria,
entendida como el arte de convencer por medio de la palabra.

Por último, la gimnasia, que ya se practicaba desde la educación


arcaica, continuó siendo uno de los pilares de la educación griega. La
generalización de la educación gimnástica llevó a los griegos a la creación
de los juegos olímpicos, surgidos en el 776 a. C. En estos torneos, los
jóvenes griegos competían por ver quién era el más fuerte, el más veloz o el
más hábil en el manejo de un arma o técnica de lucha.

2.2.4. Educación y sociedad

La educación en la sociedad griega, además de refleja una sociedad


jerarquizada y compleja. Las élites gobernantes son quienes reciben una
educación integral, que abarca desde la gimnasia hasta la filosofía. Sin
embargo, a diferencia de otras culturas antiguas como la egipcia, los
hombres libres también tienen acceso a una educación que es garantizada
por el Estado. La educación del ciudadano griego abarcaba la gimnasia, la
música, la gramática y el dibujo. Por último, los sectores sociales que
quedaban al margen de la educación eran las mujeres y los esclavos,
quienes no eran considerados ciudadanos con derechos políticos, por lo
tanto, el Estado no tenía la obligación de preocuparse por su educación. Sin

25 Ibid., p. 95.
embargo, al igual que en Egipto, estos grupos aprendían sus respectivos
oficios mediante la tradición oral, en donde el padre transmitía a sus hijos su
sabiduría por medio de la práctica y el ejemplo.

ACTIVIDADES DE APRENDIZAJE

1. En equipos, elaboren una línea del tiempo ilustrada sobre el panorama


histórico de Grecia.

2. Elabora un cartel o un dibujo sobre la escuela griega: cómo eran las


aulas, cómo eran los gimnasios, los libros y cómo se organizaba a los
alumnos.

3. Elabora un cuadro comparativo sobre las diferencias entre la educación


basada en Homero y la basada en Hesíodo.

4. En equipos, discutan cuáles eran las ventajas de acentuar la educación


gimnástica con la intelectual y cómo se diferencia el modelo de educación
griego con el actual.

2.3. ROMA

2.3.1. Panorama histórico de Roma

Los romanos se establecieron a lo largo de la península itálica. La geografía


de esta zona se caracteriza por tener como frontera natural los Alpes, que
los separaba de las tribus europeas como los celtas, los galos y los
germanos. Además, es un territorio atravesado por los Apeninos, por lo que
su paisaje se hallan numerosos valles, propicios para la agricultura y la
ganadería.

Los primeros pobladores de este territorio fueron los griegos, que


fundaron ciudades como Tarento, Crotona y Nápoles, los italos, una rama
proveniente de los indoeuropeos. Asimismo, la península estaba habitada
por grupos galos, latinos, sabinos y etruscos, estos últimos, provenientes de
Asia menor, fueron el grupo que transmitió más rasgos culturales a los
romanos.

La fundación de Roma fue alrededor del año IX a. C., tras una fusión
entre los latinos y los sabinos, que una vez unidos fundaron la ciudad. De
acuerdo con las leyendas romanas, Rómulo fue el fundador legendario y
primer rey de Roma, aunque actualmente no se han encontrado datos
confiables que confirmen la historia. No obstante, se sabe que en sus
orígenes, la ciudad estaba organizada por clanes, un rey y un senado. Al
igual que en Grecia, el rey fungía a la vez como juez y sacerdote.

La historia romana suele dividirse en Monarquía (IX – VI a. C.),


República (VI – I a. C.) e Imperio (I a. C. – V d. C.) Desde la monarquía, los
romanos retomaron muchos rasgos culturales de los griegos, debido a la
cercanía geográfica y al poderío griego en la región.26 Además del senado y
los atributos políticos del rey, de igual forma, sólo los hombres libres podían
decidir la política de la ciudad. Sin embargo, a diferencia de los griegos, los
romanos desarrollaron más el arte de la política desde sus orígenes. En
Roma, existía una clara distinción entre dos grupos sociales: los patricios y
los plebeyos. Los primeros eran los sectores más adinerados y todos
aquellos que poseían alguna propiedad; mientras que los segundos eran
personas desarraigadas o esclavos libertos,27 que eran hombres libres, pero
sin derechos políticos.

Tras una sublevación contra el rey Tarquino el Soberbio en el 509 a.


C., llegó a su fin la monarquía. Ante ello, el mando quedó a cargo por dos
cónsules que serían electos cada año; por lo regular, un cónsul se dedicaba

26 Cabe señalar que cuando una cultura alcanza un poderío político, económico, militar y
cultural, suele influir en los pueblos vecinos, por ejemplo, en la actualidad, es clara la
influencia de Estados Unidos en nuestro país y en todo el mundo.
27
Los esclavos libertos eran aquellos que conseguían su libertad. En la antigüedad, los
amos podían conceder la libertad a sus esclavos, o bien, los esclavos podían comprarla
pagando una suma al amo. Por lo regular, los esclavos que adquirían su libertad, lo
conseguían mediante un logro destacado, como salvar la vida a su amo o tras muchos años
de leal servicio. Se les llamaba “libertos” para distinguirlos de los hombres libres de cuna, es
decir de nacimiento.
a la política y otro a la milicia, tal fue el caso de Pompeyo y Julio César.
Además, se formó el senado, que sería el encargado de aceptar o revocar
las propuestas de los cónsules, y en casos extremos, podían designar a uno
de ellos dictador por un plazo de seis meses para agilizar la toma de
decisiones políticas. De tal suerte, la estratificación social de los romanos
quedó de la siguiente manera: procónsules, senado, patricios, plebeyos y
esclavos.

Poco a poco, los romanos conquistaron a los pueblos de la península


itálica. Su ejército se organizaba por legiones, que eran 8 mil hombres
equipados con casco, escudo y espada, un cuerpo de caballería y otro de
artesanos, que se encargaban de reparar las armas. Sin embargo, antes de
conquistar Italia, los romanos sufrieron una terrible derrota. En el siglo IV a.
C., los galos invadieron Roma, por lo que se vieron obligados a pagar una
fuerte suma de dinero para conservar la ciudad. Aquella derrota, permaneció
en la mente de los romanos por generaciones. No obstante, a partir del siglo
V a. C. comenzó la conquista de la península itálica, de modo que para el
siglo III a. C. toda Italia era romana. Con el éxito de la conquista de Italia, el
pueblo romano se enriqueció rápidamente, ya que la adquisición de nuevas
tierras enriquecieron a la creciente población romana.

Los romanos pronto se dieron cuenta que la conquista militar rendía


muchos dividendos. El gobierno y los militares ganaban popularidad, el
pueblo romano se enriquecía con las nuevas tierras, Roma se llenaba de
gloria con la derrota de otros pueblos y además, su fama se extendía por el
mundo conocido. Tras la conquista de Italia, la siguiente víctima fueron los
cartagineses. Los romanos llamaron a estas guerras, púnicas (III – II a. C.),
ya que poeni era el nombre latino para cartaginés o fenicio. Los fenicios eran
los grandes comerciantes marítimos de la Antigüedad. Oriundos de las
costas de los territorios actuales de Líbano, Israel y Palestina, fundaron
varias colonias en el Mediterráneo, entre ellas Cartago al norte de África.
Con el tiempo, los cartagineses se volvieron más fuertes que los fenicios.
Durante las guerras púnicas, surgió Aníbal, líder militar cartaginés,
procedente de España que invadió Roma en el 219 a. C. Sin embargo, hacia
el año 149 a. C. los romanos vencieron y destruyeron definitivamente
Cartago, convirtiéndose en la principal potencia del Mediterráneo.

Las guerras púnicas fueron muy importantes para Roma, pues


lograron conquistar Grecia, Macedonia, Siria, España y las Galias. A partir
de este momento, los griegos sobrevivieron como cultura gracias a su
influencia cultural. Los sabios que vivían en las ciudades griegas se
trasladaron a Roma. Por esta razón, Roma es considerada una continuación
de la cultura griega. Además, la extensión de la república romana enriqueció
a la población, la cual creció enormemente. También se incrementó el
número de esclavos y por si no fuera poco el abuso contra este sector, los
romanos adquirieron la costumbre cartaginesa de enfrentarlos en combates
a muerte, surgiendo así el fenómeno de los gladiadores. Los romanos
capitalizaron muy bien el espectáculo de los gladiadores, pues en aquellos
sangrientos eventos, el gobierno regalaba pan al pueblo para influir en el
voto de los ciudadanos. De ahí el origen de la frase: “pan y circo”.

En el siglo I a. C. Roma vivió años de cambio. En el 74 a. C. estalló


una rebelión de esclavos encabezada por Espartaco, a pesar de la derrota
de los esclavos, los romanos se vieron obligados a promulgar una serie de
leyes que protegieran a este sector de las arbitrariedades y caprichos de
muchos amos. Posteriormente, Roma emprendió nuevas conquistas contra
los teutones y los cimbrios. Sin embargo, muchos generales estuvieron en
desacuerdo con los cargos políticos que recibieron después de sus
conquistas militares. No faltó quien se indignara ante las pocas tierras que la
república le otorgó tras famosas y populares victorias, por lo que estallaron
en Roma una serie de guerras civiles encabezadas por los generales Sila y
Mario. Tal fue el caos que inundó las calles romanas, que la república
decidió reorganizarse en un triunvirato, que estaría conformado por Julio
César, Pompeyo y Craso.

El triunvirato logró restablecer la paz por un tiempo. Pompeyo se


enfocó a pacificar la política desde Roma, Julio César emprendió nuevas
campañas de Conquista en las Galias y Craso fue relegado rápidamente a
labores menores. La victoria de Julio César le ganó el cariño y popularidad
de los romanos, pues por primera vez, vencían a su acérrimo enemigo,
aquel que en el pasado había invadido y saqueado Roma. La creciente
popularidad de César lo enfrentó con Pompeyo, y tras una nueva guerra
civil, Julio César se convirtió en el único gobernador romano.

Julio César restableció el orden imperial, distribuyó las nuevas tierras


conquistadas, otorgó amnistía a sus rivales y decretó una serie de políticas
populistas. Esto ocasionó la división con el senado, quienes lo acusaron de
tirano. La tensión entre César y el Senado llegó al límite, pues un grupo de
senadores encabezados por Bruto, asesinaron a Julio César a cuchilladas
en plena sesión. Cabe señalar que el asesinato de César se ha convertido
en uno de los episodios más dramáticos de la historia universal.

Después de la violenta muerte de César, el gobierno se dividió en un


segundo triunvirato: Antonio, Lépido y Octavio. Tras una serie de guerras,
Octavio logró el control de todo el imperio y se convirtió en emperador
romano.

La época del Imperio podría dividirse en tres etapas: una primera de


reparto de poder entre el emperador y el senado, otra en la que el
emperador es el jefe absoluto, a partir del emperador Dioclesiano y una
última en la que la ciudad de Roma entra en decadencia y el imperio se
traslada a Constantinopla, en la actual Estambul.

Durante la época del imperio se reforzó la división de clases, no se


pudo consolidar la conquista de Germania y los espectáculos sangrientos
crecieron. En la actualidad, emperadores como Nerón y Calígula se han
ganado la fama del cine y el entretenimiento por su vida de excesos,
placeres y voluptuosidades. También fue en esta época, cuando el
cristianismo se extendió por todo el imperio, al punto que los emperadores
romanos se convirtieron al cristianismo, abandonando todos los rituales y
prácticas de la cultura grecolatina.
Finalmente, en el siglo V a. C. el poder político y económico de los
emperadores romanos decayó. El emperador Contantino, presintiendo la
vulnerabilidad de Roma ante los constantes embates de las tribus
germánicas, trasladó la capital del imperio a Constantinopla, dejando Roma
a su suerte. En el 476, el líder de los germanos, Alarico, asesinó al último
emperador romano: Rómulo Augusto. No obstante, el imperio romano
continuó en el Oriente hasta el siglo XV, aunque a este imperio se le conoce
como Bizantino, para diferenciarlo del imperio romano grecolatino y
occidental.

2.3.2. La aculturación griega

A menudo se piensa en la cultura romana como una continuación de la


griega. Esto es cierto hasta cierto punto, sin embargo, no significa que se
trate de una mera repetición. Los romanos importaron los aspectos
culturales, en cuanto a instrucción escolar; pero la educación moral, cívica y
religiosa es propia, distinta a los griegos. Al respecto comentaba Cicerón:
“se deben atribuir a los romanos los valores (virtutes), a los griegos la cultura
(doctrinae)”.28

En cuanto a los valores romanos, la familia y la figura paterna es un


rasgo base en la sociedad romana. En la mayoría de las culturas, el padre
asume la autoridad de la familia. En el caso romano, era tan importante la
autoridad paterna, que las leyes del Estado le permitían encarcelar, azotar o
incluso asesinar a sus propios hijos, siempre y cuando pudiera comprobar
que eran anormales o problemáticos. Por lo tanto, la educación de los hijos
en la primera infancia dependía del padre de familia. La madre también
jugaba un papel de autoridad secundaria, era quien enseñaba a los hijos los
modales y costumbres sociales y además, detectaba las habilidades y
talentos para encaminarlos a las actividades que más les conviniese, ya
fuera la milicia, el derecho o cualquier otro oficio. Además, las madres

28 Ibid., p. 115.
podían ser auxiliadas por nodrizas que funcionaban como las niñeras de la
actualidad. La importancia de las nodrizas era tal, que en un texto romano se
describía la educación de todo ciudadano romano como sigue: “la partera
trae a luz, la nodriza alimenta, el pedagogo educa, el maestro instruye”.29

Al igual que la educación griega, la romana se caracterizaba por la


severidad de los castigos corporales. En la literatura latina, se aprecia un
fragmento en el que un padre intenta calmar a su hijo, quien tiene miedo de
ir a la escuela: “No tengas miedo: si bien en la escuela resuenen muchos
golpes de fusta, y el viejo maestro muestre un rostro truculento, el temor es
signo de un ánimo degenerado; ni te perturbe el clamor y el resonar de los
golpes en las primeras horas de la mañana, aunque el mangop de fusta
vibre, aunque haya mucho movimiento de palos, o una piel esconda
engañosamente un palo, o las bancas se muevan por la trepidación o por el
miedo”.30

La aculturación griega de los romanos inició alrededor del siglo III a.


C., una vez derrotadas las islas griegas. Desde antes de la conquista
romana de Grecia, para los primeros, la cultura griega simbolizaba el
refinamiento y la cumbre de la civilización. Por lo tanto, después de
dominarlos militarmente, Roma alentó la llegada de muchos embajadores
griegos, quienes se encargaron de trasplantar las diversiones y costumbres
culturales griegas en un territorio, ya de por sí, abierto a la aculturación
griega.

El proceso de aculturación no fue inmediato, de hecho, existen


testimonios que hablan sobre la resistencia a la enseñanza de disciplinas
como la gramática: “La gramática no era algo usual en Roma, ni tan sólo
algo honorable, ya que la gente era todavía ruda y belicosa, y no se
dedicaba mucho a las disciplinas liberales. Sus inicios fueron por tanto
modestos, si es cierto que los más antiguos maestros, que eran al mismo

29 Ibid., p. 121.
30 Ibid., pp. 142-3.
tiempo oradores y poetas, no hacían más que interpretar textos griegos,
leyendo lo que ellos mismos habían escrito en latín”.31

No obstante, la escuela romana al estilo griego triunfó en todo el


imperio, gracias a que se institucionalizó, por lo que era obligatorio para los
romanos asistir a la escuela. Con el tiempo, las generaciones futuras
nacieron asumieron la aculturación griega como algo propio, algo romano.

2.3.3. Áreas del conocimiento de la educación romana

Las áreas del conocimiento que se enseñaban en las escuelas romanas,


eran prácticamente las mismas que en Grecia: alfabeto (leer y escribir),
gramática (expresión oral y lectura de clásicos y cultura general), música,
matemáticas y astronomía, retórica, poesía, filosofía y educación física.

Las escuelas romanas también se conocían como escuelas de


gramática, en donde los alumnos aprendían aspectos de todas las áreas del
conocimiento. Al igual que las escuelas de nuestro tiempo, en la escuela se
recibía una instrucción para obtener una cultura general. Sin embargo, a
diferencia de las escuelas de la actualidad, no existía un corpus autónomo
de cada una de las disciplinas; sino que se partía de la lectura e
interpretación de los textos. En ese sentido, el método de aprendizaje debió
haber sido el mismo para todas las áreas del conocimiento: un maestro con
su libro en mano y los alumnos leyendo en voz alta y comentando los textos,
sin importar si se trataba de poesía o matemáticas.

La enseñanza del alfabeto se manejaba desde los primeros años y se


combinaba la enseñanza del latín con la del griego, por lo que la mayoría de
los romanos eran bilingües, al menos al principio de la república romana. En
cuanto a la enseñanza de la gramática, como ya se ha dicho, el contenido
era diverso y dependía de los textos que el profesor manejara para su
lectura e interpretación.

31 Ibid., p. 127.
El área de la música, en realidad, abarcaba el canto, la danza y la
ejecución de instrumentos musicales. A diferencia de los griegos, los
romanos consideraban inconveniente que los varones practicaran la danza,
ya que en Roma la homosexualidad no se practicaba tan abiertamente como
en la Atenas clásica. Por otro lado, las matemáticas comprendían también a
la geometría y la astronomía; mientras que la retórica abarcaba el arte de
convencer con la palabra y el conocimiento de las leyes romanas. Por
último, la poesía y la filosofía, al igual que en Grecia, eran consideradas las
disciplinas más elevadas. Pocos tenían acceso a la enseñanza de éstas y
por lo regular, estaba reservada para los nobles.

La educación física continuó la tradición griega de la gimnástica y


juegos olímpicos, aunque ya no conservaron ese nombre. Hacia el siglo II d.
C. se institucionalizó una serie de olimpiadas romanas en todo el imperio. De
acuerdo con Suetonio, el emperador Nerón, consolidó esta costumbre
griega, pues “instituyó, por primera vez en Roma, una competición triple,
cada cinco años, según la costumbre griega, musical-gimnástica-ecuestre,
que llamó Neronia”.32

2.3.4. Educación y sociedad

La educación en la sociedad romana era pública. Por ende, el Estado no


sólo estaba obligado a garantizar el acondicionamiento de espacios para la
instrucción, sino también del pago de un salario para los profesores.

Los primeros reconocimientos públicos a los maestros y a las


escuelas, después de las resistencias patrióticas a la aculturación griega,
datan de la época de Julio César, quien concedió la ciudadanía romana a
todos los que ejercieran el oficio de maestro. Posteriormente, en el siglo I a.
C., el emperador Augusto expulsó a forasteros y esclavos, pero consideró

32 Ibid., p. 161.
pertinente mantener a los maestros y médicos. Durante la época de los
emperadores Antoninos, se construyeron gimnasios y escuelas en ciudades
griegas y romanas.

A pesar de la importancia que dio el Estado romano a la educación,


ésta fue el blanco de severas críticas por parte de la población romana. En
primera instancia, el papel del maestro era ambiguo, pues algunos lo
consideraban indigno y otros decoroso. El maestro señala que “aquella
profesión le era tan aburrida que se consideraba el hombre más mísero;
pero que, reflexionando más a fondo y parangonando su suerte con las otras
condiciones y los otros oficios, se le había revelado finalmente la
magnificencia de la actividad emprendida... ¡Dios mío! Es algo propio de
emperador o de rey sentarse en cátedra enseñando las buenas costumbres
y el estudio de las sagradas letras”.33

Por otro lado, en la educación romana se tiene documentada una de


las primeras críticas a la educación. Existen testimonios en los que se acusa
a la escuela de ser aburrida, cruel en los castigos corporales y con
contenidos alejados de la vida cotidiana. Cabe señalar, que la crítica a la
educación no sólo provenía de gente ruda y de clase baja, como un militar o
un zapatero, sino que también provenía de filósofos como Séneca, quien
señalaba que en la escuela “no se aprenden las cosas necesarias a fuerza
de aprender las útiles y que con los estudios no se llega a ser bueno, sino
sólo docto”.34

Finalmente, hacia el siglo III d. C., el imperio romano entra en crisis.


La extensión del imperio y su burocracia llevó a la bancarrota a los
emperadores romanos. La crisis económica empobreció a la población
romana, quienes fueron blanco fácil de la nueva religión cristiana, que
predicaba valores como la humildad y la pobreza, aspectos que
correspondían con la realidad del pueblo romano. Después de la conversión
de los emperadores romanos al cristianismo, la educación romana de fuerte

33 Ibid., p. 149.
34 Ibid., p. 147.
influencia griega entró en decadencia. Roma caería en el siglo IV, pero ya
para el siglo III, se vislumbra la transición de la educación grecolatina a la
medieval: “la Didascalica apostólica advertía que no sirve recurrir a los
retóricos, a los filósofos, a los poetas, a los historiadores paganos, cuando
existen las epístolas de San Pablo, el Salterio, el Génesis y el libro de los
Reyes: la Biblia puede sustituir las artes liberales”.35

ACTIVIDADES APRENDIZAJE

1. En equipos, elaboren una línea del tiempo ilustrada sobre el panorama


histórico de Roma.

2. Elabora un cuadro sinóptico sobre la aculturación griega y explica cuáles


son las diferencias y semejanzas entre la educación griega y romana.

3. En equipos discutan sobre los castigos corporales. ¿Por qué creen que se
mantuvo esta práctica durante siglos?

4. Dividan el grupo en dos equipos y organicen un debate. ¿Cuáles eran las


ventajas y desventajas de enseñar cualquier área del conocimiento mediante
la lectura e interpretación de textos?

5. Escribe en tu cuaderno cuál es la importancia de que la educación se


relacione con la vida cotidiana de una sociedad, tomando como ejemplo la
decadencia de la educación grecolatina en Roma.

35 Ibid., p. 169.

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