Convención de Viena
Convención de Viena
Convención de Viena
CATEDRA
DERECHO COMERCIAL II: COMERCIO INTERNACIONAL
MONOGRAFÍA
CONVENCIÓN DE VIENA
ESTUDIANTES:
HUANCAYO – PERÚ
JUNIO – 2021
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DEDICATORIA
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INTRODUCCIÓN
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CONVENCIÓN DE VIENA DE 1980 SOBRE CONTRATOS DE COMPRAVENTA
INTERNACIONAL (Ámbito de aplicación de la Convención, Exclusión de la
Convención de Viena por la Autonomía Conflictual de Viena, Disposiciones
Generales de la Convención de Viena)
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INDICE
PORTADA
DEDICATORIA
INTRODUCCION
ÍNDICE
CAPÍTULO I
1.1. Concepto…………………………………………………………………………… 7
CAPITULO II
b. Concepto de mercaderías……………………………………………… 20
c. Compraventas excluidas……………………………………………….. 21
a. Exclusión expresa…………………………………………………… 32
b. Exclusión tácita……………………………………………………….. 33
de Viena
CONCLUSIONES
REFERENCIAS BIBLIOGRAFICAS
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CAPITULO I
Para comenzar, debemos señalar que la Convención de Viena del año 11 de abril
de 1980 relativo a los contratos de compra venta internacional de mercerías,
actualmente se ha constituido como en un instrumento sumamente importante
dentro del derecho comercial; toda vez que muy aparte de regular los contratos
típico mercantiles que tengan lugar a nivel internacional, también se tiene que dicho
convenio es multilateral, ya que son alrededor de 70 países que forman parte de
ella, lo cual definitivamente resulta traer consigo diversos beneficios, principalmente
económicos.
1
BOYERAS, D (2008) “La compraventa internacional de mercancias la modalidad FOB”, p.41
2
Castellanos E. “La convención de Viena de 1980 sobre la compraventa internacional de mercaderías:
Ambito de aplicación, carácter dispositivo y disposiciones generales.”, Pp. 81
8
1.1.2. CONCEPTO DE MERCANCÍAS
1.2.1. PRIMERO
1.2.2. SEGUNDO
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CAPITULO II
2.1.1. ANTECEDENTES
Cabe hacer mención que para el año 1978 con 11 sesiones realizadas
se dio por aprobado el proyecto de Convención sobre Compraventa
internacional de Mercadería, dichas normar ayudaron a la formación de
contratos de compraventa a nivel internacional; así lo menciona el
autor Castellanos (2011) en referencia sobre las ventajas de un texto
único:
El texto unificado traía mejores ventajas que los problemas que algunos
Estados podrían encontrar en su Derecho nacional para paliar una
ratificación parcial de un texto íntegro. Tras un debate, la Comisión
decidió combinar el proyecto de Convención sobre la formación de
contratos y el proyecto de Convención sobre la compraventa
internacional de mercaderías en un texto único que se denominó
Proyecto de Convención sobre los contratos de compraventa
internacional de mercaderías. Para ello se celebró una Conferencia
internacional de plenipotenciarios en 1980 en Viena, del 10 de marzo al
11 de abril, con el fin de unificar en un sólo texto el Derecho sobre
compraventa internacional.
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2.2.1. FUNCIONES
2.1.3. CARACTERISTICAS
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b. Otra de las características que resaltan dentro del presente
convenio es en relación a la aplicación, es decir que la suscripción
del contrato que se suscitará entre personas jurídicas las cuales
deben de tener su sede en diferentes Estados, asimismo se ha
tener en consideración los pilares que la rodean como son la
formación que tiene el contrato, asimismo como los derechos y las
obligaciones que existe entre las partes, como las acciones que se
han de adoptar ante el incumplimiento de ser el caso, y los
principios que la rigen.
c. Otra de las características que destacan son que dicho convenio no
es aplicable para mercaderías compradas para uso personal,
familiar o similar, asimismo para las subastas o los valores
mobiliarios.
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2.2. ÁMBITO DE APLICACIÓN
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conocerla. La carga de la prueba recaerá, (…), sobre la parte
que invoque su falta de conocimiento del establecimiento
extranjero del otro contratante.”
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tribunal deberá determinar, en caso de surgir alguna controversia sobre
este punto, si la parte que alega desconocimiento de esta circunstancia
supo o debió razonablemente haber sabido que el establecimiento de su
contraparte estaba en el extranjero. Las circunstancias que el tribunal
deberá tomar en consideración son aquellas ocurridas con anterioridad a
la celebración del contrato o, bien, con ocasión de su celebración.
Circunstancias acaecidas con posterioridad son en general irrelevantes.
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indistintamente a todas las compraventas internacionales, tal y como han
sido definidas anteriormente, sino sólo a aquellas compraventas que
tengan una conexión suficiente con los Estados contratantes. En
concreto, la Convención de Viena establece dos situaciones distintas de
aplicabilidad.
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aplicar de oficio por los jueces de los Estados parte siempre que la
compraventa cumpla con las exigencias estipuladas en los Artículos 1° al
6° de la Convención de Viena.
2. Aplicabilidad indirecta
18
enero de 1988. En relación con Colombia, que se adhirió con
posterioridad, su vigencia comenzó a partir del 1o. de agosto de 2002.
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El ámbito objetivo o material de aplicación de la Convención lo configuran
los contratos de compraventa de mercaderías, a pesar de que en ella no
se definen los términos compraventa ni mercaderías.
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Es irrelevante, para los efectos de aplicación de la Convención, que el
carácter del contrato, o el carácter de las propias partes, sea civil o
comercial.
b. Concepto de mercaderías
c. Compraventas excluidas
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como parte débil del contrato. La Convención de Viena será, sin
embargo, aplicable a compraventa de consumidores cuando tiene la
apariencia de compraventas mercantiles, pese al propósito del
comprador de destinar las mercaderías a uso personal. A él le
corresponde informar al vendedor de la concreta finalidad que
persigue con el contrato. Si no lo hace, cabrá presumir la aplicabilidad
de la Convención de Viena a dicho contrato.
2. Las compraventas en subastas (Art. 2.b)
Se da principalmente por dos razones: a) Son objeto de disposiciones
especiales en los sistemas jurídicos nacionales que muy difícilmente
hubieran podido compatibilizarse con el régimen previsto en la
normativa uniforme. Dentro de la exclusión de las compraventas en
subastas hay que entender comprendidas tanto las subastas por orden
judicial como las subastas privadas. b) Es imposible saber de
antemano quién será el comprador y, por consiguiente, si se reunirían
los requisitos exigidos por la Convención de Viena a toda compraventa
internacional para poder incluirla dentro del ámbito de aplicabilidad de
la Convención de Viena ex Art. 1.1 de la Convención. Por el contrario,
cabe entender que no están comprendidas en esta excepción las
ventas en bolsas de mercaderías, que técnicamente no son
consideradas subastas, sino una forma especial de contratación.
3. Las compraventas judiciales (Art. 2.c).
Se trata de compraventas que no son negocios y, por tanto, se regulan
de forma imperativa por cada uno de los Estados. Se trata de
compraventas que sólo pueden ser reguladas por la lex fori porque se
caracterizan por su ejecución forzosa.
4. Las compraventas de valores mobiliarios, títulos o efectos de
comercio y dinero (Art. 2.d).
Esta exclusión obedece a la existencia en los ordenamientos
nacionales de disposiciones específicas para los títulos valores y los
medios de pago que imprimen un carácter autónomo a estas parcelas
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jurídicas y las dotan, de ordinario, de una reglamentación de carácter
imperativo, como ad ex., las normas de control de cambios.
5. Las compraventas de buques, embarcaciones, aerodeslizadores
y aeronaves (Art. 2.e).
El fundamento de esta excepción es que la mayoría de las
legislaciones nacionales someten a registro la compraventa de buques
y aeronaves. La extensión de la exclusión a los objetos no
matriculados se justifica por la disparidad existente de un Estado a otro
en cuanto a la exigencia de registrar los objetos apuntados. Es ésta,
además, una materia en las que opera frecuentemente el Derecho de
los formularios. Está claro que la excepción no comprende la
compraventa de los componentes o materiales que se utilizan en la
fabricación de estos medios de transporte, como los motores o partes
de aeronaves comerciales.
6. Las compraventas de electricidad (Art. 2.f).
(…) La energía eléctrica debe calificarse como un bien hiperfungible,
lo que hace irrelevante para su intercambio sus fuentes de producción,
los trayectos recorridos por ella desde el lugar de producción al de
puesta a disposición, etc. Por ello, la electricidad no puede ser
asimilada a otros graneles sólidos, líquidos o gaseosos. La
aplicabilidad de la Convención de Viena a este tipo de contratos es,
prácticamente, innecesaria; ya que los contratos industriales e
internacionales de suministro de energía eléctrica son, de ordinario,
objeto de un tratamiento extenso muy cuidado por parte de los
contratantes que los concluyen. Otro tipo de energía en particular, el
gas y el petróleo no está, en cambio, inicialmente excluido, aunque las
partes siempre tienen la facultad de descartar la aplicación de la
Convención de Viena (Art. 6), si quieren someter la venta de gas o de
petróleo a otra legislación.
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esté excluida de su ámbito de aplicación material (Arts. 2 y 3), tal y
como establece el Art. 6 de la Convención, donde se declara el
carácter dispositivo de la Convención de Viena. La libertad debe ser la
regla, lo contrario la excepción, debido a que los contratos de venta
mencionados en los Arts. 2 y 3, con excepción de la venta de
consumidores, fueron excluidos en consideración de las dudas
expresadas en el seno de la Conferencia de Viena acerca de la
inadecuación de la disciplina uniforme para regular los contratos
específicos de los Arts. 2 y 3 de la Convención. (pp.104-107)
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Los Arts. 11, 12 y 29.2 de la Convención contienen disposiciones
sobre la validez formal del contrato, es evidente que el Art. 4.a) se
refiere a las cuestiones de validez material, como ad ex., la capacidad
de las partes, la licitud del contrato o los vicios del consentimiento. En
la medida en que no haya disposiciones expresas de la Convención,
las cuestiones de validez del contrato deberán resolverse conforme a
las reglas del sistema de Derecho Internacional Privado
correspondiente.
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Así, junto a las cuestiones de validez y de transmisión de la propiedad
(Art. 4) están excluidas del ámbito material de aplicación de la
Convención aquellas otras cuya naturaleza jurídico-material no
corresponde a la venta. Así, ad ex., cabe citar la regulación de ciertos
temas procesales –como el poder de los síndicos de la quiebra y la
incidencia que ésta tiene sobre los contratos sinalagmáticos en
general y sobre la compraventa en particular o la legitimación de
terceros, que se rigen, en principio, por una legislación nacional; el de
la prescripción; o el de ciertas instituciones jurídicas propias en general
del Derecho de obligaciones y no privativas de la compraventa –como
la cuestión relativa a la validez de las cláusulas que contienen
condiciones generales por las que se modifican los derechos de una
de las partes, en relación con la modificación del derecho de retención
del comprador, la capacidad de obrar, los vicios del consentimiento, el
mandato, la representación, las relaciones con un proveedor, la cesión
de créditos ,la asunción de la deuda, las cláusulas penales, la cuestión
de la compensación, aunque cuando la cuestión de la compensación
guarde relación con reclamaciones derivadas de la Convención de
Viena se ha considerado que sí queda regulada por la normativa
uniforme; la validez de las cláusulas de elección del foro .
26
La Convención no se aplica a la responsabilidad del vendedor por la
muerte o las lesiones corporales causadas a una persona por las
mercaderías (Art. 5). En efecto, de una parte, esta cuestión desborda
las relaciones entre el vendedor y el comprador; de otra parte, las
normas en vigor en cada uno de los Estados, relativas a la
responsabilidad de los productos por los daños causados a las
personas, son en general consideradas como de orden público. Son,
por tanto, inaplicables en esta materia las disposiciones de la
Convención relativas a los daños y perjuicios o al plazo para denunciar
la falta de conformidad. Las consecuencias de esta situación deberán
ser apreciadas por el Derecho aplicable según el sistema de Derecho
Internacional Privado correspondiente. (pp.107-112).
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de Viena confiere, por tanto, una particular importancia a la
autonomía de la voluntad de los contratantes.” (p.112)
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Las exclusiones de la Convención de Viena, aunque no estén
estipuladas de forma taxativa, se pueden interpretar de dos formas: la
forma expresa y la forma tácita. El hecho de que no se mencione de
forma expresa la exclusión tacita, se debe a que se busca evitar se
subsuma de forma irracionable el supuesto de exclusión de lo regulado
en la Convención de Viena. Es necesario mencionar también, que no
cabe la exclusión total o parcial realizado únicamente por una de las
partes.
a. Exclusión expresa
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Convención de Viena y en ambos esta decisión es expresada de forma
expresa en el contrato.
b. Exclusión tácita
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hacen referencia a la normativa legal que se va aplicar; esto puede
ser considerado como una manifestación de la voluntad contractual
o como el ejercicio de la voluntad implícita. En este problema
interesa que no existen parámetros objetivos y directos sobre el cual
se pueda distinguir un pacto, ya sea de forma expresa o tácita. Para
darle solución a esto se debe recurrir a una presunción
interpretativa a favor de la autonomía privada internacional y el
respecto de la libertad contractual que revisten a las partes que
efectúan el contrato.
2. Requisitos de Prueba
Para considerar una exclusión tacita como valida, esta debe ser real
y consciente. Que sea real puede ser entendido como que la
exclusión de la aplicación de la Convención de Viena debe ser
deducida del conjunto de circunstancias del contrato. La
característica de consciente se entiende como el conocimiento que
ceben tener las partes de la existencia de la Convención de Viena.
3. Supuestos de Exclusión Tacita
A) Cláusulas de Derecho aplicable a favor de un Estado no parte
de la Convención de Viena: Estas cláusulas deben ser
consideradas como pactos de exclusión tacita de la
Convención; ya que ante la ausencia del establecimiento de
esta cláusula la aplicación de la Convención de Viena seria
irrefutable y de ninguna manera podría asumirse la postura de
la exclusión.
B) Cláusulas de Derecho aplicable a favor de un Estado parte de
la Convención de Viena, como ad ex: “El presente contrato de
compraventa quedará sometido al Derecho español”: La
Convención de Viena se constituye como parte del derecho y
su aplicación es directa cuando existan casos en donde amerite
su adecuación, cuando se da la exclusión de su aplicación por
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el hecho de que las partes tengan establecimientos en distintos
Estados se da la aplicación directa de la libertad contractual.
4. Exclusión tácita y Art. 1.1.a)
Desde el momento en que la Convención de Viena entro en vigor
se advierte que existe para su aplicación la valoración del derecho
general y del especifico. La voluntad de las partes debe
interpretarse caso por caso, se debería entender la autonomía de
la voluntad como la exclusión de la Convención en beneficio
irrestricto del derecho interno, ya que si las partes hubieran querido
que se de la aplicación de la Convención de Viena no hubiera sido
necesario designar o indicar el derecho de otro estado contratante.
Las partes intervinientes subsumen que el derecho aplicable será
el interno, en este supuesto la solución es menos complicada, ya
que las partes no escogen todo el derecho sino una parte exacta.
5. Exclusión tácita y Art. 1.1.b):
Cuando se da el supuesto en donde se celebra un contrato en
donde las partes no tienen establecimientos en distintos Estados y
las partes deciden incluir una cláusula de derecho aplicable, este es
totalmente licito; existe una determinación de partes que de forma
errónea es considerada como la exclusión de la Convención de
Viena, este caso es cuando la compraventa se celebra entre partes
con establecimientos no contratantes, siempre en cuando se
incluya alguna normativa legal de un ordenamiento jurídico estatal.
Si tan solo la decisión de las partes del designar el derecho nacional
daría lugar a entender la exclusión implícita, la aplicación del
articulo 1.1. b) de la Convención perdería sus efectos jurídicos, su
aplicación quedaría restringida; en este caso habría que entender
que la Convención fue excluida por las partes, aunque esto no haya
sido lo que pretendían.
En el caso de partes que tengan en distintos estados no
contratantes celebren un contrato de compraventa que no puede
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ser incluido de forma directa en su ámbito de aplicación, será
regulado por la Convención.
Si en el contrato se incluye disposiciones generales de la
contratación se supone la exclusión tacita de la aplicación de la
Convención de Viena; sin embargo, no podría considerarse la
exclusión total solo por el hecho de que las partes hagan referencia
a condiciones de un concreto ordenamiento jurídico.
En caso de duda de si se debe efectuar la exclusión de la
Convención, prima la aplicación del principio de la aplicabilidad,
mediante el cual se debe dar primacía a la aplicación de la
Convención de Viena.
6. Autonomía material y prórroga de la aplicación de la
Convención de Viena:
También es importante saber si existe la posibilidad de que las
partes pueden prorrogar la aplicación de la Convención por
designación expresa de las compraventas excluidas de su ámbito
de aplicación, esto porque las partes no tienen establecimientos en
estados diferentes; los supuestos en donde si entran en el ámbito
de aplicación de la Convención de Viena son cuando las partes
efectúen una declaración afirmando su aplicación, esto para evitar
en fututo problemas interpretativos. La posibilidad de que las partes
pueden elegir la normativa que regulara el contrato que están
celebrando, es posible siempre que se consagre al principio de
autonomía de la voluntad; la validez de elección de la normativa
aplicable dependerá entonces del concepto de autonomía de
voluntad que suman los estados.
Si las partes eligen la aplicación de la Convención de Viena a una
compraventa que no cumple con las condiciones debidas, esto no
quiere decir que de ninguna manera la Convención se debe aplicar.
7. Disposiciones Imperativas de la Convención de Viena:
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La exclusión, ya sea expresa o tácita, tiene límites estas son las
disposiciones imperativas sobre la forma y como estas se
establecen. Las partes no pueden dejar de lado su obligación de
que la celebración, modificación o extinción del contrato debe
realizarse por escrito cuando ambas partes se encuentren de
acuerdo.
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En la interpretación que se efectúa a la Convención de Viena se
debe tener en cuenta la necesidad de promover la uniformidad en
la aplicación de su regulación.
3. Observancia de la buena fe internacional
La Convención de Viena debe ser interpretada siguiendo los
lineamientos de la buena fe y sin que medie intereses personales
que afecten de forma inadecuada a las otras partes del contrato.
b. INTEGRACIÓN DE LA CONVENCIÓN DE VIENA
1. Principios generales de la Convención de Viena:
Cuando existen lagunas en la interpretación de la normativa, el art
7.2 regula que, en primer lugar, debe acudirse a los principios
generales en los que s basa la Convención; entre los principales
principios se tiene:
Respeto de la Buena Fe Contractual
Prohibición del Abuso de derecho
Ausencia de Formalismos
Deber de Cooperar con la otra Parte para la buena ejecución
del Contrato
Deber de comunicar toda información útil para la realización de
este fin
Entre otros.
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contratante. Se refiere, por tanto, a las “declaraciones y otros
actos de una parte” y no a la “voluntad contractual” o “voluntad
común de las partes”. (p.136)
Establece que las partes están obligadas por los usos y las prácticas
que ellas mismas han convenido.
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que consistía de un uso amplio conocido y regular observado por partes
en contratos del mismo tipo porque se consideró de aplicación.
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Los requisitos de dicho Estado de reserva no se imponen en todos los
casos en que las partes están establecidas en ese Estado y se imponen
únicamente se las normas del derecho internacional prevén
expresamente el derecho de las materias en cuestión.
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CONCLUSIONES
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REFERENCIAS BIBLIOGRAFICAS
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