Cuentos Chinos 19
Cuentos Chinos 19
Cuentos Chinos 19
Era un anciano.El amor estaba tan feliz que olvidó preguntar su nombre. Fue
llevado a la tierra de la sabiduría y una vez allí, el amor preguntó a esta:.
- ¿Quién era el anciano que me trajo y salvó mi vida? La sabiduría respondió:
.
-"Era el tiempo"; .
-¿El tiempo? Pero ¿por qué el tiempo me quiso ayudar?.
Y la sabiduría respondió: .
Amigos
Dice una linda leyenda árabe que dos amigos viajaban por el desierto y en
un determinado punto del viaje discutieron.
El otro, ofendido, sin nada que decir, escribió en la arena:
HOY, MI MEJOR AMIGO ME PEGO UNA BOFETADA EN EL ROSTRO.
Siguieron adelante y llegaron a un oasis donde resolvieron bañarse. El que
había sido abofeteado y lastimado comenzó a ahogarse, siendo salvado por
el amigo. Al recuperarse tomó un estilete y escribió en una piedra:
HOY, MI MEJOR AMIGO ME SALVO LA VIDA.
Intrigado, el amigo preguntó:
El Paisajista
Un pintor de mucho talento fue enviado por el emperador a una provincia
lejana, desconocida, recién conquistada, con la misión de traer imágenes
pintadas. El deseo del emperador era conocer así aquellas provincias.
El pintor viajó mucho, visitó los recodos de los nuevos territorios, pero
regresó a la capital sin una sola imagen, sin ni siquiera un boceto.
El emperador se sorprendió, e incluso se enfadó.
Entonces el pintor que le dejasen un gran lienzo de pared del palacio. Sobre
aquella pared representó todo el país que acababa de recorrer. Cuando el
- Si papa, pero por favor solo dime, Cuánto te pagan por una hora de
trabajo?, reiteró suplicante el niño. Contrariado, el padre apenas abrió la
boca para decir:
- Cien pesos
- Oye papá, Me podrías prestar cincuenta pesos? Preguntó el pequeño.
El padre se enfureció y tomó al pequeño del brazo y en tono brusco le dijo:
- Así que por eso quieres saber cuanto gano ¿no?, vete a dormir y no sigas
fastidiando chico aprovechado...
El niño se alejó tímidamente, al meditar lo sucedido el padre comenzó a
sentirse culpable. Tal vez necesita algo -pensó- y queriendo descargar su
conciencia se asomó al cuarto de su hijo. Con vos suave le preguntó:
- Duermes hijo?
- Dime papá, respondió entre sueños.
- Aquí tienes el dinero que me pediste.
- Gracias papá, -susurró el niño mientras metía su manita debajo de la
almohada de donde sacó varias monedas.