Cuestionario 2
Cuestionario 2
Cuestionario 2
La insulina es una hormona polipeptídica, anabolizante que ejerce un efecto pleotrópico, el cual es
mediado por un receptor (IR) de membrana con actividad de tirosina quinasa. IR es un tetrámero,
α2β2, el cual presenta una estructura modular; un dominio extracelular formado por la totalidad de las
subunidades α, las cuales están glicosiladas, y una pequeña proporción de la subunidades β, esta
última se continua con un segmento incluido en la membrana plasmática seguido luego por el dominio
citoplasmático. En el dominio extracelular se encuentran los sitios de unión a la insulina y en el
dominio citoplasmático radica la actividad de tirosina quinasa. Cuando IR se une al ligando se
promueve la autofosforilación del receptor y la fosforilación de substratos específicos de IR (IRS por
sus siglas en inglés) iniciándose redes de señalización. Se postula la existencia de tres “nódulos”
críticos en la señalización intracelular de la insulina a saber: IR e IRS, la fosfatidilinisitol 3-quinasa
(PI3K por sus siglas en inglés) y la proteína quinasa B (AKT/PKB por sus siglas en inglés). Luego de
la autofosforilación de IR y la fosforilación de IRS se generan tres diferentes vías de señalización: La
de Raf/Ras/MEK/ MAPK, la de PI3K y la alterna que involucra CAP-APS-Cbl-TC10-aPKC; las dos
últimas vías están relacionadas con la translocación del transportador de glucosa 4 (GLUT4 por sus
siglas en inglés) del citosol a la membrana plasmática con el consecuente incremento de la captación
de glucosa por músculo y tejido adiposo. La primera vía está relacionada con la regulación de la
expresión genética. También se discute algunos aspectos de la finalización de la señal de la insulina
tales como la defosforilación de IR e IRS por tirosina fosfatasas y su fosforilación en
serinas/treoninas, defosforilación de otras quinasas fosforiladas en serina/treonina, la hidrolisis del
fosfatidilinositol 3 fosfato (PIP3 por sus siglas en inglés) y por último la internalización y degradación
de IR e insulina.
5. ¿Cuáles son las diferencias entre la diabetes mellitus tipo 1 y la diabetes mellitus tipo 2?
Diabetes tipo 1
Se caracteriza por la destrucción autoinmunitaria de las células beta del páncreas, por insulinitis
mediada por anticuerpos frente a las células beta de los islotes y por insulinopenia completa, lo que se
traduce en una necesidad obligada de insulina exógena.
Representa entre el 5-10% de los casos de diabetes y su máxima incidencia se da entre los 10-15
años.
Los factores que se asocian a su aparición son: ambientales, genéticos y autoinmunes. Según esta
teoría una serie de factores ambientales como virus (parotiditis, rubeola) y sustancias químicas,
inducen una agresión de las células beta pancreáticas por parte del sistema inmunitario. Debido a una
predisposición genética, algunas personas son más sensibles a los factores ambientales. Así sabemos
que en gemelos si uno padece la enfermedad, el riesgo del hermano se eleva de 25-50%. Si el padre o
la madre padece diabetes, también se eleva el riesgo, mayor si el afectado es el padre y también
depende de la edad de la madre en el momento del parto sin que se conozca el motivo exacto.
De los pacientes con diabetes tipo 1, el 85% presenta anticuerpos frente a las células de los islotes
circulantes, anticuerpos antiinsulínicos, en especial contra la descarboxilasa del ácido glutámico del
interior de las células beta.
Utilizamos la determinación del péptido C para comprobar si el paciente es capaz de secretar insulina
endógena. Si no hay péptido C se ha producido una insuficiencia total de las células beta
diagnosticándose diabetes tipo 1 con más de un 90% de células beta destruidas para siempre, siendo
su velocidad de destrucción variable en lactantes y niños más rápida que en adultos.
Conocemos también la asociación de diabetes tipo 1 con otras enfermedades autoinmunes: tioroiditis
de Hashimoto, celiaquía, enfermedad de Addison, enfermedad de Graves, anemia perniciosa…
Diabetes tipo 2
La diabetes tipo 2 es más frecuente que el tipo 1 y representa hasta el 90% o más de todos los casos
de diabetes.
Las personas que presentan un riesgo elevado de sufrir diabetes tipo 2 son:
– Las que tiene obesidad (más del 20% por encima de su peso corporal ideal)
– Se les ha diagnosticado diabetes gestacional o han dado a luz a un recién nacido de más de 4.1 Kg.
– Edad avanzada. Más del 40% de los pacientes diabéticos tiene 65 años o más.
Al tener un comienzo más lento (a veces se descubre a lo largo de varios años) se considera que se
trata de una diabetes más leve que a menudo se controla con dieta, ejercicio físico y fármacos orales.
Sin embargo, los pacientes con diabetes tipo 2 corren el mismo riesgo de sufrir complicaciones graves
que los pacientes con diabetes tipo 1.
Aunque tanto la diabetes tipo 1 y tipo 2 se caracterizan por hiperglucemia presentan diferentes signos
y síntomas.
> 300 con cetonuria intensa, gasometría con > 600, cetonuria negativa y osmolalidad elevada
Valores analíticos índices de acidois y osmolalidad < de 320 por encima de 320. No acidosis.
6. ¿Cuáles son los criterios de control de la diabetes mellitus?
Síntomas de diabetes + una determinación de glucemia al azar > 200 mg/dl en cualquier
momento del día.
Glucemia en ayunas >= 126 mg/dl. Debe ser en ayunas de al menos 8 horas.
Glucemia >= 200 mg/dl a las 2 horas de una sobrecarga oral de glucosa. (La sobrecarga oral
de glucosa debe seguir las normas de la la Organización Mundial de la Salud).
Hemoglobina Glucosilada (HbA1c mayor o igual de 6,5 %).
Para realizar el diagnóstico sólo se precisa uno de los puntos, pero en ausencia
de hiperglucemia inequívoca, estos criterios deben ser confirmados repitiendo alguno de ellos otro día.