Tarea # 5 Deontologia Juridica

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UNIVERSIDAD ABIERTA PARA ADULTOS

ESCUELA DE CIENCIAS JURIDICAS Y POLITICAS

FACILITADOR:
PEDRO PABLO HERNANDEZ RAMOS

PARTICIPANTE:
JONATHAN REYES HERNANDEZ 17-5491

MATERIA:
DEONTOLOGIA JURIDICA

ASUNTO:
TAREA # 5

FECHA:
11/04/2021

SANTIAGO DE LOS CABALLEROS, REP. DOM.


Introducción

En este trabajo estaré presentando un breve resumen explicativo acerca del


secreto profesional de abogado y las necesidades de defensa, sabemos que los
abogados deben cumplir con ciertos requisitos para respetar al cliente y de igual
manera darse a conocer como un profesional, capaz y con valores.
Sabemos que cuando un abogado decide representar a alguien para defenderlo,
el mismo debe de respetar la confidencialidad del caso tratado, por tal razón se
hace hincapié en el secreto profesional del abogado.
La información que el cliente proporciona al abogado es solo entre ellos y
dependiendo de la información proporcionada por el cliente es que el abogado
reúne el argumento para su defensa.
Elabore un ensayo expositivo de no más de tres páginas, acerca del secreto
profesional del abogado y las necesidades de defensa, luego grabe un video
donde exponga el contenido del ensayo, coloque el link del video en la última
página.
El abogado está obligado a guardar celosamente los secretos que le ha confiado
su cliente, debiendo entenderse por secreto aquella información que es conocida
únicamente por el cliente, o bien, por un grupo reducido de personas, quienes
tienen interés en que no trascienda a terceros.

Constituye una emanación del principio de reserva que le impone al abogado


callar todo aquello que ha llegado a su conocimiento con ocasión del desempeño
de las tareas profesionales que se le han encomendado, discreción y reserva que
no sólo debe mantener en sus contactos con el cliente sino con sus familiares y
terceros.

A nuestro entender tiene su fundamento en última instancia, en el derecho de


defensa, consagrado constitucionalmente, el cual perdería toda eficacia si el
cliente no tuviese la certeza de que las confidencias que entrega a su abogado,
podría éste divulgarlas impunemente.

Nuestro ordenamiento jurídico protege el respeto del secreto profesional tanto


desde un punto de vista procesal como substancial. Los artículos 360 y 201 del
Código de Procedimiento Civil y Penal, respectivamente, permiten a los abogados
excusarse para prestar testimonios sin perjuicio de su obligación formal de
comparecer ante el tribunal.

Por otro lado, la violación del secreto profesional es sancionada como


prevaricación en la segunda alternativa conductual prevista en el artículo 231 del
Código Penal, cuando con abuso malicioso de su oficio descubriere los secretos
de su cliente.

Incluso más, en los casos en que el descubrimiento de los secretos del cliente se
hiciere por imprudencia, caso en el cual, se estaría fuera del tipo penal citado, en
la medida que la referida falta de discreción haya generado perjuicio al cliente,
éste estaría autorizado para iniciar una acción civil indemnizatoria derivada de la
responsabilidad extracontractual en que habría incurrido el profesional al
ocasionar por su culpa un hecho dañoso.

Este amplio reconocimiento que presta la ley tanto para respetar el secreto
profesional del abogado como para sancionarlo civil y penalmente cuando se
infringe, es aún mayor desde el punto de vista deontológico.
El artículo 10 del Código de Ética Profesional, después de calificar el secreto
profesional como un deber y un derecho del abogado, afirma de manera
categórica que, con relación a los clientes constituye: "un deber que perdura en lo
absoluto, aún después de que les haya dejado de prestar sus servicios"...

El artículo siguiente señala que la obligación de guardar el secreto profesional


abarca las confidencias hechas por terceros al abogado y las que sean
consecuencia de pláticas para realizar una transacción que fracasó cubriendo,
además, las de los colegas.

Nuestra jurisprudencia ha reconocido que el secreto profesional del abogado


ampara no sólo su persona, que no puede ser objeto de apremio, sino también su
estudio profesional donde desarrolla su actividad y guarda los documentos que le
confían sus clientes.

Constituye un acto abusivo la orden de allanamiento y registro del estudio de un


abogado a fin de retirar documentos recibidos de sus clientes y que, por
consiguiente, constituyen parte del secreto profesional que imperativamente está
obligado a guardar.

En opinión de la mayoría de los autores el abogado podría excusar su


responsabilidad legal (civil y penal) en los siguientes casos:

a) Cuando media el consentimiento del confidente. El consentimiento del ofendido


excluiría la ilegitimidad del acto, por lo cual el comportamiento dejaría de ser ilícito,
desapareciendo el fundamento de una eventual responsabilidad penal y/o civil.

b) Daño a un tercero inocente. Cuando la revelación del secreto permite salvar de


una condena a un inocente, sin que ello genere daño al confidente, fundándose en
principios de justicia material, se postula por la extinción de toda responsabilidad
por parte del abogado.

c) Inculpaciones graves al propio abogado. A fin de exonerarse de imputaciones


falsas y graves el abogado cesa en su obligación jurídica de guardar el secreto si
su revelación es la única forma de demostrar su inocencia.

La infracción al secreto profesional en estos casos si bien hace cesar toda


responsabilidad legal no impide la subsistencia de la responsabilidad ética de
acuerdo a las normas contenidas en nuestro Código, obligación que, con relación
a los clientes, perdura en lo absoluto, según se ha dicho.
Un abogado suele tener poderes de su defendido o cliente mediante autorización
por instrumento público, u otorgado por comparecencia en el juzgado o tribunal, de
manera que pueda dirigirlo en juicio, o representarlo en actuaciones legales o
administrativas que no requieren, necesariamente, de Procurador/a de los
Tribunales, y el abogado representa al justiciable.
La actuación profesional del abogado se basa en los principios de libertad e
independencia. Los principios de confianza y de buena fe presiden las relaciones
entre el cliente y el abogado, que está sujeto al secreto profesional.
El abogado se debe a su cliente, en primer lugar, y debe litigar de manera
consciente respecto a la responsabilidad social en la que se halla, con un actuar
crítico y equilibrado al servicio de la paz social, en la que colabora con los
juzgados y tribunales dentro del sistema judicial de cada país.
A través de los Colegios de Abogados u organismos pertinentes, dependiendo del
país, existen servicios de asistencia jurídica gratuita para los ciudadanos que
carecen de medios económicos para pagar los honorarios de un abogado.
Son los llamados defensores "Ad honorem" en el caso que asesoren desde
Colegios de abogados, y abogados oficiales defensores (o simplemente abogados
de oficio) cuando dependen directamente del Estado. Las especialidades más
habituales en el mundo de la abogacía suelen ser: Derecho civil, de familia, penal,
mercantil, laboral, tributario, constitucional, administrativo y ambiental.
Conclusión

La abogacía es una profesión liberal que, en orden a la justicia, otorga de manera


exclusiva y excluyente la posibilidad de defensa jurídica de las partes
intervinientes en un litigio. Para ser parte en un proceso no sólo es preciso que el
sujeto tenga capacidad procesal: los litigantes no pueden actuar ante un tribunal
de forma directa, pues es preciso tener un conocimiento del orden jurídico que
sólo se reconoce en el Abogado, que es el jurista que se dedica de forma
profesional a la defensa de los intereses que se le encomiendan y el que asume la
dirección técnica de dicha defensa. El Abogado como auxiliar y servidor de la
justicia y colaborador en su administración, no deberá olvidar que la esencia de su
deber profesional consiste en defender los derechos de su cliente con diligencia y
estricta sujeción a las normas jurídicas y a la ley moral.

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