Literatura Al Servicio de El Clerigo.

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UNIVERSITÉ GASTON BERGER DE SAINT LOUIS DU SENEGAL

UNITE DE FORMATION ET DE RECHERCHES LETTRES ET SCIENCES HUMAINES


SECTION D´ESPAGNOL
COURS D´INTERACTION ET D´EXPRESSION ECRITE L2
4.1. LITERATURA
Dossier: Al servicio de un clérigo
Dejé al ciego porque era muy avaro y caí con este que era muy avaro todavía; comparado con este, aquel
era un Alejandro Magno.
Mi nuevo amo tenía un arca vieja de la cual él siempre llevaba la llave y cuando llegaba a casa algún
pan de los que le daban en la iglesia lo echaba en el arca y después de hacerlo la volvía a cerrar con la llave. En
toda la casa no había cosa alguna que comer como en otras: algún canastillo con los pedazos de pan que quedan
de la mesa. Lo único que había, era unas cebollas de un cuarto, la llave de cuya puerta llevaba él siempre
consigo. De estas cebollas tenía yo una para cuatro días y cuando le pedía la llave para ir por ella, si alguna
persona estaba presente, me daba la llave y me decía:
- Toma y devuélvemela en seguida.
Decía esto como si allí hubiera muchas cosas que comer, con no haber más que las malditas cebollas las cuales
tenía él bien contadas.
Allí y me moría de hambre. Después de estar con él tres semanas, casi no podía tenerme en las piernas
de hambre que tenía. Vi que si Dios y mi saber no me ayudaban, iba a morir.
Nunca me mandó a comprar vino y para ocultar su avaricia decía:
- Mira, mozo, los sacerdotes tenemos que ser muy templados en el comer y en el beber, por eso yo no
como sin medida como lo hacen los otros.
Pero en esto decía mentira, porque cuando íbamos a rezar a casa de alguno que había muerto comía como un
lobo.
Y yo, Dios me perdone, nunca fui enemigo de los hombres más que el tiempo que estuve con este
clérigo. Cada día le pedía a Dios que matase a alguien y esto porque cuando alguien moría, íbamos a rezar a su
casa y comíamos bien.
Y en todo el tiempo que allí estuve, que serían seis meses, solo se murieron veinte personas, y estas bien
creo que murieron porque así se lo pedí a Dios. Los días que enterrábamos a alguien yo vivía. Los días que no
había muerto para enterrar yo volvía a mi hambre. Y esta era tanta que muchos días yo deseaba mi propia
muerte.

PROFESOR: SEÑOR BOP DOCTORANDO EN ELE FACULTAD DE FILOLOGÍA


UNIVERSIDAD COMPLUTENSE DE MADRID (ESPAÑA)
CURSO: 2015 – 2016
UNIVERSITÉ GASTON BERGER DE SAINT LOUIS DU SENEGAL

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SECTION D´ESPAGNOL
COURS D´INTERACTION ET D´EXPRESSION ECRITE L2
Pensé muchas veces en dejar este amo, pero no podía moverme del hambre que tenía y también tenía
mucho miedo pensando que con el ciego pasaba hambre y que con mi segundo amo moría de ella y que si el
tercero era peor, ¿qué sería de mí?
La vida de Lazarillo de Tormes de sus fortunas y adversidades, 1554 (Novela anónima).

PROFESOR: SEÑOR BOP DOCTORANDO EN ELE FACULTAD DE FILOLOGÍA


UNIVERSIDAD COMPLUTENSE DE MADRID (ESPAÑA)
CURSO: 2015 – 2016

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