Cuentos Basado en Hechos de Cumbal

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AUTOR: JUAN DIEGO HERNANDEZ ERAZO

IE. JOSE ANTONIO LLORENTE CUMBAL

DESASTRE DE MADRUGADA.

Muy de madrugada doña Rosa se levantaba a preparar el café para su marido


como todos los días, don Raul ya se había levantado, llama a su esposa y le dice
ROSITA que será ese viento que está haciendo me dé escalofríos como si se fuera
a morir algún conocido, Rosita le responde calle mijo, usted no más que siente eso,
ya sabe ese viento es normal acá.

Mientras Rosita y Raul estaban tomando café suenan las campanas de la Iglesia,
Mijo que será que empezaron a sonar las campas de la iglesia, todavía no han
empezado las novenas al Niño Jesús; y en un momento Raul le dice ROSITA esta
temblando, camine salgamos a fuera, esta temblando duro; DIOS MIO
PROTEGENOS. Los dos salen corriendo al potrero de tras de la casa, que tiene vista
al pueblo.

Y entonces ROSITA le dice mijo vea como se caen las casas del pueblo, vea la
iglesia como se derrumba, mijo allá se esta muriendo la gente, mis compadres,
VIRGEN DE LAS LAJAS protégenos, ROSITA vea como sigue temblando; en ese
momento RAUL ABRAZA A ROSITA y ambos con todo ese miedo lloran
desconsolados al no saber que hacer; deja de temblar y ROSITA le dice a su esposo,
mijo camine vamos al pueblo ayudar allá, atranque bien las puertas de la casa
mientras prepara el caballo para irnos allá.

En un instante lo dos montan el caballo y se van a puro galope, y al llegar al pueblo


encuentran todo destruido, muertos por todos lados, bajan del caballo y ROSITA
empieza atender a los heridos mientras que RAUL con los otros hombres del pueblo
comienzan a sacar a las personas atrapadas, como si fuera poco empieza a llover
lo que complica el rescate, todo es una montaña de escombros, niños llorando
buscando a sus papás entre las vigas de las casas, todo el mundo esta confundido
no saben que hicieron para merecen tal castigo, sin saber para donde ir.

ROSITA habla con su esposo y le dice mijo vea, allá en la casa no es que tengamos
mucho pero podemos hacer unos caídos para que las personas puedan dormir ahí,
todas las personas al no tener a donde ir, se fueron junto con ROSITA Y RAUL, fueron
llevando de los escombros las cosas que les podían servir, y cada persona y familia
empezó a construir su refugio a lado de la casa de los dos esposos y en ese lugar
al pasar los días se empezó a reconstruir el pueblo, y en agradecimiento a DIOS por
haberlos otorgado la vida y como ofrenda, todos las personas construyeron un
templo en piedra para recordar la tragedia y la piedad de DIOS.

AUTOR: JUAN DIEGO HERNANDEZ ERAZO

IE. JOSE ANTONIO LLORENTE CUMBAL

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