Ensayo La Buena Enseñanza Tarea
Ensayo La Buena Enseñanza Tarea
Ensayo La Buena Enseñanza Tarea
La Buena
Enseñanza:
principios y
prácticas
Jonh Biggs
El capítulo que me permite realizar este ensayo reflexivo trata, precisamente, de la buena
enseñanza y postula un manifiesto de la acción docente, el propósito de las actividades, quiénes
pueden dirigirlas, cuáles principios generales se deben cumplir, en cuáles espacio se guarda la
información y de qué modo, sobre quién debe hacerse ese edificio de conocimientos, qué tipo
de preguntas serían relevante para los diferentes contextos y fines, qué tan planificado o
espontáneo debe ser el que enseña y el que aprende; así como los beneficios de seguir ciertos
parámetros para facilitar el andamiaje en este proceso.
Con relación a la acción docente, en su práctica, este puede ser directivo, supervisor, consultor y
líder de grupo. En su función como directivo especifica procedimientos y corrige errores. En mi
quehacer docente me identifico con esos perfiles, pues en algunos momentos, para poder obrar
con eficacia, es importante ir señalando una ruta clara a seguir, aunque es bien sabido que, en
ese viaje se pueden encontrar un sinnúmero de experiencias que no estaban precisamente
planificadas desde el inicio, pero que son inherentes al proceso de enseñar y aprender. Me
identifico con participar en esa construcción de saberes, con una postura del líder que crea
líderes. Estoy convencida que la mayoría de los individuos aprende mejor haciendo y siendo parte
activa de todos los procesos que los quieran capacitar con algún fin.
Biggs y Moore, 1993, destacan unas características de los contextos ricos para la enseñanza y el
aprendizaje, en total enumeran cuatro. Estas son: una base de conocimientos bien estructurada,
un contexto motivador adecuado, la actividad del aprendiz y la interacción con los demás. Por
experiencia personal cuando tenemos claro lo que vamos a enseñar y cómo lo vamos a enseñar,
esto tiene un impacto positivo en las expectativas de quienes participan en el proceso de
aprender. La estructura de la actividad de enseñanza se da con más productividad y se consigue
el objetivo, cuando se adecúa el contexto; esto incluye el medio en el que se da el proceso, la
actitud de quien lo guía y la motivación de quienes participan. Estos elementos bien
concatenados siempre arriba al mayor éxito posible en todos los importantes protagonistas de
las actividades de enseñanza y aprendizaje.
Para continuar profundizando en el aspecto de la actividad del aprendiz, estoy de acuerdo con la
clasificación que presenta Biggs cuando enfoca actividades que hace el profesor, las que se
realizan entre compañeros y las auto dirigidas por el alumno. Pienso que todos estos modos de
realizar actividades cumplen con los siguientes aspectos destacados en este capítulo. Primero,
para que toda actividad sea de impacto se debe construir sobre un fundamento llamado de varias
formas: “lo conocido” o “conocimientos previos”, esto funciona como una zapata que admite, en
segundo lugar, maximizar la estructura del conocimiento, aplicarla, expandirla, darle significado
y relevancia, hasta el punto de sacarle provecho a los errores, pues en este enfoque se toman de
un modo constructivo y motivador, donde el alumno al ser corregido se siente con más
conciencia y responsabilidad de construir su propio conocimiento.
Por experiencia propia, el proceso de enseñanza aprendizaje es significativo cuando se toman en
cuenta los aspectos tratados en el párrafo anterior. Como docente debo hacer balance en el tipo
de actividad que va con cada grupo e individuo, hacerlas adecuadas y prácticas y con sentido para
la formación profesional a la que va el sujeto, en fin, deben interconectar y permitir la
reestructuración del conocimiento para llegar a un aprendizaje profundo que integre lo nuevo
con lo conocido.
En varias ocasiones me gusta preguntar a los estudiantes como acción previa, reflexiva o de
desarrollo acerca de, qué importancia tiene este tema para tu desempeño profesional, qué
impacto tendría en tu aprendizaje una lectura intencional e individual, crees que se enriquecen
los demás al escuchar de tu experiencia de estudio, cómo te sientes al mirarte en el espejo y ver
como creces personal y profesionalmente. Esto provoca en ellos reflexión, cuestionamientos y
análisis. Este crecimiento es evidente en sus resultados de aprendizaje.
Cuando trabajamos enseñando y aprendiendo debemos ser flexibles en las posturas y las formas
en las que estructuramos y alineamos el proceso. En general, creo que se debe seguir un orden,
un plan, una organización sistemática de los procesos para su efectivo desarrollo. En la ejecución
de lo ya alineado es que el alumno se encontrará con acciones ocultas que le corresponderá a él
desentramar, pues lo importante es lo que el estudiante hace.
En todo este proceso el docente debe tener un conocimiento profundo del contenido, una
preparación y experiencia que le permita incidir en la construcción social del conocimiento, en la
particularidad de los participantes, en su desarrollo laboral y en su paso de lo superficial a lo
profundo. En este aspecto valorará por quiénes puede estar dirigida la actividad de enseñanza
aprendizaje en los diferentes momentos y con los diferentes contenidos.
Es importante destacar que las actividades realizadas por el profesor como las clases magistrales,
las presentaciones, la tutoría individual, el seminario, laboratorios y excursiones permiten que el
docente profundice, de varias maneras, en varios temas, destacando lo que, a su juicio, necesita
prioridad, afianzando conocimientos, clarificando y explicando los aspectos necesarios. Por otro
lado, las actividades realizadas entre los compañeros como los grupos de debate, los
rompecabezas, los grupos de resolución de problemas, aprendizaje en parejas, células de
aprendizaje y preguntas recíprocas son útiles para compartir puntos de vista y perspectivas
diferentes, estos ayudan en el aprendizaje dialógico y cooperativo, refuerza la convivencia y
amplían la comprensión del conocimiento en discusión. Finalmente, las actividades autodirigidas
permiten el desarrollo y comprensión profunda del aspecto estudiado, expanden la capacidad de
supervisarse y autoevaluarse, potencializando un aprendizaje independiente, propio de
individuos analíticos, que aplican el conocimiento y reflexionan sobre sus propios procesos de
construcción de sus experiencias de aprendizaje.
“Para inducir a otros a trascender, debo hacer el viaje primero, seré más convincente”
Eunice E. Abreu