Maquinas Tractores Libro 1
Maquinas Tractores Libro 1
Maquinas Tractores Libro 1
Tomo 6: • Pulverizadoras
• Motores........................................................................................................32
• La transmisión..............................................................................................69
• Bibliografía utilizada.....................................................................................91
Desarrollo del tractor agrícola
1. Tractor de ruedas
1.1. De tracción trasera 2WD(Figura 1).
1.2. De tracción en las cuatro ruedas.
1.2.1. De ruedas desiguales, siendo las delanteras más pequeñas FWA
(Figura 2).
1.2.2. De cuatro ruedas iguales 4WD (Figura 3).
2. Tractores de orugas.
2.1.De ruedas iguales (Figura 4).
2.2.De ruedas desiguales (Figura 5).
3. Motocultores: Tractor de un solo eje, de potencia reducida, ya que no pasan
de los 15 KW (20 CV) de potencia (Figura 6).
1
Figura 1: Tractor de tracción trasera 2WD
2
delantera asistida, se incrementan en la medida que empeora el estado de
transitabilidad del terreno y disminuyen en la medida que el terreno adquiere
más capacidad portante. El diseño incluye normalmente un diferencial
delantero que trabaja bloqueado para evitar el patinamiento diferencial de sus
ruedas. Es importante el trabajo autobloqueado del diferencial delantero para
mantener una prestación razonablemente encima, del de dos ruedas motrices,
al igual que el avance cinemático del rodado delantero.
Dentro del diseño 4WD (Figura 3) los desarrollos comerciales han sido hasta el
presente por lo menos tres:
• Tractores de chasis rígido con dirección en los dos ejes (Antiguo diseño
llamado Cangrejo de Case)
3
• Tractores del tipo tracción delantera asistida (FWA), adonde se extendieron
suficientemente los palieres, como para montarle cuatro ruedas grandes e
iguales, merced al mayor ángulo de inclinación que esa separación del
chasis o monoblock le da.
Figura 3: Tractor de tracción en las cuatro ruedas 4WD (con cuatro ruedas
iguales)
Las prestaciones tractivas de los tractores 4WD son muy parecidas a las de los
tractores con orugas de goma (Figura 5) (será incluido en el cuadernillo de
compactación), en algunos casos, según citan varios autores, los tractores de
diseño 4WD superan la prestación tractiva de los orugas.
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Figura 4: Tractor de orugas de metal de ruedas iguales
5
Figura 6: motocultor de un solo eje
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agricultura, sin embargo, es algo que se intentará a lo largo de los distintos
capítulos de esta publicación.
Lo primero que tiene que saber el productor, en cuanto a la elección del tractor
agrícola, es en qué trabajos lo va a utilizar.
En los próximos párrafos se pretende resumir los trabajos que debe realizar
una tractor en la explotación agrícola. Veremos, también la importancia de cada
uno de ellos con una escala de valoración de 1 a 5 puntos.
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Tractor como elemento para darle movimiento a máquinas estacionarias
Se puede afirmar que esta es una de las primeras funciones del tractor
agrícola. Ya que, antiguamente, dicha función fue desempeñada por las
maquinas de vapor que utilizaban una polea como elemento accionador.
El uso de la polea, muy importante incluso en la década de los cuarenta,
disminuye su importancia bruscamente (valoración un punto) a partir de los
años cincuenta.
Actualmente y en los pocos casos, en que se realiza, el accionamiento de las
maquinas estacionarias se hace a través de la toma posterior de potencia del
tractor.
Podemos decir que es una de las utilizaciones, del tractor, de mas importancia
en la actualidad. Por medio de la toma posterior de potencia el tractor mueve a
una gran numero de maquinas móviles. Esta función, que se inicia en la
década de los cincuenta, va teniendo cada vez mayor importancia a medida
que el mercado ofrece máquinas que reciben su movimiento no por una rueda
motriz, sino directamente desde el tractor. La valoración del uso actual del
tractor en esta función puede recibir el nivel máximo o sea cinco puntos, en la
escala de puntuación anteriormente establecida.
Es de destacar la gran cantidad de tractores que, actualmente, traen dos tomas
posteriores (se desarrollará el tema en el capitulo transmisión) de potencia una
con régimen estandarizado de 540 v/min -1 y otras con régimen estandarizado
de 1000 v/min –1.
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Tractor con enganche de tres puntos (Figura 9)
La utilización del tractor para esta función, lógicamente, guarda una relación
inversa con la utilización del enganche tripuntal. Esta forma de uso llega
alcanzar niveles de valoración cuatro en nuestro país, ya que esta muy ligado
al tipo y tamaño de explotación agrícola (nos explayaremos en este tema al
tratar las dimensiones del tractor).
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Figura 10: Vista de la barra de tiro
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En conclusión lo expuesto en párrafos anteriores, en cuanto a la utilización del
tractor agrícola en nuestro país, en el momento actual, se puede decir que es
muy alta en cuanto a aperos enganchados en la barra de tiro y máquinas
accionadas por la toma posterior de potencia, seguida del uso en transporte
arrastrando un remolque, o accionando un cargador frontal. En cuanto a la
utilización del equipo tripuntal, esta es baja, debido a las razones explicadas en
el párrafo correspondiente.
Cualquier productor que decide comprar un tractor tiene que tener claro las
funciones para las que lo va a utilizar. Este puede buscar un tractor multiuso,
capaz de resolver con mayor o menor suerte todas las operaciones que
demanda su explotación, o puede decidirse, a comprar, un tractor
especializado, específicamente diseñado para una determinada función.
Es muy importante, y lo vamos a repetir varias veces a lo largo de este trabajo,
que el comprador determine cual va ser la labor que mayor dificultad le de al
tractor, para así optimizar en el diseño. Mientras que una máquina que tenga
que realizar grandes esfuerzos de tracción debe ser pesada y con ruedas
anchas, un tractor para trabajos entre las líneas de cultivo debe ser liviano, con
ruedas estrechas para evitar dañar al cultivo y, a ser posible, con la suficiente
altura sobre el suelo que le permita respetar las líneas de cultivo que quedan
debajo de él. Las masas de lastre y las opciones de neumáticos, cajas de
cambio, enganches, etc., son las herramientas de que dispone el usuario para
especializar un tractor, que en el diseño hace posible cualquier misión.
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Figura 12: Vista lateral, batalla y despeje del tractor
Muy por el contrario, cuando el usuario necesita un tractor para realizar labores
en potreros extensos (típico de explotación Argentina) y con aperos
enganchados a la barra de tiro, labores de arada, resultan mucho más estables
los tractores de batalla larga.
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Otro parámetro que debe tener en cuenta el diseñador de un tractor es la
trocha , o ancho de vía del mismo. Esto se debe a que algunos cultivos obligan
a unas limitaciones que, a veces, superan lo que se puede conseguir con un
tractor convencional. En los tractores disponibles en el mercado se pueden
conseguir, con ciertas tolerancias, tres medidas de trocha normalizadas: 1,50.
1,80 y 2,00 m. Por lo menos dos de estas trochas se pueden obtener,
cualquiera que sea el tamaño del tractor considerado, actuando sobre el
sistema de regulación de trocha (Figura 15) que estas unidades deben
incorporar. La modificación de la trocha es imprescindible para un correcto
ajuste del conjunto tractor - arado (hay que procurar que entre las ruedas exista
una separación igual a la ancho de labor del arado mas media reja), pero
también se debe poder ajustar a la separación, entre líneas, de los cultivos de
escarda que se deben trabajar, llegando incluso, si así lo demanda el cultivo al
cambio de rueda y a la rueda dual con separador.
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diseño del tractor. Un tractor de despeje normal permite la circulación sobre
líneas de cultivo que no superen los 30-40 cm de altura. A medida que los
cultivos avanzan en su crecimiento limitan la circulación del tractor. Es común
en algunos piases que el trabajo sobre línea del cultivo se realiza con el tractor
internacionalmente conocido como "high-crop", al que se le puede dar como
denominación en castellano la de "alto despeje o "elevado y que utilizando las
posibilidades de reducción final se puede levantar del suelo hasta 80 cm o algo
más siempre que se aproveche el efecto complementario de un neumático de
diámetro mayor. La regulación combinada altura/distancia entre ejes (batalla)
es una opción frecuente que proporciona al tractor una doble función. Cuando
se desea superar este despeje (más de un metro sobre el suelo) el tractor tiene
que ser especializado y recibe la denominación de 'zancudo' por su particular
posición.
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Figura 16: Distribución de peso en los distintos diseños de tractores
agrícolas
15
Si tenemos en cuenta que el peso de los tractores en los ultimas décadas ha
disminuido, pero ha habido simultáneamente, un aumento de potencia de los
motores, el agricultor que compra un tractor nuevo basándose en esta
potencia, en general se queda defraudado del nuevo tractor, principalmente al
realizar trabajos pesados y a baja velocidad, si los compara con su antiguo y
pesado tractor ya desechado.
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en cuanto a las velocidades y esfuerzos de tracción requeridos en cada caso,
lo mas conveniente será utilizar pesos complementarios, fácilmente manejables
(lastres), que permitan, para cada labor, dar al tractor el peso mas aconsejable.
Para las labores livianas, trabajos de siembra y cultivo, el peso deberá ser bajo
para que las ruedas compacten lo menos posible el suelo. En trabajos en los
que se precisa gran esfuerzo de tracción, como arada, cincelado y subsolado el
peso deberá ser alto, ya que influye de forma importante sobre la adherencia
de las ruedas.
Se puede considerar, como se indico anteriormente, que sobre el suelo
agrícola el lastre máximo aconsejable no debe superar el 25 % del peso del
tractor sin lastre. Este limite, es una consecuencia de los neumáticos, inflados a
la presión de trabajo en campo y de la capacidad portante del suelo, sobre todo
si se encuentra húmedo. No siempre es posible aumentar las dimensiones de
los neumáticos debido a factores agronómicos y económicos.
Es importante determinar, como punto de partida, el trabajo del tractor que
requiere mayor esfuerzo de tracción, este debe de ser decisivo en el momento
de calcular su peso. En un tractor multiuso se hace imprescindible adquirir
masas movibles de lastre para ajustar su peso adherente a las condiciones del
suelo y del trabajo para limitar el patinamiento.
A las ruedas motrices llega la potencia del motor a través del cambio y puente
trasero del tractor y en este recorrido se producen unas perdidas que suelen
oscilar entre el 7 y el 13 %. Esta potencia, igual a la del motor menos las
pérdidas producidas en el área de contacto rueda/suelo (rodadura y
patinamiento), será la que permita que el vehículo se desplace realizando
esfuerzo de tracción.
Un aumento de la masa del tractor, por medio de los lastres, significa la mejora
de la adherencia, o lo que es lo mismo, la reducción del patinamiento para el
mismo esfuerzo de tracción realizado, o la posibilidad de aumentar el esfuerzo
de tracción manteniendo el nivel de patinamiento, pero también un aumento de
la resistencia a la rodadura, lo que produce un incremento de la potencia
perdida para hacer avanzar al tractor. Por tanto, la masa que se debe utilizar
será la que minimice las perdidas por rodadura y patinamiento.
Ejemplo: Para calcular el lastre aconsejable en un tractor 2WD, tomando como
base el peso sin lastre del mismo (3000 kg), velocidad real de avance de la
labor, rendimiento de transmisión (0.87), el peso adherente en el eje trasero
(0.85 para los 2WD) y coeficiente de adherencia (0.6 para rastrojo seco) se
puede utilizar la siguiente expresión:
El factor 270 se utiliza para hacer homogénea la expresión para las unidades
indicadas.
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70 (CV) X 0.87
4605 Kg = ------------------------------------
7 (km/h) X 0.65 X 0.85
Tipos de lastre
Lastres líquidos
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18.4-28 318
Son los llamado valijines, fijados mediante soportes especiales del chasis,
generalmente en el puente delantero del tractor, aunque a veces puedan ser
centrales, o traseros, en trabajos muy especiales. La misión principal es
corregir los desequilibrios que se producen como consecuencia de las tuerzas
en acción.
Así, un apero colgado en la parte trasera del tractor, tendería a levantar las rue-
das delanteras y en la compensación de estos esfuerzos, estarían indicados los
contrapesos delanteros. Se suele recurrir a los centrales cuando es preciso
bajar el centro de gravedad para trabajar en grandes pendientes y a los
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traseros en los tractores que trabajan con pata cargadora frontal.
Estos contrapesos de plataforma se deben utilizar en el menor numero posible,
para evitar sobrecargas que pueden producir en las piezas del tractor, siendo
necesario desmontarlos cada vez que se realicen labores livianas.
Su montaje y desmontaje es muy sencillo ya que son bloques que no superan
los 25 a 30 kg de peso .
Una vez calculado el lastre que se precisa para una labor, hay que situarlo
eligiendo, entre las diferentes formas posibles, la más conveniente.
Cuando se calculaba el peso necesario del tractor, se hacía ver la necesidad
de que un 15 ó 20 % del peso sin lastre del mismo cargará en el eje que lleva
las ruedas directrices en los tractores de simple tracción. Esta norma será la
base para situar el lastre en este tipo de tractores.
De la posición relativa de los lastres respecto a los ejes del tractor, se puede
deducir el efecto que producirá en los mismos:
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- Masas por delante del eje delantero: cargan dicho eje delantero, descargando
el trasero
- Masas sobre el eje delantero:
cargan dicho eje sin ejercer ninguna influencia sobre la carga en el trasero.
- Masas entre ambos ejes: su efecto se reparte entre ambos proporcionalmente
a la distancia.
- Masas en el eje trasero: carga sobre dicho eje sin descargar el delantero.
- Masas detrás del eje trasero: cargan el eje trasero descargando el
delantero.
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Figura 19: Tren de transmisión delantera con suspensión (Tractor Fendt
Favorit)
La "doble tracción"
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mínimo que se considera imprescindible para que las ruedas directrices
controlen la marcha del tractor: el 85% sobre el eje trasero es la carga dinámica
que condiciona la capacidad de tracción.
Los tractores de mas de 75 kW de potencia, en el diseño 2RM - 2WD no
resultan eficientes cuando se quiere desarrollar toda la potencia del motor en
labores lentas, en estos casos hay que recurrir a los tractores TDA - FWA.
El reparto de peso entre eje delantero y trasero, por construcción, varia en
función del diámetro que alcancen las ruedas delanteras, en una relación 40/60
o incluso 50/50 que en trabajo por la transferencia de carga se conviene en un
30/70 a 40/60. soportando cada eje una carga dinámica en función de la
capacidad portante de las ruedas que se van a montar. La capacidad de
tracción de estos tractores, en comparación a los 2WD, es mayor en alrededor
de un 15% para el mismo peso total; esto se debe, según algunos autores, a
que los tractores FWA las ruedas delantera hacen una huella que compacta el
suelo y en consecuencia las ruedas traseras ‘’pisan’’ un suelo de mayor
capacidad portante lo que produce un menor esfuerzo de rodadura y un menor
patinamiento dando como resultado una mayor capacidad de tracción.
A partir de 150 kW (unos 200 CV) de potencia de motor, las ruedas delanteras
se aproximan en dimensión a las traseras, y el lastre frontal suplementario para
conseguir un reparto de pesos ventajoso, deja de ser económicamente
competitivo con la estructura que caracteriza al tractor de cuatro ruedas
motrices iguales (4RM – 4WD).
En las grandes potencias la estructura típica del tractor estándar cambia
sustituyéndose por un cuerpo delantero, más cargado, y uno trasero,
generalmente independiente, pero unido con un sistema de articulación que
actúa como mecanismo de dirección.
Las limitaciones prácticas en cuanto a potencia posible en esta estructura de
4RM iguales, a veces con ruedas gemelas, está próxima a los 300 kW (unos
600 CV) de motor. Superar estas potencias sólo puede hacerse con el empleo
de tres ejes motores, diseño que ya se experimenta como base para una futura
opción.
Como una forma de especialización también se ofrece la estructura 4RM para
pequeños tractores, derivados de motocultores, y con una aplicación
fundamental en la horticultura, o en determinado tipo de plantación frutal.
Debe quedar claro que si se dispone de un solo tractor es necesario modificar
en cada condición de trabajo algunos de sus parámetros básicos, dentro de las
opciones que permiten su diseño: cuando se puede disponer de varios
tractores se debe orientar la compra hacia una cierta especialización.
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reciben una atención menor. Hay numerosas excepciones, pero la realidad es
así, lo cual va en perjuicio del propio agricultor.
Si un arado que necesita 1.000 kgf (9800 Newton)de fuerza de tiro, cuando
trabaja a 7,2 km/h (2 m/s) necesitará que el tractor le suministre una potencia
de tracción de 9.800 N x 2m/s = 19.600 watios = 19,6 kW (26,6 CV). La
potencia a la barra estará condicionada, por lo tanto, a la capacidad de tracción
por una parte y a la velocidad real que puede alcanzar el tractor, por otra.
Si consideramos que el par motor producido en el volante de éste sigue el
camino de la transmisión (caja de cambio, diferencial, reducciones finales)
hasta llegar a las ruedas del tractor. El mismo, este camino, es multiplicado
debido a la reducción del régimen que simultáneamente realiza la caja de
cambio, y así el par que llega a las ruedas será el del motor multiplicado por la
relación de transmisión correspondiente a la velocidad que se tenga seleccio-
nada.
Ejemplo:
Dado un tractor que trabaja en una marcha corta en la que cada 200 vueltas
del motor suponen una de las ruedas, un par motor de 25 Nm
(aproximadamente 25 mkg) daría en las ruedas un par de 5.000 Nm, menos un
7 a un 13 % de pérdidas inevitables por rozamientos y otras causas que en
todas las transmisiones se producen. Este gran par en las ruedas necesita un
punto de apoyo para impulsar el tractor y este punto de apoyo tiene que
proporcionarlo el suelo. Recordando el concepto de par (fuerza por distancia)
para el de 4.500 Nm (5.000 - 10 % de pérdidas en la transmisión) en las ruedas
motrices de tractor con un radio de 0,750 metros resulta que en los tacos de las
ruedas aparece una tuerza tangencial, consecuencia del par, de 4.500/0,750 =
6.000 N (aproximadamente 6.000 kgf) que el suelo debe resistir como empuje
horizontal para permitir avanzar al tractor, y cuando esto suceda, el tractor
podrá "tirar" con esta fuerza del apero que se le enganche detrás, descontando
una cierta parte necesaria para vencer la resistencia a la RODADURA que
siempre opone el terreno al paso del tractor, y que se debe calcular para poder
evaluar de una forma suficientemente aproximada la capacidad de tracción del
tractor.
En cuanto a la rodadura, Botta y colaboradores (1998) en un trabajo realizado
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sobre un suelo arado con un tractor de fabricación nacional de 88 kW de potencia
en el motor (IRAM 8005) equipado con los neumáticos que muestra la Tabla 2
para dos condiciones de lastre comprobaron según se puede observar en la
Tabla 2 y Figuras 20 y 21 una relación armónica entre el ancho del rodado 23.1-
30 para las dos condiciones de lastre, evidenciado por la menor potencia
consumida en rodadura (4,4 y 2,7 kW ). Sin embargo, el rodado de mayor ancho
18.4-38 duales para las dos condiciones de lastre apareció como una peor
combinación de peso por eje y ancho en virtud de corresponderle el mayor
consumo de potencia en rodadura (8,8 y 6,8 kW ), esto probablemente se debió
al mayor frente de suelo abarcado por las duales para las condiciones de suelo
del ensayo. Las cubiertas más angostas (18.4-34 y 18.4-38 single) ambas
respondieron en forma directa al peso que soportaron, produciendo una mayor
perdida de potencia en rodadura el neumático 18.4 - 34 que fue el de menor
diámetro. De acuerdo a los lastres y los neumáticos utilizados sobre el tractor del
ensayo concluyó que la cubierta 23.1-30 posee el ancho adecuado por debajo del
cual no se produjo un incremento del esfuerzo de rodadura debido al frente de
suelo abarcado, y además que en las cubiertas con menor superficie de apoyo
el esfuerzo de rodadura tuvo una relación directa con el peso en el eje.
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Figura 20: Valores de potencia (kW) perdida en rodadura para todas las
configuraciones de tractor sin lastre.
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Tabla 3. Valores del coeficiente de rodadura para diferentes suelos.
Hidráulicos
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los problemas y aportar soluciones. Los productos elaborados por esas fábricas
son, principalmente, rastras, sembradoras, pulverizadores y cosechadoras de
cereales. Estas máquinas tienen gran tamaño en comparación con las
empleadas en Europa, debido a la enorme superficie de las explotaciones
agrarias argentinas, y se asemejan a algunas de las existentes en Estados
Unidos, Canadá y Australia. El gran tamaño de las máquinas hace que el
empleo de transmisiones hidráulicas resulte imprescindible debido a la
inviabilidad de utilizar elementos mecánicos (ejes, correas, cadenas, etc.)
demasiado largos. También se visitó a varios fabricantes de elementos
hidráulicos (cilindros, válvulas diversas y conjuntos armados) que son
proveedores de las empresas de maquinaria. Se encontraron algunos
problemas que eran comunes a casi todas la fábricas visitadas:
Empezando por lo aparentemente más simple, como son las tuberías, hay
cierto desconocimiento de las normas relativas a los elementos de unión entre
tuberías o entre tubería y elemento, y un maremágnum de tipos diferentes de
roscas y elementos de unión. Además, en algunas máquinas no se tenía en
cuenta la disposición más sencilla de las tuberías a la hora de colocar las
válvulas, ocurriendo que las tuberías se veían obligadas a describir más
longitud y codos de lo necesario debido a no colocar las válvulas en el lugar
más adecuado sobre el bastidor de la máquina.
Otro problema básico, cuya solución no corresponde a los fabricantes de
aperos visitados, sino a los de tractores, es el escaso caudal de aceite para
servicios externos que tienen los modelos comerciales de tractores. En toda
Sudamérica, en general, se tiene el concepto de que el tractor es una máquina
útil para tirar de aperos, haciendo su trabajo básicamente a través de la barra
de tiro, la mayoría de los tractores apenas suministran de 20 a 30 l/min de
aceite a través de los acoplamientos rápidos para que sea utilizado por
aquellos aperos que lleven algún cilindro o motor hidráulico, mientras que en
Europa cualquier modelo de tractor suministra al menos 60 l/min Como,
además, se da la paradoja de que los aperos argentinos son muy grandes y
llevan, al menos, varios cilindros para subir o bajar el bastidor respecto a las
ruedas de apoyo, regulando así la altura sobre el terreno, resulta que requieren
un apreciable caudal de aceite para mover esos cilindros a buena velocidad y
el tractor no les suministra suficiente.
La práctica totalidad de fabricantes de aperos arrastrados por tractor tenían el
problema de los llamados cilindros compensados. Consiste en que, dada la
gran anchura de las máquinas, necesitan instalar varios cilindros a su derecha
e izquierda para subir o bajar el bastidor respecto a las ruedas, tarea que hará
el usuario cada vez que llegue al extremo de una línea y deba maniobrar en las
cabeceras. Lo ideal, desde un punto de vista más estético que práctico, es que
toda la estructura del apero suba o baje simultáneamente, en vez de hacerlo,
por ejemplo, primero el extremo derecho y después el extremo izquierdo. Se
disponía de varias soluciones para conseguir ese movimiento simultáneo de
cilindros, sin que ninguna de ella fuera plenamente satisfactoria.
Luego de enumerar esta serie de problemas, los que sin duda se deben tener
en cuenta al adquirir un tractor agrícola, pasaremos a una breve ejemplo del
calculo de la potencia hidráulica del tractor.
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Figura 22: Esquema del circuito hidráulico completo del tractor agrícola
29
Figura 23: Vista del enganche de tres puntos de un tractor agrícola
Todos sabemos que la potencia que transporta un caudal de aceite por una
tubería queda definida por la siguiente expresión:
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Potencia (kW) = 20 (l/min) x 150 (bar) x (factor de corrección S. unidades)
1,67 = 5 kW
100
Esta potencia precisará que el motor suministre a la bomba algo más para
compensar las pérdidas que se producen en el paso de energía mecánica a
energía hidráulica y así para un tractor que suministre, por ejemplo, 10 kW
(13,6 CV) de energía hidráulica, precisará que el motor aporte 10/0,80 = 12,5
kW (17 CV) que no podrán ser utilizados simultáneamente en otras apli-
caciones como la toma posterior de potencia a la barra de tiro del tractor.
Las tomas hidráulicas exteriores del tractor, como máximo, podrán suministrar
la potencia que proporciona la bomba del sistema, una vez descontadas las
pérdidas que por rozamientos en las tuberías y válvulas se pueden producir.
Hay que tener en cuenta que simultáneamente a la utilización exterior de la
energía hidráulica, algunos órganos del tractor como: dirección, elevador
hidráulico, etc., requieren parte de la energía producida por la bomba, por lo
que habitualmente no es aconsejable querer utilizar más del 50 por 100 de la
potencia hidráulica producida en el tractor en servicios exteriores. Como regla
general conviene conocer los caudales máximos que los fabricantes
recomiendan para cada toma exterior y la presión máxima en las mismas que
no debe producir descarga en la válvula limitadora de presión (o de seguridad).
El producto del caudal de la toma por la presión máxima aconsejada para
trabajo dará la potencia máxima utilizable en la misma. Así una toma de 15
litros/min. a la presión de trabajo de 100 bar supone una potencia hidráulica
de 15 x 100 x 1,67/1000 = 2,5 kW (3,4 CV).
Por último, no hay que olvidar que todas las potencias que se pueden obtener
en el tractor provienen de las que en cada momento proporciona el motor, por
lo que la utilización simultánea de toma posterior de potencia , sistema
hidráulico y barra de tiro, está condicionada de tal forma que la suma de todas
ellas con las pérdidas inevitables que se producen, tendrán como limite la
potencia efectiva máxima del motor en las condiciones atmosféricas en las que
se va a trabajar.
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MOTORES DE LOS TRACTORES AGRÍCOLAS
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Figura 25: Ubicación del filtro de aire de un motor de tractor agrícola
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del régimen de funcionamiento y con un descenso notable del consumo
especifico, como consecuencia de la mejor combustión y llenado de los
cilindros.
a) Numero de cilindros:
c) Relación de compresión: 16 - 22 a 1.
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h) Velocidad media del pistón: 8 a 10 m/seg.
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funcionamiento en pendiente y con un mantenimiento y asistencia técnica re-
ducida.
El sistema de filtros del tractor agrícola debe estar diseñado para retener
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partículas de entre 1 y 35 mm de diámetro. Los valores medios, de cantidad de
partículas suspendidas en al aire, para las distintas labores están entre 0,02 y
0,05 g/m3 pudiendo llegar a 0,5 g/m3 en condiciones difíciles, esto significa que
un motor con 4 litros de cilindrada y trabajando a 2.000 r/min aspirara alrededor
de 1 m3/min, o sea, 60 m3/h, lo que en condiciones medias (0,03 g/m3) equivale
a más de 16 g en la jornada de ocho horas.
De lo anterior, se puede inferir que se necesita un filtrado eficaz que evite el
deterioro que las partículas de polvo producen en los elementos del motor, y
para que esto se consiga, el filtrado de aire debe realizarse de modo es-
calonado, reteniendo primero las partículas más gruesas, para finalizar con las
más finas. Esto garantiza que no se produzcan obstrucciones a la entrada de
aire del motor por acumulación excesiva de partículas en los elementos de
filtrado.
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Utilizando este sistema mecánico de "ciclón" se puede retener el 70 % del
polvo que contiene el aire de aspiración, lo cual permite diseñar el filtro
posterior para un volumen de partículas muy inferior.
El filtro, además de retener todas las partículas peligrosas, debe tener una
superficie filtrante suficientemente amplia para evitar pérdidas de carga en la
corriente de aire de aspiración, lo que ocasionará bajo llenado de los cilindros.
Dos son los tipos de filtro que se utilizan, aunque de condiciones particulares
se emplean simultáneamente ambos:
Filtros de aire seco
Filtros en baño de aceite.
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alrededor de las doscientas horas.
El sistema de filtro de cartucho seco tiene una gran eficiencia (99,9%) y admite
cualquier posición, pero resulta más costoso y exige mayor mantenimiento que
de baño de aceite. Perjudican a este sistema la atmósfera con residuos de
combustión, o vapores de aceite, y condiciones de elevada humedad.
Sistema de refrigeración
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a) Refrigeración por aire
40
Figura 31: Turbina de un motor refrigerado por aire
Los motores refrigerados por agua, tanto la tapa de cilindros como el block
poseen canales para la circulación del agua refrigerante Estos canales o
cavidades están unidas un radiador a través de mangueras, una de entrada de
agua al block (la de abajo) y una de salida (la de arriba) como se puede ver en
la Figura 15.
En este sistema el agua, se pone en contacto directo con los puntos calientes
del motor, elevando su temperatura a medida que absorbe calor. Su capacidad
de absorción esta limitada por la temperatura a la que entra en ebullición (poco
más de 100 0C en función de las condiciones de sobrepresión a la que se
somete la misma en el sistema).
Esto exige que circule de manera continua, para lo cual se dispone de una
41
bomba, y que pase a través de un circuito de refrigeración (radiador) antes de
cerrar el ciclo de trabajo. El radiador recibe una corriente de aire forzada por un
ventilador bien en aspiración o en impulsión (esto último incrementa el
consumo de energía, pero mantiene más limpio el radiador). En consecuencia
la refrigeración es siempre mixta, ya que intervienen primero el agua, pero
después el aire.
La cantidad de energía consumida por este sistema de refrigeración será la
suma de la necesaria para accionar la bomba más la que precisa el
accionamiento del ventilador.
El caudal que debe proporcionar la bomba esta entre 0,08 y 0,13 m3/h por kW
de potencia del motor, lo que significa una potencia necesaria para su
accionamiento del 4 al 6 % de la del motor
Mantenimiento:
42
Tabla 1: Proporción de anticongelante - corrosivo a agregar en el sistema
según la temperatura ambiente.
43
cojinetes se cocinen en el aceite que los cubre lo que producirá depósitos y
costras que no permitirán el correcto enfriamiento de las mismas.
La regulación de la inyección
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inyección el motor disminuye rápidamente las vueltas (zona de sobrecarga de
la curva del par) hasta que se compense o se alcanza el par máximo.
Cuando el tractorista coloca la palanca del acelerador al máximo la actuación
del regulador es similar. En esa posición del acelerador se consigue, cuando la
inyección es máxima, la potencia nominal del motor.
Lo expresado en los párrafos anteriores era lo normal, hasta hace pocos años,
actualmente empieza a modificarse con la incorporación de motores con una
regulación diferente que permite lo que se denomina "potencia constante" por
la forma casi plana de la curva que representa la potencia que puede
proporcionar el motor para diferentes regímenes de funcionamiento, llegando a
obtenerse la máxima potencia a un régimen inferior al "nominal".
Esta modificación tubo como objetivo conseguir un aumento de la elasticidad
del motor perdiendo algo de la potencia que con la cilindrada disponible podría
conseguirse. Lo anterior se realiza generalmente en motores sobrealimentados
con la utilización de una bomba de inyección con un regulador de dos etapas.
En este regulador, la primera etapa, la inyección se modifica de manera similar
a como se hace en los motores convencionales. En la segunda, la inyección
continúa aumentando de manera que la disminución de vueltas (zona de so-
brecarga) se compensa con el aumento de la presión media de combustión en
el cilindro y la potencia se mantiene constante o aumenta en vez de disminuir.
Este sistema aprovecha así el mejor llenado de aire de los cilindros que se
produce al disminuir el régimen de funcionamiento del motor, pero
necesariamente exige un motor sobredimensionado, al que voluntariamente se
le imita la potencia máxima que podría producir y un sistema de regulación más
complicado. A pesar de ello es una solución ampliamente aceptada en los
tractores de mayor potencia, ya que permite un mejor aprovechamiento del
motor sin recurrir de manera continúa al cambio de marchas.
45
Figura 35: Curvas características de un motor de potencia constantes
(Turbo)
46
La sobrealimentación
El turbocompresor
47
otra parte, la posibilidad de un acoplamiento mecánico del compresor
centrifugo al motor se enfrenta con la necesidad de una relación de transmisión
más bien difícil dado que el primero debe girar, como término medio, 25 veces
más rápido.
48
del compresor menores de 1,6 - 1,8, que permiten aumentos de potencia hasta
del 40% respectivamente.
En el caso de que se superen estos límites, es necesario recurrir a la refrige-
ración intermedia (intercooling) del aire de salida del compresor mediante un
cambiador de calor, incluso para sacar beneficio del aumento de la densidad de
la propia masa de aire.
49
sobrealimentación que crece con una ley parabólica en función del caudal
másico de los gases de escape y, por lo tanto, proporciona al motor unos
niveles de sobrealimentación escasos a regímenes bajos y excesivos a
regímenes altos.
50
Figura 40: Válvula esquema de la waste-gate
51
Figura 41: Válvula blowoff
Diversas, tanto por su complejidad como por el tipo de regulación, son las
soluciones que se pueden encontrar:
Las más importantes son el distribuidor de paletas con ángulo de calado varia-
ble (Figura 42) y los álabes de paletas con área de paso variable (Figura 43).
En el primer caso, los gases son guiados, a lo largo de la corona de distribu-
ción, hacia las paletas radiales del rotor, mediante una serie de paletas fijas de
inclinación variable; más inclinadas, hacia una posición cerrada con el objetivo
de dar una elevada velocidad tangencial a los gases, y ser capaz, por lo tanto,
de mantener elevado el régimen del rotor, para tener la sobrealimentación
deseada en correspondencia con la baja velocidad del motor. a pesar del
reducido caudal de gas; más abiertas, a medida que el régimen del motor
aumenta, y con una ley que permita, precisamente, obtener la deseada
disminución en la curva de par motor.
52
Figura 42: distribuidor de paletas con ángulo de calado variable.
53
Figura 43: Esquema de distribuidor con área de paso variable
54
específica, funcionando a 2400 r/min de régimen, deberá ingresar 6 litros de
aire, seiscientas veces en un minuto, esto es 3600 l/min, lo que hacen 216000
litros en la hora, más de 170 mil litros por turno y si trabajara a tres turnos
diarios, más de 155 millones de litros por mes. En base a esto y considerando
las 10 ppm de polvo en suspensión como media, puede estimarse que
mensualmente el sistema de filtrado debería separar al mes 1550 litros de
polvo, la mayoría del cual es tierra a la que dándole una densidad media de
1,55 kg cm-3, daría un peso de 2325 kg por mes. De modo que si se nos
ocurriera guardar el polvo separado al cabo de un mes por los filtros del tractor,
podríamos llenar en el orden de 8 tambores de combustibles de 200 litros o
bien el depósito de una pulverizadora.
La ubicación sobrelevada de la boca de aspiración en los tractores
convencionales, se hace con el fin alcanzar una zona de menos polvo en
suspensión. Un preseparador del tipo ciclónico que imprime al aire ingresante
una fuerte aceleración, centrífuga buena parte del material más grueso a
separar.
Un vacuómetro incorparado al instrumental será el encargado de detectar
mayores cargas de vacío al ingresar el aire, diagnosticando entonces la
necesidad de limpieza y mantenimiento de los filtros. Ante la ausencia o mal
funcionamiento del vacuómetro, la depresión de los sectores flexibles de goma
en la conducción del aire, ante una acelerada brusca e importante, podría
servirnos de alerta en el mismo sentido.
La industria del tractor y máquinas agrícolas, se ha inclinado masivamente a
favor de los sistemas de filtrado en seco, en detrimento de los viejos filtros en
baño de aceite. Una mejora en la eficiencia, y la imposibilidad de funcionar con
los filtros mal mantenidos, pueden se hipótesis explicativas de esta tendencia.
Los filtros en baño de aceite, aún y con mantenimiento nulo, siguen
funcionando, con los perjuicios ya explicados.
Los filtros de aire secos, se colocan en tandem en serie, esto es montados en
forma concéntrica uno principal, de mayor tamaño, que contiene al secundario
o de seguridad, que suele ser de trama más gruesa. Si al desarmar el principal
durante el mantenimiento, apareciera sucio el secundario, inmediatamente
debe reemplazarse el principal, pues evidencia una rotura. Si el secundario
aparece limpio, suele ser de color blanco para facilitar la visualización de polvo,
entonces debe limpiarse el principal, desarmándolo de su montaje. Durante
trabajos en condiciones severas (laboreo secundario sobre suelo seco), debe
hacerse al recibir la señal del vacuómetro, o al menos una vez por jornada
directamente a campo. Para ello se lo golpeará con cuidado, en la zona del aro
estructural, en lo posible contra uno de los neumáticos del tractor y se lo
montará nuevamente. Cuando la oportunidad permita usar un compresor, se
limpiará con aire a no demasiada presión, siempre desde el interior hacia fuera
para desincrustar partículas. Algunos de los filtros principales son lavables,
siempre que se sigan atentamente las instrucciones para hacerlo. Finalizado el
mantenimiento sería muy aconsejable relevar que no hayamos producidos
roturas del papel durante la operación. Para ello se puede introducir una
lámpara común por el centro y girar el filtro varias veces buscando grietas.
El par motor
55
obstante, para aplicaciones ajenas al transporte, y en el caso concreto de los
tractores agrícolas, es muy importante prestar atención a los valores del par
motor, par máximo y a la reserva de par, más incluso que la potencia nominal,
ya que existe un número de situaciones durante el trabajo con el tractor en las
que el motor funciona a un régimen diferente al de potencia máxima.
El par motor y la reserva de par son quienes, esencialmente, permiten a un
vehículo vencer las resistencias y avanzar ante los obstáculos (cuando al motor
se le pide más esfuerzo), como son irregularidades del terreno, pendientes
acentuadas, cambio del estado del suelo durante su preparación o
simplemente por la comodidad de no tener que recurrir a una relación de
transmisión más baja. Por otro lado, el valor máximo de potencia nunca
coincide con el valor máximo de par, que se obtiene a regímenes más bajos del
motor, donde el consumo de combustible es manifiestamente inferior. Las
curvas par/consumo están asociadas en un sentido favorable, es decir, el par
máximo se consigue con el menor consumo de combustible, para buscar la
mejor eficiencia del motor. En la práctica, esto significa que el motor responde
a las solicitudes sin consumir más combustible.
Un motor con par elevado y buena reserva ofrece las siguientes
• permite trabajar en regímenes más bajos y más económicos.
• menor nivel de ruido.
• la vida útil del motor es necesariamente prolongada
• es menor frecuente la utilización de la caja de cambios, lo que se
traduce en un mayor confort en las operaciones (todo este tema así como los
cálculos de reserva de par serán discutidos en los párrafos siguientes).
Frenos
56
El freno mas rudimentario es el freno de Prony, este no es utilizado, porque
presenta grandes problemas en la disipación del calor.
Los frenos dinamométricos de uso mas común en la actualidad son los
siguientes:
a) Hidráulicos
b) Eléctricos
a) Hidráulicos
Donde :
F, es la fuerza aplicada al brazo del freno (kg)
R, longitud del brazo de aplicación de la fuerza F (m)
entonces la potencia al freno N es:
57
R
N= F .n
716
R
Para R = 0,716 m N= F .n
1000
b) Eléctricos
Dentro de los eléctricos, encontramos dos tipos: los que generan corrientes
parásitas (Freno de Foucault, Figura 45) que se transforman en calor y los de
reacción electromagnética entre inductor e inducido: generando electricidad
(dínamo - freno)
Estos tipos de freno son muy utilizados, ya sea por su practicidad como por la
exactitud y sensibilidad de su medición inclusive a cargas muy bajas.
El freno esta formado por un rotor, con dientes de acero especial de alta
permeabilidad magnética, y un estátor con anillos, también de alta
permeabilidad magnética, sobre este se ubica una bobina con sus espiras
dispuestas en forma coaxial al eje del freno. Cuando se le aplica una corriente
continua, se produce un campo magnético, esto hace que se genere, en los
anillos del estátor corrientes parásitas que disipan en el calor la energía
58
suministrada por el motor térmico, este calor es sustraído por una corriente de
agua.
El giro del estátor es impedido por un brazo unido a una balanza. El par
frenante, se regula por medio de la intensidad de corriente continua aplicada a
la bobina o enrollamiento de campo.
Medidas a realizar
Las medidas a realizar en un ensayo de motor con un freno son: par medido en
el freno expresado Nm o kgm y consumo especifico expresado en g/KW h o
g/CV h, estas son hechas para una posición dada de acelerador, que la
mayoría de las veces es la máxima.
Si recordamos, que el movimiento rectilíneo del pistón en el cilindro se
transforma, mediante un mecanismo biela - manivela (cigüeñal), en giratorio en
el eje del motor, en dicho eje se aplica, un momento de giro o par motor.
La medida de dicho par motor nos va a permitir conocer la fuerza rotativa que
obliga a girar al motor.
Si queremos calcular la potencia de un motor (Nm), que es capaz de
desarrollar una fuerza F a una distancia del cigüeñal de r, utilizaremos la
siguiente formula:
Nm = F × V
2×π × r × n
V =
60
59
siendo n el régimen de giro del motor en vueltas/minutos.
Entonces la potencia del motor es:
2 ×π × r × n
Nm = F ×
60 × 75
Curvas características
60
Figura 46: Curvas características del ensayo de un motor sin regulador
61
Figura 47: Curvas características del ensayo de un motor con regulador
El resultado final del ensayo del motor en el freno es representar las curvas
características del motor (Figura 46):
a) Potencia en función del régimen de giro del motor
b) Par motor en el cigüeñal en función del régimen de giro del motor.
c) Consumo horario y especifico en función del régimen de giro del
motor.
62
regulador, cuando se aplica una mayor carga con el freno, el regulador actúa,
esto se puede ver en el ensayo ya que el tractor humea, y va a humear hasta
que se equilibra la mezcla de oxígeno y gasoil.
63
zona esta comprendida entre el régimen nominal (Par nominal) y el régimen de
par máximo. Luego del régimen nominal el regulador sigue inyectando el
máximo de combustible, ante el aumento de carga, el par motor sube y se
produce caída de la potencia y del régimen. Un resultado de la caída del
régimen es que la apertura y cierre de válvulas sea más lenta, en consecuencia
se produce una mejor combustión. Por este motivo el par motor sube hasta
llegar a un máximo, esa zona, donde el par motor es máximo, coincide también
con los valores máximos de rendimiento mecánico y volumétrico y con los
menores consumos específicos de combustible.
Hay que aclarar que, en los motores con turbo, el turbo debe tener su máxima
eficiencia en la zona de par máximo.
Es importante destacar que en la zona de sobrecarga estable es donde se
define la calidad del trabajo de un tractor, ya que en ella se pueden establecer
dos conceptos importantes, en cuanto a la prestación de un motor diesel de
tractor agrícola, estos son: la reserva de par y la elasticidad.
La reserva de par (Figura 50) de los tractores modernos esta comprendida en
el rango de 5% (baja) a 32%(alta). La reserva de par explica el aumento del par
motor, cuando disminuyen la revoluciones del motor debido al aumento de
carga en el mismo.
La reserva de par se puede expresar a través de la siguiente relación:
La reserva de par tiene una relación muy estrecha con la elasticidad del motor,
un motor que cuando se le aplica una carga, llega rápidamente a par máximo,
no es elástico.
La elasticidad de un motor es la capacidad del mismo de soportar sobrecargas
sin llegar a pararse.
La elasticidad de un motor se puede expresar a través de la siguiente relación:
Los valores de E oscilan entre 1,5 (motor poco elástico) y 4,5 (motor muy
elástico).
Los motores poco elásticos se recomiendan para generadores, bombas de
riego y tambos.
64
Figura 50: Par máximo y par correspondiente a la potencia nominal
Para que los ensayos de potencia en la barra de tiro (Nb) san comparables
unos con otros, los mismos se deben realizar sobre superficies similares, es
decir, si queremos comprar el tiro de un tractor de determinada marca, con uno
de similar potencia en el motor pero de otra marca, la única salida es tenerlos
en el mismo potrero el mismo día. Pero lo anterior se complica si un tractor, de
los anteriormente mencionados, se ensayó en España y el otro en Argentina,
entonces, para uniformizar criterios y poder comparar resultados se realizan,
los ensayos sobre pista de hormigón (Figura 51) para los tractores de ruedas y
solo sobre praderas para los tractores de orugas.
65
Figura 51: Pista de hormigón de la EMA, Madrid (España) para ensayos de
tracción
Los ensayos para determinar potencia en la barra de tiro se deben realizar con
el acelerador en la posición de máxima alimentación. En este tipo de ensayos
se puede utilizar, como freno, otro tractor preparado para tal fin (Figura 52) o
sino se un vehículo dinamométrico. Entre los dos vehículos se instala una celda
de carga para medir los esfuerzos de tracción.
Durante el ensayo se deben probar todas las marchas del tractor, con el tractor
lastrado, desde la mas baja hasta la primera que supere a la que dio la máxima
potencia en la barra. Este ensayo debe durar 10 horas: 5 horas al 75% de la
carga y las 5 restántes al 100%, luego se debe repetir el ensayo anterior con el
tractor sin lastres.
66
Se debe medir además de la Potencia en la barra Nb ( kW ) para las distintas
marchas del tractor, el patinamiento σ (%) en función de la fuerza de tracción.
Teniendo en cuenta que, para los tractores de ruedas, el patinamiento no debe
superar el 15%.
La potencia en la barra, estará determinada por la fuerza de tracción, por una
parte y la velocidad real de avance que alcance el tractor por otra.
Entonces:
Figura 53: Curvas de potencia en la barra de las principales marchas del tractor
(Ensayo sobre pista de hormigón)
67
La Transmisión
Este capitulo se realizó con notas y apuntes tomados en los cursos de
transmisión del Dr. Luis Márquez Delgado en la U.P.M. (Madrid España)
68
hay que disponer de los correspondientes elementos de desconexión
(embragues Figura 55), que permitan detener el movimiento normalmente
transmitido para parar el vehículo o cambiar la relación de transmisión.
69
transmisiones el elemento más importante, incluso más que el motor, en el
conjunto que constituye el tractor.
Para los tractores agrícolas, en la mayoría de los casos, se recurre a lo que se
conoce como transmisión mecánica mediante pares de engranajes, pero ésta
no es la única opción posible; el empleo de transmisiones hidrostática en una
parte. o en toda la transmisión del movimiento entre el motor y las ruedas,
ofrece la posibilidad de continuidad en la variación de la relación de
transmisión. Sin embargo, las mayores pérdidas que se producen, por el menor
rendimiento de este tipo de transmisión, unidas a otras limitaciones como
consecuencia de las condiciones ambientales y de utilización. hacen, por el
momento, muy poco frecuentes el uso de estas cajas hidrostática en los
tractores agrícolas, no así en otras máquinas agrícolas autopropulsadas. Las
transmisiones hidrodinámicas (embrague y convertidores de par se utilizan sólo
en muy contadas ocasiones en los tractores agrícolas.
La transmisión del movimiento entre dos ejes sucesivos se realiza por pares de
engranajes que se conectan por desplazamiento o se encuentran
permanentemente en contacto (toma constante), en cuyo caso la transmisión o
interrupción del movimiento se consigue mediante el bloqueo o la liberación de
uno de los engranajes al eje que lo soporta.
En cualquier caso la velocidad de salida de la caja en relación con la de
entrada dependen del número de pares de engranajes que componen la
cadena cinemática y de la relación entre el número de dientes de cada par de
ruedas que engranen entre sí. Así, si entre el primario y el secundario la
transmisión del movimiento se realiza con un solo par de ruedas dentadas,
suponiendo que el engranaje que se apoya en el primario tenga 40 dientes (Z1)
70
y el del secundario solamente 20 (Z2), la salida se hará a la mitad de velocidad,
ya que la relación de transmisión será:
It = Z1 = 40
Z2 20
It = Z1 X Z3 = 40 X 30 = 30
Z2 Z4 20 20 1
El cambio sincronizado
71
habitualmente sucede en los trabajos de campo, la sincronización no resulta
suficiente, y así para sacar el máximo rendimiento al motor (ahorro de
combustible y mejora de la capacidad de trabajo) se necesita modificar durante
el trabajo la marcha, para lo que hay que disponer de lo que se conoce como
"cambio en carga", que permite realizar esta operación sin interrumpir la
transmisión de potencia del tractor a las ruedas. Por la importancia que este
dispositivo tiene en la transmisión de los tractores modernos se realizará un
análisis detenido de su funcionamiento con posterioridad.
n1/n0
72
siendo:
2) Trabajos normales de campo en los que se tiene que utilizar toda la potencia
disponible en el motor. bien sea a la toma de fuerza (velocidades lentas entre
2,5 y 4 km/h) o en tracción (laboreo primario y secundario). En esta categoría
se incluyen también las marchas que se utilizan para otras aplicaciones de
campo, como. arrastre de sembradoras. equipos de tratamiento. siega y
acondicionado de forraje, etc., que en la mayoría de los casos no demandan
más del 50 % de la potencia disponible en el motor y que se realizan a una ve-
locidad relativamente alta (8 a 12 km/h).
73
evitarlo disponer escalonamientos que no supere el 25 por 100 del
incremento del par. Por el contrario, escalonamientos que producen
variaciones de par en las ruedas inferiores al 18 % pueden dar lugar a
relaciones del cambio prácticamente iguales.
Esto, llevado a términos de variaciones de velocidad, puede expresarse
diciendo que dos marchas consecutivas, entre las que se puede realizar el
cambio, se encuentran adecuadamente escalonadas si el cociente entre la
velocidad que se puede conseguir con la más corta (a régimen nominal del
motor) y la más larga debe estar comprendida entre 0.80 y 0.85 y es algo que
se respeta para escalonamiento de las relaciones que admiten el cambio en
carga.
Los cocientes mayores de 0.85 indican velocidades (relaciones del cambio)
muy similares: los cocientes menores de 0.75 (más del 30 % de incremento de
capacidad de tracción) crean dificultades para pasar de una a otra velocidad.
Como punto de partida el mínimo necesario de relaciones de transmisión para
trabajos de "campo'' será:
- Una relación en el intervalo 2.5 - 4 km/h para realizar trabajos a la toma
'posterior de potencia.
- Una relación sobre los 5 - 6 km/h para trabajos pesados de laboreo del suelo.
- Una relación sobre los 7 - 9 km/h para
trabajos de laboreo rápido y otras operaciones de cultivo (abonado, siembra,
tratamientos).
- Una relación sobre los 10 - 12 km/h para labores agrícolas rápidas, que
pueden utilizarse también para transporte en condiciones difíciles.
Mayor número de relaciones hace posible el menor aprovechamiento
energético del motor (reducción del consumo del combustible), siempre que el
tractorista las seleccione de manera adecuada, pero significa un encare-
cimiento notable del producto.
En relación con las marchas de transporte, para la mayoría de los usuarios,
sería suficiente disponer de dos velocidades: una sobre 18 - 20 km/h y otra
alrededor de 28 - 30 km/h.
Cuando se dedican muchas horas a operaciones de transporte es conveniente
disponer de alguna relación más en este intervalo o incluso hasta 40 km/h, si la
reglamentación del país lo permite. Hay que señalar que aquí los intervalos de
escalonamiento pueden ser mucho más amplios que para el trabajo de campo
como consecuencia de la reducida potencia que demandan y también por la
actuación del regulador de régimen variable que incorpora el motor del tractor,
que hace que se comporte como si dispusiera de una reserva de par muy
superior.
Estas consideraciones llevan a la conclusión de que con seis a ocho relaciones
del cambio (hacia delante) tendrían suficiente la mayoría de los usuarios. El
empleo de tractores con muchas más relaciones de transmisión sólo tiene
sentido si se desean aumentar las prestaciones reduciendo el consumo de
combustible y, para ayudar al conductor a conseguirlo. se hace recomendable
el empleo de "monitores' electrónicos en el tractor.
Para definir las relaciones del cambio que permiten el avance del tractor hacía
atrás hay que partir de dos hipótesis diferentes: uso normal del tractor con
trabajo ocasional hacia atrás, o uso habitual tanto hacia adelante como hacia
atrás invirtiendo el sentido del punto de conducción.
Para el caso normal. en el que esta inducido el empleo de la pala cargadora
74
frontal. resulta suficiente disponer de dos relaciones hacia atrás: una en el
intervalo de 2-4 km/h y otra en el intervalo de 8-10. en las que apenas se utiliza
una parte de la potencia disponible en el motor.
Para el caso, cada vez es más frecuente, de que el tractor se utilice como
"máquina agrícola autopropulsada" incorporando el elemento de trabajo
agrícola en el enganche trípuntal posterior, puede ser conveniente disponer, en
marcha atrás, un cambio escalonado. de manera similar al que se tiene hacía
adelante, en el campo de velocidades en el que se vaya a trabajar hacia atrás.
Algunas cajas de tractor ofrecen la posibilidad del mismo número de relaciones
hacía adelante como hacia atrás. utilizando un inversor sincronizado, lo que
favorece la eficiencia en trabajos con marcha alternativa hacia delante y hacia
atrás (por ejemplo, cargador frontal).
Hay que distinguir dos tipos principales: las cajas que se consideran de tipo
clásico y las semiautomáticas.
En las cajas de tipo clásico se seleccionan las velocidades a partir de una o
dos palancas. Con una palanca se pueden conseguir hasta seis relaciones del
cambio hacia delante y una hacía atrás. En estos momentos lo normal es
recurrir a un mando de dos palancas, una que actúa sobre la primera parte de
la caja y la otra sobre la reducción posterior.
La primera parte de la caja habitualmente proporciona las relaciones
sincronizadas y dependiendo del número de posiciones de la palanca que
controla la segunda parte de la caja se pueden obtener:
4 x 2 = 8 relaciones
4 x 3 = 12 relaciones
75
El cambio en carga
Cajas semiautomáticas
76
Transmisiones mecánico - hidrostática
Reducciones finales
Después del conjunto que constituye la caja de cambios y que permite obtener
una relación de transmisión variable por escalones, la reducción total necesaria
se completa con dos nuevas reducciones. La primera entre el piñón de ataque
y la corona, la cual permite además el accionamiento de un eje transversal en
relación con el que sale de la caja. Este dispositivo forma parte del conjunto
diferencial que precisa el tractor para poder cambiar de dirección de marcha.
La segunda reducción se consigue inmediatamente delante de las ruedas,
generalmente con un tren planetario cuya corona es fija y forma parte de la
trompeta. La reducción que se consigue con este conjunto de engranajes
finales esta entre 1/5 y 1/6 (cinco a seis vueltas en el eje de entrada por cada
vuelta completa de la rueda).
77
transmisión similar, pero que proporciona menor robustez de la que se
consigue con un sistema planetario.
Por delante de esta reducción final es donde se sitúan los dispositivos del
frenado del tractor, que así actúan sobre un eje que gira a mayor velocidad.
Por delante de las ruedas se realiza la reducción final, bien con un tren de
engranajes planetarios o mediante un tren abierto.
En uno y otro caso el eje de las ruedas debe disponer a cada lado la
correspondiente junta homocinética que permita el giro de la rueda al mover el
volante de dirección.
Hay una solución constructiva con trenes abiertos de engranajes cónicos y un
eje en el interior de la mangueta que no necesita la utilización de la junta
homocinética.
78
El diferencial y su bloqueo
79
Así, un mecanismo que vale dinero y que se suma al ya elevado precio del
tractor, llega a no utilizarse jamás, con el despilfarro consiguiente y sin
aprovechar las grandes ventajas. tanto de aumento de la productividad como
de disminución de los desgastes, que con el uso juicioso del bloqueo del
diferencial se pueden conseguir.
La no utilización de este dispositivo por parte del usuario ha llevado a algunos
fabricantes a sustituirlo por sistemas de bloqueo automático, que aunque no
son más perfectos que el sistema de bloqueo tradicional, sí se aprovecha su
efecto independientemente de la voluntad del conductor, aunque sea con un
coste mayor y algunos inconvenientes según el sistema utilizado.
El tractor agrícola debe de circular por carretera, no podría hacer esto sino
estuviera dotado de diferencial. Pero cuando realiza su labor en suelo agrícola,
sucede a menudo, que las condiciones de adherencia en ambas ruedas no son
iguales; el suelo habitualmente ofrece diferencias, hay partes más húmedas,
una rueda puede ir en el surco, etc. lo cual hace que en una rueda se produzca
un patinamiento mayor. Esto lo interpreta el diferencial como si el vehículo
estuviera circulando en curva, aplicando algo más de fuerza en la rueda interior
(la que gira más despacio) y reduciendo algo la fuerza en la exterior, que
tendrá patinamiento mayor. A pesar de esto siempre hay disminución de
velocidad en el vehículo, y puede llegar un momento en que una de las ruedas
pierda casi su adherencia (como al circular sobre una "gota de agua") y el
fenómeno, anteriormente explicado, se intensificará hasta el punto que la rueda
que agarra casi se detiene, y la otra gira rápidamente excavando un pozo que
hará que el tractor quede atascado. El regulador del motor cortará la inyección,
con lo que se reduce la potencia de salida a poco más del doble de la que
permite la adherencia de la rueda deslizante, que es muy poca y no suficiente
para sacar el tractor. Se estan desperdiciando las posibilidades de adherencia
de la rueda que se asienta en terreno firme, a causa del funcionamiento del
diferencial.
Si mediante un mecanismo (bloqueo del diferencial) se logra detener su
funcionamiento, el regulador del tractor proporcionará más potencia, suficiente
80
cuando es aplicada en la rueda que sí tiene adherencia, para permitir al tractor
superar ese paso difícil.
no se debe conectar una vez que existe gran diferencia de velocidades entre
ambas ruedas porque pueden producirse roturas. Es preciso detener la marcha
antes de conectarlo, o conectarlo mientras ambas ruedas giran a la misma
velocidad (circulando en recta y con iguales condiciones de adherencia).
Para evitar este inconveniente. muchos fabricantes, en sus modelos de mayor
categoría, han modificado este dispositivo sustituyendo el manguito acanalado
desplazable por un conjunto de frenos de láminas accionados hidráulicamente,
también por pedal. Aquí el bloqueo puede hacerse progresivamente, sin peligro
de roturas, cuando existe diferencia de velocidad entre las ruedas, e incluso
hay mayor protección en el caso de tomar una curva
El bloqueo automático
Para aumentar las prestaciones en los tractores, cada vez más potentes, es
imprescindible utilizar de manera sistemática el bloqueo del diferencial, y dada
la resistencia del usuario a ello, así como la concentración que requiere su uso
adecuado, muchos fabricantes han optado por montar sistemas de bloqueo
automático. Conocidos desde hace muchos años, pero que en estos momentos
es cuando se están generalizando para el utilizador agrícola, después de una
experimentación amplia. tanto en maquinaria en movimiento de tierras como en
automoción. No se puede decir que realicen su trabajo mejor que un bloqueo
manual juiciosamente utilizado, porque cada sistema automático tiene sus
inconvenientes, pero son una solución de compromiso ante el poco uso del
bloqueo manual, necesario para los puentes delanteros motrices y para todos
los ejes, en tractores de los considerados como grandes.
81
a) Autoblocante por garras.
Este mecanismo, más que un blocante del diferencial, es una alternativa que se
comercializa preparado para sustituir a satélites y planetarios en la misma caja
del diferencial que monta el tractor de serie. No es un sistema moderno,
aparece descrito en 1951 y lo fabrica Detroit Automotive Productts (sistema "no
spin") que lo suministra para numerosos vehículos en el campo de la
maquinaria de movimiento de tierras, así como para algunos tractores
agricolas. Así Deutz (Optitrac), Versatile, John Deere, etcétera. equipan a sus
tractores opcional-mente, o en serie para los de mayor categoría, con este
dispositivo.
El sistema no es un verdadero diferencial, se basa en dos embragues de
garras que encastran sobre un plato. que recibe el accionamiento de la corona
(caja de satélites). Estos embragues de garras obligan a ambas ruedas a girar
a la misma velocidad. siempre que el vehículo avance en línea recta y con
suficiente adherencia en sus apoyos. Si por cualquier circunstancia varia la
resistencia en las ruedas (zona de baja adherencia, tomar una curva, etc.) la
garra que acciona la rueda exterior se ibera y esta rueda se comporta como
"rueda libre" no transmitiendo ningún esfuerzo.
El 100 % del esfuerzo que viene del motor puede utilizarlo la rueda que
mantiene su adherencia (o la rueda interior para el movimiento en curva) sin
que aparezcan diferencias de velocidad entre eje y corona. por lo que el
vehículo en curva circulará más deprisa de lo deseado, ya que el camino
recorrido por la rueda interior será menor que el del plano medio del vehículo,
que define la velocidad de avance de éste. Para lograr este comportamiento,
además de las garras indicadas, en el interior del mecanismo y no visible desde
fuera. existe otra pieza concéntrica con el plano, con garras de paredes incli-
nadas, a diferencia de las exteriores visibles que son perpendiculares al eje del
mecanismo. Cuando aparece alguna diferencia de esfuerzos entre ambas
ruedas. a esta pieza llegan fuerzas contrarias en cada cara, produciéndose el
deslizamiento entre las garras inclinadas, lo que nace que el embrague de
garras rectas, que acciona la rueda, que aplica un esfuerzo menor, se libere del
plato, quedando su rueda loca. En cuanto se produce el cambio de sentido
entre los esfuerzos de las ruedas, el mecanismo se recupera y los muelles, que
tienden a empujar las garras contra el plato motor. logran que de nuevo se
conecte el mecanismo de tracción total.
Se puede decir que este sistema más que un autoblocante, es un dispositivo de
eje rígido con rueda libre automática cuando el funcionamiento de este eje
queda comprometido (baja adherencia de una rueda o toma de una curva).
Los inconvenientes que se le pueden poner a este método de bloqueo son
fundamentalmente dos:
82
montajes en el eje delantero - motor.
Recomendaciones de empleo
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con seguridad, pero su uso continuado, y más si es en el mismo sentido,
llevará a un desgaste acelerado del mecanismo y la consiguiente avería.
Para evitar el desgaste y las averías en el diferencial es imprescindible utilizar e
sistema de bloqueo de manera juiciosa y cuando se necesita en labores
marginales mantener un trabajo en círculos pequeños es conveniente cambiar
el sentido .de rotación para conseguir el desgaste uniforme.
El bloqueo diferencial permite mejorar el rendimiento en el trabajo. siempre que
se emplee cuando el tractor se desplaza en línea recta.
El bloqueo manual no debe conectarse una vez que hay gran diferencia de
velocidades entre ambas ruedas en el eje ya que esta diferencia será la causa
de la rotura en los bloqueos por collarín desplazable.
En el sistema de bloqueo manual por discos múltiples es posible. utilizándolo
con precaución. conseguir salir de un punto difícil sin tener que detener el
tractor o al menos aminorar su marcha, pero con cierto peligro de accidente si
la rueda deslizante alcanza excesiva velocidad.
Nunca se deberá entrar en una curva con el bloqueo conectado, pero tampoco
deberá condenarse la palanca o pedal de bloqueo para impedir su utilización,
ya que se pierde un elemento imprescindible en el uso del tractor.
Los sistemas de bloqueo automáticos o sistemas "autoblocantes' no son, en
cuanto a sus posibilidades, mejores que el bloqueo manual, siempre que el
conductor, utilice sus ventajas.
De los sistemas "autoblocantes” el no spin es más adecuado para grandes
tractores, con distancia entre ejes próximas o superiores a los tres metros, ya
que puede resultar peligroso en vehículos pequeños al abordar una curva sin
reducir simultáneamente la marcha del motor.
El sistema de autobloqueo por freno continuo multidisco esta indicado para
tractores menores en su eje delantero motor. sobre el que es más difícil que
pueda centrar su atención el conductor. Es una solución ce compromiso entre
el eje rígido y el diferencia sencillo. Un mal reglaje del mismo puede hacer que
su efecto llegue a ser perjudicial. Con los dispositivos de bloqueo electrónico se
pueden superar las eficiencias tanto del bloqueo automático mecánico como
del bloqueo manual, con el solo inconveniente del mayor coste de fabricación.
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más o menos complejas, y puede considerarse que la transmisión CVT de
Steyr como una de las más evolucionadas.
La combinación de una caja de cambios por engranajes planetarios, que
permiten el paso en carga entre los diferentes escalones, unida a un sistema
hidrostático que se encarga de transmitir una parte de la potencia suministrada
por el motor, permite conseguir un escalonamiento continuo de las relaciones
del cambio, manteniendo el régimen del motor que más conviene para la
velocidad de avance programada.
Se insiste que, con este diseño, la mayor parte de la potencia se transmite por
vía mecánica, por lo que la eficiencia es muy elevada, y con ello se asegura un
reducido consumo de combustible, que ofrece un motor de altas prestaciones.
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El inicio de una nueva generación de transmisiones
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Un control electrónico avanzado de sensores es el encargado de dirigir este
sistema tan innovador, con un consumo reducido. Cuatro gamas dentro de las
unidades planetarias compuestas controlan la velocidad constantemente
variable, desde 0 a 40 km/h y desde la supercorta con reductor hasta la veloci-
dad superior (marcha adelante y marcha atrás). Una ventaja añadida es el
control activo de parada, que impide deslizarse al tractor cuando permanezca
estacionado y aunque lleve el remolque cargado.
La Figura 60 anterior muestra la posibilidad de ajuste de la toma posterior de
potencia a 540 E y 1000 E (económica) para reducir el consumo de
combustible en un 20%.
Este dispositivo se utiliza en los tractores desde el año 1906, pero su uso es
general a partir de 1913, es importante recordar que en dicho año se
comenzaron a fabricar tractores en serie con motores de combustión interna.
En 1927 la Asociación Americana de Ingeniaría Agrícola (ASAE) elabora la
norma de construcción y funcionamiento de las tomas posteriores de potencia,
la que consiguió poner orden y permitió la intercambiabilidad total.
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Tres cosas fundamentales se normalizaron: sentido de giro, dimensión y
régimen de giro. El sentido de giro, por convenio, fue a la derecha mirando el
tractor de la parte trasera. El diámetro se estableció de 35 mm (1y 3/8 de
pulgadas) con seis acanaladura (Figura 61) para facilitar el acoplamiento.
El régimen de giro fue establecido en 540 r/min , régimen nominal que ha
llegado hasta nuestros días.
Hasta el año 1958, la única velocidad normalizada para la toma posterior de
potencia TPP fue la de 540 r/min pero con la aparición de tractores de gran
potencia y con motores de elevada velocidad de giro esta velocidad resultó
demasiado lenta para transmitir la potencia requerida, dado que el par
resultaba excesivo y las pérdidas eran grandes. Por ello, en ese año se adoptó
una segunda velocidad normalizada, la de 1.000 r/min (Figura 62 ).
Las TPP generalmente estan ubicadas en la parte trasera del tractor, aunque
también existen tomas de fuerza en la parte ventral o media y en la parte
delantera.
En la actualidad se pueden encontrar, en cuanto a la forma, cuatro tipos de
tomas de potencia, según muestra en la tabla 4 , pero las mas comunes en
nuestro país son las de 540 y 1000 r/min con seis y veintiuna estrías
respectivamente. Al mismo tiempo hay un numero bastante importante de
tractores que traen lo que se denomina tomas combinadas: las dos tomas de
potencia en ejes diferentes o un eje que permite la utilización de una u otra.
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Tabla 4: Tipos de toma posterior de potencia
Numero de acanaladuras 6 21 20 18
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Bibliografía utilizada para la realización del presente trabajo
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compactación del suelo. Tesis de Maestría. FCAyF UNLP 80 pp.
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