La imprenta y el periodismo en Turmero

Félix Acosta

La imprenta
y el
periodismo
en Turmero

Desde 1888 - Hasta 1976

(Extracto del libro La Imprenta y el Periodismo
en Aragua)

Colección Memorias históricas de Turmero

Digitalizado por Néstor Germán Rodríguez

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Dedicatoria

Nos es muy grato dedicar el presente trabajo a todos los

miembros de la dinámica Asociación de Periodistas del
Estado Aragua. Así mismo como al respetable gremio de
las Artes Gráficas y a todos aquellos esforzados pioneros
que han estado vinculados con la imprenta porque con sus
valiosos aportes contribuyeron al vigoroso desarrollo que
hoy tienen todas esas actividades en nuestra región.
Igualmente al notable escritor y historiógrafo don Andrés
Pacheco Miranda, el cual durante todos los años de su
existencia los ha consagrado a los quehaceres del
periodismo en todas sus manifestaciones.

F. ACOSTA

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IMPRENTA Y PERIODISMO
EN TURMERO
1892-1975

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En 1891, el doctor Raimundo Andueza

Palacio iba a concluir su período de gobierno,
por lo tanto, se comienzan a barajar diversas
candidaturas, entre ellas la suya propia que
aspiraba el continuismo, ya que tomaba con el
apoyo de sus simpatizantes que se encontraban
dentro de los sectores políticos y económicos
aun cuando en sus mismas toldas amarillas
también se movilizaban las corrientes que
postulaban al doctor Laureano Villanueva. Sus
seguidores pretendían aprovecharse de su
notable prestigio político y literario igualmente
de las grandes reservas del liberalismo en
Aragua, especialmente en las zonas rurales
donde la mayoría simpatizaba con esa
candidatura. Pero para eso era de capital
importancia contar con el refuerzo de la prensa
que contribuyera a encender los ánimos y a
convencer voluntades.
Por tales consecuencias el señor Jesús María
Martínez Montes de Oca, hombre progresista
que comprende esa realidad y simpatizaba con
la candidatura del doctor Villanueva, decidió la
compra de una imprenta la cual dotada de
todos sus correspondientes implementos instala
en Turmero con el nombre de tipografía El
Ariete. Inmediatamente se organiza la edición
de un semanario que también se intituló EL
ARIETE cuyo primer número aparece el 25
de diciembre de 1892. Su dirección estuvo a
cargo del mismo Martínez de Montes de Oca y
su administración se confió al experto
tipógrafo Rafael Aristiguieta Pérez, quien
además era un excelente artista que elaboraba
los clichés y afiches utilizando madera o

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corroña de Jobo. Los editoriales los escribía

Martínez Montes de Oca sobre el mostrador de
su farmacia, la cual estaba situada frente a los
talleres de la imprenta ubicados en la Calle
Real de Turmero. .

Durante el período de 1894, comienza a

editarse el semanario EL CHIMB ORAZO
bajo la responsabilidad de Mariño Cárdenas,
cuya publicación se editaba en los talleres de
El Ariete. Ese mismo año, se edita también EL
ENSAYO, semanario de pequeño formato que
dirigían los jóvenes Ramón Blanco Rui y
Bernardo Pérez Arana. Y el 25 de junio de
1895, entra en circulación el semanario LA
LENGUA dirigido por J. Martínez Montes de
Oca, en cuyas páginas se escribían los más
sensatos editoriales que luego reproducía la
prensa de Caracas y Valencia, entre ellos el
diario capitalino La Lucha y el Lóndon Bazar
de la región carabobeña.

Después que desaparecieron esos semanarios

que circularon en diferentes períodos y los
cuales fueren editados en la imprenta El Ariete,
se iba a producir en Turmero un prolongado
letargo sin que se fundara ninguna publicación.
Ya que sería el 30 de mayo de 1903, cuando se
comienza a editar el SEMANARIO, fundado
por Elías Tovar y administrado por el futuro
historiador Andrés Pacheco Miranda. Sus
primeros números se editaron temporalmente
en la imprenta Sojo de Cagua, porque luego el
General Francisco Linares Alcántara, hijo, en
el ejercicio de la Presidencia de Aragua hace

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donación de una imprenta que fue llamada

tipografía Mariño; colaboraban en esa
publicación Francisco de Paula Guevara
Santander, Andrés y Alfredo Pacheco Miranda,
Carlos Blanco Galeno, el ilustre sabio doctor
Adolfo Fridemsberg, Ramón Blanco Rui,
Ramón Bastidas y Juan Carlos Hernández
Nadal.

También circuló ese año, EL POLICÍA

LITERARIO, redactado por Justo Roscol y
Jacinto Altamira y administrado por León
Montesuma, en cuyos seudónimos se ocultaban
los nombres de los poetas Ramón Blanco Rui y
Carlos Bastidas. Luego el 9 de abril de 1905,
aparece el semanario EL PENSAMIENTO
dirigido por Jacinto Altamirano y Colomban S.
Rumira, con cuyos remoquetes se escudaban
los poetas Carlos Bastidas y Ramón Blanco
Rui, lo cual parece que era muy común en esos
tiempos en la mayoría de las publicaciones que
se ocupaban más de las cuestiones líricas que
de los problemas sociales y económicos. Ya
que muchas veces el ambiente parroquialista
que se respiraba no permitía otra cosa. Sin
embargo, en 1905, el ágil periodista Alfredo
Pacheco Miranda se decidió a romper con ese
medio fundando EL JEJÉN, publicación que
abordaban los más diversos temas sobre las
necesidades de los pueblos, en el cual
colaboran el doctor Adolfo Fridensberg, el
presbítero Rafael Peñalver, Pedro Brea, Ramón
Blanco Rui, Andrés Pacheco Miranda, José E.
Machado, Francisco de Paula Guevara
Santander, Alejandro Jiménez, Juan D'Sola y el
presbítero Crispín Pérez, el cual formuló las

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más acervas y mezquinas críticas a la letra del

Himno de Aragua del poeta Ramón Bastidas.

Y por supuesto ese año de 1905, parece que

fue fecundo para las actividades del
periodismo en Turmero, porque aparece el
APRENDIZ, timoneado por el poeta y
educador Pablo Romero Manzo, cuya
publicación estuvo circulando escaso tiempo.

En 1906, se edita el semanario EL ÁTOMO

dirigido por Blanco Galeno, según mención
hecha en una de los números de Sábado
Ilustrado de Caracas. Y durante el año de 1907,
aparece ocasionalmente una publicación muy
bien caligrafiada bajo el título de EL SAMAN,
redactada y confeccionada por Salvador Ojeda,
cuyos pocos ejemplares los distribuía
gratuitamente entre sus amistades. EL
SAMAN, podía calificarse como una
curiosidad dentro del género de esas
publicaciones, según lo manifestaban las que la
conocieron. También ese mismo año, comienza
a circular EL MOTOR, dirigido por Elías
Tovar y administrado por Pedro Landaeta
Espinóza. El 30 de mayo Je 1907, aparece el
semanario FIAT LUX dirigido por Ramón
Blanco Rui y Carlos Bastidas, cuya publica-
ción a partir de 1908, asume su administración
Fermín González. Y antes de concluir el año,
el educador y periodista Arturo Sarco Villena
edita el semanario EL COMBATE, cuyas
publicaciones algunas tuvieron vida efímera.
El 24 de marzo de 1908, comienza a salir el
Semanario EL PULSOR dirigido por Alfredo

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Pacheco Miranda, cuyo semanario iba a

continuar la misma trayectoria del
desaparecido JEJÉN. Ese año cuando se
acercaban los últimos días de gobierno del
General Cipriano Castro, no obstante ese
oscuro panorama que se asomaba. Comienza a
aparecer LA GACETA DEL DIABLO, cuya
dirección iba a resultar beneficioso para las
actividades del periodismo nacional, ya que el
poeta Ramón Blanco Rui, iba a desmontar una
vez más inquietudes en lo relativo a la
fundación de publicaciones, el decidirse a
editar él semanario EL MICRÓFONO.
Finalizando ese año, con la aparición del
semanario LA HOJA POPULAR que dirigía
Carlos Blanco Galeno.

En 1909, Balbino González resuelve editar

el semanario LA FEDERACIÓN, como vocero
de una Junta Liberal Eleccionaria que se
intitulaba "Joaquín Crespo", en cuyas páginas
se señalaba la figura del General Juan Vicente
Gómez a la Presidencia de la República y el
doctor Andueza Palacio a la Presidencia de
Aragua. Lo que demostraba que las fuerzas
vivas del país maniobraban intensamente para
que Gómez se apoderara del Poder, lo que más
tarde se confirmaría en la célebre reunión de
los caudillos que se realizó en la Hacienda "La
Providencia", donde el astuto General lograría
metérselos en el bolsillo con su lema de "Paz y
Trabajo".
En 1910, el poeta Ramón Blanco Rui
resuelve la fundación de su séptimo periódico
bajo el nombre de EL BROQUEL, en cuyas

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reducidas páginas publicaba temas de ambiente

social y sus poemas consagrados a su eterna
amada. Luego en 1913, el profesor Eugenio
Arévalo edita su quincenario EL BIEN
PUBLICO, órgano de las actividades que se
desarrollaban en su importante Colegio San
Luis Gonzaga. También ese mismo año,
aparece el quincenario CASTALIDA,
publicación fundada por el escritor pedagogo
Arturo Sarco Villena.

Después de esos períodos iba a transcurrir

un enfriamiento sin que se fundara ninguna
publicación. Dentro de esa situación de
marasmo que se hacía cada vez más asfixiante,
no podían faltas los líricos como Jacinto
Rodríguez González que en 1920 se propuso a
fundar el semanario EL ENSAYO, publicación
de inquietudes juveniles en cuyos temes
sobresalen en letras, los jóvenes Víctor
Cróquér, Agustín Olmos, José Flores y otros
que firmaban sus colaboraciones con
seudónimos.

En 1921, Juan Carlos García publica EL

BROQUEL, en cuyas páginas se publicaban
asuntos relacionados con el Registro Público,
cuya publicación salía ocasionalmente. Ese
año, reaparece EL DROGISTA PRACTICO,
vocero que circulaba oportunamente, como
órgano de la Farmacia del poeta nativista P.R.
Busnego Martínez. Y también, entró en
circulación PASTE 1 DE ASERRÍN dirigido
por Carlos Blanco Galeno, según lo anunciaba
El Industrial de La Victoria.'

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En 1929, son instalados en Turmero los

talleres tipográficos de EL PARÉNTESIS,
cuya publicación comienza a circular ese
mismo año. Su propietario, el coronel
Gregorio, Vegas, vino a desempeñar la Jefatura
Civil del Distrito Mariño, después de haberlo
desempeñado en Villa de Cura. La dirección
del semanario se le confió a Víctor Manuel
Sánchez, mientras aparecían como editores
Pedro Pacheco y Pinto Arrieta. Y por supuesto
que el periódico comenzó a rebosarse de
nuevos colaboradores: Alfredo Pacheco
Miranda, Luis Tovar Jiménez, Martín Delgado,
el novel cuentista Luis Ojeda Méndez, el poeta
Pedro Brea, el cual utilizaba el seudónimo de
Alfonso Torres, Nerio Manuel López, Manola
Rodríguez Pastrano y Medardo Rengifo
Borges, quien comienza a publicar sus
sensibles poemas dedicados a la madre y al río
Paya.
Con el aporte de esos nuevos colaboradores
EL PARENTESIS acrecienta su prestigio en el
seno de los pueblos de Aragua; por lo demás el
semanario iba a constituir escuela donde se
adquiriría el nivel necesario para poder
discurrir dentro de las tareas del periodismo,
cuyas actividades sostienen por espacio de un
año en Turmero. Pero luego tendrá
que trasladarse a Maracay, ciudad que iba a
proporcionarle mejores perspectivas y por
supuesto también mayor proyección en todas
sus actividades. En Maracay, indudablemente
aumenta ei número y la calidad de sus
colaboradores, muchos de ellos vinculados al

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sistema político, los que van a influir para que

ese semanario sea transformado en diario. Con
la muerte del General Gómez en 1935, le
llegaba también la hora de desaparecer a unos
de los mejores voceros que habían circulado en
Aragua hasta esos momentos.

El año de 1933 el diario LA ESFERA de

Caracas, saludó la aparición en Turmero del
semanario EL COMETA, cuya dirección corría
a cargo del corresponsal suyo en esta pobla-
ción, el pedagogo Arturo Sarco Villena.
En 1934, dos jóvenes inquietos de deseos en
lograr bienestar del pueblo se decidieron a
fundar el semanario ECOS TURMEREÑOS,
encargándose de su dirección, Nerio Manuel
López, siendo financiado sus primeros
números por Félix Acosta, esa publicación
aparece dentro de una atmósfera hostil a las
manifestaciones culturales y de avanzada. No
obstante ello, sus páginas recogieron temas en
torno a los problemas agrarios, que dentro del
sarampión juvenil dé sus autores, los hacían
olvidar que Gómez constituía el primer
latifundista de Venezuela. La prensa de Caracas
y del interior del país, reproducía algunos de
aquellos artículos y hasta (...tuvieron en espera
de la consabida reacción de las autoridades.
Pero la verdad es que jamás recibieron
ninguna' amenaza de las que se temían; Fueron
sus colaboradores, Alfredo Pacheco Miranda,
Manóla Rodríguez Pastrano, Armando Acosta,
quien utilizaba el seudónimo de Carlos
Montejo.

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En 1936, muerto Gómez, era de capital

importancia la fundación de un semanario que
recogiera las angustias y los graves problemas
heredados de la dictadura. Ya que la situación
era tan confusa que nadie sabía cuál iba a ser
su verdadero desenlace. Sin embargo, con
escasas donaciones populares que se
consiguieron, se lograron los fondos para el
financiamiento de una publicación, la cual
apareció su primer número el 4 de marzo de
1936, habiéndosele designado con el nombre
de EL OBSERVADOR, cuya dirección la
asumió Nerio Manuel López, sus páginas
nutridas de orientación sobre los más
palpitantes sucesos que ocurrían dentro de esos
agitados momentos, después de transcurrir 27
años del predominio del gomecismo. También
se publicaba en ese semanario, las actividades
que desarrollaba esa vigorosa organización de
carácter popular que se identificaba como
UNION BOLIVARIANA, la cual se podía
calificar como una de las primeras
agremiaciones que se formaron en esos
tiempos en Aragua. Colaboraban en ese
semanario Alfredo Pacheco Miranda, quien se
escudaba bajo el seudónimo de Sebastián
Ronda, J.T. Ramonis Romero, Félix Acosta,
Armando Rodríguez, Manola Rodríguez
Pastrano y el poeta Ángel Borges.
También comienza a circular en 1936, E L
OJO, dirigido por Gregorio Sarco Lira, el cual
servía de órgano de la Junta Patriótica que
comandaba Carlos Blanco Galeno. Dicha
publicación, dejó de aparecer por renuncia de
Sarco Lira, quien no compartía los propósitos
que se le pretendía imponer al semanario.

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En 1936, Nerio Manuel López se encarga de

la dirección del semanario EL NACIÓN
ALISTA ARAGUEÑO, publicación que
financiaba don Manuel Aguirre, la cual trataba
preferentemente temas relativos a Turmero y
demás problemas aragüeños. La mayoría de
sus secciones y notas las escribía su director,
quien escribía con distintos seudónimos.

Y el 22 de octubre de 1939 aparece el

semanario E LBOIIVA-RIANO, dirigido por
Nerio Manuel López, a quien secundan en la
redacción el poeta Rafael Zurita y en la
administración Dolores de Tellechea. Los
servicios de información se confiaron a José
Pacheco Lugo. El periódico era tamaño
tabloide muy bien diagramado, encontrándose
dentro de sus colaboradores importantes
figuras como José de la O. González, el poeta
Trino Celis Ríos, Francisco R. Martínez,
Carlos Blanco Galeno y Miguel Gerónimo
Caballero.

Luego en 1S4I. sale ei quincenario

MARINO, órgano dol Partido Democrático
Venezolano (P.C.V.), cuya publicación se
ocupaba de la exaltación y de defensa de la
orientación política del gobierno del Presidente
Medina Angarita.

Y no se podía dejar de mencionar en estos

apuntes sobre el periodismo en Turmero, sin
señalar a una publicación multigrafiada que se
editaba eñ la Escuela "José Rafael Revenga" en
1943, cuya redacción estuvo a cargo de Benito

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Pérez Ramos, Ciro Guzmán Morillo, Balbino

Blanco Sánchez y Carlos Trujillo Córdova, la
que llevaba por título el HAZ, en la cual se
recogían las actividades que se realizaban en
ese plantel educativo.

El 25 de febrero de 1945, entraba en

circulación el semanario ZARATE bajo la
dirección de Pedro Matos y financiado por los
que se llamaba la Colonia turmereña en
Caracas. Los temas que se abordaban en esa
modesta publicación demostraba la gran
preocupación de sus autores por todo lo que se
relacionara con los problemas de su pueblo.
Fueron sus colaboradores Nerio Manuel
López, Alberto y David Nieves, Félix Acosta,
Balbino Blanco Sánchez, Aurelio Ramón
Rojas y Manola Rodríguez Pastrano.

En 1946, se edita la revista MACARO que

circula mensualmente como órgano de la
Escuela Rural que ¡lleva su mismo nombre. Su
cuerpo directivo estaba formado por R.
González Baquero, Cayetano Ramírez y Sixto
Rivas Pino en la redacción. E n la dirección R.
García Hurtado y María Luisa Galaraty. Y en
la administración Humberto Anzola, Aura
Ramírez y Victoria, Sirgo. La propaganda
estaba a cargo de Hipólito Bonilla, Pedro
Miguel Castillo. Sus colaboradores divulgaban
temas agrícolas y todo lo relacionado con la
enseñanza y los deportes.
En 1946, también aparece el semanario EL
TURMEREÑO, igualmente dirigido por Pedro
Matos y administrado y financiado por

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Modesto Timado, en cuyo primer número se

narraban algunos de los principales
acontecimientos que ocurrieron en Turmero el
18 de octubre de 1945.

En 1951, durante el primer período de la

dictadura de Pérez Jiménez, cuando ya se había
estrangulado la libertad de prensa que quedó
sometida a la Junta de Censura. Se edita en la
tipografía Carvallo una pequeña publicación
que se intitulaba BRUJULA, con el propósito
de contribuir al sostenimiento' de la campaña
Pro-Reloj que habían iniciado los turmereños
residentes en la capital de la República, en
cuyas actividades se iban a destacar el Pbro,
Pedro Moreno y la Junta de Damas Católicas
que presidía doña Rosario Manzo de Olmos.

En 1960, circulaba ocasionalmente LUZ

QUE ORIENTA, publicación que servía de
órgano a la Cátedra Espiritual de Turmero,
cuyas orientaciones estaban vinculadas con las
tendencias de Joaquín Trincado. La
responsabilidad de su redacción estuvo a carpo
de Luis Barreto, Carmen Ramírez, Abraham
Bigott y G. J. Jiménez.

En 1965, el presbítero Miguel Usan edita el

quincenario MI PARROQUIA, cuya
publicación continuaba la campaña que había
emprendido el Pbro Moreno, con el fin de
concluir los trabajos que se habían emprendido
en la Iglesia Parroquial.

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E n septiembre de 1967, sé edita EL

TURMEREÑO, semanario en cuyas páginas se
divulgaban los más palpitantes problemas
económicos y sociales del Distrito Marino. Su
dirección estuvo a cargo del ágil periodista
Félix Mijares Rangel, acampañándolo en la
redacción Edda Gómez Ríos y Maritza Asprino
de Pacheco y asesorado por Nerio Manuel
López y Félix Acosta. Esa publicación dejo
huellas imborrables en Turmero, por las
normas que se imprimieron al periodismo local
y por los estímulos que consagraba a todas las
actividades creadoras.

En maye de 1971, comienza a circular

ÓRBITA, semanario que aparece con un
moderno formato y una excelente
diagramación. En sus coloreadas páginas se
publicaron semblanzas del poeta Ramón
Blanco Rui, Lucas Vásquez Rojas y el notable
Ingeniero Manuel Cipriano Pérez. Con el
semanario ÓRBITA, parecen quedar
congeladas, las actividades del periodismo en
Turmero. Mientras tanto, se puedan formar esa
generaciones de relevo, que puedan
proyectarse de acuerdo a los nuevos procesos
de nuestros tiempos..

En 1972, aparece una publicación

multigrafiada con el nombre de SENDEROS,
la que sirve de órgano a las actividades
culturales del Barrio "Francisco de Miranda".
La responsabilidad de su contenido estaba a
cargo de Andrés Eloy Quintero, Teódulo
Rebolledo y el poeta Andrés Zapata.

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En 1974, circuló, un número extraordinario

de la revista EL SEMBRADOR dedicada
especialmente al sesquicentenario de la Batalla
de Ayacucho editada por el Centro de
Capacitación Docente del "Mácaro", cuya
redacción estuvo al cuidado de un Comité
integrado por los profesores Samuel Eduardo
Quenza, Haydeé Bracho Cortez, Aura Josefina
Jaén y Luis Tejada Fernández; en sus páginas
se recogían artículos relacionados con la
antigua civilización Inca del Perú, y también
sobre esa gran figura de la rebelión americana
conocido como Tupaca Amarú. Y además
contenía una serie de importantes reportajes y
notas ,en torno a la Batalla de Ayacucho que
se realizó el 9 de diciembre de 1824.

En julio de 1975, entra en circulación la

revista EL RETO DE MARINO, publicación
editada en la tipografía "Venezolana Gráfica"
de Turmero, órgano de la Cámara de Comercio
e industrias del Distrito Marino. Su nota
editorial está firmada por Valerio López y
otros artículos bajo la responsabilidad de José
Luis Peña Dávila y Néstor Germán Rodríguez.
También escribe el doctor Luis Graff Rojas en
torno a la orientación y el rumbo que tendrá
esa naciente organización, la Revista reserva
páginas para todo lo relacionado con las
actividades deportivas que s e desarrollan en el
Distrito Marino.

En 1975, también circula otra pequeña revista

que lleva el nombre de REMAIZIT, órgano de
los trabajadores de la Empresa Remavenca,

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cuya dirección está a cargo de un Comité

formado por Hans Bohe, Juan L Muñoz, Paula
G. Parra R. Luis Molina, Fidel Rangel,
Antonio Miralles e Ildemaro Lovera. En dicha
publicación, se señalaban las actividades
deportivas y sociales que se realizaban en ese
complejo Industrial.

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