Ontología III
Ontología III
Ontología III
Todos los objetos que caen bajo la razón o investigación humana pueden
dividirse de forma natural en dos clases, a saber: relaciones de ideas y cuestiones
de hechos. 1
Las relaciones de ideas todos aquellos objetos cuyo conocimiento son verdades
bien intuitiva bien demostrativamente ciertas. Se puede comprender que tres veces
cinco es igual a la mitad de treinta y que esto expresa una relación entre números, “entre
ideas” según la terminología de Hume. Para aclarar lo que dice Hume sobre el
conocimiento de las relaciones de ideas, sostiene que intuitivamente ciertas son aquellas
verdades o conocimientos que la razón conoce de manera inmediata, es decir, sin
necesidad de prueba o demostración. Por el contrario, son demostrativamente ciertas
aquellas certezas que el entendimiento conoce a través de una serie encadenada de
demostraciones o pruebas y razonamientos que tienen como base o fundamento
verdades intuitivamente ciertas. Las primeras verdades se expresan en proposiciones
que son axiomas. Las segundas verdades se expresan en proposiciones que son teoremas
y que se derivan de los axiomas por una serie de pasos lógicos. David Hume decía:
1
Proposiciones de esta clase pueden descubrirse por la mera operación del
pensamiento, sin depender de nada que pudiera existir en cualquier parte del
universo. 2.
Para Hume los juicios sobre las relaciones de ideas son juicios analíticos. No
necesitan de experiencia sensorial para saber si son verdad y, por tanto, son
intuitivamente ciertos o demostrativamente ciertos. El predicado de estos juicios va
inmerso en el sujeto. Son necesarios y no extensivos, ya que no proporcionan más
información sobre el objeto de conocimiento del que este ya contiene. Simplemente lo
explicitan o aclaran: El todo es mayor que las partes.
2
Me aventuraré a afirmar, como proposición general que no admite excepción,
que el conocimiento de esta relación no se obtiene mediante razonamientos a
priori: sino que nace completamente de la experiencia cuando encontramos que
cualesquiera objetos particulares están constantemente conjuntados entre sí. 3.
Por último, el pensador escocés admitió que todos los razonamientos sobre
cuestiones de hecho parecen fundados en la relación causa y efecto. Por ejemplo, tirar
una piedra al agua tiene como consecuencia que la piedra se hunda. El conocimiento de
esta relación está más allá de una razón pura, ya que esta por sí sola no es capaz de
esclarecer las propiedades sensoriales de un objeto, ya que este conocimiento se da por
medio de la experiencia.
Ningún objeto descubre nunca por las cualidades que aparecen en los sentidos,
ni las causas que lo produjeron ni los efectos que se seguirán de él, ni puede la
razón, inasistida de la experiencia, trazar jamás cualquier inferencia sobre una
existencia real y una cuestión de hecho.
3
1. HUME, D.(1748). Investigación sobre el entendimiento humano. Pág 85: ISTMO.