¿Qué Enseñan Las Escuelas
¿Qué Enseñan Las Escuelas
¿Qué Enseñan Las Escuelas
Se ha criticado desde las ciencias sociales que la escuela es poco estimulante, aburrida y
que no favorece la autonomía de los jó venes, sino que má s bien los aliena. También que ésta
sirve como una forma de control social que transfiere formas de hacer y de ver, normas, a los
individuos con el fin de que éstos las reproduzcan. Segú n el autor, esta crítica es ahistó rica, pues
los mismos proyectos de educació n que surgieron en las sociedades industriales avanzadas
tenían por objetivo reproducir estas cuestiones.
Dice el autor que no solo hay que atender a esas formas de control social o transmisió n
de normas institucionalizadas, sino a las formas de conocimiento que se enseñ an en las escuelas
desde una perspectiva cultural y econó mica. El autor señ ala que hay dos formas de
conocimiento, las manifiestas y las latentes, es decir, las de contenido y las ocultas. Ambas
formas de conocimiento está n delimitadas por unos criterios previos que conforman las
instituciones educativas y las encierran. Pararse a pensar en esas formas de conocimiento exige,
segú n el autor, situarse en las propias escuelas y ver có mo éstas funcionan en las propias
interacciones entre profesores y alumnos. Es necesario comprender có mo, en el proceso de
socializació n, los jó venes aprenden a categorizar entre unas cosas y otras, y a reproducir
discursos concretos. El autor emplea un caso propio de los jardines de infancia para señ alar
có mo el conocimiento es propio de la ideología dominante de la sociedad en la que se inscribe.
Muestra có mo los niñ os má s pequeñ os en la educació n má s primeriza aprenden a separar entre
los momentos de trabajo y los de juego, a separar aquello que se refiere al trabajo y lo que tiene
contenidos ociosos. Ademá s, aprenden la valía que tiene el trabajo y el juego, interiorizan
significados que vienen de la mano de los docentes. Estos ú ltimos se encargan de orientar a los
jó venes hacia unas direcciones u otras, mostrá ndoles la forma en la que deben desempeñ arse en
cada una de sus tareas, ya sean productivas o de descanso. Cuando los niñ os no cumplen con las
expectativas dentro de un marco de tiempo establecido es el docente quien les dirige la atenció n
a lo que deben hacer.