Infecciones Causadas Por Hongos
Infecciones Causadas Por Hongos
Infecciones Causadas Por Hongos
INTEGRANTES
ANGÉLICA VANESSA SIMANCA VEGA
CLAUDIA PAOLA RAMÍREZ ZULUAGA
MARÍA ALEJANDRA SOTO ZULUAGA
MARÍA CRISTINA VERGARA HOYOS
PAULO ANDRÉS SANTOS BARCHA
DOCENTE
LUIS CARLOS RUIZ GARCÉS
Las levaduras del género Candida forman parte de la microbiota saprofita del
aparato digestivo, piel, orofaringe y aparato genital. Los pacientes susceptibles o
con factores de riesgo se pueden infectar por Candida a partir de su propia
microbiota (infección endógena). La transmisión exógena de Candida es también
posible en el contexto del enfermo crítico. Determinados factores han hecho que la
incidencia de la candidiasis invasora haya aumentado de forma extraordinaria y que
se encuentre en el 80% de las infecciones fúngicas invasoras. Los avances médicos
favorecen una mayor supervivencia, pero también estancias más prolongadas en el
centro hospitalario, asociadas a una elevada mortalidad y costes económicos. Esto
tiene una importante consecuencia: la colonización fúngica por Candida está en
razón directa del tiempo de estancia, la utilización de catéteres y la nutrición
parenteral, los antibióticos de amplio espectro, los corticosteroides, los
inmunosupresores, la hemodiálisis, la ventilación mecánica y el aumento de
enfermos afectados de mayor edad. La candidiasis invasora es una enfermedad
grave, progresiva y difícil de diagnosticar. Los síntomas clínicos son inespecíficos,
de aparición tardía o no existen y, en un porcentaje alto de enfermos críticos, el
diagnóstico es necrópsico. La mortalidad atribuida a la candidiasis invasora puede
ser hasta del 30%. (del Palacio et al; 2009)
1. EUMICETOMA
CARACTERISTICAS
EPIDEMIOLOGIA
DIAGNOSTICO
Histopatología
Tanto los granos como las muestras de tejidos "biopsias" son estudiados al
microscopio óptico, utilizando técnicas histopatológicas, y las muestras luego de
fijadas en sol. De formol al 10%, e incluidos en parafina, pueden ser coloreadas por
hematoxilina eosina (HE) u otras técnicas. Estas observaciones permiten
determinar el tipo de respuesta tisular a la infección por el agente etiológico del
actino o eumicetoma, así como describir las características generales o particulares
del "grano", tales como su forma, tamaño, etc. (Serrano et al; 2003)
Permite diferenciar, a través de la observación de los granos, el agente etiológico
(a nivel de género), indicando si se trata de un actino o de un eumiceto. Esta técnica
no substituye al cultivo. (Serrano et al; 2003)
Esta técnica es muy simple, muy barata, muy precisa y bien tolerada por los
pacientes, y puede ser muy útil en estudios de campo de tipo epidemiológico. Es
una técnica útil en el diagnóstico de rutina del micetoma. Así mismo, el material
obtenido puede ser cultivado o utilizado para estudios inmunológicos. Esta técnica
permite el estudio morfológico e identificación del micetoma y su clasificación en
actino o eumicetoma. Puede ser útil para realizar un diagnóstico temprano en casos
de micetoma, en los cuales ni los estudios radiológicos ni los serológicos pueden
puedan ser útiles. (Serrano et al; 2003)
Diagnóstico radiológico
La radiología es una herramienta muy útil para el estudio de los micetomas. Las
lesiones producidas por el micetoma llevan a diversos tipos de cambios
radiológicos; esto debido al hecho de que la mayoría de los agentes etiológicos del
micetoma son osteofílicos, probablemente ocasionado por la acción del granuloma,
el cual afecta tanto al hueso como al sistema de irrigación vascular del mismo. En
las etapas iniciales de la lesión, la misma se ve como una masa única o dispersa en
el tejido subcutáneo blando. En posteriores etapas de la enfermedad se pueden
observar calcificaciones y, a veces, se observa obliteración de los planos de la
fascia. A medida que crece el granuloma, se pueden observar lesiones por
compresión del hueso y de reacción del periostio. (Serrano et al; 2003)
En fases avanzadas de la infección se pueden observar lesiones de tipo cavitario
(geodas), las cuales pueden estar vacías o llenas de masas granulomatosas, lo que
representa una osteolisis. La presencia de estas masas granulomatosas y del tejido
fibroso dentro de esta cavidad contribuye a darle soporte al hueso, lo que podría
explicar la rara ocurrencia de fracturas en los casos de micetoma.
(Serrano et al; 2003)
En los estados avanzados del proceso infeccioso del micetoma, las imágenes
radiológicas observadas pueden ser comparadas con las del sarcoma osteogénico
y las de la tuberculosis ósea. El estudio radiológico de las lesiones primarias del
micetoma, a nivel óseo, debe ser diferenciado de la osteomielitis crónica, el
osteoclastoma, quistes óseos y de la osteítis sifilítica. El diagnóstico diferencial del
micetoma debe hacerse con mucho de los tumores de los tejidos blandos, tales
como el sarcoma de Kaposi, con los fibromas y el melanoma maligno o el
fibrolipoma, incluso con los granulomas por cuerpo extraño, por ejemplo, por
espinas. (Serrano et al; 2003)
CASO CLÍNICO
CLÍNICA
La forma cutánea fija ocurre con menos frecuencia y se caracteriza por lesiones
localizadas en la piel sin afección linfática. Éstas son pleomórficas y se presentan
como una lesión nodular escamosa, acneiforme, ulcerativa o verrucosa.
Generalmente se presenta como una reinfección en un paciente previamente
sensibilizado por S. schenckii. La infección cutánea diseminada es muy rara y se
extiende más allá de los vasos linfáticos regionales afectados. Se observan nódulos
múltiples en todo el cuerpo, pudiendo preceder a la infección osteoarticular.
(Escaffi et al; 2010)
El diagnóstico diferencial de las lesiones cutáneas fijas incluye las infecciones por
algunas micobacterias atípicas no tuberculosas, como Mycobacterium avium, otras
micosis profundas como alternariosis cutánea y cromoblastomicosis. Además, la
sífilis primaria, el ectima estafilocócico crónico, la enfermedad por arañazo de gato
y un granuloma de reacción a cuerpo extraño pueden simular las lesiones cutáneas
de la esporotricosis. (Escaffi et al; 2010)
DIAGNÓSTICO
TRATAMIENTO
El fluconazol es una terapia de segunda línea sólo en los casos en que no pueden
usarse los fármacos de elección. (13, 14) En los poco habituales casos en los cuales
la infección es diseminada y afecta diferentes órganos o compromete la vida, se
debe administrar anfotericina B intravenosa. (Escaffi et al; 2010)
DISCUSIÓN
DESCRIPCIÓN
Epidemiologia
Patogénesis
La principal vía de entrada para el P. brasiliensis es por la vía inhalada. Una vez
esto sucede, los neutrófilos y los macrófagos activados bloquean el crecimiento del
hongo y previenen la diseminación en la mayoría de las personas. Después de su
inhalación, el P. brasiliensis típicamente causa una infección pulmonar inespecífica
que se detecta por la prueba de paracoccidioidina. Los pacientes expuestos a P.
brasiliensis forman granulomas en el sitio de la infección primaria, y a veces en focos
metastásicos, las cuales tienen formas viables del hongo, pero quiescentes.
Después de un periodo de tiempo (anos usualmente), se pierde el balance inmune
(por mecanismos aun desconocidos), y la infección puede progresar y dar pie al
desarrollo de enfermedad clínica (forma crónica). Menos frecuentemente puede
haber progresión a una enfermedad sistémica desde el foco primario de infección
sin que exista un periodo de latencia, con un deterioro clínico rápido (forma aguda
o subaguda). (Mariaca et al; 2015)
La infección ocurre cuando el P. brasiliensis penetra al cuerpo humano por primera
vez. Puede curar espontáneamente, progresar a enfermedad o permanecer latente,
de acuerdo con la respuesta inmune del huésped. Si la infección no es controlada
por el huésped evoluciona a uno de dos patrones: aguda/subaguda, también
conocida como paracoccicioidomicosis juvenil, que representa menos del 10% de
los casos y generalmente se presenta en niños, adolescentes y adultos jóvenes;
crónica, que representa una reactivación de la infección primaria, y es la más
común. (Mariaca et al; 2015)
Clínica
Como todas las infecciones sistémicas por hongos, puede afectar cualquier órgano
y asumir diferentes presentaciones clínicas, desde localizadas y benignas, hasta
diseminadas, severas y progresivas con evolución fatal. (Tabla 1). En cualquier
caso, la primoinfección es difícil de diagnosticar debido a que su presentación clínica
llega a ser similar a otras infecciones pulmonares. (Mariaca et al; 2015)
Clasificación de la paracoccidioidomicosis
La penetración del hongo también ocurre por ingestión y la lesión ocurrirá en estos
casos en la membrana mucosa intestinal. Frecuentemente, la lesión inicial aparece
en el sitio de inoculación. Los órganos más comúnmente afectados son la mucosa
orofaríngea y los intestinos. La inoculación del hongo en la membrana orofaríngea
se explica por el hábito común observado en las áreas rurales de masticar ramas u
hojas de los vegetales. Prueba de esto es el aislamiento del P. brasiliensis en
granulomas de los ápices de los dientes y las amígdalas e, incluso, de las encías,
sitios que pueden inducir el crecimiento de nodos linfáticos y dar la apariencia
linfangitica de la enfermedad. En raras ocasiones, no tiene evidencia clínica, Desde
el sitio de inoculación, el hongo se puede multiplicar y diseminarse a tejidos vecinos
y alcanzar los nodos linfáticos regionales a través de los vasos linfáticos o
diseminarse por la vía hematógena. (Mariaca et al; 2015)
Aguda/subaguda
Crónica
En muchas de las formas crónica los pulmones están comprometidos y la tos seca
y la disnea son los síntomas más frecuentes, aunque los pacientes también
presentan tos productiva, hemoptisis y dolor torácico. En los rayos X de tórax se
pueden evidenciar infiltrados pulmonares bilaterales, de predominio en los campos
inferiores. El compromiso de mucosas ocurre en más del 50% de los pacientes. La
mucosa más comúnmente afectada es la oral, aunque se da una inoculación directa
del hongo a la cavidad oral, la contaminación de la mucosa oral es más frecuente
por la eliminación de secreción desde los pulmones. (Mariaca et al; 2015)
Los sitios que usualmente están afectados son el labio inferior, la lengua, el paladar
y la región sublingual, la lesión típica es una úlcera eritematosa con base
granulomatosa que se entremezcla con puntos hemorrágicos, llamada estomatitis
moriforme. También se puede presentar infiltración, vegetación, macro queilitis,
sialorrea odinofagia y disfagia; incluso se describió un caso que culmino con
perforación del paladar duro, el compromiso de la conjuntiva tarsal y bulbar es poco
común, así como de la mucosa genital. Las lesiones se llegan a extender a la
laringe, faringe y amígdalas. (Mariaca et al; 2015)
El compromiso de la laringe produce disfagia y destrucción de las cuerdas vocales.
Lesiones en la tráquea causan obstrucción del tracto respiratorio. La proliferación
desde las membranas mucosas puede producir diseminación linfática con
compromiso de nodos linfáticos regionales y la tendencia a la formación de
abscesos. (Mariaca et al; 2015)
Con el tiempo, los nodos linfáticos se rompen y se forman fistulas a la piel que
drenan material purulento rico en hongos. La diseminación hematógena ocurre más
frecuentemente desde las lesiones pulmonares, pero en raras circunstancias se da
desde lesiones mucosas o linfáticas; en estas ocasiones el paciente se presenta
con lesiones polimórficas diseminadas que se caracterizan por pápulas, pústulas,
pápulas vegetantes, ulceras y ulcero-costras, con la superficie cubierta por puntos
hemorrágicos finos. En esta forma diseminada es común que los ganglios linfáticos
estén afectados con aumento de su tamaño o fistulas. Las lesiones viscerales
usualmente están presentes con compromiso de pulmones, hígado, bazo, tracto
gastrointestinal, tracto genitourinario y huesos. (Mariaca et al; 2015)
Pacientes inmunocomprometidos
Se encontró que los pacientes HIV positivos tuvieron una progresión más rápida de
la enfermedad y presentaron más frecuentemente fiebre (96% en VIH + Vs 51% en
VIH -), linfadenopatia (80% en VIH + Vs 62% en VIH -), hepatomegalia (64% en VIH
+ Vs 20% en VIH -) y lesiones en piel (67% en VIH + Vs 46% en VIH -), aunque
presentaron menos ulceras de la mucosa oral y nasal cuando los compararon con
pacientes HIV negativos que presenten: fiebre, pérdida de peso, linfadenopatia
localizada o generalizada, hepáticas o esplenomegalia, masas abdominales con o
sin manifestaciones compresivas y signos de falla de la medula ósea (anemia). Los
anteriores hallazgos, junto con un antecedente epidemiológico, sugieren el
diagnostico. (Mariaca et al; 2015)
Para confirmar la sospecha clínica, se requiere hacer un examen directo y cultivo
obtenido por aspiración de un nodo linfático superficial aumentado de tamaño, y
también pruebas serológicas. Ante la sospecha de la enfermedad, la evaluación
inicial del paciente debe incluir: imágenes radiológicas (ecografía o tomografía
computarizada de abdomen) de las áreas afectadas para determinar la extensión
del compromiso de los nodos linfáticos. La TAC de tórax está indicado en pacientes
que presenten signos y síntomas de compromiso pulmonar (tos, disnea), o lesiones
mediastinales (compresión de la vena cava superior). (Mariaca et al; 2015)
Diagnostico
En la fase inicial del tratamiento, los pacientes deben ser evaluados cada mes con
examen físico, hematológico, bioquímico, serológico y radiológico. Esta fase termina
cuando hay curación clínica y normalización de la velocidad de sedimentación. En
el segundo periodo, llamado tratamiento suplementario, los pacientes deben ser
evaluados con examen físico, serología y exámenes radiológicos cada tres meses.
(Mariaca et al; 2015)
No hay un consenso en cuanto a la duración del tratamiento y los criterios para su
terminación. Los especialistas sugieren que si la serología por inmunodifusión se
vuelve negativa o disminuye por debajo de 1:2 diluciones, los pacientes que tienen
la forma aguda/subaguda moderada o la forma crónica leve deben ser tratados por
dos años. Los casos severos de las formas aguda/subaguda y crónica, y en casos
especiales como en mujeres en embarazo, deben recibir tratamiento
individualizado. Estos pacientes deben ser tratados hasta un año después de la
negativización de la inmunodifusión. Itraconazol ha sido ampliamente usado en el
tratamiento de la paracoccidioidomicosis y sus tasas de respuesta son altas, por lo
que es el medicamento de elección en las formas leves y moderadas, a dosis de
100-200 mg vía oral al día. (Mariaca et al; 2015)
Trimetoprim-sulfametoxazol
Definición de Candidosis
Es una infección primaria o secundaria, causada por levaduras del género Candida,
con manifestaciones clínicas extremadamente variables de evolución aguda,
subaguda, crónica o episódica, en las cuales el hongo puede causar lesiones
cutáneas, mucho-cutáneas, profundas o diseminadas. (Biasoli, 2013)
Agentes etiológicos
Clasificación taxonómica
Dominio: Eucarya
Reino: Fungi
División: Eumycota
Subdivisión: Deuteromycotina
Clase: Blastomycetes
Familia: Cryptoccocaceae
Género: Candida
Las levaduras del género Candida existen en la naturaleza, en el suelo y agua dulce,
vegetales, frutas, exudado de árboles, granos y en general toda sustancia rica en
hidratos de carbono simples. Además, son habitantes habituales del aparato
digestivo, respiratorio y regiones muco cutáneas del hombre y animales domésticos.
El sistema gastrointestinal humano tiene una población pequeña pero constante de
C. albicans. En el adulto, dos factores regulan el número de levaduras en el
intestino: 1- otros miembros de la flora intestinal que ejercen un control sobre la
densidad de población de las levaduras (principalmente lactobacilos y bacterias
anaerobias) a través de factores antimicrobianos, inhibidores de la adherencia,
potenciales de óxido-reducción y competencia por los nutrientes disponibles y 2- la
dieta, ya que la ingestión excesiva de frutas frescas, dulces u otros materiales
fermentables darán lugar a un aumento considerable en el número de levaduras
intestinales, particularmente de C. albicans. (Biasoli, 2013)
Además de C. albicans otras especies que pueden colonizar la mucosa oral y del
tracto gastrointestinal humano como C. glabrata, C. parapsilosis, C. tropicalis, C.
dubliniensis, C. krusei. La piel normal también puede presentar flora de levaduras
residentes, que incluye C. parapsilosis, C. guillermondii, C. krusei. Otras
especies como C. albicans y C. tropicalis no se encuentran con regularidad en la
piel normal, salvo en la región ano-genital y alrededor de la boca. En la mucosa
vaginal normal se puede aislar C. albicans y, con menor frecuencia, C. glabrata,
C. tropicalis C. parapsilosis y C. krusei. (Biasoli, 2013)
Vías de infección
Patogenia
No inmunes
Inmunes
1. Cutánea
2. Mucocutánea
3. Candidiasis invasiva
4. Alérgica
1. Cutánea
(Biasoli, 2013)
(Biasoli, 2013)
(Biasoli, 2013)
Paroniquia y Onicomicosis candidiásica (Onixis blastomicética)
- Onicomicosis: es una infección causada por hongos en las uñas de pies y/o
manos. (Biasoli, 2013)
(Biasoli, 2013)
(Biasoli, 2013)
Granuloma candidiásico: es una infección rara que afecta a niños,
preferentemente con trastornos endocrinos (hipotiroidismo, hipoparatiroidismo) y
produce lesiones en piel, uñas y cuero cabelludo, con características diferentes a
las descriptas. Se describen como pápulas vascularizadas primarias cubiertas de
una costra gruesa, adherente, pardo amarillento, que pueden convertirse en
callosidades o protuberancias. (Biasoli, 2013)
(Biasoli, 2013)
2. Mucocutáneas
Mucosa oral
(Biasoli, 2013)
(Biasoli, 2013)
(Biasoli, 2013)
Mucosa vaginal
(Biasoli, 2013)
Mucosa digestiva
Involucra esófago, estómago e intestino. La afección esofágica puede ser parte del
afta que se inicia en la boca. Puede aparecer en pacientes tratados con ATB,
corticoides, radiaciones, con diabetes, HIV (+). Los síntomas clínicos más
frecuentes son odinofagia, disfagia, dolor retroesternal, hemorragia, náuseas,
vómitos, aunque el cuadro puede ser asintomático. Por endoscopía se observan
lesiones similares a las aftas y se clasifican en diferentes grados: (Biasoli, 2013)
IV: ídem que tipo III + estrechamiento del lumen. (Biasoli, 2013)
La enteritis por Candida es una afección rara. Es más frecuente en pacientes con
enfermedades malignas avanzadas, pacientes SIDA o con inmunosupresión
severa. El diagnóstico es muy difícil de establecer ya que requiere de la
demostración de invasión de la mucosa intestinal por Candida o el aislamiento
repetido del microorganismo de lesiones ulcerativas. (Biasoli, 2013)
Mucosa bronquial
Es más frecuente que la Candidiasis pulmonar. Se presenta con tos y los signos
físicos corresponden a los de una bronquitis con estertores húmedos y las
radiografías muestran un tipo no específico de engrosamiento peribronquial.
(Biasoli, 2013)
Las principales rutas de invasión de las levaduras son vía catéteres endovenosos
(involucra a las especies que colonizan la piel de enfermos y/o a las que colonizan
principalmente las manos del personal hospitalario) y por penetración a través de la
mucosa intestinal (involucra a las especies que colonizan previamente el tracto
gastrointestinal). (Biasoli, 2013)
1. Muestras:
- Hemocultivo, esputo, LBA, biopsia, LCR, punción hepática, etc. (Biasoli, 2013)
- Observación por tinción: MGG, GN, Groccot (no se realiza de rutina para piel y
mucosas). (Biasoli, 2013)
Esputos y secreciones pueden ser fijados y coloreados con May Grunwald Giemsa
o Gram Nicolle. También se pueden observar elementos levaduriformes con o sin
pseudomicelio o hifas verdaderas (FIG 3). (Biasoli, 2013)
(Biasoli, 2013)
3. Cultivos:
Los hongos del género Candida crecen bien en los medios generales: Agar
Sabouraud glucosa (ASG), Czapek, Agar papa dextrosa (APD). Es conveniente
sembrar medios con antibióticos, como el cloranfenicol (ASG cloranfenicol) o
cicloheximida (Mycosel) (tener en cuenta que C. krusei, C. tropicalis son sensibles
a este ATB) para impedir el desarrollo de bacterias contaminantes. El medio
“Lactrimel” se utiliza en materiales de piel para el aislamiento de dermatofitos. El
medio Cerebro corazón sangre (CCS), está indicado para el aislamiento de
Histoplasma capsulatum a 37 ºC. (Biasoli, 2013)
- Esputo, LBA, biopsia, Liq. punción, etc. ASG, ASG cl, mycosel, CCS.
Incubar a 28 ºC y 37ºC, 1 mes. (Biasoli, 2013)
Una vez aislada la levadura, se practican las siguientes pruebas, para confirmar C.
albicans y distinguirla de otras especies: (Biasoli, 2013)
5. Pruebas complementarias
Los hongos son organismos que presentan cualidades únicas entre todos los seres
vivientes. Estas capacidades pueden ser empleadas para dañar o favorecer a los
organismos vivos y a los ecosistemas. Han evolucionado conjuntamente con el
desarrollo de los seres humanos y actualmente son utilizados en diversas áreas
como alimento, elementos transformadores de los mismos y cura de enfermedades.
Indiscutiblemente, la importancia de los hongos en la biosfera se debe a la
capacidad de descomposición y reciclaje de materia orgánica, regular la liberación
de nutrientes y esencialmente su papel en la supervivencia de plantas y animales.
Sin embargo, las capacidades fúngicas no son del todo benéficas debido a su
impacto en la salud humana, y como causantes de enfermedades en cultivos de
importancia económica. (Cuevas, 2016)
REFERENCIAS BIBLIOGRÁFICAS