Dios El Dueño Absoluto y Universal
Dios El Dueño Absoluto y Universal
Dios El Dueño Absoluto y Universal
INTRODUCCION
Usted tal vez se sorprenderá si le dijera que nosotros no poseemos nada. Nos
hemos educado diciendo: Esta es mi casa, mi dinero, mi familia, mi vida, mi
tiempo, mis talentos, etc. Nuestra tendencia es exigir muchas cosas para el
beneficio de nosotros mismos. Pensamos que el dinero que nos ganamos es
nuestro y que las cosas que compramos con nuestro dinero son nuestras.
Estamos convencidos de que poseemos estas cosas y que si alguien nos las
quita, es un acto de robo.
¿Tiene usted una escritura segura para “su” terreno? Imaginemos que usted
compró su terreno y se le dio una escritura, la cual usted registró en la
municipalidad. Ahora el gobierno de su país lo reconoce a usted como dueño
legítimo de ese terreno. Es una escritura segura, ¿verdad? No, no es segura.
Por ejemplo, supongamos que hay un proyecto para hacer una carretera
desde un pueblo a otro y esta ruta pasa justo por el centro de su propiedad.
¿Qué hará usted? ¿Presentará su escritura y amenazará con llevar el caso a
un juicio? ¿Eso impediría que esa carretera pase por su propiedad? Por
supuesto que no. Su escritura está sujeta a lo que el gobierno quiera.
Entonces, usted no tiene una escritura segura. Además, el dueño original,
Dios, todavía mantiene todos los derechos sobre su propiedad. Quizá usted
nunca lo había pensado, pero la escritura que usted tiene para “su”
propiedad, aunque es legal, es sólo un arrendamiento de Dios. “De Jehová es
la tierra y su plenitud” (Salmo 24.1). Así que usted nada más arrienda su
terreno de Dios.
a. Es orgulloso
Dios es dueño absoluto del universo, no sólo porque él es tan fuerte que
nadie se lo puede quitar, sino porque es dueño por derecho.
De todas las cosas que Dios creó, el hombre pecador es el único ser viviente
en todo el universo que trata de negar esta verdad.
Dios posee todo simplemente porque él es Dios. Al estudiar la Biblia,
nosotros podemos asegurarnos que así es. Los atributos de Dios, tales como
su omnipotencia y santidad, hacen que Dios no tenga ningún rival que
represente amenaza alguna al hecho que él es propietario absoluto de todo
lo que existe. No obstante, el hombre incrédulo siempre sigue pensando que
él mismo es el dueño de las cosas que posee, aun cuando a menudo ve que
no las puede controlar como quisiera.
Es a causa del orgullo que las personas no reconocen que Dios es dueño
absoluto de sus posesiones. Lucifer tampoco quiso reconocer que Dios es
dueño de todo. Por eso Dios lo echó del cielo. ¿Cuál fue el pecado principal
de Lucifer? ¡El orgullo! Hoy los descendientes espirituales de Lucifer
demuestran las mismas tendencias al afirmar
INTRODUCCION
Existen dos razones principales por las que Cristo tiene derecho a ser Señor
en nuestras vidas. Primeramente, somos de él porque él nos creó (véase Juan
1.3). Aun nuestra vida se la debemos a él. No hay ninguna razón por la que
nosotros no debamos sujetarnos por completo a su voluntad.
Además, somos de Cristo porque él nos redimió. Cuando el hombre pecó,
Satanás “secuestró” el género humano y lo sometió a él. Pero La salvación de
Cristo es el puente por el cual pasamos del señorío de Satanás al señorío de
Cristo El reino de Satanás El señorío de Satanás El reino de Dios La salvación
de Cristo El señorío de Cristo “[El] Padre (...) nos ha librado de la potestad de
las tinieblas, y trasladado al reino de su amado Hijo” (Colosenses 1.12–13).
“Mas ahora que habéis sido libertados del pecado y hechos siervos de Dios,
tenéis por vuestro fruto la santificación, y como fin, la vida eterna” (Romanos
6.22). “Los que por el temor de la muerte estaban durante toda la vida
sujetos a servidumbre” (Hebreos 2.15). los que por fe en Cristo se
arrepienten y se convierten en cristianos son restaurados, redimidos y
hechos parte otra vez de la familia de Dios. “Porque habéis sido comprados
por precio; glorificad, pues, a Dios en vuestro cuerpo y en vuestro espíritu, los
cuales son de Dios” (1 Corintios 6.20). En muchas iglesias se habla mucho de
la salvación, pero muy poco del señorío de Cristo y de la mayordomía. Ellos
alaban a Jesús como Salvador, mas no quieren que sea su Señor. Lo más
triste es que Cristo no seguirá siendo Salvador en la vida del que rehúsa
sujetarse a él como Señor. Los hombres deben comprender que la salvación
es ese puente glorioso que los pecadores pueden usar para cruzar desde el
reino opresor de Satanás al reino de Dios, donde Cristo gobierna.
2. Valores santificados
El hombre valora las personas de acuerdo con lo que puede ver con sus
propios ojos. Al hombre que se ve que tiene mucho dinero se le respeta
mucho. Al hombre pobre se le tiene lástima o se le desprecia. Pero Dios no
valora así a las personas: “Jehová no mira lo que mira el hombre; pues el
hombre mira lo que está delante de sus ojos, pero Jehová mira el corazón” (1
Samuel 16.7). Esto lo dijo Dios justo antes de tomar a un muchacho pobre y
humilde y hacerlo rey de Israel. Dios hoy nos quiere enseñar que no debemos
tomar en cuenta ni la apariencia de un hombre ni la abundancia de sus cosas
para valorarlo. Fíjese más bien en su carácter.
Cuando las cosas y el dinero ya no influyen en nuestra opinión acerca de una
persona, nosotros empezamos a ver su carácter. En la iglesia, ni el dinero, ni
los talentos, ni los dones espirituales deben tener alguna parte Dios, el dueño
absoluto y universal en la valoración espiritual de un individuo. Sin embargo,
su uso de estas cosas sí nos enseña algo acerca de su carácter. Toda la
superficialidad del sistema del mundo pierde su brillo cuando los hombres
reconocen que todo es de Dios. Entonces ellos empiezan a apreciar a otros
por lo que son en lugar de por la cantidad de cosas que poseen. ¿Valora
usted las cosas y las personas como Dios las valora, o como el hombre? El
buen mayordomo cristiano vive a base de valores santificados.
a.- excesos que se cometen comúnmente por el egocentrismo
La Biblia dice que “en el barbecho de los pobres hay mucho pan; mas se
pierde por falta de juicio” (Proverbios 13.23). Tal vez la manera en que estos
pobres pierden la mayor parte de este pan es por falta de administrar bien el
tiempo que Dios les ha dado. Dios nos da el tiempo para que lo utilicemos en
algo bueno. Dios condena la pereza (véase Romanos 12.11; 2 Tesalonicenses
3.10–12; Hebreos 6.12). ¡Él no quiere que seamos ociosos, sino que
trabajemos para él! La verdad es que muchas personas son demasiado flojas
en el trabajo. Muchos desperdician el tiempo. Por esa razón Dios no los
puede bendecir.
Dios siempre es glorificado cuando usamos con sabiduría los recursos que él
nos da, ya seamos agricultores, mecánicos, carpinteros o si hacemos
cualquier otro tipo de trabajo provechoso.
b. Malos administradores de los talentos y bienes que Dios nos da por el
egocentrismo
Las siguientes citas nos mencionan razones por las que el cristiano ególatra
llega al grado de quedar pobre espiritualmente
Proverbios 28:19
Proverbios 21:5
Proverbios 13:18
Proverbios 11:24
1 Pedro 4:10
INTRODUCCION
Una razón práctica para abrir una “cuenta de ahorros en el cielo”es que
nuestro corazón (nuestro amor y lo que nos interesa más) estará donde está
nuestro tesoro. La vida es muy corta y la eternidad es demasiado larga. Esta
tierra se terminará, así que nuestro corazón debe estar enfocado en el cielo.
Si de corazón y mente nos estamos enfocando en el cielo, la muerte será
nada más un paso que daremos entre este mundo de problemas y el gozo
celestial. Cuando estemos allí, nosotros gozaremos de los tesoros que hemos
acaparado allí durante nuestra estadía en la tierra, además de todos los
galardones que Dios nos dará.
Lo que acabamos de estudiar nos hace ver claramente que Jesús tenía razón
al decirnos que debemos buscar “primeramente el reino de Dios y su justicia”
(Mateo 6.33). Pero uno pudiera preguntarse: Si sólo pienso en lo espiritual y
en todo pongo a Dios primero, ¿cómo podré cumplir bien con mis
responsabilidades materiales? Para que no nos afanáramos, Jesús puso el
ejemplo de los pájaros y los lirios (véase Mateo 6.25–34). Los pájaros y los
lirios son prueba de que Dios siempre provee. A pesar de que ellos no
trabajan horas extras para proveer para sus hijos, ¡Dios nunca los desampara!
Al estar siempre alabando a Dios, ellos testifican contra el materialismo del
hombre.
Jesús dijo que si Dios provee tan bien para ellos, ¡cuánto más lo hará para
nosotros! Esto no quiere decir que Dios espera que nosotros sólo estemos
afuera en el campo como los lirios y los pájaros y que sólo dependamos de la
lluvia y el sol para el sustento que necesitamos.
Tampoco Dios quiere decir que nosotros debemos comer gusanos como
hacen los pájaros. Dios nos dio mentes para hacer planes y nos dio manos
para trabajar, pero nunca planeó que nosotros nos afanáramos más de lo
que se afanan los pájaros y las flores. El mismo Dios que cuida tan bien de
ellos nos dejó la promesa que si le ponemos prioridad a las cosas de Dios
todas estas cosas materiales nos serán añadidas.
c.-Buscando la mejor ganancia
En Eclesiastés 9.10 se nos amonesta a hacer todo según nuestras fuerzas. ¿Lo
ha llamado Dios a ser pastor? Sírvale de todo corazón. ¿Lo ha llamado a
enseñar la clase de la escuela dominical? Sea el mejor maestro que usted
puede ser.
No son todos los que pueden trabajar bien cumpliendo cinco diferentes
responsabilidades; algunos pueden cumplir más, otros menos. Cuando un
cristiano ve que no puede cumplir con todas las responsabilidades que le
piden que tome, él puede pasar a otro aquellas que es posible que otro
asuma (ejemplo: ser miembro de la junta de la escuela), para que él a su vez
se entregue de lleno a las que otro no puede cumplir (ejemplo: ser buen
padre para sus hijos).
DPTO.JOVENES “ESCUELA DOMINICAL”
TEMA CENTRAL
“ AMADORES DE SI MISMOS”
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“ AMADORES DE SI MISMOS”