Dios El Dueño Absoluto y Universal

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“AMADORES DE SI MISMOS”

1 DIOS EL DUEÑO ABSOLUTO Y UNIVERSAL

INTRODUCCION

Vivimos en tiempos peligrosos. La Biblia dice que en los últimos tiempos


vendrán días difíciles: “Porque habrá hombres amadores de sí mismos,
avaros, vanagloriosos, soberbios, blasfemos, desobedientes a los padres,
ingratos, impíos, sin afecto natural, implacables, calumniadores,
intemperantes, crueles, aborrecedores de lo bueno, traidores, impetuosos,
infatuados, amadores de los deleites más que de Dios, que tendrán
apariencia de piedad, pero negarán la eficacia de ella; a éstos evita” (2
Timoteo 3.2–5).

Los versículos citados anteriormente describen de forma clara los problemas


que surgen cuando las personas se aman a sí mismas y a los deleites de la
vida más que a Dios y a los demás. Tales personas son orgullosas, rehúsan
reconocer que Dios es dueño de todas las cosas y que ellos nada más son
mayordomos de las posesiones de Dios. Estas personas necesitan un cambio
de corazón antes que puedan entender y practicar la mayordomía cristiana.

Además, nosotros que somos creyentes deseamos perfeccionar nuestra


práctica de la mayordomía para que podamos continuar creciendo en la vida
cristiana. Dios desea que siempre abundemos en todo lo que glorifica a Dios
y sea de beneficio para otros, y la buena mayordomía ayuda mucho en esto.
Si somos buenos mayordomos, al final podremos escuchar las palabras de
Dios: “Bien, buen siervo y fiel; (...) entra en el gozo de tu señor” (Mateo
25.21).
Este estudio fue escrito con el propósito de edificar a los cristianos. El autor
no pretende tener todas las respuestas, pero aborda casi todas las áreas de la
vida cristiana que tienen que ver con la mayordomía. Nosotros esperamos
que al estudiar este tema usted reciba muchas bendiciones y que sea lleno
“del conocimiento de su voluntad en toda sabiduría e inteligencia espiritual,
para que andéis como es digno del Señor, agradándole en todo, llevando
fruto en toda buena obra, y creciendo en el conocimiento de Dios”
(Colosenses 1.9–10).

Usted tal vez se sorprenderá si le dijera que nosotros no poseemos nada. Nos
hemos educado diciendo: Esta es mi casa, mi dinero, mi familia, mi vida, mi
tiempo, mis talentos, etc. Nuestra tendencia es exigir muchas cosas para el
beneficio de nosotros mismos. Pensamos que el dinero que nos ganamos es
nuestro y que las cosas que compramos con nuestro dinero son nuestras.
Estamos convencidos de que poseemos estas cosas y que si alguien nos las
quita, es un acto de robo.

Pruebas que demuestran que Dios es dueño de todo.


• Salmo 24.1:
• Nehemías 9.6:
• Job 41.11:
• Salmo 50.9–12:
• Ezequiel 18:4
• Hageo 2:8
• Mateo 6:13
• Romanos 13:1
Dios es el único dueño verdadero
1. Tres razones por las que el hombre no puede poseer nada
a) El hombre no puede crear nada
Muy pocas personas reconocen que Dios es el único dueño de este universo
porque él lo creó. Esta verdad establece que el hombre no puede poseer
nada, pues no puede crear nada. Las “creaciones” o inventos del hombre
(cohetes, rascacielos, medicinas, etc.) son nada más aplicaciones,
adaptaciones o combinaciones de lo que Dios ya creó. Crear es “hacer que
empiece a existir una cosa”. Si usted necesita dinero, ¿puede crearlo? Si
usted necesita más tiempo para terminar
un trabajo, ¿puede usted crear más tiempo? No, nosotros no podemos
crear nada. Sólo Dios puede hacer algo de la nada. Esto hizo él cuando
formó el universo. Por eso, todo ser humano debe reconocer que sólo
Dios es capaz de poseer algo. “Señor, (...) tú creaste todas las cosas,
y por tu voluntad existen y fueron creadas” (Apocalipsis 4.11).

b. El hombre no tiene control absoluto sobre nada


¡Qué vanos son los títulos y los demás documentos que el hombre tiene para
probar que es dueño! En un instante, Dios puede reducir a cenizas y
escombros las mansiones que los hombres “poseen”. En tiempo de guerra
toda su “propiedad” puede ser usada por el gobierno para la guerra. Y en
cualquier momento el fraude y el robo pueden quitarle la supuesta
propiedad a cualquiera. Es imposible que el hombre tenga control absoluto
sobre alguna cosa que dice ser suya. Ya que no podemos controlar por
completo nuestras posesiones, queda claro que nosotros no somos los
verdaderos dueños de las mismas, sino que lo es el que ejerce control
absoluto sobre estas cosas. Y ¿quién es ése? Job sabía que es Dios. Él dijo:
“Jehová dio, y Jehová quitó” (Job 1.21). El que posee puede demostrarlo por
medio de su control.
c. Dios ya lo posee todo

¿Tiene usted una escritura segura para “su” terreno? Imaginemos que usted
compró su terreno y se le dio una escritura, la cual usted registró en la
municipalidad. Ahora el gobierno de su país lo reconoce a usted como dueño
legítimo de ese terreno. Es una escritura segura, ¿verdad? No, no es segura.
Por ejemplo, supongamos que hay un proyecto para hacer una carretera
desde un pueblo a otro y esta ruta pasa justo por el centro de su propiedad.
¿Qué hará usted? ¿Presentará su escritura y amenazará con llevar el caso a
un juicio? ¿Eso impediría que esa carretera pase por su propiedad? Por
supuesto que no. Su escritura está sujeta a lo que el gobierno quiera.
Entonces, usted no tiene una escritura segura. Además, el dueño original,
Dios, todavía mantiene todos los derechos sobre su propiedad. Quizá usted
nunca lo había pensado, pero la escritura que usted tiene para “su”
propiedad, aunque es legal, es sólo un arrendamiento de Dios. “De Jehová es
la tierra y su plenitud” (Salmo 24.1). Así que usted nada más arrienda su
terreno de Dios.

2. Razones por las que el hombre piensa que él es dueño

a. Es orgulloso
Dios es dueño absoluto del universo, no sólo porque él es tan fuerte que
nadie se lo puede quitar, sino porque es dueño por derecho.
De todas las cosas que Dios creó, el hombre pecador es el único ser viviente
en todo el universo que trata de negar esta verdad.
Dios posee todo simplemente porque él es Dios. Al estudiar la Biblia,
nosotros podemos asegurarnos que así es. Los atributos de Dios, tales como
su omnipotencia y santidad, hacen que Dios no tenga ningún rival que
represente amenaza alguna al hecho que él es propietario absoluto de todo
lo que existe. No obstante, el hombre incrédulo siempre sigue pensando que
él mismo es el dueño de las cosas que posee, aun cuando a menudo ve que
no las puede controlar como quisiera.
Es a causa del orgullo que las personas no reconocen que Dios es dueño
absoluto de sus posesiones. Lucifer tampoco quiso reconocer que Dios es
dueño de todo. Por eso Dios lo echó del cielo. ¿Cuál fue el pecado principal
de Lucifer? ¡El orgullo! Hoy los descendientes espirituales de Lucifer
demuestran las mismas tendencias al afirmar

b. Rechaza el cargo de mayordomo que Dios le ha dado

Dios le ha encargado a toda persona que sea mayordomo fiel de su creación.


Dios les dijo a Adán y Eva: “Fructificad y multiplicaos; llenad la tierra, y
sojuzgadla, y señoread en los peces del mar, en las aves de los cielos, y en
todas las bestias que se mueven sobre la tierra”
(Génesis 1.28). Este deber de cuidar las cosas de Dios no era solamente
para Adán y Eva; es para usted también.

A los mayordomos hoy día también los llamamos gerentes. Un gerente es


responsable por las cosas y asuntos de otro. En el mundo actual, muchos
desean llegar a ser un gerente de alguna empresa. Ser un gerente es un
honor. Un gerente normalmente recibe cada vez más responsabilidad en la
compañía al mostrarse digno de confianza. En muchos casos, los dueños casi
ni se dan cuenta cómo marcha su negocio porque confían demasiado en su
gerente. Al aumentar las responsabilidades del gerente, por lo general
aumenta su sueldo. Supongamos que cierto gerente sigue ascendiendo en
sus responsabilidades en la empresa. Al llegar a ser responsable de toda la
empresa, a él se le ocurre que él ahora es el dueño, que puede manejar la
empresa como a él le dé la gana... y que puede también quedarse con la
ganancia. ¿Por cuánto tiempo esta persona seguiría siendo gerente? Sólo
hasta que el dueño se dé cuenta de su delito. ¿Y qué pasa con el gerente al
final? Va para la cárcel. Usted es uno de los gerentes de Dios.
“AMADORES DE SI MISMOS”

EGOCENTRISMO DENTRO DEL CRISTIANISMO


2

INTRODUCCION

Vivimos en tiempos peligrosos. La Biblia dice que en los últimos tiempos


vendrán días difíciles: “Porque habrá hombres amadores de sí mismos,
avaros, vanagloriosos, soberbios, blasfemos, desobedientes a los padres,
ingratos, impíos, sin afecto natural, implacables, calumniadores,
intemperantes, crueles, aborrecedores de lo bueno, traidores, impetuosos,
infatuados, amadores de los deleites más que de Dios, que tendrán
apariencia de piedad, pero negarán la eficacia de ella; a éstos evita” (2
Timoteo 3:2–5).

Los versículos citados anteriormente describen de forma clara los problemas


que surgen cuando las personas se aman a sí mismas y a los deleites de la
vida más que a Dios y a los demás. Tales personas son orgullosas, rehúsan
reconocer que Dios es dueño de todas las cosas y que ellos nada más son
mayordomos de las posesiones de Dios. Estas personas necesitan un cambio
de corazón antes que puedan entender y practicar la mayordomía cristiana.

Además, nosotros que somos creyentes deseamos perfeccionar nuestra


práctica de la mayordomía para que podamos continuar creciendo en la vida
cristiana. Dios desea que siempre abundemos en todo lo que glorifica a Dios
y sea de beneficio para otros, y la buena mayordomía ayuda mucho en esto.
Si somos buenos mayordomos, al final podremos escuchar las palabras de
Dios: “Bien, buen siervo y fiel; (...) entra en el gozo de tu señor” (Mateo
25.21).
Este estudio fue escrito con el propósito de edificar a los cristianos. El autor
no pretende tener todas las respuestas, pero aborda casi todas las áreas de la
vida cristiana que tienen que ver con la mayordomía. Nosotros esperamos
que al estudiar este tema usted reciba muchas bendiciones y que sea lleno
“del conocimiento de su voluntad en toda sabiduría e inteligencia espiritual,
para que andéis como es digno del Señor, agradándole en todo, llevando
fruto en toda buena obra, y creciendo en el conocimiento de Dios”
(Colosenses 1.9–10).

QUE ES EL EGOCENTRISMO: Diccionario secular ----Valoración excesiva de la


propia personalidad que lleva a una persona a creerse el centro de todas las
preocupaciones y atenciones.

QUE ES EL EGOCENTRISMO:Dentro del cristianismo--- hoy en dia


desafortunadamente dentro del cristianismo encontramos gente que la biblia
la menciona como amadores de si mismos mas que de DIOS ya que no
consideran la voluntad y consejo de Dios si no solo consideran el “yo
creo””yo pienso”por lo que hacen su voluntan el centro de sus vidas
considerándose un egoísta
1.- Egolatras y no siervos al señorío de Cristo

Un cristiano es una persona que voluntariamente afirma que Jesucristo tiene


derecho, por creación y por redención, de manejar cada detalle de su vida. El
cristiano no puede ser un ególatra asi mismo sino que se rinde
incondicionalmente al señorío de Jesucristo. Si alguno profesa ser cristiano,
pero no demuestra por medio de su vida que Cristo es el Señor de su vida y
de las cosas que él posee, entonces tal persona no es cristiana.

Existen dos razones principales por las que Cristo tiene derecho a ser Señor
en nuestras vidas. Primeramente, somos de él porque él nos creó (véase Juan
1.3). Aun nuestra vida se la debemos a él. No hay ninguna razón por la que
nosotros no debamos sujetarnos por completo a su voluntad.
Además, somos de Cristo porque él nos redimió. Cuando el hombre pecó,
Satanás “secuestró” el género humano y lo sometió a él. Pero La salvación de
Cristo es el puente por el cual pasamos del señorío de Satanás al señorío de
Cristo El reino de Satanás El señorío de Satanás El reino de Dios La salvación
de Cristo El señorío de Cristo “[El] Padre (...) nos ha librado de la potestad de
las tinieblas, y trasladado al reino de su amado Hijo” (Colosenses 1.12–13).
“Mas ahora que habéis sido libertados del pecado y hechos siervos de Dios,
tenéis por vuestro fruto la santificación, y como fin, la vida eterna” (Romanos
6.22). “Los que por el temor de la muerte estaban durante toda la vida
sujetos a servidumbre” (Hebreos 2.15). los que por fe en Cristo se
arrepienten y se convierten en cristianos son restaurados, redimidos y
hechos parte otra vez de la familia de Dios. “Porque habéis sido comprados
por precio; glorificad, pues, a Dios en vuestro cuerpo y en vuestro espíritu, los
cuales son de Dios” (1 Corintios 6.20). En muchas iglesias se habla mucho de
la salvación, pero muy poco del señorío de Cristo y de la mayordomía. Ellos
alaban a Jesús como Salvador, mas no quieren que sea su Señor. Lo más
triste es que Cristo no seguirá siendo Salvador en la vida del que rehúsa
sujetarse a él como Señor. Los hombres deben comprender que la salvación
es ese puente glorioso que los pecadores pueden usar para cruzar desde el
reino opresor de Satanás al reino de Dios, donde Cristo gobierna.

El ejemplo de Saulo de Tarso, cuando se convirtió en cristiano, demuestra la


actitud que Dios desea ver en la vida de cada cristiano. Lea Hechos 9.3–9.
Cuando le rodeó una luz del cielo, él cayó postrado en tierra y preguntó:
“¿Quién eres, Señor?” Al saber que era Jesús, preguntó: “Señor, ¿qué quieres
que yo haga?” En muchas “conversiones” las personas no son como Saulo,
sino que se levantan, usurpan la corona del Rey Jesús y declaran: “Así haré yo
con mi vida”. Tal actitud no cabe dentro del reino de Jesús. Cuando alguien
verdaderamente se convierte en cristiano, Cristo es el Rey de su vida, Cristo
manda en su vida, Cristo es Señor de su vida. Esa persona se convierte en
mayordomo humilde y fiel de todos los recursos que Dios le ha dado.

2. Valores santificados

El hombre valora las personas de acuerdo con lo que puede ver con sus
propios ojos. Al hombre que se ve que tiene mucho dinero se le respeta
mucho. Al hombre pobre se le tiene lástima o se le desprecia. Pero Dios no
valora así a las personas: “Jehová no mira lo que mira el hombre; pues el
hombre mira lo que está delante de sus ojos, pero Jehová mira el corazón” (1
Samuel 16.7). Esto lo dijo Dios justo antes de tomar a un muchacho pobre y
humilde y hacerlo rey de Israel. Dios hoy nos quiere enseñar que no debemos
tomar en cuenta ni la apariencia de un hombre ni la abundancia de sus cosas
para valorarlo. Fíjese más bien en su carácter.
Cuando las cosas y el dinero ya no influyen en nuestra opinión acerca de una
persona, nosotros empezamos a ver su carácter. En la iglesia, ni el dinero, ni
los talentos, ni los dones espirituales deben tener alguna parte Dios, el dueño
absoluto y universal en la valoración espiritual de un individuo. Sin embargo,
su uso de estas cosas sí nos enseña algo acerca de su carácter. Toda la
superficialidad del sistema del mundo pierde su brillo cuando los hombres
reconocen que todo es de Dios. Entonces ellos empiezan a apreciar a otros
por lo que son en lugar de por la cantidad de cosas que poseen. ¿Valora
usted las cosas y las personas como Dios las valora, o como el hombre? El
buen mayordomo cristiano vive a base de valores santificados.
a.- excesos que se cometen comúnmente por el egocentrismo

La destrucción descuidada de cualquier recurso no glorifica a Dios. Él creó


todas las cosas, cada una con un propósito distinto. Casi todos estaríamos de
acuerdo en que es malo destruir los recursos que Dios nos ha dado. Sin
embargo, los recursos más comunes son los que a veces destruimos y los que
manejamos incorrectamente más a menudo.

Como cristianos, nosotros deseamos ser buenos mayordomos de Dios. Por


consiguiente, Vivimos en un tiempo en que el mundo tiene sus modas y cosas
que según ellos son necesarias. El último estilo de reloj o de zapatos es lo que
más cuesta y no necesariamente es lo mejor. Generalmente constituye un
gran desperdicio de recursos estar comprando estas cosas de un valor
monetario tan caro en lugar de comprar las que podemos usar y no son tan
caras.

La Biblia dice que “en el barbecho de los pobres hay mucho pan; mas se
pierde por falta de juicio” (Proverbios 13.23). Tal vez la manera en que estos
pobres pierden la mayor parte de este pan es por falta de administrar bien el
tiempo que Dios les ha dado. Dios nos da el tiempo para que lo utilicemos en
algo bueno. Dios condena la pereza (véase Romanos 12.11; 2 Tesalonicenses
3.10–12; Hebreos 6.12). ¡Él no quiere que seamos ociosos, sino que
trabajemos para él! La verdad es que muchas personas son demasiado flojas
en el trabajo. Muchos desperdician el tiempo. Por esa razón Dios no los
puede bendecir.

Dios siempre es glorificado cuando usamos con sabiduría los recursos que él
nos da, ya seamos agricultores, mecánicos, carpinteros o si hacemos
cualquier otro tipo de trabajo provechoso.
b. Malos administradores de los talentos y bienes que Dios nos da por el
egocentrismo

El mal manejo en cualquier tipo de negocio desperdicia mano de obra,


materia prima y oportunidades. Los buenos gerentes son aquellos que son
eficientes. Pero la verdad es que a pesar de tener un gerente bueno y
eficiente cualquier negocio grande tiene más desperdicios que los pequeños.
Esto se debe a que es más difícil administrar de manera eficiente todos los
detalles de un negocio grande. Y cuando un negocio tiene un gerente que es
culpable de mal manejo, entonces ese negocio muy pronto llega a ser
ineficiente... y la ineficiencia desperdicia montones de recursos en poco
tiempo. Existen negocios que por su buen estado La inversión y los
desperdicios económico pueden darse el lujo de desperdiciar algo; no
obstante, esto no justifica el desperdicio. El mayordomo cristiano, aunque
económicamente pueda darse el lujo de desperdiciar algún recurso, tratará
de evitarlo porque reconoce que desperdiciar los recursos de Dios por puro
gusto es malo.

El egocentrismo produce una pobreza espiritual ya que al ocuparnos de


nosotros mismos nuestros gustos nuestros deseos no volvemos hombres
amadores de si mismos y con sus vicios que esto conlleva por lo que caemos
en una pobreza espiritual y faltos de entedimiento por causa de este mal

Las siguientes citas nos mencionan razones por las que el cristiano ególatra
llega al grado de quedar pobre espiritualmente

Proverbios 28:19
Proverbios 21:5
Proverbios 13:18
Proverbios 11:24
1 Pedro 4:10

Muchas veces al no saber ser buenos administradores de los talentos y los


bienes que Dios nos ha encargado caemos en el error de empobrecer nuestra
vida espiritual ya que nos ocupamos mas en nuestros deseos mas que en los
deseos y voluntad de Nuestro señor y salvador
“AMADORES DE SI MISMOS”

33 LA INVERSION DE NUESTRA VIDA Y NUESTROS BIENES PARA DIOS

INTRODUCCION

Vivimos en tiempos peligrosos. La Biblia dice que en los últimos tiempos


vendrán días difíciles: “Porque habrá hombres amadores de sí mismos,
avaros, vanagloriosos, soberbios, blasfemos, desobedientes a los padres,
ingratos, impíos, sin afecto natural, implacables, calumniadores,
intemperantes, crueles, aborrecedores de lo bueno, traidores, impetuosos,
infatuados, amadores de los deleites más que de Dios, que tendrán
apariencia de piedad, pero negarán la eficacia de ella; a éstos evita” (2
Timoteo 3.2–5).

Los versículos citados anteriormente describen de forma clara los problemas


que surgen cuando las personas se aman a sí mismas y a los deleites de la
vida más que a Dios y a los demás. Tales personas son orgullosas, rehúsan
reconocer que Dios es dueño de todas las cosas y que ellos nada más son
mayordomos de las posesiones de Dios. Estas personas necesitan un cambio
de corazón antes que puedan entender y practicar la mayordomía cristiana.

Además, nosotros que somos creyentes deseamos perfeccionar nuestra


práctica de la mayordomía para que podamos continuar creciendo en la vida
cristiana. Dios desea que siempre abundemos en todo lo que glorifica a Dios
y sea de beneficio para otros, y la buena mayordomía ayuda mucho en esto.
Si somos buenos mayordomos, al final podremos escuchar las palabras de
Dios: “Bien, buen siervo y fiel; (...) entra en el gozo de tu señor” (Mateo
25.21).
Este estudio fue escrito con el propósito de edificar a los cristianos. El autor
no pretende tener todas las respuestas, pero aborda casi todas las áreas de la
vida cristiana que tienen que ver con la mayordomía. Nosotros esperamos
que al estudiar este tema usted reciba muchas bendiciones y que sea lleno
“del conocimiento de su voluntad en toda sabiduría e inteligencia espiritual,
para que andéis como es digno del Señor, agradándole en todo, llevando
fruto en toda buena obra, y creciendo en el conocimiento de Dios”
(Colosenses 1.9–10).
a.- Invirtiendo en las riquezas verdaderas

“No os hagáis tesoros en la tierra, donde la polilla y el orín corrompen, y


donde ladrones minan y hurtan; sino haceos tesoros en el cielo, donde ni la
polilla ni el orín corrompen, y donde ladrones no minan ni hurtan. Porque
donde esté vuestro tesoro, allí estará también vuestro corazón” (Mateo 6.19–
21). Cristo condenó la acumulación de riquezas. Y él nos dio una bella
alternativa. Nosotros podemos hacer algo con nuestras posesiones
materiales, algo más que sólo aumentarlas más y más. ¡Podemos invertirlas
en los bienes raíces celestiales! Si Dios es el que nos dirige en todo, resulta
que nuestro dinero corruptible, nuestro breve tiempo y nuestros talentos
todos llegan a transformarse en depósitos en el banco celestial. Claro, Dios
no nos paga una mensualidad ni hace un contrato anual por el uso de
nuestros talentos.
El cristiano sirve sin demandar nada a cambio (véase Lucas 17.10), pero Dios
nos promete “una herencia incorruptible” (1 Pedro 1.4). Nuestra herencia
celestial depende de nuestra entrega total de las posesiones materiales que
tenemos estando en esta tierra. Los tesoros celestiales están seguros. Jesús
dijo que nada los tocará allí. Ningún ladrón puede robárselos.

Una razón práctica para abrir una “cuenta de ahorros en el cielo”es que
nuestro corazón (nuestro amor y lo que nos interesa más) estará donde está
nuestro tesoro. La vida es muy corta y la eternidad es demasiado larga. Esta
tierra se terminará, así que nuestro corazón debe estar enfocado en el cielo.
Si de corazón y mente nos estamos enfocando en el cielo, la muerte será
nada más un paso que daremos entre este mundo de problemas y el gozo
celestial. Cuando estemos allí, nosotros gozaremos de los tesoros que hemos
acaparado allí durante nuestra estadía en la tierra, además de todos los
galardones que Dios nos dará.

De manera que, mientras vivamos en esta tierra, hagámonos tesoros en el


cielo. Hasta el hombre más pobre puede dar una taza de agua y así hacer un
depósito a su cuenta de ahorros en el banco celestial (véase Marcos 9.41).
Puede ser que al rico Dios le pida que venda todo lo que tiene y que reparta
el dinero a los pobres (véase Mateo 19.21). Dios les promete tesoros en el
cielo a ambos si cumplen con sus responsabilidades en cuanto a su manera
de administrar los bienes materiales que tienen. Jesús aclaró que no es
posible que nosotros tengamos tesoros aquí y allá. Él dijo: “Donde esté
vuestro tesoro, allí estará también vuestro corazón” (Mateo 6.21). Ya que
nadie tiene dos corazones, su tesoro (singular) y su corazón ambos estarán
en un solo lugar; o en el cielo o en la tierra.

b.-Dios siempre proveerá si invertimos para el

Lo que acabamos de estudiar nos hace ver claramente que Jesús tenía razón
al decirnos que debemos buscar “primeramente el reino de Dios y su justicia”
(Mateo 6.33). Pero uno pudiera preguntarse: Si sólo pienso en lo espiritual y
en todo pongo a Dios primero, ¿cómo podré cumplir bien con mis
responsabilidades materiales? Para que no nos afanáramos, Jesús puso el
ejemplo de los pájaros y los lirios (véase Mateo 6.25–34). Los pájaros y los
lirios son prueba de que Dios siempre provee. A pesar de que ellos no
trabajan horas extras para proveer para sus hijos, ¡Dios nunca los desampara!
Al estar siempre alabando a Dios, ellos testifican contra el materialismo del
hombre.

Jesús dijo que si Dios provee tan bien para ellos, ¡cuánto más lo hará para
nosotros! Esto no quiere decir que Dios espera que nosotros sólo estemos
afuera en el campo como los lirios y los pájaros y que sólo dependamos de la
lluvia y el sol para el sustento que necesitamos.

Tampoco Dios quiere decir que nosotros debemos comer gusanos como
hacen los pájaros. Dios nos dio mentes para hacer planes y nos dio manos
para trabajar, pero nunca planeó que nosotros nos afanáramos más de lo
que se afanan los pájaros y las flores. El mismo Dios que cuida tan bien de
ellos nos dejó la promesa que si le ponemos prioridad a las cosas de Dios
todas estas cosas materiales nos serán añadidas.
c.-Buscando la mejor ganancia

El apóstol Pablo le aconsejó a Timoteo cómo se puede aprovechar al máximo


el trabajo que Dios le da a cada uno. Después de indicarle a Timoteo las
responsabilidades de su trabajo, él dice: “Ocúpate en estas cosas; permanece
en ellas, para que tu aprovechamiento sea manifiesto a todos” (1 Timoteo
4.15). Todos podrán ver nuestro éxito si hacemos de todo corazón cualquier
cosa que Dios nos llama a hacer.

En Eclesiastés 9.10 se nos amonesta a hacer todo según nuestras fuerzas. ¿Lo
ha llamado Dios a ser pastor? Sírvale de todo corazón. ¿Lo ha llamado a
enseñar la clase de la escuela dominical? Sea el mejor maestro que usted
puede ser.

¿Es usted un carpintero, granjero, hombre de negocios o ama de casa? Dios


sólo quiere carpinteros, granjeros, hombres de negocios y amas de casa que
se han entregado totalmente a él. Si Dios lo ha guiado al trabajo que usted
tiene, reconozca que su mero trabajo constituye parte del llamado de Dios en
su vida. Trabaje en ello para Dios y no para los hombres (véase Colosenses
3.23–24). De la misma manera que un misionero no debe ir a un campo
blanco sin ser llamado, así un agricultor no debe empezar a cultivar la tierra
sin saber que Dios lo ha llamado a eso. Dios tiene un plan para cada persona.
Él nos revela su plan por medio de la Biblia, el Espíritu Santo y la hermandad
local de creyentes.

Él espera que nosotros seamos diligentes en llevarlo a cabo. A la mayoría de


los cristianos, Dios les ha entregado más que una sola responsabilidad que
cumplir. Por ejemplo, un hermano en la iglesia puede ser a la vez esposo,
padre, agricultor, maestro de la escuela dominical y miembro de la junta de
la escuela. Es necesario, pues, que este hermano sepa manejar su tiempo y
recursos espirituales para que sea eficaz en todas las responsabilidades que
Dios le ha dado.
Él no debe descuidar su familia por estar enfocando todas sus energías en ser
un miembro útil de la junta de la escuela. Tampoco conviene que deje de
asistir a las reuniones de la junta escolar por estar todo el tiempo mejorando
sus habilidades como agricultor. Para este hermano,entregarse totalmente al
servicio de Dios significa:

1. amar a su señora como Cristo ama a la iglesia.


2. involucrar a su familia en cualquier trabajo posible para que pueda pasar
más tiempo con ellos.
3. sembrar sus campos con todas sus fuerzas cuando es tiempo de sembrar.
4. informarse bien y ser activo en lo que se relaciona a la escuela.
5. estudiar bien la lección para la escuela dominical a fin de estar listo para
dar una buena presentación.

No son todos los que pueden trabajar bien cumpliendo cinco diferentes
responsabilidades; algunos pueden cumplir más, otros menos. Cuando un
cristiano ve que no puede cumplir con todas las responsabilidades que le
piden que tome, él puede pasar a otro aquellas que es posible que otro
asuma (ejemplo: ser miembro de la junta de la escuela), para que él a su vez
se entregue de lleno a las que otro no puede cumplir (ejemplo: ser buen
padre para sus hijos).
DPTO.JOVENES “ESCUELA DOMINICAL”

TEMA CENTRAL

“ AMADORES DE SI MISMOS”

LECTURA REFERENCIA :2 Timoteo 3:2-5

1.- DIOS EL DUEÑO ABSOLUTO Y UNIVERSAL

2.- EL EGOCENTRISMO PERSONAL Y SUS CONSECUENCIAS

3.- LA INVERSION DE NUESTRAS VIDAS PARA DIOS


DPTO.JOVENES “ESCUELA DOMINICAL”

TEMA CENTRAL

“ AMADORES DE SI MISMOS”

LECTURA REFERENCIA :2 Timoteo 3:2-5

1.- DIOS EL DUEÑO ABSOLUTO Y UNIVERSAL


Señoritas : Mtra.Esther Ontiveros guel
Preseñoritas : Mtra.Claudia Arcos
Jovenes :Mtro.Sergio Cedillo
Prejovenes :Job Ontiveros guel

2.- EL EGOCENTRISMO PERSONAL Y SUS CONSECUENCIAS


Señoritas :Mtra.Claudia Ponce Gutierrez
Preseñoritas :Mtra.Elvira Tavarez F.
Jovenes :Mtro.Jesus Martinez H.
Prejovenes:Mtro.Oscar Muñoz

3.- LA INVERSION DE NUESTRAS VIDAS PARA DIOS


Señoritas :Mtra.Arely Ontiveros Guel
Preseñoritas:
Jovenes :Mtro.Jesus Izquierdo
Prejovenes : Mtro.

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