De Los Peces A Las Redes Las Artes de Pesca Desde
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De los peces a las redes: las artes de pesca desde una perspectiva
arqueoictiológica
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Arturo Morales-Muñiz
Universidad Autónoma de Madrid
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A B
Figura 1. A: Grizzly (Ursus arctos) pescando un salmón. La captura de peces en aguas muy someras por parte de un
depredador terrestre se ve facilitada por la incapacidad del pez para maniobrar con libertad. B: Mosaico de Océanos y
Tetis [Yakto Complex, Antioquía (Turquía), mediados del siglo IV d.C.]. Se aprecia la captura de un invertebrado marino
(¿pulpo/langosta?) con la mano. La pesca de peces con la mano puede implicar bien la sujeción de una presa estática
por sorpresa bien un manotazo vigoroso que saca al pez fuera del agua..
Figura 4. Ventajas de ver antes de ser vistos. En unas condiciones de visibilidad horizontal de 10 m, un observador
acuático en la sombra (dentro del punteado) detecta objetos al descubierto a 12 m de distancia, es decir, 1.2 veces la
visibilidad que tiene cualquier observador al descubierto lo que le supone al primero un 20% de ventaja sobre este
último. Más importante aún es el hecho de que el observador al descubierto no detectaría al que está en la sombra hasta
no encontrarse a 6 m de distancia lo que, en la práctica, supone para el que está a cubierto una ventaja visual del 100%
sobre el que no lo está. Aunque esta ventaja disminuye mucho los días nublados, artes tales como los corrales
aprovechan esta propensión de los peces por buscar la sombra para atraparlos con la bajada de marea (Tomado, con
modificaciones, de Helfman et al., 1997).
Figura 5. En situaciones de alarma (p.ej., ante un ruido br- Figura 6. Secuencia de respuestas de un banco de peces
usco) muchos peces gregarios tienden a compactarse en ante una situación de peligro visual. Desde la compactación
tanto que otros se disgregan explosivamente. Aunque del banco (círculo superior), la secuencia de respuestas se
ambas conductas forman a veces parte de un continuo de desencadena a medida que la alarma aumenta y
comportamientos (véase Figura 6), está claro que las artes prosiguen, en el sentido de las agujas del reloj (flechas
de enmalle tipo esparavel funcionarán mucho mejor con los negras), siguiendo un patrón de movimientos evasivos (a
primeros que con los segundos. saber: visita de inspección-oscilaciones-vacuola-fontana-
cascada-temblequeo) hasta desembocar en el “estallido”
Dos aspectos importantes del final. Conocer el repertorio de etapas en una especie
comportamiento social de defensa, el concreta permite anticipar acciones evasivas y hacer más
agrupamiento (Figura 5) y la secuencia de operativo cualquier arte de pesca, sobre todo los de
intercepción (véase Figura 7; Tomado, con modificaciones,
conductas que desembocan en el denominado
de Helfman et al., 1997).
“escape explosivo” (Figura 6) son elementos de
los que se ha servido tradicionalmente el eficiente. Entre estos, destacan los
pescador para capturar peces gregarios. conocimientos sobre ciclos reproductores y la
Provocar el agrupamiento facilita la tarea de distribución de cada especie.
atrapar un banco o cardumen con una red en El aspecto más rentable desde el punto
tanto que dentro de la secuencia de conductas de vista económico de la reproducción de los
defensivas, los flujos de escape pueden ser peces es que durante la misma, muchas
adecuadamente dirigidos hacia una red o trampa especies se agrupan en aguas someras y
(Figura 7). muchas otras se hacen vulnerables bien por
Los peces son muy vulnerables a todas desplazarse a zonas muy accesibles, bien por
estas manipulaciones de sus comportamientos bajar la guardia de su repertorio defensivo
instintivos sencillamente porque, hasta la (Helfman et al., 1997; Pitcher, 1993; Wootton,
irrupción del hombre en el dominio acuático, 1990). En estos casos el conocimiento de
ningún depredador había sido tan capaz a la fechas, hábitos, zonas y conductas resulta
hora de engañar con trampas y señuelos. El que fundamental (Figura 8). Muchos agrupamientos
este repertorio de engaños haya aparecido tan van unidos a desplazamientos de las
recientemente, y el que la evolución orgánica no poblaciones que conocemos como migraciones y
sea capaz de generar respuestas adaptativas tan la explotación sistemática de estos flujos
rápido como dictan las circunstancias, ha jugado migradores resultaron tan productivos como para
a favor del pescador si bien vamos acumulando provocar en ciertas circunstancias la
pruebas de que muchas especies han cambiado sedentarización de las poblaciones humanas
su comportamiento como respuesta a la milenios antes de la llegada de las economías
actividad pesquera (véase más abajo). tradicionales de producción. Remarcamos el
Además del comportamiento, muchos término “tradicionales” por cuanto la explotación
otros aspectos de la biología de los peces son pre-europea de los salmones y otros peces del
importantes para llevar a cabo una pesca Pacificonoroccidental, por ejemplo, encaja más
Figura 7. En casi todos los peces gregarios cualquier ruido súbito puede desviar un flujo de su trayectoria original y en
una determinada dirección. En el caso del eperlano americano (Thaleichthys pacificus), por ejemplo, esta dirección
suele ser invariablemente hacia el fondo. Por ello, un batido de la pala en la superficie del agua que los desvíe de su
rumbo y un rastro manual provisto de un copo muy largo, permite a los pescadores anticipar la reacción de los peces y
realizar capturas copiosas en un abrir y cerrar de ojos (Tomado de Stewart, 1977).
con una economía de producción que con la los “ictiófagos” de la antigüedad clásica
clásica caza y recolección de los grupos asentados en las costas del Mar Rojo y Golfo
nómadas que configuraron la humanidad antes Pérsico (Sahrhage & Lundbeck, 1992; Stewart,
del Neolítico1. 1977). Sólo especies que podían pescarse cerca
El último aspecto de la biología de los
peces que conviene tener en cuenta a efectos de
valoración de artes de pesca se refiere a los
lugares que ocupan las distintas especies o
grupos de edad. En tanto no se comienza a
explotar sistemáticamente el dominio oceánico,
el mar abierto localizado fuera de la plataforma
continental (Figura 9), a partir del medioevo
europeo, la pesca marina es nerítica,
preferentemente litoral, y centrada sobre
especies que viven a mayor o menor altura en la
columna de agua. Tanto las formas estrictamente
pelágicas (de aguas abiertas y superficiales)
como las estrictamente bentónicas (que reposan
sobre el fondo marino) son componentes
minoritarios de las “ictiocenosis” arqueológicas
hasta la antigüedad clásica. Ello hablaría de
unas limitaciones que habrían sido tanto
tecnológicas como de disponibilidad de mano de
obra durante la prehistoria y protohistoria con
excepciones como los anteriormente Figura 8. Dos tipos de trampas rudimentarias para
interceptar peces de río capaces de efectuar saltos
mencionados indios del Noroeste americano o (Tomado, con modificaciones, de Brandt ,1984).
1
Existe otro aspecto importante referido a la biología reproductora que afecta muy directamente a la decisión de capturar
determinadas especies migratorias. Nos estamos refiriendo al reclutamiento de individuos de año en año.
La Fauna Ibérica
Los peces pelágicos migratorios son los que mayores densidades presentan y mayores puestas realizan pero, por mor de la
susceptibilidad de sus larvas a distintas variables del agua, también son los que mayores fluctuaciones de densidad presentan. Así,
en años buenos, el reclutamiento es enorme y la población derivada también pero los años malos de producen bajísimas densidades
del recurso. Para pescadores litorales que desarrollaron su actividad a pequeña escala, habría sido paradójicamente más seguro
concentrarse en las bajas pero estables poblaciones de peces costeros que en las potencialmente productivas pero fluctuantes
poblaciones migratorias.
embarcaciones por entender que su práctica se complejidad aunque mucha destreza. Al igual
sitúa en etapas históricas posteriores al período
que ocurre con los osos (Figura 1), la mayoría de
que contempla este trabajo, esto es, hasta la las veces la mano no se emplea como
antigüedad clásica (Sahrhage & Lundbeck, 1992; instrumento directo para sujetar al pez sino como
Merino, 1997). objeto contundente que saca a éste del agua de
un “zarpazo”. Por razones obvias, el “arte” es
a. Artes “Individuales” muy selectivo y aunque poco productivo (sólo
captura individuos y a un ritmo lento) puede ser
El repertorio de las artes de pesca que efectivo en cuerpos de agua restringidos
aquí consideramos individuales abarca desde lo (charcas, pozas). En el mar o en biotopos de
más sencillo a lo más específicamente diseñado ecotono como las marismas y albuferas, incluso
en aguas muy someras (condición
sine qua non para poder operar), la
mano resulta impracticable.
Las especies tradicionalmente
capturadas a mano en la Península
Ibérica han sido las truchas así
como ciprínidos de mediano
tamaño que habitan en aguas
cristalinas, caso de los barbos. En
zonas tropicales, tras las crecidas
de los grandes ríos, la pesca a
mano en las llanuras inundadas
suele ser una actividad estacional
de cierta importancia.
Figura 10. Mosaico de caza de Kélibia (Túnez) que representa una red
para atrapar perdices y otras pequeñas presas terrestres de diseño muy a.2 – Ictiotoxinas
similar a una nasa.
para la captura de animales acuáticos Salvo por el conocimiento de las especies
(ictiotoxinas). Como ya comentamos, gran parte botánicas adecuadas –y hay miles potenciales-
de este repertorio tecnológico surgió sin duda en las ictiotoxinas son un segundo método de pesca
tierra firme y ha sido re-adecuado para optimizar que requiere mínima complejidad. Se trata de
la captura de peces. Salvo las ictiotoxinas y las una técnica potencialmente muy productiva ya
cestas/trampa (nasas), la captura con estas artes que un solo individuo puede capturar un número
también se realiza a nivel individual y, salvo el notable de peces en poco tiempo. Las
anzuelo, todas ellas son operativas en aguas limitaciones de su aplicación son de tipo espacial
someras, siempre con menos de dos metros de ya que, al diluirse rápidamente, la ictiotoxina no
profundidad. Hablamos de artes medianamente puede practicarse más que en ámbitos
productivas en función del esfuerzo y tiempo restringidos, caso de charcas o pozas. En ríos y
invertido si bien todo ello se verá muy lagos sus efectos dependerán de la corriente del
condicionado por el volumen de las capturas. agua y, por esta misma razón, su empleo en la
costa, aunque potencialmente operativo en
a.1 – Mano aguas muy someras (p.ej., charcas de marea),
es desconocido en el registro etnográfico
La mano ha sido una adaptación clave en español (Álvarez, 1999; Sáñez-Reguart,1988,
la evolución del hombre si bien la captura de 1993).
presas con la mano viene muy condicionada por Las especies piscícolas susceptibles de
el tamaño, movilidad y peligrosidad de éstas. El capturarse con ictiotoxinas en Iberia se
empleo de la mano para pescar requiere mínima restringen a las de cursos medios del río y
a.3 – “Lanza”
pasado la cosas hayan sido muy distintas. De arqueozoológica del uso de estos instrumentos
hecho, con el pescador a pie, en aguas someras en el registro ibérico. Las razones de este hecho
esta productividad puede ser enorme ya que se nos escapan y sólo podemos pensar en el
especies bentónicas como las rayas y ciertos conjunto de dificultades que su uso entraña ya
peces planos (platijas) alcanzan altísimas que, al igual que ocurría con la lanza, se trata de
densidades en las productivas aguas de las otro arte selectivo reutilizado para operar en el
desembocaduras de ríos, albuferas y ensenadas. entorno acuático.
Estas mismas aguas son asimismo testigo de Igual que ocurre también con el arpón, la
concentraciones de peces como los salmones, fisga y la lanza, arco y flecha, son un arte de
sábalos, sabogas, mújoles y doradas que forman intercepción que debe ser manejado con
enormes bancos durante el remonte del río pero, destreza para no errar el blanco. Aquí no es tan
aunque susceptibles de ser arponeados desde importante calcular la fuerza precisa del impacto
pequeñas embarcaciones, el hecho provocaría (de hecho, el roce con el agua debilita mucho la
un pánico dispersivo del cardumen que haría fuerza de la flecha debido a su pequeña masa)
impracticable el alanceado de ejemplares como acertar ya que, caso contrario, la flecha
adicionales en tanto no se serenasen los ánimos puede perderse. También, a menos que se
de los animales. alcance algún órgano vital que lo paralice, el pez
Es muy infrecuente que aparezcan puede escapar con la flecha clavada y morir sin
huellas de impacto de estos proyectiles en los que el pescador pueda llegar a capturarlo. No
huesos. Cuando lo hacen, son mucho más extraña, por tanto, que arcos y flechas se
frecuentes en el cráneo (desprovisto de carne) empleen exclusivamente en aguas que, además
que en las vértebras, si bien la evidencia de someras, sean remansadas y sobre blancos
etnográfica indica que el pescador apunta lo más estáticos posibles, preferiblemente peces
invariablemente al cuerpo del pez. En cualquier que reposan sobre el fondo, caso de las rayas y
caso, nunca queda claro si el proyectil fue un peces planos, pero también otros como el
arpón/fisga o una flecha (Figura 12). pirarucú del Amazonas (Arapaima gigas) que se
desplazan lentamente y a corta distancia del
lecho. Además, igual que los artes del anterior
apartado, arco y flechas son muy selectivos en
cuanto a tallas, no siendo practicable su uso en
animales por debajo de los 30 cm de LS y pesos
inferiores al medio kilo, pero tampoco en
ejemplares por encima de los 70 cm de LS
(aproximadamente 5 kg) salvo que se pueda
dañar el encéfalo y paralizar al animal. Si a todo
Figura 12. Salmón magdaleniense de la cueva de Gourdan ello le unimos una productividad baja debido a
(Alto Garona, Francia). Los proyectiles que aparecen
sobre su cuerpo se han interpretado como la más antigua tratarse de un arte de acecho que consume
representación de flechas en el arte parietal. De mucho tiempo para retornos cárnicos
confirmarse, además de situar el origen de éste arma en el normalmente modestos no es de extrañar que
paleolítico, se evidenciaría un tipo de pesca que no está arcos y flechas sean de uso pesquero tan
actualmente documentada en Europa (Tomado de Cleyet-
Merle, 1990). limitado.
¿Especies susceptibles de captura? Las
a.4 – Arco y Flecha aguas someras y remansadas sólo son
frecuentes entre las dulces y el blanco estático
Parece que este arte aparece justo al final se aplica sólo a un conjunto limitado de peces,
del Paleolítico pero su registro no se documenta fundamentalmente bentónico. En mar abierto el
con anterioridad al Mesolítico ya que, salvo por la empleo de arco y flecha es tan desaconsejable
representación del salmón de Gourdan (Figura como improductivo.
12), no tenemos constancia, ni etnográfica ni
Figura 13. Como tantos otros “anzuelos imposibles”, el Figura 14. El Samolov, un arte tradicional de pincho
denominado “V” del Pacífico norteamericano está desarrollado en Rusia para capturar esturiones cuando
concebido para capturar un pez asimétrico como lo es el éstos ascienden a superficie, combinaba anzuelos,
fletán (Hippoglossus stenolepis). El fletán nada sedales, flotadores y fuerza tractora proporcionada por
horizontalmente (dibujo intermedio de la columna acémilas para operar. El arte, con un anzuelo situado en
izquierda), estando entonces sus mandíbulas rotadas 90 posición invertida, resultaba efectivo cuando, quizás debido
grados frente a la condición “normal” que presentan los a la densidad de estos peces demersales en los lechos del
peces simétricos. En la columna de la derecha se río, alguno de ellos ascendía a alimentarse en las aguas
representa, de arriba abajo, la secuencia del ataque y superficiales atacando el cebo desde abajo. El colapso de
enganche del pez comenzando por la aproximación al esta pesquería ha hecho tan infrecuentes las capturas de
cebo, engullido del anzuelo con ayuda de su vástago los ejemplares “pelágicos” que el Samolov ha desaparecido
inferior recto, que se desliza por el exterior de la boca y, a efectos prácticos y los esturiones hoy en día son
finalmente, el clavado de la punta en la carne cuando se pescados con artes alternativos, principalmente de enmalle
tensa el sedal (Tomado, con modificaciones, de Stewart, (Tomado de Cleyet-Merle, 1990).
1977).
anzuelo. Este método, por tanto, implica que el penetración que presenta un anzuelo que
pez introduzca el anzuelo en la cavidad bucal al “alinea” y, por tanto, permite sumar los vectores
mordisquear el cebo lo suficiente como para que de las direcciones de tiro del sedal y la de
la maniobra de retirada clave al artilugio en la penetración de la punta (Figura 15).
pared de la boca. Esta pesca “reactiva” implica
poca profundidad (menos de 20 m) y con sedales
hechos con fibras que no se estiren demasiado
pues de otro modo los tirones del pez al morder
el cebo resultan imperceptibles para el pescador
y dan tiempo al animal a devorar el cebo sin
ingerir el anzuelo o a regurgitar éste en caso de
haberlo engullido inadvertidamente. Idéntico
razonamiento se aplicaría en el caso de las
líneas de anzuelos (palangres) situados en el
fondo o a media agua: si no hay resistencia, el
pez puede devorar el cebo o engullir el anzuelo
con alta probabilidad de no quedar atrapado.
El principio operativo en el caso del Figura 15. Eficacia de penetración de distintos tipos de
anzuelo rotatorio es que sea el propio pez quien anzuelos (rotadores en la fila superior y de penetración en
lleve a cabo su captura (Figura 16). Aunque la la fila inferior). Dado que la dirección de tiro de la patilla es
fija, tienen mayor poder de penetración aquellos anzuelos
teoría del anzuelo rotatorio no ha sido
que dispongan la punta, o muerte, de modo que tire en el
comprobada experimentalmente, distintos tipos mismo sentido que la patilla (tipos B,C, E y F) (Tomado, con
de observaciones avalan su veracidad (Leach modificaciones, de Leach, 2006).
2006). Entre éstas tenemos el mayor poder de
Otra investigación que corrobora la capturan más especies que los grandes, en el
efectividad del anzuelo rotatorio es la que caso de los anzuelos tipo “C” ocurre al revés
llevaron a cabo Fernö & Huse (1983) con (Orsi et al., 1992). Las ventas recientes de
bacalaos en acuario. Además de una anzuelos vienen a corroborar todas estas
considerable variación individual frente a los “ventajas” y así, desde 1987 y hasta 1990, los
anzuelos (algunos peces ni se acercaron a ellos anzuelos de tipo “J” declinaron en el mercado
en tanto que uno tuvo 413 “interacciones” o desde el 90% al 10% del total de ventas en tanto
“contactos”), el resultado más importante de esta que los de tipo “C” acusaron un incremento
investigación fue comprobar como la intensidad inverso, del 10% al 90% (Løkkeborg et al., 1993).
de los comportamientos de respuesta disminuían Existen numerosos comportamientos de
drásticamente con el tiempo, tanto si el pez había los peces que afectan también su vulnerabilidad
sido enganchado como si no. De hecho, aunque al arte. Estos dependen de sus hábitos, diurnos
el estímulo físico del anzuelo
se revelaba como el factor
clave en esta disminución de
la respuesta, no parecía que la
mayoría de los peces fuesen
capaces de distinguir entre el
anzuelo y el cebo (tras la
instauración del reflejo
condicionado, los peces
mostraban idéntica
disminución de respuesta
tanto con anzuelos aislados
como con cebos sin anzuelo).
Aunque conocida, esta Figura 16. La teoría de cómo actúa el anzuelo rotador (Tomado, con
respuesta en declive no ha modificaciones, de Leach, 2006)
sido nunca cuantificada y
parece ser también muy variable entre especies o nocturnos, que condicionan su susceptibilidad
(por ejemplo, una carpa que escapa a un anzuelo o propensión a picar en la hora “equivocada” del
no vuelve a picar en un año; Beukema 1970). El día, que, en el caso de las lubinas y muchos
punto clave por tanto es que cualquier otros peces litorales, implican al ciclo de marea o
experiencia previa con anzuelos hace al pez época del año.
menos susceptible de captura con este arte. Si Un arte de pincho de las múltiples
ello es así, el anzuelo rotatorio, con su punta variantes que existen, el cendal (pequeña
dirigida hacia el interior, disminuye la plataforma de la que salen distintos anzuelos),
probabilidad de que un pez se pinche hasta que se sirve como ninguna otra de los movimientos
no sea demasiado tarde. Por ello, un anzuelo tal que produce un pez atrapado para provocar más
genera interacciones más agresivas por parte del capturas. Dado que los movimientos rápidos y
pez lo que provoca un mayor número de violentos del pez atrapado simulan el
animales capturados y un menor número de comportamiento de muchas especies cuando
animales condicionados (“alertados”). atrapan una presa, otros peces próximos al
Estudios experimentales de campo han atrapado se sienten tentados a picar los cebos
revelado asimismo que los anzuelos del tipo “C”, ante lo que juzgan ser una conducta alimenticia.
a igualdad de talla, capturan casi el doble de Son los peces laxamente sociales, caso de
animales que los anzuelos tipo “J” (Forster 1973). espáridos, múlidos (salmonetes) o serránidos,
Las diferencias aquí fueron máximas en el caso los más vulnerables a un arte que, como tantos
de los gádidos. De igual modo, y si bien en el otros, se vale del instinto para propiciar la
caso de los anzuelos tipo “J” los pequeños captura.
b. Artes Colectivas
b.1 – Corrales
Figura 17. Los anzuelos rectos, como el de los indios
Chumash norteamericanos (1250-1800 d.C.) aquí Desconocemos el origen de este arte
representado, están diseñados para quedar
desarrollado en las aguas más someras de los
atravesados en la garganta (esófago) del pez. Muy
litorales del mundo, cuyo uso peninsular aparece
infrecuentes en la actualidad, en el pasado parecen,
haberse usado en la captura de ciprínidos y otrasdocumentado por Sáñez-Reguart (1988, 1993)
especies de agua dulce capaces de engullir cebos desde el siglo XVIII y que perdura hasta nuestros
voluminosos (http://content.cdlib.org/ark).
días en ciertas playas del Golfo de Cádiz.
ibérico (Sala del Vestíbulo de la Cueva de Nerja, El llamado despesque se vale de la
Málaga) hay constancia de un tercer tipo amplitud de mareas para llenar de agua
funcional y hoy en día en desuso: el anzuelo gigantescas trampas artificiales (muros) que, en
recto (Figura 17). bajamar y al descender el nivel del agua por
Como dijimos, prácticamente todas las debajo de los muros de piedra, atrapa toda
especies de peces pueden ser capturadas con suerte de peces litorales, preferiblemente
anzuelos. Tan solo las especies micrófagas, caso demersales, caso de los espáridos, corvinas,
de los lenguados, como las de menor tamaño, salmonetes, centracántidos (chuclas) y
incluso en el Mediterráneo, debido a las sitúan con anterioridad al Neolítico suizo (Twann;
constantes marejadas. Se cree que las Cleyet-Merle 1990: 147), es muy posible que ya
encañizadas sirvieron entonces para “cerrar el desde el Paleolítico Superior existiesen variantes
mar” (mare clausum), delimitando zonas de de estas redes en distintos lugares del mundo.
pesca seguras para las embarcaciones. Arte centrado en la captura de peces nadadores,
En toda comunidad de peces de estero, tanto epipelágicos (sardinas, boquerones,
donde encontramos mújoles, lubinas, doradas, pejerreyes) como demersales (ciprínidos y peces
anguilas y ciertos ciprínidos (carpas y bremas) gato), el esparavel es extraordinariamente
en zonas como el Mar de Azov, cabe siempre la productivo si se maneja con destreza (15-20
posibilidad que el tipo de arte de pesca empleado kg/lance fue el peso medio de las capturas que
haya sido la encañizada pero esto mismo se cita Bekker-Nielsen (2005) en playas actuales de
amplía para cualquier tramo de río bajo influencia Omán). Aunque puede operar tanto desde
de las mareas y en tal caso las especies pequeñas embarcaciones como con el pescador
implicadas, además de las anteriormente introducido en el agua, sólo es adecuado su uso
mencionadas, podrían incluir otras anfídromas en aguas someras lo cual restringe este tipo de
como sábalos, sabogas o esturiones, además de pesca a los litorales, tanto marinos como de
numerosas especies fluviales de ciprínidos, caso aguas continentales.
de cachos, bogas y barbos. En cualquier caso, Otra limitación del esparavel, es el rango
dado que la captura de los ejemplares se llevaría de tallas de las capturas que se centra en bancos
a cabo con artes distintos a los de intercepción de pequeños peces (10-30 cm de LS media)
(por ejemplo, anzuelo, cestas, redes, lanzas, etc) cuyas maniobras de escape dan tiempo a la red
tampoco tendríamos manera de inferir la a rodearlos. Así, parece ser que el interés por
existencia de las encañizadas en ausencia de que la red contacte simultáneamente en todo su
datos documentales o arqueológicos. perímetro con el agua deriva del hecho de que el
chasquido perimetral que produce este contacto
b.3 – Redes agrupa a los peces justo por debajo del centro de
la red facilitando su embolsamiento (Figura 5).
Debido a su productividad el arte de En estos detalles radica la destreza del pescador
enmalle es el prioritario en la actualidad para y por eso en condiciones de aguas movidas en
capturar peces. Desarrolladas posiblemente para superficie o de visibilidad limitada, el esparavel
la captura de animales terrestres (Figura 10), su pierde gran parte de su efectividad.
empleo obliga a recurrir a grupos de personas Un segundo gran conjunto de redes, en
tanto si se trata de pesca activa como pasiva. este caso estáticas, son los trasmallos. Aunque
Creemos que muchas de las redes que limitados a un paño en la condición más simple,
actualmente son de empleo común, tales como estas redes suelen incluir 2-3 líneas de paños, el
el cerco y los arrastres, por el hecho de estar segundo o medio con luz de malla inferior a las
sujetas al uso de embarcaciones más o menos otras (Figura 18).
potentes, sin duda fueron desconocidas o
apenas empleadas tanto en la prehistoria como
en la antigüedad clásica. Por ello, nuestros
comentarios van a centrarse en los otros tres
tipos de artes de enmalle, a saber, las redes
personales, los trasmallos y los cercos operados
desde las playas.
Las redes personales o esparaveles son,
por su facilidad de uso y transporte, la primera
de las adaptaciones de artes de enmalle
utilizadas en la captura de peces. Por ello, Figura 18. Modo de operar un trasmallo moderno de triple
paño
aunque las evidencias arqueológicas no nos
funcionalmente equivalente a una jábega o artes de enmalle sobre todo en aguas cristalinas
almadraba de tiro aunque de recorrido vertical en favoreciendo alternativas como las artes de
vez de horizontal. Este arte, que se discute si se pincho.
origina en la antigüedad clásica o en época
bizantina, constituye, por su complejidad, el cenit Discusión: la inferencia de artes de pesca a
de las artes de pesca hasta la revolución través de la ictiofauna
industrial.
Ninguna red es operativa por sí sola y ¿En qué medida puede el analista de
todas requieren distintos artilugios que conviene fauna inferir las artes de pesca utilizadas en un
tener en cuenta a la hora de evaluar la yacimiento a partir de las características de la
productividad de estas artes en tiempos asociación íctica? Esta cuestión resulta clave en
pretéritos. Un problema fundamental son las ausencia de registros materiales, documentales
fibras vegetales que se emplean para y contextuales adecuados y para ello el uso de
confeccionarlas. Estas exhiben una elasticidad e inferencias analógicas, basadas en el principio
higroscopía que dificulta su movimiento dentro del actualismo, resulta ser un elemento clave. El
del agua al tiempo que aumenta su visibilidad. problema interpretativo entonces se nos plantea
Redes gruesas y visibles habrán dificultado sobre una doble vertiente, tan teórica como
sobremanera el manejo de cualquier arte de práctica, que atañe tanto al fenómeno de la
enmalle antes de la aparición de las máquinas. equifinalidad como a la validez del propio
Otro tanto es posible decir en el caso de actualismo.
los flotadores y pesas empleados para mantener
erguidas las redes o, simplemente, calarlas. a. El problema de la equifinalidad
Habituados como estamos al uso del plomo
(densidad, p = 11,34) para confeccionar estos A nadie se le escapa que casi cualquier
lastres desde, cuando menos, época púnica, nos especie de pez puede ser capturado con
olvidamos que las piedras, el material distintas artes en función del emplazamiento del
tradicionalmente empleado antes de la pescador, la tecnología de la que dispone e,
antigüedad clásica, tienen gravedades incluso, del momento del día en el que pesca
específicas en torno a 2,7 (de media), es decir, (Figura 19). Del mismo modo, un mismo tipo
apenas superiores a las del agua de mar (p = básico de arte (anzuelo, red, etc.) es capaz de
1,025). Ello, unido a lo grueso de muchas fibras capturar un sinfín de especies con muy diferente
vegetales utilizadas en las redes, debió haber biología y distribución según la zona y
limitado seriamente la operatividad de estas profundidad a la que opere, hecho que depende
no tanto del arte en sí como de sus elementos aplicamos nuestro “programa de mínimos en
complementarios caso de flotadores, plomadas, negativo” echando mano del actualismo (véase
sedales, etc. (Figura 20). Esta ausencia de más abajo) haciendo uso entonces no sólo del
correspondencia biunívoca entre la especie y el conjunto de taxones sino de la información
arte empleado en su captura es un caso más del complementaria que proporcionan distintos
fenómeno de la equifinalidad, el cual, por parámetros biológicos, especialmente sus tallas.
introducir ambigüedad en la inferencia, convierte Así, especulamos que, si bien los clupeiformes
a ésta en inoperante. se habrían capturado mayoritariamente con
Confrontado ante este problema, el redes, los trasmallos sólo podrían capturar
analista se ve obligado a adoptar un “programa animales por encima de los 10 cm (LT) en tanto
de mínimos” con frecuencia más basado en que las artes de cerco, operando desde la playa
negaciones que en afirmaciones. Así, la o pequeñas embarcaciones, serían las
presencia de soleidos, concita la idea de responsables de la captura de los juveniles de
arrastres de fondo ya que el estricto hábito sardinas y boquerones que colmatan las
bentónico de estos peces y sus diminutas bocas cubetas de salazón de tantas factorías romanas.
hacen impracticable su captura con nasas, Lo cierto es que, al poder también pescarse con
anzuelos u otras artes de enmalle. El uso de artes de cerco sardinas y boquerones grandes, la
venenos y de la mano quedaría fuera de lugar especulación no puede ir más allá.
pues los soleidos se sitúan en aguas litorales Las interpretaciones se complican
abiertas donde estos métodos resultan sobremanera si, en vez de grupos concretos, lo
impracticables pero descartar el empleo de que intentamos inferir son todas las artes
fisgas, arpones o flechas sólo se basa en el empleadas en la génesis de una determinada
hecho de que estas especies son de pequeña muestra arqueológica. Antes vimos que un corral
talla y no ocupan preferentemente biotopos de despesque nos vendría indicado por una
donde se emplean tales artes, algo que no deja muestra con especies muy litorales, tolerantes a
de ser discutible. Por último, el empleo de las altas temperaturas y a cambiantes
encañizadas o corrales también se descarta al concentraciones de oxígeno, dominadas por
tratarse de animales de hábitos sedentarios y tallas medias (30 – 60 cm de LT). En este cajón
cuya natación apenas los eleva sobre el sustrato. de sastre entrarían numerosos grupos de peces
Incluso aquí, donde todo parece muy claro, óseos, en especial espáridos, corvinas,
tendríamos que considerar la posibilidad de que salmonetes y lábridos, pero no esperaríamos
si los hábitos pretéritos de los soleidos los encontrar peces cartilaginosos ni de gran tamaño
introdujeron en esteros, albuferas o deltas de río y sólo ocasionalmente formas juveniles de
en números apreciables, su captura pudo haber pelágicos o pelágicos de muy pequeño tamaño,
implicado, como ocurre a veces con sollas y caso de los pejerreyes, que gustan de
platijas, el empleo de arpones o proyectiles. Se guarnecerse entre los intersticios de los muros o
trataría, por tanto, de aplicar este “programa de se sitúan en la sombra. Pero una tal asociación
mínimos en negativo” cuya capacidad explicativa podría también argumentarse como producida
sería, por fuerza, limitada. con artes de malla de varios tipos o, si
Los soleidos son, probablemente, el caso eliminásemos a los animales más pequeños, por
más fácil a efectos de inferencia del arte anzuelos calados desde la misma línea de
pesquero de la ictiofauna ibérica y, sin embargo, playa.
no parecen exentos de problemas (por cierto, Por lo que se refiere a la captura de flujos
prácticamente no hay registro de soleidos en la migratorios, la idea que estos concitan es la de
historia peninsular hasta la Edad Media, lo que artes de intercepción que, dependiendo de si
nos hace especular que pudo ser entonces desplegadas en ríos, aguas salobres, playas o
cuando ganó aceptación el arte de arrastre de mar abierto (lo que nos vendría indicado por las
fondo; Morales & Roselló, en preparación). ¿Qué especies aparecidas), podrían ser de malla
ocurre con otros peces?. En muchos casos (jábegas, almadrabas de tiro) o encañizadas. En
el más claro de estos casos, cuando se tratase recursos estuvieron disponibles en el pasado y
de un evento puntual y aislado, en la muestra de que modo pudieron ser capturados. Antes
sólo aparecería una especie migratoria siendo comentamos cómo la experiencia con anzuelos
todos sus individuos de talla similar dado que los hace a los peces más remisos a picar. Es posible
bancos migratorios agrupan sistemáticamente que este tipo de comportamientos de evitación
animales de la misma edad. Aún en tal hipotética pudieron haber supuesto la existencia de
y sencilla situación ¿quién podría asegurar que animales más confiados y, por tanto, más
estos bancos no fueron pescados con anzuelos accesibles que podrían capturarse con artes
si las tallas registradas se encontrasen por totalmente diferentes a las hoy empleadas.
debajo del metro?. Según John Cabot, los indios de Terranova
El hecho de que la mayoría de los pescaban bacalaos, con el agua por la cintura,
depósitos arqueológicos, como horizontes utilizando simples cestos, tal era la abundancia y
diacrónicos de acumulación, incorporen mansedumbre de estos peces en las aguas
evidencias de múltiples episodios de pesca no someras (Kurlansky, 1999). Aunque el hecho
siempre ejecutados con un mismo arte hace que, pudo haber sido exagerado por el navegante
incluso en el mejor de los casos (por ejemplo, italiano con fines propagandísticos, creemos que
peces pelágicos de grandes dimensiones que se algunos hechos del pasado sólo podrían
aproximan a la costa sólo en determinada época explicarse si hubiesen existido distribuciones y
del año), la sombra de equifinalidad planee sobre comportamientos muy diferentes a los que hoy
la validez de cualquier inferencia del arte de conocemos. Así, por ejemplo, explicaríamos la
pesca que se realice en ausencia de contexto presencia de marucas (Molva molva), que hoy
arqueológico y de datos complementarios. Como aparecen por debajo de los 100 m, en los niveles
en tantos otros casos, se impone aquí la paleolíticos de la cueva de Nerja
colaboración entre los analistas de fauna y los (Málaga)(Morales & Roselló, en prensa). Algunos
excavadores. de estos animales son de tallas enormes (más
de 2 m) y aunque nos resulta imposible
b. La validez del actualismo determinar dónde y de que modo fueron
pescados, para que lo hicieran pescadores
Esta colaboración entre los analistas de solutrenses con la que suponemos muy
fauna y los excavadores no resulta de utilidad rudimentaria tecnología, tendríamos que postular
para solventar un segundo problema de muy que los animales fueron mucho más costeros en
distinta naturaleza. Todo el edificio de la el pasado de lo que lo son en la actualidad. De
Arqueozoología, como el de cualquier otra igual modo, es más que posible que algunas de
ciencia natural, reposa sobre la validez de las las citas de merluza (Merluccius merluccius) en
inferencias analógicas basadas en el principio el paleolítico cantábrico no sean intrusivas y
del actualismo (Morales, 1996). Este principio, evidencien una disyunción batimétrica que
conviene decirlo, se viene aplicando de forma hubiese aproximado a esta especie mucho más
automática más por razones operativas que de a la costa en el pasado (Roselló & Morales,
otra índole y es por ello por lo que no deberíamos 2008).
perder de vista el riesgo y limitaciones que Que la biología y comportamientos de los
entraña si las conductas y biologías de los peces peces se ha visto alterada como consecuencia
fueron distintas en el pasado de lo que nos de veinte milenios pescando dan cuenta tanto
informan los estudios actuales (Whitehead et al., procesos de extinción local [por ejemplo, del
1984; Wootton, 1990; Pitcher, 1993; Helfman et eglefino (Melanogrammus aeglefinus) en el Mar
al., 1997; http://www.fishbase.org/search.php). de Alborán epipaleolítico (Rodrigo, 1994)] como
Desde el punto de vista biológico existe la menor precocidad en la maduración de ciertos
constancia de cambios recientes en la peces en el pasado (por ejemplo, los atunes de
distribución y los comportamientos de muchas Punta Camarinal (Cádiz) que refieren Morales &
especies que podrían haber repercutido en qué Roselló, 2007) así como la existencia de tallas
desconocidas hoy en día para determinadas de cerco en mar abierto y los arrastres. Son
especies. Muchos de estos cambios han podido consideraciones de este tipo las que nos hacen
desplazar a determinadas especies hacia los plantearnos hasta que punto se encuentran
márgenes fisiológicos de sus tolerancias, deformadas nuestras bases de inferencia
márgenes que hoy consideramos como analógica a efectos de valoración de las artes de
paradigmáticos. Desconociendo en que medida pesca en el pasado.
estos cambios supusieron el que una especie
que antes se capturaba mayoritariamente con Agradecimientos
anzuelo hoy sólo pueda pescarse con red (Figura
14), resulta imposible calibrar la validez de la Guadalupe López Monteagudo (CSIC, Madrid) tuvo la
inferencia actual sobre el arte de pesca como gentileza de proporcionarnos las imágenes de mosaicos
extrapolable a una situación pretérita. que aparecen en las figuras 2 y 10. Eufrasia Roselló (UAM)
Algo similar ocurre en el caso de las aportó su revisión crítica a varias versiones del manuscrito.
interpretaciones culturales. La pesca actual,
tanto la industrial como la deportiva, poco o nada Referencias Bibliográficas
tiene que ver con la pesca tradicional hasta el
siglo XVIII ((Sahrhage & Lundbeck, 1992; Álvarez BT (1999): Plantas de acción ictiotóxica
Merino, 1997). De hecho, como tantas especies usadas en España. Tesis de Licenciatura
de interés comercial, esta pesca tradicional es (inédita). Universidad Autónoma de Madrid.
ahora otra “especie” en vías de extinción de la Madrid.
que sólo algunos tratados etnográficos pueden Bekker-Nielsen T (2005): The Technology and
proporcionarnos un pálido reflejo (Stewart, Productivity of Ancient Fishing. En: Bekker-
1977). ¿Qué artes se emplearon en aquellas Nielsen, T. (ed.) Ancient Fishing and Fish
zonas donde se ha perdido todo vestigio oral y Processing in the Black Sea Region.: 83-95.
documental de prácticas pretéritas? A diferencia Aarhus University Press. Aarhus.
de los cazadores-recolectores “convencionales”, Beukema JJ (1970): Angling experiments with
muchos grupos de pescadores prehistóricos y carp (Cyprinus carpio) II. Decreasing
protohistóricos hubieron de restringir catchability through one-trial learning.
drásticamente su movilidad debido a las Netherlands Journal of Zoology, 20: 81-92.
limitaciones que a su libre trasiego imponían las Bødker-Enghoff I (1999): Fishing in the Baltic
costosas artes de pesca que desarrollaron. Este region from the 5th century BC to the 16th
localismo adaptativo sin duda fue el origen de century AD: Evidence from fish bones.
prácticas endémicas que, por desconocidas, sólo Archaeofauna, 8: 41-85.
podemos hoy imaginar. En qué medida serían Bødker-Enghoff I. (2000): Fishing in the southern
estas artes comparables con las de los pueblos North Sea region from the 1st to the 16th
indígenas cuyas tradiciones han quedado century AD: Evidence from fish bones.
reflejadas documentalmente es también algo Archaeofauna, 9: 59-132.
sobre lo que sólo cabe especular. Pero lo que no Brandt, A. von (1984): Fish Catching Methods of
es especulación es decir que jamás los atunes the World. (Third Edition). Fishing News Books.
fueron interceptados, como hacen hoy en día las Ltd. Farnham.
avionetas, en mar abierto y antes de alcanzar la Cleyet-Merle JJ (1990): La Prehistoire de la
costa ni que la pesca de salmones con red fuera Pêche. Editions Errance. Paris.
practicada en el pasado en ese mismo mar Fernö A, Huse I. (1983): The effect of experience
abierto. De hecho, es muy posible que la captura on the behaviour of cod (Gadus morhua L.)
regular en masa de grupos no haya sido la pesca towards a baited hook. Fisheries Research, 2:
dominante hasta la Edad Moderna y que, por lo 19-28 .
mismo, encañizadas, redes fijas y anzuelos http://www.fishbase.org/search.php
hayan competido en igualdad de condiciones Forster GR (1973): Line fishing on the continental
hasta bien entrada la Edad Media con las artes slope. The selective effects of different hook
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