Pichidegua 400
Pichidegua 400
Pichidegua 400
Se debe citar: Araneda Varas, Javier. Ao 2011. Pichidegua en 400 aos. Pichidegua, Chile. E-Book de acceso gratuito. Versin 2.0 / Diciembre de 2011 Obra bajo licencia
Reconocimiento Sin Derivar No comercial: Este e-Book puede ser distribuido, copiado y exhibido por terceros si se muestra el autor en los crditos. No se puede obtener ningn beneficio comercial de esta obra y no se pueden realizar obras derivadas. (enlazar Commons dead aqu) Diseo y diagramacin: Javier Araneda Varas.
INDICE
INTRODUCCIN CAPITULO I Inicios de Pichidegua como poblado CAPITULO II Las Haciendas en Pichidegua CAPITULO III Pichidegua desde el siglo XX hasta hoy CAPITULO IV Zonas histricas y tursticas de Pichidegua CAPITULO V Leyendas y mitos populares de Pichidegua CONCLUSIONES BIBLIOGRAFA
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AGRADECIMIENTOS
A todos quienes me apoyaron este proyecto. Al profesor Leonardo Cceres, por su inagotable paciencia y vocacin a la hora de revisar y corregir. A mis amigos Pablo Escobar y Gonzalo Valds, por ayudarme cuando comenzaba a recopilar informacin para este trabajo. A los funcionarios municipales que me ayudaron en su momento. A Valeska Riveros Lorca, quien gracias a su amor y apoyo irrestricto fue posible seguir adelante cuando en ocasiones perda el rumbo. Y finalmente a mis padres, mis hermanos y en especial a mi hija Fernanda, mi principal apoyo emocional.
INTRODUCCIN
INTRODUCCIN
El presente trabajo comenz a desarrollarse cerca del ao 2007 y fue pensado en un principio para ser creado en libros impresos. Sin embargo, se opt por adaptarlo a una versin digital para que todos tengan acceso a l de forma libre y gratuita. La razn es muy simple: dar a conocer la historia de Pichidegua desde que se nombra por primera vez hasta nuestros das. Este e-book es una compilacin de carcter histrico acerca de la comuna, repasando los atractivos tursticos que posee y sus costumbres, las que le dan una identidad nica a Pichidegua. Mi especialidad es el diseo, no la antropologa, por lo que este trabajo tiene como objetivo mostrar de una manera atractiva y simple trozos esparcidos en diversos lugares de la zona central sobre la historia y desarrollo de la comuna a travs de los aos. Desde nio he sido un aficionado a la historia. Recuerdo que siempre revisaba libros con acontecimientos que marcaron el desarrollo de la humanidad. Sin embargo nunca supe mucho acerca de nuestra comuna y gente que me rodea, como mis amigos o cercanos, tambin desconocen los orgenes o hechos significativos de Pichidegua. Esto es lo que a futuro origina la prdida de identidad a un pueblo, siendo sta la razn que me llev a realizar este trabajo: contribuir a la preservacin y revalorizacin del patrimonio tangible e intangible de la comuna, algo que creo yo siempre estuvo un tanto de lado hasta el terremoto del 27 de febrero, donde recin se comenz a dar la importancia que se merece.
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Merece un reconocimiento el esfuerzo e ingenio de los agricultores en el caso de las azudas de Larmahue al igual que el molino de Santa Amelia, la importancia que tuvo la comuna con la presencia del arquitecto italiano Joaqun Toesca y Rechi y la construccin de la Parroquia de La Torina, al igual que otras tantas edificaciones que han sido testigo del desarrollo de la comuna a travs de los aos y que lamentablemente se perdieron el 27 de febrero. Porque Pichidegua ya desde el ao 1592 se nombraba como conglomerado demogrfico con la creacin del Corregimiento de Colchagua, debido a los constantes abusos que se cometan por parte de espaoles en contra de los indios. Desde entonces Pichidegua fue el hogar de familias de la aristocracia de la poca, en donde los ms importantes y destacados funcionarios de La Corona reciban las llamadas mercedes de tierras y encomiendas de indios, las que trabajaban para extraer los beneficios de las frtiles tierras del valle del Cachapoal. Pichidegua tambin fue lugar donde tuvieron presencia importantes personajes de nuestra historia como el Adelantado Rodrigo de Quiroga e Ins de Surez, primeros beneficiados con encomiendas en Pichidegua, las que fueron entregadas por el mismsimo Pedro de Valdivia; ilustres familias dueas de los fundos de antao de Larmahue o Almahue, como los Quiroga, los Yrarrzaval, los Matte de Luna, los Echeique, y los conocidos Lyon; el ilustre Monseor Manuel de Alday, responsable de la creacin de la parroquia de La Torina en conjunto con el arquitecto italiano Joaqun Toesca; entre otros insignes personajes en la historia de Chile. Todos estos acontecimientos muchas personas los desconocen, y en la biblioteca pblica el material es escaso y a veces con diferencias entre ellos, por lo que es probable que a medida que pase el tiempo se pierdan datos histricos y la identidad de la comuna desaparezca con ellos.
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INTRODUCCIN
Durante el proceso de investigacin reun unos apuntes de un habitante de la comuna, don Benito Ibarra Alvarado, quien entre sus numerosos textos de historia que sirvieron de referencia para este trabajo, llamaba a algn hijo de Pichidegua a investigar sobre nuestra comuna. Don Benito deca: Muy interesante sera si alguno de los hijos de Pichidegua con espritu investigativo pudiera reunir otros antecedentes (de la comuna). No es imposible dada la facilidad que brinda la Biblioteca Nacional en Santiago. Sera un valioso aporte. [] A todo pueblo con historia se le aprecia ms, se le da mayor atraccin turstica, mayor prestancia y se le concede mayor consideracin en las Altas Esferas. Invoco al patriotismo de las autoridades locales, pobladores, coterrneos residentes en otras partes, amigos de este pueblo, para buscar antecedentes que permitan hacer por lo menos algn libreto que d ms personalidad a Pichidegua. Hay en este grupo intelectuales capacitados para ello. Que Dios ilumine a quienes quieran emprender esta tarea. [] Quiero manifestar mi mejor deseo de prosperidad para Pichidegua la que solo puede darla, el trabajo, tesn y empuje de sus habitantes. Conlleva tambin intencin de estmulo para las autoridades edilicias, educacionales, religiosas, juntas de vecinos, centros de madres, deportistas, etc., para quienes deseo xito en las labores que realizan en pro del progreso y bienestar de la comunidad. [] Espero disfruten de este trabajo.
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CAPTULO I
INICIOS DE PICHIDEGUA COMO POBLADO
Los promaucaes, indgenas que habitaron la zona central del pas en el siglo XVI.
acia el siglo XVI, los pueblos que se asentaron en los valles centrales de Chile consiguieron manejar de manera eficaz los recursos energticos y fuentes alimenticias con las que disponan. La poblacin indgena subsista gracias a la agricultura, la caza y la recoleccin. El valle de Aconcagua reflejaba el lmite norte de la poblacin indgena que tena una lengua en comn, el mapudungn. Dentro de esta zona, las provincias eran denominadas de acuerdo al apelativo que se les daba a sus habitantes, como promaucaes, picones o pikunches; en otros casos, reciban un nombre genrico asociado al espacio geogrfico en el cual estaban establecidos, por ejemplo, los que vivan en el Mapocho, Apalta y Maule reciban el nombre de mapochoes, apaltas y maules. La zona que nos importa, el valle del Cachapoal, estuvo habitada por los promaucaes, grupo que pobl los valles entre el ro Maipo hasta el ro Maule. Los incas le llamaban promaucaes o purun aucas, que corresponde a una deformacin de la voz quechua que significa enemigos no sometidos o rebeldes. La razn de esta denominacin nace de la resistencia con la que frenaron los afanes expansionistas del imperio inca, impidiendo la conquista de sus territorios y en consecuencia fijaron el lmite sur de este gran imperio. Este episodio lo rescat don Alonso de Ercilla en su obra pica La Araucana, considerada la epopeya ms roconocida del renacimiento. El relato es el siguiente:
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Los Promaucaes de Maule que supieron el vano intento de los incas vanos al paso y duro encuentro les salieron, no menos en buen orden que lozanos, y las cosas de suerte sucedieron que llegando estas gentes a las manos murieron infinitos orejones perdiendo el campo y todos sus pendones. Fue as como los espaoles a su llegada a la zona central la llamaron la provincia de los promaucaes, que comprenda como hemos dicho entre el ro Maipo hasta el ro Maule. Esta etnia hablaba el mapudungn, pero tena algunas variaciones locales. A pesar de que los escritos espaoles decan que esta etnia estaba conformada por gente sin ley, la verdad es que no son del todo ciertos. Los promaucaes tenan una compleja organizacin social, donde un cacique contaba con gran cantidad de indios a su disposicin. En la sexta regin, habitaron las comunas de Pichidegua, Codegua, Rancagua, Copequn, Codao, Peumo, Taguatagua, Malloa, Talcarehue, Nancagua y Ligeimo. Los aos entre el 1541 y 1544 fueron un periodo bastante complicado para los indgenas que habitaban la zona central de Chile. Durante la inminente invasin de los espaoles al territorio chileno, los indgenas por recomendacin de mensajeros del Inka Manco II recibieron alertas sobre la venida de espaoles y les recomendaron ocultar sus alimentos, ropas y oro para desilusionar a los invasores, obligndolos a marcharse. Sin embargo, los indgenas intentaron resistir los ataques, pero fracasaron en su intento que fue liderada por los caciques Michimalonko y Cachapoal y finalmente Pedro de Valdivia logr cruzar los territorios hasta el Maule.
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Los promaucaes lograron soportar slo tres aos la conquista espaola, y comenzaron a huir al sur, donde en un principio fueron rechazados por los habitantes del pueblo mapuche. Esto gener una complicada situacin para los promaucaes, puesto que antes de su huida decidieron destruir sus aldeas, por lo que al regresar a sus tierras se les someti al cruel rgimen de las encomiendas de indios. Bajo este dramtico y difcil escenario, comenz el descenso de la poblacin indgena hasta su desaparicin, la que se debi a diversos factores, entre los que destacan las enfermedades importadas por los espaoles y los esclavos que venan con ellos como la tuberculosis, viruela e influenza. Otros factores fueron el maltrato fsico, la crueldad con que se trataba a los indios y el hambre debido a la prdida de sus tierras. Hacia fines del siglo XVII, el mestizaje aceler el proceso de desaparicin de indios, existiendo una escasez importante de trabajadores en los campos, lo que llev a una decadencia de las haciendas de campo. Dentro del sometimiento a este rgimen del trabajo, los indios del centro de Chile cargaban con un peso enorme, ya que mediante su trabajo tambin financiaban a los espaoles en la guerra de Arauco contra el pueblo mapuche. La incorporacin forzada a este sistema de trabajo que era desconocido para los indios tuvo un carcter violento, que trataba de ser aminorado por las autoridades coloniales. Fue as como mediante una real cdula del ao 1554, se estableca que deba haber un buen trato hacia los indgenas y se prohiba el servicio personal de los indios, cargarlos o echarlos a las minas, entre otras indicaciones. Sin embargo esto no era del todo considerado y los constantes abusos continuaron.
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Finalmente, el rgimen de las encomiendas de indios termin gracias a la intervencin del Gobernador de Chile don Ambrosio OHiggins, mediante un edicto dictado el 7 de febrero de 1789. Esta declaracin se presume que naci luego de una gira que hizo el gobernador al norte de Chile. En ese viaje se dio cuenta del trato que reciban los indios. Sus palabras sobre esto fueron las siguientes: Lo que se llamaba encomiendas en estas partes no eran unos pueblos cuyos tributos haba cedido V.M. a aquellos vecinos en recompensa de los servicios de sus mayores sino un nmero de infelices que escriptos por lo regular a la circunsferencia de las casas i oficinas que forman las haciendas de los encomenderos trabajan todo el ao sin intermisin en las minas, en los obrages, en la labranza de los campos y en todo cuanto era de la comodidad y ventaja de esto que llamaban sus amos para que nada faltase a la esclavitud a que estaban reducidos esta grande porcin de vasallos de V.M. El edicto, entre otras cosas, prohiba finalmente al trabajo al que eran obligados los indios y stos tenan total libertad de retornar a sus tierras desde las cuales haban sido sacados contra su voluntad. El significado del nombre de Pichidegua proviene del dialecto de los indios promaucaes. Se compone de Pichi, que significa pequeo o diminuto, Deu o Degu, que significa ratn de campo o llanura, y Gua o Hua, que significa lugar, rincn, localidad. Se deduce entonces que Pichidegua significa lugar de pequeos ratones o pequeo lugar de ratones.
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EL CORREGIMIENTO DE COLCHAGUA
ichidegua desde el ao 1593 comienza a aparecer mencionado como poblado, cuando se cre el Corregimiento de Colchagua, debido a que los constantes abusos cometidos en contra de los indios quedaban sin informar por la lejana con Santiago. El gobernador Martn Garca Oez de Loyola cre entonces el Corregimiento de Colchagua. La declaracin de Oez de Loyola deca as: He sido informado de los muchos agravios que los soldados y otras personas hacen a los indios en sus haciendas y dejan de acudir a pedir justicia, defensa y reparo al Corregidor de Santiago por ser muy lejos, [...] conviene en nombrar Corregidor de los pueblos de Teno, Rauco, Rancagua, Colchagua, Liguimo, Peomo, Pichidegua, Rapel, Mallogua, Tagua-Tagua y Copequn, que estn dentro del territorio y jurisdiccin de dicha ciudad de Santiago y por Alcalde de Minas del distrito de los dichos pueblos. El Cabildo de Santiago en sesin del 5 de junio de 1593 protest por este nuevo desmembramiento. En la poca colonial cuando se hablaba de Colchagua, se deduce que se hablaba de los poblados que integraban esa provincia, entre ellos Pichidegua. El texto citado anteriormente muestra la importancia que ya tena la comuna aquel ao, donde se presume que ya vivan espaoles en la zona. A su vez, esta fecha es tomada en la actualidad como fecha de fundacin de la comuna.
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El primer Corregidor de Colchagua designado por Oez de Loyola fue don lvaro de Villagra, hijo natural de don Francisco de Villagra, quien fue compaero de Pedro de Valdivia en la conquista de Chile. En esta poca la vida se basaba principalmente en trabajar la tierra. La zona central de Chile gozaba de paz, mientras que el sur era escenario de sangrientas guerras entre araucanos y espaoles. Los conquistadores se dedicaban a explotar la tierra y los indios que la habitaban. Debido a esto fue necesario dar sustento a la poblacin, con lo que oblig al cultivo intenso de chacras suburbanas. Fue de este modo entonces como la comuna comenz a poblarse poco a poco, transformndose en un lugar donde la agricultura era la principal actividad.
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as encomiendas fueron una institucin propia de la colonizacin espaola, que consista en un derecho otorgado por el monarca a un servidor de La Corona con la finalidad de que ste recibiera tributos o trabajos que los indgenas deban pagar a la monarqua. Asimismo, el encomendero deba proveer a los indios de cuidado, proteccin y evangelizacin. Don Juan Gmez de Almagro es considerado el primer polica de Chile, segn el nombramiento que le hizo Pedro de Valdivia el 25 de abril de 1541, pocos das despus de fundar la ciudad de Santiago sobre territorio picunche, el 12 de marzo del mismo ao. Tambin se le considera el ms antiguo encomendero de la provincia de Colchagua (sus encomiendas correspondan a Topocalma y Rapel). Fue el lder de los Catorce de la Fama y un esforzado agricultor. La historia del primer encomendero de Colchagua cuenta que el 23 de diciembre de 1553 los mapuches iniciaron un gran alzamiento bajo las rdenes del caudillo araucano Lautaro, razn por la cual Valdivia decidi ir a proteger el Fuerte Tucapel, citando en ese lugar a Gmez de Almagro. Gmez de Almagro se encontraba en el Fuerte de Purn en el momento de cumplir con las rdenes de Valdivia, cuando fue engaado por un emisario de Lautaro, quien le inform que el fuerte sera atacado. Entonces decidi quedarse para protegerlo, pero al observar que los indgenas que sitiaban Purn se mantenan quietos, decidi salir junto a trece alguaciles ms, la noche del 25 de diciembre, para reunirse con Valdivia en Tucapel.
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Pero al amanecer del da 26, Valdivia lleg al fuerte, encontrndolo completamente destruido. All debi enfrentarse, sin los refuerzos de Gmez de Almagro, a las fuerzas de Lautaro, lugar donde fue completamente derrotado y donde Valdivia con sus hombres perecieron en la contienda. Al da siguiente llegaron los catorce alguaciles al Fuerte de Tucapel, donde pudieron constatar la terrible derrota. La escena de sus compaeros destrozados y mutilados daba cuenta de lo ocurrido. Entonces, Gmez de Almagro se baj del caballo para verificar lo que estaba observando, momento en que las tropas de Lautaro atacaron al grupo, de la misma forma que lo haban hecho con Valdivia. En esta batalla los catorce jinetes lucharon valerosamente contra los astutos araucanos, pero al atardecer se dieron cuenta que los contendores los superaban y tras una desesperada carga, decidieron abrirse paso para huir de regreso a Purn. En la retirada los alguaciles fueron cayendo uno tras otro: Leonardo Manrique, Sancho de Escalona, Pedro Nio, Gabriel Maldonado, Diego Garca y Andrs Neira. Cuando los sobrevivientes ingresaron al Valle Llicura pereci Alonso Corts. Una vez en el valle, los siete alguaciles que quedaban lograron juntarse, pero en esos momentos cay muerto el caballo de Juan Gmez de Almagro. En estas condiciones el alguacil se dirigi al resto del grupo con las siguientes palabras: Seores, si aqu aguardis para favorecerme, seris todos muertos. Idos, que yo estoy mal herido. Ms vale que yo slo muera y no todos. Despus de este discurso, se intern en un bosque. Los restantes Alguaciles consiguieron llegar al Fuerte Purn, donde los habitantes se inquietaron
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al ver su estado y al conocer la derrota sufrida por Valdivia, abrieron marcha hacia la ciudad La Imperial. Camino a La Imperial el grupo fue informado de un espaol herido cerca de Purn. De inmediato salieron en su busca Alonso de Coronas, Pedro de Avendao, Martn de Ariza, Antonio Gutirrez de San Juan y Alonso de Ribera. Finalmente, dieron con l, era Juan Gmez de Almagro que iba a pie, desnudo, descalzo, malherido, desfigurado, casi sin sentido, pero empuado firmemente su espada. Fue as como estos heroicos hombres recibieron el nombre de Los Catorce de la Fama, pasando a la historia por su valenta y coraje ante el enemigo. Por otra parte, doa Ins de Surez y el Adelantado don Rodrigo de Quiroga tambin gozaron del beneficio de las frtiles tierras del valle del Cachapoal. Doa Ins de Surez es reconocida en la historia de Chile como la compaera ms leal y la amante de Pedro de Valdivia. Don Rodrigo de Quiroga fue caballero de la Orden de Santiago, alcalde en tres ocasiones, regidor a perpetuidad desde el ao 1550, Gobernador de Chile en dos ocasiones y corregidor entre los aos 1550-1553, Doa Ins y don Rodrigo contraen matrimonio el ao 1548, despus de que el Gobernador del Per Pedro de la Gasca ordenara a Valdivia a terminar con esta relacin extramarital. A pesar de la resolucin, Valdivia concedi numerosas encomiendas a doa Ins dado el gran afecto que le tena a quien haba sido su compaera leal en horas favorables y adversas. Pedro de Valdivia disfrazaba las encomiendas a doa Ins otorgndoselas a don Rodrigo.
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El matrimonio de don Rodrigo con doa Ins de Surez no dej sucesin, pero don Rodrigo s tuvo una hija por fuera de su matrimonio llamada Isabel de Quiroga, la que se cas con Martn Ruiz de Gamboa. De este enlace naci Ins de Gamboa y Quiroga bautizada con aquel nombre en recuerdo de dona Ins de Surez quien se cas con don Antonio de Quiroga, sobrino de don Rodrigo. Este matrimonio es importante en la historia de Pichidegua, ya que de ellos nace Rodrigo de Quiroga, quien fue fraile dominicano previa renuncia de sus bienes y Juan de Quiroga y Losada, el primer propietario de Larmahue, a quien conoceremos en el siguiente captulo. El Adelantado Rodrigo de Quiroga muri pobre, rodeado de frailes y consagrado a las vida religiosa en Santiago, el 25 de febrero de 1580. En su testamento declaraba tener 5.500 puercos chicos y grandes, machos y hembras en trminos de los pueblos de Colchagua, Teno y Plomo de mi encomienda. Tambin tena en estos pueblos 3.500 ovejas, 500 carneros, 1000 cabras, 200 vacas, caballos, bueyes, arados, herramientas de minas y otras cosas. Fue enterrado en el convento Nuestra Seora de La Merced, en Santiago. Textos histricos indican que don Rodrigo de Quiroga fund dicho convento. Otro personaje importante en los inicios del poblamiento de Pichidegua fue don Jernimo de Alderete. Fue compaero y sucesor de Pedro de Valdivia. Precisamente fue el conquistador Valdivia quien le concedi la encomienda de indios a don Jernimo y a su primo hermano, don Juan Fernndez de Alderete. Estos terrenos comprendan terrenos de la provincia de los promaucaes como Pichidegua, Larmahue, parte de Taguatagua y la totalidad de los potreros de El Huique, adems de otras encomiendas recibidas en el sur de Chile.
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La vida de Jernimo de Alderete estuvo marcada por su destacada labor en la conquista de Chile, y dentro de sus participaciones ms importantes fueron la expedicin al Estrecho de Magallanes y la fundacin de la ciudad de Villarrica. Dentro de los cargos que ocup en el Reino de Chile destacan los de regidor en el Cabildo de Santiago y tambin el de tesorero. Jernimo de Alderete se encontraba realizando en Espaa una importante misin para conseguir con el Rey Carlos V el nombramiento de gobernador que Pedro de la Gasca haba otorgado a Pedro de Valdivia, entre otros encargos, cuando se enter de la muerte del conquistador Valdivia a manos de los indgenas, por lo que el Rey lo nombr Gobernador de Chile. Sin embargo, don Jernimo de Alderete no alcanz a asumir su nuevo cargo que le fue otorgado debido a que muri en Panam el 7 de abril de 1556 aquejado de fiebre amarilla.
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CAPTULO II
LAS HACIENDAS EN PICHIDEGUA
HACIENDA DE ALMAHUE
n la poca colonial se denominaba hacienda a una porcin cualquiera de territorio cultivable en todo o en parte, siempre que su extensin fuera mayor a treinta cuadras cuadradas (una cuadra corresponda a 125,39 metros y una cuadra cuadrada a 157,21 reas). En todas las haciendas exista un edificio llamado las casas, que serva al mismo tiempo de habitacin para el patrn, el mayordomo y la bodega o depsito para las mercaderas o herramientas. El gobierno interior de las haciendas dependa de sus dueos, pero no estaban exentas de jurisdiccin e inspeccin de autoridades locales, como corregidores y gobernadores. Se designaba chacras a toda hacienda cuya extensin no excediera de treinta cuadras cuadradas ni baje de quince cuadras cuadradas. Se llamaba hijuelas a los fundos que tenan menos de quince cuadras y ms de cinco. Las quintas eran terrenos que tenan cinco cuadras o menos. Asimismo, se denominaba hijuelar a una hacienda que se divida en chacras para repartirlas entre los herederos o venderlas con ms facilidad. Fue as como en Pichidegua se dio origen a la Hacienda de Almahue, que tambin se llamaba Armage o Larmage. Como ya se mencion en el capitulo anterior, el primer propietario fue don Juan de Quiroga y Losada, quien recibi las frtiles tierras que hoy conforman Larmahue, parte de Pichidegua y El Huique. A continuacin, su historia.
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DON JUAN DE QUIROGA, PRIMER PROPIETARIO (ENTRE 1613 Y 1622) Don Juan de Quiroga naci el 22 de abril de 1580. Sus padres eran don Antonio de Quiroga Villasur y Balboa y doa Ins de Quiroga, nica nieta y heredera de don Rodrigo de Quiroga, a quien ya conocimos anteriormente. Doa Ins de Quiroga, quien tena 17 aos al momento de contraer matrimonio, no solo hered las tierras de su abuelo sino que tambin las que recibi por parte de Valdivia doa Ins de Surez, cuando se cas con don Rodrigo de Quiroga. La muerte de don Rodrigo, junto con la de su nieta un ao despus, trajo consecuencias inmediatas para don Antonio puesto que el nuevo gobernador, don Alonso de Sotomayor le quit las encomiendas y se las adjudic para s mismo. Don Antonio se dirigi de inmediato a la Corte a protestar por esta injusticia y despus de 9 aos de litigio, recuper sus tierras. Posteriormente a este problema, don Antonio se dirigi a Galicia de donde era originario a abrazar a su anciano padre a quien no vea hace 17 aos para no volver ms. Don Juan de Quiroga y Losada junto con su to, don Bernardino de Quiroga, heredaron todos los bienes de sus familiares y las encomiendas que stos haban tenido, contando Peumo, Colchagua y Teno, y las de doa Ins de Surez. Otro factor que incidi en que los terrenos quedaran en poder de don Juan fue que su concuado era el gobernador Alonso de Ribera. El primer propietario de Larmahue obtuvo la proteccin de Ribera, quin lo nombr Alfrez General, Comisario de la Caballera y Maestre de Campo del Reino de Chile.
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Para ubicar a los 800 indios que tenan ms de 5.000 cabezas de ganado ovejuno, don Juan de Quiroga solicit mercedes de tierras en la zona que comprenda el Corregimiento de Colchagua, las que fueron otorgadas por el gobernador Alonso de Ribera. Las mercedes en total fueron cinco: 1 Merced del Gobernador Ribera. Concepcin, 12 de abril de 1613. Dos mil cuadras, las mil que hay en entre el ro Colchagua, llamado Tinguiririca, y el de Peumo, nombrado Cachapoal, por linderos el camino real mismo que va desde Peumo a Colchagua (lo que es el actual territorio de Pichidegua), tierra de los indios del dicho Maestre de Campo (Quiroga), y otras mil en el valle de Colchagua, donde entra un riachuelo pequeo en el ro grande Tinguiririca, por linderos los costados del mismo ro Tinguiririca y el de Chimbarongo, que es su colateral (lo que son las tierras de Pupilla). 2 Merced del Gobernador Ribera. Concepcin, 14 de agosto de 1615. En el valle que hay entre el pueblo de Colchagua y Peumo, sus encomendados, hay ciertos encones, quebradas y lomas vacas cuyos deslindes son: a mano derecha, del camino real que va desde el dicho pueblo de Colchagua a Peumo, y a mano izquierda, asimismo desde el dicho camino hasta las juntas de los ros de Cachapoal y Tinguiririca, que son los dos ros que dividen a los dichos dos pueblos, y por serle de importancia para poder traer los ganados de invierno por no estar entonces el valle a propsito por las muchas lluvias y pantanos etc. 3 Merced del Licenciado Fernando Talaverano Gallegos. Concepcin, 6 de septiembre de 1617. Mil cuadras en el valle que hay entre Peumo y Colchagua, y ro abajo del Tinguiririca hasta las juntas con el Cachapoal, con todas las sobras y demasas.
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4 Merced de Don Lope de Ulloa y Lemos. Santiago, 9 de junio de 1618. Mil quinientas cuadras, cincuenta cuadras de largo y fondo, el ro abajo de Tinguiririca, ro de Colchagua, en las tierras que hay entre dicho ro y el de Peumo, con diez de frente y cabezada que ajustan las dichas mil cuadras, y las quinientas restantes entre el desaguadero de la laguna Tagua-Tagua y la misma laguna y la cordillera que van desde Peumo a Colchagua. 5 Merced de Don Lope de Ulloa y Lemos. Santiago, 13 de julio de 1618. Dice la peticin de Quiroga que tiene entablada una estancia entre el ro de Colchagua llamado Tinguiririca y el de Peumo llamado Cachapoal [] y que entre las dichas tierras han quedado muchas demasas, y por ser de utilidad [] pide mil cuadras de las demasas entre los dichos ros, etc. En resumen, se presume que don Juan de Quiroga fue dueo de un enorme terreno de 5.500 cuadras, que conformaban los grandes fundos de Larmage o Armage, parte de Pichidegua y El Huique. Sin embargo, don Juan falleci a la edad de 42 aos y no dej sucesin, por lo que sus bienes fueron vendidos en una subasta pblica. DON JUAN BAUTISTA DE URETA, SEGUNDO PROPIETARIO (1623 Y 1627) El segundo propietario de Larmage no tuvo mayor relevancia, en relacin al primero. Sin embargo, su intelecto lo llev a ser un importante funcionario de la Corona. Siendo regidor del Cabildo de Santiago, don Juan Bautista de Ureta remat todas las mercedes de tierras que tena el fallecido Juan de Quiroga y
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Losada en la subasta, segn consta en la escritura otorgada ante el escribano Miguel de Miranda Escobar, el 8 de marzo de 1623. Para redondear los inmensos terrenos que don Juan Bautista de Ureta ya posea, compr 500 cuadras ms entre Peumo y Colchagua, que limitaban con la estancia de don Juan de Quiroga, en 300 pesos de a ocho reales, los que vendi a don Fernando de Yrarrzaval y Anda, caballero de la orden de Alcntara, con la condicin de que ste le haya de sacar paz y salvo de la dicha deuda y pagarla y hacer que se cancele. Don Juan Bautista de Ureta vendi a don Fernando de Yrarrzaval los mismos terrenos que se adjudic en la subasta posterior a la muerte de don Juan de Quiroga, estos son los siguientes: 1 Unos ttulos de estancia [] entre Peumo y Colchagua y los ros de Tinguiririca y Cachapoal. 2 Otro ttulo de 1.000 cuadras [] en Colchagua. 3 Otro ttulo de otras 1.000 cuadras [] en Colchagua. 4 Otro ttulo de 2.000 cuadras [] en Tagua-Tagua. 5 Otro ttulo de 400 cuadras que estn en el valle de Topocalma. 6 Otro ttulo de 200 cuadras en Melipilla. 7 Otro ttulo de 2.000 cuadras en el valle de Teno Peumo y Colchagua. En total, don Fernando se adjudic las encomiendas mencionadas por la suma total de $3.516, lo que inclua 570 cabras, 517 vacas, 580 ovejas, 44 caballos, 69 cueros y algunos enseres que se encontraban en las haciendas vendidas. Don Juan Bautista de Ureta muri el 2 de febrero de 1631 en Arica.
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DON FERNANDO DE YRARRZAVAL Y ANDA, TERCER PROPIETARIO (1627 Y 1632) Bautizado en la Catedral de Santiago el 12 de marzo de 1586, don Fernando fue militar de Espaa, Alguacil Mayor de la Real Audiencia de Panam, corregidor de Caravaya y San Gabn, en el Per, corregidor de Hunuco y caballero de la Orden de Santiago. Contrajo matrimonio el 21 de octubre en la catedral de Santiago con doa Antonia de Aguilera y Estrada, prima hermana de doa Mariana de Crdoba y Aguilera, esposa del primer propietario de Larmage don Juan de Quiroga. Don Fernando muri el ao 1632 en Arequipa, donde era corregidor. Su esposa entonces fue quien se ocup de administrar sus bienes y debi defender de Felipe de Arce Cabeza de Vaca, quien le reclamaba ciertos terrenos colindantes con los suyos. Fue as como en la Real Audiencia se exhibieron los ttulos de ambos demandantes, y doa Antonia agreg a los ttulos de su marido dos ms, pidiendo que de todos ellos se dejara constancia. Estos dos nuevos ttulos eran: 1 Ttulo del Gobernador Alonso de Ribera. Ro de Chimbarongo, 24 de octubre de 1604, otorgado al Capitn Juan Gallardo Ribera, de 400 cuadras en el asiento llamado Cabia, entre el Tinguiririca y el Cachapoal, donde sola tener su asiento el Padre Hernndez. 2 Ttulo del Gobernador Alonso de Ribera. Concepcin, 3 de marzo de 1614. Otorgado al Capitn Juan Prez de Uracandi, 1500 cuadras en demasas, entre los ros Tinguiririca y Peumo, o entre las aguadas que hubiera entre dichos ros.
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El fallo de la Real Audiencia finalmente favoreci a doa Antonia de Aguilera y desde entonces tuvo paz en sus tierras colchaginas. El matrimonio de don Fernando de Yrarrzaval y doa Antonia de Aguilera tuvo cuatro hijos, siendo el menor de los hijos varones, don Antonio Alfonso de Yrarrzaval y Aguilera el siguiente propietario. DON ANTONIO ALFONSO DE YRARRZAVAL Y AGUILERA, CUARTO PROPIETARIO (1632 Y 1700) Don Antonio era el tercer hijo de don Fernando de Yrarrzaval y doa Antonia de Aguilera. Al igual que sus antecesores, se desempe en la milicia y fue Capitn de Caballos, lugarteniente de Capitn General y Maestre de Campo de Santiago, adems de sus labores edilicias como alcalde ordinario del Cabildo de Santiago, alcalde de la Santa Hermandad y corregidor y Justicia Mayor de esta ciudad en 1650. Se cas a la edad de 17 aos con doa Nicolasa Zapata y Benavides, quien tena 13 aos de edad el 2 de mayo de 1640. Don Antonio Alfonso muri en 1687 mientras que doa Nicolasa falleci el 14 de octubre de 1700. De ste matrimonio nacieron nueve hijos, seis mujeres y tres varones. La herencia recay en la menor de las hijas de este matrimonio, doa Mara de Yrarrzaval y Zapata, quin hered la importante suma de $50.000 al casarse con el gobernador del Tucumn, don Fernando de Mendoza Matte de Luna, prximo propietario de Armage.
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DON FERNANDO MENDOZA MATTE DE LUNA, QUINTO PROPIETARIO (1700 Y 1756) Don Fernando Mendoza Matte de Luna ocup cargos de Alfrez y Capitn, y gobernador de Tucumn desde marzo de 1681 hasta marzo de 1686, alcalde de Santiago y corregidor en el ao 1692. El Matrimonio Matte de Luna-Yrarrzaval tuvo slo cuatro hijos, que fueron el Maestre de Campo don Pedro Jos de Mendoza, quien es el siguiente propietario; doa Nicolasa, casada en 1708 con el Comisario General don Toms de Osorio y Guzmn, y dos nias solteras. Doa Mara de Yrarrzaval, ya encontrndose viuda, decidi vender su propiedad de Armage a su hijo primognito, ante el notario Juan de Morales el 23 de julio de 1725. El instrumento notarial deca que: [] vende realmente [] la estancia y tierras nombradas El Armage, en la jurisdiccin de Colchagua, con todas sus tierras, via, aperos, edificado y plantado [] la cual es y se contiene en la isla que hacen las juntas de los ros de Cachapoal y Tinguiririca [] y asimismo linda con la estancia de Pichidegua [] y con el Portezuelo de los Ahorcados y de Zamorano y el estero desaguadero de la laguna de Tagua-Tagua [] como se contiene en los ttulos, papeles y recuerdos [] que la vendedora y sus autores la han posedo [] y hubo la otorgante por legtima herencia de sus padres, apreciada en la cantidad de $10.000, como consta de la adjudicacin y participacin a que se refiere [] la cual vende al Maestre de Campo Don Pedro de Mendoza Matte de Luna, en precio y cuanta de $16.000 [] y que cuando hubo la dicha estancia se hallaba con ganados y de mejor calidad que cuando el dicho Pedro, su hijo, entr a la administracin de ella, porque se hallaban sus
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edificios y plantas muy averiados y sin ganados algunos, y los que hoy se hallan los ha mantenido el susodicho, adquiridos con su industria y trabajo, a quien le pertenecen en particular []. Doa Mara de Yrarrzaval y Zapata falleci pocos das despus de haber firmado su testamento, el que fue rectificado ante el mismo escribano el da 11 de diciembre de 1727. DON PEDRO JOS MATTE DE LUNA YRARRZAVAL, SEXTO PROPIETARIO (1725 Y 1756) Si bien se desempe como Maestre de Campo, su vida no fue tan destacada como sus antepasados y se dedic ms a las actividades de la agricultura. Al da siguiente de adquirir los terrenos que compr a su madre, don Pedro vendi una parte de ellas a don Lorenzo de Toro y Mazzotte, precisamente el terreno que actualmente es conocido como Almahue Viejo. El instrumento notarial deca as: [] que vende a don Lorenzo de Toro y Mazzotte un pedazo de tierra nombrado Armage Viejo [] que tiene por deslinde el portezuelo que llaman de los Ahorcados, y de ah corriendo para el portezuelo de Zamorano y el estero del desaguadero de la laguna de Tagua-Tagua que entra al ro Cachapoal abajo, hasta el paraje que llaman del Mal Paso [] en precio y cuanta de $1.600 []. Don Pedro se cas en el valle de Copiap con doa Isabel de Cisternas. De este matrimonio nacieron nueve hijos; falleciendo cuatro de ellos a corta edad. Quedaron don Fernando, quien fue franciscano; doa Antonia y doa
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Mara de la Concepcin, quienes se hicieron monjas; don Judas Tadeo y don Pedro Jos para perpetuar su familia. Don Pedro Jos Matte de Luna Yrarrzaval una vez que enviud se convirti en sacerdote y determin partir sus bienes con sus hijos. Para ello procedi a vender su hacienda de Armage a doa Mara Paula Mercedes de Lecaros, esposa de don Pedro Gregorio de Echeique, Caballero de la Orden de Santiago. Paradjicamente, aos ms tarde estos seores seran suegros de su hijo del mismo nombre. El sexto dueo de Armage falleci el ao 1758 y disfrut de su propiedad 31 aos de su vida. DOA MARA PAULA MERCEDES DE LECAROS Y DON PEDRO GREGORIO DE ECHEIQUE, SPTIMOS PROPIETARIOS (1760 Y 1789) Doa Mara Paula Mercedes de Lecaros naci del matrimonio de don Pedro de Lecaros con su prima hermana, doa Micaela de Lecaros y Ovalle. A la edad de 16 aos contrajo matrimonio con don Pedro Gregorio Echeique, el 16 de diciembre del ao 1751. Doa Mara Paula Mercedes compr la hacienda de Armage gracias a la herencia suma que ascenda a los $633.948 que le dej su padre, quien en esa poca era uno de los hombres ms adinerados de Chile. Desgraciadamente, doa Mara Paula disfrut slo nueve aos de su vida conyugal puesto que falleci a la edad de 25 aos, el 24 de septiembre de 1760. El matrimonio Echeique-Lecaros dio a luz seis hijos: don Pedro Jos, doa Mara del Carmen, doa Margarita quin se cas con don Pedro Jos
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Matte de Luna y Cisternas, hijo de los sextos propietarios, don Antonio, don Pedro Nolasco y don Miguel, el menor y predilecto de su madre. Don Pedro Gregorio, ya anciano, tuvo que ver un lamentable litigio entre sus hijos Antonio y Miguel. Este ltimo era el favorito y en quien confi la administracin de su hacienda, mientras que Antonio era considerado por su padre como un desbaratado perdulario. Don Antonio, persuadido por su suegro, el abogado de la Real Audiencia don Martn de Ortzar, hizo firmar una carta a su padre y en la que le arrendaba la mitad de la hacienda, parte que tena confiada a su hermano. Como don Miguel se neg a compartir el arriendo, se dirigieron a la corte. Don Miguel de Echeique present otro documento, en el cual su padre declaraba sobre la carta que su hijo Antonio hizo firmar: Sin haberla ledo ni conocido su contenido, en un momento de suma gravedad, y que jams ha sido mi deseo que mi hijo Antonio se interne en la hacienda, pues conociendo su desvaro y prodigalidad [] enajenara cualesquier bienes que se le entregaren []. Despus de varios episodios de este litigio, y desgraciadamente para don Miguel, el gobernador de Chile de ese entonces, don Ambrosio OHiggins dictamin que se dividiese el arriendo de Armage entre ambos hermanos. Esto molest a don Miguel, quien present otros documentos que comprobaban ante un escribano que su padre le haba vendido la hacienda a l. Misteriosamente estos documentos fueron rechazados por diversos motivos, por lo que la particin en definitiva se efectu. Fue as como se firm una transaccin que convena lo siguiente: la hacienda se dividira en dos mitades iguales, segn los deslindes impuestos por Matte de Luna (esposo de doa Margarita de Echeique y Lecaros), una
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para don Antonio y la otra para don Miguel, y se repartiran en igual forma los animales y enseres; el censo impuesto por doa Mercedes se cargara en la parte de don Antonio, a quien corresponda por ser el mayor; no se otorgara el testamento ordenado por don Pedro Gregorio; y las partes se destinaran en todo litigio. Por ltimo, se nombraba juez a don Francisco de Cisternas. Se dividi entonces por primera vez la gran hacienda de Larmage en la siguiente forma: Desde la punta que llaman La Quesera se tira una cerca hasta topar con la cerca divisoria de la estancia; y de all servir la misma cerca divisoria de lindero hasta las casas del capataz [] y de all ir sirviendo la divisin un zanjn hasta la junta que hace ste con el ro Tinguiririca, con cuya operacin queda enteramente hecha la particin sin ms requisito, pues queda para una parte El Guaico y La Quesera con sus dos potreros, y la poblacin nuevas con sus vias que llaman El Huique; y para la otra las pampas hacia Toco y la posesin vieja con su via; y a ambos les queda suficiente terreno para mantener de 4 a 5.000 vacas, ganados menores y los cabalgares necesarios []. Ambas hijuelas se tasaron en $64.842 y la primera de stas donde se menciona El Huique se la adjudic don Miguel, mientras que la hijuela donde se menciona el Salto de Agua y El Toco, que es la actual hacienda de Almahue fue adjudicada a don Antonio. Este ltimo falleci en su hacienda el ao 1798 y sus bienes pasaron a su esposa, doa Antonia de Ortzar Ibez, quien sobrevivi cinco aos ms.
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LTIMOS DUEOS DE LA HACIENDA El matrimonio de don Antonio de Echeique y Lecaros y doa Antonia de Ortzar Ibez tuvo dos hijos que fallecieron a corta edad, por lo que la hacienda pas a manos de la familia Ortzar. Fue su dueo don Martn Ortzar, abogado de la Real Audiencia, y despus su hijo Jos Manuel Ortzar Formas, esposo de doa Dolores Ramrez. Este matrimonio se caracteriz por ser unos grandes filntropos y personas muy distinguidas en el pas. Sin embargo, no dejaron sucesin y a doa Dolores le quitaron la hacienda cuando enviud. La adquiri luego el Banco Ossa, para don Francisco Ignacio Ossa, despus pas a sus hermanas y posteriormente al Arzobispado de Santiago. Esta entidad puso en remate la propiedad de Almahue, adjudicndosela don Roberto Lyon Santa Mara el ao 1892, a cuya sucesin pertenece en la actualidad. Don Roberto Lyon fue un destacado industrial del puerto de Valparaso. Tena en esta ciudad una fundicin de nombre Balfour Lyon y Cia.. Para conocer la importancia de su industria, basta con mencionar que construy todo el material rodante de los FF.CC. La propiedad que se adjudic en el remate pblico don Roberto Lyon Santa Mara tena seis patios, una capilla y bodegas de vinos de dos pisos.
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CAPTULO III
PICHIDEGUA DESDE EL SIGLO XX HASTA HOY
PICHIDEGUA EN EL SIGLO XX
Las caractersticas de la comuna y forma de vida de sus habitantes a principios del siglo XX
stos relatos se basan en las narraciones de don Benito Ibarra Alvarado, un pichideguano que se dedic a describir acontecimientos importantes de la poca para que futuras generaciones supieran sobre la vida de Pichidegua a principios del siglo pasado. Sin estas narraciones habra sido imposible conocer las costumbres de los habitantes de nuestra comuna en esa poca. CONSTRUCCIN DEL PUENTE CODAO El puente Codao, que cruza el ro Cachapoal y une a Pichidegua con la comuna de Peumo, signific un importante acontecimiento en la poca, debido a que Pichidegua qued marginada del trazado de Ferrocarriles de Chile Pelequn - Las Cabras. Esto trajo consecuencias negativas para el desarrollo comunal y otras comunas que gozaban de este nuevo medio de transporte, como Peumo, San Vicente de Tagua-Tagua o Las Cabras, desarrollaron considerablemente el comercio y progreso. Antes de la construccin del puente, se utilizaba un lento, pero fiel medio de transporte para cruzar el ro: la carreta movilizada por bueyes. Era frecuente ver pasar por Pichidegua caravanas de tres, cuatro o ms carretas cargadas rumbo a Codao, manejadas cada una por un carretero a pie y uno o dos capataces a caballo. Con las subidas del ro en invierno se tornaba sumamente peligroso cruzarlo y varias personas perdieron la vida intentando atravesarlo en vano.
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En el ao 1919, precisamente el 19 de septiembre, se construy el primer puente de roble y pilotes de fierro, lo que signific el bienestar para los habitantes de la comuna, el comercio y transporte. Finalmente Pichidegua sala de su desafortunado y lamentable aislamiento. El puente fue bendecido por el cura prroco don Elas Cceres, y con gran afluencia de pblico, que se moviliz en lo que pudo: coches, carruajes, victorias, cabritas, carretas, jinetes, entre otras formas de transporte de esa poca. FIESTAS RELIGIOSAS Las llamadas misiones constituan un acontecimiento pintoresco y que hoy est casi extinto. Antiguamente, familias enteras acudan al lugar de las predicas en cualquier medio disponible, como carretelas, carretas, cabalgando, etc. Otro espectculo pintoresco eran los matrimonios, donde los novios pasaban en su squito a caballo a formalizar su relacin ante Dios. En el grupo de acompaante las damas pasaban sentadas en sillas de dos cachos. Antiguamente era muy mal mirado que una dama montase un caballo al igual que los hombres. La llegada de los novios y acompaantes siempre llamaban la atencin, pero la mayora de los comentarios caan en la novia. Una de las fiestas religiosas que ms recuerda don Benito en sus valiosos manuscritos es la visita del representante del Arzobispo de Santiago. Segn el relator, fue impresionante el despliegue de huasos con motivo de esta visita, hace aproximadamente 100 aos. A la llegada del tren, lo esperaban en Codao ms de cien huasos seleccionados en caballos, aperos y vestimentas, los que escoltaron al Sr. Rubke, que fue llevado en coche abierto hasta la parroquia. Esta mis-
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ma escolta volvi posteriormente a dejarlo al tren cuando este sacerdote termin su misin. En diferentes partes del trayecto se construyeron no menos de diez arcos con leyendas de bienvenida. [] Este desfile fue el acontecimiento de la poca en el que el nombre de Pichidegua figur en la prensa y motiv favorables comentarios. Est entre los impresionantes y gratos recuerdos, como acontecimiento grandioso de homenaje a la mxima autoridad religiosa de Chile, efectuada en mi pueblo natal EDUCACIN En el ao 1912 existan en Pichidegua tres escuelas, una escuela fiscal para nias y una escuela fiscal para hombres, ambas con dos profesoras; y una escuela parroquial para hombres con un profesor. Existan tambin escuelas en Almahue Viejo y las Pataguas. La ubicacin de estos centros educacionales no se menciona en los apuntes de don Benito. En ese tiempo, algunas familias de escasos recursos ponan como meta que sus hijos aprendieran a leer, escribir y sacar cuentas. Las familias con aspiraciones y recursos enviaban a sus hijos a estudiar a Santiago, por lo que la educacin era muy superior a la que se dictaba en Pichidegua. Este fenmeno llev a la migracin de algunos habitantes a las grandes ciudades. TRANSPORTE Como ya dijimos, el ferrocarril fue un medio de transporte de gran importancia para la poca, que Pichidegua no pudo disfrutar del todo. Este
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medio de transporte cubra los largos viajes a Santiago o hacia el sur. Tanta importancia tena el ferrocarril, que los viajeros corregan sus relojes por la hora que tenan las estaciones. A su vez, los vecinos de Pichidegua ajustaban la hora con la que traa el recin llegado. Era comn decir que la mejor hora es la de los FF.CC. Tambin cuando una persona se vesta de tenida formal para sus viajes a Santiago se deca Fulano se puso traje de tren o Fulano anda de tren. Para llegar al tren haba empresarios con vehculos de traccin animal, llamados coches de posta. La duracin del viaje era de una hora aproximadamente, partiendo desde el pueblo. Los productos de grandes cantidades o tonelaje de las haciendas se transportaban a la estacin ubicada en Codao en carretas tiradas por tres a cuatro yuntas de bueyes. As, todo el transporte giraba en torno al FF.CC. y para llegar a l slo se usaba la noble traccin animal. COMERCIO La mayor concentracin del comercio se ubicaba en la parte denominada El Pueblo. Aparte de las cantinas que el fin de semana atenda una gran cantidad de clientes existan negocios de abarrotes llamados despachos (los ms chicos) y almacenes (los ms grandes). Tambin existan negocios de tienda, calzados y carniceras. El calzado hecho a mano tena una gran aprobacin entre los habitantes de la comuna. Existan tres zapateros que confeccionaban el calzado a medida, por lo que sus entregas demoraban mucho debido a la sobrecarga de trabajo. En el caso de personas de escasos recursos, la ojota era la alternativa.
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Sin embargo, las mujeres de cualquier condicin social usaban zapatos. No exista el comercio detallista de frutas y verduras, pero haba una especie de pacto entre familias que consista en que la familia obsequiada deba corresponder este gesto obsequiando frutas, verduras u hortalizas a la familia obsequiante. Eran llamativos los costinos, que eran arrieros que llegaban al pueblo desde el litoral martimo con productos del mar y que cambiaban en forma de trueque por maz, cebollas, legumbres, etc. ILUMINACIN Antiguamente, para alumbrarse en las residencias durante la noche se usaban velas de esperma por su facilidad para el traslado de una pieza a otra. Tambin era muy til la lmpara a parafina, la que preferentemente se usaba en partes fijas por su peligrosidad al manipularla. El pueblo era la zona de la comuna donde se gozaba de alumbrado pblico, empleando faroles a parafina sobre postes. Estos funcionaban slo cuando la luna estaba ausente; se encendan al anochecer y se apagaban dos a tres horas de estar en funcionamiento. ENTRETENCIONES POPULARES Las fiestas populares tenan su esplendor en el mes de septiembre. Este mes era fecha de esparcimiento, para el 18 se realizaban actos patritico-religiosos, en la noche se quemaban fuegos artificiales. Se hacan fondas en lo que en la actualidad es la poblacin 21 de Mayo y a orillas del canal de dicha poblacin, carreras a la chilena y a veces topeaduras. Para estas ocasiones se
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construa cerca de la actual plaza de armas un escenario, donde se realizaban actos por las escuelas de la comuna. El deporte era un panorama para los jvenes de la comuna. Existan dos canchas particulares que eran facilitadas por sus dueos y sin costo alguno. La cancha ubicada en el sector del pueblo perteneca a don Jos Araya y en ella se realizaban memorables campeonatos de baby ftbol, con gran afluencia de pblico en las tardes. La otra cancha estaba ubicada a una cuadra de distancia del viejo pimiento y era propiedad de don Juan Jos Alvarado. NOMBRES LOCALES DE LA COMUNA Antiguamente exista solo una calle principal y a determinadas zonas se les conoca segn su ubicacin geogrfica, la que serva de sealizacin y ubicacin dentro de la comuna. Estos nombres an permanecen en el inconsciente colectivo. Mal Paso. Comenzaba frente a la bajada al vado y luego del puente sobre el ro Cachapoal, siguiendo en direccin al poniente por los pies del cerro. Cancha de Los Hornos. En el ao 1910 aproximadamente lo formaba una agrupacin de viviendas de poco ms de dos cuadras, a un kilmetro de distancia de un legendario pimiento y colindante con un fundo, de propiedad de ese entonces de don Marcos Paredes Fernndez. El Arenal. Punto deshabitado en ese entonces y prximo al pueblo. Era otro punto de referencia y corresponda al sector frente a donde est actualmente la nueva iglesia y el estadio municipal. Su nombre se debe a que despus de las lluvias esta parte luca doradas arenas.
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El Pueblo. Era la parte ms poblada donde residan los vecinos ms pudientes, con las mejores casas y donde funcionaba el comercio, las dos escuelas, el correo, registro civil, etc. Era el barrio urbano de la comuna. Las Hormigas. Era un grupo de seis o siete casas ubicadas a ambos lados del canal. Este poblado quedaba cerca del nuevo cementerio. Hacienda Torina. La zona era y es conocida por sus conexiones en forma de T. Estas son calle de la iglesia, camino hacia Larmahue y camino a Pataguas Cerro. El Matadero. Este sector corresponde a la actual poblacin Bernardo OHiggins y esta denominacin se origina porque antiguamente exista un matadero de animales en ese sector.
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LA MUNICIPALIDAD DE PICHIDEGUA
Creacin del municipio y la nueva imagen que tendr ante sus habitantes y el pas
egn la Constitucin Poltica del ao 1833, artculo 122, se expresaba que habr una municipalidad en todas las capitales y departamentos y en las dems poblaciones en que el Presidente de la Repblica, oyendo a su Consejo de Estado, tuviese por conveniente hacerlo. Pichidegua nace de este modo como comuna el 22 de diciembre de 1891 por Decreto Supremo. Los datos de Pichidegua de esa poca eran los siguientes: Comuna de Pichidegua. SUBD. 10 Pichidegua, 7.834 habitantes. PICHIDEGUA, 695 hab. Se halla por los 34 22 Lat. y 71 19 Long., cerca de la ribera izquierda del Cachapoal, en medio de terrenos planos y cultivados. Dista 70 kilmetros al O. de Rengo y 30 de San Vicente de Tagua-Tagua. MUNICIPALIDAD Alcaldes: 1 Zacaras Pinochet, 2 Diego Magaa, 3 Luis Morales. Tesorero y Secretario: C. E. Fernndez. Entre otros elementos en la comuna haba oficina de correos, comisara, bodegas de licores, carniceras, un hotel, mecnicos, fbrica de tejas, tiendas de menestras y tiendas de mercaderas.
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EL ESCUDO DE ARMAS Los escudos de armas, que en sus inicios distinguan a los caballeros en las batallas medievales, permiten identificar a familias, corporaciones, estados y naciones. El 4 de febrero de 1986, bajo la necesidad de contar con una imagen representativa de la comuna, se crea el escudo de armas de la comuna, cumpliendo la funcin de identificar y diferenciar a Pichidegua de otras comunas de la regin y el pas. El diseo del escudo estuvo a cargo de don Manuel Araneda Rivera, quien retrat de manera pictrica la zona de Larmahue, quizs la zona ms tpica de Pichidegua. Se aprecia una azuda en un canal de regado, elementos caractersticos de la comuna. Por otra parte, mediante el azul del cielo y la vegetacin de la imagen, don Manuel deja entrever el inmejorable clima, especial para la agricultura.
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CAPTULO IV
ZONAS HISTRICAS Y TURSTICAS DE PICHIDEGUA
Recorrido que abarca los pueblos que integraron el corregimiento. Santa Amelia, Larmahue y La Torina son parte de esta ruta
En la sexta regin existe una ruta turstica que incluye parte de los poblados que integraron la otrora provincia de Colchagua. Esta ruta lleva por nombre Camino Real del Corregimiento de Colchagua y en ella se puede recorrer los poblados que conformaron este antiguo corregimiento. La ruta patrimonial se divide en dos tramos. El primero de ellos parte en la antigua casona de la Hacienda Los Manantiales, cerca de San Fernando, y termina en el balneario de Pichilemu. Este tramo se caracteriza por ser un trazado que se puede recorrer en vehculo y en algunos casos se pueden hacer caminatas. La caracterstica de este recorrido es que se pueden visitar poblados con inters histrico, natural, visitas a cerros y balnearios. Durante todo el ao se pueden visitar los hitos que conforman este trazado, pero hay que tener en cuenta que no todas las localidades cuentan con caminos pavimentados o asfaltados, y en temporada de lluvias puede ser complicado llegar a ciertos puntos de este recorrido. La distancia de este trazado es de 297 kilmetros desde el hito 1 al 12. El segundo tramo de este recorrido parte en el hito 13, el pueblo de Los Ciruelos, cerca de Pichilemu, pasando por el valle Cachapoal y finalizando en el Museo de Lircunlauta, en San Fernando. Este tramo se caracteriza por ser un recorrido que pasa por poblados de estilo colonial, acceso a sitios de inters natural y arqueolgico.
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Este trazado se puede recorrer en vehculo y tambin en caminatas sin problemas durante todo el ao. La diferencia de este tramo con el N 1 es que, gracias a la buena calidad de los caminos, la accesibilidad hace ms fcil llegar y conocer todos los hitos que conforman este recorrido. La distancia desde el hito 13 hasta el poblado de Ziga, ltimo hito de la ruta patrimonial, son 220 kilmetros. En este tramo se han incluido tres localidades de Pichidegua, estas son Santa Amelia, la iglesia de La Torina y las Azudas de Larmahue, siendo los hitos 17, 18 y 19 respectivamente. Sin embargo, no solo estos sectores son de inters turstico en Pichidegua, existen adems otras interesantes localidades de carcter turstico que vale la pena conocer y que veremos en este captulo.
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PARROQUIA DE LA TORINA
Resea histrica sobre la creacin de esta parroquia y los participantes en este acontecimiento
ichidegua, como hemos visto, es un antiqusimo poblado de la zona central del pas y desde la poca de la Conquista de Chile fue un lugar de inters para los espaoles que buscaban oro, incluso antes de la fundacin de Santiago. Posteriormente fue lugar en el que los ms importantes y clebres personajes de la conquista reciban encomiendas y mercedes en honor a sus funciones. La comuna en su totalidad es un lugar de inters turstico, donde en su avenida principal se puede apreciar las construcciones coloniales que an siguen en pie. Sin embargo, la comuna cuenta con hitos de mayor importancia, como lo veremos a continuacin. LA PARROQUIA DE LA TORINA En los tiempos de la Colonia, la propagacin de la fe era de suma importancia. Era obligacin evangelizar a los indios de las haciendas, por lo que esta difcil labor la hacan con mucho esfuerzo y sacrificio los curas doctrineros, quienes reemplazaban la falta de parroquias e iglesias. Tambin participaban como intermediarios entre la eterna rivalidad de los indios y los espaoles. La parroquia de La Torina, en el siglo XVII ya estaba constituida. Precisamente en el ao 1604, el primer cura de Pichidegua fue Luis de Latorre, duodcimo provincial de la Orden de la Merced, quin ya haba sido cura de las doctrinas de Peumo y Pichidegua el ao 1585. En ese entonces la parro-
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quia antiguamente no perteneca a la comuna, sino que al antiguo curato de Colchagua (actual comuna de Santa Cruz). Se deduce que los curas que siguieron la labor de Luis de Latorre fueron: alrededor del ao 1690 Nicols Iparraguirre, antes del ao 1745 el cura Manuel Mandieta y Leiba, luego Manuel Herrera Sotomayor en el ao 1761, todos ellos curas de Santa Cruz, y por ende, tenan tuicin sobre la parroquia de Pichidegua. Fue hasta el ao 1767, precisamente el 26 de febrero, que el ilustrsimo monseor Manuel de Alday y Axpe desmembr del antiguo curato de Santa Cruz la parroquia de Pichidegua. Los lmites de esta nueva parroquia eran: Al norte el ro Cachapoal que la divide de los curatos del Manzano y Peumo. Al este el mismo ro Cachapoal que contina subdividindola de Peumo y confluencia del Estero Zamorano con el Cachapoal. El Niche, las serranas que forman el lmite oriental de Almahue, las que siguiendo por el sur forman el lmite oriental de diversas haciendas del Huique, dichas serranas llamadas tambin cerros de Tagua-Tagua, forman asimismo el lmite S.E. dividiendo all el curato de Nancagua, yendo a terminar en el ro Tinguiririca que la divide en la parroquia de Santa Cruz, Peralillo y La Estrella. Iglesias: Parroquial y Vice-Parroquial de Larmahue y Oratorio del Toco, Pb. Don Luis Correa. Oratorios: Las Pataguas Orilla, doa Juana Rojas; Almahue, Suc. de don Guillermo Lyon; San Francisco Huique, don Ricardo Echeverra; San Jos Huique, doa Elena Errzuriz de Snchez; La Pursima, don Gabriel Echeique; Santa Irene, don Carlos Aldunate y Almahue Viejo, don Bernardo Muoz.
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La construccin de la parroquia estuvo a cargo del arquitecto italiano Joaqun Toesca y Rechi. Este insigne itlico fue cadete del regimiento de infantera de Miln, estudi arquitectura desde nio bajo la direccin del Teniente General Francisco Sabatn, tres aos de matemticas en Barcelona, San Lucas de Roma y Madrid, de donde fue despachado a Santiago para encargarse de la construccin de la Catedral de dicha ciudad. Posteriormente el presidente Juregui le deleg para hacer un plano de la Casa de La Moneda, la que concluy en el ao 1788. La edificacin del templo parroquial en La Torina comenz el ao 1794 y alrededor del ao 1804 finaliz su construccin. Dentro de ella existen reliquias histricas del pas, como casquillos pertenecientes a la guerra del pacfico que son utilizados como floreros. Esta iglesia adems no est exenta de mitos que la gente comenta, como que esta iglesia en su interior tuvo alguna vez tumbas de curas que estuvieron a cargo de este edificio. El terremoto del 27 de febrero da considerablemente esta magnfica construccin, pero su gran valor patrimonial para la comuna y el pas debido a la participacin de Toesca en su construccin ayud a que este templo fuese seleccionado por el Consejo Nacional de Cultura y las Artes para su restauracin financiando dichas obras. Actualmente este templo es el hito N 18 de la Ruta Patrimonial Camino Real del Centro del Corregimiento de Colchagua.
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AZUDAS DE LARMAHUE
as ruedas o azudas de Larmahue hoy en da constituyen uno de los elementos ms representativos e importantes de Pichidegua. Estas construcciones son de origen musulmn y fueron tradas a Amrica por los espaoles. Ya en la poca de la Colonia existan estas rudimentarias, pero eficientes construcciones en el pas, que aparecieron en Larmahue el ao 1850 aproximadamente gracias a la construccin del canal de Almahue, obra que se debe a don Jos Manuel Ortzar, quin fue senador de la Repblica y dueo en ese entonces de la hacienda de Almahue, como vimos en el segundo captulo. Este canal captaba las aguas a los valles del Tinguiririca desde el ro Cachapoal y del estero Zamorano. Las azudas corresponden a una ingeniosa solucin que se dio en la poca al problema de las tierras que carecan de riego, levantando las aguas del canal para regar los valles de la zona. Unidas por su eje a dos pilares y movidas por la corriente del agua, dan vueltas y se llenan sus recipientes colocados en todo el permetro. Al llegar a la cspide de la rueda, dejan caer el agua sobre unas canaletas que la conducen hasta los campos de regados. El material del que estn diseadas es de lamo, roble, raul y/o eucaliptos, por lo que peridicamente necesitan operaciones de mantencin para su funcionamiento. En la actualidad funcionan en la localidad de Larmahue alrededor de 30 azudas, las que se pueden apreciar en todo el trayecto del canal del sector
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y en los miradores habilitados. El ao 1998 fueron declaradas Monumento Histrico Nacional 17 de ellas, siendo este un gran reconocimiento al bello legado que nos dejaron los habitantes de antao. Lamentablemente, en el ao 2002 las azudas de Larmahue fueron agregadas a la Lista del Patrimonio Mundial en Peligro del World Monuments Fund. Este es un organismo sin fines de lucro dedicado a la conservacin del patrimonio histrico, artstico y arquitectnico en riesgo a nivel mundial, canalizando ayuda financiera para su preservacin. Esto es un motivo ms que suficiente para cuidar y proteger estas hermosas construcciones y as evitar su desaparicin para que, las futuras generaciones, puedan apreciar y conocer el ingenio de los antiguos habitantes de la comuna. La zona de Larmahue est incluida en el hito N 19 de la Ruta Patrimonial Camino Real del Centro del Corregimiento de Colchagua.
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SANTA AMELIA
ste lugar corresponde al antiguo fundo del mismo nombre y en donde hoy en da su capilla y el antiguo molino componen una de las pocas reliquias de lo que alguna vez fue el antiguo y gran fundo de Santa Amelia. Esta zona de la comuna cuenta con sitios de inters cultural, histrico y religioso. El nombre de este sector se debe a doa Amelia Lynch de Lyon, esposa de don Roberto Lyon, quien fuera dueo del fundo. Su hito ms importante es sin duda El Molino, construido por los hermanos Silva, quines arrendaban el fundo a los dueos de la hijuela II de Larmahue en ese entonces, la familia Ossa. Los hermanos Silva eran grandes agricultores, y debido a sus extensas siembras de trigo construyeron el molino para procesar este cereal. El Molino es una construccin de dos pisos, con corredores en el segundo piso y pilares con bases de piedra en el primero. Al igual que las azudas de Larmahue, este molino gracias a la corriente del agua mova sus poderosas ruedas. En la actualidad este molino est en un proceso de restauracin, y en l se implementar el primer museo de Pichidegua. Tambin, y por iniciativa del municipio, ha sido solicitada la declaratoria de Monumento Histrico Nacional al organismo correspondiente. Cerca de esta magnfica construccin se encuentra la capilla del antiguo fundo, que an conserva su pintoresco y tpico estilo colonial. Su buen estado de conservacin permite an realizar las misas dominicales del sector.
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Esta construccin junto con el molino y las Casas Viejas ha soportado de manera casi perfecta los terremotos de 1906 y 1985. Esto es una muestra de lo slida de sus construcciones. Tambin se pueden apreciar en la localidad de Santa Amelia alguna de las casas de los inquilinos de la poca, conservando an su arquitectura gracias a la labor y esfuerzo de sus propios habitantes. Antiguamente los dueos de los fundos construan casas para sus trabajadores para que vivieran en ellas y trabajaran en las extensas tierras de los fundos. Santa Amelia est incluida en la Ruta Patrimonial Camino Real del Centro del Corregimiento de Colchagua, y es el hito N 17.
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Sector caracterizado por sus construcciones tpicas de antao y por sus sectores aptos para la pesca deportiva y camping
an Jos de Marchige es un sector de Pichidegua ubicado en la parte norte de la comuna y es una de las vas de salida hacia la comuna de Marchige y al balneario de Pichilemu. Por su nombre, es probable que este sector de la comuna antiguamente estuviera anexado a la comuna de Marchige. Este sector se caracteriza principalmente por ser el epicentro de la pesca deportiva del pejerrey, en donde los conocidos puentes del sector siempre estn con ms de algn aficionado pescador, y en ocasiones, a su mxima capacidad. En esta localidad se encuentra tambin el sector conocido como La Puntilla y su nombre se debe a que es el lugar donde el ro Cachapoal desemboca en el lago Rapel. Tambin existen zonas de camping e infraestructura hotelera, ya que existen casas que brindan servicios de alojamiento y una atencin ms personalizada. En esta localidad tambin se puede apreciar arquitectura tpica de la comuna, como la escuela bsica y la capilla del sector, donde los rasgos caractersticos de las construcciones coloniales siguen intactos. A un costado de la capilla se encuentra un bello chalet, en donde hace algunos aos por casualidad se descubri una construccin subterrnea con tneles de piedra que daban a un mismo lugar. Esta misteriosa construccin se presume que fue construida por jesuitas que huan de la persecucin de la que eran objeto en los tiempos de la Colonia.
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Otro tema que es preciso destacar son los mitos que existen en este sector, donde la gente cuenta diversas historias que antiguamente posiblemente sucedieron, como una mina abandonada en el cerro del lugar. La leyenda dice que quien se interne en ella y llegue al final, ver cosas que lo dejarn en un estado de absoluta demencia. Este sector de la comuna no est integrado en la Ruta Patrimonial Camino Real del Centro del Corregimiento de Colchagua, como es el caso de las localidades vistas anteriormente, pero San Jos de Marchige es uno de los lugares ms atractivos en materia histrica, turstica y folklrica, puesto que cuenta con diversas alternativas de entretenimiento e historia que vale la pena conocer.
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CAPTULO V
LEYENDAS Y MITOS POPULARES DE PICHIDEGUA
Algunas de las tantas historias que nuestros abuelos nos contaron y que hasta el da de hoy permanecen entre nosotros
a Real Academia de la Lengua Espaola (RAE) define la palabra leyenda como una relacin de sucesos que tienen ms de tradicionales o maravillosos que de histricos o verdaderos. Por lo general, las leyendas se originan a partir de hechos histricamente verdicos que son mezclados con la ficcin. Sin embargo, las leyendas se diferencian de la historia en el nfasis de la narracin y en su finalidad, que siempre es de tipo didctico, dejando una enseanza de vida. En otros casos es de tipo nacionalista, en donde se busca dar valor a un pueblo en situaciones en donde se necesita seguridad o coraje. Por otra parte, el mito corresponde a una narracin maravillosa situada fuera del tiempo histrico y protagonizada por personajes de carcter divino o heroico. Los mitos con frecuencia interpretan el origen del mundo o grandes acontecimientos de la humanidad. Este tipo de narraciones tienen un origen ms complejo, en donde se describen sucesos y retratan mediante un lenguaje ms simblico el origen del mundo por ejemplo, o la creacin de los seres humanos o algunas costumbres. Pichidegua, debido a que es una comuna arraigada en el campo, posee una gran cantidad de leyendas y mitos populares que son propias de una comuna campesina. Antiguamente sucedan hechos extraos que no era posible comprobar o inexplicables, por lo que la gente les atribua la condicin de paranormal.
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Tambin existan relatos que al pasar de boca en boca la gente les iba agregando de su propia cosecha. De esta manera nacieron las leyendas y mitos populares de Pichidegua que, sean ciertos o no, son parte de la idiosincrasia e identidad de nuestra comuna. Muchos de los habitantes de Pichidegua han escuchado las leyendas y mitos de la comuna por sus abuelos, familiares de ms edad o por conocidos que, a su vez, las escucharon de gente mayor a ellos. De este modo, los relatos populares han pasado de generacin en generacin, hasta nuestros das, transformndose tambin en parte importante del patrimonio cultural de Pichidegua. A continuacin, una recoleccin de algunas de las leyendas que han logrado sobrevivir al inevitable paso del tiempo. LA TULITA Hace muchos aos, vivan en los alrededores de la Escuela Bsica una familia de apellido Lucero. Se dice que el padre de la familia hizo un pacto con el diablo y para pagar su deuda ofreci a su hija Cstula, conocida tambin como La Tulita. El padre, para evitar que el diablo lo atormentara, mandaba a su hija a la medianoche a cerrar los portones en los terrenos que daban a la calle Santa Mara, que en esos tiempos eran solo potreros. La Tulita era una nia muy catlica y se haca acompaar de un rosario con el que rezaba mientras cruzaba los potreros. Como el diablo no se poda acercar a ella, se converta en un pequeo duende que trataba de convencerla de que se desprendiera del rosario. Pero La Tulita no estaba sola, puesto que Dios tambin la protega. De esta manera el bien y el mal luchaban por La Tulita, ambos convertidos en duendes.
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Al morir su padre, La Tulita qued sola y el diablo dej de acosarla, pero continuaron protegindola los duendes buenos y se dice que la acompaaron hasta el da de su muerte. LA MINA DEL ZANCUDITO Esta leyenda trata sobre un ermitao que viva en una cueva en el cerro, donde pas toda su vida. De vez en cuando este ermitao bajaba al pueblo en busca de alimento, los que cambiaba en forma de trueque por carbn que l mismo fabricaba. Su aspecto era temeroso, vestido de negro, muy delgado y caminaba como dando saltitos. Por eso la gente lo bautiz como zancudito. Cuentan las personas mayores que en las fras noches de invierno, hace mucho tiempo y durante muchos aos despus de su muerte, se le vea pasar con su saco al hombro y slo el aullar de los perros indicaba que era su nima la que rondaba por las calles del pueblo. LA LLORONA La llorona es una mujer que segn dicen llora la prdida de su hijo y recorre las poblaciones de la comuna como alma en pena. Muchas personas aseguran haberla escuchado, pero nadie se atreve a mirarla, puesto que se dice que por sus ojos brotan lgrimas de fuego. Se dice tambin que algunas personas hace mucho tiempo la vieron y siguieron hasta cierta altura del cerro, pero les fue imposible alcanzarla ya que su presencia se desvaneca hasta desaparecer por completo. Tambin existe
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el mito que La Llorona viva en la casa de piedra ubicada en el cerro que est sobre el Estadio Municipal. Lo nico que La Llorona quiere es descansar en paz y nadie hasta el momento se ha atrevido a desterrarla para darle una cristiana sepultura. LOS HERMANOS CODICIOSOS Aos atrs frente a la Villa Santa Teresa viva una familia constituida por el padre, la madre y tres hijos de 15, 20 y 23 aos de edad. Dos de los hermanos eran muy tranquilos, pero el mayor era excesivamente codicioso. Un da, los dos hermanos mayores conversaban en el patio de su casa planeando ir al cerro en busca de oro. Despus de la conversacin encontraron el lugar exacto para comenzar a excavar una mina. Empezaron a buscar oro y al poco tiempo lo encontraron. Trabajaban en la mina y les iba muy bien, hasta que un da el hermano ms codicioso no se conform con su parte del oro y empez a reclamarle a su hermano. Despus de una fuerte discusin, comenzaron una pelea a golpes y poco a poco se fueron introduciendo dentro de la mina. La sangre que comenz a brotar de las heridas que se producan por esta pelea fue tan abundante que corri hasta afueras de la mina y desde entonces no hubo ms oro y la mina se convirti en una vertiente hasta hoy. Los que encuentran esta mina dicen que siempre se ven en la vertiente dos peces de color rojo y lo ms extrao es que en ellos se reflejan las siluetas de los hermanos muertos.
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LOS DUENDES EN EL BOSQUE Cuenta la leyenda que un da dos amigos salieron a caballo y fueron a visitar a un familiar, donde conversaron y se tomaron unos tragos. Cuando decidieron regresar, muy avanzada la noche, por el camino frente a un bosque sintieron llorar un nio. Los dos amigos saban que eso suceda en aquel lugar, as que siguieron caminando sin mirar atrs, pero de pronto entre los rboles del bosque aparecieron dos duendes blancos con cuatro velas encendidas, los cuales les extendan los brazos. Los pobres queran arrancar, pero estaban como clavados en el suelo. Los duendes comenzaron a cantar acercndose cada vez ms y tanto fue el miedo que vieron la posibilidad de esconderse, pero para su asombro se vieron rodeados de muros y la nica posibilidad era caminar hacia adelante, por lo que los amigos temerosos por la experiencia vivida continuaron caminando hasta que amaneci y todo volvi a la normalidad. Se dice que las personas que encuentran ese misterioso bosque en su camino vuelven a vivir la misma experiencia de estos dos amigos. LOS TRES DUENDES DE LA TORINA Hace mucho tiempo atrs era muy comn que en la localidad de La Torina aparecieran duendes. Cuentan las personas que eran tres los duendes y solo asustaban a la gente que transitaba a altas horas de la noche. Cuando este sector comenz a poblarse, los duendes dejaron de aparecer, pero los vecinos aseguran que se trasladaron a los cerros de la Cuesta el lamo, donde se les ha visto feliz jugando entre los matorrales.
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LA NOVIA Y EL ANILLO DE ORO Esta historia trata sobre una pareja de novios. A pocos das de la boda el novio le regal a su prometida un hermoso anillo de oro y diamantes como prueba de su profundo amor. Lamentablemente un da antes de la boda, la joven falleci dejando al novio sumido en un inmenso dolor. El novio pidi a la familia de la joven que sepultaran a su prometida vestida de novia y con el anillo que l le regalo. De esto se enteraron unos ladrones que esperaron pacientemente que la sepultaran y cuando todos ya se haban ido comenzaron su espeluznante delito, destaparon el atad y trataron de sacarle el anillo. Al no lograr su objetivo decidieron cortarle el dedo a la novia para as apoderarse de tan preciada argolla y luego con mucha calma dejaron todo en su lugar. Pasaron los das y una noche de densa neblina los ladrones se encontraban celebrando su espantoso hurto, cuando de pronto tocan la puerta. Uno de los ladrones acudi al llamado mientras los otros se preguntaban entre ellos quien ser a esa hora. El ladrn al abrir la puerta se encontr con una extraa viejecita vestida toda de negro, la hicieron pasar y que se sentara junto al bracero. Mientras los ladrones conversaban uno se dio cuenta que a la viejecita le faltaba un dedo, el hombre nervioso le pregunto que le haba sucedido, a lo cual la anciana respondi: Yo estaba descansando cuando unos hombres me cortaron mi dedo. Los ladrones comprendieron lo que estaba sucediendo y quedaron petrificados. La viejecita en tanto se levant y camin hacia la puerta, donde
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se transform en la novia y mir fijamente a los hombres. Despus de eso desapareci. LA CARROZA NEGRA Este mito tiene como lugar la poblacin Santa Teresa hace muchsimos aos atrs, cuando las calles eran de tierra y no haba luz elctrica. El canto de los gallos anunciaba la media noche y todas las personas que estaban en sus hogares oan caballos bajar a todo galope desde el cerro. Los caballos arrastraban una carroza negra dirigida por un jinete vestido de negro, cubierto en su cabeza con una gran capucha y que solo le brillaban sus dientes que parecan de oro. Al pasar la carroza cuyas ruedas tambin eran de oro levantaba mucho polvo y se escuchaba como el jinete golpeaba a los caballos, quienes llegaban hasta la esquina de la calle Condell con Arturo Prat y de ah emprendan la carrera hasta el cerro otra vez, dejando a su paso una cortina de humo, polvo y fuego que sala de las patas de los caballos. Todos saban que ese extrao jinete era el diablo, pero nadie deca nada, solo se preocupaban de proteger sus casas con crucifijos fabricados de parqu y amarrados con lana roja, los que ponan detrs de puertas y ventanas para protegerse de este ser maligno. LOS PJAROS BRUJOS En Pataguas Cerro, cuenta la leyenda que una seora se encontraba lavando ropa y se le hizo muy tarde. Cuando estaba tendiendo la ropa sinti pasar unos pjaros, pero ella no le dio mucha importancia. Luego los pjaros volvieron a pasar hasta que por curiosidad la seora mir al cielo y uno de los pjaros le arroj algo a la seora en sus ojos.
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Con el tiempo a la seora le aparecieron tumores en sus ojos, por lo que la operaron, pero le volvan a aparecer y al cabo de unos aos falleci. Las personas que rodeaban a la seora callaron por temor, pero todos estaban de acuerdo en que solo los pjaros brujos le pudieron hacer ese mal, ya que ella vio quienes eran. EL HACHA ENSANGRENTADA Hace mucho tiempo atrs, una seora ya de edad iba caminando sola por la calle que daba al antiguo matadero, hoy poblacin Bernardo OHiggins. Estaba muy oscuro, cuando de pronto escuch como si alguien estuviera con un hacha partiendo algo. Ella no le dio mucha importancia, ya que en ese lugar viva una familia y podran estar partiendo lea, pero los ruidos eran cada vez ms cerca y fuertes. La seora se asust mucho y comenz a caminar ms rpido, sintiendo que algo la segua y sin atreverse a mirar hacia atrs. Iba ya en la mitad del camino cuando de pronto cesaron los golpes y al cabo de un lapso sinti que alguien toc sus ropas. Eran unas manos pequeas, arrugadas, muy feas y llenas de sangre. La seora empez a correr asustada y repentinamente se le ocurri mirar hacia atrs, viendo a unas personas pequeas con hachas en sus manos de las cuales brotaba sangre. Corri an ms rpido hasta llegar a un poste de alumbrado, volvi a mirar hacia atrs y no haba nada. Al poco caminar se top con unos conocidos a los que asustada les cont lo sucedido, quienes no le creyeron mucho. Los conocidos de la seora siguieron caminando, cuando de pronto en el medio del camino vieron un hacha pequea empapada en sangre, asustndose mucho por lo que estaban viendo siguieron caminando cabeza agacha, pero esta vez nada sucedi.
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EL DIABLO Y EL TEJO Hace muchos aos atrs, en Pichidegua haba distinguidas personas que les gustaba jugar al tejo con el diablo porque cuando jugaban siempre el diablo perda, hasta que un da se enoj muchsimo y dio un tremendo salto dejando una gigantesca huella en el suelo. El cura de ese tiempo se dio cuenta de lo sucedido y llev una cruz de palo al lugar donde jugaban para espantar al maligno. El diablo, quien observaba discretamente, esper que el cura se fuera y mand a su pequeo Satn a quemar la cruz y as lo hizo, por lo que el diablo qued muy contento y sigui saltando de un lugar a otro aterrorizando a las personas del lugar. El cura entonces mand a fabricar una cruz especial de fierro para que el diablo no pudiera removerla. Cuando este se dio cuenta mand a uno de sus discpulos a sacarla, pero pas el tiempo y el discpulo no volvi. Al notar que su discpulo no llegaba, el diablo se preocup y fue a ver qu pasaba, cuando llego al lugar vio a su discpulo muerto y solo se encontraba su esqueleto tirado. El diablo se agach y al tocarlo sinti un fuerte e intenso dolor en sus manos, dando un fuerte alarido. Despus de eso termin yndose de all para siempre.
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CONCLUSIONES
a terminando este libro, podemos darnos cuenta de que Pichidegua es una comuna con una rica historia que no todos conocen. Es lamentable que existan pocos textos histricos sobre nuestra comuna, ya que podran desaparecer con el tiempo datos de importancia es probable que ya hayan desaparecido y con ello nuestra identidad y races. Este e-book lo adapt precisamente para terminar con esta escasez de informacin. Descrguelo, imprmalo, lalo y difndalo, es por el bien de nuestra comuna. Debo reconocer que ha sido una grata sorpresa realizar este proyecto, pues conoc la importancia que tuvo esta comuna, siendo un lugar de inters desde los primeros espaoles en Chile. Desconoca que don Pedro de Valdivia entreg encomiendas de indios de Pichidegua a sus colaboradores ms cercanos, no saba de la importancia de las haciendas de Pichidegua en su poca, entre muchas otras cosas. Tambin, es destacable haber conocido el porqu la comuna se encuentra desmejorada en relacin a San Vicente de Tagua-Tagua en cuanto al desarrollo, por ejemplo. La exclusin del trazado de Ferrocarriles del Estado signific que Pichidegua quedara apartada del avance de aquella poca. El ro se transform en el principal obstculo para el progreso, se llev algunas vidas consigo por tratar de cruzarlo, pero con la construccin del puente de Codao nuestra comuna volvi al mundo actual para recuperar el tiempo perdido.
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CONCLUSIONES
Sin embargo, el ro Cachapoal ha estado desde siempre ligado a nuestra comuna. Primero como lmite geogrfico y como el principal y ms importante aliado de los agricultores. El valle del Cachapoal es considerado como uno de los ms frtiles para el cultivo en el pas. En relacin al contenido del libro, falt mucho ms informacin sobre Pichidegua. Personajes importantes como don Enrique Serrano Viale de Rigo, quien fue senador de la repblica. Lugares como El Salto, El Toco, Pataguas, entre otros, de seguro cuentan con lugares de inters histrico y cultural. Es por esto que invito a quien cuente con informacin que este e-book no contenga a compartirla para que, de ser posible, actualizar este trabajo. La historia de nuestra comuna nos pertenece a todos y es nuestro deber perpetuarla. Hago al pasar un respetuoso homenaje a quienes han estado interesados en nuestra comuna a lo largo de su historia, como don Benito Ibarra Alvarado y don Ismael Pereira Lyon, quienes escribieron textos de gran calidad e increble valor para la comuna. Tambin tuve en mi poder manuscritos de doa Mara Yolanda Trujillo Vera, y aunque eran unas pocas pginas, vale la pena el esfuerzo y pasin de sus lneas. Finalmente, no pretendo cuestionar mediante este trabajo la labor del municipio en cuanto a la preservacin de la historia y cultura de la comuna. Creo y veo que existe un inters de parte de la municipalidad en esta materia, pero tambin creo que se podra hacer mucho ms. Una comuna se valora ms cuando se ve que hay un cuidado por ella y el turismo se puede transformar en una importante herramienta de desarrollo, pues genera recursos para artesanos locales, empresarios, el municipio, etc. Es algo que se debiera ser considerado y profundizado por las autoridades locales. Espero hayan disfrutado este trabajo.
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BIBLIOGRAFA
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