Formador de Formadores Curso
Formador de Formadores Curso
Formador de Formadores Curso
Introducción
En la actualidad, debido a los cambios profundos en los que vivimos inmersos y que se
producen cada vez a una mayor velocidad, es necesario tener la mejor preparación
posible en el ámbito académico y profesional, para poder desarrollarnos laboralmente
con éxito.
El/La alumno/a estará capacitado para desarrollar programas y/o acciones formativas
que podrá impartir en función de las necesidades detectadas y los conocimientos o
habilidades que posea.
Esto no quiere decir que su calidad sea menor, simplemente, que no se obtiene un
título con validez oficial.
Este tipo de formación es más variada y se utiliza para ampliar, perfeccionar, o iniciarse
en determinadas áreas de conocimiento pudiendo ser impartidas por empresas creadas
a tal efecto, por universidades, colegios profesionales, etc... Teniendo en muchos casos
gran valor profesional.
A) Competencias técnicas:
Actualización de conocimientos y formación continua.
B) Competencias didácticas:
Identificar posibles problemas y darles solución mediante la interacción con el
alumnado.
C) Competencias sociales:
Tolerancia, flexibilidad, trabajo en equipo.
1) DIAGNÓSTICO DE NECESIDADES:
Una vez el formador se dispone a dar una capacitación, lo primero que debe hacer es
un diagnóstico preliminar de necesidades, es decir un análisis de la materia a impartir y
del grupo al que va a dirigir sus explicaciones y enseñanzas.
En función del nivel que tiene el grupo al que nos vamos a dirigir vamos a enfocar la
enseñanza, es decir, si vamos a impartir una formación sobre cooperación al desarrollo,
no podremos dar el mismo temario a un grupo que no tiene conocimientos previos
que a un grupo formado por expertos trabajadores en ese ámbito y que necesita una
formación mucho más técnica y orientada hacia ciertas necesidades específicas.
Por tanto, debemos conocer las características que presenta el grupo al que nos vamos
a dirigir, pero no solo las características o necesidades educativas, sino las
características que presentan como individuos y cómo funcionan como grupo.
En este primer paso es fundamental que tengamos muy claro hacia donde queremos
orientar nuestras enseñanzas, qué pretendemos transmitir, a qué tipo de alumnado
vamos a dirigirnos y cómo lo vamos a hacer.
Por planificación entendemos el diseño del currículum, diseño que podemos elaborar
haciéndonos las siguientes preguntas:
Una vez que hemos realizado el análisis inicial, debemos diseñar una estrategia de
enseñanza-aprendizaje, entendiendo por enseñanza-aprendizaje las estrategias
conscientes que usa el formador para conseguir que su alumnado adquiera
determinados conocimientos y las estrategias conscientes que utiliza el alumnado para
adquirir el conocimiento que se le está presentando (a este proceso se dedica un
apartado posteriormente).
Es por esto, que adquiere especial importancia el diseño y elaboración del material
didáctico que vayamos a utilizar.
El Formador (Funciones) - 3 Diseño y
Elaboración de material didáctico
Este material debe ser motivador, estar relacionado con el tema a tratar, fomentar la
participación del alumnado y su autonomía, así como conducir al conocimiento
pretendido.
Por un lado 1) el material que vamos a presentar al alumnado, y por otro 2) el material
que vamos a utilizar durante las explicaciones.
Este material puede contener al final de cada capítulo o de cada lección un resumen de
lo contenido, así como ejercicios de auto evaluación para que el alumno pueda ver en
todo momento como progresa en su aprendizaje, y para que también le sirva de "guía"
sobre los aspectos más destacados y/o a tener en cuenta del capítulo o lección.
Es por ello que se recomienda el uso de animaciones gráficas, power points, vídeos,
etc...
Su diseño debe estar orientado al nivel del alumnado, así como a los puntos básicos y
fundamentales que queramos transmitir.
Debe estar presentado de una manera clara, sin excesivos adornos y lo más
simplificadamente posible.
Buscar
En primer lugar lo que debemos hacer es informar al alumnado de los objetivos marcados, cómo
los pretendemos conseguirlos y la forma de evaluar finalmente el grado de consecución de los
objetivos por el alumnado.
Seguidamente debemos informar al alumnado sobre los contenidos a tratar y dar las
indicaciones básicas para poder acceder a una información complementaria de lo que vayamos a
impartir.
También debemos explicar unas normas básicas de comportamiento y actuación en el aula, éstas
pueden ser rígidas o flexibles, pero siempre deben cumplirse.
El/La formador/a debe tener siempre una actitud abierta y dialogante, debe saber comunicar y
transmitir, así como motivar.
Casi tan importante como el contenido del curso es que el/la formador/a sepa
transmitir los conocimientos al alumnado y especialmente que los sepa relacionar con
conocimientos previos de éstos.
Tenemos que fomentar la participación activa en clase, ya sea entre el/la alumno/a y
el/la formador/a, o entre los/as propios/as alumnos/as individualmente o en grupo; así
como gestionar los posibles errores que cometa el alumnado para promover nuevos
aprendizajes.
El proceso de aprendizaje es un proceso que debe ser dirigido y controlado por el/la
formador/a, no se debe dejar nada a la improvisación, debe estar planificado
totalmente, puesto que es el único camino a seguir para que el alumnado pueda
adquirir los conocimientos que pretendemos.
La evaluación a la que someter al alumnado puede ser de tipos muy distintos (inicial,
continua, final, mixta, sumativa, auto evaluación…), pero lo que si debemos tener muy
en cuenta es la conveniencia o no de usar un determinado tipo de evaluación para un
grupo u otro de alumnos/as, puesto que esto también influirá en su aprendizaje.
Algunas de las cualidades citadas parecen evidentes, pero no por ello dejaremos de
comentarlas.
A) Conocimientos:
Evidentemente hay que dominar la materia que vamos a impartir, debemos estar
familiarizados con todo lo que pretendemos enseñar.
No es que debamos saberlo todo, eso no es posible a veces, y no pasa nada si a una
pregunta de algún/a alumno/a no sabemos qué responder; simplemente con decir que
no lo sabemos y buscar esa información para el siguiente día es suficiente, lo que no
debemos hacer nunca es inventarnos una respuesta o dar una respuesta vaga que cree
confusión o que no se ciña a la realidad.
Conocimientos didácticos:
Es fundamental tener conocimientos sobre didáctica si nos vamos a dedicar a la
formación, pues debemos realizar esta tarea de la mejor forma posible, sacando el
máximo provecho a los materiales y al alumnado; y esto sólo se consigue con una
preparación previa en este apartado.
Imprescindible el saber expresarse y el hacerse entender frente al alumnado, también hay que
tener rapidez mental para poder expresar una idea de varias formas distintas con el fin de lograr
un correcto entendimiento por parte del alumnado.
Se debe tener facilidad para expresar ideas de una manera sencilla, clara y precisa.
La tarea de formador/a no solo consiste en formular unas ideas y hacerlas entendibles, también
se debe escuchar al alumnado y tener en consideración sus opiniones, ideas, valoraciones y
necesidades.
Si escuchamos atentamente lo que el alumnado nos expresa, la tarea formadora será mucho más
eficaz y eficiente.
Debemos ser capaces de lograr el nivel de atención suficiente por parte del alumnado, así como
crear interés por el tema tratado.
Dentro de esta habilidad, el/la formador/a debe ser capaz de utilizar estímulos y saber variarlos
en función de las necesidades detectadas, ya sea mediante cambio de actividades, haciendo
movimientos o favoreciendo interacciones.
Gestos faciales, gestos corporales, expresiones con las manos, usos del silencio, etc… son
fundamentales dentro del “savoir faire” del/ de la formador/a.
No debemos olvidar que el alumnado está compuesto por personas con sus
características individuales y particulares, y por lo tanto debemos tratar de poner en
práctica estas cualidades citadas para beneficio del grupo, pero también para el
beneficio individual del alumno/a.
Auto control:
Debemos tener control sobre nuestras emociones y estados de ánimo que puedan
surgir en el aula.
No debemos dejarnos llevar por la euforia, ni tampoco por el desánimo; así como
debemos controlar nuestras emociones frente a la actitud del alumnado, ya sea positiva
o negativa, impidiendo que nuestra actuación frente a éste se vea condicionada.
Algunas veces el alumnado nos hará saber que no está de acuerdo con nuestros
métodos de enseñanza, es importante admitir esa divergencia de opiniones y saber
asumirlas y adquirirlas como propias, de manera que podamos analizarlas y aprender
de los posibles errores cometidos, para mejorar en nuestro desempeño futuro.
Hay que ser lo suficientemente fuerte y maduro como para no vernos afectados por las
circunstancias propias de un aula.
No nos pueden afectar los gestos que veamos en el alumnado, comentarios que
oigamos o actitudes que percibamos; debemos estar por encima de todo ello y tener la
suficiente personalidad como para que no nos afecte y seguir con nuestro desempeño.
El Formador - Relación con el alumnado
Adquiere gran importancia por tanto, las representaciones mutuas que se pueden dar
en el aula en los primeros días de clase, así como el concepto que tengamos de
nosotros mismos (positivo o negativo), nuestro comportamiento y actitud frente a este
nuevo reto formativo.
De estas primeras impresiones puede que dependa el éxito o el fracaso de esta relación
entre formador/a y alumnado.
Para ello deberemos tener un cierto grado de apertura; una apertura que no se
traducirá en contar intimidades, pero si en exponer experiencias, fracasos, éxitos y
anécdotas personales que tengan relación con lo que se esté dando en ese momento
en clase.
Esta actitud acorta la distancia entre ambos protagonistas y pone los pilares para una
relación cordial y basada en el respeto mutuo.
Según sea su actitud en dicho proceso podremos calificar el estilo docente que le
caracteriza.
En este apartado vamos a señalar tres estilos docentes, viendo sus características
principales, sus ventajas e inconvenientes; si bien, las características que se presentan
en unos no excluyen a las características que se presentan en otros, no existiendo por
tanto estilos "cerrados", siendo todos los estilos complementarios unos de otros en
determinadas circunstancias.
Lo ideal es saber movernos por los estilos en función de las necesidades detectadas y
del tipo de información que queramos transmitir.
Autoritario
Se caracteriza por tomar sólo las decisiones, sin tener en cuenta la opinión del grupo.
Asigna a cada persona del grupo las tareas que debe realizar, organizando y
distribuyendo en función de criterios propios las mismas.
o forma parte de las actividades que se realizan en el aula, permanece distante, dirige
sin participar y suele evaluar de forma individual.
Ventajas:
Debido a su autoritarismo y estructuración cerrada suele conseguir una mayor
dedicación del alumnado en clase, evitando dudas e interacción formador/a-alumno/a.
Es el estilo ideal para los/as alumnos/as sumisos/as; pues todo el trabajo está dirigido y
no tienen que tomar decisiones por sí solos.
Inconvenientes:
Ventajas:
Inconvenientes:
Esto favorece la participación del alumnado, que se implica de una manera activa en las
actividades de clase.
Ventajas:
Inconvenientes:
Este estilo de enseñanza requiere su tiempo en el aula, por lo que el desarrollo de las
clases será más lento y las tareas se realizarán de una manera más lenta.
El Forma
EL formador - Estilos Docentes - Cuadro resumen
ESTILO CARACTERÍSTICAS VENTAJAS INCONVENIENTES
AUTORITARIO No tiene en cuenta la opinión del grupo. Programa, clases y metodología estructurada. No desarrolla la autosuficiencia en el
aprendizaje por parte del alumnado.
Excesiva participación del/de la Buenos resultados.
formador/a. Desmotivación del alumnado más
Proceso dirigido en todo momento, por lo que se participativo, activo y/o autónomo.
Muy rígido. debería conseguir el objetivo propuesto.
Excesivo control del proceso de
Ideal para el alumnado poco participativo. enseñanza-aprendizaje
LAISSEZ-FAIRE Escasa participación por parte del/de la Lúdico. Tensión entre el alumnado más activo
formador/a. por dirigir el proceso.
Desarrolla la autonomía del alumnado en el proceso
Excesivo protagonismo del alumnado. de aprendizaje. Desmotivación del alumnado poco
activo.
Motivación del alumnado más autónomo y activo.
DEMOCRÁTICO Moderada relación entre la participación La participación y el protagonismo de los actores Lento, requiere de más tiempo debido a
del profesorado y del alumnado. (formador/a y alumnado) es el correcto, en su justa la interacción de los actores.
medida y en los momentos oportunos.
El/La formador/a pone límites y su
autoridad permanece intacta. El/Las formador/a fundamenta el porqué de sus
decisiones, normas, etc…
El Formador - Acciones tutoriales
Por lo general siempre hemos tendido a pensar que la acción tutorial es
simplemente una relación voluntaria entre el/la formador/a y el/la alumno/a
para tratar asuntos relativos al estudio y al aprendizaje.
Según Ángel Segovia Largo y Xoán Emilio Fresco Calvo en “La acción
tutorial en el marco docente”, Seminario Galego de Educación para a paz,
2000; una acción tutorial es:
Individual:
Lo ideal es disponer de un tiempo a parte del estipulado para las clases, disponiendo
para ello de horarios flexibles y amplios, de manera que todo/a alumno/a que desee
acudir a la tutoría pueda hacerlo.
“(…). Motivar, estimular y orientar al alumno para que realice sus tareas a partir de su
realidad personal.
Atender al alumno en aquellos problemas personales que puedan tener incidencia en la
marcha de sus estudios.
Aclarar dudas de tipo académico.
Informar y orientar al alumno con vistas a su promoción académica, profesional y
humana. (…)”
Grupal:
Las tutorías grupales también deben tener un horario flexible, si bien se pueden
programar dentro del horario lectivo.
Telemática:
Telefónica:
Antes de empezar la formación el docente debe explicar los objetivos que se pretenden
conseguir, así como realizar un cronograma de la exposición.
Una vez que se acabe la exposición se debe hacer una recapitulación de los principales
puntos tratados en la misma, de manera que se favorezca la asimilación por parte del
alumnado, además de abrir un turno de preguntas para comprobar si el feedback ha
sido el adecuado.
Tiene 4 fases:
3) Realización por parte del formador/a de la tarea anteriormente descrita, esta vez de una
manera práctica y visual, de manera que todo el alumnado pueda observar con detalle cada paso
realizado.
4) El alumnado toma protagonismo en este punto, pues tendrá que repetir la tarea que el/la
formador/a realizó con anterioridad.
Este método es muy útil para motivar al alumnado, hacerle que tome un papel protagonista en
su proceso de aprendizaje y para que se establezca un vínculo entre docente y alumnos/as.
Hay que ser muy cuidadoso a la hora de utilizar este método, pues el docente se puede encontrar
con que el alumnado no está preparado para una sesión de este tipo.
Por supuesto, el docente debe dominar la materia que va a impartir mediante este método, pues
en caso de que aparezca algún contratiempo deberá solucionarlo sobre la marcha, ya que en
caso contrario crearía dudas e incertidumbre sobre los/as alumnos/as.
Este método es muy útil para ayudar al alumnado a que organice sus conocimientos.
Si sabemos que el/la alumno/a tiene unos conocimientos sobre lo que hemos
impartido o vamos a impartir pero estos conocimientos están desorganizados,
mediante este método podemos ayudarle a que los clasifique y estructure.
El/La formador/a se comunicará con el/la alumno/a mediante preguntas que están preparadas con anterioridad o que se improvisan sobre la
marcha en función de los cauces por los que transcurra la conversación.
Al formular las preguntas debemos ser claros, concisos y formularlas de la manera más sencilla posible, siempre adaptándonos al nivel del
alumnado.
Debemos intentar que participen todos/as los/as alumnos/as de manera voluntaria, evitando en la medida de lo posible las preguntas
individuales.
Actualización Docente
Según el "INFORME DEL CONSEJO “EDUCACIÓN” AL CONSEJO EUROPEO SOBRE LOS
FUTUROS OBJETIVOS PRECISOS DE LOS SISTEMAS DE EDUCACIÓN Y FORMACIÓN" en
su apartado 2.1.1 “Mejorar la educación y la formación de los profesores y formadores”:
(…).
Leer más...
Los profesores y los formadores desempeñan un importante papel para motivar a los
alumnos y conseguir que tengan éxito. En nuestros días, la formación orientada al
futuro resulta esencial; la mayoría de los profesores obtuvieron sus titulaciones hace
veinticinco años o más, y la mejora de sus capacidades, en algunos casos, no ha
seguido el ritmo de los cambios. Asimismo, el papel de los profesores ha cambiado:
siguen impartiendo conocimientos, pero hoy día también desempeñan la función de
tutores que orientan a cada alumno en su camino individual hacia el conocimiento. La
formación debería hacer capaces a los profesores y los formadores de motivar a sus
alumnos no sólo para que adquieran los conocimientos teóricos y las capacidades
profesionales que necesitan, sino también para que se hagan responsables de su
propio aprendizaje, de manera que lleguen a poseer las competencias exigidas hoy en
día en la sociedad y el mundo laboral. (…)
En los tiempos que corren, no solo en el campo formativo como docente, sino en todos
los campos laborales, es fundamental conocer las últimas novedades y estar al día de
todas las actualizaciones que se produzcan.
Es por esto, que el/la formador/a debe actualizar también sus conocimientos, para
poder competir laboralmente en su campo y para poder ejercer su profesión de una
manera óptima.
1) Aprendizaje autónomo:
2) Cursos formativos:
Teoría de la comunicación y proceso de
enseñanza-aprendizaje - ¿Cómo aprendemos?
Se han realizado múltiples estudios sobre el funcionamiento del cerebro, la forma de
procesar la información y como la asimilamos, etc... Llegándose a diferentes
conclusiones, siendo la principal, que no existe una edad tope para aprender, si bien,
en función de los estímulos que utilicemos a la hora de enseñar, el éxito que tendremos
será mayor o menor.
En función de esto, hay numerosas teorías del aprendizaje que tratando de manera
resumida las más destacadas.
Condicionamiento Clásico
Mediante la repetición del siguiente esquema:
Estímulo-Respuesta
Estímulo-Respuesta-Refuerzo.
Iván Pavlov fue un Premio Nobel de fisiología y medicina que formuló la Ley del
Reflejo Condicionado (1890-1900).
Pavlov observó que los perros salivaban al ponerles la comida en la boca, incluso
cuando la veían o la olían, es más, salivaban ante la simple presencia de las personas
que se encargaban de alimentarles.
A partir de esta experiencia determinó que esta salivación podía ser el resultado de una
actividad psicológica, más que una actividad natural.
Haría sonar un metrónomo antes de dar la comida a los perros, observando como a los
pocos ensayos los perros comenzaban a salivar nada más sonar el metrónomo; es decir,
los perros habían sido condicionados de manera que ante un determinado estímulo,
respondía de una manera que antes no lo hacía.
Conductismo
En esta línea experimentó también Watson, quien quiso aplicar los principios del
condicionamiento clásico de Pavlov a la reacción de un niño hacia una rata blanca.
Este consistía en presentar al niño un objeto de color blanco a la vez que se golpeaba
una barra metálica con un martillo tras su cabeza, produciendo un enorme ruido.
Tras varias repeticiones, el niño lloró ante la presencia de una rata, generalizando esta
reacción frente a otros estímulos similares: perro, lana y abrigo de piel.
El examen no pudo concluirse debido a que se separó a Albert del experimento antes
de la fase de descondicionamiento, lo que abrió un debate sobre la moralidad o no del
uso de niños en los experimentos.
VIDEO
https://youtu.be/IteGZg2fWuY
Por tanto, son los refuerzos que recibimos los que condicionan nuestro
comportamiento.
Vídeo resumen apartados 1,2 y
3: https://youtu.be/eGa1NaUFbaMPor
imitación/observación
Uno de los máximos estudiosos del aprendizaje por imitación u observación es el
psicólogo canadiense Albert Bandura.
1) Adquisición:
2) Retención:
3) Ejecución:
4) Consecuencias:
Todo esto es el fruto de un experimento que el mismo Bandura realizó con niños/as a
los que les mostraba un vídeo de un adulto golpeando un muñeco hinchable.
También introdujeron a niños/as que no habían visto el vídeo en el mismo cuarto que a
los anteriores, en este caso no reaccionaban de manera violenta con el muñeco, sino
que jugaban con él.
Hay que ser muy cuidadoso, pues pueden provocar una enorme resistencia por parte
del alumnado en el caso de no saber dirigirlas.
Conocer cuál es la formación previa del alumnado, así como sus intereses
y motivaciones para la realización de la formación/capacitación.
En el adulto
Grupo heterogéneo en edad, intereses, ocupación, experiencias
Status de adulto: trabaja, estudia, etc…
Intereses adultos: ocupación, bienestar, ascenso, familia
Motivación espontánea
Objetivos claros y concretos
No puede fracasar ni perder el tiempo
Mucha preocupación por los resultados.
Inseguridad, susceptibilidad ante las críticas
Exigido por el medio social y laboral.
Responsabilidad, sentimiento de culpa
Resistencia al cambio
Ritmo más lento, razonamiento pausado y relacionante
Personalidad desarrollada, posesión de hábitos, valoraciones y actitudes
establecidos.
Menor capacidad de memorización. Tendencia a relacionar y hallar aplicaciones
concretas
Busca consecuencias prácticas, reales de lo que está aprendiendo
Pregunta para entender mejor
Integra lo nuevo al conjunto de sus adquisiciones anteriores
Atención más concentrada, a veces con esfuerzo: Dedicación a la tarea
Mayor campo de experiencias
Adaptación social y laboral
Menos capacidad de esfuerzo intelectual prolongado
Buen comportamiento
Enseñar a aprender
El/La formador/a no solo transfiere conocimientos, es decir, no solo enseña al alumno,
sino que también debe enseñarle a aprender, a hacer más eficaz y eficiente su proceso
de aprendizaje.
Por todo esto, debemos conocer los estilos de aprendizaje que existen (y ser capaz de
averiguar en cuál de estos estilos nos encontramos nosotros mismos y nuestro
alumnado), las estrategias de aprendizaje y los factores que intervienen en todo
proceso de enseñanza-aprendizaje.
Ser capaz de detectar sus necesidades formativas por sí mismos, de una manera
autónoma e independiente.
Recopilar y registrar la información que le están transmitiendo de una manera
eficiente, eficaz, clara y sencilla, siempre de la manera más completa posible,
especialmente cuando la información que procesa la recibe por observación
directa.
Simplificar y estructurar dicha información.
Analizar la información recogida.
Estilos de aprendizaje
Definición Estilo de aprendizaje es el conjunto de características personales, cognitivas, psicológicas, de desarrollo, aptitudes y actitud es que suelen expresarse conjuntamente
cuando una persona se enfrenta a una situación de adquisición de nuevos conocimientos, es decir, es la forma en que un individuo adquiere nuevos conocimientos y los
factores personales que intervienen en ese aprendizaje.
Características No existe un estilo de aprendizaje mejor o peor, ni uno que sea más adecuado de utilizar que otro, podemos decir que tienen un valor neutro.
No son excluyentes, es decir, se pueden combinar entre sí.
Tampoco son inamovibles, ya que mediante la experiencia el/la alumno/a puede optar por otro estilo que considere que se adecúa mejor a sus características y necesidades.
Clasificación Aunque hay muchas clasificaciones, la predominante y de mayor repercusión es la de Honey y Mumford (1992), que los agrupa en cuatro estilos:
- Activos:
No tienen prejuicios a la hora de involucrarse en experiencias nuevas, son entusiastas, se dejan llevar, son de mente abierta, les motivan los retos y les apasiona descubrir
cosas nuevas.
Se desenvuelven mejor si las actividades que se les presenta las realizan en grupo y son de corta duración, ya que así pueden obtener un resultado a su esfuerzo de manera
rápida.
- Teóricos:
Piensan paso a paso, son metódicos, críticos, objetivos, disciplinados, les gusta el análisis en profundidad, la lógica y sintetizar la información.
Las actividades que se les propone deben ser claras, organizadas, estructuradas y concisas.
- Reflexivos:
Observan y analizan la información desde diversas posturas, recogiendo datos de manera detallada.
Leer más...
Estrategias de Aprendizaje
Las estrategias de aprendizaje son un conjunto de pasos, técnicas y actividades que un estudiante adquiere y aplica de una manera consciente,
intencionada y voluntaria para clasificar, ordenar y estructurar de una manera lógica, flexible y sencilla una determinada información, contenido
o conocimiento con el objetivo de aprenderlo de la manera más eficiente posible.
Para lleva a cabo las estrategias de aprendizaje, el /la alumno/a debe ser consciente de que las está aplicando y saber adaptarlas en función de
las necesidades que vaya detectando (complejidad de los contenidos, nivel del /de la alumno/a, motivación).
Nos basaremos en el siguiente cuadro explicativo (basado en Pozo, 1990; extraído de “Estrategias docentes para un aprendizaje significativo.
Una interpretación constructivista” de Frida Díaz Barriga Arceo y Gerardo Hernández Rojas, McGraw-Hill, México, 1999) para ver de una manera
más clara y concisa sus tipos, procesos, técnicas y objetivos:
TIPO PROCESO TÉCNICA FINALIDAD/OBJETIVO
Recirculación y revisión de la Aprendizaje memorístico. Se basa en la repetición activa de los (1) Apoyo al repaso.
información. contenidos.
(2) Repaso.
(1)Subrayar, copiar el material objeto de
aprendizaje, tomar notas literales.
En función de estas variables, el/la alumno/a deberá elegir la estrategia que más se
adecúe a sus necesidades.
Para ello debe tener claro cuál es el objetivo que desea alcanzar, hacer un cronograma
donde se programe el estudio y seleccionar la estrategia a seguir.
A medida que se van llevando a cabo los distintos pasos de esta planificación, se puede ir
observando el grado de consecución de los objetivos y metas propuestos, por lo que se
puede comprobar si la estrategia utilizada da resultado o no, para en caso de que no
funcione poder modificar o alterar lo que se considere oportuno, con el fin de lograr el
éxito final.
Es una autovaloración que está estrechamente ligada al entorno más próximo y a las
personas de referencia que tenemos a nuestro alrededor. No es autoestima.
Este autoconcepto puede ser positivo o negativo, y no será inamovible, pues las
experiencias vitales e interacción social que vayamos acumulando harán que lo variemos.
El/La formador/a no debe entrar a valorar este autoconcepto, pero lo que si debe hacer es tratar de
que influya lo menos posible en el proceso de enseñanza-aprendizaje.
REPRESENTACIONES MUTUAS:
Se pueden dar entre formador/a – alumno/a y alumno/a- alumno/a.
Es la opinión que nos hacemos de alguien cuando lo vemos por primera vez en base a la
información que poseemos y la que nos transmite su imagen, es decir, cómo pensamos que es esa
persona en función a lo que nos han contado de ella, lo que nos comunica su imagen física y su
expresión corporal.
Por ejemplo, como formador/a tenemos un/a alumno/a que el primer día de clase llega tarde, sin el
material necesario, y que en vez de llamar a la puerta para entrar en el aula abre la puerta y se
sienta sin excusarse por el retraso. La primera imagen que tenemos del/de la citado/a alumno/a es
que es una persona impuntual y maleducada.
Esta representación que nos hemos fabricado puede que coincida con la realidad, pero podemos
equivocarnos y habernos hecho una imagen irreal de este/a alumno/a, puesto que no lo conocemos,
ni lo hemos visto realmente desenvolverse en el aula.
Por estos motivos, las representaciones mutuas no se deben tomar en cuenta, ya que pueden
condicionar nuestro comportamiento con un/a determinado/a alumno/a de una manera injusta e
irracional.
Igualmente, nosotros/as como formadores/as podemos transmitir una imagen que no concuerda con
lo que realmente somos y el alumnado puede fabricar una concepción equivocada de nuestra forma
de ser, de trabajar y de actuar.
Para seguir con el ejemplo anterior; si la primera impresión que tenemos del/de la
alumno/a que llega tarde es la de que es impuntual y maleducado/a; las expectativas que
tendremos serán muy pobres. Se traducirán en que probablemente tendremos problemas
de tipo disciplinario con él/ella y que tiene poco interés en asistir a nuestras clases, por lo
que su rendimiento académico será bajo.
Pero esto es simplemente la expectativa que tenemos frente a una representación que hemos
fabricado de una primera impresión que nos ha transmitido una persona que acabamos de conocer,
por lo que puede ser errónea y cambiar en el futuro… o por el contrario podemos estar en lo cierto.
Para entender este punto mejor vamos a poner dos ejemplos muy clarificadores, el Efecto
Pigmalión y el Experimento de Rosenthal.
Efecto Pigmalión:
Pigmalión fue un rey chipriota que nunca se casó a pesar de pasar años y años buscando una mujer
con la que hacerlo, pero ninguna de sus pretendientas le parecía lo suficientemente bella, puesto
que buscaba una mujer perfecta.
Cansado de buscar, decidió dejar de hacerlo y empezar a esculpir figuras femeninas en mármol
buscando esa perfección que ninguna mortal poseía.
Una de esas esculturas, Galatea, consiguió aunar lo que Pigmalión buscaba, poseía todos los
cánones de belleza que el rey deseaba… él la trataba como si fuese una persona real, pero era de
mármol.
Una noche, Afrodita hizo que Pigmalión soñara que Galatea cobraba vida; fue tal el sentimiento de
Pigmalión en ese sueño, que Afrodita a la mañana siguiente decidió que haría que ese sueño se
volviera realidad, ofreciéndole al rey a Galatea en forma humana.
En el aula, el/la formador/a tendrá unas expectativas diferentes en función del tipo de alumno/a con
el que trabaje.
Existe la posibilidad de que a los/as alumnos/as que el/la formador/a considere más interesados en
la materia, que prestan mayor atención y que poseen mayores conocimientos se les trate de una
manera diferente debido a las expectativas que el/la formador/a ha creado en torno a ellos/as,
estimulándolos de una manera diferente al resto de alumnos/as, por lo que ofrecerán un
comportamiento y un rendimiento distinto que acabará por confirmar las expectativas del/de la
formador/a hacia ellos/as en forma de mejores resultados y calificaciones.
En una escuela en Estados Unidos hizo un test de inteligencia al alumnado de varias clases.
Tras supuestamente corregir estos tests de inteligencia, seleccionó al 20% de alumnos/as más
inteligentes de cada clase (no era así, eran alumnos/as elegidos al azar), y dio sus nombres a los/as
profesores/as.
Evidentemente, las expectativas que generó este grupo en el profesorado fue mucho mayor que las
generadas por el resto del grupo, por lo que se le prestó especial atención, enfocando la formación
mucho más hacia ellos/as que hacia el resto del alumnado.
Con estos ejemplos vemos claramente como las expectativas que el/la formador/a tiene sobre un/a
alumno/a o un grupo de alumnos/as va a incidir directamente sobre el resultado final que la
formación tendrá sobre estos y sobre su rendimiento.
CONOCIMIENTOS PREVIOS:
Hay que tener en cuenta los conocimientos que el alumnado posee antes de empezar la formación,
así como la forma en la que éstos conocimientos van a interactuar con los conocimientos que el/la
formador/a pretende transmitir.
Por lo tanto, es fundamental el conocer los conocimientos previos que se poseen para el posterior
éxito del proceso de enseñanza-aprendizaje, ya que si el/la formador/a imparte un nivel demasiado
alto para los conocimientos del alumnado, éste no entenderá nada de lo explicado al no poder
relacionarlo con ningún conocimiento previo que posea, y al contrario, ya que si se imparte un
nivel inferior al deseado, el alumnado tenderá a “desconectar” debido a que lo que se está
explicando ya lo sabe y no le interesa, puesto que no está viendo ningún avance. En ambos casos,
se corre el riesgo de desmotivar al alumnado, haciendo que no preste atención y no obtenga ningún
beneficio.
Preguntas que el/la formador/a debe hacerse para que esto no suceda son:
Sobre ella influye de manera decisiva el estado físico en el que se encuentre el alumnado,
sus factores emocionales, su capacidad intelectual y su motivación.
MOTIVACIÓN:
1) Necesidades:
Inicia la motivación.
Según Maslow, las necesidades del ser humano se pueden agrupar en una
pirámide, de manera que pasaremos al nivel inmediatamente superior cuando
hayamos satisfecho las necesidades del nivel inferior.
2) Impulsos:
3) Objetivos:
4) Incentivos:
Otros autores la definen como “la tendencia o predisposición aprendida, más o menos
generalizada y de tono afectivo, a responder de un modo bastante persistente y
característico, por lo común positiva o negativamente (a favor o en contra), con referencia
a una situación, idea, valor, objeto o clase de objetos materiales, o a una persona o grupo
de personas” (Young, Kimball).
Por tanto, podríamos decir que la actitud es la forma que un individuo tiene de actuar
frente a algo o alguien influidos por nuestra forma de pensar, experiencias pasadas, escala
de valores, etc…
Componente cognitivo:
Será la forma en la que el/la formador/a interprete una situación, principalmente de índole
emocional.
1) Pensamientos automáticos:
Estos pensamientos por lo general son siempre negativos, no tienen una explicación
previa y suelen aparecer como un acto reflejo.
Son involuntarios.
2) Errores cognitivos:
Atracción selectiva:
Por ejemplo:
Es cierto que hemos tenido un “lapsus”, pero también es cierto que hemos salido
airosos del mismo; por lo tanto es en ese aspecto positivo en el que nos tenemos
que fijar, pues nos aportará mayor seguridad en nosotros mismos.
Generalización:
Catastrofismo:
No debemos dejarnos llevar por el negativismo y pensar siempre en aspectos
negativos.
Por ejemplo, debo impartir un curso y empiezo a pensar que puede haber un/a
alumno/a que sepa más que yo del tema que voy a impartir… La consecuencia
inmediata es que nos vamos a sentir abrumados, sobrepasados, intranquilos e
inseguros.
3) Reestructuración cognitiva:
Por tanto, debemos ser conscientes de que los pensamientos negativos lo único que
hacen es perjudicarnos, no nos llevan a ningún camino positivo o del que podamos
extraer algún aprendizaje.
Debemos tener siempre un pensamiento positivo, que nos tranquilice, nos motive y nos
de energía para desempeñar nuestra tarea de la mejor manera posible.
Un ejemplo de esto podría ser el impartir el temario de la formación que vayamos a dar
partiendo de la parte que mejor dominemos, de manera que paso a paso nos iremos
encontrando más tranquilos y seguros, aumentando nuestra confianza y estimulación,
disminuyendo por tanto el riesgo de cometer errores.
Componente Conductual
Podemos decir que es la reacción frente a una actitud, en este caso de un/a alumno/a o
un grupo de ellos/as.
Ejemplo:
Tenemos en el aula un/a alumno/a que siempre llega tarde al inicio de la clase, ya sea a
primera hora o tras los descansos pertinentes.
En principio le dejamos entrar en clase, pero eso hace que interrumpamos nuestra
explicación o directamente sus compañeros/as se distraigan de nuestra exposición
simplemente por el hecho de que alguien está entrando por la puerta y eso despierta su
curiosidad.
Esta actitud del/de la alumno/a puede transferirse al resto de compañeros, lo que podría
originar un retraso generalizado a la hora de comenzar/retomar la clase, con el
consiguiente perjuicio para nuestra labor docente.
Alternativas:
Valoración de alternativas:
También el hecho de que no pueda entrar en clase debería servirle para reflexionar
y ver que es necesario un cambio de actitud… aunque puede generar cierta una
reacción adversa que motive al/ a la alumno/a a persistir en su conducta como
forma de rebelarse contra el poder/autoridad establecido en el aula.
Hacer presentaciones atractivas para las explicaciones que haremos justo al comienzo de
las clases y tras los descansos:
El que el/la alumno/a llegue tarde puede deberse a que le falta motivación y no
tiene ningún interés por lo que allí explicamos.
Se le puede exigir cuando llegue tarde, que no lo haga; se le puede abroncar, pero
quizás está acción por nuestra parte lo que haga es que afiance su
comportamiento, por lo que menoscabará nuestra autoridad frente al grupo.
Hablar con el/la alumno/a individualmente y en privado para instarle a que deje de llegar
tarde:
Elegir alternativa:
Tras un repaso a las alternativas, elegimos la de hablar de forma individual con el/la
alumno/a.
Actuar:
Justo en el momento que decidimos hacer una parada para descansar, le digo al/ a la
alumno/a que espere un momento y que vamos a mantener una breve conversación.
Por tanto le instamos a que trate de ser puntual y que llegue al aula junto con el resto de
compañeros/as.
Evaluación:
Hemos tenido éxito, nuestro/a alumno/a ha entendido que debe estar en la clase a la vez
que el grupo de compañeros/as y ya no se retrasa.
Temario
«40: El/La Formador/a y sus actitudes en el aula - Componente Cognitivo Anterior
41
»42: Componente Emocional Siguiente
Foro curso
Chat alumnos
Información
Cómo Funcionamos
Quienes somos
Certificados
Profesores Expertos
Cambiar preferencias de privacidad
AulaFacil
Testimonios de nuestros usuarios
Contacta con nosotros
Suscríbete a nuestro boletín
Acepto políticas: privacidad y cookies
Acepto:
2022 AulaFacil. Todos los derechos reservados. Consulta nuestros Condiciones de uso, política de
privacidad y política de cookies.
Componente Emocional
Componente emocional:
El Alumnado
A continuación elaboraremos un listado con la clasificación más frecuente del tipo de alumnado y
unas posibles medidas correctoras para evitar que estas conductas perduren en el tiempo.
Aburrido/a:
Características:
Este tipo de alumno/a por lo general te escucha sin oirte, te mira sin verte, y suele tener la mente
en otro lado.
No suele molestar, está inmóvil, pensando en lo que va a hacer cuando salga de tu clase, o en lo
que va a hacer mañana o pasado mañana.
Medidas correctoras:
El alumnado - Inquieto
Características:
Alumno/a muy sociable, que destaca por las múltiples tareas que hace a la vez durante las
explicaciones o actividades propuestas por el/la formador/a.
Medidas correctoras:
El Alumnado - Impuntual
Características:
Este tipo de alumno/a es el/la que siempre llega tarde a clase, ya sea al inicio de la misma,
o bien al regresar de los descansos establecidos.
Por lo general suelen tener una excusa para cada retraso, siendo esta de carácter externo
a ellos/as.
Esto no significa que no quieran aprender o que no les interese la formación que estamos
dando, por lo que generalmente molestarán a sus compañeros/as con el fin de tratar de
seguir el hilo de la explicación durante la clase o bien solicitando los materiales dados en
su ausencia tras la misma.
Medidas correctoras:
Características:
Este tipo de alumnado es fácilmente detectable debido a que interrumpe la clase continuamente
para tratar de entender lo que se está explicando, pero con preguntas y comentarios que repiten lo
que ya hemos explicado, o con comentarios fuera de toda lógica.
Este/a alumno/a se ha apuntado al curso sin saber bien de que se trata, sin tener las ideas y
objetivos claros, por lo que se siente fuera de lugar y con grandes dificultades para seguir el ritmo
de la formación.
Medidas correctoras:
El alumnado - Introvertido
Características:
Por lo general se suele prestar menos atención al alumnado introvertido o tímido que a
otro tipo de alumnado mucho más molesto; pero no quita que debamos prestarle la
misma atención y tomarlo en la misma consideración que a otros tipos.
Por lo general, este tipo de alumnado presenta una gran dificultad para socializar,
evitando el contacto directo con el/la formador.
Suele prestar atención a todo lo que se dice en el aula, aunque le cuesta especialmente
expresar dudas y opiniones.
Debemos saber diferenciar cuando un/a alumno/a es retraído/a o tímido/a, y cuando está
aislado/a del resto de compañeros/as.
Medidas correctoras:
En este caso, tendríamos 2 posibilidades:
2) Poner a este/a mismo/a alumno/a junto a otro/a alumno/a tímido/a, para que se vea en
la obligación de intervenir. En este caso puede producirse un cierto malestar o
incomodidad frente a la obligatoriedad de intervenir, pero sin duda servirá para que poco
a poco se pierda ese miedo a participar.
El alumnado - Inadecuado
Características:
Este tipo de alumno/a no reúne los requisitos mínimos para la formación o capacitación
que estamos impartiendo, si bien ha sido incluido dentro de los/as participantes del curso,
por lo que deberemos tratar que su aprovechamiento sea el máximo posible.
Medidas correctoras:
El alumnado - Charlatan
Características:
A este/a alumno/a le da igual que estés explicando o que mandases hacer una actividad, si tiene
algo que contar, lo va a hacer.
Medidas correctoras:
Cercanía física.
Llamadas de atención.
Usos de los silencios.
Lenguaje corporal.
Preguntas directas.
Conversación personal.
Emisor:
Elige el contenido del mensaje, su estructura, el medio por el que lo transmitirá y el modo
de hacerlo.
Código:
Para que la comunicación se produzca de una manera exitosa, tanto el emisor como el
receptor deben conocer estos símbolos y signos, así como sus reglas de uso.
Mensaje:
Canal:
Receptor:
Descodificación:
Situación/Contexto:
Retroalimentación / Feedback:
Para que la comunicación se complete de una manera eficaz, el proceso debe tener un
doble sentido o retorno, es decir, que el receptor debe transmitir al emisor que entiende
el mensaje que le transmite; el circulo se debe cerrar para que la comunicación sea
completa.
Para ello no es necesario dar una respuesta oral o escrita, simplemente podría valer un
gesto o el lenguaje no verbal.
Por ejemplo:
- Si
Debemos interpretar esa señal que nos transmiten y actuar en función de lo que nos
comunican sus gestos.
Esquema
La Comunicación en el aula
La comunicación en el aula debe ser siempre un proceso circular, donde el/la formador/a
deberá propiciar un clima que favorezca la comunicación, ya que si el/la formador/a
simplemente se convierte en un mero informante la comunicación desaparece, pues sería
un proceso unidireccional.
La información que como formadores/as vamos a presentar deberá seguir siempre los
pasos de la coherencia y la veracidad, prestando especial atención a:
Por ello debemos practicar en el aula una escucha activa (prestando atención a lo que se
nos transmite), comprensiva (expresando que entendemos lo que se nos quiere transmitir
con el mensaje), y selectiva (preguntando sobre determinadas partes del mensaje, de
manera que transmitamos interés).
Planificación de la formación
La formación debe estar planificada en su totalidad, sin dejar nada al azar.
Cuando se planifica una formación intervienen 4 niveles, en los que nosotros/as como
formadores/as participaremos en el último, ya que estos niveles responden a fases,
estructuras o niveles jerárquicos determinados en los que actúan diferentes agentes según
su grado de responsabilidad e implicación.
1) Nivel estratégico:
Corresponde a las Administraciones públicas y a los más altos órganos de dirección en las
empresas privadas.
Por ejemplo:
A nivel nacional, en España es el gobierno a través de sus ministerios los que elaboran los
planes de formación para una anualidad o período concreto; mientras que en una
empresa privada, será el consejo de administración.
2) Nivel de gestión:
Este nivel es donde entran en acción los/as gestores/as y los/as técnicos/as de las
administraciones públicas o empresas privadas, si bien, no tiene por qué ser personal
adscrito a sus plantillas, ya que este nivel se puede encargar a alguna empresa externa
para que lo lleve a cabo.
3) Nivel técnico:
Este nivel está muy cercano al anterior, ya que consiste en el diseño de la formación, del
que se encargarán los/as coordinadores/as o responsables asignados/as a tal efecto.
4) Nivel formativo:
Esquema
Programación Didáctica
DEFINICIÓN:
Cuando vamos a programar una acción formativa debemos tener las ideas muy claras sobre lo que
consideramos imprescindible que nuestros/as alumnos/as aprendan, la forma en la que vamos a
tratar de acercarles ese conocimiento, el tiempo del que disponemos, la forma en que vamos a
verificar si ese aprendizaje se ha llevado a cabo o no, etc…
Por todo ello necesitamos programar la acción formativa, ya que el proceso de enseñanza-
aprendizaje es lo suficientemente importante y delicado como para no dejar nada al azar o a la
improvisación, de manera que el tiempo destinado a este proceso sea utilizado eficientemente,
sistematizándolo y ordenándolo de una manera lógica, a la par que flexible y revisable.
Al docente:
o Establecer:
Los objetivos a alcanzar de una manera clara.
La metodología a utilizar.
Al alumnado:
o Seguir en todo momento el estado del proceso de enseñanza-aprendizaje al que
se enfrenta, sabiendo la materia que se va a impartir, la metodología a utilizar, los
recursos necesarios y la manera de evaluación; así como su temporalización.
o En el caso de que un/a alumno/a dude sobre si participar de la acción formativa o
no, la consulta de la programación didáctica le ayudará a tomar una decisión que
evitará futuras “sorpresas desagradables”.
Programación Didáctica - Características
Las siguientes características no son excluyentes de otras que puedan existir, son las más
generales, pero no por ello las únicas, debido a que la programación didáctica debe ser
flexible, pero debe ceñirse a un guión preestablecido para no dejar ningún punto
importante sin tratar.
Elementos de una programación didáctica
Los elementos de una programación didáctica básica son los siguientes:
Objetivo/s
Contenidos.
Actividades.
Metodología.
Temporalización.
Evaluación.
Recursos didácticos.
Aunque antes de realizar la programación didáctica como tal, debemos hacer un análisis
pormenorizado de las competencias que deberán haber adquirido los/as alumnos/as tras nuestra
acción formativa.
Esto significa que si nos requieren para realizar un curso de formación profesional, deberemos
saber perfectamente cuales son los contenidos que se exigen de manera general y específica para
ese desempeño profesional.
Deberemos analizar el puesto de trabajo sobre el que vamos a enseñar (ya sea a través de
bibliografía especializada en el tema, o bien mediante la observación directa de un/a trabajador/a
que realice esa labor), descomponiendo el mismo según las tareas, las actividades y las operaciones
necesarias para el desempeño del mismo.
Las tareas las descompondremos en actividades, y las actividades en operaciones; entendiendo por
cada una de ellas lo siguiente:
Ejemplo:
Curso Gratis de Cómo crear una página web desde cero
Una vez que hemos analizado el puesto de trabajo, lo siguiente que debemos hacer es
determinar cuáles son los conocimientos, destrezas y actitudes necesarias para llevar a
cabo el/los desempeño/s laboral/es encomendado/s al/a la trabajador/a que vamos a
formar/capacitar; de manera que elaboremos unos contenidos adecuados, actuales y
contextualizados.
Un buen guión para un correcto análisis de un puesto de trabajo podría ser el siguiente:
Evidentemente este guión se puede modificar, añadiendo los ítems que consideremos
oportunos y necesarios en función del puesto de trabajo que vayamos a analizar; siendo
además aconsejable seguir este mismo guión, pero rellenándolo mediante el uso de
bibliografía especializada, para dotarlo de una información lo más completa posible.
Una vez que tengamos los dos guiones rellenos, los cotejaremos y compararemos para
completar solo uno, que será el que utilizaremos como referencia.
OBJETIVOS:
Objetivo general:
Es el más amplio de todos, ya que representa la meta final que tratamos de
alcanzar con la acción formativa.
Por ejemplo:
Objetivos específicos:
Son logros cuya suma nos permitirá llegar al objetivo final o general.
Por ejemplo:
También debemos tener en cuenta que los objetivos debemos expresarlos de una manera
clara, ordenada (generalmente desde el más fácil al más difícil),
Estructuración de la Programación Didáctica -
Contenidos
Una vez tengamos claros los objetivos que queremos/debemos cubrir, lo siguiente que haremos es
elaborar un/a listado/relación de los módulos que compondrán dicha programación didáctica, y de
las unidades didácticas que formarán estos módulos.
Tanto los módulos como las unidades didácticas irán enumerados, con una denominación, y el
número de horas que las componen.
Ejemplo:
Debemos tener en cuenta que hasta que no tengamos claros los contenidos, las actividades, la
metodología, la temporalización y los recursos didácticos a utilizar, así como la evaluación, este
listado de módulos y de unidades didácticas estará en constante cambio y transformación; por lo
tanto no lo consideraremos definitivo hasta que no tengamos perfectamente delimitados los campos
anteriormente citados.
Leer más...
Llegamos por tanto a uno de los puntos más importantes dentro de la realización de una
programación didáctica, los contenidos, no solo por su esencia en sí, sino también por la manera en
la que vamos a organizarlos y secuenciarlos.
Se expresan con verbo sustantivado y en orden de impartición, por lo general del más fácil
al más difícil.
Este punto (contenidos) es de vital importancia, y requerirá un gran esfuerzo por parte del/de la
formador/a:
CONTENIDOS TEÓRICOS:
CONTENIDOS PRÁCTICOS:
CONTENIDOS PROFESIONALIZADORES:
Es conveniente que elaboremos más actividades de las inicialmente previstas realizar, pues en
función de cómo responda el alumnado nos serán de utilidad para afianzar conocimientos.
Deben expresarse en con el verbo en tiempo futuro, de una manera detallada y en orden.
Por ejemplo:
También lo debemos combinar con las estrategias de trabajo grupal que consideremos
más adecuadas.
Recursos Didácticos
Los recursos didácticos son parte imprescindible para el/la formador/a a la hora de enseñar, y para
el/la alumno/a a la hora de aprender.
A nosotros como formadores nos ayudará a hacer más fácilmente entendible la materia que
impartimos, al alumnado le ayudará a conectar con esos nuevos conceptos, definiciones y
conocimientos que se les presenta.
Son los recursos utilizados para lograr el objetivo del proceso de enseñanza-aprendizaje de la
manera más eficaz y fácil posible.
Por este motivo, hay que tener muy presentes los recursos didácticos a la hora de hacer la
programación.
Cuanto más atractivos y llamativos sean estos recursos, mejor servicio nos prestarán, ya que
motivarán al alumnado, acercándoles a la realidad que se les presenta; aunque hay que prestar
especial atención a no usarlos en exceso y a que su uso esté ligado al fin que pretendemos
conseguir mediante su utilización.
- De elaboración propia:
Son aquellos materiales que nosotros como formadores/as hemos elaborado a partir de nuestra
propia experiencia.
Estos materiales deben ayudar a nuestra labor docente, en ningún momento la elaboración de
nuestros propios materiales debe ser una carga para nuestra labor, debiendo estar debidamente
ajustados al nivel y el contexto educativo al que nos enfrentamos.
Este tipo de material se caracteriza por estar dirigido a un tipo de alumnado más general.
Evidentemente el material que se elabora desde una editorial, por ejemplo, no puede tener en
cuenta las necesidades especiales que nos podemos encontrar en un aula, en un grupo
determinado; deben tender hacia la heterogeneidad, hacia la polivalencia.
Es evidente que la realización de nuestro propio material hará que necesitemos más
tiempo para preparar las clases, pero también es cierto, que a la hora de impartir las
formaciones nos sentiremos más cómodos, y el alumnado adquirirá los conocimientos
con mayor facilidad por lo que nuestra labor docente se verá reforzada.
2) Según su tipología:
Materiales convencionales:
- Pizarra:
- Libros de Texto
Aquí además de los libros de texto, incluiremos también recortes de prensa, fragmentos
de textos, etc…
En los libros de texto tenemos las lecciones explicadas de manera general, mediante el
uso de fotografías, recortes de periódicos y elementos de la “vida real”, podemos darle un
toque de originalidad a este material, que influirá muy positivamente en el alumnado,
“refrescando” los contenidos generalizados y dando un toque personal a la programación.
Materiales audiovisuales:
Son tremendamente importantes, ya que servirán para que el alumnado preste una mayor
atención, les motive y estimule, así como para que el proceso de enseñanza-aprendizaje
se haga de una manera más liviana y divertida.
- Retroproyector y transparencias:
El retroproyector permite el visionado de transparencias.
Las transparencias son láminas de acetato transparente en las que mediante impresora o
rotulador podemos escribir, y posteriormente presentar al alumnado mediante el
retroproyector.
Debemos ser sumamente cuidadosos con el orden y claridad con la que vamos a
presentar la información mediante este medio.
- Fotografías:
El uso de material fotográfico real para apoyar nuestras explicaciones (en la medida de lo
posible), es un recurso muy valorado por el alumnado, ya que le pone en contacto con la
realidad de una manera inmediata, aumentando su curiosidad y atención, así como
incrementando la tangibilidad de lo que estamos presentado.
- Material sonoro:
Nuevas tecnologías:
Hay que saber utilizar este tipo de recursos con conciencia, pues muchas veces nos
podemos dejar llevar por la falsa creencia de que todo lo interactivo y “moderno” es
mejor.
En este apartado englobamos todos los recursos de internet (webs, chats, foros, etc…), así
como programas interactivos (simulaciones, etc…).
Las nuevas tecnologías son muy útiles para realizar simulaciones, dirigir los conocimientos
y desarrollar habilidades.
Según lo expresa Maccario se trata de un acto donde debe emitirse un juicio en torno a un conjunto
de información y debe tomarse una decisión de acuerdo a los resultados que presente un alumno.
Por su parte, Pila Teleña dice que consiste en una operación que se realiza dentro de la actividad
educativa y que tiene como objetivo alcanzar el mejoramiento continuo de un grupo de alumnos.
A través de ella se consigue la información exacta sobre los resultados alcanzados por ese alumno
durante un período determinado, estableciendo comparaciones entre los objetivos planeados al
inicio del período y los conseguidos por el alumnado.
También nos va a permitir, tras el análisis de los resultados, el definir los motivos por los que no se
han alcanzado los objetivos previstos.
Para el alumnado también será una herramienta que le transmita información sobre el avance de su
proceso de aprendizaje, cómo está aprendiendo, en qué grado consigue los objetivos marcados, y
qué puntos debe reforzar dentro de este proceso.
Tipos de Evaluaciones
En el siguiente cuadro expondremos los tipos de evaluaciones más comunes, si bien no
son los únicos:
No debemos caer en el error de creer que todas las evaluaciones se realizan mediante
exámenes o controles, ya en algunos casos dichas evaluaciones se pueden realizar por
observación directa del alumnado, haciendo preguntas en clase para analizar el grado de
comprensión de lo explicado, según la participación en clase, el interés mostrado, e
incluso el comportamiento en el aula.
Hay varios tipos de técnicas y herramientas para llevar a cabo una correcta evaluación, en
función de si lo que queremos evaluar es un conocimiento adquirido o una práctica.
- Redacción:
Esta redacción nos permitirá saber el grado de conocimientos que tienen sobre el tema
propuesto.
Leer más...
- Cuestionarios de preguntas:
a) Cortas:
Por ejemplo:
b) Amplias:
En este tipo de preguntas si se puede mostrar más el lado personal del alumnado,
mediante opiniones.
Tiene algunas desventajas, como la gran cantidad de tiempo necesario para llevarlas a
cabo y corregirlas, así como la posible subjetividad del/de la formador/a a la hora de
corregir.
Por ejemplo:
c) Tipo test:
El alumnado responderá a las preguntas propuestas marcando la opción que crean más
adecuada de entre las que se proponen.
Estas opciones pueden ser respuestas más o menos extensas (opción múltiple), o
verdadero o falso.
Por ejemplo:
- Las actividades.
- El emisor.
d) Completar:
Por ejemplo:
La programación didáctica sirve para …………. La formación.
e) Relacionar parejas:
Se ofrecen dos columnas con diversos elementos relacionados entre sí, y el alumnado
debe unirlos.
Evaluación Autoría/Tipología
Objetivo General/Específico
a) Simulaciones:
El alumnado se enfrenta a simulaciones de situaciones reales, ante las que tienen que
demostrar todos sus conocimientos y habilidades adquiridas.
Por ejemplo:
Elabora una unidad didáctica e imparte una sesión formativa al resto de tus
compañeros/as.
b) Listas de cotejo:
Donde se elabora un listado de requerimientos deseables por parte del alumnado y el/la
formador/a señala al lado SI o NO en función del grado de consecución.
c) Escalas calificativas:
Igual que las listas de cotejo anteriormente citadas, pero en vez de poner SI o NO, se
evalúa en función de una escala numérica anteriormente establecida (de 0 a 5, por
ejemplo) o una escala de valores del tipo que determinemos (a veces, casi siempre,
siempre, nunca/ rara vez, alguna vez, pocas veces, a veces…
Tipos de Evaluaciones
En el siguiente cuadro expondremos los tipos de evaluaciones más comunes, si bien no
son los únicos:
No debemos caer en el error de creer que todas las evaluaciones se realizan mediante
exámenes o controles, ya en algunos casos dichas evaluaciones se pueden realizar por
observación directa del alumnado, haciendo preguntas en clase para analizar el grado de
comprensión de lo explicado, según la participación en clase, el interés mostrado, e
incluso el comportamiento en el aula.
Hay varios tipos de técnicas y herramientas para llevar a cabo una correcta evaluación, en
función de si lo que queremos evaluar es un conocimiento adquirido o una práctica.
- Redacción:
Esta redacción nos permitirá saber el grado de conocimientos que tienen sobre el tema
propuesto.
a) Cortas:
Por ejemplo:
b) Amplias:
En este tipo de preguntas si se puede mostrar más el lado personal del alumnado,
mediante opiniones.
Tiene algunas desventajas, como la gran cantidad de tiempo necesario para llevarlas a
cabo y corregirlas, así como la posible subjetividad del/de la formador/a a la hora de
corregir.
Por ejemplo:
c) Tipo test:
El alumnado responderá a las preguntas propuestas marcando la opción que crean más
adecuada de entre las que se proponen.
Estas opciones pueden ser respuestas más o menos extensas (opción múltiple), o
verdadero o falso.
Por ejemplo:
- Las actividades.
- El emisor.
d) Completar:
e) Relacionar parejas:
Se ofrecen dos columnas con diversos elementos relacionados entre sí, y el alumnado
debe unirlos.
Evaluación Autoría/Tipología
Objetivo General/Específico
a) Simulaciones:
El alumnado se enfrenta a simulaciones de situaciones reales, ante las que tienen que
demostrar todos sus conocimientos y habilidades adquiridas.
Por ejemplo:
Elabora una unidad didáctica e imparte una sesión formativa al resto de tus
compañeros/as.
b) Listas de cotejo:
Donde se elabora un listado de requerimientos deseables por parte del alumnado y el/la
formador/a señala al lado SI o NO en función del grado de consecución.
c) Escalas calificativas:
Igual que las listas de cotejo anteriormente citadas, pero en vez de poner SI o NO, se
evalúa en función de una escala numérica anteriormente establecida (de 0 a 5, por
ejemplo) o una escala de valores del tipo que determinemos (a veces, casi siempre,
siempre, nunca/ rara vez, alguna vez, pocas veces, a veces…
Conclusión
Con este curso de formador de formadores, se ha tratado de dar las pinceladas básicas
para que cualquiera se pueda enfrentar a una situación docente con éxito, tratando desde
los aspectos más abstractos hasta los más concretos, con el fin de obtener una primera
visión o toma de contacto del mundo docente y sus requisitos.
Bibliografía
Monografías:
Recursos electrónicos:
http://formadores-ocupacionales.blogspot.com.es/2009/06/alumnos-problematicos-en-la-
clase.html
Consultado: 23/06/13
http://dicacticampbm.blogspot.com.es/2011/11/clasificacion-de-los-recursos.html
Consultado: 02/07/13
http://www.ite.educacion.es/formacion/materiales/90/cd/cursofor/cap_4/cap4a.htm
Consultado: 03/07/13
http://definicion.de/evaluacion/
Consultado: 03/07/13