La Revolución Gallega de 1846
La Revolución Gallega de 1846
La Revolución Gallega de 1846
22899
francisco Cettamancy Gastón
fl R E V O L U C I Ó N G A L L E G A
DE 1846
1 9 0 8
*
* *
*
* *
La revolución de 1846 nació con un fin eminentemente
moralizador: el protoplasma que alimentaba sus células, tendía
á la reconstitución é instauración de aquel prestigio social,
cuyos restos acababa de mermarle una execrable dictadura.
No era la corona, puesta entonces en manos de un ser débil,
la que tiranizaba el país: era la dictadura quien tiranizaba á
éste y á la corona.
España atravesaba por una situación morbosa arrastrándo-
la á un desquiciamiento inmediato: perseguida la prensa y
encarcelados ó extrañados sus campeones más decididos, aque-
llos hombres que ni se rendían ni claudicaban en sus princi-
pios; escarnecidas las libertades públicas y la fuerza material
imperando sobre las conciencias; convertida la justicia en ar-
bitrariedad; y á las regiones arrebatándoseles la migaja que les
quedaba de su fisonomía política por virtud de un absurdo
sistema de tributación, daba todo esto por resultado una con-
glomeración de desórdenes, producto de un gobierno oligárqui-
co que sancionaba todo linaje de atentados contra el derecho
y las leyes.
No podía existir moralidad política en donde privaba el
gobierno de las bayonetas, lo que hoy diríamos el poder del
Mauser.
Por otra parte, empellado litigio se debatía entre los parti-
dos políticos y las potencias europeas con el himeneo de la
niña que por aquellas fechas hallábase al frente de los destinos
de España, y que, aun hace ahora escasamente cuatro años que
en su destierro voluntario de París, bajó al sepulcro perdonan-
do «á todos los que tanto daño le causaran...»
Muchos eran los pretendientes; muchos los que codiciaban
su regia mano: el príncipe napolitano de Trápani; el Conde de
Montemolin; uno de los príncipes de Orleans, y sus primos
D. Francisco y D. Enrique de Borbón.
VIII INTRODUCCIÓN
*
* *
* *
C A P Í T U L O PRIMERO
una nación en donde en sus hombres resalte ante todo ese par-
ticularismo; que patria es la tierra,—como perfectamente discu-
rre nuestro cariñoso amigo Salvador Golpe (i) — cuyo centro y
raiz es el hogar y la familia á los cuales están consubstancial -
mente unidos los hombres por los vínculos de todos los afectos.
Poderosa y respetada fué España en aquellas épocas en que
el proletariado, fraternizando con la burguesía, conquistaban
unidos y al calor del amor á la patria, recíprocos derechos al
frente de las barricadas, muriendo en defensa de la libertad y
de la democracia.
Alejado hoy el obrero de ese sentimiento, apoderada de la
mayoría de la masa social una inercia aterradora, España dirí-
gese por tortuoso sendero, sin que un sol radiante vuelva á
iluminar el poderío y prestigio de otros tiempos. El insigne
Heriberto Spencer, á guisa de testamento, y en una de sus obras
postreras, entona estas sublimes frases: «Solo se salvan los
pueblos en que prepondera el sentimiento por la patria.»
II
za por diversos
puntos de la localidad, extendiendo parte de ella por toda la mu-
ralla, cerrando sus puertas, á excepción de la de San Pedro, (i)
ciado.
Respecto á este juicio, no podemos estar de acuerdo en parte; porque al ha-
cer dicho escritor la apología del brillante Regimiento de Zamora, incurre en
contradiciones manifiestas, como la de señalar que en anteriores pronunciamien-
tos, habían seguido aquellos batallones las inspiraciones de entidades análogas á
las de Narváez atentando contra el gobierno constituido, y que vencieran en la
lucha.
Agrega también, que los batallones t . ° y 3 . «determinaron lavar la man- 0
cha que con su actitud lanzara el 2" sobre el Regimiento;! sin fijarse, de haber
tenido pleno conocimiento de la índole de aquel alzamiento, que todo el Cuerpo
simpatizaba con él y que sus propósitos quedaron defraudados debido á una
pura casualidad.
El entendido escritor militar, no obstante publicar su interesante obra
pocos años después de los sucesos que iremos relatando, incurre en un cúmulo
de anacronismos y equivocaciones que habremos de puntualizar y rectificar con
la oportunidad necesaria,
b a t a l l a e n la q u e « n o h u b o v e n c e d o r e s ni v e n c i d o s » e n t r a n d o t o d o s en M a d r i d para p r e p a r a r Nar-
III
N.o 43-
áo LA REVOLUCIÓN GALLEGA DE I846
CAPÍTULO II
Madrid, 1 8 7 5 .
(3) L A F U E N T E : Historia General de España, tom. cit., pág. 2 7 .
(4) El cronista D. Benito García de los Santos, en El Pensamiento de la
Nación, de 2 2 de Abril de 1 8 4 6 , escribía:
«Las noticias que hace tiempo se reciben de Galicia, manifestaban los re-
celos de una tentativa revolucionaria que empero se creía imposible por el ca-
rácter pacífico de aquellos naturales y por la lealtad y disciplina del ejército.
Estas esperanzas han sido defraudadas, y la enseña de la insurrección ondea ya
en algunas ciudades de aquel país. >
FRANCISCO TETTAMANCY GASTÓN 27
11
Hubo quien dijo que el autor de ese trabajo no era Chavelí sino el mismo
Villalonga; y por los datos que tenemos, viene á corroborar el aserto, una fac-
tura del impresor, que nos informa por de pronto que los gastos de la obra fueron
satisfechos por la Capitanía general de Galicia. He aquí la factura que conserva-
mos original:
t Imprenta y librería de la Viuda de Compañel é Hijos t calle de la Azaba-
chería núm. 1 8 , Santiago:
Cuenta de la tercera entrega de la Refutación de los últimos acontecimientos
de Galicia, por D. T O M A S CHAVELÍ:
Santiago, Febrero 6 de 1 8 4 7
Viuda de Compañel
(1) Documento que poseemos.
FRANCISCO TETTAMANCY GASTÓN 3i
ni
IV
dias civiles; y de aquí las zozobras del Capitán general que temía
que los conspiradores coruñeses se aprovechasen de las circuns-
tancias para secundar el alzamiento lucense.
El día 5 convocó junta de autoridades, la que resolvió que
la primera operación que debiera abordarse era buscar la fór-
mula de salvar á la Coruña, acoplando todos los elementos de
guerra adictos al gobierno. A este fin, se dirigió Villalonga al
convento de Santo Domingo donde se alojaba la artillería, y
haciendo formar el regimiento le excitó á que defendiese los
actos del gobierno constituido combatiendo con energía la rebe-
lión, cual correspondía á la educación recibida á Cuerpo tan
distinguido de donde él procedía. «Nuestro deber—agregaba—,
es conservar fiel, al gobierno, esta plaza ó morir entre sus es-
II
Para corroborar lo expuesto por este escritor, debemos hacer mención de que
«la juventud generosa de aquella época, de la que fué alma Antolín Faraldo,—
en el que nos ocupamos más adelante,—sintió avivarse el sacro sentimiento de
la patria gallega comenzando la cgrande obrai como la denominó aquel ilustre
patricio, de la reconstitución de nuestra nacionalidad. El primer paso gigantes-
co dado en este camino fué la Asamblea celebrada en Lugo, el año de 1 S 4 3 ,
donde á propuesta de Faraldo, se pretendió poner á discusión si Galicia debía
ó no ser independiente. Por un voto de más no hubo discusión.» CARKÉ AI.DAO:
III
país también quisieron apoderarse del parlamento, suspensas por ellos, las sesio-
nes de Cortes; suprimida la libertad de imprenta; expulsados sultánicamente de
los dominios de España los infantes D. Francisco de Asís y D. Enrique M , a
de
Borbón; depuesto de su destino con otros muchos este Capitán general que lleva
á su confinación todas las simpatías de este ejército y del pueblo gallego, ya
podréis conocer por la adopción desemejantes medidas, el golpe fatal que esos
hombres preparaban á esta nación desgraciada; pero ¡Zamoranosl vosotros lo
habéis previsto en tiempo y estad seguros que no lo conseguirán, porque como
vosotros, sienten vuestros compañeros de armas que tienen para con su patria
la misma obligación que cumplir. Salvar el trono de la excelsa Isabel, la inde-
pendencia de la nación y echar abajo el monstruoso sistema tributario es el lema
de nuestra bandera.
No dudéis que en ella caben y han de militar todos los partidos, porque
todos son españoles entusiastas de su dignidad, quedando desde ahora instalada
la Junta provisional popular que se compone de los individuos siguientes:
Licenciado D. Pío Rodríguez Terrazo, presidente; licenciado, D. Domingo
Antonio Merelles; D. Agustín Juan de Dios; D. Juan Aniceto San Martín; licen-
ciado D. Antonio Romero Ortíz, secretario.—|Viva Isabel II libre y constitu-
cional! |Viva la independencia nacional! |Abajo el sistema tributario!—El primer
jefe interino, SEBASTIÁN ARIAS.»
52 LA REVOLUCIÓN GALLEGA DE 1846
González García.
Tomaron posesión de dichos cargos los referidos señores,
exceptuándolo, por hallarse ausentes de la población, D. Vicente
Alvarez, D. Pedro Taboada, D . Andrés Nieto, D. Juan Gutiérrez
de la Cruz, D . Juan Montero y D. Constantino Llórente. A los
tres últimos se les ofició para que se presentasen al siguiente
día con el indicado objeto, «previniéndoles que en otro caso, se
pondría el hecho en conocimiento de la Juntas. (2)
Don Antonio Casares, químico de universal renombre, había
presentado la renuncia del cargo, fundándose en que restaba
r v
(1) «Los serenos hallábanse ocupados todo el día con la misión de llevar
oficios de la Junta á los Ayuntamientos vecinos, estando por lo tanto relevados
de prestar su servicio ordinario; y jamás se les echó de menos». Do P O R T O , obra
citada, pág. 38.
(2) Ejemplos muy recientes los hemos experimentado en la Cortina en los
diferentes sucesos.de orden público que se suscitaron. Sus Sindicatos y Juntas de
defensa designadas por el pueblo, eran las únicas autoridades encargadas de
mantener el orden. No se verificó en aquellos momentos el acto más insignifi-
cante que pudiese ser objeto de represión.
56 LA REVOLUCIÓN GALLEGA DE 1846
(1) C o m p o n í a s e d e 5 jefes, 9 c a p i t a n e s , 25 t e n i e n t e s , 11 s u b t e n i e n t e s , 13
s a r g e n t o s 1. *, 31 2.°*, 52 c a b o s
0
3 8 2.°", 13 c o r n e t a s , 9 t a m b o r e s y 7 3 4 sol-
d a d o s d e los d o s b a t a l l o n e s i . ° y 3 . 0
de Z a m o r a . Además, u n a s e c c i ó n d e arti-
llería d e M o n t a ñ a , á c a r g o d é u n t e n i e n t e , c o n 1 s a r g e n t o 2 . , 2 c a b o s 1.°' y 1 2.°
0
c o n 24 s o l d a d o s ; y 13 g u a r d i a s civiles al m a n d o d e un s u b t e n i e n t e . — D o c u m e n t o
que poseemos.
62 LA REVOLUCIÓN GALLEGA DE I846
(1) :
'Columna expedicionaria. . E. M. Excmo.Sr.: En este momento, que son
las ocho y media de la noche, acabo de llegar á este punto donde me alojo, con
el fin de adquirir, durante la noche, noticias positivas de la situación de los insu-
rreccionados. = Varias fueron las que me dieron en la marcha; segiín unos, per-
manecieron aquéllos esperando en Lugo; según otros, habían salido ignorándose
su dirección. Lá misma contrariedad de estas nuevas, las hace poco atendibles;
y es la razón porque mé prometo adquirirlas más positivas esperándolas aquí de
lasque he comisionado al efecto. = Ellas decidirán mi movimiento, siempre á
encontrar á los rebeldes hasta conseguir su exterminio; pero sino recibiese
V. E. otro aviso mío, deberá entender que continuo en dirección de Lugo, en
cuyo concepto anticipo aviso para que estén listas las yuntas de bueyes necesa-
rias para subir la pieza la cuesta de la Sal. = Alguno, con referencia á otro paisa-
no, me dijo que en Santiago se habían pronunciado; pero yo, sin despreciar del
todo la noticia, le doy poco asenso.=Nada más se me ofrece decir á V. E . por
ahora, sino que hasta este momento las tropas que me acompañan aparecen ani-
madas del mejor espíritu.—Dios guarde á V. E. muchos añas.—Cuartel general
del Burgo, 4 de Abril de l 8 4 6 . = E x c m o . Sr.=Prancisco Puig Samper». — De
nuestro archivo particular.
(í) De nuestro archivo particular.
FRANCÍSCO TETTAMANCY GASTÓN
(1) Según consta de viejos documentos que posee nuestro ilustrado amigo
el coronel de artillería D. Eugenio Vidal Alonso, este fuerte llamóse en otros
tiempos fucrle de San Gaspar. Desde hace arios no pertenece al Estado, siendo
sus propietarios los herederos del finado comerciante coruñés D. José Cervigón,
quien lo había adquirido para destinarlo á una industria que no realizó.
(2) Doc. que poseemos.
FRANCISCO TETTAMANCY GASTÓN 65
(3) El CONDE CLONARD, (ob. cit. pág. 444) dice erróneamente, «que ha
liándose Puig Samper, cerca de Lugo, supo que el provincial de Zamora se había
pasado á los insurrectos y que éstos avanzaban hacia Santiago». Dicho batallón
como sabemos no estaba ni estuviera en Lugo, sino de guarnición en Com-
postela.
FRANCISCO TETTAMANCY GASTÓN 6 7
11
de Vigo «por no haber sido posible que llegasen á las manos de dichos funcio-
narios dado el espíritu del país gallego temiendo fuesen interceptados.»—Do-
cumento que poseemos.
(2) Ob. cit., pág. 444, tom. 8.°
FRANCISCO TETTAMANCY GASTÓN 6 9
En correos 1.474 »
Cruzada 28.746 16
Administración de Bienes Nacionales 2.827 29
Banco 90.000 »
Universidad 1.600 >
Total 124.648 11
72 LA REVOLUCIÓN GALLEGA DE 1846
III
IV
Sigüeiro. 35 178
1840 Alto. . . . 5 26
Velloa . . . 2 9
Total . . 42 213
Sigüeiro. 37 182
1907 Alto. . . . 4 19
Velloa . . . 3 20
Total . . 44 221
(2) Estos datos, nos fueron facilitados por nuestro amigo el competente
sobrestante de Obras Publicas, D. Francisco Ponte Blanco, encargado de la ci-
tada carretera.
FRANCISCO TETTAMANCY GASTÓN 75
( 1 ) Del parte original que obra en nuestro poder, pasado por Puig Samper
al Capitán general de Galicia.
76 LA REVOLUCIÓN GALLEGA DE 1 8 4 6
para dar crédito á tal versión. Además de demostrarlo los hechos, el mismo
general de sobra sabía que los pronunciados no habían de deponer su actitud; y
lo prueba que el propio Clonard se contradice en sus juicios, cuando en la pá-
gina 446 manifiesta que «Mac-Crohon hubiera perecido en el arriesgado em-
peño, si los oficiales de su regimiento no le hubiesen gritado que aquella no era
la bandera del 2 . batallón sino la del provincial de Zamora. Entonces los
0
1866.
<3>0<$><S><3><8><S><».<8>.».<S><g><».<3><S><g>.£><8><S»<3><S.<$><S>
CAPÍTULO V
(1) En nota que D o PORTO inserta en su Reseña pág. 65, manifiesta que
un número considerable de testigos de crédito y respeto que presenciaron la en-
trevista de Sigtieiro entre los ejércitos beligerantes, aseguran que no hubo la.
tregua de las 48 horas, sino únicamente una manifestación por parte de Puig.
Samper «de que no promovería hostilidad alguna ni se movería de dicho punto
hasta el regreso del ayudante que enviara al Capitán general noticiándole lo
ocurrido». Por lo demás, dice este cronista, es unánime el asentimiento «que
por la imponente firmeza, exacto orden de formación, mayor número y situación
ventajosa de las tropas sublevadas, era segura é irremediable la derrota de la
columna de Puig Samper y el aprisionamiento del primer batallón de Zamora.
Los mismos subordinados de este general, se admiraban del modo milagroso
como habían salido ilesos de aquella jornada, atribuyendo el fenómeno á un
conjunto de concausas, especialmente al caballeroso comportamiento de Solís».
(2) Ob. cit., pág. 446.
82 LÁ REVOLUCIÓN GALLEGA DE¡ 1846
II
(i) Documentos que obran en nuestro poder, informan que, entre los sepa-
rados, figuraba el subteniente del regimiento de Zamora D. Carlos Reguera. Se
operaban las sustituciones con el capitán D. José Baldinger; los tenientes D. José
jitan Keller, D. Bernabé Treviño, D. Juan Pedro Soraeta y los subtenientes don
juan Jiménez y D. Federico Pelégri, «siempre que estuviesen restablecidos», reco-
mendando al Capitán general ila pronta incorporación, porque en tales momentos
carecíase de buenos oficiales, y tanto más cuanto que con las separaciones acorda-
das, se encuentran muchas compañías sin el número de oficiales indispensable».
Al D . Carlos Reguera, se le separaba buscando el pretexto de conducir á la
Coruña el obús de la columna.
8
4 LA REVOLUCIÓN GALLEGA DE 1846
ni
Total. . . . 15 »
miento; pero se supo que dicho delegado fuera preso por las
autoridades; y que enteradas éstas de las resoluciones de la
Junta, determinaron contrarrestar la influencia en los ánimos pre-
dispuestos al pronunciamiento, deteniendo en el cuartel de San
Francisco á todos los sospechosos, acuartelando en él las fuer-
zas de la guarnición é instalando las oficinas militares; prepara-
tivos todos, para hacerse fuertes y defenderse en dicho edificio
caso de una invasión de las fuerzas pronunciadas.
Mas no contaban esas autoridades con el compromiso que
de antemano adquiriera el batallón Provincial de Segovia, imi-
tando el ejemplo de sus camaradas de Gijón y Zamora; como
tampoco presumían respecto á los ofrecimientos y auxilios que
á los comprometidos iba á brindarles el comandante Arias con
su columna, procediendo al mismo tiempo al rescate de los estu-
diantes y soldados que en la villa de la Estrada fueran apre-
hendidos.
Enterado de estas intenciones el comandante de la guardia
civil de la provincia D Manuel Buceta, reunió sn destacamento,
que se hallaba en Caldas de Reyes, y marchando á Pontevedra,
proclama el alzamiento en dicha capital. Pocos días antes, este
jefe se entretenía en interceptar la correspondencia de los suble-
vados, (i)
de dar el grito patriótico que ha de salvar á tan sacrosantos objetos. Este lema,
apoyado por algunas valientes fuerzas que guarnecen á esta capital, es el ánimo
que resuena en toda la nación; y el pueblo pontevedrés para llevarlo á cabo, juró
perecer, si es preciso, en su defensa.—|Pontevedresesl vuestra empresa es tan
gloriosa, que toda explicación en su apoyo, rebajaría su alto mérito; y la Junta de
FRANCISCO TETTAMANCY GASTÓN 93
gobierno que tuvo la honra de ser elegida por vosotros, promete no separarse un
instante de las tareas que le habéis encomendado y os dirigirá hasta que llegue-
mos todos al término deseado.—iPontevedreses! La Junta de gobierno que cono-
ce vuestra sensatez, tantas veces acreditada, confia en ella para que tranquila-
mente pueda obrar en todo el lleno de sus soberanas facultades. iPontevedreses:
|Viva la libertadl |Viva la Reina libre y constitucional! |Viva la independencia
nacional! jAbajo el sistema tributario!—JOSÉ MARÍA SANTOS, presidente; BENITO
"V
Vi
tral, provocando una ruidosa protesta, que dio lugar, con sus
intemperancias é inconveniencias, á que se le arrestase en el Cas-
tillo del Castro. No hubiese adoptado la Junta semejante acuer-
do, si Lenmí se concretase, como otros, á demostrar su impar-
cialidad ó indiferencia al alzamiento ó á pedir le permitiesen
ausentarse de la localidad.
Se presentó á la Junta el brigadier D. Leoncio Rubín de
Celis para que dispusiese de sus incondicionales servicios, que
le fueron aceptados; organizándose con tal motivo una columna
de 900 hombres y dos piezas de artillería rodada, que se extra-
jeron del Parque; saliendo esta fuerza para Santiago, al mando
de aquel jefe, el día 1 1 .
CAPÍTULO VI
(i) E s t e p u e b l o p e r t e n e c e al A y u n t a m i e n t o d e O r o s o , y es d e s u p o n e r q u e
el A l c a l d e tuviese su r e s i d e n c i a o ñ c i a l y p a r t i c u l a r en S i g ü e i r o . A c t u a l m e n t e la
c a b e z a del distrito m u n i c i p a l , e s t á en la p a r r o q u i a d e O r o s o .
E n n u e s t r o C a p í t u l o I V , n o t a ( i ) , al c i t a r l o s l u g a r e s p r ó x i m o s al d e Si-
g ü e i r o , c o n s i g n a m o s Velloa en l u g a r d e Ulloa, e r r o r p a d e c i d o , q u e n o s a p r e s u r a -
mos á rectificar, por a p a r e c e r de los datos que nos habían facilitado de aquel
punto.
102 LA REVOLUCIÓN GALLEGA DE 1846
2. 0
Toda persona, sin excepción, procederá á entregar las armas de cual-
quier clase que tenga en su poder. Los que en el preciso término de veinte y cua-
tro horas no lo hubiesen verificado serán juzgados como cómplices de la rebelión.
3. 0
Los fugados ó rezagados de las fuerzas rebeldes, así militares como
paisanos se presentarán en el término de seis horas al Sr. Brigadier Comandante
militar del punto, D. Francisco Mugartegui: los que contravengan esta disposi-
ción y sean habidos serán pasados por las armas.
4. 0
Del cumplimiento de estas disposiciones y las consignadas en el bando
del Excmo. Sr. Capitán general de Galicia fecha en la Coruña á 4 del actual,
queda encargado el indicado Sr. Brigadier comandante militar del punto.
SANTIAGUESES: Los rebeldes huyen por más que hayan querido cohones-
tar su repentina marcha con pronunciamientos que ni han tenido lugar ni po-
drán tenerlo, porque las brillantes y leales tropas de mi mando salen hoy mismo
en su persecución y otras no menos numerosas y disciplinadas les esperan de
frente. Santiagueses: los rebeldes que habéis visto en esta ciudad, son los únicos
que existen en toda España: juzgad, pues, la suerte que les espera, y acrisolad
vuestra conducta con tiempo, cooperando de buena fé á su exterminio. Desgra-
ciado de aquel que siga la opuesta sendal
Santiago 11 de Abril de 1846.—FRANCISCO PUIG S A M P E R . >—"Doc. que po-
seemos.
(1) De una comunicación pasada por Mugartegui al Capitán general, en la
cual le indicaba que pronto le remitiría el expediente instruido al batallón Pro-
vincial de Zamora. — Doc. que poseemos.
104 LA REVOLUCIÓN GALLEGA DE 1846
I I
ni
(1) A las tres de la tarde participaba Puig Samper al Capitán general que
hacía dos horas que sostenía el fuego, y le reclamaba con toda urgencia municio-
nes para la infantería y artillería, y algunos refuerzos. — Doc. que obra en nuestro
poder.
118 LA REVOLUCIÓN GALLEGA DE 1846
"V
11
RE
V I
STA DE LA J
UVE
NTU
D GA
LLE
G A
.
r
O DOr
k
l
i ciLtclii A
BJ
I
ORE
CLS
I
,ES
CC
EL
UIH
C
lS
TBO
a
Aun no ha llegado el momento de reve- todo al escuchar una sola palabra, pero
lar todo lo que pensamos sobre el pueblo mas armoniosa que un himno, i que es-
gallego, mostrando la senda que tiene cita emociones tan elevadas como los can-
abierta para llegar al alto destino que los tos de Foseólo?—l bien! se nos acusará
siglos prepararon.... su situación ¡ á me- de visionarios ó inteligencias sombrías;
diados del siglo x i x ' ! la desconocen lo- también en 1 8 1 2 el pensamiento de e-
dos nuestros hombres de estado;.porque mancipacion literaria no fué escuchado,
es tan original, tan estraña, tan miste- i hoy su eco se lia dilatado mas alia
riosa que creemos imposible el caracte- de lo que podíamos esperar.
rizarla sin salir de !a esfera de los libros Atended.
¡listóneos i económicos.—Cuando la li- Inclinados, un dia, sobre la carta
bertad de emitir el pensamiento escrito topográfica de Dufour ( I ) i contemplan-
no esté reglamentada.... entonces pre- do el vasto país que los suevos hicieron
sentaremos en rasgos inteligibles, en ca- independiente... nos preguntábamos por-
racteres vulgares, la fórmula que ense- qué este cuerpo robusto i vigoroso veía
ña i los gallegos TODO 1.0 QÜB. NECESI- pasar los años tendido en un lecho de
TAN CONOCED; porque las palabras que llores, sin probar nunca á poner en
la espresan señan fatales, en el día. acción sus fuertes brazos sin dar sali-
para el que tuviese el temerario-arrojo da i la energia de su espíritu. Inter-
de anunciarlas. ¡Hay frases que son una rogábamos al mapa que parecía esten-
sentencia de muerte para sus autores!! derse bajo nuestras miradas 1 tomar la
Empeio ¿no podremos delinear los forma real de lo que solo era un im-
rasgos que forman este gcroglilico ? . . . perfecto trasunto, para que nos dijese
arrojemos la paleta de los colores, i to- porqué una sociedad tan numerosa co-
mando el buril grabemos una palabra... mo la gallega, rica por el suelo que
¿quien duda que sometida al yunque de pisa, grande por glorias i tradiciones,
la meditación por los que estudian pa-
ra Galicia, será el núcleo de nuevas (I) P u de
indo c onsul
tar con t an t
o p r
o v e
cho
ideas que sucesivamente i como por ca- el p rec i
oso m a
p a, de G ali
cia, d ebi
d o i n u e
s-
pas se agrupen i amontonen, formando tro s ab i
o p ai
sano D. DOMINGO FONTAI» ¿ no t-s
h asta d e
shonroso el que pof l a l
ta de p roie
c
un sistema completó, ó un vasto plan c i
o n t enda mos <u|e a cudi
r ¿ las c art
a s tan me-
de guerra contra esa impúdica Babilonia s ae t
a s de los c s
tr.
l
n ge
ros?
que nos niega hasta los despojos de sus I tal ve? la p o nerac
i
ori a ct
u al b aj
ará al
festines? ¿Faltarán pensadores, mejor or- s ep u l
cro - sin a dm r
iar <l mas ^ l
a ndnt
so p rc-
sriilc (pie el s. ro.NTA* p
r
ud o h a c
er a su p ro-
ganizados que nosotros, que lo adivinen
v i
n cia!1
FRANCISCO TETTAMANCT GASTÓN 131
— I
poderosa por una de las condiciones de Galicia so tiene PDBBLOS: su in-
su organización, no se asociaba á los mensa población está distribuida en infi-
esfuerzos de los demás pueblos i mira- nitos lutjarcs-;—como si dijésemos gér-
ba indiferente las grandes luchas de la menes de ciudades. Helo aquí lodo.
humanidad. Todas las observaciones que Para conocer la evidencia de esta
atesoramos sobre Galicia se rcunian en verdad, es preciso elevarse sobre los so-
(orno de nuestra imaginación cuando nos fismas de los llamados economistas, aun-
levantamos vivamente impresionados, lle- que no son necesarias detenidas medita-
no el corazón de orgullo, tan delirantes ciones una ver. enunciada; porque po-
<ie gozo como Newton alzando la man- niendo frente á frente, dos cifras, una
zana que le revelara el secreto del u- que represente el total de los habitan-
niverso; porque al reconocer un hecho, tes i otra espresiva del número de es-
descubriéramos el fenómeno que nos lo tos que viven en las ciudades, villas i
esplicaba todo, acabábamos de leer la poblaciones de menos consideración, bro-
verdad de la situación en que se en- ta tic tan sencillo paralelo un hecho tras-
cuentra el pueblo gallego, i que con- cendental, fecundo en deducciones lu-
signamos en el papel per medio de la minosas; se sienten sin esfuerzo, se ven,
siguieute palabra: se palpan las causas del abatimiento i
nulidad que pesan sobre la infortunada
ESCENTRAL1ZACIOH. Galicia, i que convirtieron á sus habi-
1 es cierto. Los elementos que la tantes en una nueva raza de ilotas;—
naturaleza derramó en Galicia, los gér- la Irlanda de la Península 1
menes de poder que cada generación i En apoyo de estas palabras pudiéra-
cada siglo fueron depositando en ella, mos desdoblar á la vista do nuestros lec-
i los benéficos sacudimientos de la épo- tores muchos cuadros estadísticos 1 pre-
ca, todo se pierde en el insondable a- sentar numerosos detalles. Mas una tarea
bismo del AISLAMIENTO: i la razón clara semejante, que seria muy árida en ana
i la egcmplar laboriosidad de nuestros publicación de la índole del Porvenir, está
compatriotas, i los esfuerzos de algunos al alcance de todo el que la emprenda,
Coiazoues ardientes 1 generosos se estre- i nosotros solo nos proponemos llamar
llan contra- su situación estadística: — la atención de la juventud estudiosa ha-
lo desparramado de la población, la cs- cia el fenómeno mas importante que pre-
centralizaciou de las familias que cubren senta el pais para quien escribimos.
ese vasto territorio de mil denlo treinta Si: Galicia no tiene, pueblus. Y esta
Itijuas cuadradas. proposición que sorprenderá al público
ni
pueblo de que sois hijos; quiso aún más, pues intentó rasgar las
entrañas de la querida patria con vuestras bayonetas, afiladas
ahora para defender la nación y sus sagrados derechos Solo
para guiaros á la victoria, he aceptado el nombramiento de ma-
riscal de campo con que se ha dignado honrarme la benemérita
Junta de Santiago Solo para defender el pueblo y las leyes
me he puesto á vuestra cabeza Solo para mandar soldados
como vosotros, he jurado á la faz de Europa entera restaurar
la nacionalidad de España y la independencia de sus hijos. ¿No
es verdad que en vuestros labios no hay más que un solo grito?
¡Sí! el de libertad ó muerte, compañeros!!...» (1)
Los repetidos vítores y aclamaciones, no dejaron continuar
la patriótica arenga de Solís; confundiéndnse con los acordes de
los marciales himnos que ejecutaban las cuatro bandas de músi-
ca de los batallones provinciales. El entusiasmo, escribe Pirala,
fué grande, inmenso. (2)
Seguidamente maniobraron las tropas delante de ambos ge-
nerales, y de la Junta -Suprema, dividiéndose en dos columnas
al mando cada una de sus respectivos segundos jefes, demos-
trando en los distintos movimientos tanto en la instrucción de
guerrilla como en la de batallón, una organización envidiable y
pericia en la táctica. (3)
Terminado el ejercicio, se retiró la fuerza á los cuarteles;
dirigiéndose Solís y Rubín al local de la Junta de gobierno para
tomar, en unión de la misma, las resoluciones conducentes res-
pecto al sistema de operaciones que debían abordarse.
I " V
(i) «La clave de esta sublevación está en la conducta del general D. José
de la Concha. Dícese por los sublevados que contaban con el apoyo de éste y
que Rubín obraba de acuerdo cou él. ¡Son tantos los que lo dicenl»— V I C E N T E
D E L A F U E N T E , ob. cit., tomo II, pág. 3 4 1 . — L u g o , 1881.
FRANCISCO TETTAMANCY GASTÓN 139
(2) Hoy Gran Hospital. Debemos consignar que el entonces joven médico
de Santiago, D. Pedro Francisco Javier Cervino, ha prestado en dicho estable-
cimiento excelentes servicios á los heridos, con su pericia é inteligencia.
(3) Do P O R T O , ob, cit., pág. 109.—PIRALA, ob. cit., pág. 447.
FRANCISCO TETTAMANCY GASTÓN I4Í
11
III
afán del Sr. Concha en llegar á Orense para examinar el mapa de D. Domingo
Fontán, el único más exacto y extenso que existe de aquel territorio y finalmente
el no haber nunca recorrido esta montuosa y quebrada parte de España que de
otro modo es imposible llegue nadie á conocer. Que sus rápidas victorias fueron
debidas después de su indisputable actividad á las propicias y maravillosas cir-
cunstancias que le sonrieron y al apoyo voluntario ó involuntario prestado por don
Leoncio de Rubín, uno de los actores del alzamiento, lo demostramos en el contexto
de esta narración histórica. Incapaces nosotros de manejar el incensario de la
lisonja y obligados á colocar los hombres y las cosas en el verdadero puesto que
deben ocupar, reconociendo como reconocemos el talento, valor é ingenio del
-Sr. Concha, y circunscribiéndonos á su enaltecida Campaña de 17 días, haremos
ver que lejos de merecer el título de capitán consumado, con que trata de revestirlo
la Memoria que produce esta nota, solo es digno de aquella calificación de SOLDADO
IV
•v
VI
(1) «Queriendo la reina (q. D. g.) que el buen nombre de la ilustre clase
de generales no quede nunca empañado por motivo alguno, y deseando que la
conducta del teniente general D. Francisco Puig Samper sea legalmente justifi-
cada, se ha servido resolver que se le forme la correspondiente sumaria, y que
S. E. se presente en la plaza de la Coruña á fin de que responda á los cargos
que puedan hacerle con arreglo á la ordenanza.)—Doc. que poseemos.
Fué nombrado juez instuctor de dicha sumaria, el brigadier D. José Valcár-
cel Arias.
FRANCISCO TETTAMANCY GASTÓN IfJl
(•) Alude á la Real orden de 3 0 de Abril por la que se ordenaba instruir la sumaria
acordada.
l66 LA REVOLUCIÓN GALLEGA DE I846
Til
(1) Entre los conjurados, se significaba como uno de los más temerarios, al
arquitecto municipal D. José Noya, (tío del ilustre historiador gallego D. Manuel
Murguía), encargado, con otros, de violentar la puerta de la plaza para facilitar
en ésta la entrada á los sublevados.
(2) Entonces, Alvedro, era la cabeza del distrito municipal, y que por mo-
dificaciones posteriores de los municipios, vino á fijarse, en su lugar, el ayunta-
miento de Culleredo,
170 LA REVOLUCIÓN GALLEGA DE 1846
obre usted con imicha energía, y tenga usted presente que el que
(1) Hoy calle de Juana de Vega, á la que por aquellas fechas rodeaba la
muralla de la población.
172 LA REVOLUCIÓN GALLEGA DE 1846
V I I I
•7^—' »—^5"
»
CAPÍTULO IX
V i é n e l e d e a b o l e n g o á la provincia de O r e n s e y especial-
m e n t e á su capital, nutrirse del sano a l i m e n t o d e ideas liberales
y democráticas.
Q u i e n c o n o z c a su historia, quien se h a y a identificado x:on la
h e r m o s a A u r i a , e s a c i u d a d que cual a l e g r e ninfa se asienta en
las orillas del M i ñ o y s e levanta, c o m o señala nuestro M u r g u í a
en m e d i o de un a m p l i o anfiteatro de m o n t a ñ a s casi c a l c i n a d a s ,
c u y o s flancos llevan la v i ñ a y sus p r e c i a d o s frutos, tendrá q u e
c o n v e n i r en que O r e n s e e s una de las primeras d e Galicia en
que la c o d i c i a del e x t r a ñ o ha p u e s t o e n otros t i e m p o s sus mira-
d a s p a r a a p r o v e c h a r s e d e tanta belleza reunida.
D o m i n a d a uu día p o r la sed insaciable del latino q u e la con-
sideró c o m o uno de sus m á s inestimables botines d e conquista;
s o m e t i d a d e s p u é s á la a m b i c i ó n del g e r m a n o y m á s tarde á Ja
I9Ó LA REVOLUCIÓN GALLEGA Í)E 1S46
(*) N o o l v i d a r e m o s á M a r c e l o M a c í a s , eruditísimo e s c r i t o r y n o t a b l e o r a d o r s a g r a d o , a u t o r
d e v a r i a s o b r a s d e e x c e p c i o n a l i m p o r t a n c i a , q u e a u n q u e natural d e A s t o r g a , c o n v i v e en O r e n s e
h a l a r g o s años, c o m o D . A n d r é s M a r t í n e z S a l a z a r lo h a c e en la C o r u ñ a y A n t o l í n L ó p e z P é l a e z ,
a c t u a l obispo d e J a c a , l o . h i z o a n t e s en L u g o . E s t o s tres b e n e m é r i t o s a s t o r g a n o s y q u e r i d o s
a m i g o s nuestros, se h a n o c u p a d o y o c u p a n c o n s t a n t e m e n t e en las c o s a s d e n u e s t r a tierra g a l l l e g a .
T a m p o c o h a b r e m o s d e o m i t i r al ¡ l u s t r a d o e s c r i t o r é i n g e n i e r o d e c a m i n o s , D . M a n u e l D i e z
S a n j u r j o , que d e s d e q u e se halla r e s i d i e n d o en G a l i c i a , e s p e c i a l m e n t e en O r e n s e , p r e s t a i m p o r t a n -
tísimos s e r v i c i o s c o m o m i e m b r o d e la C o m i s i ó n d e M o n u m e n t o s d e d i c h a c i u d a d , y es u n o d e los
r e d a c t o r e s m á s s i g n i f i c a d o s d e l Boletín d e esta Corporación.
FRANCISCO TETTAMANCY GASTÓN ífjí
bión) y D. Eugenio Marquina, figurando también entonces como uno de los más
conspicuos, D. Arturo Vázquez Núñez, erudito escritor y docto epigrafista, falle-
cido hace escasamente un año.
Nos han servido de cicerones, el Sr. Fernandez Alonso y el distinguido
escritor y amigo D. Nicolás Fort Roldan que desempeñaba por aquellas fechas
el destino de Comisario de guerra de la expresada plaza.
Ocupaba en dicho año el Museo, un gabinete compuesio de tres departa-
mentos en la planta baja del Gobierno civil. Hoy se halla instalado en la parte
Norte del soberbio edificio del «Centro Provincial de Instrucción» comprendien-
do tres amplios salones destinados todos ellos á guardar la multitud de objetos
de importante valor histórico y artístico, recogidos, unos por individuos de
la propia Comisión Arqueológica; y donados otros por personas amantes y celo-
sas de estas particularidades, tan útiles y esenciales para el exclarecimiento de
las civilizaciones de otros tiempos, y que hoy la ignorancia no suele concederles
el mérito y la significación que representan.
S A. L -A. 1.»
Colocadas sobre artísticos zócalos que rodean esta sala, se admiran catorce
lápidas romanas y quince cristianas, hermosos ejemplares de teja y ladrillo ro-
manos y un gran trozo de mosaico procedente de las excavaciones practicadas
por la Comisión, en el «Forum Gigurrorum» ( L a Ligarrosa). Entre las lápidas
ígi LA REVOLUCIÓN GALLEGA DE I846
romanas merecen citarse, la dedicada á las ninfas de las aguas que se hallaba
sobre las famosas Burgas,- tres ex-votos á las diosas Navia y Diana, un miliario,
cuatro conmemorativas, todas ellas publicadas en el Boletín de la Comisión por
el celebrado epigrafista, D . Arturo Vázquez Núñez, y las dos lápidas geográficas
que sirvieron al Sr. Maclas para esclarecer su interesantísimo trabajo Civitas
Limicorum. Llaman la atención entre las cristianas, un sepulcro aparente del
siglo V con esta inscripción: AVITVS (in) - f X X U I I M O R T W S F V E T , y la
curiosa lápida sepulcral de! siglo X I V procedente del Monasterio de Celanova
citada por Ambrosio de Morales, en la que se lee esta inscripción gallega en
clarísima letra gótica
S A L A 2.»
A los dos lados de la entrada, continúan los zócalos de la primera, desti-
nados á molinos romanos de piedra, y en los dos ángulos, se hallan: á la derecha
un falconete, y á la izquierda una armadura de hierro con su casco. En otro
FRANCISCO TETTAMANOY GASTÓN 193
zócalo se ven tres imágenes de escultura bizantina en madera, una de ellas pro-
cedente del castillo de los templarios de Ponferrada.
En la estantería destinada á objetos del culto, hay un curioso cáliz del
siglo X I V y otro del X V , ambos de plata; un hermosísimo díptico de marfil,
varios Cristos bizantinos esmaltados, cruces procesionales, incensarios y campa-
nillas ojivales y del renacimiento, mitras, (entre ellas una conciliar) portapaces
y un sombrero del Cardenal Quevedo.
En una vitrina lateral, lucen variadas colecciones de exvotos de plata, es-
maltes, camafeos, peinetas del siglo XVIII, adornos de maragato, sellos de dis-
tintas casas señoriales gallegas, medallas conmemorativas, etc.
En cuatro grandes tablas colocadas en una de las paredes, existe una nume-
rosa colección de improntas de monedas y medallas.
El rico Monetario de la Comisión, se halla dividido en cuatro series de la
manera siguiente: 1 . Autónomas. 2 . Consulares é imperiales romanas. 3 . His-
A A a
pano-cristianas; y 4 . Extranjeras.
A
El interesante Boletín que publica la Comisión, sostiene cambio con las me-
jores revistas de España y del extranjero que se hallan coleccionadas y encua-
dernadas elegantemente.
Además tiene el Museo, otras dependencias como un excelente gabinete
fotográfico y un Archivo para la documentación de la Secretaría.
Componen actualmente la Comisión los señores siguientes:
Don Marcelo Macías y García, Vicepresidente.
» Benito Fernandez Alonso.
» Eduardo Moreno López.
> Manuel Diez Sanjurjo.
> Juan Neira Cancela.
> Manuel Martínez Sueiro.
» Eugenio Marquina y Alvarez, Secretario.
A esta entusiasta Comisión, se debe el sostenimiento del susodicho MUSEO
y del Boletín, que con esfuerzos verdaderamente plausibles, no ceja un instante
en la patriótica labor que se impuso. No importa á sus individuos que no se les
reconozca el mérito que les corresponde: ellos, para el incesante trabajo que
tienen á su cargo, solo cuentan con una módica retribución (1.000 pesetas anua-
les) que les concede la Diputación provincial; mas, sí, en cambio, disponen de
una hermosa renta en desprendimiento y cultura; y una alma muy grande que á
todos ellos les domina.
* **
Y antes de cerrar la anterior nota, habremos de consagrar otro recuerdo
cariñoso á la meritísima Sociedad Arqueológica de Pontevedra, de la que es uno
de sus más fervientes y caracterizados miembros, su ilustrado Director D. Casto
Sampedro.
Dicha Corporación, que es igualmente legítimo orgullo de la región gallega,
trabaja constantemente y en análogo sentido que la Comisión de Monumentos de
Orense, sosteniendo un magnífico MUSEO, difundiendo la cultura pública y dando
á conocer códices de importancia que revelan lo que en otros tiempos fué aque-
lla provincia; y que se corrobora por los tres voluminosos tomos que lleva ya
publicados con el título de Documentos, Inscripciones y Monumentos para la His-
toria de Pontevedra.
FRANCISCO TETTAMANCY GASTÓN 195
11
I I I
CAPÍTULO X (I)
(i) Parte de este capítulo fué publicado en varios números del periódico
El Correo Gallego, de Ferrol, del mes de Febrero de 1904.
14
2IÓ LA REVOLUCIÓN GALLEGA DE 1846
REFORMAS ECONÓMICO-GUBERNATIVAS
M E D I D A S DE G UERRA
(1) Do P O R T O , P I R A L A , F E R N A N D E Z DE L O S R Í O S , V A L E R A , y otros en
sus respectivas obras citadas.
(2) Poseemos varios documentos que nos facilitó nuestro competente
amigo, tan conocedor de las cosas de Galicia, Antonio Abelardo Rey Escariz
sobre reclamaciones formuladas al gobierno central por D. José Salamanca,
contratista general de la Empresa de Sales, los cuales documentos nos informan
que por entonces se habían posesionado de todos los alfolís las Juntas revolu-
cionarias y fuerzas sublevadas, siendo aquellas las encargadas de la venta de
dicho artículo al precio de 2 5 reales fanega, precio al que aproximadamente se
está vendiendo en la actualidad.
FRANCISCO TETTAMANCY GASTÓN : 313
11
sacrificarlo todo al bien del país, esos «no son dignos de aso-
ciarse á nuestras tareas».
En diferentes páginas de su grandiosa Historia Contemporá-
nea, (1) César Cantó, fustiga duramente- á la prensa:
«Las gacetas (los periódicos), han acabado por ser el único
pasto intelectual, la única inspiración de una época que no sabe
ó no quiere pensar y resolver por si misma y en que una pluma
de urraca ó de loro, hace las veces de pluma de águila ó de
cisne «Buscando y conquistando de este modo un imperio
ilimitado sobre el hombre llamado por antítesis animal razona-
ble, el periódico perdió su dignidad (2) y se redujo á no ser más
que el intérprete de un individuo ó de los parroquianos de un
café No es por cierto escaso el mérito de aquellos que pue-
den vanagloriarse de no haber hecho nunca burla de una buena
acción ni haber desalentado jamás la virtud.;.. »
«No son malos los periódicos sino los periodistas—dice ati-
nadamente nuestro docto amigo Antolín López Peláez, actual
obispo de Jaca, en su novísima y admirable obra La importancia
de la prensa (3) —como no son malos los explosivos sino quie-
nes los colocan en la vía pública: el periódico es lo que se quiere
que sea; y no tiene Ja culpa de lo que allí se escribe. Se abusa
de él, pero ¿qué habrá tan inocente y tan santo de que la huma-
na malicia no abuse? Nada más humano, social y progresivo
que la palabra; y no embargante, es para muchos lo qué para
Talleyrand, un medio de ocultar y disfrazar el pensamiento.»
ni
L A D E V O L U C I Ó N ,
PERIÓDICO OFICIAL DE LA JUNTA SUPERIOR DE GALICIA.
MM * IX% klf DÍAS I5ItiTr.HMUilD0S.--St! SUSCRIBE EN TOO»S LAS iDM!NTiTlUCIOrfKj DE COMlOS A Bf Al CAD* 50*1*0.
cándose en el alto lugar á que está llamado mente cu sus funciones: serán reemplazados
el antiguo reino do los Sitevos. Q u e la espada por los que resistían en el año de I8A3 :
de Galicia haga inclinar una sota TCZ la lia- si alguuo de estos no mereciese ta confianza
lanza en que s e fiesan ios destinos de España. pública, uombrará otro la Junta del distrito.
I T
sión de este antiguo reino. Sensible me es decirlo, Excmo. Señor; pero la salva-
ción d é la Patria exige de mí el sacrificio de ser tal vez el primero que mani-
fieste á V. E. que sus soberanas disposiciones no son obedecidas sino en el corto
número de poblaciones que, imitando á esta ciudad, sacudieron el yugo del tira-
no Gobierno de Madrid V. E. conocerá muy bien que con estos elementos
no es posible que las operaciones sean con la rapidez que requiere el sagrado
interés de su propia conservación, por carecer de líneas de comunicación que faci-
liten frecuentes y positivas noticias de los movimientos de los enemigos y hasta
del corto número de bagajes que necesitan y como las vastas ocupaciones que
me ocasionan la organización de un ejército nuevo y otras de mucha consideración
anexas al destino que desempeño, no me permiten dedicarme á remover por mí
estos obstáculos, considero de una imperiosa necesidad, y hasta exijo por el bien
de la causa de la libertad, que con un individuo de cada una de las Juntas de
provincia se forme otra auxiliar que siga constantemente los movimientos de este
cuartel general, para que con sus trabajos pueda auxiliarme en lo gubernativo;
que presencie las operaciones militares; y por último, que á la mayor brevedad
posible y sin consideración á los gastos que ocasione, y utilizando cuantos fusiles
y escopetas se encuentren, se forme una guardia municipal compuesta de un jefe
superior en cada provincia, que se entienda con su Junta respectiva y con el del
E. M. de este ejército, un subalterno en cada partido judicial y un sargento ó
cabo con seis guardias en cada Ayuntamiento para vigilar el cumplimiento de
las órdenes de V. E., estar al alcance de cuanto sucede en lo interior, intercep-
tar las comunicaciones al enemigo, aprehender sus enfermos y rezagados, impo-
sibilitarle la reunión de raciones, dar á V. E. parte de las novedades que ocurran
cada 2 4 horas,, ó antes si fuesen importantes, y á mi autoridad cuando concep-
tuase conveniente ordenarlo; y de no verificarse así, salvo mi responsabilidad
desde ahora, y recaerá sobre V. E . la de los males que pueden resultar á la glo-
ria de la causa que unidos defendemos. —Dios y libertad.— Santiago 2 2 de Abril
de 1 8 4 6 . — E x c m o . Señor.—El general en jefe, M I G U E L S O L Í S Y C U E T O S . — E x -
celentísima Junta Suprema de Gobierno.»
(1) « Junta Superior provisional de Gobierno de Galicia.—Excmo. Señor:
Con gran sorpresa se ha enterado esta Junta de la manifestación que V. E. le
ha dirigido en el día de hoy. La dureza de su lenguaje y la injusticia de sus
cargos, pondrían á este Cuerpo en la necssidad de dimitir sus poderes, si su
abnegación en favor de la libertad no fuese tan completa como merece la más
FRANCISCO TETTAMANCY GASTÓN 225
VI
quien después de disfrazarse de paisano en una casa del barrio de los Placeres,
se dirigió en cempañía de D. Jo?é M . Santos (que luego fué Presidente de la
a
7 1 8 páginas.
(2) Dato tomado de la Memoria del general Villalonga que llevamos citadat
(3) Ob. cit., tomo i . ° , pág. 4 3 5 . P É R E Z G A L D Ó S en sus Bodas Reales tam-
bién h> indica en la pág. 2 4 6 .
FRANCISCO TETTAMANCY GASTÓN 229
CAPÍTULO X I <«>
I I
AOVJ lio
£ V P f i £ P £ Í J M..OJWM0
F O R T V M M KcMJOfXTAIl'
„ c o i v j v r . í NftSVRICfJl'
POSVTT
-^^fMirtwtnrmmTirmiurí,
—ISJTTI.liri........ u , . .....
) ) KM I / 3 \ I N\ U TTYF^RÑTÍP"MIRN"MIIRNITN^TTRNIÍ
si
*A " I L U M I N A (
1
/.'s/'/sr>y~? *
r
"~ ii~vi' ~
n , i
NI 11 in MI' iMixiuittuuitw'iiitiiiiii' *iS£^.
f
de 1 8 4 6 . — E l Alcalde constitucional, M A N U E L B E C E R R A Y L L A -
MAS.—Señor general D. José de la Concha.» (1)
Esta categórica contestación, desalentó bastante al general,
quien comprendiendo que los sublevados que guarnecían á Lugo,
contaban en aquel trance con más elementos de combate que él;
y en previsión de que aquéllos efectuasen una salida, acome-
tiendo y arrollando al batallón de Málaga que, escaso de muni-
ciones, no podría sostener la lucha, cayendo quizá prisionero,
dispone que este Cuerpo saliese seguidamente para la Coruña por
el camino de Luanco, Castro y Betanzos, á fin de no tropezar con
las fuerzas de Solís, que marchaban con dirección á Ferrol; re-
gresando él á Nogales para reunirse á las fuerzas que allí le es-
peraban, y proceder á poner en práctica su plan de opera-
ciones. (2)
Así se lo participaba el mismo día 1 4 desde el barrio de San
Roque, al Capitán general del distrito:
«Con estas fuerzas me dirigí sobre Sarria para pasar á la
derecha del Miño por Porto Marín (Puertomarín) á Belesar, según
lo juzgue mas conveniente por las noticias que tenga, para po-
nerme en comunicación con las tropas del E x c m o . Sr. General
Puig Samper, ó con las de la columna de Orense. El 18 deberán
llegar á Villafranca dos batallones de América y una batería de
á lomo que haré se-me reúnan.» (3)
ni
IV
(1) Dicen que Concha, durante su estancia en Orense, afirmó que Rubín
no lo batiría ni haría por ser batido por él.—Aseglírase también que en aquella
campafia no pensaba descargar un fusil. El mismo Concha, en el parte que envió
al Gobierno, desde Orense, expresa lo siguiente: Creo que mientras ejecute yo este
movimiento sobre Santiago, no se separarán mucho de Vigo las fuerzas pronuncia-
das en aquella plaza. Estas fuerzas eran las de Rubín».—Do P O R T O , ob. cit.,
nota, pág. 1 7 4 .
248 LA REVOLUCIÓN GALLEGA DE 1846
•v
E l día 22, r e c i b e n s i m u l t á n e a m e n t e l o s j e f e s r e v o l u c i o n a r i o s
S o l í s y R u b í n , confidencias oficiales de q u e el g e n e r a l C o n c h a
saliera de Orense emprendiendo un movimiento estratégico
sobre Santiago.
S u p o n i e n d o el p r i m e r o de aquéllos que su c o m p a ñ e r o estaría
d e s d e l u e g o e n t e r a d o del particular, c o m o era i n d u d a b l e , apre-
suróse á c o m u n i c a r l e q u e se p u s i e s e i n m e d i a t a m e n t e en m a r c h a ,
t o m a n d o la dirección de C o m p o s t e l a , p a s a n d o p o r S o u t e l o de
M o n t e s é inclinándose hacia el U l l a á fin de o b s e r v a r minucio-
(2) «Era el portador de este oficio un tal D. Manuel Alban, de muy dudo-
sa conducta, condenado en Octubre de 1 8 3 6 por la Audiencia de la Coruña á
ocho años de presidio por delitos de infidencia contra la reina Isabel II y la
libertad.—El general Villalonga recompensó sus servicios especiales prestados
á la causa del gobierno de Madrid durante la revolución de Galicia, nombrán-
dole Secretario del Ayuntamiento Conslituciotial de Santiago formado por su
autoridad después de la catástrofe de Cacheiras del 2 3 de Abril. Este Ayunta,
miento, estúpidamente reaccionario, ('*) dispuso en sus primeras providencias
picar la lápida de la plaza de la Independencia (**) á la que se había dado este
nombre porque en su recinto juraron los literarios de 1 8 0 8 salvar al pueblo es-
pañol de la agresión francesa. ¿Qué otra cosa puede marcar mejor el sistema de
exterminio seguido en Galicia contra todos los recuerdos heroicos desde la in.
fausta época de Abril, que esta horrible proscripción, que ha hecho polvo un
padrón de gloria, patrimonio de todos los partidos, honor de todo un pueblo y
recuerdo de una nacionalidad que ya casi existe en la historia, y eso, porque es
imposible despedazar sus páginas. Los instintos de ciertas reacciones son aún
más salvajes que la espada del feroz Atila >—Do PORTO, ob. cit., pág. 1 7 7 . —
P I R A L A , ob. cit., pág. 459.
I I
I I I
IV
unas casas y huertos de los cuales h/rso un fuego que nos causó
algunas perdidas (1) pudiendo librar aquel batallón que por m o -
mentos estuvo prisionero. E n esta c a r g a llegué á c o l o c a r m e á
retaguardia de todas mis fuerzas q u e d á n d o m e con t o d o s sus
(1) De curtas particulares que poseemos 'le 1). José Gómez Rodríguez, Se
calculó entre ambos bandos 6 0 muertos y 1 S 0 heridos, sufriendo la mayor parte
las fuerzas de Concha..
FRANCISCO TÉTTAMANCY GASTÓN 269
(1) Estudios históricos de los sucesos políticos en la España del siglo XIX,—
2 . edición, un tomo,- pág. 154.—Madrid,
A
1 8 7 7 . — E n g l i s h y Gras, editor.
(2) Cuando penetró Concha en Santiago dictó una orden al Alcalde de
dicha ciudad para que se dirigiese á los Alcaldes de Teo y Conjo con el fin de
que ilos muertos que hubiese en sus respectivos distritos por el resultado de la
acción de ayer, se entierren previo reconocimiento y recuento: y los heridos
sean remitidos al Hospital Nacional de Santiago (hoy Gran Hospital).—Archivo
del Ayuntamiento de Santiago.
CAPÍTULO XIII
18
274 LA REVOLUCIÓN GALLEGA DE 1846
(1) VARGAS MACHUCA, ob. cit., pág. 237. En esta acción fué recompen-
sado Lersundi con el empleo de brigadier.-—Ob. cit., pág. 2 4 0 .
(2) Ob. cit., pág. 191.
FRANCISCO TETTAMANCY GASTÓN 275
(2) E l capitán retirado D. Juan Martínez Ruibal padre del actual oficial
mayor de la Secretaría del Ayuntamiento de Santiago, D. Enrique Martínez
González, se batió heroicamente al frente de un pelotón de paisanos y militares,
favoreciendo la retirada de las tropas pronunciadas. Terminada la acción logró
escapar, hasta que por el decreto de amnistía, fué absuelto y desterrado por
algún tiempo á la parroquia de Sobrado (Arzúa).
FRANCISCO TETTAMANCY GASTÓN 277
SANTIAGO: C O U - X U O DI: F O N S E C A
(1) -¡Pero el Sr. general Concluí, (inspirado tin duda por el Santo Apóstol
á quien invocaba á voces en tuda la batalla), rompió las puertas de la Catedral y
por el larí;"ii trecho de la tribuna, rompiendo oirás puertas se entró en I'alacio,
desalojando los P><iiiiti¡c¡iult<x; en cuyo caso debió el Palacio llenarse de cadáve-
res y ílesgífíái's; pero el Sanio Apóstol hizo 110 hubiera ni una sola librándonos
así de la pena y adición cpie nos era consiguiente.>—Fu. MANUEL MARÍA DE
1 1
(1) «San Martín, edificio tortísimo y muy grande fué el punto céntrico y
último de los pronunciados, y todas las c a s a s de sus inmediaciones eran un Vesu-
bio de fuego, singularmente el Palacio Arzobispal que hacía frente á varios costa-
dos con numerosas bocas de fuego y balas. Al Excmo. Sr. Arzobispo se lo lleva-
ron en rehenes á San Martín, donde estuvo esperando la muerte seis horas y
media, cuyo tiempo yo quedé entre miles de balas.»—FK. MANUEL M A R Í A D E
S A N L U C A R DE B A R R A M E D A , ob. cit., pág. 1 7 0 .
(FACHADA DKI. O U R A D O I R O )
ni
Bien pronto los sitiados se acordaron del triste fin que les
esperaba. En aquellos momentos de confusión é incertidumbre,
IV
lucionarios, sino con las tropas leales: precisamente en aquellos momentos del
suceso, se encontraban en el pueblo del Portazgo, muy próximo á la Coruña, for-
mando parte de la columna del brigadier Mac-Crohon. El que compartía con
los sublevados era el segundo batallón del citado regimiento, que como hemos
dicho, fué el que inició la campaña el 2 de Abril, en Lugo.
(2) Al incluir entre los prisioneros á esta unidad, refiriéndose Concha al
Provincial de Zamora, también se equivocaba en el parte dirigido al Gobierno,
puesto que el aludido Provincial hallábase en Ribadavia anexionado á la divi-
sión que mandaba Rubín.
Hacemos, pues, estas naturales aclaraciones, á evitar cualquier confusión
del lector.
(3) No han sido 5 4 , sino sobre 7 0 la cifra alcanzada; salvándose T4 entre
jefes y oficiales, entre ellos el comandante D. Manuel Buceta. Varios de éstos,
burlaron la vigilancia de los enemigos escondiéndose en el Monasterio, y otros
apelaron á la fuga delante de la misma guardia de prevención que los custo-
diaba. Muchos se valieron del ingenio de volver del revés la galleta del morrión
á fin de ocultar el numero del Cuerpo á que pertenecían, atendiendo á la igual-
dad de uniformes de ambos combatientes; y otros desnudaban las fundas acha-
roladas de los schacós para semejarse á los vencedores. Quedó por lo tanto
reducido á 6 1 el niímero fijo de jefes y oficiales prisioneros á quienes en Carral
se les puso en capilla para ser fusilados y de los que trataremos en el siguiente
Capítulo.
Además, de los 1 . 4 0 0 prisioneros, salváronse 3 5 0 , que no lucharon en el
convento de San Martín, y que en varias partidas se dirigieran á Vigo para in-
corporarse á la división de Rubín en el instante que supieron el desastre de
sus compañeros.
FRANCISCO TETTAMANCY GASTÓN 293
de 1885 vino siendo el jefe inmediato del soldado del que dis-
ponía á su arbitrio y voluntad.
Aun sin valerse del suspirado auxilio de Rubín, 1.400 hom-
bres con el fusil armado á la bayoneta, bien podrían cohonestar
el poder del adversario, aunque éste fuese superior en número y
no le escaseasen las municiones.
Si el sargento sublevado, después de adquirido el compro-
miso, atendiese más á la voz del patriotismo que á las conve-
niencias propuestas por el sitiador, la rendición del convento de
San Martín no se hubiese escrito en las páginas de la historia
gallega; y los propósitos de Solís tuvieran probablemente digna
coronación, salvándose por de pronto en aquel heroico lance, el
honor de la milicia revolucionaria y los prestigios del principio
que se debatía; pues es de presumir que los que de él libraran
con vida, que hubiera sido una mayoría inmensa, pasarían á re-
forzar la segunda división del Ejército libertador, para continuar
la lucha con más arrestos y energías.
Otra consideración de indudable dialéctica que varios escri-
tores también formulan, surge á nuestra mente en este opor-
tuno momento, para condenar la negligencia demostrada por los
revolucionarios, que fué la causa eficiente de su fracaso, al aban-
donar las municiones en Puente Pedriña; porque la pérdida de
ese importantísimo factor, sirvióle á Concha para aprovecharse
precisamente de él en lo más crítico de la jornada, como se co-
rrobora en la comunicación que queda reproducida.
Esta contingencia hizo que aquel general alcanzase el triunfo
con los cartuchos de sus enemigos, invalidando á éstos para
cargar sus fusiles. «Y aun así—argumenta Do Porto—tuvo el
sitiador, para rendirlos, que agotar los cartuchos de uno y otro.
No sin razón dijimos, que la deplorable pérdida del Puente
Pedriña dio la victoria al general Concha; no sin razón asenta-
mos que las combinaciones del acaso, le hicieron el vencedor de
Galicia.»
Pero prescindamos del juicio de Do Porto, por si pudiera
invocarse alguna suspicacia ó parcialidad, así como de los de
Pirala, Blasco Ibañez, Fernandez de los Ríos y tantos otros que
han tratado de estos sucesos fijándose singularmente en la me-
FRANCISCO TETTAMANCY GASTÓN 295
m o r a b l e j o r n a d a de 2 4 de A b r i l ; y a t e n d a m o s al de un cronista
nada s o s p e c h o s o c o m o B e n i t o García de los S a n t o s , q u e se a n -
ticipó á comentarlos á raíz de su d e s a r r o l l o : (i)
«listos h o m b r e s — l o s r e v o l u c i o n a r i o s — q u e desde las n u e v e
de la mañana hasta las seis y media de la tarde sostuvieron de
aquella manera un ataque tan continuado y q u e no perdieron un
palmo de terreno sin dejarle sellado con la sangre de sus con-
trarios, se hallaban en la desesperada posición de tener que morir
sin pelear. Kn situación tan terrible, viéndose vencidos y sin
medios de obrar, pidieron c a p i t u l a c i ó n . — G r a n d e s tenían que
G u s t o s o s s u p r i m i r í a m o s e s t a s p á g i n a s en nuestros
a n a l e s . — P I R A L A : Historia contemporánea, pág. 470,
t o m o I.
(1) Don Francisco Botana, Síndico que fué del Municipio, fallecido hace
próximamente cuatro años, Francisco Gómez Castro (a) Chumbirí y Jacinto
Castelo.
(2) « Los prisioneros que debían ser juzgados en la Coruña marcharon
muy conformes por el camino de Santiago: sus declaraciones habían de com-
prometer á muchos y elevados personajes; y en este sentido, sino confiaban en
una amnistía, parecían asegurados de la atenuación de la penalidad; pero al
llegar el 2 5 á Carral fué instalada casi á la fuerza una Comisión miltar. Jefes y
oficiales hubo que repugnaron la intempestiva solución; no faltaron otros que
aceptaron aquella medida para congraciarse con el Gobierno aunque deshonra-
ran el uniforme que vestían; y mucho más, cuando apenas fueron oídos los
culpables.»—FORT Y R O L D A N : Apuntes.
300 LA REVOLUCIÓN GALLEGA DE 1846
1 1
CARRAL: EL MIÍSÓN
n i
mi firme resolución, que espresé, de cañonearlas desde esta plaza, para cuya
seguridad tuve que dejarlas acantonadas estramuros.
»Voy á montar á caballo en dirección de Lugo. El Brigadier D. José Mar-
tínez Gobernador de esta plaza y Comandante General de su Provincia queda
encargado de remitir á V . E. con brevedad el numero dé cartuchos que pide.—
J U A N D E V I I . L A I . O N G A . — E s copia.—Doc. que poseemos.
(1) A pesar de toda cuanta gestión hemos practicado para recabar una
copia de la sumaria de esta causa y sentencia subsiguiente, nos fué de todo im-
posible satisfacer nuestros deseos.
Recurriendo al ilustre general Arteche, nos decía en carta de 1 0 de No-
viembre de 1 9 0 3 .
Mi distinguido amigo:
«Remito á V. la adjunta nota que me han enviado de Segovia (*) respecto
á los fusilados de Carral el año 1 8 4 6 . Creo también que los pocos papeles que
deben existir procedentes de la Comisión militar que juzgó á aquellos desgra-
ciados, deben estar en esa Capitanía general—y digo pocos, porque ni la Comi-
sión ni el general Villalonga gastaron muchos—. Supongo que V. al ir á escribir
aquellos sucesos, conocerá además del librito á que hice referencia en mi ante-
rior carta (el de Tomás Chavelí), el que publicó en 1 8 4 6 el abogado de Madrid
D. Juan Do Porto, librito donde se explica detalladamente cuanto ejecutó aque-
lla Comisión militar é hizo el Capitán general.—Y mande V. otra cosa á su
afmo. amigo y s. s. q, b. s. m . — J O S É G. DE ARTECHE.»
ttt
Mis queridas hermanas: os remito 6 onzas para que las distribuyáis entre
mis compañeros: mi ropa y maleta la entregaréis á mi prima; también os remito
un poco pelo y el relox, y un pedazo de Gabán con el que voy á morir, para que
lo entreguéis á mi querida Matilde.
Nos pudimos escapar todos, pero nuestro honor nos lo prohibió.
111A Dios III El Eterno nos llama á su presencia, y aquí se concluye el
nombre de
JACINTO DABAN.»
(Archivo particular de D . J o s é G ó m e z y Gómez.)
«Carral 2 5 de Abril de 1 8 4 6 .
En Capilla
t tt
Amada esposa: incluyo esta esquela con la que podrás recoger mi equipage,
y por el dador que es el Eclesiástico (*) que me ha auxiliado, te remito 2 8 duros
y 3 pesetas que es lo que me queda.
Vive para mis hijos y cuida de su educación y de recordarles constante-
mente el amor que hoy llevo al sepulcro, y que su padre aunque sentenciado no
ha sido por ningún delito infame.
. A Dios, amada mía, vive segura de que jamás te ha faltado el entrañable
cariño de tu amado esposo
MANUEL FERRER.»
(Archivo particular de D . J o s é Gómez y Gómez.)
DIVINA >
D. E . P.
AQUÍ YACE EL SR. D. MIGUEL
DE E. M. MUERTO EL DÍA 26
INFANTERÍA DE ZAMORA.
R. I. P.
En Paleo están sus tumbas olvidadas por los que tenían ine-
ludible obligación de cuidarlas y honrarlas; porque, á la sombra
de los Mártires de Carral, alcanzaron fortuna y honores, esca-
lando los puestos más elevados de la política española....
CAPÍTULO XVw
(1) «Según parte que he recibido en la mañana de este día del E . S. don
José de la Concha Comandante General de las tropas expedicionarias que vinie-
ron de Castilla, ayer tarde entró dicho Sr. General en la ciudad de Santiago,
que después de hecho replegar á los sublevados que en número de tres batallo-
nes lo esperaron en posición ventajosa en las inmediaciones de aquella ciudad,
habiendo tenido la gloria de batirlos en sus posiciones y dentro de la población
donde se hicieron fuertes, les hizo prisioneros 1 . 4 0 0 hombres y 5 4 oficiales,
entre ellos á su jefe Solís, quedando por lo tanto destruida la principal fuerza
con que contaban los revolucionarios.—Se servirá V . S. disponer que otro pliego
que conduce el peatón de estas líneas continúe sin dilación á su destino.—Dios
guarde á V . S. muchos años.—Betanzos 24 de Abril de 1 8 4 6 . — J U A N DE VILLA-
11
(1) «La Guardia civil que se hallaba en Lugo, no quiso adherirse al pro-
nunciamiento, y cogida prisionera, salió el día 4 con los batallones, á fin de que
el pueblo no presenciase su desarme. Verificado éste, se le permitió al coman-
dante de la fuerza marchase con ella á un pueblo de la montaña, después de
haber ofrecido solemnemente permanecer neutral y sin interceptar ninguna co-
municación que fuese dirigida á los pronunciados. Aun llegó á más la hidalguía
de Solís, pues les concedió llevasen seis carabinas para defenderse si en el
camino eran insultados,^ les dio una mensualidad á todas las clases. El Sr. San
Martín, jefe de la mencionada fuerza, á penas se separó de los batallones, em-
pezó á hostilizar á Lugo y á sorprender todas las comunicaciones, faltando á la
palabra que los caballeros nunca emplean sin cumplirla.»—Do P O R T O , ob. cit.,
pág. 2 2 6 .
(2) Véase el Capítulo X I ,
FRANCISCO TETTAMANCY GASTÓN 329
I I I
Intima en el a c t o , V i l l a l o n g a , la rendición de la c i u d a d ; y la
Junta de L u g o que había sido modelo ejemplar de moralidad
con su sana y honrada administración, y de un tacto e x q u i s i t o
de g o b e r n a n t e s durante el corto período de su m a n d o — recono-
cido hasta por los hostiles a la causa revolucionaria, c o m o vere-
como paisanos, sin que se les moleste por sus actos políticos
posteriores al 2 del actual, facilitando pasaporte al extranjero al
que quiera solicitarlo.
»La Junta, no duda que V . E . como español, como valiente
y como caballero, animado de sentimientos humanitarios, se
dignará acoger ésta proposición, evitando las desgracias y con-
flictos que puedan ocurrir en esta ciudad.»
Fechábase este documento el 26 de Abril de 1 8 4 6 , y lo fir-
maban M. Becerra y Llamas, Presidente; y Domingo A . Pozzi,
Secretario. ( 1 )
La contestación dada por Villalonga, fué, que «si dentro de
un cuarto de hora no se entregaba incondicionalmente la plaza,
dejando las armas en pabellones delante del Ayuntamiento,
bombardearía la misma, tomándola por asalto». (2)
Al saberse esta imperiosa resolución que pugnaba contra las
reglas de la caballerosidad, aun reconociéndose que los sitiados
estaban fuera de las vías legales, varias personalidades de Lugo
en el concepto de vecinos, y otros como entidades de prestigio,
indiferentes al movimiento revolucionario, se apresuraron á ele-
var al general Villalonga una exposición, impetrándole revocase
medida tan irracional en atención á que «los que posteriormente
se habían comprometido en el pronunciamiento han sido enga-
ñados: en esto habrá habido un error; pero la conducta de su
administración durante la cual ninguna persofta se ka molestado,
les escusa tanto cuanto V. E. comprende muy bien: en el día,
reconocen su equivocación y están dispuestos á someterse bajo
unas garantías por las cuales se interesan la piedad y política
bien entendída i> (3)
Firmaban la precedente exposición, el citado día 26, don
Vicente Neira y Gallardo, D. José Saavedra Pando, concejal;
D . Francisco Gómez Cadórniga, concejal; D. José Antonio
Martínez, concejal; D. Pedro López Rivera, gobernador eclesiás-
t i c o ; D . Manuel G a r c í a de la V e g a , g o b e r n a d o r e c l e s i á s t i c o ; ( l )
D . B e n i t o G o n z á l e z H e r m i d a , c a n ó n i g o , por el c a b i l d o eclesiás-
t i c o ; D . A n t o n i o María M i r a n d a , I). S i m ó n P u g a , cura párroco;
22
338 LA REVOLUCIÓN GALLEGA DE I846
bracio del terreno no pudo cogerse más cjue un prisionero y unas 8 armas de
fuego.—El Secretario Comandante y Oficiales tanto de la Guardia Civil como
de la 3 . Compañía del 3 . " Batallón de América, se han portado brillantemente
A
y creo (pie esta lección servirá para cpie no buelban los rebeldes á incomodar
Pueblo alguno.—Dios guarde á V. E. muchos años, Nogales 28 de Abril de
1 S 4 6 . — J U A N F E R R E V R A CAAMAÑO.—Excmo. Sr. Capitán General de Galicia.»
De nuestro archivo particular.
(1) «Don Juan de Villalonga, Mariscal de Campo de los Ejércitos Nacio-
nales y Capitán general de Galicia, etc. etc.
«Habiendo entrado en esta capital con las fuerzas de mi mando para aca-
bar de destruir la revolución que cobardemente se instauró en ella, y conviniendo
á este fin que se recojan todas las armas de cualquiera clase que existan en poder
FRANCISCO TETTAMANCY GASTÓN 335
de los vecinos de la misma, así como también imponer el digno castigo á que
se han hecho acreedores las personas que directa ó indirectamente hayan con-
tribuido á la sublevación é insurrección militar, he tenido por conveniente de-
cretar lo siguiente:
«Artículo i.° Dentro del término de seis horas se presentarán en la Guar-
dia del Principal todas las armas de los individuos que las han tomado durante
la insurrección y de todas las demás personas que las tengan ya sea con licencia
ó sin ella con sola la tliferiencia de que las que pertenezcan á individuos que
tienen licencia serán presentadas en la Jefatura política con la que se les hubiese
concedido para que cuando parezca conveniente á dicha autoridad se les
devuelva.
>Art. 2 . ° Toda persona que haya compuesto parte de la Junta revolucio-
naria, jefes li oficiales que hayan mandado los cuerpos ó partidas revolucionarias
ó en cualquiera forma hayan coadyuvado á la revolución, se presentarán en pri-
sión en la guardia del principal dentro del mismo término de seis horas; y todo
individuo que tuviese oculto en su casa cualquiera de aquéllos, lo presentará en
la misma forma so pena de ser fusilado si no lo verificase, para lo cual y pata
averiguar la existencia de armas se practicarán visitas domiciliarias.
>Art. 3 . " Queda prohibido el uso del gorro de cuartel á toda persona que
no sea militar ó goce fuero de tal.
I Y á fin de que nadie alegue ignorancia he mandado que se publique el
presente Bando fijándolo en los parajes de costumbre. Dado en el cuartel gene-
ral de Lugo á 27 de abril de 1 8 4 6 . — E l Capitán General, JUAN D E V I L L A L O N G A . »
el gobierno legítimo y atentar contra las prerogativas del trono y la ley funda-
mental del estado.
> Habitantes de esta provincia: estoy muy satisfecho de vuestra cordura y
sensatez, pues habéis dejado aislada la rebelión en el recinto de esta capital,
permaneciendo fieles al gobierno y obedientes á mi autoridad. Restablecida la
paz, solo me resta cicatrizar las llagas que ha dejado abiertas la anarquía: repa-
rar cuanto ser pueda los considerables daños que se han hecho en los edificios
inmediatos á la muralla so pretesto de una loca y temeraria defensa: agotar todos
mis esfuerzos para que la clemencia de S. M. se dispense á los culpables, sin
embargo de que repetidas veces fueron despreciadas por ellos mis paternales
invitaciones; y en seguida dedicarme á promover los negocios de utilidad pública
para mejorar el estado del pais que es el objeto constante de mis afanes. Lugo
2 7 de abril de 1 8 4 6 . — E l gefe político, J U A N F E R R E I R A C A A M A Ñ O . >
Operaciones de la 2 . a
División del Ejército libertador. — Dispersión
de la misma.—Prosigue Concha en sus movimientos. — Fuga de
las Juntas revolucionarias.— Desarme de los batallones sublevados.
11
mos seguros que jamás hubieran hecho fuego contra sus compa-
ñeros porque aun no habían desertado de sus banderas.
«Todos conocían que la revolución vencedora en Portugal,
ejercería un poderoso protectorado sobre los sublevados* galle-
gos: armas, hombres y municiones sería un auxilio que no tar-
daría en proporcionárseles del vecino reino.
»Aunque Rubín, que lo es dudoso, no se hallase en el caso
con tales elementos, de emprender una ofensiva audaz y repen-
tina, la plaza de Vigo y el sistema de guerrillas, les presentaba
fértiles medios para una defensiva prolongada, tenaz, ventajosa:
echando mano de rehenes, medio justificable y legítimo, evitaría
las matanzas de Carral; y sosteniendo vivo el fuego de la guerra
y de la revolución en Galicia, daría lugar á los sacudimientos de
otras provincias (regiones), amagadas con síntomas diversos y
que indudablemente se pronunciarían por poco más que conti-
nuase aquella insurrección. No solo es nuestro este dictamen:
otro presentaremos más autorizado, y es el párrafo final de la
Campaña de los 17 días, último puñado de incienso que el pa-
negirista quema en el pomo de la espada de D. José de la Con-
c h a , / ^ haber contenido y desbaratado un movimiento revolucio
nario que contaba, SIN DUDA ALGUNA con hondas y multiplicadas
ramificaciones en toda la Península. Estas son sus palabras que
confirman y aseguran lo que á nosotros no nos es dado sino
sentar como una opinión.
»En último término, el más calamitoso pero el más lejano,
una honrosa capitulación hubiese asegurado el reposo de tantas
familias perseguidas, conservando una patria para tantos hom-
bres proscriptos, salvando la vida de doce víctimas y vuelto
D. Leoncio Rubín de Celis su nombre inmaculado con la corona
de la lealtad y de la constancia.»
Estas reflexiones de Do Porto que trascribimos íntegras por
la gran verdad que encierran, nos imponen también á nosotros
en el caso de reafirmar que en las manos del brigadier Rubín
estaba la honra y salvación de aquel pronunciamiento, digno
de que prosperase por el espíritu de sana doctrina que lo
informaba
FRANCISCO TETTAMANCY GASTÓN 361
I I I
<
<
I " V .
VISTA DE V H ; O EN EL A N O 1846
don Juan Felipe Correa; y de la fuerza que pueda reunirse, el señor Coronel de
Segovia que estalla preso en el Castro por los rebeldes D. Luís I.enmi. Los ca-
rabineros que habían quedado, á las órdenes del capitán D. José Cortés que
también estaba arrestado. L a tranquilidad y el orden están asegurados en el
pueblo. Sin perjuicio de las demás medidas que quedamos lomando, tengo la
satisfacción de poner en conocimiento de V. S. esta fausta noticia para los efec-
tos que V. S. crea oportunos.—Dios guarde á V. S. muchos años.—Vigo 2 6 de
Abril de 1 8 4 6 . — F R A N C I S C O RODRÍGUEZ A R I A S . — S r . Jefe político de esta pro-
vincia.»— Doc. que foseemos.
(1) Historia general de Esfaña por M O D E S T O L A I ' U E N T K , continuada desde
Fernando VII por D . Juan Valera, etc., etc. Tomo X X I I I , pág. 2 8 .
FRANCISCO TETTAMANCY GASTÓN 365
P O N T E V E D R A : VLSTA G E N E R A L
(1) nEl mismo día 1 9 en que Solís retrocediera por Neda y Betanzos hacia
la antigua Compostela, abandonó Rubín la plaza de Orense ante la llegada del
general Concha: la voz popular señalaba á Concha como uno de los generales
comprometidos y fué de todas maneras segán la frase consignada en la Memoria
del general Mac-Crohon, uno de los elevados personajes de cuyo nombre se abu-
saba por lo menos; pero preciso es convenir que fué más recriminado Rubín de
Celis, quien ni defendió la excelente posición de Ribadavia ni acudió á reforzar
las tropas de Solís, abandonando el 2 5 la columna de su mando en las montañas
de San Jorge de Sacos y embarcándose cobardemente en Vigo durante la mañana
del 2 6 . — F O R T Y R O L D A N : Aflintes.
21
370. LA REVOLUCIÓN GALLEGA DE I846
1
" . V
quien no podía dársele destino más acertado que una larga li-
cencia para el extranjero».
Villalonga y su cohorte de turiferarios, pretendían á todo
trance alcanzar méritos para adular al Gobierno de Isturiz, y
ni
la vigilase, según convenga, y que si diese motivo legal para proceder contra
ella se la juzgue con arreglo á las Leyes: pero como sea imposible que pueda
llegar esta caso, por la salva proporción que tiene esta interesada de conspirar
sin que corra el menor peligro, debo manifestar á V. E . que continuará siempre
del mismo modo, y tendremos dentro de la capital de Galicia la mansión de la
Dirección de las conspiraciones, sino se toma la providencia de hacerla confinar
á país lejano en el extrangero. Hallándose en relaciones con los cónsules fran-
cés é inglés, y en particular con el Vice cónsul de esta última Nación, que por
desgracia es Español, (*) y de muy malos antecedentes en sus opiniones, me
consta que las comunicaciones de los conspiradores son dirijidas por aquel con-
ducto sin que sea posible que persona alguna del Gobierno pueda evitarlo, ni
descubrirlo dentro de los trámites legales; por consiguiente la casa de la Viuda
de Mina puede considerarse amparada bajo el pabellón inglés enarbolado en el
balcón de la misma, hasta que los que dan dirección á los negocios rebolucio-
narios consigan ver realizados sus intentos.
>Si parece á V. E . que con estos datos, que de modo alguno me presentan
el motivo legal de proceder contra la Viuda, puedo yo dar cumplimiento á las
órdenes del Gobierno en este particular, y evitar que los revolucionarios man-
tengan la confidencia segura de sus maquinaciones, desearía que V. E. tuviese
á bien designarme la manera y forma á que arreglar los procedimientos dentro de
un orden normal; porque de otra manera yo no veo otro remedio para este mal
canceroso, que el que tengo propuesto al Gobierno de S. M.: quedando así tran-
quilo sobre mi responsabilidad en cualquiera caso que ocurra en lo sucesivo re-
pitiendo á V. E. estar sin embargo dispuesto á acudir con todos mis esfuerzos
á sofocar y perseguir la rebolucion en cualquiera punto en que se presente.—
Dios guarde á V. E. muchos años.—La Coruña 5 de Junio 1 8 4 6 — E x c m o . Señor
Ministro de la Guerra.—JUAN DE V I L L A L O N G A . » — M i n u t a original que poseemos.
la Coruña el 7 de Junio
de dicho año de 1869,
formándola D. Mariano Castillo, Gobernador Presidente; en el
concepto de Vocales, D. José M . Patino, D. Hipólito Otero,
a
• V
vi
AOS
MÁRTIRES DA LIBERTADE
MORTOS
26
DE
ABRIL
DE
• 1846
LIGA G A L L E G A
NA CRUÑA(i)
VII
(1) Al hacerse efectivas las cuotas de subscripción levantada para las obras
del monumento, muchos de los inscriptos faltaron á su compromiso, entre ellos
alguna Corporación oficial gallega que se anotara con una cantidad importante.
(2) El acto de colocación de la primera piedra se verificó á las tres de la
tarde del 2 3 Abril de 1 8 9 9 habiendo concurrido el coronel D. Ramón Velasco
Ibarra y su hijo Ramón; el Presidente honorario de la Liga Gallega D. Manuel
Murguía, el efectivo D. Waldo Alvarez Insua; el Vicepresidente D. Salvador
Golpe; Vocales D. Daniel Couceiro, D. Manuel Lugrís, D' Eladio Rodríguez
González, D. Galo Salinas, D. Marcial M. de la Iglesia y el Secretario D. Euge-
nio Carré; el Presidenre y Secretario de la Liga Gallega en Carral D. Andrés
Tarrrío y D. Joaquín Alejos Bissi; el cronista de la Coruña D. Andrés Martínez
Salazar; el abogado D. Eduardo Montenegro Salazar, si médico D. Vicente
Otero; D. Alberto Alvarez Escobar; el cura párroco de Santa María de Oza don
Manuel Fariña Vilarelle; el de Paleo D. Francisco Domínguez Vieites; el coadju-.
tor D. Manuel Couceiro; el presbítero D. José Cortés; los curas párrocos de
Cañas, Castelo y Sueiro; y el autor del presente libro en calidad de Secretario de
la Comisión del Monumento.
Por la mañana (á las doce), se dijo una misa cantada por el alma de las
VÍCTIMAS en la parroquial de Paleo; y por la tarde segiín indicamos, se procedió,
ante una numerosísima concurrencia compuesta del pueblo de Carral en masa y
comarcas contiguas, á la ceremonia de la colocación, pronunciando patrióticos
discursos los Sres. Velasco, Alvarez Insua, Lugrís y el párroco de Paleo, que
echó sobre la piedra la primera paletada de tierra. Los discursos fueron extra-
ordinariamente aplaudidos. El del Sr, Lugrís fué dicho en lengua regional. .
FRANCISCO TETTAMANCY GASTÓN 391
F I N
cgj cgD c£> dfcTdfr cgDc^cgpcgpcgpcgjcOpcgjcgpc^DcOjcOpcOpcgDÍgi ¿gp c£> c g p " ^
NÚMERO I
A P U N T E S BIOGRÁFICOS D E D . M I G U E L S O L Í S Y C U E T O S
(1) Era sobrino del célebre general y escritor D. Evaristo San Miguel.
398 LA REVOLUCIÓN GALLEGA DE 1846
NÚM. I I
NÚM. III
Jndi
Y i
d uos que c
ompo
n í
an la junta permanente revolucionaria
ALISTADOS
* **
PRIMERA COMPAÑÍA
NÚM. IV
PABLO P É R E Z BALLESTEROS*.»
NÚM. V
«Columna de operaciones.—E. M.—Excmo. Señor: Hoy ha
sucedido una de esas escenas que la historia narrará como ex-
traordinaria y sorprendente porque ella no tiene egemplo en sus
fastos.
»A las doce del día llegué á este punto donde había deter-
minado pernoctar, para hacer mañana una tentativa sobre San-
tiago. Empero, antes de alojarse las Tropas, creí conveniente
FRANCISCO TETTAMANCY GASTÓN 407
v o l b i e n d o en c o n s e c u e n c i a por el izquierdo al I . B a t a l l ó n de
c r
con más ahinco pero secundándolo aquellos con los que adopta-
ron por lema en su pronunciamiento y los nuestros con los de
Viva nuestro General, Viva el Brigadier Mac Crohon y Viva
el Regimiento Infantería de Zamora.
»La posición del Batallón, y esta confusión de vivas dados
por una y otra parte en formación perfecta, puede reputarse con
propiedad como un acto esencialmente español que mi Ayu-
dante tal vez explique mejor.
»Yo solo puedo decir á V. E., que á la docilidad de los su-
blebados en retirarse á mi voz á pesar de su ventajosa posición
se debe la salvación de un Batallón muy brillante comprome-
tido por el entusiasmo; y que las fuerzas que me acompañan pue-
den emplearse con toda seguridad contra los insurreccionados,
y con tanta seguridad, que en otra ocasión me veré precisado á
prescindir de la bayoneta y romper el fuego desde el primer
momento.
FRANCISCO TETTAMANCY GASTÓN
NÚM. VI
NÚM. VIII
* *
A pesar de nuestras averiguaciones, no nos fué posible saber
con exactitud el número y nombres de los muertos en la lucha;
FRANCISCO TETTAMANCY GASTÓN 413
NÚM. IX
RECUERDO Á UN A M I G O M
* *
(CONTESTACIÓN)
Amadora, cuando vi
Que á la amistad dedicaste
Un recuerdo, tu espresaste
Cuanto hay de sensible en tí,
Mi corazón desgarraste.
Porque al infeliz que lloras,
Lo vi perecer ¡oh, sí!
Y si alguna vez imploras,
Por él al Cielo, cien horas
De gloria te dará á tí.
Su juventud y hermosura
A la piedad conmovían;
Pero la ley, harto dura,
Su disciplina exigían
Tan amarga desventura.
Y si en su muerte deseas
Dispensarle algún favor,
Cuando á su querida veas
Díla, si agradarla creas,
Que murió lleno de amor.
FRANCISCO TETTAMANCY GASTÓN 419
NÚM. X
NÚM. XI
» D O N M I G U E L S O L Í S Y C U E T O S , soltero.
ruña con todo lo mas que tenía. Se confesó y nada mas y para
que conste lo firmo como cura párroco de la misma y de San
Pedro de Quembre.—MATEO P E R E I R A . »
* *
«Hay una rúbrica en cada una de las seis partidas que ante-
ceden, y son copias fieles de sus originales que en mi poder
quedan archivados en el de estas parroquias al que me /emito.
Y para fines particulares doy el presente qne sello y firmo en
•Paleo á ocho de Octubre de mil nuevecientos dos.—FRANCISCO
DOMÍNGUEZ V I E I T E S . »
«Hay una rúbrica en cada una de las dos partidas que ante-
ceden, y son copias fieles de sus originales que en mi poder
quedan archivados en el de estas parroquias al que me remito.
Y para que conste, á fines particulares doy el presente que sello
y firmo en Paleo á nueve de Octubre de mil nuevecientos dos.
FRANCISCO DOMÍNGUEZ V I E I T E S . »
NÚM. XIII
JULIÁN DE H U E L B E S
(Publicada en la Gaceta de Madrid.)
FRANCISCO TETTAMANCY GASTÓN 427
Relación de los individuos que fueron condecorados con las cruces de Valor y Cons-
tancia, íteneméritos de la patria y de San feriando.
Sres. Don:
G o n z á l e z L o n g o r i a , G r a d o , O v i e d o , id.; P e d r o R o d r í g u e z , C a s -
tiella, O v i e d o , id.; José Iglesias, S i g ü e i r o , id.; L u í s D í a z , Mieres,
O v i e d o , id.; D . Á n g e l María R o e l , S a n t i a g o , Cruz de V a l o r y
C o n s t a n c i a y de San F e r n a n d o ; Alejandro G a r e a , Coruña, id.,
idem; N i c o l á s A n t o n i o G a r e a , C o r u ñ a , id., id.; A n t o n i o A l b o r ,
S a n t i a g o , id., id.; F r a n c i s c o H o n o r , L u g o , id., id.; E d u a r d o R u i z
P o n s , Madrid, id., id.; C e s a r C a b a n n a , Coruña, B e n e m é r i t o de la
Patria y Cruz de V a l o r y C o n s t a n c i a ; Isidro B e r r e c o , S a n t i a g o ,
Cruz de V a l o r y Constancia; N i c e t o S á n c h e z , L u g o , id.; F e r n a n -
do Sanjurjo B e c e r r a , Coruña, id.; José A l o n s o , O v i e d o , id.; Ma-
nuel C a s t r o Teijeira, S a n t i a g o , id.; José B e r m ú d e z C e d r ó n ,
Becerrea, id.; Manuel R o d r í g u e z , O v i e d o , id.; José G o n z á l e z
V a l d é s , O v i e d o , id.; José B e n i g n o Iglesias, O r d e n e s , id.; Pablo
F e r n á n d e z A l o n s o , O v i e d o , id.; R a m ó n M . C o b i á n , Padrón, id;
a
Ramón Suárez Prieto, Gijón, id.; Juan Vega, Gíijón, id.; Francis-
co Rodríguez, Gijón, id.; José de la Rosa, Gijón, id.; Fernando
Vicente Santos, Santiago, id.; Feliciano Domínguez Herbella,
Madrid, id.; Pedro Olio, Santiago, id.; Manuel M. Rodríguez, a
Santiago, id.; Juan Sotelo del Valle, Palencia, id.; Pedro Gonzá-
lez, Gijón, id., Agapito García, Gijón, id.; José Meana, Gijón, id;
Laureano Gutiérrez, Gijón, id.; Vicente Coperi, Caldas de Reyes,
idem; Agapito Solar, Gijón, id.; José M. Bertín, Redondela,
a
Sres. Don:
Jacinto Salva, Cruz de Valor y Constancia; Félix Piñeiro Luen-
go, id.; Ramón Doggío y León, id.; Lorenzo Bentureira y Bellón,
( 1 ) Nos fué imposible conseguir los expedientes tramitados por las Juntas
calificadoras de Pontevedra, Lugo y Orense, no obstante las gestiones que he-
mos hecho.
FRANCISCO TETTAMANCY GASTÓN 431
NÚM. XIII
ERIGIDO Á LOS « M Á R T I R E S D E C A R R A L »
UN P E N S A M I E N T O D E C U R R O S ENRÍQUEZ
*
* *.
OTRO DE CASTRO CHAÑÉ
LISTA DE S U B S C R I P T O R E S
t
CORPORACIONES OFICIALES
Ayuntamiento de Cambre.
Id. de Cápela.
Id. de Castro.
Id. de Cerceda.
Id. de Cesuras.
Id. de Coirós.
Id. de Coristanco.
Id. de Cotovad.
Id. de Curtis.
Id. de Dumbría. *
Id. de Finisterre.
Id. de Laracha.
Id. de La Guardia.
Id. de Mazaricos.
Id. de Malpica.
Id. de Marín.
Id. de Monfero.
Id. de Morana.
Id. de Mugía.
Id. de Neda.
Id. de Noya.
Id. de Ordenes.
Id. de Oroso.
Id. de Ortigueira.
Id. de Outes.
Id. de Oza (Sta. María).
Id. de Oza (San Pedro).
Id. de Paderne.
Id. de Pino.
Id. de Puentes.
Id. de Puebla del Caramiñal.
Id. de Puenteceso.
Id. de Puente Caldelas.
Id. de Puente Sampayo.
Id. de Puerto del Son.
Id. de Rianjo.
Id. de Riveira.
Id. de Sada.
Id. de Santa Comba.
Id. de San Saturnino.
Id. de Serantes.
Id. de Sobrado.
Id. de Teo.
Id. de Tordoya.
43^ LA REVOLUCIÓN GALLEGA DE 1846
Ayuntamiento de Trazo.
Id. de Vedra.
Id. de Villarmayor.
Id. de Vimianzo.
Id. de Zas.
Sres. Don:
Sres. Don:
sión, Madrid.
Ramón Bernárdez González, Publicista y Abad de la Cole-
giata de La Coruña.
Avelino Barbeito, Escritor, La Coruña.
Francisco M. Balboa Lagoa, Propietario, Mugía.
Víctor Balboa, id., id.
Augusto Barreiro Campos, Propietario, Sigüeiro.
Marcial Baraja, Teniente Coronel de Sanidad Militar, Vigo.
Alejandro Barreiro Noya, Periodista, La Coruña.
Manuel Banet Fontenla, Abogado y Notario, .Monforte.
Jesús Barreiro Costoya, Escritor, La Coruña.
Jesús M. Bello, Periodista, La Coruña.
Juan Beltrán, del Comercio, id.
Celestino Buján, Profesor Normal, Santiago.
Indalecio Barrenechea, Teniente Coronel de Infantería, La
Coruña.
438 LA REVOLUCIÓN GALLEGA DE I846
Sres. Don:
Sres. D o n :
Sres. Don:
Sres. Don:
ría, Coruña.
Amador Montenegro Saavedra, Abogado y Publicista, Vigo.
44 2
LA REVOLUCIÓN GALLEGA DE I846
Sres. D o n :
Sres. Don:
Sres. Don:
Sres. Don:
Sres. D o n :
Sres. Don:
Sres. Don:
José Alfaro Sotelino, El Para
Maximino Mirón Ramos, id.
Joaquín Montes Ucha, id.
Manuel Garrido Cabadas, id.
José Amoedo, id.
Manuel Cabadas Garrido, id.
Heliodoro Fraiz, id.
Manuel Claro Cal, id.
José Esteve del Río, id.
José Riveiro Freiré, id.
REPÚBLICA DE CUBA
Sres. Don:
Sres. Don:
F R A N C I A
II* -A. Xj X A.
PORTUGAL
SUECIA
r
\sO
> -29
FRANCISCO TETTAMANCY GASTÓN
ADICIÓN Á LA L I S T A D E SUBSCRIPTORES
Señores Don:
PÁGINAS
INTRODUCCIÓN
PÁGINAS
C A P Í T U L O V I I I . — D . Ramón M . a
Narváez.—El general C o n c h a . —
Inaugura éste su campaña contra los sublevados.—Derrota en
Astorga al general revolucionario D. José Martín de Iriarte.—
Continúa Concha sus operaciones por Galicia.—Causa formada
al general Puig Samper.—Movimientos de la primera división
d e l « Ejército Libertador de Galicia».—Amaga Solís á L a Co-
ruña.—Temores del general Villalonga—Entrada de Solís y de
su división en Betanzos.—Sitio del Ferrol.—Situación de esta
ciudad 143
PAGINAS
APÉNDICES . . . . , 397
o-»ci e
P Á G I N AS
PAGINAS
+*»>
OBRAS D E L AUTOR
PRÓXIMAS Á PUBLICARSE