Distrito de Riego - Carlos - Jose - Murgas

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¿Por qué decidieron invertir en María la Baja?

El Distrito de Riego de Marialabaja, construido en los años 60, fue


proyectado como “la despensa agrícola” del Departamento de
Bolívar y de la Costa Atlántica, por la calidad de sus suelos, la
posibilidad de irrigación de los mismos durante todo el año y la
concreción de una profunda reforma agraria que posibilitó el
acceso a la tierra de un gran número de familias campesinas de la
región.

Infortunadamente, el Modelo de Desarrollo Rural implementado


en la zona, basado en cultivos transitorios (especialmente el
arroz), centralmente planificado, de espaldas a las realidades del
mercado y administrado por una institucionalidad rural en
decadencia (liderado por el extinto INCORA) hizo crisis en los años
80, dejando productores altamente endeudados, sistemas
productivos ineficientes y no competitivos y el inició de un
proceso de venta de las parcelas, de los campesinos que habían
sido titulados.

En este contexto, el Fondo de Desarrollo Rural Integrado, DRI,


buscando superar el fracaso del modelo de Desarrollo Rural
implementado, contrató un estudio para identificar “Alternativas
productivas para el Distrito de Riego de Marialabaja”.

Mi Padre, Carlos Murgas, un emprendedor visionario, profundo


conocedor de la realidad del sector agropecuario de la Costa
Atlántica y del país y que había encontrado en la Palma de Aceite
una cadena productiva con proyección agroindustrial de gran
potencial para campo colombiano, se encontraba en esa época
empeñado en consolidar un nuevo Modelo de Desarrollo que
permitiera consolidar esta Agroindustria. Convencido de que la
integración de los pequeños, medianos y grandes productores con
socios industriales estratégicos conocedores del mercado, era una
fórmula necesaria para Desarrollo Rural y la creación de
condiciones de paz y prosperidad, ideo el modelo que hoy
conocemos como: "Modelo de Alianzas Productivas y Sociales".

En el marco del estudio contratado por el FONDO DRI, fue


invitado a Marialabaja y su amor por esta tierra maravillosa fue “a
primera vista”: la calidad de los suelos, la infraestructura de riego
y, sobre todo, la calidez y tesón de sus agricultores que aún
sumidos en condiciones extremas de marginalidad y pobreza,
mantenían vivas las ganas de trabajar, de sacar adelante sus
familias y de no perder las tierras que con gran esfuerzo habían
conseguido.

Por eso decidimos invertir en Marialabaja: estaban todos los


ingredientes para lograr un proyecto exitoso, como efectivamente
ha sido el Proyecto Agroindustrial de Palma de Aceite en
Marialabaja, basado en el "Modelo de Alianzas Productivas y
Sociales".

¿En qué fecha comenzó su intervención en la zona?

Toda esta experiencia empezó en el año 2000, cuando se


conjugaron, por un lado, la búsqueda de alternativas productivas
para el Distrito de Marialabaja por parte de sus productores y del
Gobierno y por el otro, el interés del sector privado, representado
nuestro Grupo Empresarial Oleoflores, de promover un modelo
inclusivo y de valor compartido para el desarrollo de la
Agroindustria de la Palma de Aceite. El proyecto inició con un
pequeño grupo de líderes de la región apoyados por la
Gobernación de Bolívar y el Ministerio de Agricultura para la
realización de la primera Alianza Productiva y Social de la zona. El
objetivo era integrar la economía campesina de la zona a un
proyecto de siembra de palma de aceite con miras al futuro de
construir una planta de extracción de aceite crudo de palma. Este
proyecto comenzó con 170 familias campesinas equivalentes a
unas 850 personas y se inició con una siembra de 533 hectáreas.
Los recursos financieros fueron suministrados FINAGRO a través
de un crédito por un valor de 1.437 millones.

¿Qué características puntuales encuentran en esta región que


favorecen el cultivo extensivo de palma?

Específicamente en diversas zonas de la región se encuentran dos


condiciones importantes: (i) Agronómicas tales como terrenos aptos
para la siembra de cultivos de palma, uno de las principales
características que son necesarias para su producción, esto junto a los
excelentes niveles de precipitación (pluviosidad) y, (ii) desde el punto
de vista de del recurso humano encontramos productores campesinos
con experiencia y laboriosidad en trabajos agrícolas que aunque en
zonas deprimidas y empobrecidas por la presencia de grupos armados
al margen de la ley, tenían actitud emprendedora. Estas dos
características fueron esenciales para que se pudiera desarrollar un
proyecto productivo viable bajo el modelo de alianzas productivas y
sociales. Aunque los mismos.

En la actualidad ¿cuál es la envergadura del proyecto en el


municipio?, ¿A cuántas personas emplea?, ¿En cuántas hectáreas de
palma sembrada opera?

Hoy en día este proyecto en María la baja cuenta con más de


11.000 hectáreas de palma sembradas (6,500 en el Distrito de
Riego y 4,500 por fuera del Distrito de Riego) y una proyección de
12.000 hectáreas al finalizar el año 2018, más de 900 familias
beneficiadas, y una planta de extracción de aceite crudo de palma
en donde el 51% de las acciones pertenecen al Grupo Empresarial
Oleoflores y el otro 49% pertenece a los productores que hacen
parte de las alianzas.

Por otro lado, los entes integrados que son las asociaciones de
pequeños y medianos productores de palma de aceite, han
integrado su economía en cadenas agroindustriales y han
generado fuentes de empleo lícito a los pequeños productores y
sus familias. Para la zona el proyecto ha sido muy enriquecedor al
mover flujo de recursos donde al corte han sido aprobados
créditos para el establecimiento de los cultivos por más de
$30.000 millones de pesos. Asi mismo anualmente se producen
en la región 200.000 toneladas de Racimos de Fruta Fresca de
palma de aceite, cuyo valor de mercado supero los $65 mil
millones de pesos, los cuales son percibidos por los agricultores
aliados y se inyectan a la economía regional. A ello se le suma los
$13.036 millones de pesos por concepto de dividendos que se han
pagado tan solo a los pequeños y medianos palmicultores en
alianzas que participan en el componente industrial de la planta
extractora durante los 8 años de operación de la misma.

Este modelo ha sustituido y prevenido las siembras de cultivos


ilícitos, consolidado el control de territorios generando así un polo
de desarrollo en la zona incorporándose a la producción nacional,
así mismo ha protegido a los campesinos contra la pérdida de la
tierra por la presión de la violencia que generan los grupos al
margen de la ley.

El Modelo Social de Fortalecimiento de la Cadena Productiva de la


Palma de Aceite a través de sus Alianzas Sociales y Productivas ha
generado excelentes resultados que la sociedad tiene que
conocer y replicar, ya que este modelo supera la concepción
tradicional que define el desarrollo del campo únicamente como
responsabilidad del Estado y rebasa este compromiso al sector
empresarial y a la sociedad en general para que todos contribuyan
a construir la paz para Colombia.

¿Cuál es la participación del Grupo Empresarial Oleoflores en cada


uno de los eslabones de la cadena productiva de la palma en María la
Baja? (Producción de bienes agropecuarios, procesamiento
industrial, comercialización, asesorías y otros servicios)

En el componente agrícola participa como integrador, tanto en el


acompañamiento técnico agrícola para mantener los cultivos en
óptimas condiciones de producción, como garante de los créditos
asociativos, para el establecimiento de los proyectos productivos de
los pequeños y medianos productores. Tambien gestionamos la
fundacion Fundemaria que tiene una historia de inversiones en salud,
educacion, bienestar social y recreacion y deporte en 12
corregimientos de los municipios de Maria
La Baja, Arjona y Mahates.

El final de la década de los 90 y el inicio del nuevo siglo estuvieron


marcados por una gran ola de violencia en Montes de María,
específicamente en María la Baja. Los registros oficiales reportan el
desplazamiento de este municipio de 33 mil personas,
principalmente durante la violencia paramilitar (1997-2005), que
incluyó masacres como la de El Salado y Mampuján, este último
corregimiento María La Baja. En medio de la violencia ¿Cómo logró
Oleoflores instaurar el modelo de Alianzas Productivas con 126
pequeños productores y comprar además 100 hectáreas donde antes
funcionaba el antiguo molino de arroz?

Es sabido que en esta zona que comprende varios municipios de


los departamentos de Bolívar y Sucre fueron bastiones de varios
frentes de las FARC, al igual que se encontraba la presencia activa
de las guerrillas del ELN y del ERP. A la par, y disputando
territorios operaban varios bloques de las AUC. Las matanzas de
campesinos eran frecuentes y el desplazamiento forzado se daba
día a día. Esta zona estratégicamente ubicada con cercanías a
Cartagena y al “Golfo de Morrosquillo” era uno de los principales
callejones de movilidad para la salida de sustancias ilegales y para
el ingreso de precursores químicos y armas. De acuerdo con
estudios realizados por el Departamento Nacional de Planeación
se puede concluir que entre 1993 y 2005 se presentó un gran
número de atentados terroristas en esta zona, proveniente de
diferentes actores ilegales y de delincuencia común, del año 2002
a 2004, la mayor incidencia de ataques terroristas fue de las FARC
con un 54%, la delincuencia común 29%, AUC, 13% y el ELN y ERP
con un 2% cada uno.

De otra parte, de acuerdo con información suministrada por la


Policía Nacional, en el área se había registrado una importante
cifra de “secuestros”, con dos tendencias marcadas: una 1996 a
2000 con un incremento constante del número de secuestros y las
otra de 2001 a 2004 con una reducción pronunciada de la misma
cifra. El año de mayor número de secuestros reportados fue en el
2000 con 193. Del total de los secuestros realizados entre el año
2002 al 2004 el 64% lo llevó a cabo la FARC, el 15% el ELN, el 7%
las AUC, el 3% la delincuencia común. Es de mencionar que en el
10% de los casos no sea reconocido autor.

En cuanto a los “desplazados”, entendiéndose como desplazado a


toda aquella persona que se ha visto forzada a migrar,
abandonando su localidad de residencia o actividades económicas
habituales, porque su vida, su integridad física, sus libertades
personales han sido vulneradas o se encuentran directamente
amenazadas (Ley 387 de 18 de julio de 1997). De acuerdo con los
registros de SUR - Acción Social, en el año 2000 se presentaron
50.117 desplazados, en el año 2001 46.127, en el año 2002,
26.461, en el año 2003 9.638 y 7.013 en el año 2004. Los
municipios más afectados fueron el Carmen de Bolívar con un
28%, San Onofre con el 11%, y Ovejas con el 11%.

Como se mencionó todo giraba alrededor del dominio territorial a


causa de los cultivos ilícitos, por ello, poder entrar a una zona con
un modelo de alianzas era una propuesta diferente, si, era un
riesgo, pero a su vez una oportunidad para que los mismos
campesinos de la región empezaran a apropiarse de su propio
territorio.

Respecto al terreno adquirido por Oleoflores, esta era una finca la


cual se le compró a una familia, y allí es donde se ha construido la
planta extractora donde los productores aliados son accionistas
con una participación importante, y donde las tomas de
decisiones se ejecutan en forma concertada con todos ellos.

Hemos dialogado con comunidades del municipio que señalan que el


aumento del cultivo de palma en la región fue paralelo al conflicto
armado. De hecho, consideran que el negocio de la palma aprovechó
el escenario de conflicto, sumado a las deudas que ellos tenían con la
antigua Caja Agraria, para presionar a los campesinos a que
vendieran su tierra, o la pusieran a disposición para el cultivo de
palma. ¿Usted qué opina sobre esa afirmación?

En ningún momento el modelo suscita a la venta de predios por parte


de los palmicultores. El modelo está diseñado para que pueda acceder
cualquier campesino con deseos de superación teniendo en cuenta
que si tiene tierras aptas para el mismo pueda vincularse al proyecto
con un cultivo que se ve favorecido por ser una zona muy beneficiosa
para el mismo. En el modelo son los campesinos los propietarios y/o
poseedores de la propiedad, esto además ha sido una oportunidad
para que se hayan evitado potenciales desplazamiento de estos por la
falta de oportunidades de ser productivos en una zona dominada por
la violencia.
El modelo de Alianzas frenó en gran parte la venta de parcelas que se
venía dando en la región. Gracias a él, los campesinos de la región
conservan sus tierras.

¿Es una política empresarial que sus funcionarios sirvan de


intermediarios para que personas con capital le compren la tierra a
campesinos y la pongan a disposición del modelo de Alianzas
Productivas?

El área encargada de la promoción del cultivo de la palma de aceite


visitó a un número importante de productores de la zona, incluyendo
entre ellos a los productores de El Cucal, algunos de ellos aceptaron
nuestra invitación, otros por su parte prefirieron no hacerlo.

En ningún momento vamos a negar el interés de la Agroindustria de


Palma de Aceite en invertir en una zona tradicionalmente deprimida y
con escasa o nula presencia del Estado. Antes por el contrario la
Agroindustria de la Palma de Aceite genera desarrollo y crecimiento
en zonas en las que el Estado prácticamente desapareció por décadas,
vinculando a pequeños y medianos productores, con empleo digno,
que genera estabilidad a todos los participantes en la cadena.

Como dueños del proyecto agroindustrial más grande del sector,


¿cómo garantizan que las alianzas productivas que ustedes tienen
con algunos de los inversionistas no están perjudicando a los
campesinos que exigen el derecho a la propiedad de sus tierras?

Con la implementación del modelo no ha habido despojos, nuestros


aliados son los propietarios de la tierra, el modelo busca involucrar al
productor y recibirá todo el acompañamiento técnico y financiero en
caso de necesitarlo.

En ese sentido, ¿el grupo empresarial tiene algún protocolo que


garantice que los frutos de la palma de aceite provienen de tierras
que no hayan sido adquiridas irregularmente? Esto, por ejemplo, de
cara a los lineamientos de la RSPO [Mesa de Aceite de Palma
Sostenible]

El Grupo empresarial siempre ha tomado las medidas necesarias para


evitar que esto suceda. Se hace una identificación de quienes son los
campesinos que forma la asociación y ya son estas que involucran los
productores con el conocimiento de las raíces entre ellos mismos.
Tenemos un protocolo de verificación de propiedad ya que los
créditos asociativos requieren propiedad plena sobre la tierra de parte
de los campesinos que forman las alianzas. Al estar certificados hace 4
años en RSPO, nuestro compromiso con la transparencia es total con
el manejo de criterios laborales, media ambiente y económico.

Si durante un juicio de restitución de tierras se contempla devolverle


la tierra a un campesino, y ésta hace parte de una alianza productiva
del Grupo Oleoflores, ¿ustedes se presentarían eventualmente como
opositores al proceso de restitución?, ¿o el grupo empresarial estaría
dispuesto a respaldar jurídicamente a sus socios en las alianzas
productivas?

Es una situación legal que tiene que ser resuelto por las autoridades
respectivas.

El Distrito de Riego de María La Baja fue construido como una


infraestructura pública para la producción de alimentos. Sin
embargo, desde que comenzó el cultivo de la palma el acceso y uso
de los cuerpos de agua es exclusivo del proyecto agroindustrial. ¿A
través de qué mecanismo legal el Grupo Oleoflores usa el Distrito de
Riego?

El desarrollo de todo el proyecto ha traído consigo el


mejoramiento de vías de acceso, así como el mejoramiento y
funcionamiento del distrito de riego de la zona. Sobre este último
es importante mencionar que le fue delega a través de convenio
con el Incoder la Administración, Operación y Conservación del
Distrito de Riego de Marialabaja a la Asociación
USOMARIALABAJA. Esta Asociación en cumplimiento de lo
delegado ha venido desarrollando gestiones permanentes desde
su creación hasta la fecha y ha venido cumpliendo con la atención
de todos los usuarios que se encuentran beneficiados por el
distrito de riego, ya sean palmicultores, arroceros, ganaderos,
maiceros y otros y se puede demostrar a través de nuestros
registros históricos.

Como lo decía anteriormente, de las cerca de 20,000 hectareas


del distrito de riego, solo 6,500 son en palma, 2,500 en arroz y el
resto esta en maíz, frutales y ganadería extensiva. Cuando
llegamos a la zona el distrito esta en una situación grave en temas de
mantenimeinto, financiera y operación. Lo que es muy cierto, es que
los productores del cultivo de palma son los únicos que han cumplido
cabalmente con la cuota exigida para el uso, gracias a que el modelo
prevé un mecanismo para fondear el pago de esta obligación por parte
de los palmicultores. Sin embargo desde la junta directiva se ha venido
trabajando con los directivos de junta que representan a los sectores
arrocero y ganadero para ir normalizando la cartera y seguir
avanzando en la mejor prestación de servicio del distrito.

El Grupo Oleoflores promueve la responsabilidad social. ¿Han


formulado un plan para que las comunidades campesinas, la mayoría
retornadas después del conflicto armado, tengan acceso al agua del
Distrito?

Se vela por que los palmicultores quienes acceden al agua del distrito
paguen por el uso de la misma. Si somos muy celosos con ese tema,
pero no podemos responder por obligaciones que no nos competen.

¿Cómo garantizan que en la región pueden seguir realizándose otras


actividades productivas como la pesca teniendo en cuenta el impacto
ambiental que representa el monocultivo de palma a corto, mediano
y largo plazo?

Es importante señalar que las siembras de los cultivos de palma


han venido reemplazando áreas cultivables donde antes se
utilizaban en la explotación de cultivos transitorios, tales como el
arroz y en actividades como la ganadería extensiva, los cuales en
si requieren grandes cantidades de agroquímicos y abundante
agua, a parte del problema del uso efectivo de la tierra por la
ganadería extensiva. De acuerdo con el Instituto Alexander Von
Humboldt “Colombia dispone de más de un millón de hectáreas
sin restricciones para el establecimiento de nuevas plantaciones”,
sin embargo, los cultivos de palma sembrados en la zona de María
La Baja se han establecido sin necesidad de destruir bosques
nativos. Por otro lado, es importante tener en cuenta que los
cultivos de palma de aceite fijan importantes cantidades de Gas
Carbónico mediante el proceso de fotosíntesis, lo que contribuye
a mitigar el Calentamiento Global, y aun con mayor favorabilidad
dado que propicia la generación de ecosistemas para algunas
aves, que en el caso de las actividades de ganadería y producción
de cultivos de arroz no favorece.

¿Usted cuál cree que es la responsabilidad de los grandes


empresarios que trabajan en zonas históricamente azotadas por el
conflicto?

Todas las empresas comprometidas con el Desarrollo, tienen la


responsabilidad de vincular a las comunidades en donde ejecutan
sus actividades a proyectos serios de desarrollo. Estamos
convencidos de que el ejercicio empresarial tiene que ser
“Inclusivo y de Valor Compartido”. Una empresa no solo debe
garantizar tener un negocio económicamente rentable sino
también Socialmente Responsable y ambientalmente sostenible.
Al respecto, me voy a permitir a continuación esbozar una serie
de conceptos que hacen parte de nuestra filosofía de negocios
inclusivos.

EL MODEL DE ALIANZAS PRODUCTIVAS Y SOCIALES: UN MODELO DE


DESARROLLO INCLUSIVO Y DE VALOR COMPARTIDO.

El modelo aplicado de Alianzas Sociales y Productivas en el


Municipio de María la Baja es un Modelo Social de
Fortalecimiento de la cadena productiva del aceite de palma, que
ha generado una productividad y rentabilidad sostenible para los
pequeños y medianos productores y para la empresa
privada, que en este caso es el Grupo Empresarial Oleoflores,
quien como ente integrador ha potencializado el desarrollo
integral de su producción, asegurando su materia prima – fruta de
aceite de palma – debido a que todos los pequeños y medianos
productores de palma de aceite se comprometen a suministrarle
toda su producción a precios transparentes y de mercado
mediante contratos de suministro de fruto que se pactan al
conformar la alianzas. Es importante mencionar que, como
contrapartida a estos convenios, el hecho de que los pequeños
productores sean socios del componente industrial, se hacen
merecedores de los beneficios que este componente les presta
como es un mayor control de la calidad de sus cultivos a través de
la prestación de servicios agronómicos para atacar problemas de
Sanidad Vegetal a través de la UTIL (Unidad Técnica Integral de
Labores). Por otro lado, los entes integrados que son las
asociaciones de pequeños y medianos productores de palma de
aceite, han integrado su economía en cadenas agroindustriales y
han generado fuentes de empleo lícito a los pequeños
productores y sus familias.

“Todas las compañías deben aplicar la responsabilidad social. Es


básica, es un cimiento por medio del cual el sector privado puede
ser un miembro responsable de la sociedad; pero podemos ir más
allá si aceptamos el concepto de creación de valor compartido”.
(Michael Porter, profesor de la Escuela de Negocio de la
Universidad de Harvard).

Anteriormente se pensaba que lo social y lo económico estaban


en dos dimensiones totalmente diferentes, pero según afirma
Porter cuando se buscaba su relación se presenta lo que él llama
una “compensación”, que no es más que para lograr un beneficio
económico se debe actuar socialmente y que para lograr un
beneficio social era necesario añadir costo en sentido económico.
Este concepto de compensación planteaba en pocas palabras que
para obtener un impacto social importante o mejorar el impacto
negativo en el medio ambiente era necesario gastar altas sumas
de dinero. Por esta razón es que lo social y lo económico se han
encontrado por mucho tiempo en dos dimensiones diferentes.

De acuerdo con lo anterior concluye que gracias a su experiencia


en el sector privado se da cuenta que las empresas no
aumentaban su valor cuando se relacionaban con temas sociales,
si no por el contrario lo reducían. Y que el gran error es que los
empresarios se colocan del lado económico y los que trabajan
asuntos sociales del suyo. Fue allí donde se le ocurrió integrar
estas dos partes y con esto nace el concepto de valor compartido,
el cual conlleva a que el sector privado sea responsable con la
sociedad de manera sostenible, operando éticamente y
ejerciendo ciudadanía activa.

La relación de integración entre la sociedad y la empresa privada


debe ir construyendo poco a poco el concepto denominado “Valor
Social”.
El concepto de Valor Compartido puede considerarse como una
filosofía, teoría y metodología según Porter. Filosofía por la
siguiente razón: “Toda riqueza y la prosperidad son en verdad
creadas por el sector privado. El Gobierno no puede crear riqueza,
solo cosecharla. Eso en cierta forma es una filosofía económica,
que propone la necesidad de lograr que el capitalismo funcione”.
Teoría, en el sentido de que el valor compartido involucra tanto la
sociedad como las necesidades económicas, y esto implica en el
sector privado un entendimiento de la importancia de la gestión
administrativa que involucra aplicarlo, ejecutarlo y sostenerlo.
Luego viene la metodología, que es como opera la organización
para medir sus acciones y como se prepara para llevarlas a cabo.

El concepto de valor compartido va de la mano con el de negocios


inclusivos, que no es más que la inclusión de pequeños y
medianos productores del campo a la cadena de valor de una
compañía, cuyo objetivo principal es que ambas partes se
beneficien de la relación. De esta manera, los pequeños y
medianos productores tienen una oportunidad de mejorar su
situación económica y social y la empresa se beneficia por lo
producido por ellos, generando una relación de “gana, gana”. Este
es el principal sentido por lo cual la Organización visionó una
oportunidad de poder invertir bajo esta concepción de modelo de
negocio.

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