Carta para Sanar A Papá

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CARTA PARA SANAR A

Y linaje paterno

#GabrielteGuía
GRACIAS PAPÁ...

Gracias padre te amo, te aprecio, te acepto tal cual


eres en todas las dimensiones espacio tiempo, te
agradezco por tu presencia y tu luz
fuerza.
Honro mi linaje masculino y te honro a ti papá, por
ser el paciente agricultor de mi alma pues, tras haber
sembrado tu semilla, cultivaste con amor y entrega
aún sin poderme sentir dentro de ti. Recibiste tu
cosecha con la más delicada ternura y construiste un
cordón de corazón a corazón, para unirte conmigo en
amor.

Te bendigo porque de ti he aprendido cómo


protegerme, proveerme, cuidarme, guiarme. Y, si
hubieron algunas carencias, sé que fui yo quien te
eligió así para, precisamente, aprender de esa
experiencia.

Me responsabilizo de todo aquello que yo acepté e


integré en mí como verdadero. Reconozco que tú
cumpliste tu labor de la mejor manera posible de
acuerdo a tus propios recursos y dando
cumplimiento al contrato de alma que ambos
acordamos. Nos perdono por cualquier sufrimiento
que hayamos cocreado y nos agradezco las lecciones
que de éste obtuvimos.
Nos libero de toda historia de dolor, de miedo, de enojo, de
tristeza y su consecuente karma en nuestras vidas.
Sé que me he convertido en quien hoy soy gracias a tu
aportación a mi vida. Todo lo que necesite corregir y mejorar es
ya labor mía y me sé acompañada por ti en cada paso, pues el
cordón que entreteje tu corazón al mío es inquebrantable y
siempre palpitante.

Es tu mirada la que me ha enseñado a ser mirada y reconocida


por los hombres. Es tu amor el que me ha mostrado cómo
merezco ser amada. Es tu misericordia la que me ha dado
confianza para mostrar mi fuerza. Son tus caricias las que han
dejado memoria en mi piel para sólo permitirse ser tocada por
el otro en total amor y entrega. Asumo mi proceso y la
responsabilidad de sanar con los otros hombres de mi camino
todo lo que haya quedado pendiente contigo.

Te miro, y miro a todos los hombres que te anteceden.


Los honro.
Te miro, y miro tu historia.
La entiendo.
Te miro, y miro los duelos, las heridas.
Las comprendo.
Te miro, y miro las imposibilidades.
Las sano en mi corazón.

Porque cuando te miro, miro lo Masculino en mi, y cuando mi


mirada es en compasión, esta mitad en mi comienza a sanar, y
se hace la luz
A partir de hoy confío en poder integrarte en mi: masculino
sagrado, verdadero, auténtico, también amoroso y presente.

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