Verbos Intransitivos

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Dos tipos de verbos intransitivos:

«La clase de verbos intransitivos es una clase heterogénea que incluye formas con distintas
propiedades semánticas y sintácticas. Se debe a Perlmutter (1978) la distinción entre dos
clases de verbos intransitivos: los inergativos y los inacusativos o ergativos. El trabajo
de Perlmutter se enmarca dentro del modelo conocido como Gramática Relacional. Burzio
(1981, 1986) incorpora la llamada ‘Hipótesis de la Inacusatividad’ a la Teoría de la Rección y
el Ligamiento, en la gramática generativa, donde la distinción entre las dos clases de verbos
intransitivos es unánimemente aceptada.

Los dos tipos de verbos tienen en común que requieren un solo participante o argumento
cuya realización sintáctica es la de sujeto, pero se distinguen en la relación semántica que se
establece entre el argumento y el verbo.

Los verbos inergativos (llorar, reír, saltar, toser) denotan actividades o procesos que
dependen de la voluntad de un agente.

Los verbos inacusativos son verbos que denotan bien estados o bien eventos no agentivos
(logros), como existir, aparecer, llegar, florecer, crecer, etc., cuyo único argumento se
interpreta como el elemento que recibe la acción o en el que se produce o manifiesta la
eventualidad que denota el verbo: i.e. el argumento de este verbo es tema o paciente. El
término ‘tema’ se utiliza habitualmente en los trabajos de gramática generativa con referencia
a los que otras gramáticas denominan ‘paciente’.

Esta diferencia en cuanto al carácter semántico del único participante en la acción verbal es
crucial para distinguir entre las dos clases de verbos intransitivos. Los agentes se realizan
sintácticamente y de un modo uniforme como sujetos de la oración tanto con verbos
transitivos (activos) como con verbos inergativos. Los temas o pacientes se realizan como
objetos de los verbos transitivos (activos) y como sujetos de algunos verbos intransitivos, los
que hemos denominado ‘inacusativos’. Por tanto, los verbos inacusativos comparten
propiedades de los verbos transitivos y los inergativos: como los inergativos están
asociados a un solo argumento, pero ese único argumento se interpreta como el objeto lógico
del verbo transitivo: es un objeto nocional, a pesar de ser un sujeto sintáctico, en
contraposición con el único argumento de un verbo intransitivo inergativo que es a la vez
sujeto nocional y sujeto sintáctico.

Alternancia causativa:

Prueba de que el sujeto sintáctico de un verbo inacusativo y el objeto de un verbo transitivo


tienen la misma función semántica es la llama ‘alternancia causativa’:

Juan rompió el vaso


frente a

El vaso se rompió.

La primera es una construcción transitiva causativa que se construye con una agente (Juan) y
que expresa un evento que denota un cambio de estado en su argumento objeto (el vaso). La
segunda, es una construcción inacusativa que se construye con un solo argumento: el
elemento que sufre el cambio de estado que denota la eventualidad del verbo. La relación
semántica entre el verbo romper y el sintagma nominal el vaso es la misma en las dos
construcciones: en ambos casos se trata del paciente o tema ‘afectado’; varía su realización
sintáctica: objeto en la construcción transitiva y sujeto en la construcción inacusativa. Las
gramáticas se han referido a verbos como romper en su uso inacusativo como “verbos
pronominales” en cuanto que se construyen con se. Es importante señalar, sin embargo, que
si bien muchos de los verbos que aparecen en construcciones inacusativas entran dentro de la
clase de los verbos pronominales (romperse, secarse, agrietarse) hay muchos verbos
inacusativos que no son pronominales.»

[Mendikoetxea, Amaya: “Construcciones inacusativas y pasivas”. En: Bosque, Ignacio /


Demonte, Violeta (eds.): Gramática descriptiva de la lengua española. Madrid: Real
Academia Española / Espasa Calpe. 1999, vol. 2, § 25.1.1.2, p. 1579-1580]

«En resumen, distinguimos entre los verbos intransitivos dos clases sintácticas: verbos
inergativos y verbos inacusativos. Los verbos inacusativos son aquellos cuyo sujeto sintáctico
es un objeto nocional, i. e. su función semántica es la de tema (afectado o no afectado).
Dentro de los verbos inacusativos distinguimos dos grandes clases semánticas: los verbos de
cambio y ubicación y los verbos de existencia y aparición; las diferencias semánticas entre
estas dos clases de verbos encuentran manifestación en su sintaxis. [...]

Los verbos inacusativos son intransitivos en cuanto que están asociados a un solo argumento
o participante que es el sujeto sintáctico, pero comparten con los verbos transitivos la
naturaleza semántica de ese argumento, que es un objeto nocional (tema o paciente). Además
de hablar de ‘verbos inacusativos’, hemos de hablar también de ‘construcciones
inacusativas’ que parecen derivarse de construcciones transitivas correspondientes, como
es el caso de las construcciones inacusativas con se y las construcciones de pasiva
perifrástica.» [o. cit., p. 1584 y 1587]

INERGATIVOS
INACUSATIVOS
Con sujetos
Con sujetos no-agentivos, sujetos que agentivos: expresan

designan al que padece: existir, florecer, eventos de causa


interna
aparecer, llegar, crecer.
(jugar, bailar, llorar,
Su sujeto sintáctico es su objeto nocional.
reír, saltar, toser)
El argumento es un tema o paciente.
cuando existe una
Denotan estados o eventos no agentivos (logros). propiedad
No forman una clase semántica uniforme, inherente al único
sino que se dividen en dos clases. argumento del verbo
Las diferencias semánticas entre estas dos que es responsable de
clases encuentran manifestación en su sintaxis. que se
realice el evento que
denota el predicado.
Verbos de cambio Verbos de
de existencia y Con sujetos no

aparición: agentivos: verbos de


estado o ubicación,
emisión percibida
que pueden tener o no aparecer, llegar,
sensorialmente:
variantes existir, ocurrir, venir,
brillar, chirriar,
transitivas: merger, suceder.
apestar, amanecer.
romper(se), abrir(se), El tema o paciente es
hundir(se), secar(se), no afectado.
crecer, hervir,
palidecer, florecer,
levantarse.
El tema o paciente es
afectado.
Pueden ser:
a) de causa externa,
b) de causa interna:
agentivos o
no agentivos
LAS CONSTRUCCIONES PASIVAS COMO CONSTRUCCIONES
INACUSATIVAS

«El hecho de que el sujeto sintáctico de un verbo inacusativo sea su objeto nocional ha
llevado a numerosos autores a establecer un paralelismo entre las construcciones con verbos
inacusativos y las construcciones pasivas. Este paralelismo se observa de forma más clara
cuando comparamos una oración transitiva activa como

Juan cerró las puertas. [transitiva activa]

con su construcción inacusativa y pasiva equivalentes

Las puertas se cerraron. [inacusativa]

Las puertas han sido cerradas. [pasiva]

Si la construcción inacusativa se puede definir como aquella en la que el objeto nocional


(tema o paciente) se realiza sintácticamente como sujeto, las construcciones pasivas son
entonces un ejemplo de construcciones inacusativas, incluso cuando se forman con verbos
que no tienen usos inacusativos (p. ej. construir: El puente ha sido construido frente a *El
puente se construyó (él solo).» [o. cit., § 25.1.3]

«Hay que diferenciar cuidadosamente las oraciones inacusativas con se de las oraciones
pasivas con se. Formalmente, no hay diferencias entre estos dos tipos de oraciones. Así una
oración como

Las puertas se cerraron

es ambigua: (i) una interpretación inacusativa y (ii) una interpretación pasiva en la que hay
implícito un agente con intencionalidad a una causa externa que no se menciona porque
interesa únicamente destacar la acción verbal.

Se hundió el barco {él solo/por sí solo} [inacusativa]

Se hundió el barco {intencionadamente/para cobrar el seguro} [pasiva]

El contraste es más claro con verbos que pueden formar pasivas con se, pero que por su
significado no pueden aparecer en construcciones inacusativas, como construir o divulgar,
ya que no pueden expresar eventos que se realizan de forma espontánea sin la intervención
volitiva de un agente.» [o. cit., p. 1587]

SEMÁNTICA Y SINTAXIS DE LOS VERBOS INACUSATIVOS

«Para Perlmutter (1978), la inacusatividad viene determinada por la semántica del verbo y
aparece codificada en su sintaxis. Aunque forma y significado aparecen, pues, fuertemente
ligados en la formulación inicial de la hipótesis de la inacusatividad, lo cierto es que los
diversos estudios sobre estos verbos dentro de las gramáticas formales se han centrado bien
en la semántica, bien en la sintaxis de los verbos inacusativos y sólo recientemente se ha
intentado derivar el comportamiento sintáctico de estos verbos de ciertos componentes de su
significado. En realidad, existen dos aproximaciones al estudios de los verbos inacusativos:
(i) la aproximación sintáctica, que niega que se pueda determinar el comportamiento formal
de los verbos inacusativos a partir de ciertas propiedades de su significado, y (ii) la
aproximación semántica, que niega que la inacusatividad aparezca de algún modo codificada
en la sintaxis.

Levin y Rappaport Hovav (1985) identifican estas dos aproximaciones en el capítulo


introductorio a su estudio sobre la inacusatividad en inglés. El trabajo de Rosen (1984, 1988)
dentro del marco de la Gramática Relacional es quizás el ejemplo más claro de la
aproximación sintáctica, mientras que la aproximación semántica tiene uno de sus
exponentes en Van Valin (1990), dentro del marco de la llama Role and Reference
Grammar.» [Mendikoetxea 1999: § 25.1.2]

«Un análisis exhaustivo de los verbos en español ha de especificar necesariamente para esta
área de la gramática, como para muchas otras, cuál es la relación entre la semántica (léxica)
de los verbos y sus propieades morfosintácticas.» [ebd.: § 25.5]

«Las nociones de 'estado' y 'evento' se refieren a la clasificación aspectual o Aktionsart de


los verbos. Se distinguen tres tipos de eventualidades, siguiendo el análisis de Vendler (1967):

a) eventos estativos o estados: saber, amar, ser inteligente,

b) actividades o procesos que, siendo dinámicos, no hacen referencia al punto


final de la eventualidad: reír, llorar, nadar, y

c) actuaciones o transiciones (que, a su vez, se dividen en logros y


realizaciones) también denominadas en sentido genérico 'eventos', que expresan
el cumplimiento o finalización de la eventualidad: llegar, morir, florecer, pintar,
construir, romper.

No existe una relación directa entre la pertenencia de un verbo a una de las tres clases
aspectuales y su clasificación como transitivo o intransitivo. Así, aunque muchos de los
verbos transitivos denotan eventos en sentido genérico, también los verbos transitivos
denotan estados y entre los eventos encontramos verbos típicamente intransitivos como
llegar, morir y florecer. Entre los verbos que denotan actividades o procesos se encuentran
principalmente los verbos intransitivos. Sin embargo, hay verbos transitivos que
dependiendo de la determinación de su objeto se clasifican bien como actividades (comer
pizza, construir casas), bien como eventos o actuaciones (comer(se) una pizza, construir la
casa). Una vez distinguidas dos clases de verbos intransitivos (inacusativos e inergativos) es
posible establecer una relación más directa entre significado aspectual y clase verbal.»
[Mendikoetxea 1999: § 25.1.1.1, p. 1578]

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